Johnny Depp, ejemplo de pésimo manejo de su economía personal

agosto 30, 2017

Johnny Depp vende otra valiosa propiedad para poder salir de la bancarrota

El actor puso en venta una finca en Kentucky por más de USD 2 millones, pero por la falta de interesados la rematará. 

Johnny Depp -quien fue uno de los actores mejores pagos de Hollywood-está tratando de deshacerse de algunos de sus inmuebles más valiosos para poder afrontar el sinfín de problemas económicos que tiene por sus excesivos gastos y la mala administración de su fortuna.

chanchito flacoTras vender varias propiedades europeas -como el ostentoso castillo que hasta el año pasado poseía en Francia- y un lujoso piso en Los Ángeles, el intérprete trató en diciembre pasado de hacer lo propio con su granja de Kentucky, Estados Unidos.

El protagonista de Piratas del Caribe pedía 2,9 millones de dólares, confirmó el agente de bienes raíces Gary Denton a The Wall Street Journal. Sin embargo, y después de que en marzo se viera obligado a reducir considerablemente la cifra exigida, hasta el punto de quedar en unos 500.000 dólares, finalmente será subastada ante la falta de potenciales compradores. 

Según el citado medio no es la primera vez que Depp pone en el mercado esta propiedad. Según los registros compró la finca en 1995 por 950.000 dólares y en 2001 la vendió por un millón. Cuatro años después en 2005 la volvió a comprar. En aquella ocasión pagó dos millones de dólares. Desde ese momento, la casa de campo estuvo habitada por la madre del actor.

El terreno está ubicado a poco más de 13 kilómetros del centro de Lexington, la segunda ciudad más poblada de Kentucky. Incluye una casa con siete dormitorios, un garaje para cuatro coches, casa de huéspedes, tres graneros y piscina.

Aún se desconoce el precio de oferta. El 15 de septiembre se celebrará dicha subasta.

El astro de Hollywood tuvo un poco más de suerte hace unas semanas al vender cuatro de sus cinco apartamentos -todos pertenecientes a un mismo edificio- de Los Ángeles a un precio de 1,82 millones de dólares por unidad.

En enero de este año para intentar mejorar su situación financiera, el actor presentó una demanda contra sus ex administradores por cerca 20 millones de dólares.

Fuente: infobae.com, 2017.

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¿Un auto de lujo es una buena inversión?

noviembre 22, 2016

¿Por qué tu caro coche de lujo no impresiona a las personas inteligentes?

Por A. Carlos González.

bmw auto lujoso

Es cierto que un gran segmento de la sociedad sigue presionando a las personas en este sentido, pues el coche que una persona conduce podría verse como una «carta de presentación», como un símbolo que refleja con precisión el nivel de éxito financiero de esa persona o lo que esa persona ha logrado en la vida.

Las personas inteligentes saben que eso no es así. Al menos no en la mayoría de los casos. Desde un punto de vista financiero, el coche es la peor inversión que puedes hacer en la vida, pues es el activo más devaluable que existe, un activo cuyo precio a futuro siempre tiende a cero.

El precio de lista de un vehículo no es un indicador fiable del éxito financiero en absoluto. Y los ejemplos los podemos ver por todas partes.

Jóvenes entre los 18 y los 25 años conduciendo un BMW y toda clase de vehículos de gama alta. No son conocidos por tener negocios de enorme éxito, y en muchos casos ni siquiera trabajos bien pagados (o trabajos a secas).

Por no hablar de que a menudo, muchos de estos jóvenes y no tan jóvenes tienen unos ingresos procedentes de actividades ilícitas, siendo lo menos inteligente el llamar la atención con un vehículo de alta gama.

Personas que trabajan de operarios en una fábrica o la construcción y que no llegan a los 18.000€ de ingresos anuales, pero tienen un biplaza bastante caro. ¿Se supone que eso nos debe impresionar?

Conozco a una pareja que estrenaron un Mercedes de 40.000€ (él) y un BMW Z4 (ella) en un momento en que su situación financiera parecía ir bastante bien si tenemos en cuenta la «inversión en movilidad» que realizaron. No volví a saber de ellos el día que el banco ejecutó la hipoteca de la casa en que vivían. Aunque desconozco la causa exacta que les llevó a perder su casa, probablemente, de haber conducido coches más modestos que no hubieran requerido pagos mensuales tan altos, quizás podrían seguir viviendo en su casa hoy día.

Así que claramente, no se puede determinar el nivel de éxito financiero o tamaño de la cuenta bancaria de una persona por el tipo de coche que tiene.

En muchos casos, lo que se puede medir desde un punto de vista psicológico es el nivel de inseguridad de una persona o lo influenciable que ésta pueda ser. No estoy diciendo que todo aquel que tenga un coche de alta gama sea una persona insegura e influenciable, pero sí puedo decir que si conduces un coche cuyo coste pone en peligro tu capacidad de ahorro o, en caso de perder tu trabajo mañana, no pudieras hacer frente a las letras del vehículo, has comprado algo que está por encima de tus posibilidades financieras. Y eso no es inteligente.

¿Por qué compramos coches que no nos podemos permitir?

Lo cierto es que la mayoría de nosotros podríamos comprar un vehículo de 30.000 ó 40.000 euros y pagarlo a plazos, pero personalmente, mi actual coche me costó 1.800€ de segunda mano, con 70.000 kilómetros y muy bien cuidado [Nota de EP: Obviamente estos son precios de Europa, en Argentina los autos usados son más caros y los 0 Km mucho más]. ¿Y sabéis qué es lo mejor? Me lleva del punto A al punto B en los recorridos que hoy día necesito hacer. Lo hace igual que esos coches de 40.000€.

