Luis Barrionuevo: «A este Gobierno hay que darle por lo menos dos años»
El titular del gremio gastronómico y líder de una de las corrientes que integran la nueva CGT pidió “sostener y acompañar” al Poder Ejecutivo.
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Luis Barrionuevo parece haberse convertido en un original mentor de frases que perduran en el tiempo y atraviesan los gobiernos. Hace más de una década, el histórico líder de los gastronómicos pidió «dejar de robar por dos años» para que el país pudiera salir adelante. Este lunes apeló al mismo tiempo de paciencia, pero con un sentido muy diferente: para respaldar al gobierno de Mauricio Macri.
«Yo creo que este gobierno necesita un apoyo, no dándole un tiempo eterno. Este gobierno necesita por lo menos dos años para que lleguen los capitales«, aseguró Barrionuevo en diálogo con Luis Novaresio en radio La Red.
«Se está volviendo un poco amarillo«, chicaneó el periodista. Y el sindicalista explicó: «Yo veo esto como alguien que debe aportar algo y no perturbar«.
Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid.
Desde que Cambiemos llegó al poder, la CGT Azul y Blanco ha sido la vertiente sindical que se ha mostrado más contemplativa con el Poder Ejecutivo. De hecho el jefe de Estado eligió la sede de Gastronómicos para celebrar el Día del Trabajador en medio de protestas de otros sectores gremiales.
Las declaraciones de Barrionuevo surgen a horas de que la nueva CGT unificada se reúna con representantes del Gobierno y las empresas para negociar un bono de fin de año con un piso de dos mil pesos.
De acuerdo con los dichos del otrora presidente de Chacarita, el pago adicional para los estatales ya estaría prácticamente acordado y ahora se espera un gesto del sector privado.
«Yo creo que Macri trae desde Roma mensajes para lograr un consenso general. Ya se deben haber dado cuenta que solos, con la política de los CEOs, no van a sacar el país adelante«, analizó.
Si Daniel Scioli hubiese sido el triunfador en la segunda vuelta que, en noviembre del año pasado, lo tuvo a él y a Mauricio Macri como competidores excluyentes, habría tenido que poner en marcha un plan de ajuste semejante al que implementó el actual presidente y que, por el momento, no ha alcanzado al gasto estatal. Cualquiera de los candidatos que se presentaron a las elecciones de 2015 hubiera enfrentado la misma situación con la cual se topó Macri ni bien se sentó en el sillón de Rivadavia. Hoy, lejos del poder, todos ponen distancias de Cambiemos y hacen hincapié en qué tanto su política en materia económica habría sido diametralmente distinta de la de la alianza forjada por el Pro y el radicalismo. Pero actúan así en razón de que hablar es gratis y nadie, en definitiva, les pedirá que rindan cuentas respecto de un discurso cuyo propósito es enardecer a la tribuna.
Las coincidencias no terminan aquí. En caso de haber ganado el ex–gobernador de la provincia de Buenos Aires, o Sergio Massa, Margarita Stolbizer o quien fuera, completado su primer año de gestión, a ninguno de todos ellos se le hubiera pasado por la cabeza prolongar el ajuste durante 2017. Es una conclusión a la cual hace rato llegó Macri. Así como era inevitable, en el curso del presente año, ordenar hasta donde fuera posible el desquicio dejado por el kirchnerismo, así también es de rigor ahora ponerse a cubierto de cualquier tentación de continuar con las recetas de ajuste, más allá de diciembre. La razón es fácil de explicar. Por de pronto, no paga tributo a ninguna ideología en particular y no se corresponde, pues, con ninguna predilección de carácter doctrinario. No puede haber ajuste porque a partir de agosto y hasta el mes de octubre del año por venir se substanciarán unos comicios de fundamental importancia para la suerte del oficialismo y de las distintas banderías opositoras.
Como la necesidad tiene cara de hereje, según reza el adagio de todos conocido, el oficialismo ha dado unos pasos que —si bien contrarían algunas de las promesas más importantes de la pasada campaña electoral— llevan la dirección que marcan los vientos de la política. En este orden de cosas se inscribe el anuncio del presidente relacionado con la postergación de la rebaja de cinco puntos porcentuales en las retenciones a la soja, a lo cual se había comprometido Macri cuando dirimía supremacías con Daniel Scioli y nadie estaba en condiciones de adelantar quién sería el triunfador de esa lid.
A Macri le hubiera gustado, sin lugar a ninguna duda, honrar el compromiso contraído con el campo, sin cambiarle un punto o una coma. Tuvo que modificar, sin embargo, el libreto y dejar de lado sus más íntimas convicciones en virtud de la envergadura del déficit fiscal. Por motivos que sería largo explicar, el oficialismo no supo, no pudo, o no quiso ajustar las cuentas públicas en consonancia con la ortodoxia económica. El efecto quedó pronto a la vista y comprenderlo no requiere de mucha ciencia. Hay un agujero negro que resulta menester tapar. Porque si el gasto público creció en estos primeros nueve meses con prisa y sin pausa, no se necesita poseer la bola de cristal para imaginar cuanto trepará en los siguientes doce meses.
Los imperativos de una campaña electoral no se han correspondido nunca, en estas latitudes, con la seriedad fiscal. Como hay que ganar a como dé lugar la situación, el costo lo pagarán aquellos que generan ingresos de rápida y segura apropiación: la soja, en este sentido, es una tentación a la que nadie parece resistirse. Salvando las enormes distancias hallables entre una administración para cuyos jefes el campo era un enemigo público y otra para la cual el campo es el futuro del país y un aliado incondicional, lo cierto es que —cuando las papas queman— los regímenes más diversos le meten la mano al bolsillo mejor provisto. ¿Los principios? —Bien, gracias.
