El peso y el dólar

mayo 28, 2012

Pesos

Por Enrique Szewach

 

Suponga que deja olvidado un billete de 100 pesos en algún bolsillo  y que lo encuentra dentro de un año. Ese billete se habrá transformado, como máximo, en un billete de 80 pesos, por la magia de la inflación.

Suponga, ahora, que deposita 100 pesos en un plazo fijo a un año en una entidad financiera. Cuando venza, el dinero que recibirá tendrá un poder de compra de, como máximo, 88-90 pesos.

Está claro, entonces,  que el que apuesta al peso pierde.

Obviamente, como usted necesita pesos para sus gastos de todos los días y tiene excedentes por períodos cortos, sigue demandando pesos y sigue depositando fondos en pesos en el sistema financiero, lo mismo que las empresas.

Pero, usted no es tonto/a, y sabe que ese “impuesto” que paga, es el costo por tener dinero para las transacciones diarias, y ahorro de corto plazo.

Pero si tiene excedentes de fondos que van más allá del muy corto plazo, usted trata de conservarlos. Comprando un bien, o buscando activos que, según su expectativa, lo “protegen” de alguna manera, contra la inflación. Puede ser un inmueble, un bono, una acción, o… dólares. El problema con los inmuebles es que existe lo que los economistas llamamos, “indivisibilidad del capital”. Es decir, se necesita mucho dinero para entrar y no se puede salir “parcialmente”. El problema con los bonos o las acciones, es que se necesita información, asesoramiento especializado, y cumplir con cierta burocracia operativa.

Con los dólares, en cambio, los montos mínimos de entrada y salida son muy bajos, y salvo el costo del spread comprador/vendedor,  los trámites son sencillos, o al menos, lo eran hasta hace no mucho tiempo.

Por supuesto que las acciones, los bonos, los inmuebles y hasta el dólar pueden bajar de precio y, luego de un año, se puede perder más que con la inflación.

Pero no es menos cierto, que también pueden subir de precio y mucho, cosa que con el peso, seguro, no va a pasar.

En otras palabras, el que  ahorra en pesos tiene una pérdida asegurada, mientras que el que ahorra en dólares, puede perder, pero también puede ganar.

En condiciones “normales”, siempre existe un precio esperado del dólar, y una tasa de interés en pesos, que termina igualando el rendimiento de los ahorros en pesos o en dólares, al menos, a priori.

Es decir, si alguien espera una devaluación del peso contra el dólar del, por ejemplo, 20%, en un año, si el banco le paga por un plazo fijo en pesos a un año, 20% de interés, comprar 100 dólares hoy, o depositar 100 pesos a plazo fijo hoy, y comprar 100 dólares dentro de un año, resultan equivalentes. (Por supuesto que en clima de “fin del mundo”, esta relación se rompe).

Pero sucede que, el gobierno decidió, en octubre del año pasado, después de destruir el mercado de la carne, el mercado de la energía, el del trigo, y otros mercados, destruir también el mercado de dólares y pesos, rompiendo la relación entre ambos al limitar la compra de dólares en el mercado en dónde el Banco Central es oferente, obligando a una pesificación forzada de los ahorros.

Pero la relación entre pesos y dólares, no se puede borrar con un simple “de eso no se habla”, y cuando las expectativas de una mayor devaluación, derivadas de la revaluación del dólar en el mundo, contra el resto de las monedas, en especial el Real brasileño, se empezaron a generalizar, mientras que las tasas de interés en pesos siguieron bajando.

Mientras los aumentos salariales ya acordados o por acordar, junto a las necesidades de más maquinita de Ciccone/Banco Central, para cubrir el bache fiscal de Nación y Provincias, dieron la señal de que la inflación, en los próximos meses, no bajará, la demanda de dólares por ahorro se incrementó. En el mercado “anterior”, esta mayor demanda la frenaba la suba de la tasa de interés, y/o la venta de reservas del Banco Central. Ahora, la mayor demanda sólo la frena el precio del dólar libre.

Es decir, lo que antes se reflejaba en la tasa de interés, ahora lo mide la brecha.

El problema es que el precio del dólar libre, está, además, distorsionado por los controles, las prohibiciones y el riesgo de operar bajo la ley K.

Por eso, el precio combina expectativas de todo tipo y no sólo las de devaluación.