Antes me preocupaba a la hora de aparcar en ciertas zonas de la ciudad por si me rayaban el coche. Acaba teniendo un gasto añadido en parking. Incluso me molestaba si alguien se sentaba en el capó del vehículo. Ahora no me importa tanto si me lo rayan ni que se siente alguien en el capó. No tengo ninguna relación sentimental con el coche.

Y si alguien está pensando en que un coche de segunda mano sale más caro en cuestión de averías que uno de primera mano, creo que desmontamos ese pensamiento desde un punto de vista financiero.

¿Puedes soportar que tus amigos y conocidos presuman de super-coche y lo comparen con el tuyo?¿Puedes soportar comentarios jocosos porque no conduces un BMW?

En mi caso me importa un carajo. Hay quien critica mi punto de vista basándose en que no me gustan los coches y por eso no aprecio la potencia de un buen coche. Y es cierto, la verdad es que no entiendo mucho de coches a pesar de alcanzar el millón de kilómetros en carretera antes de los 30 años.

Pero sí entiendo y disfruto, por ejemplo, de la compañía de una mujer, y no por ello tengo necesidad de contratar los servicios de prostitutas de lujo (tampoco de las de gama media y baja, ja, ja).

Finalmente, en un alto porcentaje de casos se usa el coche como herramienta para impresionar o por simple y costoso capricho, y en este caso no sé qué es más peligros desde un punto de vista de inteligencia financiera (o inteligencia a secas).

Mientras que muchos propietarios de automóviles de lujo continuarán cargando con los fuertes pagos mensuales del coche durante los próximos años para tener el privilegio de ir de la casa al trabajo con estilo y elegancia, el resto seguiremos conduciendo un vehículo por lo que es (una herramienta de desplazamiento) y usaremos el dinero que no gastamos para nuestros objetivos financieros  y alcanzar así la libertad financiera.

Por tanto, lejos de sentirte impresionado por una persona que conduce un vehículo de gama alta, pregúntate: ¿Lo tendrá pagado ya? ¿Cuánto pagará de letra cada mes?¿Cuánto le quedará por pagar?

Y es que, aunque tengas un coche de segunda mano de 1.000€ de valor, en muchos casos acabas teniendo más coche que el propietario del vehículo de gama alta, el cual, lo único que tiene más que tú es 18.000 ó 25.000 euros más de deuda que tú.

Fuente: negocios1000.com, 21/11/16.


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Entre Ríos: Finanzas Personales en el secundario

septiembre 3, 2016

Proponen la asignatura Finanzas Personales para los colegios secundarios de Entre Ríos

El proyecto de ley pretende brindar a los jóvenes entrerrianos conocimientos esenciales en materia económico-financiera.

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Joaquín La Madrid

El diputado provincial por el Frente Cambiemos, Joaquín La Madrid, presentó un proyecto de ley que apunta a incorporar la asignatura “Finanzas Personales” a la currícula escolar correspondiente al nivel secundario de las escuelas públicas y privadas de la provincia de Entre Ríos. El proyecto de ley que impulsa La Madrid consiste en incorporar la asignatura a la currícula escolar que implicará la enseñanza de los conocimientos sobre ingresos y egresos; deudas y créditos; ahorro e inversión; planificación y administración personal del patrimonio; y sistemas de intermediación financiera, entre otros conocimientos. El proyecto ingresó con el número de expediente 21.443 y al respecto el legislador dijo: “Me gustaría que los alumnos de las escuelas de la provincia empiecen a educarse en la temática de las finanzas personales, para tener una economía saludable el día de mañana; para que les sirva en cualquier profesión u oficio al que se dediquen o tan siquiera para la administración de sus recursos personales”.

ahorro chanchitoConsultado sobre los fundamentos de la iniciativa, el Diputado señaló que “toda persona necesita, para el buen desenvolvimiento de su vida diaria, contar con herramientas básicas de carácter económico-financiero. Todas las decisiones con contenido económico que una persona cotidianamente toma tienen que ver con las finanzas o la economía personal. A eso se suma la cantidad de información de los medios de comunicación referida a estas temáticas. En cualquier caso, las decisiones financieras afectan a toda actividad cotidiana: sea cual sea el segmento de edad, formación o nivel de renta en que se encuadren, todos los ciudadanos están destinados a gestionar sus finanzas personales”.

“Dada la importancia que este tema reviste, resulta crucial mejorar la cultura financiera de la población. Las carencias de este tipo de conocimientos, por básicos que sean, pueden conducir a que se adopten decisiones erróneas en la economía doméstica, con el consiguiente riesgo de causarles pérdidas patrimoniales, endeudamiento excesivo y, en los casos más extremos, la exclusión financiera y hasta la ruina”, expresó.

El proyecto de ley pretende brindar a los jóvenes entrerrianos conocimientos esenciales en materia económico-financiera. Según especialistas internacionales, la formación en este sentido es más efectiva cuanto antes comience a impartirse, lo que puede ayudar en la edad adulta a elegir los productos y servicios financieros que mejor se ajusten a las propias necesidades.

Países desarrollados del mundo, como Escocia y Estados Unidos son ejemplo de los valiosísimos resultados que expone este tipo de implementaciones en la currrícula escolar. Entre Ríos tiene todo para ejecutar políticas de avanzada, se indicó en un comunicado enviado a esta Agencia.

