El aborto es un asesinato. Uno de los crímenes más viles y cobardes que pueda concebirse, pues atenta contra la vida de un ser totalmente indefenso sin ninguna capacidad de respuesta. Acaso después de esto no habría nada más que decir. Solo la pérdida completa del sentido común, en la que Hannah Arendt cifraba los orígenes del totalitarismo, puede explicar que hoy por hoy se discuta en nuestro país la legalización del aborto.
Poco importa que un gobierno que comete un desacierto tras otro —dicho de manera benevolente— haya abierto el debate sobre el tema cual cortina de humo para disimular sus dificultades; en primer lugar, el empobrecimiento manifiesto al que se ve sometida la inmensa mayoría de la población como efecto de las políticas implementadas. Sea como fuere, la bola se ha echado a rodar y no hay quien la detenga.
Examinemos algunos de los argumentos esgrimidos por los apólogos del aborto
La presión de los medios masivos de difusión, que no de comunicación, a favor de la dichosa legalización es sencillamente abrumadora. Periodistas de toda laya, actrices y actores consagrados, estrellitas efímeras de televisión, opinólogos del momento, «panelistas», prostitutas VIP —y no tan VIP—, agitan sin cesar sus pañuelitos verdes, con la expectativa de obtener réditos de su opinión políticamente correcta. Sueñan con aumentar su puntaje en los celulares interconectados, como muestra un episodio magnífico de la serie Black Mirror.
Ahora bien, examinemos algunos de los argumentos esgrimidos por los apólogos del aborto (perdón, de su legalización). Desde ya, no vale la pena detenerse un instante en las «estadísticas» que blasonan, pues se ha demostrado fehacientemente su falsedad. Vayamos a los argumentos. Uno de los más difundidos y recurrentes sostiene que la mujer es «dueña de su cuerpo». La pregunta es, ¿dónde se sitúa quien afirma esto? ¿Dónde radica su subjetividad? Obviamente, no en el cuerpo. El sujeto, el sí mismo, residiría exclusivamente en la mente, conforme al dualismo antropológico establecido en los albores de la modernidad por René Descartes. El yo se identifica con la mente, el cuerpo es un objeto sobre el cual la mente tendría «derecho» a disponer según su real antojo. Forma de pensar de 1650 a la que se añade la sagrada propiedad privada capitalista; de ahí el erigirse en «dueño» de ese objeto llamado «cuerpo». ¿No sería hora de que el individuo se pensase de una forma más integral, si se quiere como una totalidad indisoluble cuerpo-mente, sin relaciones de propiedad de una parte sobre otra?
La vida que amanece en el seno materno no forma parte de ese cuerpo, es una vida distinta
Por lo demás, cabe agregar que la vida que amanece en el seno materno no forma parte de ese cuerpo. Es un huésped que se aloja transitoriamente en él, un inquilino, una vida distinta que habita durante un tiempo en el vientre materno.
Otro argumento aduce que, en las primeras etapas de gestación, esa vida distinta que prospera desde el momento mismo de su concepción —algo ya incuestionable desde el punto de vista científico— no es todavía «persona». Pero pretender determinar cuándo un viviente humano comienza a ser persona es un disparate. Pues «persona» es una categoría metafísica que, como tal, no cabe situar en el tiempo, a no ser por una convención jurídica que, sea cual fuere, siempre pecará de arbitrariedad. Los conceptos metafísicos son de naturaleza extratemporal, procurar situarlos en el tiempo es ignorar la inconmensurabilidad entre lo temporal y lo extratemporal. Se trata de dos órdenes diferentes, inconmensurables, como acabamos de decir. Algo similar ocurre con los conceptos matemáticos: solo que a nadie se le ocurriría preguntar cuándo la suma de los ángulos interiores de un triángulo empezó a ser igual a 180 grados.
La legalización del aborto sería una cuestión de “salud pública”, ajena a toda “creencia”
En los últimos días es frecuente escuchar una novedosa sandez. La legalización del aborto —que nada tendría que ver con su promoción, se sostiene hipócritamente— sería una cuestión que atañe a la «salud pública», ajena a toda «creencia». ¡Como si la «salud pública» no fuese una creencia ligada a los presupuestos inherentes al Estado moderno! ¡Como si la «salud pública» fuese un tema ideológicamente neutro que se ubica más allá de toda creencia! ¡Un mínimo de conocimiento histórico, por favor!
Un capítulo aparte es el empeño de los abortistas por reducir la oposición a la legalización del aborto a la resistencia de las confesiones religiosas, en particular, la Iglesia Católica. Es decir, estereotipar al adversario. Quien me conozca o haya leído mis escritos sabrá cuán lejos estoy, como muchos otros opositores, de defender convicciones religiosas.
Bajo excusas piadosas se apunta la control de la natalidad
Pero en realidad no tiene demasiado sentido sumar más argumentos y contraargumentos. Según creo, las cosas pasan por otro lado en un «debate» signado por el cinismo y la hipocresía. Bajo la excusa piadosa de que las mujeres de condición humilde posean los mismos «derechos» que las de clase media o alta,cuyos asesinatos se llevan a cabo en un contexto más favorable, se apunta claramente al control de la natalidad, o sea, para decirlo con todas las letras, a limitar el nacimiento de «negritos». Las señoras de clase media o alta, a quienes se suman entusiastamente por otras razones organizaciones de mujeres fálicas, lesbianas, travestis, transexuales y un largo etcétera, confían en que, si reducimos el número de «negritos», destinados a convertirse en «negros de mierda», disminuirán a la larga los asaltos, los secuestros, los asesinatos a mansalva y otros males similares que aquejan actualmente a nuestra sociedad.
Por supuesto, a las mujeres humildes, que se empeñan en reproducirse «irracionalmente», nadie las ha consultado ni las consultará. Son bestias ignorantes sometidas por machistas irredentos y huérfanas de la consabida «educación sexual» (lo cual supone que la sexualidad es susceptible de educación, cosa que primero habría que empezar por preguntarse; desde Agustín de Hipona hasta Sigmund Freud, pasando por múltiples eslabones intermedios, se sabe que la tarea está condenada en última instancia al fracaso). «Educación sexual»: sexo seguro, políticamente correcto.
Quizá lo más triste es el cinismo de la “izquierda” y de los sectores “progresistas”, ayer en firme oposición al control de la natalidad preconizado por los poderes imperialistas y hoy a la vanguardia de la legalización del aborto
En resumen, es mucho más fácil eliminar de cuajo una vida naciente que mejorar las condiciones económicas y sociales de manera tal que cualquier mujer embarazada pueda parir en condiciones dignas y criar a sus hijos del mejor modo. Esto último, claro está, implica una transformación profunda que morigere radicalmente las desigualdades económicas y sociales, cada vez más agudas, que imperan en nuestra sociedad.
