El alto costo de los subsidios en Argentina

diciembre 24, 2012

Subsidios
Por Enrique Szewach

Como ya le mencioné, al punto de ser más pesado de lo que indica la balanza, que no es poco, la palabra «gratis», en economía, no existe, siempre alguien paga.

Simplificando, o lo paga el consumidor, a través del sistema de precios, o se paga en forma indirecta, mediante la recaudación impositiva, transformada luego en subsidio, transferencia, etc.

Lo más eficiente, desde el punto de vista económico y de asignación de recursos,  es que predomine el sistema de precios (lo que obliga a un buen marco regulatorio y de defensa de la competencia en sentido amplio) y que los impuestos se limiten a financiar bienes públicos (como la justicia o la seguridad), u obras de infraestructura y que, como política social,  se subsidie solo a aquéllas personas cuyos ingresos les impide pagar los precios plenos de bienes y servicios determinados, considerados esenciales para la calidad de vida.

Por supuesto, esta regla tiene cierta flexibilidad derivada de las condiciones y preferencias de cada sociedad, la que determina, en cada momento, la combinación entre precios, impuestos y endeudamiento (que no es otra cosa que impuestos futuros).

El gobierno kirchnerista, amplió exageradamente, el conjunto de bienes y servicios a ser financiados con impuestos en lugar de precios.

Asimismo, obligó a muchos productores privados a subsidiar directamente, vía la fijación de precios máximos, prohibiciones de exportar, retenciones y otros mecanismos, al resto de los productores y/o consumidores. Tal el caso de la cadena energética, algunos alimentos, y otros productos o servicios.

El resultado de esta política está hoy a la vista.

El sistema de subsidios a los precios de bienes y servicios está en crisis. El gasto en este rubro, prácticamente se cuadruplicó, en términos de PBI, en seis años, lo que explica parte del récord de presión impositiva actual, al punto que ahora hay que recurrir, además, al impuesto inflacionario y al endeudamiento en el mercado local, para seguir sosteniendo este mecanismo.

A su vez, resulta indiscutido el deterioro en la calidad en el sistema de transporte, de energía eléctrica, de infraestructura en general.

El anuncio de los aumentos en los precios del transporte colectivo y de trenes  de estos días, se inscribe, entonces, en la necesidad de remontar este incordio o, mejor dicho, dejar de profundizarlo.

Por otra parte, el intento de obligar a los privados a subsidiar a otros privados llevó a un desplome de la oferta de aquéllos bienes sometidos a dicho sistema, obligando, en el caso energético, a importar lo que antes exportábamos, y a empezar a reconocer, aunque sea marginalmente, nuevos precios para revertir, en el largo plazo, el fracaso de este esquema.

Lo mismo sucede en el caso de algunos alimentos, en dónde, finalmente, hubo que reconocer precios superiores aún a los internacionales, tratando de recuperar la oferta local.

Respecto de los productos de consumo masivo, los controles de precios y el aumento de la presión impositiva, incrementaron la concentración de la industria, en contra de las pymes.

En síntesis, todo este esquema de precios artificiales, subsidios cruzados, controles y prohibiciones ha fracasado.

Ahora se intenta volver desde ahí. Pero claro, como no se puede hablar de la «herencia recibida» y, como arreglar semejante desastre rápidamente, implicaría un shock complejo de instrumentar y explicar, se avanza tímidamente, con marchas  contramarchas y con serios problemas de credibilidad para sostener y defender, con los mismos actores, los cambios.

En este contexto, no deja de llamar la atención que el gobierno porteño haya querido «imitar» el desastre nacional, en el esquema armado para financiar el traspaso del subterráneo a la jurisdicción local.

Es cierto que, al no tener el control de la Legislatura, hubo que negociar lo posible, y no necesariamente lo mejor, y no es menos cierto que pagar el costo político de blanquear el verdadero precio del viaje en subterráneo, sin saber los verdaderos costos, tampoco era aconsejable.

Pero insistir con estos mecanismos de subsidios cruzados, habiendo información, a través de la asistencia social de la ciudad, y tecnología, mediante la tarjeta SUBE,  para subsidiar sólo a quienes lo necesitan, implica consolidar un esquema que es un evidente desastre.

Al menos, se debió dar el debate necesario para corregir estas distorsiones en un futuro cercano, resaltando la transitoriedad del mecanismo actual.

La aritmética, en ese sentido, resulta contundente. Multiplicar un fracaso, no ha dado nunca como resultado, un éxito.

Fuente: Perfil, 23/12/12.

Enrique Szewach

Enrique Szewach

El dólar es el principal refugio

diciembre 24, 2012

Cuando las malas noticias para EE.UU. son buenas para el dólar
Por Matthew Walter

Cuando se trata de la relación entre el llamado abismo fiscal y el dólar estadounidense, las buenas noticias son malas, mientras que las malas son buenas.

Así quedó demostrado el viernes pasado luego de que los republicanos de la Cámara de Representantes de Estados Unidos no lograran aprobar el jueves su versión de un proyecto de ley para no caer en el abismo fiscal. Ese giro de los acontecimientos elevó el riesgo de que las alzas de impuestos y los recortes de gastos programados para entrar en vigor en enero, de no mediar un acuerdo, pongan en riesgo la salud de la economía de EE.UU., que podría volver a caer en recesión.

En respuesta a ello, el dólar repuntó y avanzó 0,4% según el Wall Street Journal Dollar Index, que mide el desempeño de la moneda de EE.UU. frente a una canasta de divisas.

La razón es que los inversionistas consideran el dólar como un refugio, lo que significa que su cotización se fortalece cuando las perspectivas de alcanzar acuerdos políticos en Washington se vuelven más inciertas. Los inversionistas creen que esta dinámica continuará hasta que la saga del abismo fiscal llegue a su fin.

«No deja de ser irónico que mientras el abismo fiscal se aleja y parece que la solución está cerca, el dólar cae, mientras que en tiempos de incertidumbre, aumenta su demanda», dice Firas Askari, director de de operaciones de divisas extranjeras de BMO Capital Markets, en Toronto.

