Esquema Ponzi catalán

enero 15, 2020

El madoff catalán, estafador por “obligación”

Antonio Mas: “Nadie en 12 años se ha dignado a llamar a Coca-Cola o a Repsol. En el momento que uno solo hubiese llamado a uno de esos clientes, hubiese saltado todo”


Por Carlota Guindal.

Antonio Mas estafó cerca de 300 millones de euros a miles de inversionistas durante una década. Sus principales perjudicados fueron miembros de la burguesía catalana, empresarios, dueños de sicavs, altos cargos de inmobiliarias, deportistas o ricos de cuna. También de otros lugares de España. Vieron el negocio de Publiolimpia, una empresa que ofrecía una alta rentabilidad, que a veces superaba el 12% de beneficio, por espacios publicitarios. El negocio era sencillo y rentable. El único problema es que era un fraude. Cuando la gran mentira se hizo insostenible, el propio Mas acudió a los Mossos d’Esquadra a autodenunciarse. Se había tirado a una “piscina sin agua”, como él mismo reconoce, y finalmente se había estrellado.

La farsa no se sostuvo. Era una estafa piramidal de libro. Decía tener espacios con empresas de comunicación, como Mediaset o Atresmedia, que a su vez ofrecía a grandes clientes. Repsol, Coca-Cola, Samsung, Hawuei, Nintendo, o Movistar, entre otros. Lo que se le ocurriera. Daba igual e nombre de los clientes porque eran falsos.

A los inversores se les iba pagando sus beneficios con la entrada de más dinero de nuevos inversores. El negocio iba bien mientras seguía habiendo flujo de dinero. Una vez que se frena o algún inversor reclama recuperar toda su cantidad, el castillo de naipes se hunde. Y eso fue lo que ocurrió.

“Me amenazaron”

Él mismo se lo ha relatado detalladamente al juez de la Audiencia Nacional Alejando Abascal, que le tiene investigado por los delitos de estafa y blanqueo de capitales, en una declaración a la que ha tenido acceso La Vanguardia. El fiscal inició su interrogatorio con una pregunta sencilla. ¿Por qué lo hizo? El dueño de Publiolimpia, más conocido como el ‘madoff’ catalán por la gran estafa cometida, se justificó: “No paraban de atosigarme, de amenazarme, no paraban de presionarme muchísimo, y al final me vi obligado a cometer toda una serie de irregularidades que conllevaron a toda esta situación que nos encontramos ahora”.

Segunda pregunta obligada. ¿Quién le amenazó? “Luis Pascual Franquesa y Carlos Campdelacreu”. El primero es el hijo del famoso juez condenado por corrupción Luis Pascual Estevill. Antonio Mas, inició su vida profesional como técnico de RTVE. Decidió montar una empresa, Ata Producciones, y fue en ésta donde se asoció con los dos anteriores. De golpe y porrazo empezaron con inversiones muy grandes de dinero.

Sete Gibernau como inversor

Uno de sus inversores era Sete Gibernau, el corredor de motos. Estaba en un proceso de separación con su esposa, y lo que intentó de alguna manera es esconder su dinero. Mi sorpresa fue cuando un día apareció Luis Pascual y me dijo que tenía 11 millones de euros para invertir”, relató Mas al juez el pasado 3 de diciembre.

Sete Gibernau en el Circuito de Catalunya, en junio de 2015
Sete Gibernau en el Circuito de Catalunya, en junio de 2015 (GTY)

A raiz de esa inversión, sus dos socios le reclamaron 18 millones de euros. “Recibo la visita de dos sicarios en mi despacho. Venían de una oficina de reclamaciones de impagados desde Colombia”, explica. “Me pusieron un cuchillo aquí y apretaron de lo lindo. Afortunadamente el cuchillo no traspasó nada más, aparte de pegarme cuatro mamporrazos, tirarme al suelo y ya está. Me dijeron, ‘te vamos a matar si no pagas, los 18 millones, mañana venimos a buscarlos’”.

El origen: 18 millones de deuda

Fue entonces cuando creó Publiolimpia. Su único fin era captar inversores para, con su dinero, pagar la deuda con sus dos socios. Necesitaba 18 millones de euros.

En un escrito de la Fiscalía, que consta en el sumario judicial al que ha tenido acceso este diario, se detalla cómo Mas “para saldar la deuda con los primeros inversores y poder pagarles los intereses pactados, el investigado fue recurriendo a nuevo capital, lo que le supuso cada vez un mayor endeudamiento hasta que para poder continuar con su actividad empresarial simuló de la forma relatada que su empresa gestionaba espacios publicitarios”.

“De esta forma, el investigado sería autor de una estafa piramidal y falsedad documental que habría afectado a numerosos grupos de inversores, tras los que encontramos miles de perjudicados en todo el territorio nacional y algunos en el extranjero, ascendiendo el perjuicio causado a centenares de millones de euros, -sin perjuicio de que siendo muchos de dichos inversores extranjeros que operarían desde paraísos fiscales, dicha operativa también implicaría la comisión de delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de Capitales”, recoge.

“No he ganado nada”

El negocio se le fue de las manos. Él reconoce que ingresó 200 millones de euros, aunque la Fiscalía cifra la estafa en cerca de 300 millones. Sin embargo, sostiene que devolvió 198 millones a los inversores. “El único capital que había está bloqueado en las cuentas. 860.000 y 750.000 euros. Yo no he ganado nada”, espetó en su interrogatorio. Aseguró que no tiene yates y que vive de alquiler. Según él, no tiene nada.

Mas reconoce que falsificó contratos con grandes compañías. Se lo inventó. El dinero se quedaba en la cuenta y no se movía. Nunca fueron a ninguna campaña de publicidad porque no existían. Ha tenido conocimiento a posteriori, que detrás de esos grupos de inversión “son gente de muy altísimo nivel”. Pero, a su juicio, de ellos también es la culpa: “Nadie en 12 años de todos los que están aquí representados se ha dignado a llamar a Coca-Cola, nadie, o a Repsol, nadie. Nadie. En el momento que uno, uno solo, hubiese llamado a uno de esos clientes, hubiese saltado todo, nadie. Y hay gente…”, advirtió a todos los abogados presentes en su interrogatorio.

Tres años de investigación

(LVE)

La Audiencia Nacional acaba de reactivar esta investigación, después de que se iniciara en 2017, tras la denuncia puesta por el propio Antonio Mas contra él mismo. El asunto arrancó en el Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona pero debido a las grandes cantidades presuntamente estafadas se trasladó a la Audiencia Nacional. En la firma de uno de sus negocios, mientras esperaba en la notaría, esperó sentado “porque en cualquier momento yo estaba seguro que o iba a aparecer la policía o algo. Era inaudito lo que estaba pasando”. Él mismo reconoce al juez que la estafa era clamorosa. Falsificó la firma de sus clientes, como por ejemplo de Repsol, para seguir con aquella mentira.

El llamado ‘madoff’ catalán relató cómo su negocio era, de cara al exterior, un gran éxito. De ahí, que una empresa dedicada a la gestión de facturas, Finalter, se puso en contacto con él para ofrecerle una línea de crédito de 50 millones de euros. “Ese tema es realmente esperpéntico”, recordó a preguntas del fiscal, a quien quiso detallarle milimétricamente lo que ocurrió con esa empresa.

Un negocio “inviable”

Era 2015, dos años antes de que saltara el escándalo, y un responsable de aquella empresa le ofreció hacer negocios juntos. “Me dijeron, nosotros te podemos ofrecer financiación para el descuento de facturas. Evidentemente cuando me hablan de descontar facturas como no son reales no le puedo llevar una factura a descontar”, explicó.

Según apuntó, inicialmente rechazó el negocio porque parte del contrato era el deber de enseñar al cliente la factura que después sería gestionada por esa empresa. Esas facturas, como él mismo reconoce, no existían porque no había negocio, así que era “inviable”.

Sin embargo, todo cambia cuando se ve en la tesitura de tener que devolver a un inversionista de Publiolimpia 300.000 euros. “Me veo agobiado porque tengo unos vencimientos de unos inversionistas que no puedo atender, no tengo capital. Ante esta situación me lanzo a la piscina sin agua, por así decirlo”.

“Falsifiqué las firmas”

Lo primer que hace es falsificar una factura de Repsol y enviársela a Finalter. “Yo evidentemente sólo pensaba que en cualquier momento iban a llamar diciendo ‘oye de que va estar historia’. Y no, no. No solo no llaman, sino que me convocan en una prestigiosa notaria de Madrid a firmar el primer contrato. Me mandan la primera adenda famosa donde el cliente tiene que firmar reconociendo que ha recibido la factura. Evidentemente falsifico esa firma. Y se la vuelvo a remitir a ellos”, recuerda.

Les prometo a todos los que esta aquí que no entendía nada de nada. Me voy para Madrid. Tengo en mi mano la factura y la adenda modificada, falsificada, bueno firmada por mi. Me siento en la puerta de la notaria porque en cualquier momento yo estaba seguro que o iba a aparecer la policía o algo. Era inaudito lo que esta pasando”.

Esta estafa dejó un listado de afectados, que se agrupan en diversos grupos de inversores, como el grupo San Martí, el grupo Boceta Villagrá, grupo Danta, grupo Hortalá, grupo Gonzalbo, grupo Vitaly, grupo Capdevila o grupo Calber, ente otros.

Ocultación de fondos

La suma actual de afectados de forma directa e indirecta sería, según la Fiscalía, de aproximadamente unos 1.120 afectados, repartidos entre Catalunya, Valencia, Madrid, Asturias, Aragón, Navarra, Islas Baleares, Andalucía y Galicia. Así mismo, el Ministerio Público cuenta con información de que podría haber víctimas de otros Estados como Andorra, Reino Unido, Suiza, Francia o Luxemburgo.

A pesar que fue el propio Antonio Mas quien decidió dar el primero paso y denunciar la estafa que había montado, diversos oficios de los Mossos detallan que a pesar de su confesión, “lejos de colaborar con la Justicia y tratar de reparar el daño causado, ha seguido disponiendo de los fondos obtenidos fraudulentamente en su propio beneficio valiéndose, para ello, de diferentes sociedades en las que no constaba él personalmente como administrador de las mismas”.

Fuente: lavanguardia.com, 15/01/20.

Más información:

Ponzi, Madoff, Blaksley: Variaciones de la estafa piramidal

Eugenio Curatola: El Madoff argentino

R. Allen Stanford es condenado a 110 años de prisión

ponzi

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El Trabajo en la Argentina 2020

enero 9, 2020

Cuáles son los cinco sectores que más empleados demandarán en 2020

En un año que seguirá siendo complicado para la actividad, hay algunos negocios que están buscando activamente algunos perfiles relacionados con la tecnología y lo comercial
En un año que seguirá siendo complicado para la actividad, hay algunos negocios que están buscando activamente algunos perfiles relacionados con la tecnología y lo comercial 

En un año que seguirá siendo complicado para la actividad económica y en un contexto de cifras de desempleo que ya llegaron a los dos dígitos, todavía hay algunos sectores que seguirán demandando trabajo. La tecnología está abriendo algunas puertas laborales en la Argentina y así se comprueba en las proyecciones de una consultora privada sobre dónde se concentrarán las búsquedas en 2020.

Estos son los cinco sectores que más empleo demandarán en un contexto de alta incertidumbre para el mercado laboral argentino, según el trabajo.

La economía del conocimiento

Los profesionales "STEM", los que se dedican a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática seguirán estando entre los más demandados en estos años
Los profesionales «STEM», los que se dedican a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática seguirán estando entre los más demandados en estos años 

Un informe de la consultora Randstad afirma que la economía del conocimiento será uno de los cinco sectores que más empleo demandarán en 2020. Incluye al segmento del software y servicios informáticos, biotecnologíabiologíabioquímicamicrobiologíabioinformática, biología molecular, neurotecnología e ingeniería genética.

«Impulsada por los procesos de transformación digital que están llevando adelante las empresas de todas las industrias y mercados verticales en el mundo, este segmento de la economía no para de crecer y se espera que tenga aún más desarrollo a partir de la ley de promoción sectorial que entró en vigencia recientemente», resalta el texto.

Los profesionales «STEM», los que se dedican a la ciencia, la tecnología, la ingeniería y la matemática seguirán estando entre los más demandados en estos años. Al mismo tiempo, es talento en el que las empresas radicadas en la Argentina compiten contra otras firmas en el resto del mundo, ya que también es la sigla que designa a los profesionales locales con mejores chances de trabajar en el exterior.

¿En qué trabajan esos profesionales «STEM»? En las últimas tecnologías como inteligencia artificial y machine learning, big data, automatización de procesos, robótica, blockchain, Internet de las Cosas (IoT), entre otras.

Solo por citar un ejemplo, la semana pasada, en una convocatoria abierta a través de las redes sociales, Sergio Kaufman, presidente local de la consultora Accenture, confirmó que busca contratar 700 profesionales «a la brevedad».

Las fintech

Según el sitio Finnovating, a diciembre de 2019 este sector contaba con 190 startups en la Argentina
Según el sitio Finnovating, a diciembre de 2019 este sector contaba con 190 startups en la Argentina

En segundo lugar, y en el ojo de la tormenta por la regulación del sector que impulsa el Banco Central, están las fintech, los emprendimientos que mezclan finanzas y tecnología. «Se trata de un sector que está revolucionando el mundo de las finanzas personales en todo el mundo, a partir del uso intensivo e inteligente de la tecnología y la inclusión financiera de un vasto segmento de la población tradicionalmente desatendido por la banca tradicional», dice el informe de Randstad.

Según el sitio Finnovating, a diciembre de 2019 este sector contaba con 190 startups en la Argentina. Es un sector que está en constante crecimiento: en mayo de 2018, poco más de un año y medio antes, la cantidad de empresas en el radar era 110.

Además, es un sector activo en las redes. A inicios de diciembre, por ejemplo, la fintech de tarjetas prepagas Ualá abrió 64 búsquedas laborales, y su creador, Pierpaolo Barbieri, lo dio a conocer en su Twitter.

«Muchas de estas empresas han nacido recientemente y aún se encuentran desarrollando sus equipos de trabajo. La demanda laboral de este segmento está centrada principalmente en profesionales del campo de la tecnología y las finanzas», destaca Randstad.

El texto agrega que los perfiles más demandados por este tipo de empresas, especialmente en el área de tecnologías de la información (TI), son ingenieros en software ( Mobile y Fullstack), DevOps, científicos de datos y especialistas en UX (experiencia del usuario). También son muy requeridos los profesionales de marketing digital, nuevos productos, atención al cliente y los expertos en manejo de finanzas y riesgo crediticio.

Ecommerce

Las organizaciones de comercio electrónico demandan "perfiles que combinen un mix de conocimientos técnicos y comerciales"
Las organizaciones de comercio electrónico demandan «perfiles que combinen un mix de conocimientos técnicos y comerciales» 

Las organizaciones de comercio electrónico demandan «perfiles que combinen un mix de conocimientos técnicos y comerciales», bien afinados a los objetivos de las compañías del sector.