Pero quizá lo más triste es el cinismo de la «izquierda» y de los sectores «progresistas» en general, ayer en firme oposición al control de la natalidad preconizado por los poderes imperialistas hacia los pueblos del Tercer Mundo, y hoy a la vanguardia de la legalización del aborto como forma de proporcionar a las mujeres humildes condiciones análogas a las de las clases más favorecidas, según predican.
No sería la primera vez que diputados y senadores cedan ante el empuje de los medios y de los grupos activistas que pretenden imponer sus demandas autoritariamente al resto de la sociedad
Personalmente, no me hago ilusiones. Creo que la batalla está perdida. Ojalá me equivoque. Pero no sería la primera vez que, más allá de sus convicciones, diputados y senadores cedan ante el empuje de los medios y de los grupos activistas que pretenden imponer sus demandas autoritariamente al resto de la sociedad. Además, hace mucho tiempo que los argentinos no protagonizamos un baño de sangre. El terrorismo y la represión ilegal ya han quedado lejos en el pasado. Tal vez los argentinos necesitemos de tanto en tanto, debido a nuestra idiosincrasia, asesinatos en masa. Estamos ante las puertas de otro, incomparablemente más siniestro que cualquiera de los que tengamos memoria.
Se cayó Brubank y los usuarios denunciaron vaciamiento de cuentas: repercusiones en redes
Quienes pudieron entrar a sus cuentas vieron sus balances en cero, así como transferencias «fantasma» y acreditaciones que no hicieron
Brubank, el banco digital liderado por el ex CEO de Citibank Juan Bruchou, presentó durante las últimas horas graves problemas de funcionamiento.
Además de impedir el acceso a los usuarios, quienes pudieron entrar a sus cuentas vieron sus balances en 0, así como transferencias «fantasma» y acreditaciones que no hicieron.
Las denuncias contra estos «vaciamientos de cuenta» no tardaron en llegar a las redes sociales, donde cientos de usuarios publicaron sus capturas con la pantalla de error, quejas hacia la entidad y hasta memes. PeluS@PeluSallaberry
Todo esto se dio en un contexto donde el servicio de atención del banco digital promete atención diferencial que los bancos tradicionales pero su sistema de respuesta puede tardar horas y hasta día.
«Me sacaron $3500 de mí cuenta Brubank. Me aparecen 2 transferencias que no hice, pero no me figuran los datos de la persona a quién se le transfirió la plata. Espero una solución», se queja un usuario en Twitter.
@brubankarg Me sacaron $3500 de mí cuenta Brubank. Me aparecen 2 transferencias que no hice, pero no me figuran los datos de la persona a quién se le transfirió la plata. Espero una solución @brubankarg
Según se difundió en las últimas horas, el problema surgió porque habilitaron al banco digital a recibir el IFE por parte del gobierno. Ante la avalancha de usuarios, el sistema no resistió y tuvo una falla crítica. Cristian@cristianivic
Todos los del IFE puteando porque Brubank les desapareció parte o la totalidad de los $10 mil.
Con la aparición de estos problemas, los usuarios afectados se preguntaron se preguntaron sobre el respaldo que tiene el banco digital y si podrán recuperar nuevamente el dinero que desapareció de sus cuentas.
En una forma claramente ilegal, la CNV está presionando a los operadores bursátiles, con la intención de controlar la compra de dólares por vías alternativas.
Presión a las sociedades de Bolsa para que limiten la venta de dólares alternativos
Recibieron llamados para que limiten la publicidad de la operatoria y el pedido de que revelen el nombre de sus mayores clientes.
Adrián Cosentino, ex funcionario durante la gestión de Amado Boudou y Hernán Lorenzino y actual titular de la Comisión Nacional de Valores.
Llamados y un mail sospechoso. Las sociedades de Bolsa están en la mira del Gobierno. Además de que el Banco Central busca sacarlas del negocio de compra y venta de dólar oficial, la Comisión Nacional de Valores -reguladora del mercado bursátil- desplegó una serie de estrategias informales para instarlas a limitar o al menos bajar el perfil de las operaciones que permiten adquirir dólares de manera legal mediante operaciones en la Bolsa.
Con la aparición del cepo, que solo permite comprar US$ 200 por mes por persona y con el impuesto solidario del 30%, las casas de Bolsa -muchas que ya vendían dólar oficial- empezaron a ofrecer de manera más abierta el dólar MEP. Es el que se consigue comprando un bono en pesos y vendiéndolo en dólares. Es legal y no tiene tope de compra. El contado con liqui (CCL) es una operación similar pero que termina con los billetes fuera del país.
Inicialmente, las sociedades de Bolsa (Agentes de Liquidación y Compensación) recibieron el llamado de funcionarios de la CNV sugiriéndoles que no publicitaran ante el público el dólar MEP y CCL. En estas empresas dicen que el mensaje era: no pueden promocionar algo que no existe como producto de inversión (en realidad la operación es compra y venta de acciones y bonos).
Algunos de los operadores no tuvieron tiempo de digerir el «consejo amigo» que ya tenían en sus casillas un mail enviado desde una dirección personal bajo el nombre de uno de los vocales de la CNV que solicitaba que en 24 horas la sociedad le enviara al organismo oficial los nombres de los 10 clientes que habían operado el mayor volumen de dólar MEP, dólar cable y CCL tanto en compra como en venta entre el 6 y el 28 de abril. [Este pedido, cursado de esta forma, es claramente ilegal.]
Ante la sorpresa que generó el mail, el presidente de la Cámara de Agentes de Bolsa, Alejandro Porzio, le mandó una carta al titular de la CNV, Adrián Cosentino, para «solicitar alguna precisión ante la consulta que recibimos de nuestros asociados acerca de información requerida por CNV en relación a operaciones diarias referidas a los denominados ‘Dólar MEP, Dólar Cable y Dólar Contado con Liquidación «.
En la misiva se aclara que el pedido había sido hecho «a través de un canal que no es el habitual» y que había generado «cierta inquietud» entre las sociedades de Bolsa porque los datos que se pedían eran confidenciales y sensibles. Además, indicaron que «llama la atención la solicitud de tal información teniendo en cuenta que la CNV ya recibe dicha información acorde a lo dispuesto en la normativa vigente» a diario.