“La incorporación de esta materia al nivel secundario, traerá aparejada sin dudas, otras ventajas que nacen a través del buen manejo de dinero: la honestidad, la responsabilidad, la solidaridad, y el desarrollo de actitudes positivas hacia la vida económica financiera, como generar el espíritu emprendedor”, versan los fundamentos del proyecto.

Fuente: analisisdigital.com.ar, 25/08/16.


Fragmento de la Introducción del Manual de Economía Personal:

La Economía Personal abarca toda una serie de aspectos referidos a: la administración del dinero de las personas, cómo se lo obtiene y se lo gasta, el ahorro, las inversiones, la gestión del patrimonio, la planificación y protección financiera, y a la planificación sucesoria entre otros.

El mundo evoluciona con gran rapidez. Además del cambio se impone la velocidad del cambio. La globalización, los avances científico-tecnológicos, y la hipercompetencia modifican continuamente la realidad en que vivimos. El hombre vive en sociedad y las sociedades se estructuran fundamentalmente sobre la base del trabajo. Como las formas en que éste se organiza evolucionan aceleradamente, se están produciendo importantes cambios culturales. Estas mutaciones afectan nuestra forma de vida, por ejemplo, ya no existe el empleo de por vida ni la estabilidad en el trabajo. Cada día nuestra actividad laboral se asemeja más a la de un agente independiente (freelance). Todo esto hace necesario un cambio en nuestros modelos mentales, abandonar los viejos libretos para adoptar los nuevos.

Por esta razón nos vemos obligados a asumir enteramente la responsabilidad de nuestro propio futuro, llámese éste trabajo, ahorros, inversiones, jubilación, desarrollo personal y el de nuestros seres queridos. Ya no cabe delegar en un tercero (empleador, gobierno, sindicato, etc.) la planificación de nuestro porvenir, cada cual debe velar por sus propios intereses.

Gustavo Ibáñez Padilla. Manual de Economía Personal. Cómo potenciar sus ingresos e inversiones. Buenos Aires: Dunken, 2013. 9na ed.

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Cómo invierten los ricos y famosos

mayo 31, 2016

Las personas más ricas del mundo han acumulado riqueza siguiendo reglas específicas a la hora de invertir y administrar su dinero. Aquí, cuatro estrategias para ser un inversor más inteligente, según una reciente encuesta a 700 personas acaudaladas.

https://youtu.be/SnrQWbK55Es

Fuente: The Wall Street Journal, 31/05/16.


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Cinco consejos de Warren Buffet

febrero 12, 2016

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El costo de mantener un auto nuevo

febrero 3, 2016

Mantener un auto nuevo puede costar al año hasta un 50 % de su precio

Una comparación entre tres modelos de buenas ventas en nuestro mercado y con distintos tipos de uso. 

Volkswagen Gol

Volkswagen Gol

Comprarse un auto cero kilómetro es apenas el comienzo de la obligación de afrontar una serie de gastos que, en la coyuntura de inflación que estamos observando al comienzo de este 2016, pueden ser mayores a los calculados por quien esperó al cambio de año para el patentamiento de su nueva unidad.

auto gastos de mantenimientoLos gastos fijos que propone un automóvil son seguro, patente, combustible, cochera, peajes, ocasionales usos de parquímetros y algunos otros. Para quienes tienen radicada su unidad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), este año se suman la VTV, que será obligatoria desde julio, y el grabado de autopartes que, si bien aún no rige como norma ineludible, pronto lo estará.

Ante este panorama, nos propusimos tratar de dilucidar cuánto cuesta mantener un cero kilómetro en CABA. Para eso, tomamos tres modelos diferentes y representativos: Volkswagen Gol Trend (el más popular), Ford EcoSport (preferido entre los SUV urbanos) y Toyota Corolla (líder entre los sedanes medianos).

Primero veamos los gastos que son iguales para cualquier coche, como los peajes. Las vías de acceso a CABA acaban de aumentar entre 25 y 66 %. Las de Acceso Norte ahora cuestan $ 20 en horario normal y $ 25 en hora pico, mientras que los ramales Campana y Pilar pasaron a $ 25 y $ 30. Acceso Oeste pasó a costar $ 20 y $ 25, mientras que la Illia y la Riccheri ahora tienen valores de $ 10 y $ 15.

Por otro lado, está también el aumento de la nafta de principios de enero, de alrededor de un 6 %, alícuota que se repetiría en otro aumento de marzo. Así, la nafta súper de YPF ahora vale $ 13,79 por litro y la Infinia (premium) cuesta $ 15,54. Tenemos también la cochera, que últimamente aumentó entre un 10 y un 14 %. En barrios como Boedo o Caballito podemos encontrar que cuesta entre 1.300 y 1.500 pesos por mes. Pero si estamos en Recoleta, Barrio Norte, Palermo o Puerto Madero, la cifra asciende a 2.000 o 2.500 pesos mensuales.

Pasemos a los gastos particulares de cada modelo elegido para esta nota. El Gol Trend cinco puertas Trendline 1.6 manual tiene un precio de $ 220.012. A eso deberá sumársele que en el año deberá pagar de patente unos 8.800 pesos (alícuota de 4%, elevada también recientemente desde los 3,2 anteriores) y un seguro (terceros completo, por ejemplo) de entre $ 1.100 y $ 1.900 mensuales, según compañía elegida. Hasta acá, mantener su coche al del Volkswagen le va a costar entre 22.000 y 31.600 pesos.