Macri no es un desagradecido ni una veleta ideológica. Sencillamente no hizo los deberes como correspondía y ahora debe afrontar las consecuencias, sin prestarle atención ni a sus discursos ni a sus promesas de ayer. Para ganar no hay que tener una gran billetera sino un grifo financiero abierto día, tarde y noche. Y eso es lo que se ha propuesto desde el pasado 11 de diciembre el oficialismo. A falta de musculatura legislativa, ahí están las transferencias a las provincias. A falta de poder municipal, aparecen los planes de obras públicas que las comunas propias y ajenas reciben como si fuera maná del Cielo. No hay más que ver las formas que el gobierno exhibe a la hora de negociar alianzas, comprar voluntades e inclusive domesticar a sus enemigos, para calibrar la dimensión de lo que piensa gastar durante 2017.
Más allá de la decisión de exorcizar cualquier política de ajuste, el oficialismo marcha en un sentido que preanuncia cambios —si se quiere, osados— en la campaña en cuyos prolegómenos nos encontramos. No es hilar muy fino ni se trata de tejer conjeturas disparatadas suponer que algunos de sus aliados tácticos de 2015, e inclusive de buena parte de este año, habrán de convertirse en sus principales rivales en los comicios de octubre. El ejemplo por antonomasia de lo dicho más arriba es el caso de Sergio Massa. Hasta aquí, el líder del Frente Renovador ha acompañado las más de las veces al oficialismo sacando —lo que es enteramente lógico— buenas tajadas a cambio de su apoyo. Pero a partir de enero, para poner una fecha, Massa sabe lo mismo que Macri: que serán antagonistas en la crucial pulseada bonaerense.
Si los aliados críticos pasarán a ser adversarios electorales, ¿se transformarán los enemigos acérrimos en aliados tácitos? Esta es una de las preguntas del millón. Todo lo especulativa que se quiera, no deja de tener apoyatura en la realidad. Ello en razón de que para el macrismo el escenario más conveniente en la provincia de Buenos Aires —donde estará concentrada toda la atención y en función de cómo sean los resultados finales se considerará quién ganó y quién perdió políticamente— es la desunión de los peronismos, por llamarlos de alguna manera.
Si Massa, Randazzo y Scioli —o quizá Cristina Fernández— decidiesen marchar a esos comicios cada uno por su lado, el triunfador podría anunciarse, sin temor a errar, hoy mismo. Dividido en tres, el gobierno se impondría hasta con comodidad. En cambio, si el kirchnerismo no se hiciese presente y entre Massa y el peronismo ortodoxo hubiese boda, la situación sería completamente distinta. Es en conformidad con estos escenarios que el macrismo debe hacer todo lo posible para que las diferentes tribus peronistas se mantengan lejos de sí, unas de otras. Aunque no les guste, Scioli y Cristina Fernández pueden, en los próximos meses, tener intereses en común con Cambiemos.
El Presidente cedió a un fideicomiso el manejo de sus bienes
El presidente Mauricio Macri firmó el contrato que constituye el fideicomiso ciego encargado de administrar su patrimonio hasta los seis meses posteriores a la finalización de su mandato. El jefe del Estado cristalizó, así, el compromiso que había anunciado la semana pasada, luego de que la investigación periodística internacional denominada Panamá Papers revelara la participación de Macri en una sociedad offshore en un paraíso fiscal.
El contrato establece que la firma Seguridad Fiduciaria SA, a cargo de José María Fernández Ferrari, administrará la participación accionaria y privada de Macri en las firmas 4 Leguas SA, Agro G. SA, Molino Arrocero Río Guayquiraro SA y María Amina SA, y en su participación en el fideicomiso Inmobiliario Camino.
El contrato de fideicomiso ciego de administración le otorga al flamante fiduciario la «administración libre y en forma discrecional de tales bienes y cualquier otro» que Macri resuelva «transferir en el futuro». Asimismo, establece que el Presidente no podrá «comunicarse directa o indirectamente con el fiduciario» y se abstendrá «de solicitar información relativa al destino de los bienes fideicomitidos y su evolución patrimonial».
Fernández Ferrari, por su parte, asume «confidencialidad» y el compromiso de «actuar con la prudencia y diligencia de buen hombre de negocios, adoptando las medidas o ejecutando los actos que considere convenientes o necesarios para la administración, conservación, mantenimiento y protección de los bienes fideicomitidos y el reguardo de los derechos de los beneficiarios».
También se compromete a no mantener comunicación con Macri y su entorno, y si deseara requerir información deberá hacerlo ante la Oficina Anticorrupción.
El fiduciario tampoco podrá invertir los bienes fideicomitidos en empresas proveedoras del Estado nacional o que presten servicios públicos.
Obligaciones del fiduciante
Asimismo, en virtud del contrato, el fiduciante deberá «ejercer todos los derechos y cumplir todas las obligaciones inherentes a la propiedad fiduciaria, pudiendo realizar todo tipo de actos jurídicos o tomar todo tipo de acciones en la medida en que no se encuentren expresamente prohibidas por el presente o por la legislación vigente».