El 5 de diciembre, cuando las negociaciones habían llegado a un punto muerto, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, dijo que el gobierno estaba «absolutamente» preparado para caer en el abismo, es decir permitir la puesta en marcha del paquete de recortes de gastos y aumentos tributarios, en el caso de que los republicanos se negaran a aceptar el incremento de impuestos a los ciudadanos con mayores ingresos que propone el gobierno. Sus comentarios contribuyeron a un alza del dólar de 0,5% en dos jornadas. Posteriormente, el 17 de diciembre, cuando la reunión entre el presidente Barack Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner reforzó el optimismo sobre las conversaciones, el índice del dólar descendió 0,2%.

Detrás de estos movimientos se halla el papel del dólar en los mercados globales. A pesar de los enormes déficits de EE.UU. en materia comercial y fiscal, el mercado de dólares es el más profundo y líquido del mundo.

Eso les otorga a los gestores de activos y a los inversionistas especulativos la confianza de que van a poder comprar rápidamente dólares para luego venderlos con la misma facilidad, una vez que disminuya la tensión del mercado.

Como resultado, la fuga de los inversionistas hacia los activos considerados más seguros pesa más que cualquier preocupación sobre una nueva recesión en EE.UU. Un deterioro de la economía estadounidense podría llevar a una relajación todavía más enérgica de la política de la Reserva Federal. Eso, a su vez, tendría consecuencias negativas para el dólar. La Fed probablemente imprimiría más dinero para comprar bonos, reduciendo los rendimientos de la deuda denominada en dólares.

Por otra parte, las buenas noticias sobre el abismo fiscal son interpretadas como una señal de que es hora de invertir en activos de mayor riesgo. Ante una menor probabilidad de que EE.UU. caiga de nuevo en una recesión, los inversionistas se sienten más cómodos aprovechando las bajas tasas de interés en EE.UU. para endeudarse en dólares. Su intención es venderlos a continuación para financiar apuestas sobre la trayectoria de monedas que ofrecen un mayor riesgo a cambio de mayores retornos, como el peso mexicano o el ringgit de Malasia.

En general, los inversionistas han mantenido un optimismo cauto de que los legisladores estadounidenses encontrarán la forma de evitar el abismo fiscal. En la tarde del viernes, el presidente Obama delineó un plan para aprobar una ley que evitaría lo peor de los aumentos de impuestos programados.

Ese optimismo no ha beneficiado al dólar, que en lo que va del mes acumula una caída de 1,6% frente al euro. «Los inversionistas todavía piensan que se puede llegar a un acuerdo», dijo Steven Englander, director global de estrategia cambiaria del Grupo de los 10 para Citigroup Inc.

La dirección general de las conversaciones en Washington sugiere que, al fin de cuentas, se alcanzará un acuerdo, dijo Paresh Upadhyaya, director de divisas en Pioneer Investments, en Boston, que gestiona activos por US$205.000 millones. Su firma acaba de aumentar su apuesta a una depreciación del dólar contra el rublo ruso y la lira turca.

Fuente: The Wall Strett Journal, 23/12/12.

Las lecciones que deja el rescate de AIG

diciembre 24, 2012

Las lecciones que deja el rescate de AIG
Por Francesco Guerrera

Desde que asumió en 2009 las riendas de American International Group Inc. (AIG), Robert Benmosche ha tenido tanto victorias como fracasos. Pero la semana pasada, el presidente ejecutivo del gigante de los seguros pareció conseguir un final feliz gracias a que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos vendió el último tramo de acciones que poseía de AIG, que fue rescatada por el gobierno estadounidense.

Después de años de luchar contra aquellos que no creían que la aseguradora sobreviviría, el principal financista de la empresa (el gobierno estadounidense), su propia junta directiva e incluso un cáncer, el ejecutivo de 68 años fue capaz de declarar el fin de la empresa como una división estatal.

La venta que realizó el Tesoro permite que Washington se quede con una ganancia de más de US$22.000 millones sobre su rescate de AIG en 2008. Y Benmosche puede recibir mucho crédito por lograr lo que alguna vez se creyó imposible. En cierto momento, incluso los contadores en Washington proyectaron una pérdida de US$30.000 millones sobre la ayuda a AIG.

«Tuvimos un gran objetivo descabellado y audaz para el año», dijo Benmosche. «Lo hemos logrado», añadió.

Pero ante de que Benmosche y su ex principal accionista den la vuelta de la victoria, vale la pena repasar la experiencia traumática del rescate de AIG en el contexto actual. Cuatro años después de la crisis, grupos financieros grandes y complejos siguen siendo una amenaza para el sistema.

Que el gobierno estadounidense haya registrado una ganancia es mejor que lo contrario, pero los buenos rescates son tan poco frecuentes como los almuerzos gratis.

Empecemos desde el principio. Mi recuerdo más vivo del rescate de AIG en septiembre de 2008 es que los reguladores no tenían ni idea de qué hacer con un gigante de los seguros que había sido hundido por apuestas descuidadas sobre derivados.

La Reserva Federal (Fed) y el Departamento del Tesoro de EE.UU. sabían lo que pasaba en los bancos y las firmas de valores que se habían metido en problemas, pero ninguno le había prestado mucha atención a AIG porque la empresa era (poco) regulada por otras agencias.

Por tanto, el rescate de la empresa tuvo mucho de experimento y error. Empezó con un préstamo de US$85.000 millones de la Fed y terminó con un compromiso federal de US$182.000 millones. Originalmente se les prometió a los contribuyentes estadounidenses que se les devolvería el dinero a través de la «venta de liquidación» del siglo, pero terminaron recibiendo el pago de la deuda (con excedentes), gracias a la estrategia de Benmosche de mantener AIG a flote al deshacerse de divisiones, activos y personal.

Y en lugar de un presidente ejecutivo dócil que siguiera órdenes, el Congreso y el Tesoro estadounidenses tuvieron a Benmosche, que desafío las creencias generales y fue una contraparte firme con una idiosincrasia que combina diatribas llenas de palabrotas y sagacidad empresarial.

Este rescate apresurado, controversial y ejecutado de forma peligrosa no debería verse como un modelo. Cuando los historiadores financieros pregunten qué se aprendió de la saga de AIG, la respuesta verdadera debería ser: no lo vuelvan a hacer.