En el caso del EcoSport, que en versión 1.6 SE manual tiene un precio de 301.700 pesos y un costo anual de patente de 13.600 pesos (alícuota de 4,5%). Para el seguro, este comprador deberá destinar entre 1.490 y 1.700 pesos mensuales, por lo que en total y en el año deberá desembolsar entre $ 31.480 y $ 34.000 para estos gastos.

El Corolla 1.8 XEI Pack manual (valor de 310.900 pesos), de patente tiene $ 14.305 anuales, y entre 1.340 y 1.800 pesos mensuales de seguro. Así, el costo de todo esto es de entre 30.380 y 35.900 pesos al año.

A esto hay que sumarle el gasto de combustible. Cualquiera de los tres modelos puede perfectamente funcionar con nafta súper. Vamos a sacar ese costo aparte suponiendo tres usos diferentes, a un promedio de 10 km/litro. Si la persona debiera ir con su auto a trabajar a Pilar (116 kilómetros por día, ida y vuelta), estaría gastando unos $ 40.470 por año. Si lo hiciera dentro de Capital (supongamos 30 km de uso al día), sería una cuarta parte: $ 10.470 anuales. Y si lo usara sólo los fines de semana (digamos que 120 km entre sábado y domingo), el gasto en combustible sería de $ 7.943 en 12 meses.

Para los peajes, supongamos que la persona tiene el «pase», que se lo abarata bastante. Los costos de estos tres viajes serían 18.620 pesos al año para ir a Pilar todos los días (pasos en horas no pico), $ 5.120 suponiendo que usa diariamente la Illia en hora pico, y $ 5.280 para ir a zona norte una vez a la semana. Nos queda la cochera, para lo cual tomamos un promedio de 1.800 pesos.

Para el comparativo, vamos a suponer que los usuarios optaron por el seguro más barato. De esta forma, al usuario del Gol Trend el mantenimiento de su auto nuevo le demandará, como mínimo, 65.600 pesos, usándolo sólo los fines de semana, es decir un 29,82 % del valor pagado en el concesionario por el 0km. Si tiene un uso diario por CABA, la cifra asciende a $ 67.994 (30,90 %), y si se tiene que ir a Pilar a trabajar, serán $ 111.490, un 50,67 por ciento de lo que costó el auto.

En el caso del EcoSport, serán $ 79.880 con uso de fines de semana (26,48 %), $ 82.274 circulando por Capital (27,27 %) y $ 125.770 con el viaje diario a Pilar (41,69 %). Para el Corolla, son $ 79.485 (25 %), $ 81.879 (25,76 %) y $ 125.375 (39,44 %), respectivamente.

A estos gastos hay que sumarle la VTV (unos $ 540) y el grabado de autopartes ($ 550). También se obviaron futuros aumentos de precios, aunque se tomaron los valores que, en promedio, subieron entre 15 y 20 % respecto del año pasado. El costo del mantenimiento del auto es aspecto que suele menospreciarse a la hora de tomar la decisión de comprar un cero kilómetro. Mejor tenerlo bien en cuenta. 

Fuente: clarin.com, 02/02/16.

¿Por qué gastamos de más?

diciembre 15, 2015

Los motivos ocultos que nos hacen gastar más de la cuenta

Por Charlie Wells.

¿Qué puede hacer la gente para controlar sus gastos? Si uno hace esa pregunta, en la mayoría de casos, las respuestas se repiten. Hacer un presupuesto y respetarlo, reducir el gasto para que no exceda los ingresos y monitorear las compras para no salirse de los límites.

Muy a menudo, sin embargo, cuando las familias tratan de seguir tales pasos, fallan. ¿Por qué?

Los investigadores recién empiezan a comprenderlo y las respuestas parecen tener más que ver con los impulsos psicológicos y con defectos que nos cuesta reconocer y superar en nuestras vidas.

La configuración mental de las personas, por ejemplo, es excelente para pronosticar los ingresos, pero terrible a la hora de imaginar los gastos futuros, lo que nos lleva a hacer presupuestos irrealistas. La forma en que pensamos acerca de nuestros recursos emocionales también importa. Si las personas consideran que la fuerza de voluntad es limitada, sienten que necesitan recompensarse con cosas como compras por impulso cada vez que cumplen un objetivo. En ocasiones, la gente asigna en forma inconsciente un valor tan alto a parecer responsable que terminan tomando decisiones que les cuestan caro, como hacer grandes compras con tarjetas de crédito, en lugar de recurrir a los ahorros. A continuación presentamos un vistazo a los hallazgos científicos sobre nuestros impulsos ocultos relacionados al gasto y el ahorro y cómo podemos corregir algunos de nuestros errores más graves.

Los gastos futuros

Las personas son terribles a la hora de calcular sus egresos. Según un estudio publicado en 2008 en la revista especializada Organizational Behavior and Human Resources Processes, los seres humanos utilizan un razonamiento excesivamente simplista que se concentra demasiado en los ingresos para estimar desde la cantidad de agua en una tina hasta los gases de efecto invernadero en la atmósfera.

Eso tiene grandes repercusiones sobre la forma en que trazamos nuestros planes financieros, señala John Lynch, director del Centro de Estudios de Toma de Decisiones Financieras de la Universidad de Colorado, en Boulder, cuyo equipo estudió el fenómeno en un estudio próximo a publicarse en la revista Journal of Marketing Research.