A la vez, el fiduciante no podrá adquirir directa o indirectamente todos o una parte de los bienes fideicomitidos y no podrá ceder ni transferir esos bienes. Deberá, además, asumir la responsabilidad de tomar las medidas necesarias para evitar o levantar embargos u otro tipo de medidas cautelares que pesen sobre los mismos.
Solamente podrá vender o transferir los activos que impliquen un conflicto de intereses, aunque ese tipo de acciones también deberán ser consultadas con la Oficina Anticorrupción, que encabeza Laura Alonso.
Según la investigación internacional sobre los documentos de Panamá Papers, de la que participó LA NACION, el Presidente figura como director de Fleg Trading, una empresa creada por la sociedad Mossack Fonseca en las islas Bahamas. La empresa no figura en sus declaraciones juradas.
Macri había declarado que, al no ser accionista y no percibir ingresos por su participación en la sociedad, no era necesario incluirla en su declaración.
Sin embargo, sus argumentos no convencieron al fiscal federal Federico Delgado, quien imputó al Presidente y le pidió al juez Sebastián Casanello abrir un expediente contra el Presidente para determinar si omitió «de manera maliciosa».
Macri es el presidente más popular en Facebook de todo el mundo
REDES SOCIALES: Según un estudio, superó el promedio de interacciones de líderes mundiales como Obama, Merkel y y Roussef. Obama sigue siendo el político con más seguidores.
Según el estudio de una consultora, Mauricio Macri es el presidente más popular de Facebook.
Para Burson-Marsteller, Macri es el presidente que, durante 2015, logró el mayor promedio de interacciones con sus seguidores en esa red social. Para esa agencia de comunicación, Macri es el «indiscutido presidente de Facebook».
Según el estudio, casi el 12% de los seguidores de Macri comentaron, compartieron o simplemente apretaron el botón «Me Gusta» en sus posteos de 2015, cuando Macri era todavía aspirante a la Presidencia.
Detrás de Macri, las cuentas con mayor promedio de interacciones durante 2015, fueron las del primer ministro de Camboya Hun Sen, el israelí Benjamin Netanyahu, la brasileña Dilma Rousseff y la Casa Blanca: todas con un promedio de entre el 8% y 7% de interacciones por posteo.
El informe destaca además que el presidente argentino fue uno de los primeros políticos en usar la aplicación de streaming en vivo de la plataforma lanzada a mediados de agosto, que le sirvió a Macri para transmitir en vivo algunos de sus actos proselitistas.
Pero al momento de hablar de seguidores, Macri no puede rivalizar con el “rey de Facebook”: Barack Obama contabiliza más de 46 millones de seguidores, seguido por el primer ministro indio Narendra Modi, con 31 millones de followers.
Mauricio Macri (Tandil, Buenos Aires; 8 de febrero de 1959) es un ingeniero civil, político, empresario y dirigente deportivo argentino. Es el actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde diciembre de 2007.1
Actual (22/11/15) Presidente electo de la Nación Argentina.
Se desempeñó como ingeniero civil egresado de la Universidad Católica Argentina en la década de 1980; trabajó en varias empresas del país como Citibank y el propio Grupo Macri, fue presidente del Club Atlético Boca Juniors entre 1995 y 2008,23 diputado por Capital Federal entre 2005 y 2007 y jefe de gobierno de la misma entre 2007 y 2015.
En 2003 creó el partido Compromiso para el Cambio, con en el que en 2007 dirigió la alianza electoral Propuesta Republicana mejor conocido por la sigla PRO. El 22 de Noviembre de 2015, Macri comocandidato a presidente de la Nación Argentina por la alianza Cambiemos compitió en segunda vuelta contra Daniel Scioli, candidato del Frente para la Victoria, a quien superó y se convirtió en Presidente electo de la Nación Argentina.
Biografía
Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Cardenal Newman, donde conoció a Nicolás Caputo, con quien estableció una amistad íntima y que se mantendrá a lo largo de su vida que se manifestará en la vida empresarial y política.4 Asimismo, también fue alumno de la Universidad de Columbia en Nueva York, la Universidad de Pennsylvania de Filadelfia y cursó brevemente en la Universidad del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina para después culminar sus estudios en la Universidad Católica Argentina, donde se recibió de ingeniero civil.
Su experiencia laboral se inició en la empresa Sideco Americana S. A., especializada en obras civiles, desempeñándose durante tres años como analista junior y posteriormente como analista senior. En 1983 fundó junto con su amigo Nicolás Caputo la empresa Mirgor S.A., de la cual Macri se retiró en 1994.5
En 1984 cumplió tareas en el Departamento de Crédito del banco Citibank de Buenos Aires. En el mismo año se incorporó a Socma, compañía de su padre que sintetiza la acción empresaria de las sociedades del Grupo Macri y desde 1985 en adelante se desempeñó como su gerente general.
Después pilotó la expansión del grupo en Venezuela y en Colombia, y en 1985 asumió como gerente general de Socma Inversora. Dos años más tarde, ya era vicepresidente ejecutivo de Sideco y al poco tiempo, presidente de Sideco Stone y de Vipcom, y vice de Perfomar SA y de Fernando Marín Producciones Publicitarias SA A los 30 años, Mauricio Macri había dejado de ser una promesa y se había convertido en ejecutivo de un holding en crecimiento, Socma, manejado desde las Torres de Catalinas en Retiro, Buenos Aires, que facturaba 700 millones de dólares anuales.