Paradójicamente, entonces, Moreno fija las cantidades de dólares que quiere tener, pero la diferencia entre el dólar oficial y el dólar libre, y el número al que habrá que converger cuando se junten ambos valores, lo termina fijando el mercado. ¡Después de todo, mi amigo Guillermo resultó un neoliberal!: Él fija las cantidades y el mercado pone el precio.
Fuente: Perfil, 27/05/12.
Más información: www.szewachnomics.com.ar

 

El anticonstitucional Cepo Cambiario

mayo 28, 2012

Kontroles

Por Malú Kikuchi

 

Hay un límite en que la tolerancia deja de ser una virtud.”

Edmund Burke

 

Ejercer el control sobre uno mismo, es encomiable. Aceptar controles impuestos desde el Estado, en una nación que se dice república, controles que no tienen explicaciones que hagan al declamado, y nunca ejercitado bien común, controles que contradicen la Constitución Nacional, no es de ciudadanos libres.

La Constitución Nacional es clara, 1° parte, Derechos y Garantías, Artículo 14: “Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos (…): a saber, de trabajar y ejercer toda industria lícita, de navegar y comerciar (…), de entrar, transitar y salir del territorio argentino (…) de usar y disponer de su propiedad….”

Artículo 19: “(…) Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe”. No se puede prohibir lo que la CN no prohíbe. Y en ningún lado dice que la AFIP tiene derecho a decidir sobre el traslado de un habitante que pretende salir del país.

Y considerando la exigencias inverosímiles y por lo general inexplicables y cambiantes y poco serias, que el organismo tiene con respecto a las posibilidades de un ciudadano de a pie, para comprar dólares a precio oficial, y ahora también para salir de Argentina, queda claro que cada vez más personas van a querer irse de este “paraíso terrenal”.

¿Quién es la AFIP para decidir sobre la posible compra o no de dólares a cambio oficial? ¿Por qué hay que explicarle el porqué se quieren o se necesitan esos dólares? Y porque si, porque se me da la real gana. Porque todavía soy un ser libre que decide sobre sus haberes y que es lo que quiere hacer con ellos.

Y si hay un dólar oficial y un dólar paralelo, el problema lo tiene el gobierno que ha hecho un tan mal manejo de la economía, que los habitantes de esta tierra no quieren pesos, recuerdan a los patacones, de los que todavía tienen memoria fresca y prefieren dólares.

Aunque sea curioso que uno de los países del mundo que más odia a los Estados Unidos, cada vez que entra en crisis, y Argentina tiene una marcada vocación por las crisis financiero/económicas, se refugie desesperadamente en dólares verdes, que en el mercado negro se llaman “blue”. Porque somos “cool” y “fashion” y aunque detestemos a los yanquis, nos encanta decir es “too much”. ¿Se fijó que a nadie se le ocurre comprar pesos cubanos?

Si quiero dólares, tengo la obligación de mostrarle a la AFIP desde el ADN de mis tatarabuelos, hasta hoy. ¿Por qué? Y que no venga Aníbal con el cuento de la plata blanca, que justamente es a los desgraciados que van a comprar unos pocos dólares con sueldo comprobable, a los que no se lo permiten. A los de los grandes negociados que tienen problemas con la justicia (que algún juez amigo les va a solucionar rapidito), esos compran sin problemas.

Y todos queremos dólares; Máximo Carlos Kirchner, CUIT 20-25869310-9, trabajador autónomo, ingresos desde $30.001, compró $100.000 en US$ el 9/5/2012, a $4,45 precio oficial, en el Banco Provincia de Santa Cruz. Se lo permitió la AFIP. Y recordemos que su papá, “ÉL”, compró en un día, US$2 millones en 2008.

En la gacetilla de prensa N° 3300 de la AFIP del 24/5/2012, nos enteramos que se “exigirá información adicional para los que contraten viajes al exterior”. Si me quiero ir a Cuba, ¿también? ¿O es que ya estamos en Cuba y salir del país va a significar riesgos físicos? Demos gracias a Dios que nadar hasta la costa uruguaya, vía Carmelo que es más cerca, no es imposible. Y no hay tiburones.

También podemos construir alas deltas caseras, como cuando existía Berlín Oriental y el muro y el Checkpoint Charlie. Todo eso desapareció el 9/11/1989, hace casi 23 años. Pero los argentinos somos “atrasistas” (Vázquez Rial) y tenemos “saudades” (ahora se impone el angoleño, orden presidencial), nos encanta el pasado. Pero el pasado pesado, opresivo, asfixiante, no el pasado libre y creativo y vital.