La investigación encontró que a la hora de planificar sus finanzas, la gente piensa en sus ingresos, pero no se concentra en el aumento de sus gastos (egresos) y esto los hace pensar que pueden costear gastos que en la práctica son impagables. “Así es como las personas terminan comprando una casa o un auto que, en última instancia, no pueden pagar”, dice Lynch.

Lynch y su equipo buscan soluciones de comportamiento para este dilema, pero cree que un componente fundamental es hacer un presupuesto. Cuando las personas dependen de impresiones subjetivas sobre sus finanzas y parece posible que pueden pagar todo, entonces gastan. Cuando elaboran un presupuesto, es mucho más probable que decidan recortar gastos deseables, pero prohibitivos.

El costo de sentirse bien

Para muchas personas, un plan financiero significa concentrarse en lograr un objetivo: mantener, y aumentar, una cierta cantidad de ahorros. Es un propósito loable. Pero algunos estudios recientes sugieren que puede ser contraproducente y hacer que la gente gaste más de lo debido.

Abigail Sussman, profesora asistente de marketing de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, tiene una teoría: ahorrar genera una sensación de responsabilidad financiera. No obstante, ese deseo podría hacer que la gente se endeude a tasas altas de interés para seguir ahorrando y sintiéndose bien.

Para probar su hipótesis, Sussman y un coautor hicieron encuestas en Internet. En una de ellas, reclutó a 185 personas para que respondieran preguntas sobre cómo financiarían un gasto de emergencia de US$1.000. Se les consultó si sacarían esos fondos de sus ahorros o utilizarían una tarjeta de crédito a diez tasas de interés, de 0% a 30%.

Sussman halló que a pesar de que las personas estaban, en teoría, acumulando un interés de 1% en sus ahorros, estaban dispuestas a endeudarse a tasas mucho más altas para mantener sus ahorros a un determinado nivel.

Sussman recomienda que los consumidores se fijen en el cuadro general, en lugar de considerar cada decisión desde la óptica de preservar sus ahorros.

No gaste como recompensa

compradora compulsivaMuchas personas gastan más de lo que ganan por la forma en que perciben la fuerza de voluntad.

Los estudios han hallado que algunas personas imaginan la fuerza de voluntad como un recurso limitado que se agota con facilidad, mientras que otros lo ven como algo abundante que no se acaba. Eso produce comportamientos muy distintos durante los momentos difíciles. Quienes piensan que la fuerza de voluntad es limitada creen que merecen una recompensa por exhibirlo, mientras que quienes lo consideran un recurso inagotable no sienten tal necesidad.

Quienes están en la primera categoría tienden a recurrir a premios que no son saludables, como consumir comida chatarra, dilatar las decisiones y gastar más de la cuenta. Esos son los resultados de una investigación realizada en 2015 por un equipo de las universidades de Stanford y Zúrich.

El estudio sondeó a 176 alumnos de pregrado de la Universidad de Stanford y los dividió en dos grupos: los que opinaban que la fuerza de voluntad era finita y los que pensaban que era abundante. Durante los períodos de estrés, el primer grupo registró conductas más impulsivas, como gastar más de lo debido.

El estado anímico

Cuando la gente está triste, sus hábitos financieros se deterioran. Cuando están felices, mejoran. Según un estudio realizado entre 4.500 consumidores holandeses y publicado en 2012 por el Journal of Economic Psychology, las personas que no son felices ahorran menos, gastan más y tienen una mayor propensión al consumo. Tienen menos control sobre sus gastos y prevén una inflación más alta. Quienes están felices, en cambio, están más orientados al futuro y persiguen metas que los beneficiarán a largo plazo.

El valor de la vivienda

Finalmente, muchas personas sienten una debilidad cuando se trata de sus viviendas. Por cada incremento de US$1 en el valor de una casa en el mercado, algunas familias elevan su consumo en entre seis y 18 centavos de dólar, según un estudio de 2013 publicado por la Review of Economics and Statistics.

Los investigadores han indicado desde hace tiempo que mientras mayor es la apreciación de una vivienda, mayor es la sensación de los propietarios de que cuentan con dinero adicional para gastar. Luego, mientras más vale un hogar, mayor es la cantidad en la que su propietario puede endeudarse contra la propiedad. Cooper explica que para hacer efectivo un aumento en el valor de una propiedad tendría que venderla. Una vivienda comparable en el mismo mercado probablemente costaría lo mismo, de modo que tal persona no tendría tanto dinero adicional para gastar salvo que esté dispuesto a moderar significativamente sus expectativas.

—Wells es editor de The Wall Street Journal en Londres.

Fuente: The Wall Street Journal, 08/11/15.

 

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Que NO hacer en momentos de crisis bursátiles

agosto 25, 2015

Cinco cosas que los inversionistas no deben hacer en momentos de crisis

Por Jason Zweig.

Las acciones se desplomaron en todo el mundo en las últimas semanas ante los temores de una mayor desaceleración de la economía china, la devaluación del yuan y posible impacto negativo que la enorme deuda de ese país podría tener para la recuperación económica global. En este contexto, hay cinco cosas que usted debe tener en cuenta antes de tomar una decisión de inversión.

1. No se obsesione con las noticias

Cuanto más atento esté a las fluctuaciones del mercado, más volátiles y riesgosas le parecerán. Aunque son cortas, las fuertes caídas de entre 5% y 25% son comunes. En términos históricos, el mercado de valores de Estados Unidos ha sido extraordinariamente calmado en los últimos años, y aún las repentinas caídas de los últimos días están dentro de los parámetros usuales de largo plazo. Si usted se concentra en las fluctuaciones a corto plazo del mercado perderá de vista lo que debería ser su verdadero objetivo: los resultados de su inversión a largo plazo.