En 1991 fue secuestrado y durante 12 días permaneció en cautiverio hasta que fue liberado tras el pago de seis millones de dólares. Los secuestradores fueron posteriormente apresados comprobándose que en su mayoría pertenecían a la Policía Federal, por lo que se le llamó «la Banda de los Comisarios». Fueron condenados a penas de entre diez años y prisión perpetua.6
En 1992 ocupó la vicepresidencia en Sevel, empresa automotriz, haciéndose cargo de la presidencia en 1994.7 Al día siguiente de expresar su intención de lanzarse a la política,8 fue procesado por contrabando agravado en una causa relacionada con su padre Franco Macri por el juez Carlos Liporace, acusado de una maniobra en la que las empresas del grupo presuntamente estafaban al Estado argentino exportando a Uruguay autopartes y volviéndolas a importar.9 La empresa insistió en que todas las operaciones fueron realizadas con conocimiento de la aduana y autorizadas por ella, previa consulta10 y finalmente recayó sentencia firme absolutoria de los cargos.11
Si bien Macri era ya conocido por su actividad empresaria, adquirió notoriedad pública al presidir el Club Atlético Boca Juniors desde 1995 hasta 2007.
Luego de su paso por el Club Atlético Boca Juniors, Macri fue elegido diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires en el año 2005 y luego Jefe de Gobierno del mismo distrito en el año 2007, siendo reelegido para ocupar el mismo cargo en julio de 201112
Familia
Macri junto a Juliana Awada en el Teatro Colón en 2011.
Mauricio Macri es padre de cuatro hijos y está casado desde el 16 de noviembre de 2010 con la empresaria Juliana Awada (de 40 años).13 . Su hija más chica es Antonia, fruto de su matrimonio con Juliana. Descubrió una nueva paternidad a los 50 años, sintiéndose «mitad padre, mitad abuelo»1415 .
Es el mayor de seis hermanos, y es hijo de Alicia Blanco Villegas y del empresario italiano Francesco Macri (de 85 años), nacionalizado argentino y líder del Grupo Macri-SOCMA, uno de los más importantes grupos económicos que ha desarrollado actividades en el automotores (Sevel), construcción (Sideco), residuos (Manliba), correo (Correo Argentino), comunicación (Movicom), servicios (Pago Fácil), minería, etc.
Presidencia de Boca Juniors
En diciembre de 1995 el empresario Mauricio Macri fue elegido presidente de Boca Juniors por 4515 votos sobre 7058 frente a Antonio Alegre, ex presidente también de Boca.16
Una de las primeras medidas de Macri al frente de Boca Juniors fue llegar a un acuerdo con el Club social y Deportivo Parque que hasta ese momento dependía del club Argentinos Juniors, por el cual solventaría los gastos y este a su vez proveería de jugadores a las inferiores de Boca. Por dicho club pasaron en sus inferiores figuras como Carlos Tévez, Juan Román Riquelme, Nicolás Gaitán o Lucas Viatri, entre otros.1718
Mauricio Macri disputando un partido amistoso de fútbol playa.
En 1996, Macri remodeló el estadio demoliendo los antiguos palcos que daban a la calle Del Valle Iberlucea, reemplazándolos por una pequeña tribuna.En 1997 creó un Fondo de Inversiones para la compra de jugadores, en la que la utilidad del fondo se dividiría en un 50% para Boca Juniors y el otro 50% para los inversores. Macri puso avales personales por 20 millones de dólares para dicho fondo y limitó el funcionamiento del mismo al período de su gestión al frente de Boca.1920
Macri trajo a trabajar al club a gente que era empleada de sus empresas y las de su familia; el caso más sonante fue el del tesorero Orlando Salvestrini, insultado por los jugadores en el vestuario del estadio Allianz Parque de Palmeiras. A pesar de que el club era superavitario, Macri recortó los sueldos de los jugadores y también de todos los trabajadores de Boca Juniors, incluyendo la médica del club21 . En 1999 ganó nuevamente las elecciones a presidente de Boca Juniors con el 86% de los votos. En 2003 fue reelecto nuevamente en el cargo que ocupó hasta 2007.
El 27 de febrero de 2008, Macri reasumió la presidencia del club Boca Juniors, debido a un fallo de la Inspección General de Justicia que anuló las elecciones internas y ordenó que reasumieran el cargo las autoridades anteriores, entre las cuales se encontraba Mauricio Macri. La decisión de Macri de asumir efectivamente la presidencia del club, desempeñándose simultáneamente como jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fue criticada por varios diputados y referentes de la oposición, destacando que el artículo 98 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires prohíbe el ejercicio de otro cargo, para el jefe de gobierno. Macri justificó su conducta diciendo que se trataba de la orden de un juez que él debía obedecer.22
Balance futbolístico de la gestión
Durante su gestión al frente de Boca Juniors, el equipo obtuvo 17 títulos (consiguiendo 11 títulos internacionales en un lapso de 8 años) lo cual lo consagró como el presidente de la institución que más títulos futbolísticos ha obtenido, desplazando al histórico Alberto J. Armando al segundo lugar, con doce títulos totales.23 Boca fue reconocido como el mejor equipo de la década de 2010 para América del Sur por la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol.24
Actividad política
Creación de Compromiso para el Cambio y elecciones de 2003
A comienzos de 2003 fundó el partido Compromiso para el Cambio, siendo también designado presidente del mismo y se presentó a elecciones como candidato a jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires junto a Horacio Rodríguez Larreta como candidato a Vice. En primera vuelta obtuvo el 37,55% de los votos, mientras que la fórmula oficialista integrada por el entonces jefe de gobierno Aníbal Ibarra y Jorge Telerman obtuvo el 33,54%. Como para acceder al cargo se necesita la mayoría absoluta de los votos válidamente emitidos, la elección se decidió en una segunda vuelta entre Macri e Ibarra. La fórmula del entonces jefe de gobierno obtuvo el 53,48% de los votos y la de Macri el 46,52%, produciéndose la reelección de Aníbal Ibarra.