«Hay posiciones que se tornan imprescindibles, como la de marketing digital, pero también son muy buscados los perfiles de Ecommerce Manager, Account Manager [manager de cuentas], User Experience Developer [desarrollador de experiencia de usuario], Data Analyst [analista de datos], Customer Service Manager [encargado de servicio al cliente], Mobile Project Manager, programadores y diseñadores web, expertos en SEO, SEM y social media, entre muchos otros», dice el informe.

A fines del año pasado, Mercado Libre, la empresa más valiosa del país en términos de capitalización bursátil, salió a cubrir 749 posiciones en la región, 403 de ellas en la Argentina. La mayoría de las búsquedas están destinadas a perfiles técnicos y difíciles de conseguir, por lo que la empresa apuesta a una estrategia de «compensación total» que incluye, entre otras cosas, la cobertura de la preservación de óvulos para las mujeres que lo deseen.

Energía

Vaca Muerta impulsa la búsqueda de perfiles con experiencia en operaciones en yacimientos, geólogos, supervisores y encargados de plantas
Vaca Muerta impulsa la búsqueda de perfiles con experiencia en operaciones en yacimientos, geólogos, supervisores y encargados de plantas

A pesar de la ralentización de las inversiones en energías renovables, tal como publicó LA NACION recientemente, el sector energético sigue en constante transformación. Basta con analizar el potencial de la formación de shale oil gas Vaca Muerta, una de las mayores del mundo, para entender por qué esta industria tiene mucho futuro por delante.

«Estas condiciones impulsan la búsqueda de perfiles con experiencia en operaciones en yacimientos, geólogos, supervisores y encargados de plantas, ingenieros especializados en oil & gas, minería y transporte, técnicos e ingenieros mecánicos, eléctricos electromecánicos, químicos e industriales que serán cada vez más demandados por las compañías en expansión de esta industria», asevera la consultora.

Por otro lado, proyecta que habrá demanda para los perfiles técnicos especializados en energías renovables, los profesionales formados en física y ciencias aplicadas en el campo del medio ambiente y los perfiles de higiene y seguridad.

Banca, finanzas y seguros

Los bancos, aseguradoras y empresas de servicios financieros están demandando personal con perfil comercial
Los bancos, aseguradoras y empresas de servicios financieros están demandando personal con perfil comercial 

Puede resultar paradójico que dos sectores que atienden necesidades financieras estén entre los que más empleo demandarán, pero lo cierto es que, ante los cambios que proponen las fintech, la banca tradicional se está aggiornando y ampliando las opciones digitales para sus clientes.

«De la mano de este proceso, los bancos, aseguradoras y empresas de servicios financieros están demandando personal con perfil comercial para posiciones de ejecutivo de cuentas para segmentos de consumo, PyME y corporativo, analistas de crédito, gerente de sucursal, tesorería, controllers y atención al cliente, así como perfiles técnicos y profesionales de TI para acompañar el proceso de transformación digital que este tipo de organizaciones está implementando a pasos acelerados para mantenerse competitivas», señala el informe. Quiero saber más

Para terminar, la CEO de Randstad, Andrea Avila, proyectó un 2020 «duro», con un pronóstico «aún incierto», pero en el que «en el mejor de los casos» la demanda laboral general del sector privado se mantendrá en los niveles de 2019. «De cara a un cambio de tendencia, para que se reactive de manera significativa la creación de nuevos puestos de trabajo registrado en el sector privado, se necesita una economía que traccione con un crecimiento de al menos dos puntos del PBI», apunta la ejecutiva en el documento.

Fuente: La Nación, 09/01/20.


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Cambio climático: ¿Ciencia o engaño?

diciembre 2, 2019

La nueva religión ecologista

Debemos recuperar el método científico para nuestros jóvenes o los estaremos dejando en manos de propagandistas inescrupulosos que los van a volver a la servidumbre y al oscurantismo medieval

Por Karina Mariani. Twitter: @KarinaLMariani

Hace pocos días en la Ciudad de Buenos Aires se prohibió el uso de pajitas, también conocidas como sorbetes, por considerarlas autoras de una potencial catástrofe ecológica. No es esto una sátira, realmente se ha criminalizado a las pajitas, de una forma si se quiere injusta, ya que sus compañeros de ruta: vasos, cubiertos, tapitas y botellas de plástico siguen aún en pie.

Dentro de la misma inexplicable psicosis, el Papa de Roma ha mencionado la posibilidad de imponer un “nuevo pecado”: el comportamiento antiecológico. Esta dimensión no deja de ser interesante ya que nos pone ante una pregunta filosófica: es el ecologismo un dogma religioso? Veamos:

En el Parque Nacional de los Glaciares (Glacier National Park) en Montana, ocurrió algo sorprendente: se debieron eliminar los letreros que predecían que los glaciares desaparecerían en 2020 (https://youtu.be/Afa6mMMuZhg). Resulta que el Servicio de Parques Nacionales había denunciado que todos los glaciares estaban desapareciendo rápidamente. Aún hoy en wikipedia se puede verificar esa advertencia. Pero la realidad, esa maldita, no se hizo eco de sus reclamos y ahora los funcionarios del GNP no dan abasto para borrar o reescribir su alarmismo. La Universidad Lysander Spooner que estudia estos fenómenos, ha notado que los glaciares más famosos de GNP como el Glaciar Grinnell y el Glaciar Jackson han estado creciendo, no disminuyendo, desde 2010. 

Otro ejemplo: la Nasa con su herética manía por las pruebas científicas ha mostrado imágenes satelitales en las que el Sahara se ha retirado a lo largo del borde sur desde el Atlántico hasta el Mar Rojo y la masa forestal en el Sahel está creciendo.Tampoco se han cumplido otras etapas del apocalipsis climático, si bien Al Gore nos juró que el Océano Glacial Ártico se iba a quedar libre de hielo y que sería navegable el hielo sigue ahí, y tampoco es verdad que la Antártida esté perdiendo hielo, de hecho su parte oriental lo está ganando.

ESPECTACULO ADOLESCENTE

Pero nada que no sea catastrófico merecerá la atención mediática. Porque el dogma ecologista se sostiene sobre el alarmismo y sobre el montaje de espectáculo adolescente. No en vano son los más jóvenes la mano de obra barata que utilizan para difundir la liturgia que ya está llegando a nuestras costas con los “Fridays for Future” (https://youtu.be/M9jVfEIZrUc). Después de todo son ellos, los jóvenes, quienes generan millones de clicks (publicidad, o sea) y toda religión necesita monetización, se sabe.

La confrontación con datos científicos es, en esta instancia, un grano molesto. “Que la realidad no empañe una buena noticia” reza el refranero popular y es tan así que esta locura franquiciada no resiste tratar con evidencias fruto de la investigación científica. Tal es la propaganda hacia los niños, orquestada, incluso y principalmente, desde las escuelas y los gobiernos, que la presión es demasiado alta como para que puedan rebelarse contra ella sin ser señalados.

Recuerdan a la chiquita Greta, brotada de angustia y totalmente obsesionada gritando en la sede de ONU “How dare you? (¿Cómo se atreven?)” (https://youtu.be/xVlRompc1yE). Una adolescente con problemas de depresión manipulada por políticos y lobbistas para convencer a sus coetáneos de que el mundo se está por terminar en poco tiempo, es eso moral? Desde que existe la atmósfera junto con la hidrósfera, litósfera, biósfera y criósfera, el clima cambia. Hoy, Greta y todos nosotros estamos en el Holoceno, un período interglaciar caracterizado por una variabilidad climática suave comparada con el estado climático base más común del planeta que son los periodos glaciares. Es necesario llevar a los jóvenes a un estado de alarma tan demencial y venderles a la especie humana como un todo criminal? “How dare you” tendríamos que gritar nosotros!

EL HOLOCENO

Lo más paradójico es el uso de jóvenes en edad escolar para imponer una escala de valores que representa su propio exterminio en beneficio de la transformación ecológica global. Pero no están deseosos ni los escolares ni sus adoctrinadores por formar el espíritu crítico. No hay más cantidad de materias científicas en las secundarias, están en retroceso. De hecho los planes de estudio priorizan contenidos “sociales” a las materias científicas. Las ciencias naturales son lenta pero inexorablemente reemplazadas por verdades ecológicas, eliminando aquellos campos de la enseñanza tecnológica que no son deseables porque no se condicen con la liturgia climática.

Curiosamente sacan como fuerza de choque a la calle, niños cuyos saberes científicos están en retroceso y que sólo pueden gritar dolidamente mantras que se vuelven ciertos a fuerza de repetición. Lo mismo pasa con la economía que no se enseña ni en sus aspectos más básicos porque fomenta el ansia de lucro, siempre es mejor educarlos con “fines sociales y ecológicos”, para que no sean egoístas capitalistas. Se trata de imponer una nueva religión ecologista y anticonsumista, ¡que los haga sentir culpa de usar una pajita o de querer ropa nueva y de viajar en avión! La desaparición de la Tierra es culpa del capitalismo y de su afán por consumir. 

Para esta nueva religión: el ecologismo, no es necesario demostrar que el cambio climático se produjo o no, tal como se había predicho. El evangelio es así: la acción del hombre, desde la esclavización que surge de la Revolución Industrial y su economía de consumo, altera el clima de La Tierra y los humanos somos, en consecuencia el cáncer que se cierne sobre ella y debemos salvarla de nosotros mismos.

Esta nueva versión de ecologismo se ataja de futuras desmentidas al dejar de hablar de “calentamiento global” y pasar a “cambio climático”. Porque el clima es un fenómeno dinámico!!. Funciona mediante elementos que están en transformación constante en medianos y largos períodos glaciares e interglaciares. O sea, el clima cambia constantemente aún sin la presencia de hombres sobre la Tierra.

MEDIDAS EXTREMAS

La triquiñuela de los sacerdotes de la iglesia catastrofista ecológica es que nadie pueda negar que el clima cambia. Entonces usan este artilugio: tenemos que tomar medidas ya, pero ya ya, urgente. ¡Medidas extremas!, basta de pañales descartables, autos, café, jabón, té, agua en botellas, velas, ducharse sin cerrar el agua, pasta de dientes, globos… tenemos que tratar de vivir lo peor posible y así no se extingue el planeta! 

Todo esto se debe hacer hoy para evitar que ocurra algo terrible en 100 años. El sofisma es evidente, la catástrofe se patea unos añitos para adelante así no nos comemos curvas como la de la capa de ozono o la de los pobres funcionarios del Parque de glaciares tratando de meterse los carteles en la oreja. 

Podemos hacer sarcasmo con esto pero no es joda: el ecologismo anticapitalista domina la vida política, cultural y, lo peor, escolar dictando contenidos y normas a los niños desde que aprenden a hablar. Les estamos enseñando que son malos, una enfermedad a combatir. Al hablar de “cambio climático” esa terminología tan imprecisa, responsabilizamos a nuestra especie no sólo de que suba la temperatura del planeta, sino de que baje, de que haya olas de frío, sequías o inundaciones o de cualquier catástrofe climatológica. 

La ciencia no es democrática, no tiene ningún valor que en las cumbres climáticas hablen los niños, los artistas o los gnomos. No se votan los teoremas ni va a importar que mañana haya consenso para imponer que La Tierra es plana. No desaparecieron los glaciares porque se pronosticara en un cartel. Afortunadamente no funciona así. Debemos recuperar, y eso sí es una deuda, el método científico para nuestros jóvenes o los estaremos dejando en manos de propagandistas inescrupulosos que los van a volver a la servidumbre y al oscurantismo medieval. El conocimiento y la reflexión individual de los jóvenes es lo que los tiene que salvar de ser una masa amorfa gritando consignas falsas, avergonzados y temerosos de su propia humanidad. Empecemos por exigir que les enseñen ciencias.

https://climate.nasa.gov/news/2436/co2-is-making-earth-greenerfor-now/

https://www.nicholaslewis.org/wp-content/uploads/2018/07/LewisCurry_The-impact-of-recent-forcing-and-ocean-heat-uptake-data-on-estimates-of-climate-sensitivity_JCli2018.pdf

https://www.aps.org/policy/statements/upload/climate-seminar-transcript.pdf

https://www.nature.com/articles/s41558-019-0505-x

https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2018/02/WG1AR5_Chapter10_FINAL.pdf

Fuente: laprensa.com.ar, 30/11/19.

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14 de marzo Día internacional de las Matemáticas

noviembre 29, 2019

La UNESCO declara el 14 de marzo como Día Internacional de las Matemáticas

Por Nova Ciencia.

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Lenguaje de las matemáticas

Las Matemáticas ya tienen su día internacional en el calendario. La Unión Matemática Internacional (IMU) ha comunicado a sus organizaciones adheridas, entre las que se encuentra el Comité Español de Matemáticas (CEMat), la proclamación por parte de la UNESCO del 14 de marzo como el Día de Internacional de las Matemáticas. Esta resolución ha sido adoptada en la 40 Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París del 12 al 27 de noviembre de 2019. Con el apoyo de numerosas organizaciones internacionales y gobiernos, entre ellos el de España, la IMU había liderado en los últimos años este proyecto, en el que anualmente se invitará a los países a celebrar este día con diversas actividades dirigidas a los centros educativos y al público general.

La elección del 14 de marzo responde a la coincidencia del 3-14 con el número Pi, fecha en la que, de hecho, muchos países celebraban el “Día de Pi”. El lanzamiento oficial de esta celebración tendrá lugar el viernes 13 de marzo de 2020 en dos eventos paralelos, el primero de ellos en la sede de la UNESCO en París y el segundo en África, durante un evento paralelo en el Next Einstein Forum que se celebra en Nairobi (Kenia).

La IMU ha creado la página web www.idm314.org, en la que países y organizaciones están invitados a anunciar sus celebraciones. Además, pondrá a disposición de los interesados materiales en abierto y en diferentes lenguas, entre ellos, proyectos, ideas, actividades o “software” para usar en las aulas. El tema elegido para el próximo año será “Mathematics is everywhere” (Las Matemáticas están en todas partes), con el que los participantes están invitados a encontrar las conexiones de las matemáticas con la ciencia y la tecnología; en la organización de las ciudades, la sociedad y los gobiernos; los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o las actividades diarias de las personas.

Fuente: novaciencia.es, 27/11/19.

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03.14 Pi Day . 14 de marzo

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International Mathematical Union

The International Day of Mathematics is a project led by the International Mathematical Union.

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Geopolítica y Ciberseguridad

noviembre 28, 2019

La ciberseguridad, determinante en el tablero internacional

POR NORA PACHECO

La protección del ciberespacio se ha convertido en una de las principales prioridades de los gobiernos de todo el mundo, que lo consideran un asunto de seguridad nacional y un eje fundamental de la sociedad y de sus sistemas económicos. Mantener la infraestructura y los sistemas de información con unos niveles óptimos de seguridad, protegiendo la información y el patrimonio tecnológico de un país, formando al capital humano necesario y desarrollando estrategias y marcos legales posibilistas, representa una ventaja geopolítica incontestable en las relaciones internacionales actuales.

