La Argentina K y el Corralito Cambiario

junio 16, 2012

La AFIP puso otro obstáculo
 

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) excluyó de su sistema de consulta online la posibilidad de comprar dólares en el mercado formal de divisas con la finalidad de «ahorro», lo que en la práctica significa blanquear el endurecimiento de las restricciones a la compra de moneda extranjera.

El sitio web de la AFIP quitó de sus formularios para hacer este tipo de consultas la opción de adquirir dólares para destinar al «atesoramiento», es decir, al ahorro personal.

El sistema sólo permite ahora consultar al interesado si será autorizado a comprar dólares u otras monedas en caso de que sean destinadas a viajar al exterior, comprar inmuebles, vehículos, maquinaria agrícola o industrial y equipamiento médico y científico, entre otros.

Citado por la agencia EFE, Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica, dijo que en mayo pasado el Gobierno llevó los cupos para la compra de dólares en bancos y casas de cambio «a cero» si el fin de la operación era el atesoramiento. «Sólo acceden al mercado cambiario, y con restricciones, importadores o quienes cancelen deuda externa, entre otros», dijo el economista.

En ese sentido, al suprimir la opción en su página de Internet, el organismo que dirige Ricardo Echegaray transparenta esa situación.

También se introdujo como novedad un nuevo formulario para la compra de inmuebles en el que hay que detallar los datos de la propiedad que se desea adquirir, tipo, dirección postal, monto en pesos al que será comprado y hasta el CUIT del vendedor.

Hasta ahora, la autorización para comprar dólares con este fin estaba atada a la obtención de un crédito hipotecario, pero en este caso se extendería ese permiso para quienes ya tuvieron los pesos ahorrados, aunque la AFIP aún no lo aclaró. De esta forma se buscaría solucionar la parálisis del mercado inmobiliario.

Las restricciones cambiarias motivaron en los últimos días varias presentaciones judiciales por parte de ahorristas individuales que se vieron impedidos de hacerse de dólares al tipo de cambio oficial.
Fuente: La Nación, 16/06/12.
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No se frena la ola de retiro de dólares

Por Javier Blanco

 

Los depósitos, que rondaban los 15.000 millones antes de las restricciones, ya están debajo de los 10.000 millones.

 

Los depósitos privados bancarios en dólares retrocedieron más del 5% en la primera semana de junio, según divulgó ayer el Banco Central (BCRA) al actualizar los datos monetarios del sistema.

De esta manera, el stock de estos recursos sigue cayendo a una tasa del 1% por jornada hábil, es decir, a razón de US$ 110 millones por retiros de ahorristas que temen que la ofensiva pesificadora del Gobierno termine en una conversión compulsiva de este tipo de colocaciones.

La reacción no sorprende tomando en cuenta que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) se acaba de autoadjudicar de facto la potestad para definir en qué pueden ahorrar o no los argentinos al eliminar anteayer -sin que medie comunicación oficial al respecto- la opción de compra para atesorar de la página Web a la que obliga a acudir a quienes intentan adquirir moneda extranjera.

Lo concreto es que desde que ese organismo pasó a ejercer discrecionalmente el derecho de admisión para el acceso al mercado cambiario local el total de depósitos privados en dólares bajo administración de los bancos, que rondaba los US$ 15.000 millones, cayó hasta US$ 9.879 millones (34%), retrayéndose a niveles que no mostraba desde hace 34 meses (comienzos de 2009).

La caída tiene dos componentes: hasta antes de fines de octubre (cuando comenzaron las restricciones) los ahorristas se habían acostumbrado a dejar en los bancos buena parte de los dólares que compraban para cubrirse de una eventual devaluación o simplemente ahorrar o cubrir futuros gastos en el exterior.

Pero esa vía de ingreso se cerró apenas la AFIP bloqueó las compras y la ola de desconfianza hizo que los bancos perdieran el 20% de esos recursos en apenas 20 días hacia fines de 2011, un récord que sólo los griegos y españoles están ahora en condiciones de discutir.

La segunda etapa de la corrida se desató a comienzos de mayo, cuando la AFIP directamente procedió a bloquear las compras a particulares y, paralelamente, tomaron estado público proyectos y proclamas oficiales planteando la necesidad de «pesificar la economía».

Entonces, el stock de depósitos privados en dólares, que rondaba los US$ 12.000 millones, se desplomó hasta los 9.879 millones mencionados y, como los retiros no cesan, en el sector se estima que ya estarían por debajo de los 9.400 millones.

 

El fenómeno no es inocuo para la economía, aunque no supone riesgos para el sistema bancario dado que éste no enfrenta, esta vez, el descalce de monedas que lo hizo implosionar hace una década.

Pero erosiona las reservas del BCRA (desde que se inició la segunda corrida se contrajeron en US$ 1240 millones porque el grueso de estas colocaciones están encajadas en cuentas del ente monetario) y deteriora la oferta local de financiamiento a exportadores: no en vano el stock total de tipo de préstamos se achicó en 1050 millones en 8 meses.

«El Gobierno está en una encrucijada: no observó que la incesante salida de depósitos en dólares (que restan reservas) erosionaba su intento de sostener las reservas del BCRA, además del impacto que las trabas tienen en la actividad económica», observó por caso en un informe la sociedad de Bolsa Allaria Ledesma.

El blue, en alza

En tanto, ayer la plaza cambiaria oficial volvió a mostrar poco movimiento, al tiempo que se notó una mayor demanda del dólar informal (que los operadores vincularon al pago de aguinaldos) lo que hizo que el billete en ese cada vez más influyente segmento de negocios se vendiera de $ 5,93 a 5,95, es decir, con tendencia al alza.

Además, el dólar arbitraje, que surge de las operaciones para fugar capitales, marcó un nuevo récord, al llegar a los $ 6,65, ampliando su brecha con el dólar oficial al 48% un día en que comenzó a regir la norma que le impide a los bancos comprar dólares al tipo de cambio oficial para adquirir bonos emitidos en moneda extranjera a ser girados a sus cuentas en el exterior en procura de desalentar la formación de activos externos.

Fuente: La Nación, 16/06/12.

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Las grandes pérdidas de JP Morgan

junio 16, 2012

Las grandes pérdidas de JP Morgan: Por qué los bancos aún no han aprendido la lección

 

Cuando JP Morgan Chase anunció unas pérdidas de US$ 2.000 millones hace algunas semanas, muchos lo interpretaron como una señal de advertencia, un aviso de que las prácticas adoptadas por grandes instituciones financieras aún pueden, a pesar de las lecciones que ha enseñado la crisis financiera, producir una combinación tóxica. Los legisladores continúan debatiendo cuál sería la mejor manera de atenuar el riesgo sistémico causado por instituciones financieras «demasiado grandes para caer», ya que los grandes bancos son aún mayores desde el inicio de la crisis. ¿Y si varios bancos entraran en una crisis profunda al mismo tiempo? ¿La repercusión de eso podría llevarse por delante a los inocentes, tal y como pasó hace algunos años?