¿Cómo hacerle entender a esta gente necia y terca, que las prohibiciones intensifican las ganas de quebrantarlas? De acuerdo al Génesis, ni a Dios le hicieron caso Adán y Eva, y comieron de la fruta prohibida y por eso estamos como estamos, en esta Argentina K, fuera del paraíso, enamorados de Angola, impedidos de comprar US$, cada día más caros y sin poder salir del país, so pena de ser desguazados por la AFIP.

¿Se acuerda del “Alguno de Ustedes ha visto un US$” de Perón? ¿Se acuerda del “El que le apuesta al US$ pierde” de Lorenzo Sigaut (1981, ministro de economía de Viola)? ¿Se acuerda del “comprar US$ es mal negocio” de Miguel Pesce (2011, vicepresidente BCRA)? ¿Se acuerda?

Haga memoria, recuerde cómo se contestaron esas preguntas. Por favor, recuerde las respuestas. ¿Vamos a permitirlo una vez más? ¿Otra vez? La necedad y la terquedad, ¿serán defectos argentinos?
Fuente: Política y Desarrollo, 28/05/12.
Más información: www.politicaydesarrollo.com.ar

México: Nuevas normas Anti-Lavado en los Seguros

mayo 28, 2012

Las aseguradoras mexicanas tendrán que cumplir nuevas normas de prevención sobre el blanqueo de capitales

 

Las aseguradoras tendrán que cumplir nuevas normas de prevención sobre el lavado de dinero En principio, según recoge ‘El Universal’, los agentes tendrán la obligación de observar las políticas de identificación del cliente que determinen las compañías. Estas medidas permitirán atender una recomendación del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), que sugieren que los agentes de seguros asuman esta obligación vía contractual. Asimismo, las compañías también deberán integrar un expediente de identificación de los datos y documentos de los clientes, que se agruparán dentro de los grupos asegurados, beneficiarios, proveedores de recursos y propietarios reales. También se deberá identificar a los apoderados.

Por su parte, la Secretaría de Hacienda puntualizó que las normas buscan tener una regulación actualizada y que estén acorde a un mejor control y transparencia financiera, además de que se logre estandarizar con la experiencia internacional. Como parte de los ajustes, se establecerá un registro de clientes que realicen operaciones en efectivo para identificarlos, así como contar con mayores elementos para emitir los reportes que correspondan.

La AMIS aplaude la medida pero recuerda que “supondrá costos de cumplimientos”

Sobre esta disposición, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) dijo estaba de acuerdo con las medidas, ya que por primera vez estas normas establecen una diferenciación con el régimen homologado que se observa en el sistema financiero y se atienden las particularidades del sector.

Sin embargo, la adopción de las reglas también implica un cambio en todos los mecanismos y procesos de las instituciones, que si bien posibilita mejores prácticas, también implica costos de cumplimiento. Además, se deben incluir nuevos campos y figuras de identificación en todos los procesos, lo que impactarán en las áreas de ventas, emisión, siniestros, auditoría, recursos humanos y prevención de lavado.

También se tendrán que hacer cambios a los sistemas operativos con los que se genera el envío de reportes a la autoridad, así como a los sistemas de monitoreo de operaciones de bajo riesgo para detectar en qué casos se rebasan los límites. Por último, otra de las medidas destaca que se deberá hacer un análisis inicial y semestral de perfiles de clientes, así como la instrumentación de nuevos esquemas de capacitación.

Las nuevas reglas entrarán en vigor 180 días después de su publicación en el Diario Oficial de la Federación.
Fuente: BDS/AL, 28/05/12.

El reto de Europa es ser más productiva para crecer

mayo 27, 2012

El reto de Europa es ser más productiva para crecer

Por Kemal Dervis

 

WASHINGTON – La crisis de la eurozona se desarrolló principalmente como una crisis de deuda soberana que, en su mayor parte, afectó a países de la periferia meridional de Europa. Estos países se encontraron con que para emitir bonos soberanos debían pagar tasas de interés que por momentos llegaron al 6 o 7%, en el caso de Italia y España, o a valores todavía más altos para otros países. Como los bancos de la eurozona tienen una parte importante de sus carteras de activos constituidas por bonos de países de la eurozona, la crisis de deuda soberana se convirtió en una crisis bancaria en potencia, agravada por el hecho de que los bancos ya habían sufrido otras pérdidas originadas, por ejemplo, en el derrumbe de los precios inmobiliarios en España. De modo que uno de los desafíos más importantes que es preciso encarar para resolver la crisis de la eurozona es reducir la carga de la deuda para los países del sur de Europa.