Tradicionalmente, la geopolítica se ha definido como la ciencia que analiza la influencia de los factores geográficos sobre las decisiones y los sucesos políticos, presentes y futuros, relacionados con la política internacional y las relaciones entre los distintos países. Todo ello teniendo en cuenta numerosos factores: ubicación, extensión, clima, recursos, fuerzas sociales y culturales, recursos económicos, etcétera.

La primera vez que se utilizó el término fue en 1900 por parte del geógrafo sueco Rudolf Kjellén, aunque fue desarrollada principalmente en la década de los años treinta por un grupo de geógrafos alemanes en la Universidad de Múnich. El principal de ellos, Karl Haushofer, mantenía que “el espacio supone poder” y aportó diversas teorías que daban argumentos para justificar la expansión territorial de la Alemania nazi: el denominado “espacio vital” o Lebensraum.

En aquel entonces, el espacio era un espacio físico y la expansión se centraba en la conquista de territorios. Sin embargo, los nuevos supuestos de la geopolítica se han ido sustituyendo. El carácter militar ha ido cediendo terreno al factor económico, al cultural o al de la información. Las fronteras actuales son electrónicas y el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) ha posibilitado la aparición de un nuevo espacio, el ciberespacio, que se ha convertido en un factor decisivo a la hora de analizar las relaciones internacionales.

Mapa de ciberataques, estructuras de nodos de malware y ordenadores zombies. (Guerra híbrida, cibercrimen, APT). ILUSTRACIÓN: RAFA HÖHR

Espacio físico y virtual

Se entiende por ciberespacio al territorio digital o virtual donde están conectadas personas, objetos y procesos a través de una serie de dispositivos y redes de telecomunicación (internet). Según cifras de la UIT1, a finales del año 2018, el número de usuarios conectados a la red sería de unos 3.900 millones —un 51,7 por ciento de la población mundial—. Por su parte, la compañía We Are Social muestra unas cifras muy similares: en octubre de 2018 se estimaban unos 4.176 millones de usuarios en todo el mundo —el 55 por ciento—.

La era de internet y la conectividad ha traído grandes avances y ventajas importantes que benefician, tanto a los usuarios comunes, como a gobiernos y a empresas. No obstante, si bien es cierto que han permitido la aparición de nuevas oportunidades económicas y sociales de gran alcance, conllevan también una serie de riesgos. Las amenazas del ciberespacio, favorecidas por la rentabilidad económica o política, el bajo coste de las herramientas empleadas y la posibilidad de actuar de forma anónima, se dirigen transversalmente a los sectores público y privado, así como a los ciudadanos.

En este contexto, los ciberdelincuentes, los hacktivistas o los propios estados, son capaces de explotar las debilidades tecnológicas y no tecnológicas de un país para recabar información, desestabilizarlo, etcétera —guerra híbrida2—, sustraer activos de gran valor o amenazar servicios básicos para su normal funcionamiento, todo ello apoyado en acciones en el ciberespacio.

Así pues, garantizar e implementar seguridad en el ciberespacio, al tiempo que se respeta la privacidad y la libertad, se ha convertido en una de las prioridades estratégicas de los países más desarrollados, debido a su impacto directo en la seguridad nacional, en la competitividad de las empresas, y en la prosperidad de la sociedad en su conjunto.

La industria de los ataques digitales constituye un nuevo modelo de negocio. La mayoría de sus servicios se ofrecen a través de la web profunda

Liderar el mundo

En España, la Capacidad de Respuesta a Incidentes del Centro Criptológico Nacional, CCN-CERT, gestionó en 2018 un total de 38.192 incidentes —un 43 por ciento más que en el ejercicio anterior—. Existe, por tanto, un número creciente de ciberamenazas que son perpetradas a través de muy diversas técnicas:

• APT (Amenazas Persistentes Avanzadas). Ataques selectivos de ciberespionaje o cibersabotaje llevado a cabo bajo el auspicio de un país, por razones que van más allá de las meramente financieras/delictivas o de protesta política. Este ataque selectivo de ciberespionaje, dirigido por un Estado, emplea diversos tipos de malware para proceder al robo de propiedad intelectual, tratando de permanecer oculto el mayor tiempo posible.

• Ransomware3. Es un código dañino para secuestrar datos, una forma de explotación en la cual el atacante cifra los datos de la víctima y exige un pago por la clave de descifrado. Ha sido uno de los tipos de malware que más ha aumentado en los últimos tiempos junto a la minería oculta de criptomonedas. Por citar un ejemplo reciente, el pasado 3 de enero Luas, la web del tranvía de Dublín, Irlanda, fue hackeada por una persona que utilizó este método para inhabilitar la página y solicitar un rescate de 1 bitcoin —actualmente valorado en casi 3.800 dólares—. Los datos personales –nombre, número de teléfono móvil y dirección de correo electrónico– de al menos 3.226 usuarios fueron puestos en riesgo.

• Internet de las Cosas4. Se refiere a redes de objetos físicos —artefactos, vehículos, edificios, electrodomésticos, vestimenta, implantes, software, etcétera—; en definitiva, sensores que disponen de conectividad en red que les permite recolectar información de todo tipo. Una de las mayores ventajas es su conexión a internet, pero esa capacidad también es una de sus mayores debilidades, ya que esa conectividad puede amenazar la seguridad de todo el sistema al incrementar notablemente su superficie de exposición a ciberataques. Sus múltiples vulnerabilidades han sido explotadas a lo largo de 2018 y permiten que los dispositivos IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés) se hayan utilizado como herramientas para llevar a cabo ciberataques (IoT en botnets), además de para espiar a sus usuarios o para manipular su entorno.

• Bitcoin. Es la criptomoneda digital por excelencia. Cuenta con numerosos riesgos, entre ellos el blanqueo de dinero y exención fiscal, así como la infección de dispositivos para minar criptomonedas ilegalmente. A finales de 2017 comenzaron a surgir webs con código incrustado para minar criptomonedas aprovechando la potencia del ordenador de sus visitantes. Esta técnica se ha extendido a multitud de webs, algunas lo advierten y otras lo ocultan y el visitante solo detecta que su ordenador está anormalmente acelerado y con la CPU (Unidad Central de Proceso, en sus siglas en inglés) muy ocupada. Incluso se han dado casos de webs que han sido atacadas y han inyectado este código de minado sin que sus propietarios lo supieran.

• Huella digital. Nuestros datos se han convertido en un activo muy valioso y, por tanto, debemos de ser conscientes de los peligros derivados de hacerlos públicos. Las redes sociales y los grandes proveedores de servicios en internet disponen de mucha información sobre sus usuarios que puede ser utilizada con un fin distinto al original.

• Ataques a la cadena de suministro. Se oculta malware (programa maligno o malicioso) en las propias infraestructuras de descargas de servicios, en teoría, de confianza, para lograr introducir virus antes de la propia instalación. El caso de CCleaner (software de limpieza) es uno de los ejemplos de este tipo de ataques. Los servidores de la empresa fueron comprometidos y la versión original del software fue cambiada por otra que contenía el malware, afectando a todos los usuarios que procedían a su descarga. Se estima que afectó a más de dos millones de usuarios entre agosto y septiembre de 2017.

• Cibercrimen como servicio (CaaS). La industria de los ataques digitales constituye un nuevo modelo de negocio. La mayoría de sus servicios se ofrecen a través de lo que se conoce como la deep web. Existe el fraude como servicio, malware como servicio, ataques de DDoS5 como servicio, ransomware, o secuestro de información, como servicio. A veces se ofrece soporte técnico las 24 horas e incluso disponen de estrategias de marketing y plataformas de compraventa donde los cibercriminales pueden comprar más de 70.000 servidores hackeados en internet.

Influenciar, alterar, manipular la opinión pública de una nación es una nueva arma de guerra que destaca por su eficacia, su bajo coste y su compleja trazabilidad

• Hacktivismo. Es la utilización no-violenta de herramientas digitales ilegales o legalmente ambiguas persiguiendo fines socio-políticos. Es el traslado al mundo digital de los tradicionales grupos activistas. El tipo de acciones que realizan se basan principalmente en desfiguraciones de webs, redirecciones, ataques de denegación de servicio, robo de información, parodias de sitios web, sustituciones virtuales y sabotajes virtuales.

• Ciberyihadismo. Los grupos yihadistas y terroristas constituyen una amenaza, aunque todavía no parecen ser capaces de desarrollar ciberataques sofisticados. Sin embargo, no es menos cierto que el Dáesh, parece estar decidido a desarrollar esta vía de agresión, aún cuando hasta el momento los resultados más evidentes han sido las desfiguraciones y los ataques DDoS, todos ellos de naturaleza propagandística. Además de lo anterior, los grupos yihadistas también pretenden desarrollar ciberataques dirigidos al desenvolvimiento diario de los ciudadanos mediante tácticas violentas o en la perturbación social, aunque no se han producido manifestaciones en tal sentido.

• Guerra híbrida. Las guerras de opinión pública se han convertido en una estrategia generalizada y recurrente a nivel global. Durante los últimos años se ha podido constatar y demostrar el interés que determinados estados tienen por influir en el debate público de países extranjeros. Influenciar, alterar, incluso manipular la opinión pública de una nación considerada adversaria se está convirtiendo en una nueva arma de guerra que destaca por su eficacia, su relativo bajo coste y, sobre todo, por su compleja trazabilidad. Las amenazas híbridas se caracterizan por pasar inadvertidas y por emplear recursos, técnicas, acciones, y métodos legales, o ilegales; bajo la cobertura de identidades difícilmente rastreables y no ligadas a los verdaderos actores ofensivos. Dichos actores generan contenidos narrativos transmedia (fake news), que difunden a través de medios propios y redes sociales, pero empleando para ello perfiles y redes de bot6 que, de forma automática, amplían la resonancia de sus mensajes9.

Prioridad nacional

Ante este panorama, garantizar e implementar la seguridad en el ciberespacio, al tiempo que se respeta la privacidad y la libertad de los ciudadanos, se ha convertido en una de las prioridades estratégicas de los países más desarrollados, debido a su impacto directo en la seguridad nacional, en la competitividad de las empresas, así como en la prosperidad de la sociedad en su conjunto.

La capacidad de recuperación de las personas y las organizaciones todavía sigue a la zaga de las crecientes amenazas. De hecho, las medidas adoptadas para mejorar su resiliencia digital son, todavía, limitadas. El crecimiento en el número de ciberincidentes señala que la resiliencia de los países occidentales sigue por detrás del crecimiento de las amenazas.

La adaptación a este escenario implica mejorar las capacidades de prevención, monitorización, vigilancia y respuesta en todas las instancias del Estado —ciudadanos, empresas y sector público—, con el fin de aumentar la disuasión para generar dudas sobre el coste/beneficio del ciberatacante —desgraciadamente, mientras que los autores de ataques solo teman al fracaso, carecerán de motivos para dejar de intentarlo—.

De igual modo, es necesario incrementar y mejorar las capacidades de inteligencia para la identificación de los atacantes, la determinación de sus objetivos y, sobre todo, la formación y concienciación de las personas para que los mecanismos de protección sean eficientes.

El Centro Criptológico Nacional intenta dar respuesta al gran desafío que supone preservar el ciberespacio español de todo tipo de riesgos y ataques y, por tanto, defender los intereses nacionales y garantizar a nuestro país su seguridad y progreso.

Notas

1Organismo especializado de las Naciones Unidas para las tecnologías de la información y la comunicación. Disponible en: https://www.itu.int/en/mediacentre/Pages/2018-PR40.aspx

2Se considera Amenaza Híbrida, a un cúmulo de actividades coercitivas y subversivas, de métodos convencionales y no convencionales, entre los que se  incluyen los  tecnológicos, económicos, diplomáticos, y sociales. Estas actividades y métodos son empleados de forma coordinada por agentes gubernamentales o privados, para la consecución de unos determinados objetivos.

3Guía CCN-STIC 401. Glosario de términos. Disponible en: https://www.ccn-cert.cni.es/pdf/guias/glosario-de-terminos/22-401-descargar-glosario/file.html

4Guía de Buenas Prácticas del CCN. Disponible en: https://www.ccn-cert.cni.es/informes/informes-de-buenas-practicas-bp/2258-ccn-cert-bp-05-internet-de-las-cosas/file.html

5Ataque de Denegación de Servicio Distribuido, del inglés Distributed Denial of Service (DDoS)

6Javier Lesaca. “Los hackers de la democracia”. Ponencia en las XII Jornadas CCN-CERT. Intervención disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=LD6HTDMgz8g&feature=youtu.be. Documentación en: https://www.ccn-cert.cni.es/pdf/documentos-publicos/xii-jornadas-stic-ccn-cert/3311-sp1-02-los-hackers-de-la-democracia/file.html

Bibliografía

Frías, Z. y Pérez, J. (2018): “Organizaciones multistakeholder para la gobernanza global” en Revista de Economía Industrial. Disponible en:
https://www.mincotur.gob.es/Publicaciones/Publicacionesperiodicas/EconomiaIndustrial/RevistaEconomiaIndustrial/407/FRIAS%20Y%20P%C3%89REZ.pdf

Frías, Z.; Pérez, J. y Steck, C. (2018): “Gobernanza de Internet y derechos digitales” en De la Quadra-Salcedo, T. y Piñar, J.L. (Eds.) Sociedad Digital y Derecho. Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad. Disponible en: https://tienda.boe.es/detail.html?id=9788434024830

Kleinwächter, W. (2019): Internet Governance Outlook 2019: Innovative Multilateralism vs. Neo-Nationalistic Unilateralism. CircleID. Disponible en: http://www.circleid.com/posts/20190108_internet_governance_2019_innovative_multilateralism_vs_neo

Olmos, A. (2015): “Recursos críticos. Avances destacados en la gobernanza de Internet” en Serrano, S. (Ed.), La gobernanza de internet en España 2015. (pp. 48-58). Madrid, Fundetel. Disponible en: https://igfspain.files.wordpress.com/2017/04/gobernanza_internet_spain_2015_pdf.pdf

Internet Society (2016): Internet Governance–Why the Multiskeholder Approach Works. Disponible en: https://www.internetsociety.org/resources/doc/2016/internet-governance-why-the-multistakeholder-approach-works

Fuente: telos.fundaciontelefonica.com, 2019.

cibercrimen

El desafío de vivir más años

noviembre 28, 2019

Discapacidad, ¿el precio por vivir más?

Discapacidad

Diversos estudios establecen el límite de vida natural del ser humano entre los 120 y 130 años. Entonces, ¿por qué hoy la esperanza de vida rara vez supera los 80 años en la mayor parte de países?