 

 

Cuando JP Morgan Chase, el pasado 10 de mayo, anunció pérdidas del orden de US$ 2.000 millones, algunos analistas se preguntaron: «¿Qué importancia tiene?» Aunque las pérdidas parezcan rondar los US$ 3.000 millones y, según algunas estimaciones, es posible que lleguen a US$ 5.000 millones o más, eso no es más que calderilla para ese banco enorme, que está bien y generando dinero.

Incluso la operación comercial que generó pérdidas para el banco está, en general, en azul. ¿Las pérdidas no forman parte del juego? ¿Por qué unas pérdidas así serían tan importantes si están compensadas por las ganancias obtenidas con otras transacciones? El problema, dice Scott E. Harrington, profesor de Seguros y Gestión de Riesgo de Wharton, es que las pérdidas de JP Morgan ocurrieron en un momento muy delicado. «Mi primera reacción ante las pérdidas de US$ 2.000 millones es que no es más que una tempestad en un vaso de agua», dice Harrington. Pero examinando mejor después lo ocurrido, me dí cuenta de que las pérdidas del banco suscitaban cuestiones muy serias sobre el tipo de riesgo que los bancos estaban asumiendo. «Los incentivos animan los riesgos», dice, argumentando que las instituciones bancarias aún pueden incurrir en riesgos muy serios cuatro años después de la explosión de la crisis financiera».

Las pérdidas específicas de JP Morgan en el caso citado serán fácilmente absorbidas por él, sin embargo el momento en que ocurre tiene serias consecuencias, porque tiene lugar en un momento en que los órganos reguladores están introduciendo la regla Volcker», observa Krista Schwarz en referencia a una regulación, aún no finalizada, que restringiría el derecho de los bancos a especular con su propio dinero. Los legisladores continúan debatiendo cuál sería la mejor manera de atenuar el riesgo sistémico causado por instituciones financieras «demasiado grandes para caer», ya que los grandes bancos son aún mayores desde el inicio de la crisis. Los órganos reguladores continúan formulando las reglas requeridas por la Ley Dodd-Frank, de 2010, de Protección y Reforma de Wall Street. Además, este es un año de elecciones presidenciales en que los dos candidatos y sus partidos pelean por una estrategia que incentive el crecimiento y evite el riesgo indebido. «El contexto político, creo yo, aumentó en los medios el efecto de ese incidente en particular además de su significado real», observa Harrington.

Muchos lo interpretaron como una señal de advertencia, un aviso de que las prácticas adoptadas por grandes instituciones financieras aún pueden, a pesar de las lecciones que ha enseñado la crisis financiera, producir una combinación tóxica. Si un banco puede darse al lujo de tener unas pérdidas de US$ 2.000 millones, ¿podrían tener unas pérdidas de US$ 20.000 millones? ¿De US$ 200.000 millones? ¿Y si varios bancos entraran en una crisis profunda al mismo tiempo? ¿La repercusión de eso podría llevarse por delante a los inocentes, tal y como pasó hace algunos años?

«Creo que la lección más importante que ese episodio de JP Morgan tiene que transmitir es que es difícil controlar el riesgo», señala Franklin Allen, profesor de Finanzas de Wharton. «Además, aunque la pérdida en cuestión pueda absorberla el banco, queda la pregunta: ¿cuál es el tamaño de las pérdidas que es capaz de absorber? ¿Podría, por ejemplo, una institución de gran tamaño venirse abajo a causa de unas pérdidas así?

¿Dónde nos llevará la regla Volcker?

Las especulaciones arriesgadas y con montantes elevados han jugado un papel fundamental en la crisis financiera. El objetivo de reformas como la que fue propuesta por el proyecto de ley Dodd-Frank pretende cohibir estas prácticas. JP Morgan dice que las operaciones en cuestión formaban parte de una estrategia de hedging o cobertura cuyo objetivo era reducir el riesgo, y no especular, pero lo ocurrido muestra que incluso el hedging puede salir mal. El banco no divulgó detalles de su estrategia. Las operaciones de hedging tienen como objetivo reducir el riesgo, y no ganar dinero. En su forma más simple, un inversor con 100 acciones podría comprar una opción de venta confiriendo a su propietario el derecho de venderla a un determinado precio durante un cierto periodo, dándole garantías contra posibles pérdidas si el precio de la acción cayese.

En otro caso, un banco que haga un préstamo a una empresa podría comprar opciones de venta de las acciones de la compañía, o un credit default swap (CDS), que es un tipo de seguro contra el impago de una deuda específica. Si la empresa fallase y no pagase el préstamo contratado, la opción de venta o CDS generaría un beneficio que compensaría lo ocurrido. «Ese es un tipo de hedge simple y fácil de entender», dice Itay Goldstein, profesor de Finanzas de Wharton.

La regla Volcker se creó para permitir hedgings de ese tipo, y para dirigir buena parte de ellos hacia opciones y otros tipos de derivados negociados en bolsa, permitiendo que sus valores sean fácilmente monitorizados. En la crisis financiera, muchas instituciones del sector recurrieron a derivados específicos, creados a medida, que eran difíciles de entender y de estimar.

Pero la regla Volcker aún no ha entrado en vigor. En junio se tienen que divulgar algunas de sus cláusulas principales. Las grandes instituciones financieras —principalmente JP Morgan y su presidente y consejero delegado, Jamie Dimon— han estado llevando a cabo fuertes presiones a favor de reglas más flexibles para el hedging bajo la alegación de que restricciones demasiado severas elevarán los costes de las operaciones, reducirán la competitividad internacional de los bancos americanos e impedirán que ellos ofrezcan productos y servicios indispensables. «Jamie Dimon fue una de las principales voces en defensa del relajamiento de la regla Volcker, ya que ella reduce el retorno sobre el patrimonio de JP Morgan», observa Schwarz.

La gran pérdida que el banco tuvo está asociada al tipo de hedging que Dimon quiere permitir, hedging contra toda una cartera de activos, y no contra cada una de ellas de forma individual. «Hacer hedging de activo por activo es más caro y más complicado», destaca Goldstein. «A veces, cuando se tienen varios activos que pueden apreciarse o depreciarse, es más fácil protegerlos con un valor mobiliario o un índice complejo, o con alguna cosa parecida, tal y como hizo JP Morgan». Los partidarios del hedge de cartera dicen que mantiene la atención del banco hacia lo que interesa: el comportamiento de la cartera en general, lo que comprende una serie de riesgos, ya que las condiciones de mercado afectan a los activos de diferentes modos. Puede ser que no haya necesidad, por ejemplo, de hedges individuales para dos activos diferentes ya que, bajo ciertas condiciones, un activo podrá apreciarse mientras el otro se depreciará. En ese caso, los dos activos se protegerían entre sí.

Pero cuando una cartera contiene una cantidad muy grande de diferentes acciones, títulos, commodities y derivados, se vuelve muy difícil predecir de qué manera se comportará todo el conjunto. Los empleados de JP Morgan, según Dimon, crearon posiciones hedge «precarias» que no estaban a la altura de los riesgos.

