Morgan Stanley debe pagar 843.000 dólares por la reclamación de una cliente mayor víctima de un fraude
febrero 13, 2025
Por Bruce Kelly.
Una clienta mayor de Morgan Stanley en Florida que fue víctima de una estafa llamada «de lingotes de oro» obtuvo el lunes $843,000 en daños y perjuicios de la firma después de afirmar que la empresa no siguió las reglas de la industria diseñadas para proteger a los inversores mayores.
Marjorie Kessler, de 76 años, afirmó el año pasado que Morgan Stanley violó dos reglas de la industria y estándares industriales “de larga data” diseñados para proteger a los clientes de edad avanzada, según su declaración de demanda, que alegaba que había sido defraudada por $1,75 millones, no por la firma, sino por estafadores externos que apuntaban a su riqueza.
La disputa fue decidida el 10/02/25 por un panel de tres personas bajo la égida de FINRA Dispute Resolution Services.
“Esta será una tendencia emergente en la industria de los corredores y distribuidores y en Wall Street, ya que cada vez habrá más personas mayores que serán víctimas de este tipo de estafas”, dijo Lloyd Schwed, el abogado de Kessler, en una entrevista el martes. “Los corredores y distribuidores son la primera línea de defensa”.
Según la denuncia, los estafadores en línea finalmente accedieron a la cuenta bancaria de Kessler en otra empresa y compraron lingotes de oro por un valor de más de 1,6 millones de dólares, que fueron entregados por UPS a su condominio en Florida.
Los estafadores le dijeron que empaquetara los lingotes de oro en cajas y se los entregara a un mensajero del gobierno que la recibiría afuera de las puertas de seguridad de su condominio y luego los depositaría en su cuenta de depósito en garantía en Washington DC, según la denuncia.
Morgan Stanley no cumplió con el estándar de “contacto de confianza” de la industria, que identifica a una persona a la que la firma puede llamar en determinadas circunstancias, según el reclamo del cliente, así como con la regla de explotación financiera de personas mayores. Esta última permite a los corredores de bolsa suspender temporalmente las transacciones de los clientes o el desembolso de fondos.
Morgan Stanley quería que se desestimara la reclamación, según el laudo arbitral.
“Sentimos compasión por la Sra. Kessler, que fue víctima de un fraude de terceros, pero es importante tener en cuenta que este fraude no ocurrió en Morgan Stanley”, escribió un portavoz de la empresa en un correo electrónico. “Además, la empresa no debería ser considerada responsable de sus pérdidas, ya que la Sra. Kessler hizo declaraciones erróneas a su asesor financiero sobre el propósito de las transferencias y autorizó que se enviaran a una cuenta bancaria de terceros a su nombre”.
Según un artículo publicado el año pasado en el Washington Post, una estafa con lingotes de oro ocurre cuando los estafadores se hacen pasar por agentes federales y buscan víctimas en línea o por teléfono. El estafador le dice al individuo que su cuenta ya no es segura y luego lo convence de comprar lingotes de oro y entregárselos.
Esto es lo que le pasó a Kessler, según su declaración de demanda.
.
“Durante repetidas llamadas telefónicas durante un período de dos semanas, los estafadores convencieron a la Sra. Kessler de que, para proteger sus ahorros, tenía que apresurarse a convertir su dinero en efectivo y lingotes de oro para ser entregados a mensajeros y criptomonedas que se depositarían en una cuenta del Tesoro de EE. UU. con su nuevo número de Seguro Social”, según la declaración de demanda.
«A pesar de las evidentes señales de alerta y las señales de advertencia obvias de explotación financiera, el asesor financiero de la Sra. Kessler autorizó y facilitó el retiro repentino de $2,09 millones en fondos de una línea de crédito y la liquidación de activos de un fideicomiso de seguros de vida durante un período de nueve días en julio y agosto de 2023», alega la demanda.
El asesor financiero autorizó los retiros a pesar del hecho de que Kessler le pidió específicamente que mantuviera los retiros «en secreto» y que no los revelara a su hijo, quien había estado involucrado directamente en cada decisión importante en las cuentas de inversión de su madre durante los seis años anteriores, según la denuncia.
Aunque los árbitros de FINRA no dieron ninguna explicación sobre el laudo, Schwed, el abogado, dijo que pensaba que el razonamiento era simple: le dieron un pase a Morgan Stanley por la primera transacción de la cuenta de Kessler, pero los penalizaron por la segunda.
«Si Morgan Stanley hubiera llamado al hijo de mi cliente, esto no habría sucedido», dijo Schwed.
Fuente: investmentnews.com, 11/02/25
Más información:
Fraude a Personas mayores
Ponzi, Madoff, Blaksley: Variaciones de la estafa piramidal
Esquema Ponzi, el fraude financiero que acecha a los incautos
.
.
Estafan a Gina Lollobrigida
julio 26, 2019
Historia de película
Gina Lollobrigida: le cedió su fortuna a su chofer de 30 años y ahora su familia quiere que se la declare “senil”
La mítica actriz italiana, de 90 años, protagoniza un culebrón. Sus familiares acusan al empleado de “engañarla para dilapidar sus millones”.