La salud es un fenómeno social: más del 70 % del proceso salud-enfermedad se puede explicar mediante determinantes sociales. Gracias a los cambios sociopolíticos y los avances científicos, países desarrollados han logrado duplicar su esperanza media de vida en el último siglo. Japón supera el 25 % de personas mayores de 65 años y se espera que en 2050 roce el 40 %. Junto a España, encabeza la clasificación de los países más envejecidos del mundo.

Esto puede considerarse un éxito, pero acarrea el reto de mantener la calidad de vida y la capacidad física y mental durante el mayor tiempo posible. La discapacidad tiene un elevado impacto sanitario y socioeconómico en la población general; prevenirla y postergarla es un desafío para la Salud Pública.

el precio por vivir más

¿Qué es la discapacidad?

Existen diversas maneras de evaluar la discapacidad, pero el modelo aceptado hoy en todo el mundo es la Clasificación Internacional del Funcionamiento, de la Discapacidad y de la Salud (CIF) de la OMS, establecido en 2001.

Este modelo entiende la discapacidad como un término complejo que engloba las deficiencias (en estructuras y funciones corporales), las limitaciones de la actividad diaria y las restricciones de participación social. En este proceso de capacidad-discapacidad interactúan factores biológicos, psicológicos y sociales. En ellos intervienen, a su vez, determinantes individuales, como la edad y el sexo, y contextuales, como el medio ambiente, que pueden representar barreras o facilitadores.

En algunos países ha surgido el termino de “diversidad funcional” con el fin de evitar el carácter peyorativo que conlleva “discapacidad” en lenguas latinas. Se considera, por tanto, que no existen personas con menos capacidad sino con capacidades diferentes, según la actividad a la que nos refiramos.

¿A cuántas personas afecta la discapacidad?

Existen en el mundo más de mil millones de personas discapacitadas, lo que supone un 15 % de la población mundial.

En Europa, un estudio epidemiológico reciente indica que el 14 % de las personas mayores sufren discapacidad severa, ya que necesitan ayuda parcial o total para realizar sus actividades básicas de la vida diaria. Existen importantes diferencias entre regiones: la prevalencia es el doble en el este de Europa que en el norte.

Las desigualdades en salud son relevantes incluso en Europa, donde los discapacitados de las regiones sur y este presentan un perfil menos favorable (mayor inactividad física, obesidad, peor calidad de vida, más casos de depresión) comparado con sus vecinos del norte.

Sin embargo, el sur de Europa se caracteriza por un mayor soporte social familiar, lo cual explicaría la menor institucionalización de personas dependientes. En el caso de personas que viven en residencias geriátricas, la prevalencia de discapacidad supera el 70 %.

¿Cómo ocurre el declive funcional?

Se comienza a perder funcionalidad a partir de los 30 años de vida. Este tope y la posterior curva de declive dependen de varios factores, algunos de los cuales son modificables, como la dieta y el ejercicio físico. La capacidad cognitiva es fundamental para el mantenimiento de la funcionalidad, así como el soporte social y la participación en actividades].

Además, los problemas de salud física pueden predecir el declive funcional. Sería el caso, por ejemplo, de la hospitalización y la incontinencia urinaria.

En residencias geriátricas la probabilidad de sufrir pérdida funcional es superior al 50 % cada 2 años. El proceso no es siempre irreversible: diversos estudios muestran que entre el 10 y el 25 % de residentes mejora su capacidad funcional en algún momento, lo que indica que el proceso de discapacidad es dinámico y susceptible de mejora si se toman medidas.

El declive funcional suele ser progresivo: en primer lugar afecta a las actividades instrumentales de la vida diaria, aquellas que requieren doble tarea (dual task) y de mayor complejidad. Por ejemplo, realizar compras y llevar las cuentas de la casa.

Después siguen las actividades básicas de la vida, necesarias para la supervivencia del individuo. También existe un orden, establecido hace ya seis décadas y recientemente corroborado en otros estudios: primero se ven afectadas las actividades de movilidad como caminar, ir al baño y subir escaleras, seguidas de las actividades de autocuidado como ducharse y vestirse. La última tarea que suele perderse es la capacidad de alimentarse.

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Tendencia reciente y situación futura

En países desarrollados, los cambios socioculturales y políticos de la segunda mitad del siglo XX han favorecido el denominado “modelo de transición de la discapacidad”, caracterizado por una postergación de la discapacidad a edades más avanzadas. La discapacidad llega, pero lo hace más tarde y con más lentitud.

Sin embargo, todavía se desconoce si esta tendencia se mantendrá durante las próximas décadas. Es difícil determinar el impacto exacto de los muchos factores que intervienen en la salud poblacional, como la exposición a factores de riesgo (contaminación atmosférica, estrés psicosocial) o la crisis económica de 2008, entre otros.

Cómo ocurre el declive funcional

Con tal de prepararse para el futuro y poder prevenir o atrasar el declive funcional, es fundamental la instauración de estrategias de Salud Comunitaria desde edades tempranas (recordemos que el concepto de envejecimiento saludable engloba todo el ciclo de vida). En este sentido, se recomienda implementar programas multicomponente que incluyan no solo ejercicio físico, sino también intervenciones nutricionales, cognitivas e incluso sociales.

Un desafío contemporáneo tiene especial relevancia. La nuestra es la primera generación que entiende el cambio climático como una amenaza a la vida en la Tierra y la última que está a tiempo de tomar medidas efectivas para combatir el problema.

El aumento global de la temperatura afecta a los ecosistemas, la disposición de alimentos y las enfermedades infecciosas. Esto puede aumentar la carga de morbilidad (años de vida perdidos ajustados por la discapacidad), sobre todo en países en vías de desarrollo. Una vez más el futuro dependerá del rumbo de la sociedad y las decisiones políticas que se tomen.

Javier Jerez-Roig, Professor of Physiotherapy; Research Delegate of the Faculty of Health Sciences and Welfare; Head of the Research Group on Methodology, Methods, Models and Outcomes of Health and Social Sciences (M3O), Universitat de Vic – Universitat Central de Catalunya

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Fuente: grandesmedios.com, 2019.

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El fiasco de We Work

noviembre 28, 2019

El fiasco de WeWork mete miedo a los financistas: por temor a otra burbuja, expertos piden barajar y dar de nuevo

El fiasco de WeWork mete miedo a los financistas: por temor a otra burbuja, expertos piden barajar y dar de nuevo

Los principales players del sector están replanteando estrategias ante catástrofe de la startup de oficinas compartidas y el modelo de inversión desmedida

Por Juan Silvestrini.

 Las aguas del mundo emprendedor y la de los fondos de capital de riesgo siguen muy agitadas. Tras el cimbronazo que representó la catástrofe de WeWork y la especulación sobre el futuro de startups que gastan fortunas pero generan pocos ingresos, como Uber o Cabify, los principales players del sector se están reagrupando y replanteando estrategias.

Es que el caso WeWork caló hondo dentro del sistema: la compañía de oficinas compartidas llegó a estar valuada en casi u$s50.000 millones para luego, a los pocos meses, antes de que se confirmara la postergación de su debut bursátil en Nueva York, desvalorizarse a menos de la quinta parte de esa cifra.

Así, el fondo de inversión japonés Softbank –su principal accionista– se vio obligado a capitalizarla y a encarar un fuerte ajuste que arrancó con el despido de más de 4.000 empleados, como parte de su operativo para reordenar las finanzas e intentar llegar al punto de equilibrio.

El temblor tuvo su réplica en Latinoamérica, región en la que están apareciendo nuevos unicornios con proyección internacional. Más aún, teniendo en cuenta que Softbank destinó u$s5.000 millones para crear un fondo para acelerar startups.

Estos temas fueron abordados en Latin American Ventures Summit, un encuentro para emprendedores y fondos de inversión celebrado en Colombia y del que participó iProUP.

Ventures Summit, Cartagena, Colombia

Ventures Summit, Cartagena, Colombia

«Se nos vendió que existe una fórmula mágica: hagan tecnología, masifiquen, crezcan con un número alto de usuarios y eso, en algún momento, será rentable. Este sistema se  expandió a nivel global pero es muy muy peligroso», explica a iProUP José Torres, Senior Investment Manager del fondo internacional Bamboo Capital, en el marco del encuentro.

En un contexto en el que los grandes fondos de capital de riesgo tienen como estrategia inflar sumas multimillonarias en compañías para propiciarles un crecimiento desmedido, distintos players del sector comenzaron a buscar alternativas para apalancar emprendimientos más sostenibles en el tiempo y atados a objetivos más razonables.

Esto se da en el marco del colapso de algunas de las inversiones más prometedoras del gigante japonés. Carlos Correa, director de nuevos negocios de Rappi, quiere separarse del modelo de inyección de capital desmedido y asegura que son una empresa saludable: «Estamos subiendo nuestra valuación a partir de los números verdes y mejorando la eficiencia de nuestro algortimo».

Por eso, y más allá de disponer de una billetera abultada -con los ceros millonarios del fondo asiático-, en Colombia ya muestra números positivos y en México está cerca del break even (equilibrio entre ingresos y egresos).

«Aceleradoras, incubadoras y company builders, sumado al esfuerzo de corporaciones y multinacionales, se unen con los fondos desde un ejercicio estratégico de innovación abierta y trabajan cada vez más de manera creativa», asegura a iProUP Carolina Durán, directora ejecutiva de Corporación Ventures, organizadora del Latin American Ventures Summit.

A este evento internacional asistieron más de más de 2.500 personas del ámbito del emprendedurismo, los fondos de inversión y el ecosistema de innovación de América Latina para evaluar el futuro de una actividad en ebullición en medio de una región convulsionada. Además, para medir los riesgos de una posible burbuja en la región.

Perspectiva latinoamericana

Este año volvió a ser sumamente fructífero para las startups de América Latina: acapararon una inversión de capital de riesgo superior a los u$s2.000 millones. Es decir, se duplicó por segundo año consecutivo, consignan desde LAVCA. Pero no fue el único logro que consiguió la región:

– Emergieron 19 unicornios (emprendimientos con una valoración superior a los u$s1.000 millones)

– Se realizó la ronda de capital más grande hasta la fecha: iFood, una app de delivery brasileña, captó u$s500 millones 

– SoftBank creó un fondo de venture capital (capital de riesgo) de u$s5.000 millones para invertir en emprendimientos latinoamericanos

«Esta nueva generación, más digital, que usa dispositivos móviles e Internet de forma nativa, ayuda a repensar el futuro», indica Torres. Desde LAVCA revelan que los desembolsos de los venture capital se repartieron en 2019 de la siguiente manera:

– 56% en Brasil

– 21% en México

– 10% en Chile

4% en Argentina

– 4% en Colombia

– 2,4% Perú

– 2,6% en el resto del continente

En el horizonte aparece el fantasma de la burbuja del 2001, las falsas esperanzas y grandes pérdidas de la explosión de las puntocom, que dieron lugar al cierre de gran cantidad de empresas que no contaban con modelos de negocios realistas ni sustentables.

Lo importante es generar negocios saludables

Lo importante es generar negocios saludables

«Desde la visión inversionista, queremos que los emprendedores generen valor real para la sociedad y dejen de pensar a corto plazo. Aquellos que sucumben a esta vanidad de la medición corta no pueden subsistir y dejan irresueltos problemas más profundos que amenazan el negocio. Si esto no está claro los venture capital no ponen plata», plantea Torres.

En esta misma línea, Durán asegura que las startups deben reordenar sus prioridades y, al mismo tiempo, generar impacto y tener sus «papeles en orden» para aprovechar la lenta creación de regulaciones.

«Los emprendedores no van al mismo ritmo que las leyes. Cuando se llega a ese punto, hay que ver que las cosas estén claras para lograr una rentabilidad sostenida», asegura Durán, quien agrega que «tanto los emprendedores como los fondos de inversión tienen la responsabilidad de medir su impacto».

Modelos sostenibles

Global Impact Investing Network revela que, durante 2019, se destinaron u$s228.000 millones en inversiones de impacto en todo el mundo. Sin embargo, los financistas están listos para desembolsar más dinero: unos u$s468.000 millones en 2020. Lo importante, para los grupos de capital, es la diversidad, medir el crecimiento y los resultados.

«El ecosistema está en un momento en el que puede generarse una gran atracción y Latinoamérica está lista para recibir todo el dinero necesario para innovar», suma Durán. Asimismo, asevera que para que una empresa sea valiosa debe crecer y perdurar.

Torres, en tanto, afirma que «para los inversionistas es importante elegir dónde poner la plata, ya que es muy difícil encontrar emprendimientos que crezcan rápido y, a la vez, perduren en el tiempo». «Se generó un vicio en el que el modelo de negocios está puesto más en levantar capital que en tener un esquema rentable», critica.

«Esta interacción entre capital privado, emprendedores y gobierno debe generar un trabajo colaborativo y una comunidad que apueste a la gestión de capital semilla para achicar la brecha social, donde se genere empleo formal y vigencia en el tiempo» asegura a iProUP Carlos Gamba, Coordinador Nacional de Emprendimiento y Fondo Emprender del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) del Ministerio de Trabajo de Colombia.

«Al fin y al cabo -añade-, el emprendedor es un actor político y social». Para Luis Gallo, miembro del Ventures Summit, «en esta nueva era, todas las corporaciones tienen que tener una convergencia entre generar impacto real y retorno».

«Además, los fondos están buscando empresas que tengan compromiso social, climático y empresarial muy importante», indica Gallo a iProUP

En este sentido, desde Bamboo afirman que tanto emprendedores como fondos deben volver a «las bases» y que las startups en las cuales apuestan puedan responder preguntas básicas:

– ¿Cuál es su modelo de negocios?

– ¿Qué problema soluciona?

– ¿Cuál es su durabilidad?

– ¿Quiénes son los competidores?

«Todas las empresas tienen que poder contestar estos interrogantes, incluso antes de hablar de su ‘tecnología disruptiva'», afirman desde la compañía.

Jorge Farfán, director regional del fondo Bamboo, afirma que los emprendedores tienen una «noción equivocada» de lo que valen sus emprendimientos. «El foco es errado, hay que pensar en clave de durabilidad, entendiendo las bases del negocio», remarca ante la consulta de iProUP.

Pero también hace un mea culpa: «Esto pasa porque los inversionistas generan un círculo vicioso. Hay un fuerte FOMO (siglas en inglés de «miedo a quedar afuera») dentro de estos contextos que lleva a poner plata sólo porque otros lo hicieron».

«También tenemos la presión constante de encontrar al ‘próximo unicornio’, pero la estrategia de SoftBank y lo que pasó con WeWork va a cambiar un poco el panorama de cara a lo que viene», completa Farfán.

Los objetivos de los venture capital empezaron a alinearse. Luego de observar cómo el ecosistema tambaleó con los traspié de WeWork y Uber, más la inyección de dinero en forma desmedida, los actores del sector comenzaron a pensar una nueva estructura para evitar una nueva burbuja.

Fuente: iproup.com, 26/11/19.