Conferencia de Jorge Castro, Pascual Albanese y Jorge Raventos
El Martes 3 de marzo, de 19:00 a 20:30 hs, en el auditorio de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) –Paraguay 1457, primer piso, C.A.B.A.– tendrá lugar el encuentro mensual del Centro de reflexión para la acción política Segundo Centenario.
El tema a tratar será “Trump, Bolsonaro y la encrucijada estratégica de la Argentina”, con tres exposiciones a cargo de Jorge Castro, Pascual Albanese y Jorge Raventos.
Entrada libre y gratuita, no requiere inscripción.
En 1895 Argentina tuvo el PBI per cápita más alto del mundo, ¿qué salió mal?
Por Marcelo Duclos.
Es sabido que hacia finales del siglo XIX Argentina había logrado posicionarse como uno de los países más ricos del planeta. A la hora de elegir, por aquellos años, un destino para emigrar, daba exactamente lo mismo ir a Nueva York o a Buenos Aires. Muchas familias que salían de Europa u Oriente Medio quedaron divididas entre Estados Unidos y Argentina, ya que un destino u otro se podía decidir a partir de un boleto más económico o a un horario de salida del barco.
Se ubica ese proceso virtuoso entre 1880 y 1940, años en que la mayoría de inmigrantes decidieron que Argentina sería un buen lugar para vivir, con oportunidades laborales, paz, libertad religiosa y un porvenir para la familia.
Los recién llegados seguramente no imaginaron que el «sueño argentino» se convertiría en la realidad muy pronto. De la mano del esfuerzo y el trabajo la mayoría se convirtió en propietarios y comerciantes exitosos. Pero probablemente lo más difícil de advertir era que todo quedaría en la nada. Que ese crecimiento se estancó y que el país que se convirtió en una potencia desarrollada, en un par de décadas pasó a ser el único caso de estudio de «desdesarrollo», como alternativa a los países desarrollados, en desarrollo y no desarrollados.
Lo que siempre se comentó acerca de la opulencia argentina de aquellos años era que el país se encontraba en una élite de cinco países de posición privilegiada. Sin embargo, una actualización del Maddison Historical Statistics reveló que en 1895 y 1896 Argentina no era uno de los países más ricos, sino el número uno, con el PBI per cápita más alto del mundo. Los siguientes puestos fueron para Estados Unidos, Bélgica, Australia, Reino Unido y Nueva Zelanda.
El historiador económico Angus Maddison (1926-2010) se dedicó a recolectar los datos para la realización de estadísticas, con importantes investigaciones, sobre todo previas a 1960. Luego de su muerte, la Universidad de Groningen continuó con su legado con el «Proyecto Maddison».
¿Cómo se explica el éxito?
Luego de la Revolución de Mayo en 1810 y la Independencia en 1816, Argentina no pudo encontrar fácilmente un modelo de prosperidad. Luego de los gobiernos de Juan Manuel de Rosas, y su derrocamiento en la Batalla de Caseros (1852), el país tomó el proyecto de Constitución de Juan Bautista Alberdi (1853/60), de clara orientación liberal. El nuevo marco político y legal fue proinmigración, defendió la libre empresa, mantuvo al Estado apartado del desarrollo productivo y se limitó a ofrecer el marco jurídico apropiado dentro de un Estado de derecho. Los resultados en materia de atracción de inmigrantes, en crecimiento, desarrollo económico y ahora en estadísticas son tan claros, que no merecen ninguna explicación. La relación entre las políticas aplicadas y los resultados son tan evidentes como el caso opuesto en la Venezuela actual.
¿Cómo se explica la decadencia?
Como hacen falta pocos años para cosechar buenos resultados, también en poco tiempo se puede arruinar un proceso virtuoso. Luego de las tres presidencias constitucionales, producto de elecciones libres y democráticas, en 1930 Argentina sufre su primer golpe de Estado militar. El daño institucional fue aún mayor cuando la Corte Suprema de Justicia de entonces avaló la figura del gobierno de facto que cortó con la democracia incipiente. Luego de la lucha entre radicales y conservadores, un nuevo alzamiento militar en 1945 terminó con la llegada de Juan Domingo Perón al año siguiente a la presidencia.
Allí se cambió la Constitución, que pasó de un modelo liberal a desconocer la inviolabilidad de la propiedad privada, en el marco de un fascismo inspirado en el modelo italiano de Benito Mussolini. Luego del golpe que derrocó a Perón en 1955, ya la Constitución que se puso en vigencia era un híbrido entre las de Alberdi y Perón. Aunque estaba el espíritu liberal de los Artículos 14 y 19 , apareció el 14 bis con los «derechos sociales», herencia del peronismo.
A partir de ese momento todo fue estatismo, crisis de déficit, inflación y parches insuficientes que se convirtieron en soluciones tan precarias como contraproducentes en el largo plazo. La solución para el futuro, aunque resulte paradójico, está en los libros de historia. La única diferencia con relación al boom que vivió la Argentina fundacional con el que puede venir en el futuro, es que la tecnología y la globalización podrían hacerlo mucho más fácil, rápido, sencillo y exponencial.
¿Es demasiado tarde para retomar el rumbo?
Si no nos conformamos con la nostalgia y queremos aprovechar las oportunidades y potenciales que tenemos para volver a ser, debemos tener en claro el camino, con la misma claridad conceptual de un Alberdi o un Sarmiento, que hasta se daban el lujo de pelearse entre ellos. Cuando vemos las discusiones y las aptitudes intelectuales de nuestra clase política actual, el panorama parece sombrío.
La Argentina de hoy nos muestra una discusión entre una oposición que propone la más impúdica decadencia y un oficialismo que manifiesta buenas intenciones y poco más, porque considera que no es momento político de algo mínimamente más audaz. Julio Argentino Roca, que se le plantó a la Iglesia Católica en 1884 para quitarle el registro de personas y crear un registro civil laico, se revuelca en la tumba. Las autoridades de hoy le tienen más temor al sindicato docente que lo que en su momento le tuvieron los héroes de la patria al ejército de Rosas.
Seguramente las dos primeras asignaturas que tenemos son las de poner el Estado en su lugar y cambiar la concepción acerca del comercio. Dejar de mirar el libre intercambio (interno y externo) como algo digno de sospecha y abrazarlo como un salvavidas en aguas profundas, porque es lo que es.
Cuando un trabajador pueda pasar por la puerta de un comercio que tenga en su vidriera el famoso letrero de «Se necesita personal» para ingresar y trabajar, y se pueda emprender y producir sin la pesada carga gubernamental, volveremos a ser lo que fuimos… y más.