2. No entre en pánico

wall-street-04Aunque las acciones no son precisamente baratas, tampoco están desproporcionadamente sobrevaloradas, teniendo en cuenta los niveles actuales de las tasas de interés y la inflación. Según el premio Nobel de Economía y economista de la Universidad de Yale Robert Shiller, las acciones estadounidenses se cotizan hoy a 24,9 veces el promedio de sus ganancias a largo plazo ajustadas por inflación, un descenso de 2,1 puntos respecto de su cotización promedio del 27 de febrero pasado. Durante los últimos 30 años, la cotización promedio ha sido de 23,8 veces las ganancias ajustadas por inflación.

3. No sea complaciente

Usted debe utilizar la última turbulencia del mercado como pretexto que preguntarse si usted está realmente preparado para soportar una mayor caída. ¿Pudo usted atravesar el extraordinario mercado bajista de 2007-09 sin vender todas sus acciones? ¿Está usted bien diversificado, con mucho dinero en efectivo, algunos bonos, y con grandes y pequeñas acciones de mercados de todo el mundo? Entonces es probable que pueda capear un nuevo descenso. Pero si usted vendió durante los mercados bajistas está concentrado en unas pocas acciones o sectores, debería considerar juntar un poco de efectivo o diversificar más ampliamente su portafolio para protegerse contra el riesgo.

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4. No se enganche en la discusión de la “corrección”

Una corrección se define normalmente como una disminución del 10% en los índices S&P 500 o Dow Jones. Sin embargo, no hay un total acuerdo sobre esta definición; hasta hace poco, pérdidas de entre el 5% y el 15% ó 20% eran también llamadas “correcciones”. Una caída del mercado del 10% no tiene ningún significado en sí misma. Lo que importa es la perspectiva a futuro, y eso no depende de si el mercado se ha reducido 10,2% en lugar de 9,8%.

5. No piense que usted (o quienquiera que sea) sabe lo que va a pasar

Nadie sabe lo que el mercado va a hacer luego de una caída (o en cualquier momento, en realidad). Lo único de lo que se puede estar bastante seguro es de que cuanto más convencido suene un analista del mercado, más probable es que termine estando equivocado. Las acciones podrían caer otro 10%, 25% o 50%, podrían permanecer en una meseta o podrían volver a aumentar. La diversificación, la paciencia y, sobre todo, conocerse bien a usted mismo, son sus mejores armas en contra de esta incertidumbre irreductible.

Fuente: The Wall Street Journal, 24/08/15.

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Cómo mejorar su ingreso corriente más de 20%

mayo 23, 2015

Descubra el Método para aumentar más de 20% su actual ingreso

dinero icono 01Hablamos de veinte por ciento tan sólo para poner un número, puede ser 25%, 50%, 70% o 150%. Usted decide.

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Cómo resolver las peleas de dinero con su pareja

mayo 7, 2015

Cómo puede resolver las peleas de dinero con su pareja

Por Andrea Coombes.

Lindsay Holmes for The Wall Street Journal

⇒ ¿Quiere incrementar sus ingresos? ⇐

El dinero es una de las mayores fuentes de discordia matrimonial, y puede ser una de las más difíciles de resolver. Esto se debe a que cuando las parejas discuten sobre cómo gastar dinero, no solo están debatiendo sobre el tema inmediato. Están expresando ansiedades subconscientes de las que quizás in siquiera ellos están conscientes, y chocando con los temores que su pareja no ha articulado.

Quizás se trata de una infancia en la pobreza, o simplemente el temor constante de pobreza, que causa que un cónyuge deteste gastar dinero. Quizás la cuenta bancaria secreta de un primer cónyuge está causando desconfianza en un segundo matrimonio.

¿Qué pueden hacer las parejas para evitar tropezar con estos antecedentes emocionales cada vez que necesitan hablar sobre sus tarifas y su presupuesto? Pueden empezar por simplemente reconocer que todos reaccionan emocionalmente con el dinero, y después dedicar tiempo para descubrir qué recuerdos podrían estar impulsando la conducta de cada cónyuge.

Una pareja que se toma el tiempo para profundizar en sus patrones de dinero puede ganan un mayor entendimiento y potencialmente prevenir peleas, y llegar a acuerdos mutuos A continuación, cinco áreas comunes de conflicto, y cómo los terapeutas trabajan con las parejas para resolverlos.

¿Qué hacer cuando un cónyuge es más gastador y el otro más ahorrador?

dinero icono 01Esta es probablemente la causa más común de tensión financiera en una relación: un cónyuge tiende a gastar impulsivamente, sin pensar sobre el futuro, el otro quiere economizar lo más que se pueda. El conflicto puede adoptar muchas formas, pero las raíces —y las soluciones— son raramente sencillas.

Brad Klontz, psicólogo, planificador financiero y profesor asociado de la Universidad Estatal de Kansas trabajó con una pareja que estaba experimentando un conflicto claro: La esposa sugería pequeños lujos —como salir a comer— y el esposo reaccionaba con ira.

La irritación del esposo con su mujer tenía su raíz en un temor profundamente arraigado, afirma Klontz. Creció en una familia humilde —incluyendo un periodo en que su madre dependía de asistencia pública— y le preocupaba que pudiera terminar allí de nuevo.