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Frágil, robusto y antifrágil

noviembre 27, 2019

Resumen del libro Antifrágil, de Nassim Nicholas Taleb.

Antifrágil

La tríada: frágil, robusto y antifrágil

Pensemos en algo frágil, algún objeto de nuestra sala de estar, como el televisor o la porcelana del aparador. Si los etiquetamos como “frágiles” significa, necesariamente, que queremos que gocen tranquilidad, orden y previsibilidad. A un objeto frágil no le sentará nada bien un terremoto ni la visita de un sobrino hiperactivo. Todo lo que aborrece la volatilidad aborrece los agentes estresantes (estresores), el daño, el caos, los sucesos, el desorden, las consecuencias imprevistas, la incertidumbre y, por encima de todo, el tiempo.En el lado opuesto a lo frágil hay cosas que se benefician de las crisis; prosperan y crecen al verse expuestas a la volatilidad, al azar, al desorden y a los estresores, y les encanta la aventura, el riesgo y la incertidumbre.Pero, a pesar de la omnipresencia de este fenómeno, no existe una palabra que designe exactamente lo contrario de lo frágil. Aquí lo llamaremos antifrágil. Pensemos, por ejemplo, en Suiza, el lugar más antifrágil del planeta, ya que se beneficia de las crisis que se dan en el resto del mundo.La antifragilidad es más que resiliencia o robustez. Lo robusto aguanta los choques y sigue igual; lo antifrágil mejora. Esta propiedad se halla detrás de todo lo que ha cambiado con el tiempo: las revoluciones, la innovación tecnológica, el éxito cultural, la supervivencia empresarial, las buenas recetas de cocina, el ascenso de ciudades, las bacterias resistentes… incluso nuestra existencia como especie.La antifragilidad es relativa a una situación dada. Un boxeador puede ser robusto, sano en lo que se refiere a su condición física, y puede mejorar de un combate al siguiente, pero podría ser emocionalmente frágil y romper a llorar si su novia lo dejara. Nuestras abuelas podrían tener o haber tenido unas cualidades opuestas: una complexión frágil y una fuerte personalidad.El objetivo último de este libro es descubrir aquellas reglas que nos permitan pasar de lo frágil a lo antifrágil reduciendo la fragilidad o controlando la antifragilidad.

Lo antifrágil se beneficia de los estresores

Cuando algo no vivo se somete a estrés, sufre fatiga o se rompe. Nuestra casa o la mesa de nuestro despacho se acabarán gastando y no podrán repararse por sí solas. Puede que sean robustas, pero no pueden ser intrínsecamente antifrágiles.Por el contrario, los seres vivos y los sistemas complejos se comportan de una forma muy diferente. Están formados por componentes que interaccionan entre sí, intercambiando información por medio de estresores. Y precisamente por eso, pueden llegar a ser antifrágiles.Pensemos en el ser humano. Nuestro cuerpo no obtiene información sobre el entorno por medio del sistema lógico, la inteligencia o la capacidad de razonar y calcular, sino por medio del estrés y de las hormonas u otros mensajeros que aún están por descubrir. Los huesos del cuerpo, por ejemplo, se refuerzan cuando se ven sometidos a la gravedad, por ejemplo después de hacer ejercicio. Y del mismo modo que pasarse un mes en la cama provoca atrofia muscular, los sistemas complejos se debilitan si se ven privados de estresores.Me gusta el ejemplo de la adquisición del lenguaje: no sé de nadie que haya aprendido su lengua materna estudiando gramática y sometiéndose a exámenes cada dos por tres. Adquirimos mejor una lengua cometiendo errores, cuando debemos comunicarnos en circunstancias más o menos difíciles.El problema es que gran parte de nuestro mundo moderno tan estructurado nos ha estado perjudicando con artilugios y políticas desde arriba que hacen precisamente eso: menoscabar la antifragilidad de los sistemas. Esta es la tragedia de la modernidad: al igual que esos padres tan sobreprotectores que rozan la neurosis, quienes más nos intentan ayudar son quienes más nos acaban perjudicando.¿Por qué ocurre esto? En primer lugar, por lo que llamo “opacidad causal”. El intercambio de información entre los componentes de un sistema complejo es mucho más intrincado de lo que muchos nos quieren hacer ver. A nuestro alrededor hay muchas más fuentes de información de las que vemos y es difícil ver la flecha que relaciona causa y consecuencia. Esta opacidad hace que la lógica habitual y una gran parte de los métodos convencionales de análisis sean inaplicables. En un sistema complejo no podemos limitarnos a aislar una sola relación causal. Es más, la lógica, por definición, excluye los matices, y dado que la verdad reside únicamente en los matices, la lógica es un instrumento inservible para hallar la verdad en las ciencias morales y políticas.En segundo lugar, la idea de que los sistemas pueden necesitar algo de estrés y agitación ha sido pasada por alto por quienes la captan en un ámbito pero no en otro. Algunas personas pueden entender una idea en un ámbito como la medicina y no reconocerla en otro como la socioeconomía.Veamos un ejemplo de la dependencia del ámbito: preguntemos a un ciudadano estadounidense si alguna agencia gubernamental debería controlar el precio de los automóviles o de los periódicos. Seguramente nos acusaría de comunistas por el simple hecho de haberlo planteado. Vale. Luego señalémosle con mucho tacto que la Reserva Federal de los Estados Unidos se dedica, precisamente, a controlar y fijar el precio de otro bien, el tipo de interés. Ron Paul, candidato a la presidencia de los Estados Unidos, fue tildado de chalado por haber propuesto que la Reserva Federal fuera abolida. Pero también le habrían llamado chalado si hubiera propuesto la creación de un organismo que controlara otros precios.En los mercados, fijar los precios, o su equivalente consistente en eliminar a los especuladores, los llamados “negociantes del ruido” —y la volatilidad moderada que provocan—, genera una ilusión de estabilidad con períodos de calma interrumpidos por grandes saltos. Puesto que los participantes no están acostumbrados a la volatilidad, tienden a atribuir la más leve variación de los precios a información privilegiada o a cambios en el estado del sistema, lo que provoca episodios de pánico. Cuando una moneda no varía nunca, el más leve de los cambios hace que la gente crea que se acerca el fin del mundo. Inyectar un poco de confusión paradójicamente estabiliza el sistema.Las variaciones también tienen una función expurgadora. Los pequeños incendios forestales eliminan periódicamente el material más inflamable, impidiendo que se acumule. Pero la prevención metódica de los incendios por seguridad hace que los incendios grandes sean mucho peores. Por razones similares, la estabilidad per se no es buena para la economía: las empresas se debilitan durante los largos períodos de prosperidad carentes de contratiempos, y las vulnerabilidades ocultas se acumulan en silencio bajo la superficie.No forma parte de la manera aceptada de pensar que el éxito, el crecimiento económico o la innovación solo puedan surgir de una “sobrecompensación” ante ciertos estresores. Esta dificultad para traducir o extrapolar es inherente al ser humano; y solo podremos aspirar a la sabiduría y a la racionalidad si ponemos empeño en superarla.En la mitología griega, Procusto era un posadero que, para hacer que los viajeros cupieran en su lecho, estiraba hasta descoyuntarlos a los demasiado bajos y cortaba las piernas de los excesivamente altos. Así lograba que todos encajaran en la cama. Estamos fragilizando sistemas sociales y económicos negándoles estresores y azar, colocándolos en el lecho de Procusto de esta modernidad tan fácil y cómoda, pero a fin de cuentas perjudicial.

Lo antifrágil reacciona frente a los contratiempos

Creo que la innovación y la sofisticación surgen de una situación inicial de necesidad a la que se responde con algo que va mucho más allá de satisfacer esa necesidad (por ejemplo, efectos no buscados de un invento). Naturalmente, hay muchos dichos sobre esta cuestión como el que reza: “El hambre agudiza el ingenio”. Podríamos decir que lo que innova es el exceso de energía que se libera al sobrerreaccionar a un contratiempo.Esta idea contradice los métodos actuales para innovar que nos hacen pensar que la innovación es producto de la financiación burocrática, de la planificación, de colocar a la gente en una clase de la Harvard Business School impartida por un Muy Condecorado Profesor de Innovación (que nunca ha innovado en nada) o de contratar a algún consultor (que tampoco ha innovado en nada). Pero es una falacia: bastaría con pensar en los muchos empresarios sin formación que han contribuido de una manera desproporcionada a diversos avances tecnológicos desde la Revolución Industrial hasta la aparición de Silicon Valley.Sin embargo, a pesar de la visibilidad de esta contraprueba y de la sabiduría que podemos adquirir de manera totalmente gratuita de los antiguos (o de las abuelas), los “modernos” intentan innovar partiendo de una situación de comodidad, seguridad y previsibilidad en lugar de aceptar la noción de que la inventiva surge de la necesidad.A este respecto, es interesante observar que la automatización de los aviones ha hecho que volar sea muy fácil y cómodo para los pilotos, pero a costa de aumentar el peligro. El relajamiento de la atención de los pilotos por falta de estímulo ha provocado muchos accidentes. Parte del problema se debe a las normativas de los organismos que regulan la aviación comercial, que han obligado al sector a basarse más en la automatización. Por suerte, estos mismos organismos han acabado reconociendo el problema.Se dice que los mejores caballos pierden cuando compiten con otros más lentos y que ganan con rivales a su altura. La ausencia de un estresor y la ausencia de retos perjudica a los mejores. Como dice el poema de Baudelaire sobre el albatros, “sus alas de gigante le impiden caminar”: muchos rinden más en cálculo avanzado que en cálculo básico.Como vemos, la antifragilidad es lo que se despierta y reacciona en exceso para compensar los estresores y el daño. Ahora bien, no hay que confundir esto con mezclar ruido y señal a la hora de reaccionar. Imaginemos a una de esas personas a las que en el habla cotidiana calificamos de neuróticas. Si su negocio sufre un pequeño percance reacciona como si se hallara al borde de la quiebra. En lugar de reaccionar a las cosas, sobrerreacciona. Comparémosla con alguien imperturbable, con la capacidad de mantener la calma bajo fuego enemigo que se considera tan necesaria para llegar a ser un líder. En ocasiones, reaccionan si lo ven necesario y, a diferencia del neurótico, las raras veces que se enfadan todo el mundo lo nota y se lo toma muy en serio.Las personas ecuánimes solo reaccionan a información real y las neuróticas reaccionan principalmente al ruido. El ruido es lo que tendríamos que pasar por alto; la señal es lo que deberíamos tener en cuenta.Esta incapacidad personal o intelectual de distinguir entre ruido y señal es lo que está detrás de la intervención excesiva (e ingenua). Quienes actúan en las grandes empresas o en la política y cuentan con un complejo departamento dedicado a reunir datos sobrerreaccionan y confunden el ruido con información. Cuantos más datos miremos, más desproporcionada será la cantidad de ruido que obtengamos (en lugar de lo valioso, la señal).Y es que, en general, hay mucho ruido procedente de los medios de comunicación y su glorificación de lo anecdótico. Gracias a esto vivimos cada vez más en una realidad virtual separada del mundo real y cada vez nos damos menos cuenta. Y al ofrecernos explicaciones y teorías, los medios de comunicación nos inculcan la ilusión de que entendemos el mundo. Así, cuando los sistemas reprimidos y con hambre de desorden natural se vienen abajo —algo que les debe suceder tarde o temprano por ser frágiles— su caída nunca se atribuye a la fragilidad y se interpreta como el resultado de una mala previsión (que, según dicen, habría que “perfeccionar”). Sería muy poco inteligente atribuir el derrumbe de un puente frágil al último camión que lo ha cruzado, y aún lo sería más intentar predecir qué camión hará que se derrumbe. Pero eso es lo que sucede en demasiadas ocasiones. Lo que se debe estudiar es el sistema y su fragilidad, no los sucesos. No nos dejemos engañar: el índice de acierto en la previsión de sucesos raros importantes en ámbitos como la política o la economía no es que esté cerca de cero, es que es cero.Si prácticamente todo lo que viene de arriba fragiliza y bloquea la antifragilidad y el crecimiento, todo lo que surge desde abajo prospera con una cantidad adecuada de desorden y de estrés. El proceso mismo de descubrimiento, de innovación o de avance tecnológico depende de la manipulación o experimentación antifrágil, de asumir riesgos con audacia más que de la educación formal. A un vendedor de pistachos en el zoco de Damasco no le hace falta resolver ecuaciones generales del equilibrio para poner precio a su producto.El caso es que las cosas que se acaban implementando tienden a nacer de la práctica, no de la teoría. Pensemos en las bellas catedrales de Europa: parecen basarse en una geometría muy compleja. La simple credulidad nos haría pensar que estas hermosas obras se deben a la matemática. Pero los arquitectos (entonces llamados maestros de obras) se basaban en reglas heurísticas, métodos empíricos, herramientas y prácticamente ninguno sabía de matemáticas. Según el historiador de la ciencia medieval Guy Beaujouan, antes del siglo XIII no había más de cinco personas en toda Europa que supieran hacer una división. Ni teoremas, ni cuentos: los maestros de obras podían averiguar la resistencia de los materiales sin las ecuaciones que tenemos hoy y la mayor parte de aquellos edificios aún siguen en pie.Debe quedar claro que no estoy diciendo que las teorías o la ciencia académica no estén detrás de algunas tecnologías prácticas cuya aplicación final surge directamente de ellas. Pero hay todo un corpus de conocimientos prácticos que ha sido transmitido de maestros a aprendices. Y es que el papel del conocimiento formal está sobrevalorado precisamente por ser muy visible.