Creación del PRO
Logo de la alianza electoral PRO (Propuesta Republicana), formada a raíz de un acuerdo entre Macri y Ricardo López Murphy, del partido Recrear para el Crecimiento.
En 2005 creó junto con Ricardo López Murphy, presidente del partido Recrear para el Crecimiento, la alianza electoral Propuesta Republicana, para la cual el publicista Ernesto Savaglio acuñó el nombre PRO.25
Elecciones de 2005 a diputado nacional
Se presentó como candidato a diputado nacional en el distrito de la Ciudad de Buenos Aires, compitiendo contra Elisa Carrió y Rafael Bielsa. En esta elección Macri obtuvo el 33,9 % de los votos, mientras que Elisa Carrió obtuvo el 21,9 % y Rafael Bielsa el 20,3 %. Durante el año 2006, alternó su actividad como diputado en el Congreso Nacional con la presidencia de Boca Juniors.
Fue criticado por su poca asistencia a las votaciones. En 2006, concurrió a 32 de las 51 sesiones26 y solo estuvo en 36 de las 280 votaciones.27 En el año 2007 se encontró ausente en todas las sesiones y votaciones de la Cámara de Diputados, 28 lo que fue criticado por la oposición. En su defensa, Mauricio Macri sostuvo que el Congreso «es un sitio en el que no se debaten ideas, las leyes son paquetes cerrados que envía el oficialismo y los legisladores son solo “levantamanos”».29
Elecciones de 2007 a jefe de gobierno
En 2007 Mauricio Macri se postuló nuevamente para Jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Durante la campaña electoral, en una entrevista con el programa televisivo Tres Poderes, Macri trazó una semblanza positiva del brigadier Osvaldo Cacciatore, intendente de Buenos Aires durante la última dictadura militar: «Fue el último que pensó la ciudad de Buenos Aires«.3031 La afirmación le valió un cuestionamiento de su adversario Daniel Filmus32 y sería recordada en críticas posteriores a su política como jefe de Gobierno.3334
Elecciones de 2011 a jefe de gobierno
En 2010, Macri volvió a expresar sus intenciones de ser candidato presidencial; y, si bien ratificó las mismas hasta bien entrado 2011,35 desistió en mayo de ese mismo año para competir por su reelección como jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.36
En julio de 2011, luego de un balotaje con Daniel Filmus, obtuvo su reelección con el 64,25 % de los votos.3738
Candidato a la presidencia
En marzo del 2015 el PRO se unió a la Unión Cívica Radical con el objetivo de constituir una alianza para las elecciones de dicho año. En junio fue presentado el frente «Cambiemos».
Para las primarias, la fórmula Mauricio Macri-Gabriela Michetti compitió con Ernesto Sanz y Elisa Carrió. Macri ganó la candidatura39 y fue segundo en todo el país detrás del sciolismo.
La elección presidencial se desarrolló el 25 de octubre, donde Macri aventajó por instantes a Scioli, y luego los resultados se invirtieron dejando a Scioli con el 36,86% de votos a favor y a Macri con el 34,33%.
La segunda vuelta está prevista para el domingo 22 de noviembre40 .
Jefe de gobierno
En la gestión de Macri en la Ciudad de Buenos Aires se destacó la reparación de escuelas que se encontraban en emergencia edilicia al comenzar su gestión,41 el aliviador del Maldonado.4243 En materia de salud se destaca la inversión tecnológica en salud pública,46 la creación de la Policía Metropolitana de Buenos Aires, para combatir la inseguridad.47 Las mayores críticas de su gestión quedaron fundadas en el excesivo crecimiento de la deuda pública.48
En 2007 el diputado Mauricio Macri aspiraba a ser candidato presidencial en un espacio que compartiría con el entonces gobernador de la provincia de Neuquén, Jorge Sobisch, pero nunca se concretó. El 3 de junio de 2007 se celebró la primera vuelta de las elecciones a jefe de gobierno porteño. En ella, la fórmula Mauricio Macri-Gabriela Michetti superó el 45,6% de los votos, seguida por la lista Daniel Filmus-Carlos Heller (23,7%), del Frente para la Victoria. En tercer lugar se ubicaron el entonces jefe de gobierno, Jorge Telerman y su compañero de fórmula Enrique Olivera (20,7%).49 Tres semanas más tarde, el 24 de junio, se celebró una segunda vuelta electoral entre las dos fórmulas más votadas y Macri se impuso con un 60,9% de los votos, contra 39,04% de Filmus.50
Primer mandato
Juró junto a su vicejefa Gabriela Michetti, el 9 de diciembre de 2007, asumiendo formalmente un día después.
Entre sus primeras obras de gobierno, destacan la reapertura del Teatro Colón para el Bicentenario de Argentina51 . En diciembre de 2007, se sancionó la Ley de Emergencia Edilicia para los establecimientos, con 43 votos a favor y 2 en contra,52 destinándose la mitad del presupuesto total de la Dirección de Infraestructura escolar. Desde principios de 2008, el gobierno de la ciudad comenzó a implementar un plan de recuperación del espacio público. Dicho plan consistió en la reparación de aquellas calles que se encontraban dañadas, las cuales fueron repavimentadas en algunos casos. En otros, se procedió a iniciar un proceso de reparación de los baches.
