Octubre, clave para el Banco Central Europeo

septiembre 8, 2017

Octubre será crucial para el Banco Central Europeo

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El  máximo representante del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, consideró que todas las decisiones atinentes al descarte de estímulos monetarios “se tomarán en octubre”.

Anticipadamente el Consejo de Gobierno contuvo la tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0 % y estaría prevenido para subir más las compras mensuales de deuda pública y privada en la zona del euro, que son ahora de 60.000 millones de euros, “si el panorama empeora”.

Vale recordar que el BCE es el banco central de los 19 países de la Unión Europea que han adoptado el euro. Su función principal es mantener la estabilidad de precios en la zona del euro para preservar el poder adquisitivo de la moneda única.

Constituye además el núcleo del Eurosistema y del Mecanismo Único de Supervisión.  Su misión es servir a los europeos mediante la salvaguardia del valor del euro y el mantenimiento de la estabilidad de precios.

Define  y ejecuta la política monetaria de la zona del euro y lleva a cabo otras funciones, entre ellas la de supervisión bancaria. Trabaja para los europeos y rinde cuentas ante ellos a través del Parlamento Europeo. Los Tratados de la Unión Europea definen diversos canales para la rendición de cuentas, entre los que se incluye la publicación de un Informe Anual.

El titular del Eurobanco está preocupado por la fortaleza del tipo de cambio: al euro le ha faltado tiempo para volver a sobrepasar en apenas unos minutos, y con ese simple anuncio, la barrera de los 1,20 dólares por unidad.

Un euro fuerte perjudica a los exportadores. Dificulta que la inflación vuelva a niveles normales. Y sobre todo endurece las condiciones financieras, con Europa –y sus bancos– sufriendo aún el legado de la Gran Recesión a pesar de la recuperación económica.

El Banco Central Europeo decidió mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0%. También deja invariable la facilidad de depósito el -0,4% (es lo que los bancos que depositan dinero en el BCE deben pagar) y la de crédito en el 0,25%. Pero lo más importante: deja intacto el ritmo actual del programa de compra de activos, fijado en 60.000 millones al mes, el llamado quantitative easing (QE).

Draghi ha anunciado sus nuevas previsiones económicas, en un momento en el que la inflación aumenta lentamente en la zona euro (se situó en agosto en el 1,5%) y el crecimiento del bloque se apuntala y el PIB ha logrado una velocidad de crucero (creció el 0,6% en el segundo trimestre).

Básicamente, el BCE ha elevado sus previsiones de crecimiento, y ha empeorado las de inflación. El euro está en cotas muy elevadas con respecto al dólar: la divisa europea se intercambia cerca de 1,20 billetes verdes. Al arrancar 2017, el cambio estaba en 1,05 dólares.

Draghi se ha referido a esa apreciación del euro varias veces al arranque de su rueda de prensa. Porque es un elemento que dificulta el llamado tapering, la retirada gradual de estímulos. La fortaleza del euro amenaza la buena salud de las exportaciones y una subida adicional del tipo de cambio endurecería las condiciones financieras, con el recuerdo de la crisis bancaria extremadamente fresco en algunos países. La inflación, además, sigue muy lejos del objetivo.

Fuente: pedroluismartinolivares.com, 08/09/17.


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La Eurozona al borde de la deflación

marzo 11, 2016

El Banco Central Europeo baja sus tasas al 0%

Anunció un aumento inédito de los estímulos monetarios ante el debilitamiento del crecimiento económico y el riesgo de que la Eurozona caiga en deflación.

Por Martín Idafe.

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo

Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.