La variación del peso de la deuda de un país refleja la relación entre el volumen del saldo fiscal primario (el saldo una vez deducido el pago de intereses) y el PBI, así como la diferencia entre el costo de tomar prestado y la tasa de crecimiento del PBI. Cuando la diferencia entre el costo de financiación y el crecimiento se torna demasiado grande, el superávit fiscal primario que se necesita para evitar que la deuda siga creciendo se hace inalcanzable. En la práctica, se prevé que el crecimiento de los países del sur de Europa será próximo a cero o incluso negativo durante los dos próximos años, y aún después de eso, no se espera que supere un 2 o 3 por ciento.

Los titulares de prensa no siempre dejan entreverlo, pero una causa subyacente de la crisis de la eurozona (y que ahora también es un obstáculo para el crecimiento del Sur) ha sido la divergencia que se creó entre los costos de producción de los países periféricos, notablemente los del «Sur» (en concreto, Grecia, España, Italia y Portugal), y los del «Norte» (para simplificar, Alemania); divergencia que se desarrolló durante la primera década que siguió a la introducción del euro. Entre 2000 y 2010, el costo laboral unitario en los países del Sur aumentó un 36%, 28%, 30% y 25%, respectivamente, mientras que en Alemania ese aumento fue inferior al 5%. Esto produjo para fines de 2010 una divergencia acumulada de más del 30% en relación con Grecia y más del 20% para Portugal, Italia y España.

El costo laboral unitario se relaciona con el nivel salarial y con la productividad, de modo que un aumento de la productividad puede compensar un aumento de los salarios. Entre 2000 y 2010, no hubo grandes diferencias de productividad entre los países del norte y los del sur de Europa: de hecho, la tasa anual media de crecimiento de la productividad fue mayor en Grecia (1%) que en Alemania (0,7%). Pero en el Sur, el costo laboral creció a un ritmo mucho más veloz; esto produjo un aumento del diferencial de costos, que mientras la unión monetaria siga existiendo, no se podrá resolver con una devaluación.

En tanto y en cuanto esta divergencia interna se mantenga, no habrá una solución completa de la crisis del euro, porque el déficit de cuenta corriente, la falta de crecimiento o ambas cosas a la vez seguirán acosando a los países del sur de Europa, lo que perpetuará los temores relacionados con la deuda pública y la situación de la banca comercial.

En este contexto, el aumento de la productividad (sea por medio de avances técnicos, mejor asignación de los recursos o mayor inversión productiva) es para las economías del sur de Europa una variable tan importante como lo es la contención salarial. De hecho, es previsible que una deflación salarial excesiva tenga efectos negativos sobre la productividad, ya que probablemente acelerará la emigración de mano de obra calificada; y la combinación de austeridad extrema, deflación de precios y altos niveles de desempleo (con el consiguiente riesgo de tensión social) no es precisamente la mejor manera de fomentar las inversiones, la innovación o la movilidad de la fuerza laboral.

Si bien la reducción del nivel de empleo es un modo de impulsar la productividad, implica altos costos macroeconómicos en términos de pérdida de ingresos y aumento del gasto social. Sin olvidar lo más importante: ninguna política económica debería destruir la confianza de las sociedades en sí mismas, porque eso que los economistas llaman «espíritus animales» [las motivaciones y expectativas emocionales] debe ser tal que permita a la gente abrigar esperanzas respecto de su futuro.

Por todo lo dicho, tanto el exceso de austeridad como la deflación podrían ser contraproducentes y hacer que las «reformas» necesarias para aumentar la competitividad de los países del sur de Europa sean imposibles de implementar. La solución correcta habrá de combinar un grado razonable de contención salarial y tasas de inflación bajas (pero no negativas), junto con políticas microeconómicas que alienten el aumento de la productividad.
Fuente: La Nación, 27/05/12.

La economía china se desacelera

mayo 27, 2012

La economía china profundiza su desaceleración

Por Jorge Castro

 

La economía china acentúa su desaceleración y los indicadores de abril son coincidentes en el sentido de un freno creciente del PBI en un país que solo, considerado individualmente, ha sido responsable de 56% de la expansión mundial en 2011.

El PBI industrial se expandió en abril 9,3% anual, el menor nivel en tres años, y dos puntos menos que el mes anterior (11,9%); y la tasa de inversión y las ventas minoristas se han estancado (20,2% vs. 20,9% y 14,1% vs. 15,2%).

Lo mismo sucede con el comercio exterior (exportaciones + importaciones), que creció 0,3% el mes pasado, mientras que la expansión mensual promedio en 2011 fue 25%. Esto sucede cuando la tasa de inflación cayó en abril a 3,4% anual y es ahora la mitad de los niveles récord de julio del año pasado (6,5%) .