Hacia fines de 2009, Macri fue centro de peleas por el presunto espionaje a ciudadanos porteños. En julio de 2010, el Gobierno nacional consiguió cerrar varios acuerdos en el rubro ferroviario con China que le significarán la renovación de cientos de vagones para las líneas de subte porteñas.53
Para el bicentenario de la revolución de Mayo, Macri fue anfitrión de varias de las celebraciones, con recitales de rock, tango, música latina; desfiles militares y civiles; encuentros deportivos y el megashow del 25 de mayo, entre otros.
Se ha presentado en la legislatura porteña un informe que explica que el Jefe de Gobierno porteño de un total de 3225 leyes ha dejado sin reglamentar, conforme la manda constitucional (art. 102 CCABA)54 el 12% de ese total al 15 de agosto de 2010. En mayo de 2011 se puso en marcha por primera vez el sistema de obtención de turnos en diversos hospitales públicos que elimina las colas para obtención de turnos en forma personal.55 .
Segundo mandato
Macri en los actos por el 202º aniversario de la Revolución de Mayo.
En 2011 Macri se presentó a la reelección para jefe de gobierno (con María Eugenia Vidal para vicejefa) y obtuvo en primera vuelta el 47% de los votos, frente al 28% de Daniel Filmus y el 13% de Fernando Solanas pero no alcanzó para la elección directa,56 por lo que tuvo que dirimirse la elección en balotaje, en el que obtuvo el 64,3% frente al 35,75% del candidato kirchnerista Daniel Filmus.57
En el 2012, Macri vetó la realización del Congreso Pedagógico 2012 que hubiera propiciado el debate sobre el futuro de la educación escolar porteña.58 Más adelante, miles de estudiantes tomaron colegios.59 con una escasa protección policial60 . Hacia fines de 2013, el gobierno porteño llevaba invertidos más de 100 millones de pesos en equipamiento, incorporándose 700 equipos médicos al sistema público de salud, entre los que se destacan, además de los tomógrafos, 12 torres de video para gastroendoscopias, 31 equipos de rayos, 2 equipos de hemodinamia, 8 sistemas de digitalización de imágenes y 44 ecógrafos.61
En noviembre de 2014, el juez Eugenio Zaffaroni denunció que aumentaron los homicidios dolosos en la ciudad de Buenos Aires. Y en más de la mitad de los casos la Justicia no tiene datos sobre los responsables62 .
Durante la última etapa del gobierno de Mauricio Macri, se sancionó la utilización de la Boleta Única Electrónica, a partir de julio de 2015.63
Macri llamó a no dividir el voto opositor el 25 de octubre para «ganarle al oficialismo»
A través de una carta abierta publicada en las redes sociales, el candidato de Cambiemos advirtió: «Si los que deseamos un cambio esperamos tomar decisiones posteriores en un balotaje, nos arriesgamos a que el oficialismo gane y se perpetúe en el poder».
Mauricio Macri apela al voto útil en la carta que difundió por Facebook.
Mauricio Macri, candidato presidencial del frente Cambiemos, publicó hoy una carta abierta en las redes sociales donde llama a no dividir el voto opositor y a apoyarlo el próximo 25 de octubre para evitar un triunfo del FPV.
«Si los que nos deseamos un cambio nos presentamos con un voto dividido esperando tomar decisiones posteriores en un balotaje, nos arriesgamos a que el oficialismo gane y se perpetúe en el poder», sostiene el texto publicado en la cuenta de Facebook del candidato opositor, que también le apunta a la feroz campaña del kirchnerismo con las 44 cadenas nacionales a la cabeza.
«Las circunstancias demostraron en las PASO que Cambiemos es el único frente competitivo que puede ganarle al oficialismo», destaca el texto.
Y concluye: «Confíen en que nosotros llegamos con el espíritu de dar lugar a todas las fuerzas políticas, de dialogar y de trabajar con el conjunto de los argentinos. Queremos la paz y la prosperidad, y la única manera de hacer eso es juntos».
La misiva incluye una posdata final donde Macri insiste en la importancia del voto, el próximo 25: «Nunca una boleta de papel tuvo tanto poder».
Aquí, la carta completa de Macri:
Fuente: clarin.com, 11/10/15.
Macri: «Si quieren segunda vuelta, el vehículo es Cambiemos»
El líder del PRO le respondió a Sergio Massa que esta mañana había dicho que votar a Macri era un «voto inútil», y llamó a los votantes de UNA, de MArgarita Stolbizer y de la «izquierda» a que lo apoyen para «lograr el cambio».
Mauricio Macri en campaña en La Plata con María Eugenia Vidal.
El candidato presidencial por Cambiemos, Mauricio Macri, no tardó en salir a contestarle a su rival de UNA, Sergio Massa, quien esta mañana declaró que votar a Macri es un «voto inútil”. “Si quieren segunda vuelta, el vehículo es Cambiemos con mi candidatura a presidente», replicó el líder del PRO.
«Cada uno tiene que encontrar un discurso creativo y (Massa) encontró creatividad basada en un invento que él solo ve», lanzó Macri, considerando que es imposible que su rival logré llegar a un balotaje con el oficialismo. De hecho, se manifestó convencido de que el frente que él encabeza «por coherencia, por volumen (de votos), por la historia de haber propuesto algo distinto, es el que puede llegar a la segunda vuelta».