El dato más valioso de la crisis de AIG puede ser lo que nos dice sobre las necesidades de otros grupos financieros.

«Redujimos enormemente el tamaño de AIG y la hicimos una compañía más simple y fácil de manejar», dice Jim Millstein, quien fue director de reestructuración del Tesoro hasta marzo de 2011. «No redujimos ninguna de las otras firmas, ni insistimos en disminuir su complejidad».

Algunas, como Citigroup Inc. y Bank of America Corp., se han embarcado en sus propias dietas. Como un todo, sin embargo, el sistema financiero está más concentrado ahora que antes de la crisis.

Como lo reportó The Wall Street Journal la semana pasada, los cinco bancos más grandes de EE.UU. tienen 43,7% de todos los depósitos del país, un alza frente a 37,1% en 2007 y alrededor de 28% hace una década.

Si ha pasado algo, es que la complejidad de los grupos financieros ha aumentado como resultado de los cambios en el mercado y una cantidad de regulaciones nacionales e internacionales a menudo en conflicto. Y aún no hay señales de un plan factible que permita que una institución en problemas quiebre sin poner en peligro a toda la economía.

El hecho de que EE.UU. haya sacado una generosa ganancia sobre AIG a través de la combinación de una gestión de mano dura, mercados favorables y, sí, suerte, no debería hacer creer a los estrategas, banqueros e inversionistas que están en territorio seguro. La realidad es que si AIG, o cualquier otra compañía, quiebra hoy en día, nuestro sistema no estaría preparado para enfrentar un crisis así y no podría extraer muchas lecciones de la experiencia de 2008.

Fuente: The Wall Street Journal, 18/12/12.

Robert Benmosche, presidente ejecutivo de AIG.

Cómo negociar de manera eficaz

diciembre 23, 2012

Cinco consejos de los profesores de la Escuela de Negocios de Harvard sobre cómo negociar de manera eficaz
Si sigue estos cinco consejos de los profesores John Davis y Deepak Malhotra, las negociaciones de su empresa familiar pueden lograr concesiones que agregan valor y conservar saludables relaciones profesionales y personales.

1.Analice el espacio de negociación

Las empresas familiares se componen de relaciones complejas e interrelacionadas donde los roles y la participación tiene dos niveles. Identidades, como padre, cónyuge y director pueden recaer en una persona que tiene que aprender a separar  y a ejecutar las tres. Debido a que en una empresa familiar las negociaciones tienen efectos de largo alcance, todo el «espacio de negociación» debe ser tenido en cuenta: todas las personas que están involucradas y en calidad de qué. Por ejemplo, si un empleado (el hijo) está negociando una compensación con su jefe (el padre) el resultado podría influir en el otro hijo que está buscando ingresar al negocio familiar, y la madre podría influir en la decisión (aunque no esté directamente involucrada en la empresa). Si se tiene en cuenta a aquellos que están involucrados que no están sentados en la mesa de negociaciones, las familias pueden garantizar que sus decisiones tendrán éxito a largo plazo.

2.No trate de ganarle al otro

En cualquier negociación, no es aconsejable esperar «ganarle» al otro. Tarde o temprano, sobre todo si la relación es a largo plazo, ambas partes terminan perdiendo en algún aspecto. Sin embargo, las empresas familiares tienen una ventaja cuando se trata de negociar debido a que en los casos en que las relaciones son sólidas, el bienestar de ambas partes es una preocupación para todas las partes implicadas. El éxito de las negociaciones familiares contempla la posibilidad de crear valor para ambas partes en cuanto a intereses que se interrelacionan y  cooperación.

3.Comprenda los intereses de la otra parte,  sus limitaciones y perspectiva

La comprensión de los intereses y del razonamiento de la otra parte puede ser de gran valor en términos de futuras estrategias y acuerdos. Sin embargo, las empresas familiares a menudo tienen dificultades para entender los intereses de la otra parte por muchas razones. Aunque bien intencionadas, a veces las familias tienen dificultades para discutir y dar explicaciones sobres necesidades, intereses y limitaciones. En primer lugar, muchas familias asumen que ya saben lo que el otro quiere, debido a sus relaciones de larga data, y no profesionales. A veces es difícil ver a los miembros de la familia como son actualmente y no como eran cuando eran más jóvenes. Por último, los miembros de la familia por lo general tratan de evitar el conflicto, y de este modo no hacen las preguntas cruciales a fin de eludir cuestiones sensibles.

4.Evite las negociaciones sobre un solo tema: identifique  y negocie varios temas simultáneamente

La mejor manera de embarcarse en una negociación es identificando todos los temas pertinentes y teniendo en cuenta los que son más importantes para cada lado y por qué. Si las familias entran en una negociación centrándose exclusivamente en un problema, corren el riesgo de perder tiempo y energía tratando de resolver una sola negociación en lugar de poder resolver problemas considerando un panorama más amplio. Si reconocen y negocian múltiples preocupaciones al mismo tiempo cada lado tendrá mayores posibilidades de identificar concesiones que agregan valor.

5.Negocie sobre intereses, no posiciones

Los negociadores exitosos siempre tienen en cuenta los «por qué», así como el «qué». Si ambas partes pueden comunicar eficazmente las necesidades y los deseos detrás de una demanda particular es mucho más probable que se pueda alcanzar un acuerdo aceptable para ambas partes. Las empresas familiares deben alentar a los miembros a expresar sus sueños, deseos e intereses auténticos con el fin de poder comunicar y alinear mejor los intereses individuales con los intereses de la familia y la empresa.

Fuente: HSMglobal.com

Tor: una forma anónima de navegar la web

diciembre 23, 2012

Tor: una forma anónima (y polémica) de navegar la web
Por Geoffrey A. Fowler

Durante más de cuatro años, William Weber ha ayudado a dirigir un servicio gratuito llamado Tor que hace que navegar por la web sea anónimo para cualquiera.

Pero, el 28 de noviembre, la policía se presentó en la casa del joven de 20 años en Graz, Austria, y lo acusó de distribuir pornografía infantil. Weber afirma que las autoridades confiscaron sus computadoras, y ahora espera la presentación de cargos formales que podrían colocarlo entre rejas.