Por su parte, la esposa creció en una familia de clase media alta. Le regalaron un auto cuando cumplió 16 años, y no tuvo que trabajar de adolescente. ¿Su perspectiva sobre el dinero? Todo va a salir bien. Era despreocupada. No había ahorrado ni un centavo. Habría tiempo para eso más adelante.

Además, dice, “ella valoraba la comodidad”. Y esos valores chocaron contra los temores de su esposo. Por ejemplo, en los comienzos de su matrimonio, ella quería comprar un sillón. Eso causó tensión en la relación. “Había mucho conflicto entorno al dinero, ya que por cada 1% que ella quería gastar en lugar de ahorrar, a él le causaba un ataque de ansiedad”, apunta Klontz. “En su familia, nadie había ahorrado. Sus parientes vivían de la asistencia social. Había mucho temor que eso le ocurriría a él y a sus hijos”.

¿La solución? Primero, aprender a escuchar. Klontz les pidió que contestaran preguntas como “¿Cuál es tu mayor temor?”. Hablar sobre sus historias le ayudo al matrimonio a cambiar la ira y culpa por la compasión, dice Klontz.

“La labor, para (el esposo) consistía en cambiar su convicción de que ‘jamás habrá suficiente’ a una de ‘necesitamos una estrategia un poco más equilibrada’”, explica Klontz.

Después de que Klontz repasó sus metas de largo plazo, la pareja llegó a un acuerdo mutuo: el esposo reduciría su tasa de ahorro a 20%, y la esposa empezaría a ahorrar 20%. Además, el esposo estuvo de acuerdo que la esposa podía realizar decisiones de gastos, como comprar un sillón o planear unas vacaciones.

Otra estrategia útil: fijar metas concretas, dice Amanda Clayman, una terapeuta financiera en Nueva York.

Simplemente decir, “somos unos pésimos ahorradores. Necesitamos ahorrar más”, no ayudará a una pareja a progresar, anota. Establezca una meta específica de ahorro, aconseja, y reconozca como afectará los gastos diarios.

¿Cuánto dinero debería darle a un hijo adulto?

Los desacuerdos sobre cuánto apoyo darle a un hijo adulto pueden convertirse en asuntos secretos, cuando uno de los progenitores proporciona dinero bajo la mesa porqué el otro insiste en que es hora cortar el cordón umbilical del hijo, dice Susan Zimmerman, una terapeuta acreditada y cofundadora de Mindful Asset Planning en Minneapolis.

Imagínese, por ejemplo, que una esposa le está dando dinero a su hija de 26 años, que tiene un buen trabajo pero sigue quedándose sin dinero cada mes. La esposa no le dice a su esposo, ya que este cree que es hora de que su hija se valga por sí misma.

El primer paso de Zimmerman es asegurarse que el matrimonio esté de acuerdo con que hacer las cosas a la espalda del otro es un problema que debe resolverse. Después, presenta la idea que dar demasiado puede ser perjudicial para el crecimiento de la hija o hijo.

Su objetivo es ayudarle a la pareja a establecer reglas que ambos pueden seguir, incluyendo la cantidad de dinero que es aceptable dar, bajo qué circunstancias —como una pérdida de trabajo— y por cuánto tiempo.

Zimmerman dice que también es importante para el progenitor que está proveyendo el apoyo comprenda el motivo por el que lo está haciendo. Podría ser completamente benigno. Pero también podría estar impulsado por un sentido de incomodidad de que no quiere que su hijo o hija esté enojado con él.

Para ese padre o madre, dice Zimmerman, es importante reconocer la necesidad de superar esa incomodidad y concentrarse en el objetivo más importante: ayudarle a su hijo a volverse económicamente responsable, y recordar que dar demasiado puede crear una dependencia no saludable.

Una estrategia sencilla para una pareja que batalla para discutir el tema: cada cónyuge escribe la cantidad que consideran aceptable dar. Cuando revelan lo que han escrito, Zimmerman les pregunta: “¿De dónde cree que viene esa cifra?”

A menudo, la cantidad está vinculada a un recuerdo de la infancia, pero también podría ser una estimación de cuánto un cónyuge puede prescindir cada mes. No hay respuestas incorrectas, dice, y toda respuesta ayuda a los cónyuges a empezar a comprenderse mejor entre sí.

¿Qué hacer cuando los cónyuges tienen prioridades distintas con los gastos grandes?

Un cónyuge quiere comprar un nuevo comedor; el otro quiere tomar unas vacaciones lujosas. Uno quiere comprar un velero; el otro quiere renovar la casa.

Este tipo de conflicto por gastos grandes puede surgir porqué cada cónyuge escucha las mismas palabras pero las interpreta de manera distinta. Por ejemplo, cuando el esposo dice que quiere un velero, Clayman dice, en algunos casos lo que realmente está diciendo es, “Trabajo duro. Me merezco esto”. Su esposa, sin embargo, no sabe lo que está detrás del deseo de su esposo porque éste no lo está expresando.

Después, cuando ella cuestiona la lógica de comprar un enorme producto suntuario, su reacción es, “¿Por qué no crees que me lo merezco?” Clayman dice. Él no quiere explicar lo que está sintiendo en un nivel emocional, por tanto quizás diga, “Gano lo suficiente para comprar esto”. El subtexto es: “No discutas conmigo sobre esto”.