La Eurozona está más débil de lo que parece. En diciembre se preveía un crecimiento del 1,7% para este año y ya se reconoce que con suerte será del 1,4%. El Banco Central Europeo anunció hoy un aumento inédito de los estímulos monetarios ante el debilitamiento del crecimiento económico y el riesgo de que la Eurozona caiga en deflación. Las bolsas subieron y el euro cayó con fuerza respecto al dólar por unos minutos para volver a subir y quedar por encima de su tasa de cambio de ayer.

peligro 03El instituto emisor del euro, presidido por el italiano Mario Draghi, anunció la reducción de su tasa principal cinco puntos básicos hasta el 0,00% y de la tasa de depósito –lo que pagan los bancos para que el BCE les guarde el dinero- hasta -0,40%. Esa práctica penaliza a los bancos por guardar el dinero en el BCE para empujarles a prestar.

Pero tiene contraindicaciones: daña los beneficios bancarios pues en realidad funciona como un impuesto y reduce los márgenes de beneficio de la banca. Es una de las razones de la caída de las acciones de los bancos. No está claro que funcione porque muchos bancos prefieren pagar esa tasa que prestar. Para compensar, Draghi les aclara que no exigirá que aumenten su margen para cubrir pérdidas.

Además, el BCE aumentará en 20.000 millones de euros mensuales –hasta 80.000- su programa de compra de deuda –que se dedicará también a bonos privados y no sólo de deuda pública como hasta ahora-.

El programa funciona desde marzo del año pasado y está previsto que dure al menos hasta marzo del próximo año. En junio se lanzará otro masivo programa de préstamos a bancos, a cuatro años, con tasas al nivel de la de depósito. Es decir, que el BCE pagará a los bancos por prestarles dinero.

Draghi intenta aumentar la inflación sin dañar más a los bancos. El italiano lleva semanas diciendo que no va a parar de luchar contra la baja inflación y que continuaría con el estímulo monetario si los datos lo justificaban y a pesar de las presiones políticas, principalmente alemanas. La economía de la Eurozona crece al nivel más bajo de los últimos 13 meses y el crédito sigue estancado.

El aumento de la compra de activos hasta 80.000 millones de euros mensuales sirve para que siga creciendo la masa monetaria. Eso hace que crezca la cantidad de euros en el sistema bancario con la esperanza de que sean prestados a empresas y consumidores. Por eso rebaja la tasa de depósito, para penalizar a los bancos que guarden su dinero en el BCE  en lugar de prestarlo a familias y empresas.

Los manuales de Economía dicen que esa medida debe impulsar la inflación, pero la crisis dejó los manuales llenos de moho. El plan lleva en marcha un año y el último dato de inflación de la Eurozona mostró una bajada de precios de -0,2% (-0,9% en España, -0,2% en Italia y Alemania y -0,1% en Francia). El objetivo marcado al BCE por los tratados europeos es que la inflación esté cerca del 2%. Hace tres años que no se cumple y este año no pasará del 0,1% cuando en diciembre previó un 1%.

Hasta ahora el BCE justificaba la escuálida inflación por la caída de los precios de la energía y las materias primas, pero en febrero también cayó la “inflación subyacente” –que se mide sin tener en cuenta los índices más volátiles, como energía o alimentos-.

Draghi anunció hoy que sus previsiones ponen la inflación al 1,6% en 2018. Eso significaría que no habría conseguido su objetivo durante al menos seis años.

El bloque baila al borde de la deflación desde hace meses. Caer en esa trampa haría que la actividad económica se frenara. ¿Compraría usted un auto sabiendo que en meses será más barato? Menos actividad genera menos inversión empresarial y menos creación de empleo, que genera menos actividad y hunde más los precios. Un círculo vicioso del que Japón lleva intentando salir casi dos décadas y que metió en los años 30 al mundo en un largo período de depresión económica.

Draghi tiene que convencer con estas medidas a los mercados. Si estos creen que la inflación seguirá estancada no invertirán porque esperarán a precios aún más bajos. Su comportamiento empujará los precios aún más a la baja. Será el triunfo de la lógica deflacionista. Si convence a los mercados, volverán las inversiones porque con una expectativa de inflación al alza guardar el dinero sin usar genera pérdidas. Con la inversión habrá más actividad y más empleo.