Mientras más compleja es la cartera de hedge, más difícil será, sin lugar a dudas, que los instrumentos de hedging se muevan adecuadamente en correlación con los activos, dice Harrington. «Se vuelve más difícil conseguir un hedging más eficaz».

«Creo que el verdadero problema no consiste en la pérdida, sino en lo que él nos dice sobre la gestión de riesgo, incluso en los bancos mejor administrados, como es el caso de JP Morgan», añade Allen. «Ellos parecen simplemente incapaces de poner a funcionar un sistema que gestione bien los riesgos. Aunque no tengamos las informaciones necesarias, parece que lo ocurrido fue más una operación especulativa que un hedge. Debía haber sido frenado antes de adquirir esas dimensiones, pero eso no fue lo que sucedió».

Como el hedge de cartera es mucho más difícil de entender, se puede usar para encubrir operaciones enfocadas específicamente en la especulación, observa Schwarz. «La idea de un hedging de cartera representaría una brecha en la regla Volcker que permitió de hecho a los bancos comerciales proseguir con sus operaciones especulativas», explica Harrington. «Entre las varias posiciones a que el banco puede recurrir, es posible detectar alguna que pueda ser caracterizada como hedging de cartera, pero que no es hedging de hecho».

Mientras más cambian las cosas…

Si los operadores no consiguen predecir exactamente cómo se comportará el hedge, ¿cómo se espera que los órganos reguladores puedan hacerlo? «El problema es que aún no sabemos exactamente lo que sucedió», dice Allen. «No hay duda de que el hedging de cartera es una operación compleja».

Otra dificultad: el factor humano. Un reportaje de New York Times mostró en detalle las peleas encarnizadas entre los empleados de JP Morgan en Nueva York y Londres en un periodo en que el jefe del grupo estuvo alejado debido a una enfermedad. Ni incluso el mejor sistema de gestión de riesgo está inmune a los desvíos provocados por el error humano.

El caso de JP Morgan también llama la atención sobre la cuestión de las instituciones más grandes e influyentes que acaban por obligar al Gobierno a socorrerlas con fondos financiados por el contribuyente para evitar pérdidas demasiados grandes en los casos en que la situación está fuera de control. Esa fue una de las dificultades de la crisis financiera y ahora, a causa de la consolidación ocurrida después de ella, las instituciones de gran tamaño son aún mayores. «En un cierto sentido, JP Morgan muestra que tal vez las cosas no hayan cambiado tanto después de la crisis financiera», observa Goldstein.

Las empresas que cuentan con la ayuda de emergencia están más inclinadas a incurrir en riesgos, dice Goldstein, refiriéndose al proceso llamado «riesgo moral». La ley Dodd-Frank, aunque sea un intento de reducir los riesgos en el sistema, en realidad consagra el proceso de auxilio al fijar los pasos que deben ser dados por el Gobierno, añade Harrington. Él llega, inclusive, a extender el proceso a otros tipos de institución considerados «sistémicamente significativos», en una reacción al papel desempeñado en la crisis por American International Group., básicamente una compañía (holding) de seguros de gran tamaño.

«Es ingenuo creer que, de algún modo, no importa cuál sea el caso, la ley Dodd-Frank ha resuelto el problema de las empresas demasiado grandes para caer», dice Harrington. «En realidad, creo que esa ley, de la manera en que fue formulada, va a acabar aumentando el problema».

«Eso parece un recordatorio de la necesidad de regulación», observa Schwarz. «JP Morgan está protegido de forma explícita por la Reserva Federal y todo el mundo sabe que éste jamás permitiría su suspensión de pagos».

«Eso sirve de estímulo al banco para que corra riesgos extremos, ya que puede lucrarse con lo que hay de positivo en ellos a costa de un riesgo modesto en lo que ese tipo de operación tiene de desventajoso», añade Schwarz en referencia a las apuestas en eventos improbables. «En aquella ocasión, la pérdida fue administrable, pero en la próxima podrá no serlo […] Los modelos que las instituciones crean para medir su riesgo nunca funcionan de forma debida en el caso de riesgos extremos, porque se trata de eventos raros y ninguna crisis es exactamente igual a otra. JP Morgan siempre estuvo a la vanguardia de la gestión de riesgos, y el episodio en cuestión es sólo un aviso más de que esos modelos fallan cuando son más necesarios».

Aunque sea imposible garantizar que jamás habrá otra crisis financiera, es posible hacerlas menos severas y frecuentes, añade Schwarz. «La aplicación de la ley Volcker de forma más rigurosa sería una excelente ayuda», dice ella. «Esto sería un obstáculo para la rentabilidad de los grandes bancos comerciales, sin embargo otras instituciones financieras se beneficiarían de eso, haciendo que el sistema financiero fuera más estable. La pérdida de JP Morgan tal vez haya ocurrido en un buen momento, ya que puede hacer que los órganos reguladores trabajen con una versión más severa de la regla Volcker».

Una industria construida sobre el riesgo

Durante la crisis financiera, hubo numerosos ejemplos de incentivos que llevaron a los operadores, profesionales responsables de la concesión de préstamos y gerentes de riesgos a incurrir en riesgos excesivos como, por ejemplo, pagos vinculados a resultados de corto plazo. El caso de JP Morgan muestra que los incentivos tal vez continúen siendo un problema, dice Goldstein. «Queda por saber si aprendieron o no algo del mercado», dice él. «No estoy tan seguro de ello».

Pocos de los que incurrieron en los riesgos excesivos responsables de la crisis fueron penalizados severamente, resalta Goldstein. Ningún alto ejecutivo fue a la cárcel, y muchas empresas que corrieron riesgos, aunque perjudicadas financieramente, continuaron siendo saludables. «A fin de cuentas, muchas de ellas están en buena forma […] Y varias no aprendieron la lección que creemos que debían haber aprendido. Tal vez, en parte, el problema sea ese».

Exigir a las empresas que tengan un volumen mayor de capital propio haría que los accionistas sufrieran las consecuencias cuando la empresa se viera afectada por riesgos demasiado grandes, dando así un incentivo a los accionistas para que frenaran el comportamiento excesivamente arriesgado, observa Allen.

«Es necesario que un volumen mayor del dinero de los accionistas esté sujeto al riesgo», añade Harrington, argumentando que las exigencias de capital necesitan ser «sustancialmente más elevadas» que las especificadas por las propuestas actuales de los acuerdos internacionales de Basileia III. Además, dice Goldstein, las empresas deberían ser obligadas a adoptar provisiones de reembolso en los contratos de salarios, de manera que los individuos tuvieran que echar mano del salario en caso de que las decisiones tomadas por ellos tuvieran un desenlace negativo de forma posterior.