Weber sostiene que la pornografía no es suya. Pero podría haber llegado a través de sus computadoras: el precio inevitable de ser un voluntario en la creciente red Tor. «Por supuesto que está mal» que Tor pueda ser usada por delincuentes, reconoce, pero «no hay nada que yo o el proyecto Tor podamos hacer».

Su experiencia pone de manifiesto los desafíos que enfrenta Tor Project Inc., una empresa sin fines de lucro fundada hace 10 años en Massachusetts, que espera popularizar la navegación anónima por la web. La red depende de voluntarios como Weber, cuyas computadoras ayudan a redireccionar y ocultar el tráfico de Internet.

Creada en parte para camuflar la actividad en línea de disidentes en países que censuran Internet, como Irán y China, Tor registró un aumento de su popularidad en Estados Unidos y Europa en medio de preocupaciones sobre la privacidad en línea. El año pasado, el uso del programa gratuito se duplicó a unas 600.000 personas al día, asegura el grupo.

«Hace 10 años, nadie tenía este concepto de privacidad», dice Andrew Lewman, director ejecutivo de Tor. «Pero (…) cuando los celulares graban la ubicación de todo el mundo, esto ya no parece tan rebuscado». Actualmente, alrededor de 14% del tráfico de Tor se conecta desde EE.UU.; personas que viven en países que censuran Internet ahora constituyen la segunda mayor base de usuarios de Tor.

Uno de los usuarios estadounidenses es Andrew Whitacre, de 32 años, que trabaja en el departamento de estudios comparados de medios en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Configuró el software de Tor para que funcionara automáticamente en la computadora de su casa luego de escuchar comentarios de colegas. «No puedo confiar en que conozco todo lo que está ahí fuera y podría dañar mi computadora o perjudicar a mis contactos», sostiene.

Tor recibe alrededor de 80% de su presupuesto anual de US$2 millones de filiales del gobierno de EE.UU. que apoyan la libertad de expresión y la investigación científica, mientras que el resto proviene del gobierno sueco y otros grupos.

Para seguir creciendo, Tor debe convencer a más voluntarios a que se inscriban para extender su red. Esto se debe a que Tor, que comenzó en 1996 como un proyecto del Laboratorio de Investigación Naval de EE.UU. llamado Onion Routing (o enrutamiento en capas, como una cebolla), envía los datos de Internet de un usuario entre una serie al azar de computadoras de votuntarios conocidas como nodes, inglés para «nódulos».

Este proceso hace que sea virtualmente imposible rastrear los pedidos de datos que identifiquen al usuario original. Desde afuera, es como si la solicitud de datos proviniera del último nódulo de la cadena, como el que estaba administrando Weber.

Actualmente, Tor tiene suficientes nódulos voluntarios (unos 3.200) que le permite atender a dos millones de usuarios diarios. Pero para abastecer a otros millones de usuarios e impedir que el tráfico se vuelva más lento, Lewman afirma que necesita 10.000 nódulos.

Tor está desarrollando hardware que los voluntarios podrían comprar y conectar a sus conexiones de Internet en el hogar para convertirse automáticamente en nódulos. Para las personas que no quieran administrar sus propios nódulos, en vista de las actividades ilegales en la red, Tor ofrece un programa que permite al usuario financiar un nódulo mayor que sea operado por otro y se desempeñe como el nódulo final, y más riesgoso, de la cadena.

Tor es «un desafío para los agentes de la ley», afirma John Shehan, director ejecutivo del Centro Nacional de Niños Desaparecidos y Explotados, en Alexandria, en el estado de Virginia. El servicio está siendo usado constantemente para intercambiar imágenes que explotan a los niños, sostiene, pero los creadores de Tor pueden hacer poco al respecto.

Una vocera de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), que persigue la pornografía infantil, prefirió no hacer comentarios al respecto.

Servicios como Tor «brindan privacidad y seguridad que pueden salvar la vida de personas que de otra forma podrían enfrentar represalias extremas de sus gobiernos», señala André Mendes, director de tecnología, servicios e innovación de la Oficina de Transmisiones Internacionales del gobierno de EE.UU., que ha aportado US$2,5 millones a Tor desde 2006.

Lewman, de Tor, dice que la organización ha recibido citaciones pero que aún no ha tenido que acudir a la corte porque en realidad no almacena ningún dato que podría ser útil. «Pasamos mucho tiempo hablando con varias agencias del gobierno», sostiene, y agregó que algunas unidades de la policía también usan Tor para llevar a cabo investigaciones encubiertas.

Marcia Hofmann, abogada de Electronic Frontier Foundation, un grupo de defensa de las libertades digitales asociada con Tor, dice que los voluntarios del servicio probablemente están protegidos por la ley estadounidense, pero eso aún no se ha puesto a prueba en los tribunales. «Al fin de cuentas, Tor es una herramienta neutra», anota, y recuerda cómo los proveedores de Internet y telefonía tampoco son responsables de cómo los delincuentes hacen uso de sus redes.

Aun así, recomienda a los voluntarios de Tor con los mayores nódulos de salida que configuren su servicio en servidores de terceros y que no usen sus computadoras en casa o el trabajo, aunque sea sólo para impedir que las autoridades embarguen temporalmente las máquinas que utilizan para otros fines.

En San Francisco, miembros de un espacio de trabajo de piratas informáticos sin fines de lucro llamado Noisebridge decidieron el año pasado invertir US$800 al mes para administrar su propio nódulo. «Realmente valoramos la libertad de expresión», observa Andy Isaacson, de 35 años, uno de los fundadores del grupo.

Al principio, algunos miembros de Noisebridge estaban preocupados por los posibles desafíos legales. Por eso, el grupo decidió albergar su nódulo en una instalación de servidores comerciales en Los Ángeles, en lugar de su sede en San Francisco. De todos modos, siguen recibiendo consultas de los agentes de la ley unas tres veces al mes, y ya han sido visitados dos veces por la policía en su oficina en San Francisco.

Para lidiar con estas situaciones, Isaacson dice que Noisebridge siempre guarda unos cuantos folletos sobre Tor cerca de la entrada principal por si aparece la policía. «No hemos tenido ninguna interacción negativa», asegura. «Pero siempre es incómodo que vengan».

Fuente: The Wall Street Journal, 23/12/12.