Tu fragilidad es mi antifragilidad

Los restaurantes son frágiles y compiten entre sí, pero el conjunto de los restaurantes de una localidad es antifrágil por esta misma razón. Si cada restaurante fuera robusto como unidad, y por lo tanto inmortal, el negocio global se habría estancado o debilitado y lo mejor que serviría sería un menú de bar al estilo soviético. Además, sufriría los efectos de carestías sistémicas y, de vez en cuando, caería en una crisis total y tendría que ser rescatado por el Gobierno.Todo lo que está vivo o es de naturaleza orgánica tiene una vida finita y acaba muriendo. Pero lo que muere lo hace después de dejar descendencia con un código genético que difiere en algún aspecto del de su progenitor. La naturaleza no considera que los individuos sean muy útiles cuando han agotado su capacidad de reproducción. Prefiere dejar que el juego continúe en el nivel informativo, el del código genético. Así pues, los organismos deben morir para que la naturaleza, esa naturaleza cruel, oportunista y egoísta, sea antifrágil.Hagamos el experimento mental de imaginar la situación de un organismo inmortal, sin fecha de caducidad. Para satisfacer las condiciones de la inmortalidad, los organismos deberían predecir el futuro a la perfección: menos que eso sería insuficiente. Pero al dejar que los organismos vivan y mueran y se produzcan modificaciones entre generaciones sucesivas, a la naturaleza no le hace falta predecir condiciones futuras más allá de una idea muy vaga de la dirección que se debe seguir. Cada suceso aleatorio traerá su propio antídoto en forma de variación ecológica. Es como si la naturaleza se modificara a sí misma y modificara su estrategia a cada instante.Consideremos este fenómeno desde el punto de vista de la vida económica. Si la naturaleza gobernara la economía, no rescataría constantemente a sus miembros para que vivieran eternamente. Ni tendría administraciones permanentes ni departamentos de previsión que intentaran adelantarse al futuro. No dejaría que los timadores de la Oficina de Administración y Presupuesto de los Estados Unidos cometieran tales errores de arrogancia epistémica.Ya hemos visto que en el contexto adecuado los estresores son información. Para lo antifrágil, el perjuicio causado por los errores debería ser menor que el beneficio. Naturalmente, me refiero a algunos errores, no a todos: los que no destruyen un sistema ayudan a impedir males mayores. Si el Titanic no hubiera naufragado y el coste en vidas no hubiera sido tan grande, se habrían construido transatlánticos cada vez más grandes y el siguiente naufragio habría sido aún más trágico. Este ejemplo ilustra la diferencia entre los beneficios para el sistema y los perjuicios para algunos de sus componentes individuales.Cada accidente aéreo nos acerca más a la seguridad, mejora el sistema y hace que el siguiente vuelo sea más seguro. Pero los sistemas de esta clase aprenden porque son antifrágiles y explotan los errores “pequeños”; no se puede decir lo mismo de las grandes crisis económicas porque el sistema económico no es antifrágil tal como está organizado hoy. La razón es que cada año hay centenares de miles de vuelos de pasajeros y el accidente de uno no repercute en los demás: los errores son localizados; en cambio, los sistemas económicos globalizados actúan como uno solo y los errores se propagan agravándose cada vez más.Para que la economía sea antifrágil y experimente lo que llamamos evolución, cada empresa por separado tiene que ser necesariamente frágil, estar expuesta a quebrar; y es que, para mejorar, la evolución necesita que los organismos (o sus genes) mueran para ser sustituidos por otros más aptos o que los menos aptos no se reproduzcan. En consecuencia, la antifragilidad de un nivel puede exigir la fragilidad —y el sacrificio— de un nivel inferior. Cada vez que preparamos nuestro café matutino con una cafetera, nos beneficiamos del fracaso —y la fragilidad— del empresario que no ha logrado que tengamos una cafetera mejor en la encimera.Es desagradable pensar que la crueldad sea un motor de la mejora. Pero hay maneras de mitigar el perjuicio para los más débiles. La solución es crear un sistema en el que la caída de uno no pueda arrastrar a otros porque los fracasos continuos actúan para mantener el sistema. Paradójicamente, muchas políticas sociales e intervenciones de los gobiernos acaban perjudicando a los débiles y consolidando a los ya establecidos.Para progresar, la sociedad moderna debería tratar a los empresarios arruinados de la misma forma que la humanidad ha venido honrando a los soldados muertos. Y es que del mismo modo que no hay soldados fracasados con independencia de que estén muertos o vivos (salvo que hayan dado muestras de cobardía), tampoco hay empresarios o investigadores científicos fracasados.

Lo antifrágil se puede enfrentar a los Cisnes Negros

Es mucho más fácil saber si algo es frágil que predecir un suceso que lo pueda dañar. La fragilidad se puede medir, pero el riesgo no (salvo en los casinos y en la cabeza de quienes se proclaman “expertos en riesgos”). Esto ofrece una solución a lo que he llamado el problema de los Cisnes Negros: la imposibilidad de calcular los riesgos de sucesos raros y de gran trascendencia y de predecir su incidencia.Los Cisnes Negros son sucesos a gran escala, imprevisibles, irregulares y con unas consecuencias de muy gran alcance que sorprenden y perjudican a ciertos observadores que no los han previsto y a los que llamaremos “pavos”. Un carnicero alimenta durante mil días a un pavo. El pavo es feliz. Y entonces llega el día de Acción de Gracias y ser un pavo ya no es muy buena idea… El día de Acción de Gracias será un suceso de Cisne Negro pero solo para el pavo, no para el carnicero. La historia del pavo también nos revela a la madre de todos los errores perjudiciales: confundir la ausencia de prueba (de un perjuicio) con la prueba de ausencia, un error que, como veremos, es bastante común.Nos dedicamos a refinar nuestra comprensión de lo ordinario creando modelos y teorías que no sirven para contemplar esos sucesos ni medir la posibilidad de que se den. Por ejemplo, los profesionales de la gestión de riesgos buscan en el pasado información sobre el llamado peor escenario y la emplean para calcular riesgos futuros: este método se llama “prueba de estrés”. Toman la peor recesión histórica, la peor guerra o los peores índices de desempleo como referencia para calcular el peor resultado futuro. Pero nunca se dan cuenta de esta incongruencia: cuando ese peor escenario del pasado sucedió, superó al “peor escenario” de su época. He llamado problema de Lucrecio a este fallo mental en honor al filósofo y poeta latino que escribió que el tonto cree que la montaña más alta del mundo es la más alta que ha visto él.Lo mismo sucedió con el reactor nuclear de Fukushima, que sufrió un fallo catastrófico en 2011 a consecuencia de un tsunami. Había sido construido para resistir el peor terremoto histórico y los constructores no imaginaron que pudiera ocurrir otro peor. Del mismo modo, en su disculpa ante el Congreso estadounidense, el expresidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, el fragilista doctor Alan Greenspan, ofreció el clásico “Nunca había pasado algo así”. Pues bien, la naturaleza, a diferencia del fragilista Greenspan, se prepara para lo que no ha sucedido antes presuponiendo que puede ocurrir algo peor.Los Cisnes Negros nos hacen creer que “casi” los hemos previsto porque los podemos explicar retrospectivamente cuando ya han pasado. La ilusión de que los podemos prever impide que nos demos cuenta de su papel en la vida. La vida es más —muchísimo más— laberíntica de lo que aparece en nuestra memoria: la mente convierte la historia en algo uniforme y lineal y hace que subestimemos el azar.Si sabemos en qué lado estamos de la tríada, es decir, si somos frágiles, robustos o antifrágiles, podemos determinar más fácilmente nuestra sensibilidad al daño causado por la volatilidad en lugar de rompernos la cabeza tratando de prever el suceso raro (Cisne Negro) que nos puede causar un daño irreparable.Nuestra misión en la vida (y la de cualquier sistema complejo que se precie) pasa a ser, simplemente, la de no pensar como el pavo o, si es posible, la de ser todo lo contrario, es decir, antifrágiles. Pero para no ser como nuestro querido pavo debemos empezar entendiendo la diferencia entre la estabilidad verdadera y la artificial.Consideremos la suerte que han corrido los hermanos John y George. John lleva veinticinco años de administrativo en el departamento de personal de un gran banco. George es taxista.John tiene un sueldo totalmente previsible (o eso cree), además de seguro médico y cuatro semanas de vacaciones al año. Suele despertarse diciéndose a sí mismo que “la vida va bien”. Pero eso era antes de que estallara la crisis bancaria y se diera cuenta de que su trabajo pasaría a ser “redundante”. Estar en el paro le afectaría muchísimo ya que tiene más de cincuenta años.George tiene días buenos en los que puede ganar un buen dinero; otros son peores y apenas cubre gastos; pero viene a ganar más o menos lo mismo que su hermano. Dada la variabilidad de sus ingresos, siempre se queja de no gozar de la seguridad laboral de su hermano; pero, en el fondo, este anhelo es una ilusión porque acabará mejor parado que él.Y es que esta es la ilusión fundamental de la vida: la ilusión que nos dice que la aleatoriedad es peligrosa, que es mala, y que hay que eliminarla. Los trabajadores por cuenta propia tienen unos ingresos con cierta volatilidad pero son bastante robustos frente a un Cisne Negro de poca importancia que pueda dejarlos sin ingresos. Sus riesgos son muy claros. Pero no pasa lo mismo con los asalariados: no tienen volatilidad y se ven sorprendidos cuando sus ingresos se quedan en nada tras ser despedidos. Sus riesgos están ocultos.Gracias a la variabilidad, los profesionales autónomos tienen un poco de antifragilidad: las variaciones pequeñas hacen que se adapten y aprendan del entorno, porque en cierto modo se hallan bajo una presión continua para hacerlo. Recordemos que los estresores son información; estos profesionales afrontan continuamente esos estresores y se amoldan de una manera oportunista.Así pues, y lamentablemente, a los seres humanos nos da tanto miedo la segunda forma de variabilidad que de una manera ingenua fragilizamos los sistemas —o impedimos que sean antifrágiles— protegiéndolos. En otras palabras, evitar los errores pequeños hace que los grandes sean más graves. Cuanta más variabilidad observamos en un sistema, menos propenso es a los Cisnes Negros.Y es que la antifragilidad es el mejor antídoto contra los Cisnes Negros. Olvídese de los “científicos” que se dedican a predecir lo impredecible.

cisne negro

El método de la haltera

Vamos a describir una estrategia para lograr antifragilidad, es decir, para pasar al lado derecho de la tríada. El primer paso para llegar a la antifragilidad consiste en reducir lo desfavorable antes de aumentar lo favorable; por decirlo de otro modo, consiste en reducir la exposición a Cisnes Negros negativos y dejar que la antifragilidad natural actúe por sí sola.Puede que sea evidente, pero se suele pasar por alto: reducir la fragilidad es un requisito, no una opción. Y es que la fragilidad es extenuante, igual que una enfermedad terminal. Si un paquete se rompe en condiciones adversas no se va a arreglar por sí solo cuando las condiciones vuelvan a ser adecuadas.Los hombres de negocios suelen pasar por alto la importancia de abordar la fragilidad primero de todo porque tienden a creer que su principal misión es generar beneficios. No ven que la supervivencia es más prioritaria que el éxito. Antes que obtener beneficios y comprarse un BMW, sería buena idea sobrevivir. En otras palabras, si algo es frágil, la amenaza de que se rompa implica que todo lo que hagamos para mejorarlo o hacerlo “eficiente” será inútil si antes no reducimos el riesgo de rotura.Es lo mismo que pasa con el crecimiento del PIB (producto interior bruto). Se puede lograr con toda facilidad endeudando a las generaciones venideras y permitiendo que la economía del futuro se pueda venir abajo por la necesidad de saldar esa deuda. Del mismo modo que la noción de “velocidad” es irrelevante para un avión que presenta un riesgo elevado de estrellarse porque sabemos que puede no llegar a su destino, al crecimiento económico con fragilidades no se le debe llamar crecimiento, algo que los gobiernos aún no han entendido. En la época dorada de la Revolución Industrial el crecimiento fue muy modesto, inferior al 1 %. Pero, aun siendo tan bajo, fue un crecimiento robusto, no como la carrera insensata de tantos Estados actuales que, en su intento de crecer, se comportan como conductores adolescentes borrachos de velocidad.¿En qué consiste la estrategia de la haltera? El objetivo de la haltera (la barra con pesas que utilizan los halterófilos) es ilustrar la idea de combinar dos extremos que se mantienen separados evitando el centro o punto medio. Con una haltera podemos adoptar la doble actitud de ir a lo seguro en algunas áreas (robusto ante los Cisnes Negros negativos) y de asumir muchos riesgos pequeños en otras (abierto a los Cisnes Negros positivos) con el fin de lograr antifragilidad.Veamos un ejemplo de haltera en el campo de las finanzas: si guardamos el 90 % de nuestros fondos en efectivo (siempre que estemos a salvo de la inflación) e invertimos el 10 % restante en valores de mucho riesgo, por un lado es imposible que perdamos más del 10% y por el otro podemos obtener pingües beneficios. Alguien que invierta el 100 % en los llamados valores de riesgo “medio” se expone a la ruina total por un mal cálculo de los riesgos. Esta estrategia de haltera soluciona el problema de que los riesgos de los sucesos raros no se puedan calcular y sean frágiles a los errores de estimación; en este ejemplo, la haltera financiera tiene una pérdida máxima conocida.La haltera evita la “media” o el “punto medio”… porque es muy peligroso. Si nos dijeran que nuestra abuela pasará las dos próximas horas a la temperatura media de veintidós grados centígrados podríamos pensar que es una temperatura ideal. Pero resulta que la abuela se pasará la primera hora a dieciocho grados bajo cero y la segunda a sesenta sobre cero con una media equivalente a veintidós grados. Así que lo más seguro es que nos quedemos sin abuela. Como vemos, la noción de media carece de importancia cuando uno es frágil a las variaciones.Las estrategias de haltera pueden ser muy variadas. El único límite es la imaginación y las circunstancias de cada persona. A modo de ilustración pensemos en la estrategia de haltera de algunos escritores. La literatura es una de las carreras más inflexibles, más especulativas, más exigente y con más riesgo. Entre los escritores existe la tradición de buscarse una profesión libre de ansiedad, con pocas exigencias intelectuales y gran seguridad laboral, la clase de trabajo que permite dedicar el tiempo libre a escribir lo que uno quiere.En política social, una haltera consistiría en proteger a los más débiles y dejar que los fuertes cumplan con su trabajo en lugar de ayudar a consolidar los privilegios de la clase media, lo que bloquea la evolución y genera toda clase de problemas económicos que tienden a perjudicar más a los más desfavorecidos.Antes de que el Reino Unido se convirtiera en un estado burocrático, presentaba una estructura de haltera formada por aventureros (tanto en lo económico como en lo físico) y por una aristocracia. No es que la aristocracia tuviera mucho peso, pero al menos ayudaba a mantener cierto sentido de precaución mientras los aventureros recorrían el planeta en busca de oportunidades de comercio o se quedaban en casa manipulando maquinaria. Hoy la City de Londres está formada por bohemios burgueses que viven de sus bonus anuales.Hay un proverbio yiddish que reza “Prepárate para lo peor, porque lo mejor se encarga de sí mismo”. Puede parecer una perogrullada, pero no lo es. Tenemos pruebas más que suficientes de que a la gente le disgustan las pérdidas pequeñas pero no tanto los grandes riesgos tipo Cisne Negro (a los que infravaloran) porque tienden a asegurarse contra pérdidas pequeñas probables, pero no contra pérdidas grandes e infrecuentes. Precisamente lo contrario de lo que deberían hacer.La haltera es una domesticación —que no eliminación— de la incertidumbre.