A su vez, en declaraciones a radio Mitre, el jefe de Gobierno porteño llamó a los votantes de UNA, de Margarita Stolbizer y de la «izquierda» a apoyar a Cambiemos, al expresar que «estamos listos para representarlos con responsabilidad y con humildad» porque «hay que unir a los argentinos».
«No pueden siempre gobernar los mismos desde hace 25 años; vamos a hacer el mejor equipo y convocar al que sabe», aseguró el aspirante a presidente y cerró confiado: “»El 9 (de agosto, en las PASO) un 60 por ciento de los argentinos dijo que quieren un cambio y quedó claro entre dos alternativas», añadió, en alusión a su espacio y al Frente para la Victoria que impulsa a Daniel Scioli a la Presidencia.
Scioli y Macri cabeza a cabeza y la polarización aleja a Massa
Management & Fit le otorga al gobernador el 33,3% de intención de voto y 32,2% al líder del PRO. Massa, 13,8%.
Apenas un punto y una décima separan a Mauricio Macri y a Daniel Scioli en la carrera presidencial. El gobernador bonaerense lidera la intención de voto a presidente entre los cinco candidatos con más chances de superar las PASO de agosto. El candidato del Frente para la Victoria ostenta el 33,3 % de intención de voto, seguido por el jefe de Gobierno, con 32,2, número que según los encuestadores es un “empate técnico”. Sergio Massa, el tercero en discordia, está muy retrasado, con el 13,8 %, su piso desde que sinceró su ambición presidencial y mucho más atrás se sitúan Margarita Stolbizer (6%), de Progresistas, y Jorge Altamira (2,9%), del Frente de Izquierda. Las cifras surgen del flamante monitoreo de opinión pública que realizó Management & Fit para Clarín. La encuesta abarcó 2400 casos en todo el país.
Cuando falta un mes para el cierre de listas en la Provincia y a nivel nacional, que terminará de ordenar el tablero de la oferta electoral y tres meses para las PASO presidenciales, tanto Scioli como Macri muestran una tendencia ascendente. La apuesta del líder del Frente Renovador por “la ancha avenida del medio”, un discurso equilibrado entre la oposición dura y las reivindicaciones del oficialismo, no le dio hasta ahora el resultado esperado. Hace un año, según la misma encuestadora, Massa encabezaba la intención de voto con 25 puntos y aventajaba a Macri por 9 puntos, pero desde junio pasado no creció más. En septiembre pasado los tres principales candidatos a acceder a la Casa Rosada coincidieron en un triple empate.
El empate entre Scioli y Macri también se repite cuando se observa su techo electoral. Entre quienes declaran estar seguros de que los votarán y aquellos que podrían votarlos ambos suman 53,2%. Massa también queda relegado en ese ítem (42 %). Mientras que el jefe de Gobierno mantiene un nivel de adhesión y de rechazo similar en todos los estratos socioeconómicos, el ex intendente de Tigre saca ventaja en aquellos de menores recursos y genera rechazo entre los más altos. El gobernador tiene más votantes entre los menores de 40 años y pierde entre los sectores de mayor preparación académica.
En el marco de las PASO, el líder del PRO acumularía la mayor cantidad de votos (27,9%), pero si suman los votos de Scioli y de Florencio Randazzo (11,1%) el Frente para la Victoria sería la agrupación más votada con el 35%. El ministro del Interior y Transporte incluso amasaría en las internas una décima más que el propio Massa, a quien su alianza con José Manuel de la Sota (7%) sólo le aportaría dos puntos en una elección general.
El dedo de Cristina tiene mucho peso para inclinar la balanza en la primaria oficialista, aunque no sería definitorio. El 36,8% estaría dispuesto a cambiar su voto si la Presidenta bendijera a uno de los dos candidatos, pero el 54,2%, no. Con la polarización, los candidatos que lideran la encuesta buscarán convencer al 28,1% que todavía no decidió si votará al oficialismo o a la oposición.
Mauricio Macri pretende ganar «con las botas puestas». Es decir: sin acuerdos, alianzas o entendimientos con Sergio Massa o Francisco De Narváez. «Los que quieren que arreglemos con el resto de la oposición no entienden nada: en política, y en la Argentina hoy, hay que prestar atención no tanto a la oferta como a la demanda», me dijo alguien que participó de la última mesa chica, esta semana, en el domicilio particular del jefe de gobierno de la ciudad. La oferta serían los candidatos, y la demanda, lo que esperan los votantes. ¿Y qué desean los votantes? «Eso es lo único que tenemos claro. Por lo menos, el 60% quiere un cambio y el 40 restante, cierta continuidad.» ¿Un cambio de qué tipo? «Un cambio en el sistema de decisiones. Un cambio en la manera de hacer política.» ¿Y qué significa «cierta continuidad»? «Que no le quiten lo ya conquistado, como la Asignación por Hijo y las paritarias.» Los números que maneja Pro son sorprendentes. «¿Sabías que, ante la primera pregunta abierta de a quién piensa votar para presidente, el 70% todavía responde que no sabe?», me dijo la fuente. ¿Y de dónde salen entonces los números que sostienen que Daniel Scioli alcanzaría el 33%; Macri, casi 30, y Sergio Massa, un poco más de 20?, le pregunté. «Surgen después de la segunda, la tercera y hasta la cuarta pregunta dirigida», me respondió.