El trabajo desde casa gana adeptos en Estados Unidos

diciembre 23, 2012

El trabajo desde casa gana adeptos en EE.UU.
Por David Wessel

Después de adquirir la aseguradora de salud U.S. Healthcare Inc. en 1996, Aetna Inc. temió que el cierre de varias oficinas provocara la pérdida de valiosos recursos humanos. Para evitarlo, dejó que algunos empleados trabajaran desde sus hogares. Diez años después, sin embargo, apenas 9% del personal del gigante estadounidense de seguros laboraba a tiempo completo desde sus domicilios.

A mediados de la década pasada, la empresa empezó a considerar el trabajo desde casa como algo más que un favor para los empleados. «Hubo un momento en que nos dimos cuenta de que había una oportunidad para reducir costos, sobre todo en el área de bienes raíces», señala Elease Wright, subdirectora senior de recursos humanos y que trabaja en la sede central de Aetna, en el estado de Connecticut.

Hoy en día, 47% de los 35.000 empleados de la aseguradora trabaja desde casa. No se trata de revisar el correo electrónico después de la cena o no ir a la oficina los viernes, sino de trabajar todos los días, sin un escritorio, cubículo ni computadora en otro lugar.

Dan DeLucia, vicepresidente del área de Aetna que negocia acuerdos con médicos y hospitales, ha trabajado desde su hogar en Nueva York durante nueve años. «Al principio tenía mis dudas», confiesa. «Me preocupaba cómo iba a desempeñarme a distancia. No había mensajería instantánea ni capacidades de video con las velocidades actuales», señala.

«Muy pronto me di cuenta de que hablaba más y me comunicaba más… que cuando conversaba cara a cara en la oficina», añadió DeLucia, recordando la época en que intercambiaba e-mails con compañeros que se sentaban a dos cubículos de distancia.

Muchas empresas estadounidenses promueven el trabajo a distancia. Cerca de 20% de los empleados de Cigna Corp., otra compañía de seguros, trabaja desde su domicilio. Alrededor de 9,4 millones de estadounidenses, 6,6% de la fuerza laboral, trabajó exclusivamente desde casa como su empleo principal en 2010, según una encuesta de la Oficina del Censo sobre Ingresos y Participación en Programas, un alza frente al 4,8% de 1997.

No obstante, ninguna empresa ha ido tan lejos en este sentido como Aetna. Su campaña para trasladar a sus empleados desde las oficinas a sus casas refleja el esfuerzo de las grandes compañías estadounidenses del sector de servicios para reducir costos, así como el efecto que las comunicaciones baratas, confiables y rápidas, particularmente Internet, tienen sobre la economía.

La oportunidad de trabajar desde casa es más frecuente en puestos que dependen de una computadora, un teléfono y una conexión a Internet. Los empleados de Aetna deben tener un espacio silencioso, lejos de los ladridos de los perros y los llantos de los niños. La compañía paga por muebles de oficina, en caso de ser necesarios, como un gabinete con llave para guardar archivos y una trituradora de papeles, además de una computadora, servicio de teléfono e Internet.

«Convertí uno de los dormitorios en una oficina con un calefactor, para no tener que encender la calefacción en el resto de la casa», relata Susan O’Donnell, una enfermera que vive en Northfield, Connecticut. Pasó de trabajar en un hospital a convertirse en gestora de casos de Aetna hace 12 años, algo que hace desde su hogar desde hace siete años. Valora la flexibilidad, haber terminado con un trayecto hasta la oficina que a veces resultaba frustrante y el tiempo que pasa con su familia.

La empresa, por su parte, ahorra dinero. Aetna estima que los costos de bienes raíces y aspectos relacionados son entre 15% y 25% más bajos que si los empleados trabajaron desde sus oficinas, lo que representa un ahorro anual cercano a los US$80 millones. Trabajar desde el hogar redujo el espacio de oficinas total de Aetna en 250.000 metros cuadrados, estima la empresa.

Algunas divisiones exigen que los empleados trabajen un año en la oficina antes de hacerlo desde sus casas. Otras establecen como requisito tener una productividad mayor al promedio.

Aetna también realiza esfuerzos deliberados por lograr que los empleados remotos participen en las conferencias telefónicas. Algunas unidades programan reuniones en persona para que los trabajadores se vean las caras. Los supervisores, igualmente, ofrecen consejos para que los empleados en sus casas sepan distinguir entre el trabajo y el resto de sus actividades cotidianas. Pero hay un problema: los empleados remotos tienden a pesar más y Aetna ofrece programas en línea para mantenerlos en forma.

Fuente: The Wall Street Journal, 23/12/12.

La Sociedad hiperconectada

diciembre 23, 2012

Vienen años tan creativos como conflictivos
Por Jorge Castro

Hay en el mundo una nueva revolución tecnológica que acelera la velocidad del proceso histórico. Al hacerlo, acentúa la proliferación de conflictos y multiplica en forma incesante la aparición de lo nuevo.

Global Trends 2012-2030, elaborado por el National Intelligence Council / NIC de EE.UU., sostiene que hay un crecimiento exponencial de la acumulación y el procesamiento de la información, combinado con un aumento sin precedentes de las capacidades técnicas e individuales para analizarlas y procesarlas.

Este salto cualitativo de innovación se manifiesta en los siguientes datos: los costos de las memorias de computación caerían 95% en los próximos 20 años, con una reducción a una centésima parte de los actuales valores de almacenamiento, en tanto la eficiencia de las redes de transmisión y procesamiento se multiplica por un factor de 200.

El resultado es que la sociedad mundial se transforma en un sistema hiperconectado y superintensivo en tiempo real, que abarcaría a 80% de la población del planeta en 2030, lo que virtualmente asegura la intensificación de la producción en todas las actividades y regiones.

Los desarrollos tecnológicos que prevé Global Trends adquieren en algún momento de los próximos 20 años un carácter hondamente disruptivo del proceso de acumulación, que lo coloca a partir de entonces en un nuevo escalón histórico-estructural, que amplía cualitativamente el campo de lo posible.