La haltera

La estrategia de las opciones

Tales fue un filósofo jónico de linaje fenicio, que vivía en la ciudad de Mileto. Cansado de que sus amigos de espíritu más comercial le repitieran que “el que puede actuar actúa, y el que no, filosofa”, llevó a cabo una proeza: compró a muy bajo precio el derecho a utilizar hasta final de temporada todas las prensas de aceite de los alrededores de Mileto y de Quíos. La cosecha de aceitunas fue tan abundante y hubo tal demanda de prensas que las acabó arrendando a sus dueños con sus propias condiciones y amasó una fortuna considerable. Luego, se dedicó otra vez a filosofar.En esta opción, Tales tenía el derecho —que no la obligación— de usar las prensas en el caso de que hubiera una gran demanda y la otra parte tenía la obligación —no el derecho— de cedérselas. Tales pagó muy poco por aquel privilegio que le suponía unas pérdidas muy limitadas y un beneficio potencial muy grande. Aquella fue la primera opción de la que se tiene constancia.La opción es un agente de la antifragilidad (si nos permite ganar más de lo que podemos perder). En las finanzas, las opciones pueden ser caras, porque la gente sabe que son opciones y que alguien las vende y cobra por ellas, pero las alternativas más interesantes son gratuitas o, en el peor de los casos, baratas.Por ejemplo, supongamos que vivimos de alquiler con un contrato indefinido. Tenemos la opción de seguir en el piso el tiempo que queramos, no la obligación de hacerlo. Si un día nos da por mudarnos, basta con que se lo notifiquemos al dueño y adiós. Por otro lado, el dueño está obligado a dejar que sigamos viviendo en el piso pagando un alquiler previsible. Si los alquileres aumentaran mucho y en el mercado inmobiliario se creara una burbuja que acabara estallando, estaríamos protegidos. Por otro lado, si el precio de los alquileres se desplomara, podríamos cambiar fácilmente de piso y reducir los gastos mensuales. La bajada de los alquileres nos beneficia y la subida no nos perjudica. En cierto modo, la incertidumbre aumenta el valor de este privilegio. Y es que, cuanto mayor es la incertidumbre, más valiosa es una opción.Consideremos ahora la llamada “investigación blue sky” donde se destinan fondos a personas en lugar de a proyectos, y se asignan pequeñas cantidades a muchos investigadores. Estos inversores tienden a financiar emprendedores, no ideas. Como dicen ellos mismos, apuestan por el jockey, no por el caballo. El saldo o resultado final de una inversión de capital riesgo tiene una distribución estadística, sigue una ley de potencias con unas ventajas grandes, casi ilimitadas y, a causa de la opcionalidad, con unos inconvenientes limitados. Como me dijo un inversor de capital riesgo, “los beneficios pueden ser tan grandes que no te puedes permitir no estar en todo”. Una propiedad de la opción es que no le preocupa el resultado medio: solo le interesan los resultados favorables (puesto que los negativos no cuentan más allá de un punto dado).Si alguien tiene opcionalidad no hace falta que posea inteligencia, perspicacia, o aptitudes. Y es que no es necesario que acierte tantas veces. Lo único que necesita es tener la prudencia de no hacer tonterías que le perjudiquen (algunos actos por omisión) y reconocer los resultados favorables cuando se den.La opcionalidad es una forma alternativa de hacer cosas de una manera oportunista, y con la gran ventaja de que surge de una asimetría con beneficios grandes y perjuicios leves. Es un modo de domesticar la incertidumbre, de obrar de una manera racional sin necesidad de entender (o “adivinar”) el futuro. Cuanto mayor sea la incertidumbre, más importante será el papel de la opcionalidad y mejor nos irán las cosas. Esta propiedad es fundamental para la vida.

Tales de Mileto

El problema de la eficiencia, el tamaño y la fragilidad

Un sábado por la tarde me acerqué hasta Nueva York en automóvil. Salí con tiempo de sobra (soy un defensor a ultranza de que la gente ponga redundancia en todos los ámbitos de su vida), pero según me iba acercando al centro me encontré en medio de un atasco monumental. Las autoridades de la ciudad habían dado permiso a una productora para rodar en el puente de la calle 59 bloqueando un carril; creyeron que, al ser sábado, no habría ningún problema. Pero aquel pequeño problema de tráfico se convirtió en un caos total a causa de los efectos multiplicativos. Este caso ejemplifica el problema fundamental de la eficiencia: una modificación pequeña da unos resultados que se acumulan en un sistema muy ajustado y que, por lo tanto, es frágil. Hay gente que pasa por alto que el funcionamiento sin problemas en unas circunstancias normales es muy, pero que muy diferente al funcionamiento en momentos de estrés. El cuello de botella de la “eficiencia demasiado eficiente” es la madre de todas las fragilidades.Pero no solo la eficiencia causa fragilidad; también el tamaño de los sistemas. El 21 de enero de 2008, el prestigioso banco parisino Société Générale se apresuró a vender en el mercado unos setenta mil millones de dólares en acciones. Los mercados no estaban muy activos porque era festivo en Estados Unidos, pero las bolsas de todo el mundo cayeron en picado cerca de un 10 %, lo que le costó cerca de seis mil millones de dólares en pérdidas solo por esta liquidación. Lo que sucedió es que habían descubierto un desfalco. Jéróme Kerviel, un administrador de operaciones financieras del banco, había estado apostando unas sumas enormes en el mercado y había ocultado estas exposiciones. Así que no les quedó más opción que vender de inmediato esas acciones que no sabían que poseían.Una liquidación de setenta mil millones de dólares en acciones supone una pérdida de seis mil millones. Pero una liquidación por valor de una décima parte, siete mil millones, no generaría ninguna pérdida porque los mercados absorberían esta cantidad sin caer en el pánico y hasta puede que no se dieran ni cuenta. Dicho de otro modo, si en lugar de un banco muy grande tuviéramos diez bancos más pequeños cada uno con su Micromonsieur Kerviel proporcional realizando estas operaciones fraudulentas al azar, las pérdidas totales para los diez bancos serían prácticamente nulas.Los análisis a posteriori fueron claramente erróneos porque atribuyeron el desastre a los malos controles del malvado sistema capitalista, y a la falta de vigilancia por parte del banco. Pero no había sido así. Tampoco fue un caso de “codicia”, como solemos pensar. El problema se debió básicamente al tamaño y a la fragilidad que conlleva.La historia de Kerviel es muy ilustrativa y la podemos generalizar a otros ámbitos. En el campo de la gestión de proyectos, Bent Flyvbjerg ha presentado pruebas sólidas de que un aumento en el tamaño de los proyectos se plasma en retrasos y en unos costes cada vez más elevados. Pero hay un matiz: hay proyectos que se pueden dividir en partes, pero otros no. Por ejemplo, los proyectos para construir puentes suponen una planificación monolítica porque no se pueden descomponer en partes más pequeñas. En el caso de las carreteras, que se construyen por tramos pequeños, el efecto del tamaño no suele ser muy grave, porque los responsables del proyecto solo cometen errores leves y se pueden adaptar a ellos.Antes se pensaba que esta subestimación de los costes de los proyectos se debía a un sesgo psicológico, a un exceso de confianza (optimismo). Pero el gran misterio es que esta subestimación parecía no existir hasta hace aproximadamente un siglo, aunque los seres humanos eran como ahora y tenían los mismos sesgos. Pensemos en el Crystal Palace de Londres, construido para la Exposición Universal de 1851. Entre la concepción del palacio y su inauguración solo pasaron nueve meses. El edificio era como un invernadero inmenso; se construyó a base de bastidores de hierro colado y de cristal fabricados casi exclusivamente en Birmingham y Smethwick.Para diseñar el proyecto no se usaron ordenadores, las piezas no se montaron lejos de su origen y en la cadena de producción participaron pocas empresas. En aquella época tampoco existían escuelas de empresariales que enseñaran algo llamado “gestión de proyectos” y fomentaran el exceso de confianza. Tampoco había empresas de consultoría. El problema de la agencia (la divergencia entre el interés del agente y el de su cliente) no era significativo. En otras palabras, era una economía mucho menos compleja que la de hoy.Los efectos de Cisne Negro van necesariamente en aumento como resultado de la complejidad, la interdependencia entre las partes, la globalización y la maldita “eficiencia” que hace que la gente se la juegue demasiado. Añadamos a eso los asesores y las escuelas de empresariales. Un solo problema en algún punto puede paralizar todo un proyecto, y los proyectos tienden a ser tan débiles como el eslabón más débil de la cadena. El mundo es cada vez menos previsible y nos basamos más y más en tecnologías que tienen errores y en interacciones que son difíciles de calcular y aún más de predecir.Y si pensamos en los gobiernos es fácil entender por qué nos meten en problemas con el dichoso déficit público: su infravaloración de los costes de los proyectos es crónica y al final terminan gastando más de lo que nos dicen. Esto me ha llevado a formular una regla de oro para todo gobierno: prohibido endeudarse, equilibrio fiscal obligatorio.

Menos es más (antifrágil)

La idea de que, en la toma de decisiones, “menos es más” significa que los métodos más simples de predicción e inferencia pueden funcionar mucho (pero mucho) mejor que otros de mayor complicación. La idea es contar con estrategias heurísticas “rápidas y frugales” con las que tomar buenas decisiones aunque el tiempo, el conocimiento y la capacidad de cálculo sean limitados.Un ejemplo de regla sencilla: hay ámbitos en los que el suceso raro (bueno o malo) tiene un efecto desproporcionado que normalmente somos incapaces de ver, por lo que si nos centramos en el aprovechamiento de (o en la protección frente a) un suceso raro de ese tipo, produciremos un cambio más que considerable en nuestra exposición al riesgo. Preocupémonos simplemente por nuestra exposición a los Cisnes Negros y la vida será más sencilla.Algunas personas están familiarizadas con la “regla del 80-20”, basada en el descubrimiento que hizo Vilfredo Pareto hace más de medio siglo de que el 20 % de la población de Italia era propietaria del 80 % de la tierra. Sin embargo, pocas son las personas conscientes de que nos estamos desplazando hacia una distribución mucho más desigual, de un “99-1”, en muchos ámbitos: un 99 % del tráfico de internet es atribuible a menos del 1 % de los sitios web; un 99 % de las ventas de libros corresponden a menos del 1 % de los autores… Casi todo lo contemporáneo tiene efectos de “el ganador se lo lleva todo”, y ahí están incluidas fuentes tanto de daños como de beneficios. Como consecuencia, con un 1 % de modificación de los sistemas puede reducirse la fragilidad (o incrementarse la antifragilidad) aproximadamente en un 99 %, y lo único que se necesita para ello son unos pocos pasos, muy pocos, y con bajo coste por lo general, para hacer que las cosas sean mejores y más seguras.Sin embargo, la gente se empeña en tener más datos para “solucionar problemas”. Tener más datos, como prestar atención al color de los ojos de las personas que nos rodean cuando estamos cruzando una calle, por ejemplo, puede impedirnos ver el camión enorme que se nos viene encima. Tal como Paul Valéry escribió en una ocasión, “cuántas cosas hay que ignorar para actuar”.

Conclusión

Cuando ha tenido lugar un suceso, en lugar de echar la culpa a la incapacidad de haberlo visto venir habría que culpar a la incapacidad de entender la (anti)fragilidad; dicho de otro modo, deberíamos preguntarnos por qué hemos construido algo tan frágil a sucesos de esta clase. No prever un tsunami o una crisis económica es excusable; construir algo que sea frágil a ellos no lo es. Podemos ver una idea similar en las palabras (quizá apócrifas) de Warren Buffett cuando dijo que intenta invertir en negocios que sean “tan buenos que hasta los pueda dirigir un idiota; porque, tarde o temprano, alguno lo hará”.Pero no tendríamos una visión completa de la tríada si no abordáramos la cuestión de la ética. Y es que hay personas que, parapetadas tras la opacidad y la complejidad de nuestro mundo, tratan de ocultar riesgos y perjudicar a otras sin que la ley ni la justicia sean capaces de detectarlas y ponerles freno. El peor problema de la modernidad radica en la transferencia maligna de fragilidad y antifragilidad de unas partes a otras, de manera que las primeras se quedan con los beneficios y las segundas son las receptoras (inadvertidas) de los daños. Estamos ante el denominado “Problema de la agencia”. Imaginemos una situación en la que el administrador de una empresa no es el verdadero dueño de esta, por lo que sigue una estrategia que parece razonable, pero que ocultamente le beneficia y le vuelve antifrágil a expensas (en forma de fragilidad) de los verdaderos dueños o de la sociedad. Cuando ese gestor acierta, recoge abundantes beneficios; cuando se equivoca, son otros los que pagan la factura.Estas situaciones poco éticas, cuando salen a la luz, se intentan camuflar con todo tipo de argumentos espurios. Fijémonos en esas empresas “demasiado grandes para caer” que se parapetan tras el argumento de que tienen una plantilla compuesta por cientos de miles de personas a las que no pueden abandonar. Como si eso fuera una “virtud” para que grandes sociedades anónimas burocratizadas se hayan hecho con el control del Estado simplemente por el hecho de que son “grandes empleadoras” y, gracias a ello, poder extraer de este importantes ventajas a expensas de las pequeñas y medianas empresas.Pero ¿cómo resolvemos este problema? Los antiguos parece que estaban mucho más avanzados de lo que estamos hoy en día a este respecto. Los romanos, por ejemplo, consideraban que los ingenieros debían pasar un tiempo bajo el puente que acababan de construir. No se trataba de castigar a los culpables con efectos retroactivos, sino de salvar vidas proporcionando desincentivos para que quien desempeñara su profesión se abstuviera al máximo de causar daños a otros.Puede que tengamos mayor justicia social que nunca antes en la historia, pero también padecemos muchas más transferencias de opcionalidad. Cuando se trata de predicciones, las palabras de los académicos, los consultores y los periodistas pueden ser solamente eso, palabras despojadas de toda prueba de verdad. Como siempre sucede con las palabras, no siempre vencen las más correctas, sino las más cautivadoras.Si alguien conduce un autobús escolar con los ojos vendados y tiene un accidente, se enfrenta a dos posibilidades: o bien muere, o bien, si sale vivo, se verá sometido a tal cantidad de penalizaciones como para no poder conducir nunca más vehículos en los que transporte a otras personas. El problema, sin embargo, es que la mayoría de los fragilistas siguen ahí, al volante del autobús. No hay penalización prevista para los creadores de opinión, banqueros, consultores, irresponsables (y trajeados) ejecutivos de empresa, burócratas… que dañan a la sociedad. Y esa es una práctica muy negativa. Ahí está, por ejemplo, la administración Obama, que trató de combatir la crisis de 2008 nutriendo sus filas de aquellas mismas personas que, poco antes, habían conducido el autobús con una venda en los ojos. A los causantes se les premió, encima, con un ascenso.Los bancos han perdido últimamente más de lo que jamás ganaron a lo largo de su historia, pero sus directivos han cobrado miles de millones de dólares en forma de retribuciones y bonificaciones. Los contribuyentes se hacen cargo de las consecuencias negativas; los banqueros se quedan con las positivas. Y las políticas dirigidas a corregir el problema están perjudicando a personas inocentes mientras los banqueros siguen con sus vidas de lujo.Quien no vea esta transferencia de antifragilidad como un robo, ciertamente tiene un problema (o es que está en el ajo).