Maraña tributaria: la lista completa de los 166 impuestos que se pagan en la Argentina
La lista incluye tributos nacionales, provinciales y municipales17 de enero de 2020
La cuenta es contundente: 42 impuestos nacionales, 41 impuestos provinciales, 83 “tasas” municipales. Total: 166 tributos que pesan sobre cualquier posesión o actividad en la Argentina.
La cuenta la hizo la Fundación Libertad y Progreso en base a datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), que fundó el economista Nadin Argañaraz, y lista desde los impuestos más conocidos y fiscalmente rendidores para la AFIP, como el impuesto a las Ganancias, el IVA, el impuesto a los Bienes Personales, los “Derechos de Exportación” (más conocidos como “retenciones”) y el impuesto al cheque.
Una categoría aparte, siempre entre los tributos “nacionales” son los “impuestos internos”, de los que muy pocos se salvan: tabaco, bebidas alcohólicas, cervezas, bebidas analcohólicas, jarabes, extractos y concentrados, champañas, objetos suntuarios, vehículos automóviles y motores, embarcaciones y aeronaves de recreo o deportes, productos electrónicos, seguros y telefonía satelital.
La creatividad tributaria no se agota allí: también están los impuestos sobre los combustibles líquidos y al dióxico de carbono, a la energía eléctrica, el impuesto “de emergencia” a los gigarrillos, a los espectáculos cinematográficos, aquel que se destina al “Fondo Especial del Tabaco”, el recargo al Gas Natural, el impuesto al juego, y también, por supuesto, los Derechos de Importación, la tasa de estadística y el impuesto a la renta financiera.
“Argentina es un infierno tributario, es uno de los países con mayor presión fiscal del mundo”, le aseguró hoy a Infobae Martín Litwak, CEO de Untitled, una boutique de servicios legales especializados en planificación patrimonial internacional, y autor de “Cómo protegen sus activos los más ricos y por qué deberíamos imitarlos”, libro que presentó en Punta el Este. “Los paraísos fiscales existen gracias a los infiernos tributarios”, agrego el abogado argentino.
La cantidad de tributos no es proporcional a su eficacia recaudatoria. Aproximadamente el 80% de la recaudación fiscal del país es de origen nacional, las provincias aportan cerca de 16 % del total y los municipios explican el restante 4%. En cuanto al gasto, provincias y municipios se llevan el 40%; la diferencia se cubre con muy variados métodos de transferencia de fondos, desde la Coparticipación Federal hasta Adelantos del Tesoro, amén de una miríada de fondos y leyes especiales.
Nación, provincias, municipios
Si se quiere escapar no ya del impuesto, sino al menos de la territorialidad tributaria, el contribuyente argentino será alcanzado por el impuesto a los pasajes al exterior, al que ahora se vino a agregar el tributo número 42 de la lista de cargos “nacionales”, el impuesto PAIS, del 30% para quien quiera acceder a divisas extranjeras, sea con fines de turismo, ahorro o cualquier otro destino.
Las provincias suman a esa panoplia el impuesto inmobiliario y el impuesto a los Ingresos Brutos, que las agencias recaudadoras provinciales cobran sobre todas y cada una de las etapas del proceso productivo, haciendo que su impacto final sobre los precios, por “efecto cascada”, sea mucho mayor que las alícuotas de un dígito del tributo, que cada tanto retocan gobernadores y legislaturas.
Además, las provincias gravan el juego (loterías, rifas, concursos, tómbolas y otros juegos de azar), y también cobran impuesto a los automotores y a “la transmisión gratuita de bienes”. Tampoco se les olvida gravar la “generación de residuos sólidos urbanos», sean éstos “húmedos” o ”áridos”, amén de hacerlo con el uso de superficie, espacio aéreo a subsuelo de la “vía pública”, que será pública pero no gratuita.
Mercedes Marcó del Ponto, directora de la AFIP
También hay tasas o «derechos” como los que gravan el ejercicio de “profesionales liberales”, derechos de cementerio, de timbres, o penalizaciones como las tasas de depósito por mercadería en infracción.
A nivel municipal, la enumeración es un homenaje a la inventiva de ediles y jefes comunales. En principio, las “tasas” municipales deben ser la contrapartida de servicios específicos, cuestión ardua de comprobar. Las tasas más conocidas, según la localidad que se trate son “Seguridad e Higiene”, “Comercio e Industria”, “Limpieza e Higiene”, a menudo complementadas por lo que se debe oblar por las consabidas “habilitaciones”.
Derecho de patentes, derecho de oficina, derecho a los espectáculos públicos, tasa por inspección de pesas y medidas, tasa por “control de marcas y señales”, por “plusvalía urbanística”, por servicio de inspección veterinaria, por venta ambulante, registro de conductos, por uso de la Terminal de Ómnibus, por control de animales en la vía pública, tasa de deportes, tasa de salud. Y así hasta llegar a 166.
Argentina terminó 2019 tercera en el ranking de los países con mayor inflación: sólo la superaron Venezuela y Zimbabue
Con el 53,8%, el Índice de Precios al Consumidor sobresale en una región donde en la mayoría de los países no supera el dígito anual
Por Marcelo Bátiz.
En 2019, Venezuela volvió a ser el país con mayor inflación en el mundo, en una listado al que la Argentina ascendió al tercer lugar, desplazando a Sudán
La Argentina fue en 2019 el tercer país del planeta con mayor inflación, con un 53,8% que la dejó detrás de Venezuela y Zimbabwe y por arriba de Sudán, en un desempeño que desentona con el resto de América del Sur, donde el aumento de los precios minoristas fue solamente de un dígito en todo el año.
De acuerdo con el último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) con las proyecciones de inflación para todo el año, en las primeras 20 posiciones la mayoría de los países son de Asia y África, afectados por conflictos bélicos, hambrunas, adversidades climáticas o escasez de recursos naturales.
No obstante, la lista es liderada por un país sudamericano, Venezuela, con una inflación del 200.000% según la proyección del FMI. Los datos del organismo multilateral de crédito son muy superiores al 7.374,40% anunciado por la opositora Asamblea Nacional, pero aun en ese caso son más que suficientes para que el país sudamericano conserve el primer puesto global, con un amplia ventaja sobre el resto.
Entre Venezuela y la Argentina se ubica en el segundo lugar Zimbabwe, con el 161,8%, en medio de una sequía que ya lleva tres años y condena a una situación de hambre extremo a la mitad de su población.