El primero de esos desarrollos, que en realidad comenzó hace 5 años, es la aparición de la plataforma global de computación (la “nube” o “cloud computing”) , que ha dejado atrás a Internet, y que ha colocado una capacidad exponencialmente ampliada de procesamiento de la información, con costos que se orientan a cero, en manos de 80% de la población del mundo.

Al mismo tiempo, se multiplican los equipos interconectados y móviles de telecomunicaciones (smartphones), que ya abarcan a 70% de la población del planeta, y que en las próximas dos décadas crecerían 10 / 15 puntos más.

También el NIC identifica el significado del auge del tráfico global de información móvil y ejemplifica lo que puede ocurrir al señalar que en 2010 fue tres veces el tamaño de todo el sistema de Internet del año 2000.

Agrega que en 2015 la población combinada de Africa subsahariana, Sur y Sudeste de Asia y Medio Oriente tendrá más acceso a las redes de telefonía móvil que a la electricidad que dispone para sus hogares.

Pero no son estos cambios tecnológicos la principal causa de la ola de innovación que se avizora, sino que ésta surgiría del crecimiento e intensificación del mismo sistema.

Significa que la productividad de las redes de la “nube” se incrementa exponencialmente con la ampliación de su tamaño.

Un producto directo del desarrollo y consolidación de la “cloud computing” es la nueva revolución industrial, que implica la digitalización e integración completa de la actividad manufacturera en el mundo. Se debe a que la diferencia cualitativa entre la “nube” y su antecesora Internet es que los costos de la primera caen con una velocidad 3 y 4 veces superior a los de la segunda, y en consecuencia atraen inversiones de una magnitud equiparable, sólo que en sentido inverso, a la celeridad de su caída.

De ahí el paradójico boom bursátil de EE.UU., cuyos valores récord en los últimos 4 años son la respuesta a la nueva revolución tecnológica de la aparición de la “nube”, y no al virtual estancamiento de su economía.

La inteligencia norteamericana no se caracteriza por el optimismo de sus previsiones.

Si sólo se cumple lo esencial de las tendencias que identifica, los próximos 20 años de la historia del mundo prometen ser extraordinariamente creativos y excepcionalmente conflictivos, todo al mismo tiempo.

Fuente: Clarín, 23/12/12.
Jorge Castro

La locura del consumo navideño

diciembre 23, 2012

Zombis y tarjetas en el freezer: la locura del consumo navideño
Por Sebastián Campanario

En su clásico El amanecer de los muertos (1978), el director George Romero cuenta la historia de un grupo de personas que sobreviven a una invasión zombi y se refugian en un centro comercial. La película tuvo su actualización en 2004 (fue dirigida por Zack Snyder) y mantuvo viva la crítica velada a la sociedad de consumo que recorría la versión original.

En la semana pre navideña, pico de consumo del año, la realidad se parece cada vez más a la ficción: gente deambulando por los shoppings, sin rumbo fijo; peleas a gritos por la última caja con el barco PlayMobil pirata, caos de tránsito, calor, escenas posapocalípticas en las principales avenidas comerciales. Una pesadilla para todo el mundo. O casi. Para los economistas del comportamiento -la rama que toma enseñanzas de la psicología-, la locura de las compras de fin de año conforma un laboratorio fascinante e inigualable para analizar y testear sesgos conductuales en las decisiones de consumo.

«Esta época es un verdadero festival para la economía conductual», cuenta a LA NACION Ricardo Pérez Truglia, un investigador argentino asentado en Harvard que tiene estudios hechos sobre consumo suntuario y economía del comportamiento. «A la hora de comprar para las Fiestas, uno debe tratar de anticipar su álter ego consumista. Si uno mira las compras que hizo en los últimos meses, no es difícil encontrar cosas de las que uno está arrepentido», recomienda. «Para muchas familias este puede ser un problema menor, pero para otras, esta dificultad de auto-control es tan grave que las pueden llevar a la ruina financiera».

Para las compras más importantes, un consejo de Pérez Truglia es el de ir al shopping sin la tarjeta de crédito, decidir qué es lo que uno quiere comprar, pero no ir a adquirirlo hasta el día siguiente. Si la compra era meramente impulsiva, al consultarlo con la almohada uno tendrá la chance de descubrirlo fácilmente. «Personalmente, yo consulto antes de comprar con mi mujer. Si la razón por la cual quiero comprar algo es meramente impulsiva, al tratar de explicárselo a ella queda en evidencia de inmediato.»

Finalmente, para aquellos que sean adictos a las compras online, la receta de libro de texto de economía del comportamiento es guardar la tarjeta de crédito sumergida en un vaso con agua en el congelador. «Si uno está por hacer una compra meramente compulsiva, el tiempo en que toma derretirse el hielo puede ser suficiente para darse cuenta», concluye al académico de Harvard.

Hay unas cuantas razones para elegir apartarse de esta locura de consumo pre navideña. Tal vez uno prefiere quedarse en casa durmiendo antes de hacer cola en un local a las 2 AM (en la previa a las fiestas, cuando se habilitan los horarios especiales); o destinar tiempo a jugar con los hijos antes de dar vueltas en trompo tratando de conseguir un lugar para estacionar en el parking de Unicenter. Pero hay un motivo adicional para evitar caer en esta histeria: según la economía del comportamiento, los errores que habitualmente cometemos a diario en decisiones de compra se multiplican en esta época del año.

«De acuerdo con una investigación del profesor Donald Black, cerca de un 6% de la población tiene un comportamiento patológico de compra compulsiva que obviamente se ve exacerbado en las fiestas, puesto que ahora tienen un justificativo que les permite liberar la culpa que les produce no poder controlar sus conductas de compras, y evitar la reprobación social por su conducta», apunta el economista de la UNLP Martín Tetaz, especializado en temas conductuales.

Desde un punto de vista estrictamente racional, las personas deberían decidir a principio de año cuánto dinero están dispuestas a gastar en regalos para sus seres queridos (ya sea con motivo de cumpleaños, aniversarios, Navidad, Reyes o cualquier otra fecha especial), separar los billetes y esperar oportunidades de ofertas y rebajas para comprar cualquier presente, guardarlo, envolverlo para regalo unos días antes de la ocasión y disfrutar del regocijo del receptor. «Pero esto no es lo que hacemos», sigue Tetaz. «Sendhil Mullainathan, de Harvard, ha demostrado que el área del cerebro que controla nuestros impulsos y se usa para planificar falla cuando estamos estresados, excesivamente preocupados o bajo presión», concluye. Con culpa por hacer regalos menos originales que el cuñado en la cena de mañana, o por nimiedades como el fin del mundo, que estaba programado para el viernes.