El programa de compra de deuda pública –y a partir de ahora también privada- tiene varios frenos. No puede comprar títulos con un rendimiento inferior a la tasa de depósito (que se queda en -0,40%) y no puede comprar más del 33% de un título –ahora aumenta al 50%-, para no influenciar los mercados y, sobre todo, para que en caso de default no se le apliquen las cláusulas colectivas y no tenga pérdidas.

Además, el volumen de compras por país debe ser proporcional al peso de cada país en el capital del BCE, por lo que se compra mucha más deuda de países sin problemas como Alemania y menos de los países del sur del bloque. Pero ahí también sufre una limitación porque más de la mitad de la deuda alemana está ya por debajo de la tasa de depósito del BCE –a Alemania le pagan por prestarle dinero- y porque Berlín, en pleno proceso de desendeudamiento y con superávit fiscal, emite cada vez menos deuda nueva.

Dragui actúa a pesar de las presiones políticas. El presidente del Bundesbank –y miembro del consejo de gobierno del BCE- Jens Weidmann lleva meses advirtiendo contra lo que considera excesivos estímulos monetarios. Cree que quitan presión a los gobiernos con más apuros fiscales, haciendo que frenen el ajuste. La asociación que reúne a los bancos alemanes criticó esta mañana los movimientos del BCE: “son totalmente innecesarios”.

Para calmar las críticas alemanas, Draghi les recordó en la conferencia de prensa que la deflación además haría aumentar las deudas y una ligera inflación ayuda a reducirlas.

Las medidas aprobadas tienen también el objetivo –nunca reconocido- de hacer que el euro siga debilitándose frente al dólar. Aunque el BCE dice que no pone ahí su atención, sus medidas han hecho caer al euro, que desde hace meses ronda una tasa de 1,10 dólares cuando hace año y medio se cotizaba a casi 1,40. Un euro más débil facilita las exportaciones del bloque. El peligro es que el BCE se meta en una guerra monetaria con otros bancos centrales -japonés, británico, sueco, suizo- que también están recortando tus tasas por debajo de cero y debilitando sus monedas.

Y como tras cada reunión, el BCE lee la cartilla a los gobiernos de la Eurozona: reformas estructurales para todos con el objetivo de reducir el gasto público –pensiones, reforma laboral-; que quienes tienen margen fiscal –básicamente Alemania y Holanda- bajen impuestos y aumenten inversión; y que los demás sigan con el ajuste. Fráncfort sigue apostando a que el ajuste se haga reduciendo gasto y no subiendo impuestos. Esa elección no cambia sea cual sea la situación económica, por lo que parece una elección ideológica más que de eficiencia económica.

Fuente: Clarín, 10/03/16.

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Tasas de interés negativas en Europa

Suiza emitió bonos a tasas negativas

La caída del euro

marzo 16, 2015

Guillermo Calvo: «Nadie puede decir dónde termina la caída del euro»

Por Javier Blanco.

Guillermo Calvo es el economista argentino más citado entre sus pares de todo el mundo, según el ranking Repec de Ideas, y quien ganó fama mundial en los 90 por haber pronosticado, cuando pocos la advertían, la que después pasaría a la historia como la crisis del tequila. En los últimos días pasó por Buenos Aires para tomar parte de la Conferencia Internacional sobre Mercados Emergentes, que organizaron la Universidad Torcuato Di Tella y el Comité Latinoamericano de Asuntos Financieros. En ese marco lo entrevistó LA NACION.

-Usted ha visto muchos cambios de este tipo. ¿Se anima a pronosticar hasta dónde llega la caída del euro?

euro-28-No. Y creo que nadie hoy puede decir con algún grado de certeza dónde termina, pero creo que va a ser importante. El tema es que se trata de una situación inédita y no hay modelos econométricos que faciliten la predictibilidad en este caso.