Sudán, desplazada a la cuarta posición por el ascenso argentino, registra una inflación proyectada por el FMI de 50,4%, con uno de los más bajos niveles de desarrollo humano e ingreso por habitante del planeta, además de tratar de superar las secuelas de medio siglo de enfrentamientos étnicos que derivaron en 2005 en la separación como estado independiente de Sudán del Sur, sexto en la lista de los países con mayor inflación con el 24,5 por ciento.
Entre los países con más alta inflación en el mundo prevalecen los de África y Asia, afectados por conflictos bélicos, hambrunas, adversidades climáticas o escasez de recursos naturales
Entre esos dos países se ubicó en el quinto puesto Irán, al que la existencia de importantes recursos de hidrocarburos y un nivel de desarrollo económico relativo superior al de los otros países no le impidieron terminar 2019 con una inflación del 35,7%.
Inflación en América Latina: un fenómeno superado
De listado de países con alta inflación surge que, fuera de Venezuela, Argentina y Haití en el octavo puesto con el 17,6%, no se encuentran estados de América Latina y el Caribe, una región que en los últimos años consiguió desterrar a la inflación, con niveles que no superan el dígito.
El seguimiento de los datos de inflación de América del Sur muestra que detrás de Venezuela y Argentina se ubica Uruguay, que concluyó el año pasado con un nivel del 8,79% según el Instituto Nacional de Estadística (INE) que reportó para diciembre una deflación de 0,03%
Brasil, con el 4,48% en todo el año y 1,22% en diciembre, es el siguiente país en la lista del subcontinente, seguido por Colombia (3,8% anual y 0,26 en el último mes), Chile (3% y 0,1%), Paraguay (2,8% y 0,6%) y Perú (1,88% y 0,12%).
Los dos países sudamericanos con menor inflación en 2019 fueron Bolivia, que cerró el año con 1,47% y una deflación del 1,54% en diciembre, y Ecuador, con dos deflaciones: 0,07% en el año y 0,01% en diciembre.
La inflación en Brasil se redujo a un dígito anual, cuando en 1990 llegaba a los cuatro dígitos
Los datos dejan en evidencia que, a diferencia de lo que sucedía en las décadas de 1970 y 1980, cuando el alza de precios al consumidor era una constante en la mayoría de los países de la región, la inflación argentina en 2019 es un fenómeno aislado en América del Sur si se excluye el caso extremo de Venezuela.
En 1990, por ejemplo, la Argentina tuvo una inflación del 1.334%, la segunda consecutiva de cuatro dígitos, en el contexto de una región marcada por alzas de precios como el 27,4% de Chile, el 36,50% de Venezuela, el 129% de Uruguay, el 1.621% de Brasil o el 7.650% de Perú.
Tres décadas después, la situación es diferente y si bien la inflación argentina está lejos de los niveles previos a 1991, la brecha respecto del resto de los países se amplió.
Al respecto, en relación con sus perseguidores más inmediatos, la inflación argentina es seis veces superior a la uruguaya, 12 más que la brasileña, 14 más que la de Colombia y 18 más que la chilena.
Con una Argentina al borde del colapso financiero, el retorno al poder del peronismo kirchnerista es una verdadera tragedia para la república austral y para una Latinoamérica inmersa en una ola de revueltas desestabilizadoras contra las democracias de la región. Dicho esto, la derrota de Macri era la crónica de una muerte anunciada. Su estrategia gradualista, orientada a modernizar y reformar la economía, estaba condenada al desastre. Cuando un gobierno con vocación reformista se enfrenta a una montaña de problemas como los heredados de quienes ahora han vuelto a la Casa Rosada y en un país infectado desde hace décadas por el populismo, la única política con opciones de éxito es una terapia de choque, una radical ruptura con el statu quo, nunca el gradualismo.
Por añadidura, el Gabinete Macri tampoco instrumentó su programa gradualista. Ni aplicó una mínima disciplina presupuestaria ni introdujo reformas estructurales, y sucumbió a la tentación de todos sus predecesores: acumular un exceso de deuda externa para compensar la debilidad económica y financiera interna. En paralelo, la renuncia a recortar el gasto público exigió recurrir al Banco Central para financiarlo, desencadenando un vigoroso crecimiento de la inflación y destruyendo la credibilidad de la autoridad monetaria. En este contexto, la desaceleración económica global y la huida a la calidad de los inversores internacionales colocaron a Argentina en una posición de insolvencia. Macri se vio forzado a solicitar ayuda al FMI, la mayor concedida por esta institución en su historia, para evitar la bancarrota. Pero tampoco con la asistencia del FMI el Gabinete Macri hizo nada para reencauzar la situación y restaurar la confianza. La suerte estaba echada.
La nueva Administración se enfrenta a un escenario definido por la entrada en una aguda recesión, por una carrera alcista de la inflación con serias posibilidades de desembocar en una hiperinflación y, en consecuencia, con un seguro incremento de la pobreza. Esta coyuntura ha de ser abordada por un Ejecutivo cuyos instintos y cuya historia son los propios de un populismo radical en un país de tradición populista. El desengaño generado por el centroderecha se va a utilizar/interpretar como el fracaso de un liberalismo que jamás se aplicó. Esto abona la puesta en marcha de medidas que sin duda alguna tendrán un efecto demoledor sobre la economía y sobre la sociedad argentinas pero cuyo mensaje para la opinión pública es evidente: no hay alternativa al modelo colectivista. La única esperanza es que, como a Saulo camino de Damasco, Adam Smith se aparezca ante el nuevo presidente, este caiga del caballo populista y vea la luz.
El peronismo destruyó el sistema político y económico de un país que había sido libre y próspero
Joma (Joma)
La opción de convertir Argentina en una democracia similar a la existente en los estados occidentales se ha volatilizado y todo indica que por mucho tiempo. Si bien la responsabilidad de la frustración de esa expectativa tiene un responsable inmediato, el Gabinete Macri, su origen viene de mucho antes. Es la consecuencia de una acumulación de errores, de delitos y efímeras ilusiones, como señala Juan José Sebreli en su lúcido ensayo Crítica de las ideas políticas argentinas . ¿Qué sucedió para que una de las naciones más ricas del mundo a comienzos del siglo XX se embarcase cincuenta años después en una trayectoria de declive que jamás ha logrado superar? ¿Cómo es posible que una población culta y educada haya apoyado durante decenios y siga haciéndolo opciones que la acercan cada vez más a lo que fue el tercer mundo? La respuesta es clara y meridiana…
El peronismo destruyó un sistema político y económico que con sus virtudes y con sus defectos había hecho de Argentina uno de los países más libres y prósperos del planeta. Sin duda, era imperfecto y necesitaba ser reformado, pero fue sustituido por un esquema estatocorporativista, inspirado en el fascismo italiano, que agrupó a todas las corrientes antiliberales argentinas, desde la extrema derecha nacionalista hasta la izquierda radical. Desde el poder se construyó un modelo clientelar, autoritario y, por su propia naturaleza, corrupto que se ha mantenido incólume tanto con gobiernos dictatoriales como democráticos, convirtiéndose de facto en un componente del ADN argentino. Ni siquiera el PRI mexicano logró ese éxito. Se tuvo que ajustar a los tiempos. El peronismo no ha tenido necesidad de hacerlo.