Otra opción, según Harrington, sería volver a algo parecido a La Ley Glass-Steagall, que de 1933 a 1999 estableció una separación rigurosa entre los bancos de inversiones, que debían correr riesgos, y los bancos comerciales, que deberían ser relativamente seguros y, por lo tanto, tenían el apoyo del Gobierno bajo la forma de garantías y depósitos del FDIC [Sociedad Federal de Seguro de Depósitos]. Como todavía quedan por escribir muchas normas de la ley Dodd-Frank y ponerlas en práctica, habrá, sin duda alguna, un debate considerable en torno al significado de las pérdidas de JP Morgan, sobre todo a medida que más detalles de las operaciones de la empresa salgan a relucir. Los grandes bancos, sin embargo, cuentan con mucha gente que los apoya y que se preocupa por el hecho de que el exceso de regulación sofoque el crecimiento y la competitividad.

Según Allen, la industria financiera ha intentado replantear los incentivos para desestimular el riesgo excesivo. Se trata, sin embargo, de una ley de difícil equilibrio, ya que correr riesgos es parte indispensable del negocio, o no habría préstamo alguno. «La industria se ha esforzado», dice. «No creo que haya sido totalmente exitosa aún, y no sé si algún día lo será. Es previsible que una institución tenga sistemas para evitar ese tipo de riesgo, pero parece que no es ese el caso», añade Allen. «Y por ese motivo, entre otros, necesitamos un capital de protección».
Fuente: Wharton Universia, 13/06/12.
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Ley Dodd-Frank

La Ley Dodd-Frank (Ley de Protección al Consumidor y Reforma de Wall Street: Dodd-Frank), es una ley firmada por el Presidente Barack Obama el 21 de julio de 2010, que promueve la estabilidad financiera de los Estados Unidos a través de medidas que proporcionen transparencia y estabilidad en el sistema financiero.  Uno de los principales componentes de la Ley, es la división entre las funciones de los bancos comerciales y los bancos de inversión.

La Ley contiene 2,319 páginas, que conforman un marco jurídico y financiero para evitar crisis financieras por medio de una serie de medidas. Son aproximadamente  11 diferentes agencias gubernamentales que se encargan de poner en práctica las regulaciones establecidas en la Ley.

La Ley Dodd-Frank fue propuesta por el representante a la cámara Berney Frank y el presidente del comité del sector bancario del senado, el senador Chris Dodd. Es considerado el plan más agresivo desde la Gran Depresión para regular el sistema bancario de los EE.UU.

Se conoce en inglés como: Dodd-Frank Act.

Too Big To Fail

Alemania tendrá que pagar el precio de salvar al euro

junio 15, 2012

Alemania tendrá que pagar el precio de salvar al euro

Por Nicholas Hastings

 

Alemania ya no puede mantenerse distante del resto de la zona euro.

Hasta ahora, el país ha permanecido solo, como el bastión de la disciplina económica y el centro de la moneda única. Puede que los inversionistas hayan dudado del futuro del euro y el éxito de los deudores periféricos, pero su confianza en Alemania era inquebrantable.

Pero ya no.

Esta semana aparecieron las primeras señales de que los inversionistas ahora creen que la crisis arrastrará también a Alemania.

Después de muchos meses de reciclar sus fondos desde las naciones de la periferia hacia Alemania, los inversionistas ahora también están algo nerviosos al respecto.

Una subasta de bonos alemanes realizada el miércoles posiblemente haya proporcionado una vez más los fondos que el país necesita, pero los costos de financiamiento aumentaron e incluso los rendimientos del bono alemán de referencia en el mercado secundario, los cuales habían sido presionados a la baja hace solo unas semanas al 1,13%, fueron impulsados al 1,52% debido a que los inversionistas demandan mayores retornos.

¿La razón? Se dieron cuenta que el país ya no puede solamente resolver el problema con dinero, y que se llegó a un punto en que deberá acoger a los otros miembros en una unión fiscal más estrecha si el euro ha de sobrevivir.

Curiosamente, este punto aparece antes -y no después- de las elecciones griegas de este fin de semana, las cuales hasta ahora se consideraba un punto de quiebre de la crisis en general.

Si Grecia rechaza los partidos conservadores que aprobaron los términos del rescate de deuda de la Unión Europea, una salida de Grecia de la moneda única se volverá mucho más probable.

No obstante, fue la decisión de los líderes europeos de proporcionar un rescate de EUR100.000 millones (US$125.000 millones) para los bancos españoles la que parece haber sido el punto de quiebre.

En lugar de dar otro periodo de respiro a los mercados financieros mientras los políticos trabajan para resolver el problema, el rescate bancario parece haber galvanizado la percepción del mercado acerca de que es necesario acelerar las medidas hacia una unión fiscal.

En una intervención muy poco diplomática, el ministro de Economía del Reino Unido, George Osborne, destacó que la decisión de rescatar los bancos españoles proporcionando los fondos al gobierno español no ha podido convencer a los mercados de que la deuda soberana española es «completamente creíble». Sugirió que los alemanes, quienes hasta el momento han estado resistiendo una unión más estrecha, se convencerán de hacerlo solo una vez que Grecia haya sido eliminada de la moneda.

Y ése es precisamente el camino -hacia una unión bancaria y la creación de un bono conjunto de la zona euro- que están esperando ahora los inversionistas.

En ambos casos significará la dilución de la disciplina fiscal de Alemania tal como la conocemos.

En el primer caso, los bancos alemanes se volverían responsables de sus socios periféricos más débiles y, en el último caso, la emisión de un bono conjunto de la zona euro que financiara la región en general significaría que la propia Alemania ya no sería capaz de obtener las primas que alguna vez consiguió.

De hecho, el precio de financiar a la zona euro en su conjunto escalaría hacia el rango del 6% al 7% que ofrecen muchas de las naciones periféricas, y ya no sería del 1,50% que ofrece Alemania por sí sola.

En otras palabras, en tanto Alemania sea forzada a unirse al resto de la zona euro y a no estar más sola, el país y los alemanes comenzarán a pagar todo el costo de salvar al euro.
Fuente: The Wall Street Journal, 14/06/12.

Rajat Gupta es declarado culpable de usar inside information

junio 15, 2012

Ex director de Goldman es declarado culpable de usar datos confidenciales

Por Chad Bray, Michael Rothfeld y Reed Albergotti

 

Un jurado federal de Estados Unidos declaró culpable a Rajat Gupta, otrora ejecutivo y miembro de directorios en la cúspide del ámbito empresarial estadounidense, de uso de información privilegiada, lo cual corona la caída de la figura más prominente atrapada en la campaña del gobierno por detener la filtración de secretos corporativos a Wall Street.

Ex director de Goldman Sachs Group Inc. y Procter & Gamble Co., Gupta fue declarado culpable de tres cargos de estafa y un cargo de conspiración por transmitir información confidencial sobre ambas empresas a un fondo de cobertura (hedge fund) que ganó millones de dólares gracias a sus datos. Fue absuelto de dos cargos de fraude bursátil.

Gupta enfrenta hasta 20 años en prisión por cada cargo de estafa y hasta cinco por el cargo de conspiración. Sin embargo, su sentencia probablemente será reducida en forma significativa bajo pautas federales. La notificación de la sentencia está prevista para el 18 de octubre.