-¿Por qué?

-Porque estamos ante bancos centrales que, ante la magnitud de la crisis que enfrentan, ya se han visto obligados a resignar una de sus herramientas básicas. Pasó antes con la Fed [la Reserva Federal de Estados Unidos] y ahora con el BCE [Banco Central Europeo]. Y como no pueden ajustar vía tasa, la corrección se produce por la valuación de sus monedas. Pasó en su momento con el dólar y ahora con el euro, más violentamente.

-Más violentamente…

-Debo admitir que me sorprendía el nivel que mantenía el euro a pesar de lo mal que le iba a Europa, y parte de esa caída tiene que ver con eso. Creo que aguantó porque había países como Suiza que lo estaban comprando para que no se devaluara. Pero apenas el BCE lanzó su plan de inyección monetaria y Suiza dijo que no compraría más euros para sus reservas, eso arrastró a que otros bancos centrales hicieran lo mismo, lo que precipitó la corrección. No hay que perder de vista que esto se da en paralelo con el final del programa de expansión en Estados Unidos, a lo que se suma la expectativa de suba de tasas allí, que fortalecería más al dólar.

-Parece describir una especie de tormenta perfecta…

-Algo así. Pero lo que me preocupa son sus implicancias, como los síntomas de proteccionismo que ya empiezan a aparecer en Estados Unidos. Firmas grandes como Hewlett Packard ya están diciendo: «Bueno, yo ya perdí un montón de plata por la apreciación del dólar».

-El juego de espejos que armó entre euro y dólar fue muy explicativo. Pero no alcanza para entender la ola de devaluaciones que se está viendo entre las monedas emergentes.

-Bueno, eso básicamente tiene que ver con el reflujo de capitales. La región recibió una afluencia muy importante en los últimos años y ahora estamos viendo el impacto de la salida.

-También este proceso tiene más recorrido.

-Creo que sí. Aunque es cierto que esta vez la mayor parte de los países emergentes tienen reservas (cuando en situaciones similares del pasado no las tenían) y, por lo mismo, pueden amortiguar algo este ajuste.

-En la crisis de 2008 vimos algo parecido, pero ¿la región lo soportó bien?

-Creo que es un error extrapolar lo de hoy con lo de aquel entonces. En 2008 la región, por primera vez desde 1980, tenía superávit en la cuenta corriente. Y teníamos superávit fiscal sin precedente y reservas, lo que permitió reaccionar y gastar reservas, devaluar un poco sin que fuera a hiperinflación, porque había músculo. Hoy está un poco más débil.

-Vuelvo a apelar a su experiencia. ¿Para una economía es más peligroso un tipo de cambio exageradamente alto o uno exageradamente bajo?

-Lo peor es tener un tipo de cambio que el mercado crea que no es sostenible.

-¿Es el caso de la Argentina?

-Claramente, aunque como las estadísticas aquí están tan distorsionadas, difícilmente haya alguien que pueda decir cuál hoy es el nivel adecuado.

-¿Se puede terminar con el cepo cambiario de un día para el otro?

Creo que no. Hay mucho dinero trabado que las compañías no pudieron girar, y quiero ver qué hacen si se levantan las restricciones de un día para el otro. Tal vez una forma de suavizar los efectos de medidas económicas repentinas podría ser pedirles que para sacar la plata del país compren bonos que luego puedan vender en Nueva York. Con esa opción, tal vez varios decidan no salir.

Fuente: La Nación, 16/03/15.

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El BCE en alerta por Grecia

febrero 20, 2015

El BCE se prepara para la posible salida de Grecia de la zona euro

grecia-bandera-en-movimientoAnte la complicación de las negociaciones entre Grecia y el Eurogrupo, el Banco Central Europeo (BCE) se estaría preparando para los posibles escenarios a los que podríamos asistir, entre ellos, una salida de Grecia de la unión monetaria, según publica Der Spiegel.