Si bien es verdad que la decadencia de Argentina es una constante desde hace medio siglo, sus ciudadanos, contra toda evidencia empírica, se sienten diferentes y, en buena medida, superiores al resto de los latinoamericanos. Lo paradójico es que ese sentimiento sólo es explicable por la grandeza pasada del país, encarnada por una democracia liberal que el peronismo destruyó y de la que nadie se acuerda ni nadie reivindica. El justicialismo ha logrado compensar el potencial síndrome del gigante empequeñecido, típico de los grandes países en declive, con el nacionalismo y con la constante búsqueda de factores externos que explican el declive del país y liberan a los argentinos de cualquier responsabilidad sobre su suerte. Si a ello se une que casi la mitad del país, 21 millones de personas, vive del Estado, el círculo se cierra y la ensoñación permanece.
Es impensable que el nuevo gobierno populista ponga en práctica las reformas necesarias
La tentación del presidente electo y de su Gabinete será emprender una fuga hacia delante. Es impensable que el matrimonio Fernández-Kirchner ponga en práctica el programa económico que Argentina precisa. Esta opción ha quedado desacreditada tras el fiasco de la Administración Macri, y más con la participación del FMI, institución odiada en la república austral. En este marco, el riesgo real es una acentuación de la estatización y del cierre al exterior de la economía, acompañada por una alianza con las fuerzas y estados que en la actualidad están involucrados en el proceso de desestabilización que azota a las frágiles democracias de la región.
Esa hipótesis es, por lo demás, muy atractiva para un país que siempre ha aspirado a desempeñar un papel relevante en la antigua América española. Sin base económica para hacerlo, lo hará enarbolando las banderas de la lucha contra el imperialismo capitalista. Esta será además su seña de identidad frente a su gran adversario histórico en el Cono Sur, Brasil, gobernado además por un enemigo ideológico, Bolsonaro, símbolo de la peor derecha capitalista. Cuando la casa se incendia y no se está dispuesto a apagar el fuego, sino a arrojar más gasolina sobre él, la opción racional es extender el incendio. Malos tiempos para Argentina y para toda Hispanoamérica.
Por Alex Campbell. Subsecretario de Asuntos Municipales de la Provincia de Buenos Aires y Diputado Provincial electo.
La gobernadora María Eugenia Vidal en el cierre de su campaña
El tiempo pone a cada cosa en su lugar, pero estoy convencido de que no hará falta que pase mucho tiempo para colocar la gestión de María Eugenia Vidal como la mejor que ha visto la Provincia de Buenos Aires en su historia.
Lo dicen todas las obras que impactaron en la vida de la gente, las políticas públicas que pusieron al vecino como protagonista, los programas de gobierno que acercaron el Estado y las soluciones a la gente y a sus barrios, las recorridas interminables de todo el gabinete en cada rincón de la Provincia de Buenos Aires y el empuje de cada vecino que permitió que ésta gestión entre a sus casas y a sus vidas.
María Eugenia Vidal visitó cada uno de los 135 distritos de la vasta Provincia de Buenos Aires al menos tres veces durante su gestión. Desde el retorno de la democracia ningún gobernador lo había hecho antes. En total realizó casi 500 recorridas en el Conurbano. Mar del Plata la recibió como Gobernadora en 46 ocasiones y algunos municipios como Lanús, Morón o La Matanza los ha visitado al menos 30 veces a cada uno. El Conurbano y sus problemáticas ha sido su mayor obsesión, y es ahí donde se concentraron gran parte de los esfuerzos de éste Gobierno por revertir situaciones inaceptables y saldar años de promesas incumplidas.
Con más de 3.000 obras de Infraestructura, la Provincia de Buenos Aires vivió una verdadera revolución de obras que tocaron y cambiaron la vida de millones de bonaerenses, directa e indirectamente, y que dieron soluciones a problemas que parecía jamás podrían resolverse. Más de 300 obras hidráulicas finalizadas y otras 190 en ejecución, 6000 km de ruta mejorados, 17 rutas completamente reconstruidas y 10 rutas más en proceso actualmente son sólo algunos ejemplos. Además, 700.000 vecinos tienen ahora cloacas luego de esperarlas por décadas y se sumaron 1.000.000 de bonaerenses conectados a la red de agua potable. Son 7 los Metrobus nuevos que benefician a más de 1.200.000 vecinos del conurbano.
Si hay algo que las anteriores gestiones descuidaron enormemente ha sido la Salud de los bonaerenses. Hace poco más de 3 años nos encontramos con Hospitales al borde del colapso y un sistema de salud completamente anárquico y desbordado. Sin embargo, logramos poner al vecino en el centro de la política pública de la Salud. El SAME Provincia llega hoy a más de 110 municipios cubriendo casi 13 millones de vecinos. Para el fin del mandato se llegarán a renovar todas las guardias de los 58 Hospitales Provinciales a lo que se le suman 85 Centros de Salud en el conurbano finalizados y otros 150 en obra.
En materia de Educación la deuda histórica que aún existe en nuestro país es enorme, especialmente en la Provincia de Buenos Aires. Siempre recordamos que al comienzo de la gestión de María Eugenia Vidal, la gestión saliente no pudo ni siquiera decirnos cuántos alumnos había en la Provincia de Buenos Aires. Fue así que en estos años se hicieron esfuerzos enormes por mejorar todos los indicadores de calidad educativa, y empezar a sacar adelante la educación pública poniendo a los alumnos como prioridad y apoyándose en todos aquellos docentes que ponen sus intereses por detrás de darle la mejor educación a nuestros hijos. Se digitalizó e impulsó la capacitación como nunca antes llegando a capacitar al 70% de los docentes y 7000 escuelas públicas se conectaron a Internet. Se implementó el Boleto Estudiantil, un reclamo histórico que alcanza a más de 700 mil alumnos. Un millón de adultos retomaron y terminaron sus estudios gracias a la implementación del Programa de Terminalidad Educativa
La Seguridad siempre ha sido una de las principales preocupaciones de los bonaerenses y este es un tema que la gobernadora encaró a fondo, sin concesiones, con un compromiso y una integridad pocas veces vistas. Mucho más fácil hubiera sido negociar con aquellos actores que se habían acostumbrado a tener a los bonaerenses de rehenes, como el narcotráfico, el crimen organizado, el juego ilegal y los barras, pero no fue el caso con María Eugenia Vidal. Más de 140 bunkers de droga fueron derribados, se llevaron adelante un número récord de operativos antidroga y se alcanzaron cifras históricas en todos los indicadores de lucha contra el narcotráfico. A esto se le suma la obligatoriedad de todos los policías con cargo jerárquico de presentar sus declaraciones juradas para poder tener una Policía al servicio de la gente y no de las mafias.