Eje de una gran polémica. Gina y una relación con su asistente que da que hablar en Italia. (REUTERS)
A los 90 años (cumplirá en julio 91), la mítica actriz italiana Gina Lollobrigida no tiene paz: desde hace cuatro años atraviesa lo que los medios italianos llaman «una historia de película», una batalla contra su único hijo Milco Skofic y su nieto Dimitripor la gestión de su fortuna.
Ambos intentaron que la Justicia la decretara «incapaz», para así ellos ocuparse de la administración de su patrimonio, valuado en 36 millones de euros.
Después de que la justicia rechazara ese planteamiento, los familiares denunciaron al joven asistente, la sombra de la diva del cine, Andrea Piazzolla, de 30 años, a quien acusan de «manipularla y enriquecerse a costa de su dinero».

Gina Lollobrigida, con joyas de Bulgari, en su momento de esplendor cinematográfico. (EFE)
La disputa llegó a los canales de TV italianos, en forma de escándalo. Informes psicológicos que cuestionan la lucidez de Lollobrigida, declaraciones y acusaciones cruzadas en los medios y hasta la aparición mediática del ex marido de ella, el español Javier Rigau, que se sumó a la denuncia de los parientes.
Según los medios, el juez romano que dirige la investigación preliminar decretó la semana pasada «el embargo preventivo de los bienes que están a nombre del chofer, Piazzolla, y que él mismo administra a través de dos sociedades». Al hombre se lo imputa por «haber convencido a la musa del cine italiano a través de engaños para que lo nombrara gestor de esas compañías».
Además, los abogados advierten que existe «la sospecha de que el asistente la persuadió para vender algunos inmuebles», como dos departamentos en una céntrica plaza de Roma por valor de dos millones y medio de euros. “Todo ello abusando de su estado de debilidad mental”, denuncian.

Gina hace dos años, durante la presentación del premio David di Donatello, en el palacio Quirinale, en Roma. (EFE).
En noviembre, en un parte médico que se dio a conocer sobre la salud mental de la diva, se aclaraba que su estado era «normal y coherente con su edad», pero se advertía que en algunas situaciones y relaciones particulares la mujer resultaba «manejable”.
“Estoy absolutamente lúcida y con mi dinero hago lo que quiero”, dijo Gina en una entrevista a Il Corriere della Sera, el pasado 25 de mayo.
¿Será que el chofer es su amante?, se preguntan los más retorcidos. La idea parece descabellada: los separan seis décadas.

Una belleza del cine.
Lo cierto es que Gina acusa a su hijo de no apiadarse de su soledad: «Nunca aceptó trabajar conmigo. Cuando fui a América, le pedí que me acompañara y me ayudara porque habla idiomas y nunca sucedió. Siempre me deja sola».
En noviembre Gina había sido noticia por declarar: «Yo también sufrí agresiones sexuales y no me animé a denunciar».
En medio de la polémica sobre el productor de Hollywood Harvey Weinstein, la actriz -invitada al programa Porta a Porta, de la RAI- admitió que ella también fue víctima de ese tipo de comportamientos. «Creo que las mujeres de Hollywood lo debían haber denunciado antes, pero no tuvieron la valentía, aunque yo tampoco la tuve”, detalló. La primera agresión dijo haberla sufrido a los 19 años, cuando todavía iba a la escuela. “De la segunda, mejor no hablar”, añadió.

Rock Hudson y Gina.
«Fueron dos cosas bastante graves y que de haber denunciado, los agresores hubieran perdido el trabajo. La primera vez que ocurrió yo era inocente, no conocía el amor, no conocía nada. La segunda, tuvo lugar cuando ya estaba casada e iniciaba mi carrera en el cine. No los denuncié por no revelar una cuestión íntima. Cuando una molestia sexual es más que una molestia, no la puedes eliminar, se queda dentro de ti y condiciona tu carácter, pues tus acciones están sujetas a ese recuerdo», remató con dolor.
Varias generaciones desconocen el tamaño de la figura de Gina. Hija de un fabricante de muebles, la mítica actriz se crió en una pintoresca villa montañosa de Italia. Con la Segunda Guerra Mundial, el negocio familiar quedó destruido, por lo que concluido el conflicto armado, la familia se trasladó a Roma. Fue allí cuando Gina comenzó sus estudios de arte.

Una visita de Gina a la Argentina, medio siglo atrás.
Modelo en desfiles de ropa y concursante de diversos certámenes de belleza, logró la tercera posición en Miss Italia 1947. Y desde entonces su imagen fue en ascenso.
En 1949 Gina se casó con un médico esloveno llamado Milko Škofič. Con él tuvo a su hijo, Andrea Milko. La pareja terminó divorciándose en 1971. «Cuando he dado con la persona indicada, ha huido de mí. Soy demasiado fuerte, demasiado famosa. Los hombres importantes no quieren vivir bajo tu sombra«, ironizó.
El debut en la industria estadounidense ocurrió con un papel en La burla del diablo, en 1953, filme de John Huston rodado en Italia, donde compartió cartel con Humphrey Bogart y Jennifer Jones.
Fuente: clarin.com, 30/05/18.
Más información:
Estados Unidos: Los fraudes a ancianos alcanzan los 3.000 millones de dólares anuales
Cómo evitar el fraude financiero contra los ancianos

.
.