Las alarmas han saltado después de que la reunión del Eurogrupo haya sido aplazada para las 16:30 horas de esta tarde, mientras que el ministro de finanzas alemán, Dijssembloem, hará declaraciones a las 15:00 horas en el marco de este encuentro.

A pesar de todas las negociaciones que se están llevando cabo entre las autoridades monetarias europeas y Grecia, los socios europeos estarían preparándose incluso para la salida de Grecia del euro, según publica el medio alemán Der Spiegel.

Desde hace meses hemos oído declaraciones de líderes europeos, principalmente alemanes, diciendo que la eurozona está preparada para una salida de Grecia del euro, ya que los cortafuegos levantados en los últimos meses, evitarían el contagio a otros países.

Ahora bien, para la propia Grecia, una salida de la zona euro podría provocar que sus costes de devolución de la deuda se multiplicaran incluso por 3. Esto restaría libertad al país para proseguir con las reformas propuestas. Como explica José Lizán, gestor de SICAVs de Auriga SV, «si Grecia quiere acabar con la austeridad, va a tener el triple porque si sale del euro no va a tener ni el tercio de los ingresos que tiene ahora. Tendría un shock de dos o tres años y luego vendría la regeneración de la economía. Pero si se piensan que no van a tener austeridad, los primeros años van a ser peores de lo que piensan. Si que ganarían una competitividad brutal con la devaluación del dracma, pero tardaría unos dos años en regenerarse después de un shock inicial tremendo. Además, que sus deudas con el euro se triplicarían por la devaluación de sus divisas«.

Hoy los ministros de Finanzas del euro discutirán en una reunión especial el futuro financiero de Grecia. El programa de crédito y la reforma actual expiran la próxima semana, poniendo en peligro la situación económica del país, que no puede hacer frente a los vencimientos de deuda y el pago de pensiones que le sobrevienen en los próximos meses. La eurozona –con Alemania a la cabeza- han rechazado una extensión puramente técnica del préstamo y exigen mayores de compromiso con las reformas.

Ayer, Grecia solicitó formalmente la aprobación de un ‘crédito puente’ que le dé 6 meses más de tiempo para renegociar la devolución de su deuda. Mientras, el Ejecutivo heleno prometía cumplir con las exigencias del rescate e, incluso, reconocer la supervisión de la troika. En cambio, las condiciones del ‘crédito puente’ que ha propuesto Grecia serían bastante más laxas. Alemania no está dispuesta a pasar por este aro. No obstante, aunque las negociaciones hoy en el Eurogrupo no lleguen a buen puerto, Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG, cree que «será la próxima semana cuando haya un acuerdo. Ahora con el Ibex por encima de 10.800 puntos, las posibilidades que se dan al Grexit son nulas«.

Grecia está asfixiada por los compromisos de devolución de la ayuda pues entre febrero y julio se concentran vencimientos de deuda por más de 20.000 millones de euros y, hasta el final del año, las amortizaciones alcanzan los 30.200 millones. En total, Grecia tiene que afrontar el reembolso de algo más de un 10% de su deuda, pero la recesión, la caída de los ingresos públicos y las presiones de la banca reducen su margen de maniobra. Además, una salida de la zona euro empeoraría las cosas para el país heleno, pues volver al dragma podría suponer triplicar su deuda por el efecto de la devaluación de la divisa.

Actualmente, la deuda de Grecia asciende a 315.509 millones de euros, lo que supone el 176% de su PIB. Tres cuartas partes de ésta se encuentra en manos de la troika. El Fondo Monetario Internacional, por su parte, es prestamista del 10% de la suma y el Banco Central Europeo, del 6%. Por países, Alemania es el mayor prestamista de Grecia, habiéndole dejado hasta 66.310 millones de euros, seguido de Francia (49.800 millones) , Italia (43.750 millones) y España (29.080 millones).

Fuente: Estrategias de Inversión,  20/02/15

 

 

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