Fuente: The Wall Street Journal, 15/06/12.

 

Rajat Gupta

Más información relacionada:

https://www.economiapersonal.com.ar/2011/09/01/goldman-sachs-ofrece-un-menu-para-ganar-con-la-crisis-global/

http://money.cnn.com/2010/09/30/news/companies/rajat_gupta_scandal.fortune/index.htm

 

A.M. Best ratifica la calificación financiera ‘Excelente’ de National Western Life Insurance Company

junio 15, 2012

A.M. Best Affirms Ratings of National Western Life Insurance Company

 

A.M. Best Co. has affirmed the financial strength rating of A (Excellent) and issuer credit rating of «A» of National Western Life Insurance Company (NWL) (Denver, CO) [NASDAQ: NWLI]. The outlook for both ratings is stable.

 

The affirmation of the ratings reflects NWL’s stable statutory capital and surplus and consolidated GAAP equity, its strong level of risk-adjusted capitalization, profitable net operating performance–albeit decreased in 2011 due to index option volatility–the absence of financial leverage in its capital structure and a conservative fixed income investment portfolio. The rating actions also reflect NWL’s diverse business profile, which includes dollar-denominated life products to residents of Latin and Central America countries. A.M. Best recognizes NWL’s long-standing presence in the international life insurance segment as a strong competitive advantage that provides diversification of revenue, earnings and risk management. Other positive rating factors include NWL’s well-defined hedging programs designed to mitigate the equity market risk associated with its fixed index annuities and life products and asset/liability management that ensure appropriate matching of its assets with its product liabilities.

Partially offsetting these positive rating factors is NWL’s large and increasing exposure to interest-sensitive liabilities, which is a result of recent strong growth in annuity sales. The company’s interest-sensitive liability growth trends are supported primarily by a fixed-income investment portfolio, which could be vulnerable to declining yields and further reinvestment risks. A.M. Best recognizes that these risks are somewhat mitigated by surrender charge protection and market value adjustments within its annuity products, as well as by its strong capital position. A.M. Best believes NWL may be challenged to sustain and improve its historical operating performance given the expense strains expected from anticipated new business growth, the challenges of increased competition and costs related to its continuing technology enhancement initiatives. While acknowledging its recent efforts to grow its U.S. domestic life businesses, A.M. Best believes the company will remain challenged to meaningfully grow this segment in the near term given the intense competitive landscape of the individual life insurance market.

A.M. Best believes NWL is well positioned at its current ratings. Downward rating pressure could occur if there is a continuing trend of declining statutory earnings or sizable operating losses, further product concentration risk from the company’s interest sensitive liabilities and a significant drop in its reported risk-adjusted capitalization.

The methodology used in determining these ratings is Best’s Credit Rating Methodology, which provides a comprehensive explanation of A.M. Best’s rating process and contains the different rating criteria employed in the rating process. Additional key criteria utilized include: «Understanding BCAR for Life and Health Insurers»; «Assessing Country Risk»; and «Risk Management and the Rating Process for Insurance Companies.» Best’s Credit Rating Methodology can be found at www.ambest.com/ratings/methodology .

Founded in 1899, A.M. Best Company is the world’s oldest and most authoritative insurance rating and information source. For more information, visit www.ambest.com  
Fuente: A.M. Best Company, Inc. 31/05/12.

http://www.4-traders.com/NATIONAL-WESTERN-LIFE-INS-10293/news/National-Western-Life-Insurance-Company-A-M-Best-Affirms-Ratings-of-National-Western-Life-Insuran-14352176/

 

 

National Western Life Insurance Company
Información relacionada:

https://www.economiapersonal.com.ar/2011/10/13/national-western-life-insurance-company-nwli-marty-whitman-e-insiders-son-optimistas-sobre-esta-accion/

 

 

Cómo el nivel de educación afecta los negocios

junio 15, 2012

Cómo el nivel de educación afecta los negocios

 

La prosperidad ha tomado por sorpresa a los sistemas nacionales de educación en América Latina, región que desde hace mucho figura rezagada en las estadísticas mundiales y que, a pesar de los avances recientes, tiene dificultades para formar una mano de obra calificada. En una serie de reportajes sobre educación, The Wall Street Journal Americas conversó con empresarios cuyas compañías apoyan a Worldfund, una organización sin fines de lucro estadounidense financiada por empresas privadas y cuyo objetivo es mejorar la calidad de la enseñanza, y les preguntó cómo la calidad de la educación en América Latina afecta sus negocios. He aquí unos extractos:

 

CARLOS LABARTHE COSTAS

Banco Compartamos

Entrevista de Di Pinheiro

 

Al frente de una institución de microcrédito, el mexicano Carlos Labarthe Costas, presidente ejecutivo y uno de los fundadores de Banco Compartamos SA, enfrenta obstáculos generados por el bajo nivel de escolaridad tanto para el reclutamiento de funcionarios como en sus negocios con clientes de baja renta.

Costas dice que Compartamos cuenta con 2,3 millones de clientes en México, Perú y Guatemala y una cartera de crédito que ronda los US$1.000 millones, cuyo grueso viene de las zonas rurales, exactamente una de las áreas más problemáticas en la educación en Latinoamérica.

Hijo de una maestra, el ejecutivo de 43 años defiende una mejor preparación para los profesores y un énfasis en la enseñanza de las matemáticas. Costas cree que la enseñanza del inglés también es fundamental para los microempresarios mexicanos, que por estar tan cerca de Estados Unidos pueden perder oportunidades de negocios con el rico vecino del norte.

Compartamos también a sus nuevos funcionarios a tres meses de capacitación antes de la contratación definitiva.

Carlos Labarthe Costas: Es curioso como algunos empleos se han perdido con la tecnología; los trabajos medios, como por ejemplo la facturación en el aeropuerto. Los puestos de complejidad mediana se están perdiendo a manos de la tecnología. Para empleos más simples hay mucha demanda.

Ciudad de México está repleta de proyectos de infraestructura. Eso explica porque, a pesar de que no haya educación superior, hay mucho empleo para la gente con un nivel educativo bajo.

Precisamos educar a nuestros hijos de un modo diferente. El problema no es sólo que no lleguen a la universidad, sino que los que llegan no están bien preparados. Hay un cierto miedo a las carreras matemático-administrativas.

Nuestro desafío es que (los profesionales formados) no están preparados como deberían. Las microfinanzas son un tema nuevo, con productos y metodologías específicas.

WSJ: ¿Cuál es la situación con sus clientes?

Costas: No existe educación financiera. (Muchos de ellos) no saben hacer una regla de tres.

Tienen que hablar inglés, lo que puede cambiar la perspectiva económica de la persona en México debido a la proximidad con EE.UU.

La baja calidad de la educación (en México) genera poco conocimiento, poca especialización y poco compromiso. Si estoy especializado en algo, sigo con esa carrera; si no hay nada especial, no tengo motivos para seguir (en el empleo). Menos compromiso, más volatilidad.