Necesitaríamos mucho más que una nota de opinión para enumerar la cantidad inmensa de cosas que ha hecho, y sigue haciendo, nuestra gobernadora por nuestra querida Provincia, pero también es cierto que todavía es mucho lo que resta por hacer. MEV ha dejado claro que lo suyo no es una aventura y que su compromiso por seguir trabajando en dar respuesta a todas las deudas que aún tiene la política con los bonaerenses está más firme que nunca.
Obviamente no puedo más que sentir orgullo de pertenecer a ésta gestión y de poder acompañar el trabajo de todo un equipo enorme que vio en nuestra gobernadora una verdadera líder democrática que tiene los valores con los que muchos nos sentimos identificamos. El próximo gobernador tendrá que llenar unos zapatos muy grandes.
María Eugenia Vidal es una dirigente que está comprometida realmente con resolver los problemas de la gente, y ése compromiso es lo que la impulsa a seguir, por eso sabemos que no importa desde qué lugar, la gobernadora va a honrar ese compromiso porque es la única manera que concibe su participación en política: estando al servicio de la gente.
“Las urnas no matan los sueños, solo nos dicen que debemos ser mejores” le dijo María Eugenia Vidal a los bonaerenses, y ése es el camino que nos ha marcado, y que no tengo dudas que seguiremos.
* Subsecretario de Asuntos Municipales de la Provincia de Buenos Aires y Diputado Provincial electo.
En 1925 se reunía en la Capital Federal el Primer Congreso Panamericano de Carreteras. En esa oportunidad los congresales coincidieron en aprobar una ponencia en el sentido de invitar a los países representados a celebrar en toda América el «Día del Camino», instituyendo para tal fin, los días 5 de Octubre de cada año.
Dicha sugerencia no tuvo, con posterioridad, total eco, puesto que aún en algunos países condicionan la celebración vial a fechas intimas de resonancia nacional. Otro tanto paso con el Congreso en sí, que fue reconocido por el Gobierno Argentino, recién en 1928, época en que se advierte la necesidad de crear un organismo central que promueva un gradual desarrollo en materia vial. Pero esa necesidad vino demorándose por no existir decisión firme que resolviera este problema.
Hasta entonces «nada existía de orgánico y permanente. Se construían los caminos según fuese la mayor o menor diligencia de los gobiernos; la tarea despareja impedía que se canalizase el tráfico con rumbos definidos y, la que un día era ruta transitable, al siguiente era abandonada ante el mejoramiento de otro camino próximo. Sin ley básica y sin recursos permanentes, los organismos nacionales y provinciales no podían cumplir una misión más eficaz». Así expresa la Memoria de la Dirección Nacional de Vialidad, Tomo I, año 1933.
La labor era inconexa hasta ese momento. Hacía falta contar con disposiciones legales y técnicas que promovieran un organizado desarrollo de la tarea vial en la Republica Argentina. Esta inquietud no la cumplían los decretos y leyes aparecidos con posterioridad a 1810, y otras que sirvieron de antecedentes a la que podemos designar como ley máxima de Vialidad Nacional, aparecida en 1932. Hasta ese momento las reglamentaciones tenían solo una acción limitada en cuanto al devenir vial.
El espíritu de la sugerencia emanada del Primer Congreso Panamericano de Carreteras tuvo, por primera vez resonancia en Argentina, el 5 de octubre de 1933, un año después de la creación del Ente Vial Nacional. En dicha oportunidad, el Poder Ejecutivo Nacional juntamente con las autoridades de Vialidad Nacional celebran el primer aniversario de la creación del organismo.
Pero veamos el porque de la fecha instituida para la celebración vial. Hay quienes manifiestan que se debe a la fecha de promulgación de la Ley de Organización Vial Nacional; hay, por otra parte, quienes sostienen que ello arranca desde la sugerencia efectuada por el Primer Congreso Panamericano de Carreteras.
Trayendo un poco de claridad histórica, es menester dejar aclarado que la fecha 5 de Octubre proviene de la ponencia del Primer Congreso y la sanción de la Ley, es una «coincidencia preestablecida», o sea que se busco cumplir con la ponencia para dar al país la estructura vial que urgía.
En 1925 el Congreso Panamericano aludido instituye el día 5 de Octubre por ser la fecha de la inauguración del mismo. El Gobierno Nacional reconoce al Congreso Vial y toda su actuación en el año 1928 y, finalmente, el 5 de Octubre de 1932 se da a conocer la Ley 11.658.
Las tres fechas precedentes tienen incidencia en la gravitación del quehacer vial. La primera emana de una resolución del Congreso, cuya parte saliente esta concebida en los siguientes términos: «1°- Instituir el día 5 de Octubre, fecha de la inauguración de este Congreso, como Día del Camino en todas las naciones de la Unión Panamericana; 2°- Invitar a los países representados a realizar ese día actos públicos en las reparticiones administrativas, universidades, colegios y escuelas del Estado y particulares, propiciar conferencias, publicaciones, congresos, etc., y toda otra manifestación que tienda a demostrar las ventajas de una buena red caminera».
Con respecto a la segunda fecha, vale destacar que el Gobierno, recién en 1928 – con posterioridad al Segundo Congreso Panamericano de Carreteras realizado en Río de Janeiro el 5 de octubre de 1927 – aprueba la actuación del Primer y Segundo Congresos. Es a partir de esta fecha que Argentina toma real conciencia de la necesidad de una organización vial estable. Ello genera un movimiento para fijar bases sólidas. Se perfilan así, los lineamientos que obran como antecedentes de la Ley 11.658 pues es propósito «crear un organismo encargado de establecer un desarrollo gradual y paulatino del sistema caminero argentino», «pero se nota también – agrega la Memoria de Vialidad Nacional, año 1933 – que nunca el problema había sido abordado con la decisión y la energía indispensable para su solución. De ahí solamente al comenzar la actuación del gobierno actual (Presidente de la Nación, Agustín P. Justo), fue encarado resueltamente el problema y el proyecto del Poder Ejecutivo de los legisladores, sirvieron de base para la sanción definitiva, salvándose con ello, una grave omisión en la legislación argentina».