De la misma forma, la esposa podría sentir un sentimiento similar cuando argumenta a favor de una renovación de la casa. O quizás haya un motivo más de fondo; quizás está constantemente intentando rebasar una infancia en la que tenía muy poco. Pero, igualmente, no divulga nada de esto, por tanto cuando su esposo cuestiona la necesidad de una renovación, ella interpreta la oposición de su esposo como rechazo hacia ella: una reacción común cuando gente enfrente desaprobación sobre sus decisiones monetarias. La esposa, Clayman, siente: “No me ves. No te importan mis necesidades”.

La clave para el acuerdo mutuo es afirmar y validar los valores y necesidades de su cónyuge, dicen los expertos. Olivia Mellan, una asesora de dinero y relaciones, guía a parejas a emplear tres pasos: imitación, validación y empatía. La imitación, al igual que el método de Klontz, implica repetir palabra por palabra lo que el otro cónyuge dice sobre un objetivo monetario.

Después el oyente valida esa perspectiva y considera cual podría ser el estado emocional de su pareja. A continuación, la forma en que un cónyuge podría validar y mostrar empatía con alguien que quiere un velero: “Tiene sentido que quieras un velero. Amas el océano, y de esta manera puedes estar en el océano todo lo que quieras. Me imagino que te estás sintiendo frustrado por el tiempo que has esperado por un velero”.

El proceso se repite para el otro cónyuge. Esa conversación amable, dice Mellan, es la entrada al acuerdo mutuo.

¿Cómo ponerse de acuerdo sobre los hijos de un matrimonio anterior?

Las familias mezcladas están predispuestas para conflictos sobre dinero. Los cónyuges normalmente vienen con diferentes niveles de ahorros e ingresos. Y podrían tener ideas distintas sobre cómo quieren tratar a sus hijos. Cuando esas actitudes distintas chocan, eso puede llevar a batallas acaloradas que sacan emociones profundas a la superficie.

Dave Jetson, fundador de Jetson Counseling en Dakota del Sur, ofrece un ejemplo de su trabajo con Rick Kahler, un asesor financiero y fundador de Kahler Financial Group en Rapid City, Dakota del Sur.

Dos cónyuges estaban batallando sobre cómo repartir el dinero entre sus hijastros en un testamento. (La pareja no tenía hijos juntos, pero cada uno tenía hijos con un matrimonio previo). Tenían un acuerdo prenupcial que estipulaba cómo serían divididos sus activos premaritales, pero la pareja no podía ponerse de acuerdo sobre cómo repartir los activos que adquirieron desde que se casaron.

Los cónyuges habían decidido establecer un fideicomiso, en que en el caso de la muerte de un cónyuge, el otro sería mantenido, y el dinero sería entregado a todos los hijos tras la muerte del segundo cónyuge. Pero había un escollo: la esposa estaba preocupada de que después de la muerte de su esposo, los hijos de su marido encontraría una forma de sacar a sus hijos del fideicomiso.

El conflicto, dice Jetson, se trataba menos de dinero y más de asuntos emocionales, que provenían de una falta de confianza. En lo profundo, la esposa temía que a su esposo le importaban más sus hijos que ella y sus hijos. Tenía miedo que sus hijos no serían cuidados.

Jetson ayudó a la pareja a hablar sobre estos temas. Ambos cónyuges acordaron que tras la muerte de uno de ellos, los fondos serían canalizados a un fideicomiso para el mantenimiento del sobreviviente y después serían distribuidos equitativamente a los hijos tras la muerte del cónyuge sobreviviente.

¿Cómo se puede administrar el conflicto cuando un cónyuge controla las finanzas?

Las discusiones sobre quién está controlando el dinero a menudo ocurren porque las parejas nunca hablan sobre cómo tomarán las decisiones monetarias.

Pero a pesar de que no están hablando al respecto, las decisiones sobre dinero se están tomando y cada cónyuge está actuando con sus expectativas no expresadas. Por ejemplo, el cónyuge que gestiona la cuenta de corretaje quizás invierta en acciones de alto riesgo, mientras que el otro piensa que el portafolio está bien diversificado. Cuando ocurre un desplome en la bolsa de valores, se suscitan las peleas.

A menudo, el cónyuge que cede el control de la gestión diaria del dinero es el “ahorrador”, anota Clayman, la terapeuta financiera. Este o esta no ponen atención a los gastos diarios, y después se molesta con el “gastador” cuando las cosas no avanzan según su plan no divulgado.

Los conflictos también pueden surgir cuando los cónyuges tienen “una diferencia bastante significativa en sus ingresos y uno piensa, ‘Si yo gano más, me toca tener mayor poder en las decisiones”, apunta Zimmerman.

En otros casos, el cónyuge que controla las finanzas podría realizar prácticas que desconciertan al otro. Zimmerman recuerda a una pareja en la que la esposa quedó escandalizada al descubrir que su esposo tiraba las facturas a la basura si andaban cortos de dinero.

“Eso simplemente excedía su imaginación”, dice Zimmerman.

Dice que incluso si está sorprendido por la conducta de su pareja, es importante minimizar el escándalo. “Veamos esto desde la perspectiva de curiosidad en lugar de la perspectiva de ‘quién está haciendo algo equivocado’. La clave es minimizar la defensiva, si no es que eliminarla por completo”.

Pide a las parejas considerar los menajes sobre el dinero que recibieron en su niñez para “realmente ayudar a la gente a aprender sobre sí mismos en el frente monetario”, afirma Zimmerman. Cuando los clientes divulgan esas lecciones monetarias, ella pregunta: “¿Es así como basas tu conducta financiera? ¿Cómo actúas de esa forma?”.

Fuente: The Wall Street Journal, 06/05/15.

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