Fin del resumen ejecutivo

Biografía del autor

Nassim Nicholas Taleb

Nassim Nicholas Taleb (Amioun, Líbano, 1960) ha dedicado su vida a investigar las reglas y la lógica de la suerte, la incertidumbre, la probabilidad y el saber. Matemático empírico, a la vez que analista del comportamiento económico de los seres humanos, trabajó durante 21 años como gestor de hedge funds y trader de productos derivados. Taleb ha sido investigador y docente en diversas instituciones académicas, como la NYU’s School of Engineering o la Universidad de Massachusetts en Amherst.

Es autor de los libros ¿Existe la suerte? (Ediciones Paidós, 2009), The Bed of Procrustes (Random House, 2010), El Cisne Negro (Ediciones Paidós, 2011) y Antifrágil (Ediciones Paidós, 2013).

¿Existen los Derechos Civiles en el Socialismo?

noviembre 27, 2019

¿Es compatible el socialismo con los derechos civiles?

Por Franklin López Buenaño.

Hay una confusión bastante común mediante la cual se percibe como socialistas a varios países europeos solo por el hecho de que tienen un estado de bienestar.

A raíz del fracaso monstruoso del correato y del chavismo en Ecuador Venezuela, respectivamente, se abre al debate sobre qué mismo es socialismo y si un socialismo light es compatible con la democracia liberal, entendida esta como un sistema político que defiende y garantiza una serie de valores como el derecho a la vida, a la libre expresión, a la propiedad privada (menos ese eufemismo de “con función social”), a la libertad de cultos, a la igualdad ante la ley, la igualdad de contratación, la igualdad de asociación, división e independencia de poderes, alternancia en el poder, respeto a las minorías, y otras más.  Este ensayo pretende concluir que el socialismo no es compatible con la democracia liberal. Por supuesto, lo primero es definir qué es socialismo y qué no es socialismo.

Comienzo afirmando que hay una confusión bastante común en este campo. La confusión la resume de maravilla el columnista del diario El Comercio (Ecuador): Rodrigo Fierro Benítez[1]: “Me declaro socialista del siglo XXI, demócrata liberal si de precisiones se trata. No se crea que soy de los pocos: son millones los que abandonaron el marxismo-leninismo ortodoxo, es decir el socialismo real, el de la Unión Soviética[2]. Seis meses más tarde busca aclarar más su convicción ideológica y dice: “A mi juicio, es el socialismo con libertad el paradigma en nuestros días. El imperio de la Ley, la justicia independiente, la libertad de expresión, la gestión moderadora del Estado, he ahí el socialismo democrático, el del siglo XXI”.[3]

La raíz de la incompatibilidad estriba en la frase “la gestión moderadora del Estado”, supongo que esto significa el estado de bienestar como el que existe en los países europeos. Pero eso no es socialismo, es capitalismo, la búsqueda de ganancias no está estigmatizada, las empresas grandes continúan operando, y cuando algún programa de beneficio social tiene problemas se lo reforma. Por ejemplo, consideremos el sistema educativo. Hoy en Suecia el gobierno ofrece un bono o vale a cada padre o madre para que ellos escojan la escuela para sus hijos. El gobierno noruego concede la explotación de petróleo a más de diez empresas multinacionales y ahorra los excedentes de la producción petrolera –que se invierten en el mercado de valores– para mantener su gasto fiscal en tiempos de “vacas flacas”.  Los derechos individuales a la sexualidad, al arreglo matrimonial, se enmarcan perfectamente bien a la definición de libertad de John Stuart Mill, o en lo que muchos llamarían valores burgueses.

Si a este sistema quieren llamarlo socialismo light entonces qué es capitalismo. ¿No es este un sistema en que predomina lo individual sobre lo colectivo? ¿No es un sistema en que los dueños de la propiedad tienen derecho a las utilidades o a las rentas de su dominio?  Porque aunque el gobierno se apropie del 70 por ciento de ellas el derecho no se ha conculcado. ¿No es capitalismo el sistema en donde los precios se determinan en el mercado, es decir, por la interacción de la oferta y la demanda? Den cualquier adjetivo al capitalismo, sea sistema social de mercado o liberalismo social, pero no deja de ser capitalismo.

Para los socialistas “capitalismo” es mala palabra[4], si no se atiene a los postulados de su construcción mental entonces es “neoliberalismo” (otra mala palabra). Enrique Ayala Mora, uno de los más conocidos socialistas del Ecuador, en su referencia al gobierno del socialismo del siglo XXI de Rafael Correa sostiene enfáticamente que eso no era socialismo sino capitalismo, “al contrario de su retórica, la administración de Correa optó por modernizar el capitalismo”[5] [para lo cual se requería construir la infraestructura que necesita el capital para su florecimiento]. Y continúa: «[Pero] no hubo cambio social mayor, hubo crecimiento económico pero no cambio estructural significativo». También señala que el crecimiento del sector público fue un paso positivo, aunque excesivo. En otras palabras no era socialismo.

Socialismo, a mi entender, es un sistema socioeconómico diferente, es un sistema de instituciones, de actitudes y forma de vida diferente, es otro tipo de sociedad. En la declaración de principios en el Congreso del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE) de 1987 se sostiene que el partido está construyendo un socialismo enraizado en el país que sea autónomo, latinoamericano, antiimperialista. Además, que sea revolucionario para construir una nueva sociedad y un nuevo Estado, en donde la participación y el trabajo del pueblo serán los cimientos del poder y el bienestar de todos los ecuatorianos, cambiando las estructuras y eliminando las desigualdades y la injusticia[6]. Me atrevo a suponer que esta nueva sociedad también se sustentará en nuevos valores: lo colectivo sobre lo individual, la solidaridad sobre el afán de lucro, el buró planificador sobre la invisibilidad de la mano capitalista, la naturaleza sobre la codicia del extractivismo, la cooperación sobre la competencia. Cito a un preclaro socialista:

Si el socialismo va a ser una formación socioeconómica nueva  —Debo martillar esta premisa— entonces debe depender para su dirección económica sobre alguna forma de planificación, y su cultura sobre alguna forma de compromiso con la idea de una colectividad consecuentemente [el socialism es un sistema] moral.[7]

En lo económico hay que enfrentar el problema de la escasez[8]. Hay que satisfacer las necesidades del consumo presente y reemplazar los bienes de capital que se van desgastando. El cambio tecnológico debe dirigirse de tal manera que no dañe el ambiente o extinga los recursos naturales. Y para progresar y crecer económicamente el consumo presente debe reducirse y el ahorro usarse para la inversión en nuevos bienes de capital. Como no se puede dejar estos procesos a merced de las fuerzas de mercado, hay que comandar, es decir del esfuerzo consciente de dirigir, administrar, asignar, y para ello requiere de burócratas, de individuos no sólo con conocimientos del caso (tecnócratas) sino incorruptibles. ¿No es el mayor problema legado por el correato[9] la obesidad y corrupción de la burocracia?

Entonces, ¿cómo lograr que el sistema económico funcione? ¿Voluntaria u obligatoriamente? En el capitalismo los impuestos, las regulaciones, los subsidios son incentivos para que se lo haga voluntariamente[10].  El mercado no es solo un medio de obtener utilidades, es también un mecanismo para mejorar la condición del individuo, un medio para “buscar la felicidad”. Pero en el socialismo tiene que haber obligatoriedad, y eso implica en cierta medida autoritarismo[11], pero mientras más extensas y profundas sean las actividades económicas que se excluyen del mercado más extenso y profundo el autoritarismo. Lenin se encontró con este problema y así fue como se inició el socialismo real que luego desencadenó en el estalinismo despiadado. El socialismo no puede eliminar el interés propio y subordinarlo al bien colectivo voluntariamente, por consiguiente tiene que hacerlo a la fuerza.

La obligatoriedad no se reduce a la actividad económica sino también se extiende a aspectos culturales. La cultura detrás del capitalismo ha sido calificada como burguesa. Los valores burgueses celebran y animan la idea de la individualidad. Inclusive en el triunfo de los deportes colectivos (como el fútbol) no deja de festejarse el valor individual. En el socialismo la cultura de la nueva sociedad debe ser diferente, debe celebrar, apoyar, y gestar lo colectivo. Si en el capitalismo la cultura se enfoca al logro material, en el socialismo la cultura debe enfocarse a los logros morales o espirituales. El problema como lo ve Heilbroner “radica en la dificultad que una cultura socialista pueda tolerar las actitudes políticas y sociales inherentes a la burguesía”.

Los valores burgueses toleran la disidencia, permiten inclusive la subversión, las huelgas y las manifestaciones callejeras. En las universidades, en la prensa, en los movimientos políticos los individuos escriben, argumentan a favor hasta de la sedición o la secesión. ¿Por qué? Por el valor que se da a la individualidad, a la diversidad y a la pluralidad. Se podría hasta sostener que se debe a la falta de significación moral a las actividades económicas y políticas. No hay prevalencia de valores absolutos, lo que existe son opciones, proposiciones, pragmatismo y hasta utilitarismo. La democracia liberal se fundamenta sobre estos valores burgueses.

Por el contrario, si el socialismo se debe fundamentar sobre valores morales, surge la pregunta, ¿moralidad de quién? El islamismo es un sistema fundamentado en los valores musulmanes y son sistemas despóticos. Las expresiones en contra de un sistema moral son blasfemias, no se pueden tolerar la oposición o la disidencia porque destruirían el sistema. En el liberalismo el individualismo no es destructivo del sistema, en el socialismo sí. 

Como la sociedad socialista aspira a ser buena, todas las decisiones y todas las opiniones están obligadas a ser morales. Por lo tanto, cualquier desavenencia, cualquier desacuerdo que cuestione la moralidad del sistema, no solo su eficiencia o eficacia económica, sino su validez ética serían inexorablemente reprobables y por tanto punibles, sería semejante a una herejía digna de la excomunión o del cadalso.

En conclusión, el socialismo llamémoslo utópico o idealizado que no quiere confundirse con el capitalismo, conduce irremediablemente a un sistema despótico, autoritario, disfrazado de moralismo que cuando se quita la vestidura y quedan al desnudo los resultados son atroces e inexorablemente desastrosos. Por esto, se cuentan en millones los muertos que deja en su camino, se da la pauperización de sociedades prósperas como la de Venezuela o la creación de islas prisiones como la de Cuba. Estos son crímenes de lesa humanidad.

Referencias:

[1] Un médico brillante en su campo.

[2] Rodrigo Fierro. “El socialismo del siglo XXI”, diario El Comercio, 28 de junio 2018.

[3] Rodrigo Fierro. “Mi derecho a pensar”, diario El Comercio, 10 de enero 2019.

[4] No he encontrado ningún escrito socialista en el que no se condene el capitalismo o el neoliberalismo.

[5] Enrique Ayala Mora.  “Authoritarian Caudillismo and Social Movements in Ecuador”. Capítulo en el libro Ecuador TodayLoc. 2562. 

[6] Ibid. Loc. 2524.

[7] Robert Heilbroner. “What is Socialism”, revista Dissent, https://www.dissentmagazine.org/wp-content/files_mf/1433884078summer78heilbroner.pdf  (Traducción y énfasis del autor)

[8]Todo texto de economía indica que el problema de la escasez se soluciona (o reduce) de tres maneras: tradición, mercado, o comando.

[9]También lo fue en la Unión Soviética y fue una de las razones para su colapso.

[10] Estoy consciente que los impuestos y otras medidas gubernamentales sufren de un cierto grado de coerción; no obstante, también en gran medida la coerción es soslayada por las mayorías y por tanto no le quita mérito a mi argumento sobre la noción de voluntariedad en el capitalismo.

[11] Autoritarismo no es siempre totalitarismo. No es necesario que el comando sea sobre toda la economía, pero como bien ha descrito Hayek en su Camino a la servidumbre, poco a poco la obligatoriedad avanza, aunque sea a paso de tortuga.

Fuente: elcato.org

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Etiquetas: Franklin López Buenaño, socialismo, capitalismo, liberalismo, Estado de Bienestar, autoritarismo, Totalitarismo, socialismo moderno, Socialismo del Siglo XXI.

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Galeno Seguros presente en Cariló

noviembre 22, 2019

Se inauguró una nueva oficina comercial de Galeno Seguros en Cariló, provincia de Buenos Aires.

En Cariló, acaba de inaugurarse la nueva oficina comercial de Galeno Seguros, razón por la cual su Representante Comercial, la Dra. Carla Frachia Sabaris, organizó un ágape –auspiciado por Cumeló Hotel– el viernes 22 de noviembre.

Carla Frachia Sabaris es abogada, licenciada en Seguros y reside en forma permanente en Cariló.

El evento consistió en una recepción, a la cual asistieron más de cien personas destacadas de la comunidad empresaria de Cariló, también participaron importantes ejecutivos de Galeno Seguros, el propio dueño del grupo Galeno –Julio Fraomeni–, autoridades de la municipalidad de Pinamar y asesores de seguros de la costa atlántica.

Julio Fraomeni es médico y fundador del principal grupo de salud de la Argentina, el cual actualmente amplió su actividad al área de seguros generales, ART y Vida.

Luego de la recepción inicial se realizó una conferencia sobre el futuro de la economía Argentina, a cargo del Ing. Gustavo Ibáñez Padilla, quien realizó un diagnóstico de la situación actual y brindó algunos conceptos sobre el posible futuro de nuestro país. Desarrolló ideas del famoso matemático Nassim Taleb y su importancia en los emprendimientos de negocios en relación a la gestión de sus riesgos inherentes. La exposición tuvo un balanceado equilibrio entre las perspectivas positivas y negativas que se esperan para los próximos cuatro años y cómo pueden aprovecharse desde el punto de vista de los emprendimientos y los negocios.

Ing. Gustavo Ibáñez Padilla
Gustavo Ibáñez Padilla, es consultor financiero, economista y conferencista profesional.

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En un ambiente ameno y distendido los empresarios, comerciantes, ejecutivos y profesionales de la zona intercambiaron ideas y comentaron proyectos que esperan realizar, para los cuales resulta de fundamental apoyo contar con el auxilio de aliados estratégicos como Galeno Seguros, ahora presente en Cariló.

Al ser consultados sobre la importancia de contar con una oficina comercial de la compañía en Cariló, muchos emprendedores locales manifestaron que facilitaría la posibilidad de desarrollar los negocios actuales y también los nuevos emprendimientos. Coincidiendo con dichas opiniones, el reconocido referente del sector seguros, Néstor Carlos Frachia –con más de cuarenta años de experiencia en los negocios del sector– explicó la trascendencia de contar con asesoramiento profesional especializado disponible en forma presencial en la localidad, a fin de no depender de una comunicación a distancia que nunca equipara al trato personal.

Luego de la conferencia continuó el festejo, que culminó con un auspicioso brindis y una amable despedida, en la cual numerosos concurrentes manifestaron su agradecimiento al empresario hotelero Kiko Forcada, por la invitación a tan notable evento en el hotel Cumeló.

Video del evento 22/11/19
Cumeló Resort & Spa, Cariló.

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Fuente: Ediciones EP, 22/11/19.

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