Subsidiar la educación es una cuestión de supervivencia para el banco.

WSJ: ¿Qué puede hacer al respecto?

Costas: El mayor desafío de la educación hoy en día es mejorar la calidad de los estudiantes que estamos formando y darles un camino profesional a seguir. No es justo decir que se trata de un problema de Estado, es un problema de todos. Me encantaría que las microfinanzas fuesen enseñadas en la escuela.

Para preparar colaboradores (ofrecemos) capacitación y certificaciones: un mes de capacitación, tres meses para la certificación. Sólo después nos planteamos un contrato fijo (…). Este año contrataremos a 7.000 personas.
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MARCOS MOLINA

Marfrig

Entrevista de Paulo Trevisani

 

Marfrig Alimentos SA es una multinacional con 90.000 empleados, un tercio de los cuales trabajan fuera de Brasil, y marcas en Estados Unidos y Europa, pero el epicentro de sus negocios está donde la educación es históricamente más problemática: en la zona rural de países como Brasil, Argentina y Uruguay.

Habiendo crecido en ese ambiente, Marcos Molina, presidente y fundador de Marfrig, es un testigo del impacto que la educación puede tener sobre funcionarios, proveedores y consumidores a medida que la clase media crece y se vuelve más exigente.

Pero su visión es optimista. Molina cree que ha habido progreso en todos los aspectos: sus empleados —que un número creciente de empresas se disputan— están hoy en día mejor preparados, sus proveedores son más ágiles a la hora de cumplir con las exigencias sanitarias más rigurosas y sus consumidores, un número cada vez mayor de los cuales ahora lee las informaciones que vienen en los empaques, son más exigentes.

Marfrig informa haber participado en una serie de actividades ligadas a la educación en los países donde tiene presencia. Esas iniciativas van desde la conducción defensiva en el Reino Unido hasta el financiamiento de los estudios de empleados y sus familiares en Brasil, entre otras cosas.

Marcos Molina: Hoy en día, con la mejora que está habiendo en los niveles educativos, la gente contará cada día más con una oferta de mano de obra calificada que irá mejorando la calidad de la empresa, en general. Uno va mejorando la base. (Eso) en todos los niveles, desde el operario de fábrica hasta el nivel gerencial.

Cuando digo planta de fábrica, eso incluye a los operadores de maquinaria, el personal de recursos humanos y los veterinarios. Nuestra planta de fábrica está bastante calificada y la plantilla está bien capacitada.

Antes era más difícil (encontrar mano de obra calificada); últimamente, ha mejorado. Sólo que actualmente la demanda (para esa mano de obra) es muy alta.

Creo que, en la parte del consumidor, conforme mejora esa base educativa, el consumidor acaba leyendo más y se vuelve más exigente. La gente nota eso, que el consumidor exige más (incluyendo) sobre el origen del producto. Con la mejora del poder adquisitivo, también (empieza a exigirse) una mejora en la calidad de las materias primas.

WSJ: ¿Cómo han cambiado sus proveedores en el tema educativo?

Molina: Desde el punto de vista del productor rural, ahora tenemos programas de habilitación de granjas, (combate del) trabajo esclavo y para que las granjas habilitadas para exportar a Europa no puedan mezclar medicamentos de (otros) animales con el del ganado.

Antes, el hijo del productor era criado en la granja. Ahora es educado en la ciudad, en la escuela, y después vuelve para hacerse cargo de la empresa. Mejoró mucho esa parte y está mejorando la parte de la estructura de las instalaciones.

Antiguamente las condiciones eran precarias para el trabajo agrícola y ahora hay reglas que todo el mundo sigue.

La gente trabaja con alimentos y uno tiene que lidiar con la seguridad alimenticia. Entonces, es muy importante que el trabajador sea consciente de que está cuidando de un producto que (va para) el consumo directo, especialmente para nosotros que vendemos platos precocinados. Nuestro empleado está trabajando en nuestra fábrica como si estuviese cocinando en casa y es ahí donde digo que ayuda esa mejor base de preparación, (…), con mayor capacitación y nivel de escolaridad.
Fuente: The Wall Street Journal, 13/06/12.

R. Allen Stanford es condenado a 110 años de prisión

junio 14, 2012

R. Allen Stanford es condenado a 110 años de prisión

Por Daniel Gilbert

 

HOUSTON — R. Allen Stanford, el financista que fue encontrado culpable de organizar una estafa tipo ponzi de US$7.000 millones, fue sentenciado el jueves a 110 años de prisión.

La condena es, en la práctica, una cadena perpetua para Stanford, quien tiene 62 años. El financista solía vivir extravagantemente, a bordo de yates, jets y hogares en todo el mundo.

«No dirigía una estafa ponzi, no defraudé a nadie», dijo Stanford, vistiendo un uniforme verde de la prisión, al juez de distrito estadounidense David Hittner antes de la sentencia.

.En su declaración, marcada por largas pausas cuando se ahogaba y limpiaba sus lágrimas, Stanford acusó al gobierno de usar «tácticas al estilo de la Gestapo» y lo culpó de los miles de millones de pérdidas de sus inversionistas.

La sentencia de Stanford fue 40 años menor que la que se impuso a Bernard Madoff, pero 100 años más de lo que pidieron sus abogados.

La sentencia pone fin al proceso de tres años contra Stanford, quien fue condenado por un jurado federal en marzo de 13 de 14 cargos, incluyendo fraude, obstrucción de la justicia y conspiración para cometer lavado de dinero. Aunque los inversionistas continúan tratando de recuperar cientos de millones de dólares en un caso civil, el fin del caso penal cierra el capítulo de una de las figuras más particulares en los anales de los crímenes de cuello blanco.

Fuente: The Wall Street Journal, 14/06/12.

La Argentina perdió otro juicio ante el tribunal del Banco Mundial

junio 13, 2012

La Argentina perdió otro juicio ante el tribunal del Banco Mundial

Por Silvia Pisani

 

WASHINGTON – La Argentina obtuvo un fallo adverso del tribunal arbitral del Banco Mundial (Ciadi) en el caso abierto por la estatización de la empresa de aguas de Mendoza, pero el dato que más inquieta es que la determinación castigue que se haya «expropiado sin indemnización adecuada a cambio» a la empresa inversora, la francesa Saur.

La resolución, al mencionar una «expropiación sin contraparte», sienta un precedente riesgoso de cara a la previsible batalla que el Gobierno deberá dar en estos mismos tribunales ante el reclamo que prevé presentar la petrolera española Repsol por la estatización del 51 por ciento de sus acciones en YPF.

En el caso Saur, que era la operadora de Aguas Mendocinas, el tribunal con sede en esta ciudad dispuso también la conformación de una comisión específica para determinar la cuantía del monto que debería pagar la Argentina.