La fuente, que integra el gabinete del gobierno porteño, afirma que incluso hasta 48 horas antes de la votación suele haber un 15% que no termina de decidir a quién va a elegir. ¿Es cierto que Scioli se está desmarcando y que Macri se está estancando?, repregunté. «Nosotros lo tenemos empatados en 31%», informó, de manera «oficial». ¿No temen que si las elecciones se polarizan, la mayoría de los votos de Massa vayan al Frente para la Victoria? «No. Creemos que la polarización va a crecer día tras día y que Scioli y Mauricio van a protagonizar una competencia muy reñida.» ¿Hicieron ejercicios de simulación sobre la primera y la segunda vuelta? Responde: «Las PASO van a funcionar como una primera vuelta. En la última proyección que hicimos, tanto Scioli como nosotros podríamos superar, al final, el 40% de los votos. Si esto se confirmara, cualquiera de los dos podría ganar en primera vuelta». ¿Y qué les hace suponer que, en el medio de semejante contexto, Scioli no termine ganándole a Macri por una cabeza o más? «Que hay más gente a favor del cambio que de la continuidad y Mauricio representa más que Scioli esa idea de cambio.» La fuente, muy optimista, repite como un mantra una de las máximas que le adjudican a Jaime Durán Barba. «La ventaja que tenemos es que dependemos de nosotros mismos. Y no tanto de lo que hagan los demás.»
Ése, precisamente, es uno de los puntos discutibles del diagnóstico Pro. Porque parece soslayar el abanico de herramientas que poseen el gobierno nacional y el de la provincia para conseguir votos. «Yo todavía no arranqué. Cuando empiece, van a enterarse de lo que es una campaña a presidente», le dijo Scioli la semana pasada a un integrante de su equipo de comunicación. Tampoco empezó a desplegarse, en toda su magnitud, la maquinaria de anuncios y propaganda nacional. Se espera, entre otras novedades, que las paritarias de los sindicatos más poderosos estén acordadas para la fecha en que se realizarán las PASO. También se aumentarían las jubilaciones, la Asignación por Hijo y se incrementaría el monto al que se les aplicará el impuesto a las ganancias. «El domingo 9 de agosto la gente va a tener mucha más plata en el bolsillo de la que tiene hoy, y eso va a influir en su decisión final», argumentó un hombre que trabaja con Scioli.
Con lo pareja que están las encuestas y con Massa y De Narváez dispuestos a negociar, ¿no sería más beneficioso para Macri anunciar un acuerdo que impida la fuga de dirigentes y de votos desde el Frente Renovador al Frente para la Victoria?, le pregunté al funcionario porteño. «Ustedes, los periodistas, no entienden nada. Trabajan sobre supuestos, y no sobre encuestas y estudios. Mauricio no tiene ningún problema personal con Massa. El problema es que un acercamiento con Sergio o con Francisco enviaría a nuestros potenciales votantes una señal confusa. No nos sumaría. Al contrario. Nos restaría.» Pero, si la oposición va a las PASO dividida, ¿no terminaría ganando el Frente para la Victoria, ya que sumaría, entre Scioli y Florencio Randazzo, poco menos del 40% de los votos? «No. Según nuestros cálculos, nos terminaría favoreciendo. Porque, después de las PASO, no sólo la mayoría de los votos de Massa, sino también los de Margarita Stolbizer se trasladarían a Mauricio en la primera vuelta. O sea: a la oposición la ordenaría la gente, no los acuerdos de cúpulas.» ¿Y qué pasará en la provincia de Buenos Aires, donde los candidatos se eligen en forma directa? «María Eugenia Vidal está cerca de los 20 puntos y las visitas de Mauricio al conurbano la van a dejar cerca de los 30. Además, van a ir juntos en la boleta. Es muy posible que la intención de voto del candidato a presidente termine arrastrando a nuestra candidata a gobernadora.» Para el Frente para la Victoria y también para Massa, la provincia es la madre de todas las batallas. En el distrito más grande del país, el partido del gobierno obtendría más de 35 puntos con Scioli como candidato a presidente y «cualquiera» como postulante a gobernador. «Con cualquiera no: Aníbal Fernández es uno de los dirigentes con más imagen negativa del país», señaló la fuente.
Más les preocupa De Narváez, quien aparece como uno de los más votados «en el mismo lado de la cancha» en el que juegan Macri y María Eugenia Vidal. Macri, quien luego de la reunión de la mesa chica terminó más convencido que nadie de fortalecer la identidad propia y no establecer ningún otro acuerdo electoral, le pidió a Horacio Rodríguez Larreta un esfuerzo «extra» para que intente ganar la Ciudad en primera vuelta, el próximo 5 de julio. «Ése podría ser un golpe muy fuerte para hacer crecer la ola amarilla«, habría dicho Durán Barba.
El ex presidente de Boca ya está metido de lleno en la campaña. Tiene dos ejes discursivos de los que no se apartará. Se presentará como la «tercera vía», el «verdadero cambio», y pedirá que «no tengan miedo» porque él no cambiará nada de lo que considera que se ha hecho bien. Hay quienes le sugirieron que la mejor fórmula sería la que él había pensado antes de las internas porteñas: llevar como vicepresidenta a Gabriela Michetti. Pero Macri está curado de espanto. No se lo piensa ofrecer, de manera oficial, si antes no está seguro de obtener una respuesta positiva.