Entre los conceptos más estudiados por la economía del comportamiento que resaltan con luces de colores por estos días están el exceso de opciones para el consumidor. De acuerdo con la economía tradicional, la diversidad para elegir es una bendición; pero la neuroeconomía demostró en los últimos años que muchas alternativas tienden a marearnos y hasta a deprimirnos. Otro error que gana protagonismo es el «sesgo de confirmación»: nos construimos todo tipo de trampas y engaños mentales para justificar que estuvo bien gastar $ 360 en una remera de Akiabara para la prima. Tomamos en cuenta sólo el descuento que había con la tarjeta, pero ni hablar de incluir en el cálculo nuestro costo de oportunidad del tiempo que pasamos comprando, la nafta para el auto, el tiempo de la prima cuando vaya a cambiarla, etc.

Todo eso, sin considerar la conclusión a la que llegó el economista especializado en regalos navideños Joel Waldfogel, un profesor de Economía de la Universidad de Pensilvania cuya principal idea es que cada año se malgastan miles de millones de dólares en regalos que nadie quiere. «La gente obtiene en promedio un 18% más de satisfacción cuando se compra ella misma productos que cuando recibe regalos de terceros, en promedio», explica Waldfogel.

Si a pesar de todas estas conclusiones de la economía no convencional usted insiste con ir a sudar al shopping hoy a la noche, no vamos a poner objeciones. Pero sepa que los zombis de El amanecer de los muertos la pasan mejor: al menos cada tanto se dan el gusto de comerse algún humano desprevenido.

EVITAR COMPRAS COMPULSIVAS

Revisar la conducta

Entre los consejos del investigador Ricardo Pérez Truglia está el de rever de qué adquisiciones uno se arrepintió en los últimos meses.

Decisiones importantes

Para estas operaciones se recomienda ir al shopping, la primera vez sin tarjeta de crédito y no comprar hasta el día siguiente.

Adquisiciones online

En este caso se aconseja guardar la tarjeta de crédito en el congelador, en un vaso con agua, para darse tiempo para pensar.

Fuente: La Nación, 23/12/12.

Hirschman y Samuelson: Dos grandes economistas

diciembre 23, 2012

En economía, antes de teorizar hay que caminar la calle
Por Juan Carlos de Pablo

El 11 de diciembre pasado falleció Albert Otto Hirschman, un economista alemán que hizo su carrera profesional en Colombia y Estados Unidos. Estudió un año en la Escuela de Economía de Londres, pero se consideraba básicamente un autodidacta.

Al respecto conversé con el norteamericano Paul Anthony Samuelson (1915-2009), para que reflexionara sobre las coincidencias y diferencias entre la vida y la obra de Hirschman y la propia.

-Comparando sus vidas surgen notables coincidencias, pero también importantes diferencias.

-Comencemos por las primeras. Ambos nacimos en 1915, ambos en hogares judíos, los dos nos dedicamos a la economía. Aquí terminan las coincidencias.

-¿Y las diferencias?

-Su padre, cirujano, tenía más plata que el mío, farmacéutico. Pero Albert nació en Berlín; yo, en Gary, Indiana. Por lo cual de muy joven tuvo que migrar y llevar una vida errante y azarosa hasta los 31 años (colaboró con el intelectual norteamericano Varian Fry, ayudando a contingentes de judíos a escapar del nazismo, por lo cual varias veces cruzó a pie los Pirineos). Luego de la Segunda Guerra Mundial trabajó en el Sistema de la Reserva Federal hasta 1952, cuando se mudó a Colombia, donde asesoró al gobierno primero y al sector privado después. Recién entonces comenzó su carrera académica; enseñó en Yale, Columbia, Harvard y Princeton.

-¿Y usted?

-Mi vida fue lineal. Estudié en Chicago porque quedaba cerca de mi casa, y luego en Harvard, gracias a una beca. En parte por el antisemitismo existente en Harvard, desarrollé toda mi vida profesional en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Durante décadas viví en la misma casa.

-¿En qué medida las diferencias de experiencias personales explican los distintos enfoques que utilizaron en la actividad profesional?

-Imposible saberlo con certeza, pero la diferencia metodológica merece ser destacada. De la extensa obra de Hirschman destaco La estrategia del desarrollo económico, publicada en 1958; Una mirada a proyectos de desarrollo, que viera la luz en 1967, y Salida, queja y lealtad, publicada en 1970. Enfatizó permanentemente que antes de teorizar hay que caminar por la calle y aprender a observar y a escuchar, y que los esquemas a veces constituyen una barrera para la acción concreta. Revisaba constantemente sus ideas.

La estrategia… identificó a las energías empresariales como el factor más escaso en un proceso de desarrollo; Una mirada… revisó proyectos de inversión financiados por el Banco Mundial, mostrando todo lo que necesitaba para lograr el éxito y no había sido previsto; mientras que Salida y queja integró los análisis económico y político para entender la respuesta humana a las frustraciones.

-¿Cuál fue su aporte, Samuelson?

-Fuera de mis trabajos sobre historia del pensamiento económico, Fundamentos del análisis económico, mi tesis doctoral, como los siete tomos de mis Trabajos científicos, buscaron mostrar que muchas teorías económicas referidas a distintos aspectos de la realidad formalmente surgían de maximizar o minimizar alguna función, sujeta a ciertas restricciones, así como explicar de manera rigurosa las condiciones bajo las cuales determinadas afirmaciones conocidas eran ciertas o falsas. No descubrí las ventajas del comercio internacional sobre la base del principio de la ventaja comparativa, ni la igualación entre países del precio de los factores, méritos que les corresponden a David Ricardo y a Eli Philip Heckscher y Bertil Gotthard Ohlin, respectivamente, sino que las modelé de manera rigurosa.

-¿A quién deben estudiar los alumnos, a Hirschman o a usted?