Y, finalmente, la tercera fecha: el 30 de Septiembre de 1932 se sanciona la Ley 11.658, de creación de la Dirección Nacional de Vialidad, y que fue promulgada ese 5 de octubre de 1932. La Repartición, hasta entonces se denominaba «Dirección General de Vialidad». La Ley de referencia establece la autonomía como así también el carácter de institución de derecho público. Esta última fecha es definitiva para señalar el reconocimiento por parte de las autoridades nacionales como «Día del Camino», propiciado por el Primer Congreso Panamericano de Carreteras en 1925. Apoya esta aseveración el hecho de que el decreto de creación carece de fecha. Su vigencia se inicia el 5 de octubre de 1932 en oportunidad de darse a conocer públicamente la referida ley en un acto oficial.
Justiniano Allende Posse
Al cumplirse el primer aniversario en 1933, la Dirección Nacional de Vialidad, cuyo primer presidente fue el Ing. Justiniano Allende Posse, contaba con 386 profesionales y técnicos, 545 administrativos y 2.011 obreros para atender una red de 15.900 kilómetros de los cuales 810 estaban pavimentados.
Sentirse orgulloso del lugar donde uno nació es algo grande. Conocer el origen de nuestra querida localidad y poder difundirlo, lo hace más grande aún.
Para explicar el proceso de la creación de Justiniano Posse, y haciendo historia, quiero remontarme en primer lugar a la segunda mitad del siglo XIX.
Desde los años 1860-62 la zona donde hoy se encuentra nuestro pueblo estaba habitada por varios estancieros, en general colonos ingleses, que se radicaron acá atraídos por la calidad de su tierra, apta para la ganadería y la agricultura, y que aprovecharon los bajos precios de las primeras ventas de campos fiscales de la Provincia.
Estos colonos se organizaron en estancias, y en sus comienzos tuvieron que soportar constantes ataques y robo de ganado de los malones ranquelinos, que desde el “desierto” (al sur de la provincia) irrumpían en sus propiedades. Hasta 1879, año de la Conquista del Desierto, que los libera de este flagelo.
Fueron muy difíciles los primeros años de trabajo de aquellos estancieros, lo que les reclamaba un esfuerzo constante y sin desmayo. Aún así las estancias subsistieron y a finales del siglo XIX, definitivamente establecidas, rodeaban nuestro lugar.
Estas estancias, entre otras, eran: “Árbol Chato”, “Las Flores”, “Los Algarrobitos”, “La Paloma”, “Los Algarrobos”, “Las Vacas”, “Monte Grande”, “Los Chañaritos” (más adelante veremos más datos de este importante establecimiento), y no quiero olvidarme
de la estancia “Monte Molina” o “Molino”, propiedad de los señores Richard Arthur Seymour y Francis Goodrich. El primero de ellos, Seymour, es el autor del libro “Un poblador de las Pampas”, importante e instructivo escrito de la época; la fuente, entre otros libros, de la que bebemos todos a quienes nos apasiona la historia e investigación de nuestra zona y alrededores.
Es necesario nombrar a estos asentamientos por su aporte de habitantes a las primeras localidades que irían naciendo como consecuencia de la llegada del “Ferrocarril Central Argentino”, luego Ferrocarril General Bartolomé Mitre, a principios del siglo XX.
Además de estas estancias, y antes de la llegada del ferrocarril, comenzaron a formarse pequeños núcleos de población; entre ellos la Colonia Deán Funes, a la que quiero mencionar especialmente porque fue la que dio origen a nuestra localidad, por el aporte que más tarde haría de sus propios habitantes a nuestro pueblo. Fue fundada en 1891 por Don Benjamin Sastre, contaba con más de 200 habitantes y se hallaba a 8 Km al Nordeste del lugar donde hoy se encuentra Justiniano Posse.
A comienzos del siglo XX el señor Sastre comienza a vender parte de dicha Colonia en lotes para agricultura y ganadería. Uno de los adquirentes fue Don Domingo Torti, quien compra en tres oportunidades: en los años 1900, 1901 y 1905. En el lote que compra en 1905, de 1200 hectáreas, está emplazado actualmente Justiniano Posse. (1)
En octubre de 1909 el señor Torti le vende esta última fracción de tierra a Lucas Allende Posse. Encontré en el Archivo Histórico de la Ciudad de Córdoba la información de cuando Torti vende, cede y da posesión de 1200 hectáreas a Lucas Allende Posse, el 14 de octubre de 1909. El mismo año en que el Ferrocarril Central Argentino resuelve extender la línea ferroviaria de Cruz Alta a Idiazabal, en el primer tramo (luego se extiende hasta Río Tercero), dando nacimiento a varias poblaciones, entre ellas a Justiniano Posse.
Justiniano Posse, mes de Junio del año 1916, centenario de la independencia La anciana es Juana Paredes de Quinteros. Nació en el año 1803 y falleció el 19 de noviembre de 1918 a la edad de 115 años. En el momento de la fotografía contaba con 113 años de edad. A su lado, con manta, el payador famoso Gabino Ezeiza
Origen
El señor Lucas Allende Posse decide crear un pueblo y contrata al señor Serafín Licciardi para demarcar el plano de la futura localidad.
Esta obra comienza el día 15 de enero de 1910, utilizando un arado “mancera” traccionado por dos caballos. El proyecto según el referido plano, se conforma de 64 manzanas de 110 metros por lado, separadas entre sí por calles de 15 metros, exceptuando el Boulevard Central que corre de norte a sur y tiene un ancho de 20 metros.
Además se reservaron terrenos para la escuela, la iglesia, correos y telégrafos y plaza pública, a fin de dar impulso al naciente pueblo. Estos solares fueron donados por Allende Posse.
El día 26 de julio de 1910 (ya construidos el Ferrocarril, la estación de tren y finalizado el trazado del pueblo) Lucas Allende Posse solicita aprobación al Ministro de Haciendas, Colonias y Obras Públicas, y adjunta plano de la traza de la población.
Esta solicitud (ver fotoc.) nunca fue contestada por el Ministro y luego Allende Posse reclama su devolución, razón por la cual no tenemos fecha fundacional (al igual que otros pueblos vecinos del ramal ferroviario).
Julio de 1916, reunión en la actual Plaza Belgrano de Justiniano Posse. Autoridades y vecinos en la visita de la Banda de música de Villa Nueva