El reclamo inicial fue de unos US$ 200 millones, pero es posible que la cifra varíe, según indicaron fuentes familiarizadas con el expediente. «Estamos muy satisfechos con este fallo que beneficia a nuestro cliente», dijo, ante la consulta de LA NACION, el abogado Fernando Mantilla Serrano, que integró el equipo que representó a la francesa Saur.

La disputa se basó en el incumplimiento de contrato y en la violación del tratado bilateral para la protección de inversiones entre ambos países. En su transcurso, la demandante señaló que, por la crisis de 2002, primero se le congelaron las tarifas y luego, con el correr de los años, no se le concedieron en tiempo los ajustes acordados con las autoridades. «Fue un caso de estrangulamiento de la empresa. Primero le congelan la tarifa; luego, no le conceden los ajustes que llegaron a acordarse y, finalmente, se le reprocha falta de inversión, se la interviene y se la estatiza», enumeró el letrado.

Relaciones complicadas

El fallo adverso llega en medio de una tensa situación entre la Argentina y el Ciadi luego de que nuestro país decidiera no cumplir dos fallos en favor de empresas norteamericanas por un monto conjunto de 300 millones de dólares, en una decisión que fue catalogada como de «práctica desleal» por parte de la administración norteamericana.

En represalia, la administración Obama canceló beneficios arancelarios a productos argentinos y se opone a que el país busque financiación en organismos multilaterales.

La Argentina tiene aún 17 causas abiertas ante el organismo, y llegó a acumular 42 luego de la crisis de 2001. El Ciadi es objetado por Venezuela y Ecuador, que lo consideran «demasiado proclive» a los inversores.

«Nuestro gobierno no tiene pensando apartarse del Ciadi», expresó el embajador argentino ante EE.UU., Jorge Argüello. Pero fue el mismo Argüello quien previno en más de una ocasión que hay «mala fe y mala información» respecto del comportamiento del gobierno de Cristina Kirchner en el tribunal.

En el caso Saur, pese a que la involucrada era Obras Sanitarias de Mendoza, la demanda se entabló hace más de siete años contra el Estado argentino. En ese período, el gobierno provincial dijo estar seguro de poder demostrar las «enormes irregularidades» registradas desde que se privatizó el servicio, en 1998.

Fuente: La Nación, 13/06/12.

Argentina: Recesión con Inflación

junio 12, 2012

Más que nunca: es la economía, estúpido
Por Roberto Cachanosky

 

En mayo, la producción de autos cayó el 24% con relación a mayo del año pasado, en tanto que las exportaciones de automóviles disminuyeron el 45,7%. En los primeros 5 meses del año la producción disminuyó el 20,5% y las exportaciones el 26,5%. La industria automotriz, la nave insignia que venía empujando el aumento de la producción industrial ya no empuja, principalmente porque Brasil viene desacelerando su economía.

La venta de maquinaría agrícola cayó a la mitad en los primeros 5 meses del año. La demanda laboral de abril de este año, en Capital Federal y el Gran Buenos Aires, volvió a caer y está un 2,3% por debajo de abril del 2002, el peor mes del peor momento de la crisis del 2002. Mientras tanto, la construcción se desploma y la actividad inmobiliaria agoniza.

Podría seguir con más datos para mostrar que la economía argentina se está frenando de golpe, pero, para no aburrir al lector dejo el tema aquí y, finalmente, le recuerdo que Renault suspendió 2000 trabajadores por falta de demanda.

La combinación de recesión con inflación se está haciendo realidad, a pesar de las acusaciones de agorero que recibí durante mucho tiempo y la agresión de los ‘ciberK’ que siempre me decían que pronostico la crisis y nunca llega. Hoy el descontento de la gente se palpa en la calle. Por eso, ahora más que nunca, cae como anillo al dedo aquella frase de Bill Clinton en la campaña electoral de 1992 en EE.UU: es la economía, estúpido.

Si bien el gobierno, siguiendo su estrategia de acomodar el discurso a su conveniencia, pasó a decir que el modelo estaba blindado de la crisis internacional a sostener que el mundo se nos cae encima para no hacerse responsable de los líos que hizo, la realidad es que el problema económico que tenemos por delante es más por torpezas del gobierno que por la crisis internacional.

Sin duda que Brasil impacta en la economía argentina, el problema es que sin el viento de cola que tuvieron durante varios años, las inconsistencias del modelo quedan a la vista. Es más, no solo quedan a la vista, sino que, encima, las medidas adicionales que va tomando el grupo de inexpertos, que cada día ven qué pueden inventar para zafar del lío que hicieron el día anterior, aceleran la desconfianza y profundizan la crisis. Solo en mayo el sistema financiero perdió U$S 1.543 millones de depósitos en dólares, y el dólar marginal se disparó por encima de los $ 6. La desconfianza de la gente en el futuro económico es manifiesta. Cuando un operario ve que cuando en la empresa no reponen al personal que se va, cuando ve que le recortan las horas extras, los turnos, etc., entra en pánico y comienza tener temor a perder su trabajo. ¿Qué hace en ese caso? Restringe el consumo y trata de no usar la tarjeta de crédito para comprar en 12 cuotas el televisor porque no sabe si va a poder pagarlo. Encima ve como el billete de 100 pesos ya es cambio chico, porque sirve para comprar muy pocas cosas.

El gran interrogante es: ¿qué hará el gobierno ante el lío económico que tiene por delante? Hasta ahora, cada vez que tuvo un problema económico, redobló la apuesta, confiscando y regulando más la economía. Y eso lo sigue haciendo. El diputado Depetri estaría por presentar un proyecto de ley para pesificar la economía, que es lo mismo que pretender derogar la ley de gravedad por ley. Lo que quiere hacer el diputado kirchnerista es establecer que si Ud. se tira del piso 11 va a flotar. Claro que no va a ser él que se tire primero para demostrar que su ley funciona, en todo caso tirará a la sociedad desde el piso 11 para ver si la gente flota.

Lo del kirchnerismo es permanente relato inventado y puro golpe de efecto. Cristina Fernández cree que la gente va a vender sus dólares para pasarse a pesos porque ella anuncie por cadena que va a pesificar sus ahorros en dólares y colocarse a tasa de interés. Por cierto, sería bueno que, también por cadena, muestre el papelito en el cual concretó la operación de vender sus 3 millones de dólares al tipo de cambio oficial y colocó los pesos a una tasa de, digamos, el 10% anual. Pero volviendo al anuncio, la gente no va a rifar sus ahorros pasándose a pesos para que la inflación se los devore. Cada medida que toman y cada discurso que dan terminan espantando más a la población.

¿Cambiará CFK de política económica? En general, los gobiernos que aplican políticas económicas populistas no suelen cambiar de política económica, lo máximo que puede llegar a hacer es anunciar algunas medidas de austeridad que no sirven para nada porque no constituye un plan económico consistente de largo plazo. Doy dos ejemplos: cuando en el segundo gobierno de Perón se acabaron las reservas del BCRA, tuvo que recurrir al famoso: de casa al trabajo y del trabajo a casa, para no decir que venía el ajuste. Pero no había nada concreto de fondo en su propuesta y, además no era creíble. Otro caso, el de Alfonsín anunciado que se iba a privatizar todo lo que fuera necesario y a bajar el gasto público. El hombre hizo el anuncio pero luego no llegó a nada.