-A ambos, porque desde el punto de vista de la formación de un economista, nos complementamos. Es difícil ser un buen economista sin aplicar la intuición que propone Hirschman, pero también es difícil serlo sin la sistematización de los resultados que contribuí a generar. Como bien dijo John Maynard Keynes, en el obituario que en 1924 escribió cuando murió Alfred Marshall, el buen economista combina conocimientos que surgen de muchas disciplinas.

-Don Paul, muchas gracias..

Fuente: La Nación, 23/12/12.

Juan Carlos de Pablo

Juan Carlos de Pablo

Argentina: Nuevamente violencia y saqueos

diciembre 22, 2012

San Fernando, tierra arrasada por los saqueos y el miedo
Por Julieta Cuneo

El partido bonaerense de San Fernando se convirtió ayer en el escenario de una verdadera batalla campal. La ola de saqueos se desató allí con toda la furia: heridos, decenas de detenidos, locales destrozados y una tensión que no se disipó en ningún momento desde las primeras horas de la mañana.

Los disturbios llegaron a su pico de tensión cuando un grupo de alrededor de 400 personas logró ingresar, cerca del mediodía, al depósito del supermercado Carrefour ubicado en la ruta 202 y Panamericana. Allí, una vez que un grupo de 30 policías lograron desalojarlos del local, los saqueadores corrieron hacia el puente que cruza el acceso y, desde allí, bombardearon a los oficiales con piedras y cascotes. Testigos de todo el enfrentamiento, los vecinos y comerciantes de la zona contaron a LA NACION: «Los vimos venir y bajamos las persianas, nos dio mucho miedo», y afirmaron: «Se llevaron bicicletas, electrodomésticos y cajas de cerveza».

Unos minutos más tarde, el grupo que se encontraba arriba del puente se desplazó en malón hacia una estación de servicio ubicada del otro lado de la Panamericana, que en menos de 15 minutos quedó destrozada y vacía: ante la impotencia y desesperación de los empleados, los atacantes se llevaron gran cantidad de mercadería, las máquinas registradoras, parte del mobiliario y hasta un plasma que había en el lugar.

A pesar de que el episodio de Carrefour fue uno de los eventos que más atención recibió, los vecinos de las zonas aledañas al supermercado confirmaron a LA NACION que los saqueos habían empezado mucho antes: «Desde las 8 está pasando esto; son grupos más que nada de hombres, que están muy bien organizados», contó Daniel Bilbao, propietario de una carnicería ubicada en la esquina de Avellaneda y Reguera que, alrededor de las 14, fue atacada por un grupo de saqueadores. «La mitad vino corriendo desde un supermercado vecino y la otra mitad se bajó de un colectivo y vino derecho para acá. Se llevaron bebidas y carnes caras; la comida no la tocaron», afirmó Bilbao. El comerciante no fue el único en señalar que los grupos que actuaron durante todo el día seguían pautas preestablecidas: «Llegan todos juntos y muchos vienen con una mochila vacía; la cargan y se van. Está clarísimo que hubo una organización muy fuerte detrás de todo esto, pero todavía no estamos en condiciones de decir por parte de quién», dijo el secretario de Obras Públicas de San Fernando, Gastón de Aquino. El funcionario, además, confirmó que la zona más afectada por los saqueos fue a lo largo de la avenida Avellaneda, entre las calles 26 y 30, que definió como «la peor zona» del partido, donde están «los barrios más complejos».

Alrededor de toda el área se vio un modus operandi que se repitió una y otra vez: ante la escasez de oficiales de policía, que no daban abasto para llegar a cubrir los múltiples focos de conflicto, distintos grupos de saqueadores identificaban los comercios más desprotegidos y los desvalijaban en pocos minutos, escapando mucho antes de que las fuerzas del orden hubiesen llegado al lugar.

En una esquina, por ejemplo, minutos después de que un grupo hubiese atacado la carnicería de su madre, una muy alterada mujer -que prefirió no revelar su identidad- se jactaba en plena calle de haber atropellado a uno de los delincuentes con su auto: «Estoy segura de que, al menos, una pierna le quebré», festejaba.

Los ataques no dieron tregua en todo el día, al igual que las escenas de gritos, corridas y piedrazos. En las calles podía percibirse muy fácilmente la tensión: los vecinos, ansiosos, permanecían en las puertas de sus casas, atentos a cualquier movimiento sospechoso.

Está en coma un policía agredido por manifestantes

El teniente primero Héctor Seba se desempeña en la comisaría de Eufrassio Álvarez, en Tres de Febrero. Pero ayer, en los momentos más tensos de los incidentes registrados en San Fernando, fue enviado como refuerzo para los policías de la zona norte del conurbano. Al cierre de esta edición estaba internado en grave estado porque sufrió el hundimiento del cráneo.

Seba fue herido por manifestantes que intentaban saquear un supermercado Día, de San Fernando.

Lo golpearon con un pedazo de hierro en la cabeza. De urgencia, fue trasladado al Complejo Médico Policial Churruca-Visca de la Policía Federal, en el barrio de Parque de los Patricios.

«Su situación es crítica. Está muy grave, en coma. Sufrió el hundimiento del cráneo», informó una fuente de la Policía Federal.

El hecho fue confirmado por el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, antes de la reunión que mantuvo en el Departamento Central de la Policía Federal con el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, y su par porteño, Guillermo Montenegro, para evaluar los hechos de violencia registrados en el área metropolitana.

«En momentos en que la situación era muy delicada, el teniente primero Seba intentó, juntó con sus compañeros, frenar a manifestantes que ingresaban en el supermercado Día de San Fernando y recibió un golpe en la cabeza. Después se pudo confirmar que lo habían golpeado con un hierro», sostuvo una fuente de la policía bonaerense.

Por un convenio especial, los casos de uniformados de la policía bonaerense heridos de gravedad pueden ser derivados al Complejo Médico Policial Churruca-Visca de la Policía Federal, donde anoche calificaban como «gravísimo el estado de salud de Seba».

Fuente: La Nación, 22/12/12.

Lágrimas. La estación de servicio que está sobre la ruta 202 quedó en ruinas;los empleados quedaron en estado de shock

Mapa Saqueos Argentina DIC 2012

Mapa Saqueos Argentina DIC 2012

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