El caso de Cristina Fernández es más complicado porque ella sabe que, en estos 9 años, ella y su marido construyeron su poder político en base a las políticas económicas populistas. Girar 180 grados implicaría perder el poder disciplinador de la billetera. Aunque, en rigor, ese poder lo va a perder porque el Estado nacional no tiene ni para financiar sus propios agujeros fiscales. Si pierde la billetera, como está ocurriendo, no solo perderá el apoyo de los gobernadores e intendentes, que no recibirán un peso a cambio de subordinarse a sus caprichos, sino que, encima, tampoco podrá frenar el descontento social. Porque, para decirlo directamente, acá el ajuste que se viene es de una dureza inusitada por la magnitud de la distorsión de precios relativos y por el disparatado nivel de gasto público que ya es infinanciable.

Pero hagamos un ejercicio de ciencia ficción y supongamos que CFK decide despedir a Moreno y a la legión de incompetentes que la rodea. ¿Quién estaría dispuesto a asumir el cargo sabiendo que ni bien recupere un poco la economía, la presidente puede volver a las andadas? Sería como buscar a un kamikaze que quisiera asumir el rol de otro Celestino Rodrigo que tuvo que destapar la olla que había dejado hirviendo Gelbard con su inflación cero.

Algunos consideran que esto se resuelve con un mínimo de racionalidad. Por supuesto que un mínimo de racionalidad institucional y económica sería mejor que lo que tenemos, pero lamentablemente ya no alcanza. Es tarde. Ahora solo queda ver cómo evoluciona la crisis económica, si el descontento social tiende a desbordarse y cómo reaccionará el gobierno ante este escenario inédito para ellos que es mandonear sin plata.

Es casi matemático. Mientras hay plata y fiesta de consumo la gente mira para otro lado en los temas institucionales, de corrupción y atropellos a los derechos individuales. Cuando no hay plata, desaparecen los distraídos y todos esos temas ya no se toleran. Bien, ahora no hay plata y la fiesta de consumo se acaba.

Estamos en un avión que entró en emergencia y los pilotos tiraron el manual de procedimientos por la ventanilla, porque creen que con discursos en cadena con buena escenografía van a poder aterrizar sin problemas el avión. Veremos si el discurso desde el atril con buena puesta en escena puede reemplazar a las leyes de la economía.
Fuente: Economía para todos, 10/06/12.
Más información en: www.economiaparatodos.com.ar

La absurda pesificación

junio 11, 2012

Pesificados

Por Enrique Szewach

 

Un señor se acerca al rabino del pueblo con “la solución para el problema de la pobreza”: “Que los hijos de los ricos se casen con las hijas de los pobres y que las hijos de los pobres se casen con las hijas de los ricos”. ¡Excelente idea!- responde el Rabino- “Yo me encargo de convencer a los pobres, usted vaya, y convenza a los ricos”.

No sé por qué, el tema de la pesificación de las operaciones de compra venta de bienes muebles e inmuebles, que intentan imponer algunos legisladores, me recordó esa vieja historia.

Aquéllos que quieren comprar un bien, no tienen problema en pagarlo en pesos, una vez acordado precio y condiciones. El problema es de aquéllos que venden y sólo desean recibir dólares, dada la dificultad que existe hoy para cambiar pesos por dólares, sin infringir, supuestamente, la ley, además de la volatilidad en torno a la cotización del dólar no oficial.

En otras palabras, las operaciones de compra venta de inmuebles y otros bienes están dolarizadas, porque quién vende quiere recibir dólares, y no porque el que compra quiere pagar con dólares. Pero como el que vende no tiene acceso libremente a esos dólares, si recibe pesos, vende en dólares, o no vende. De manera que las operaciones de compra venta de inmuebles han caído drásticamente, porque no existe un mercado libre de compra venta de dólares. Cualquier ley de pesificación, no modifica este escenario, al contrario, al obligar a cancelar en pesos, cierra la única posibilidad que aún existe para realizar este tipo de operaciones: que un tenedor de dólares, en un Banco, en una caja de seguridad, o en su casa, pueda pagar con esos dólares a  quien desea vender. (Y aquí no existe la “excusa” de combatir dinero ilegal, dado que se trata de bienes registrables, en dónde intervienen profesionales obligados a denunciar cualquier anomalía).

En cuanto a los contratos de alquiler o de otro tipo, están estipulados en dólares, porque, prohibida la indexación, y siendo de relativo largo plazo, es una manera que tienen los firmantes de “simular” una indexación, aunque el precio del dólar no haya evolucionado al ritmo de la inflación interna.

De manera que, pesificar esos contratos, en la práctica, implica obligar a las partes a “adivinar” la evolución futura de la inflación o de la cotización del dólar, y siempre y cuando se esté dispuesto a recibir pesos. Entonces, lejos de pesificar ciertas  transacciones, se trata casi de impedirlas.

La economía argentina ya está bastante trabada por las restricciones a exportar e importar, y por los controles sobre el mercado de cambios, como para frenarla aún más, con intentos de convencer a los ahorristas de que ahorren en pesos perdiendo valor (por la tasa negativa) o que demanden pesos con una inflación superior al 20% anual. O que reciban pesos y no dólares.

Y una economía trabada implica menor nivel de actividad, menor recaudación, mayor déficit fiscal, menor empleo, etc. etc.

Ninguna de las restricciones que hoy rigen en torno a la economía argentina soluciona el problema de fondo, el desaliento a la producción local de energía, lo que obliga a importar más.

La pérdida de competitividad de las exportaciones, o el aislamiento del mercado de capitales global.

Los controles, y asustar a la gente con la pesificación forzada,  no aumentan la oferta de dólares (por el contrario, incitan a la caída de los depósitos en moneda extranjera en el sistema financiero local) y reducen aún más el nivel de actividad, porque una parte del consumo y la inversión se hacía “desahorrando” dólares y ahora no se desahorra por miedo a no poder recomponer ese ahorro en dólares en el futuro, o por miedo a que esa recomposición cueste mucho más caro.

Es  por eso, que el escenario de desaceleración que se preveía hace unos meses, se está transformando, sin prisa pero sin pausa, en un escenario moderadamente recesivo.

En síntesis, contrariamente a lo que piensan sus entusiastas, la pesificación “por las malas” es recesiva.

Los gruesos errores de política económica de los últimos años, exacerbados en los últimos meses, sumados a un escenario internacional menos favorable, se están haciendo notar.

Todavía se está a tiempo de revertir la tendencia, sin medidas “heroicas”.

Pero la solución pasa muy lejos de imponer un peso inflacionario, o de fusionar todos los ministerios en el Ministerio del Interior.
Fuente: Perfil, 10/06/12.
Más información: www.szewachnomics.com.ar

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