El gobierno chino reconoce esta tendencia y ha disminuido por dos veces sus previsiones de crecimiento en 2012, llevándolas a 7,5% y 7% en el año (entre 2000 y 2008 fue 11% anual, con un pico de 13% en 2007).

El Banco Mundial prevé que en 20 años la tasa de crecimiento pasa de 10% anual a 5% por año.

Todo indica, en suma, que la forma de crecimiento de los últimos 30 años (exportaciones + aumento sistemático de la inversión) ha agotado su potencial y que la desaceleración actual no tiene un carácter cíclico, sino estructural .

El freno de la economía revelaría que ésta se encuentra en plena transición, entre una forma de crecimiento que ha agotado su vigor, y otra que recién comienza a desplegar su potencial, fundada en la expansión de la demanda doméstica y el consumo individual de sus 1.340 millones de habitantes.

La cuestión que presenta la transición china para el mundo no es si surgirá en algún momento una economía plenamente volcada al consumo y la demanda interna. Esto es un hecho y una certidumbre, y cuando suceda habrá un boom de la economía mundial , centrada en una carrera de las exportaciones -ante todo, bienes capital-intensivos de alta tecnología provenientes del mundo avanzado – para satisfacer las gigantescas importaciones que se avizoran de la República Popular.

El problema es el corto y mediano plazo, cargado de incertidumbre, sobre todo para los exportadores de materias primas, como son todos los países de América del Sur . El largo plazo, en cambio, es nítido; posee la fuerza contundente de la certidumbre y se asimila a la obvia comprobación de la realidad.

La desaceleración de la economía china implica que los grandes exportadores mineros (Australia, Brasil, Chile, Perú, entre otros) difícilmente reciban en los próximos 10 años los beneficios de un superciclo de los commodities tan intenso como el de la última década . Entre 2000 y 2010, las importaciones chinas de mineral de hierro aumentaron 42,5 veces; las de carbón, 248 veces; y las de cobre, 16,2 veces.

El índice de materias primas cayó 12% en abril con respecto al primer trimestre. Las que más se hundieron fueron mineral de hierro y carbón (12% en abril). Australia es el país más golpeado por la caída del precio del carbón, en su condición de primer exportador mundial; lo que ha llevado al cierre de varias de las principales explotaciones mineras, propiedad de las mayores trasnacionales del mundo (Río Tinto, BH Billiton, X-strata).

Lo que sucede en China es que mientras la economía se desacelera, el consumo individual aumenta, debido al crecimiento del ingreso per cápita y el alza de los salarios reales (20% anual en los últimos 4 años), en condiciones de pleno empleo urbano. Por eso crece más que proporcionalmente la demanda de alimentos, arrastrada por la aceleración de la “transición dietaria” (vuelco al consumo de proteínas cárnicas), sobre todo carnes rojas (cerdo); y el precio de la soja aumenta a niveles récord (U$S 550 / tonelada en la primera semana de mayo).

La Argentina es el primer exportador mundial de granos y pasta de soja.

Fuente: Clarín, 27/05/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
Más información en: www.agendaestrategica.com.ar

La Innovación es la nueva Reingeniería

mayo 27, 2012

La «innovación» es la nueva «reingeniería»

Por Leslie Kwoh

 

¿Es su compañía innovadora? Casi todas las empresas dicen serlo.

Las compañías usan el término para mostrar que están en la vanguardia de todo, desde tecnología y medicina hasta snacks y cosméticos. Sacan a relucir sus directores de innovación, equipos de innovación, estrategias de innovación y hasta días de innovación.

Pero eso no significa que las empresas estén haciendo algo innovador. En cambio usan la palabra para transmitir un cambio monumental cuando el progreso que están describiendo es bastante común.

Como otras palabras en su momento omnipresentes «sinergia» y «optimización», innovación corre peligro de convertirse en un cliché, si aún no lo es. «La mayoría de las empresas afirman que son innovadoras con la esperanza de poder de alguna forma engañar a los inversionistas para que piensen que hay crecimiento donde no lo hay», afirma Clayton Christensen, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y autor del libro El dilema del innovador, de 1997.

Una búsqueda de informes anuales y trimestrales presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. muestra que las empresas mencionaron alguna forma de la palabra «innovación» 33.528 veces el año pasado, lo que representó un aumento de 64% frente a cinco años antes.

Más de 250 libros en inglés con la palabra «innovación» en su título han sido publicados en los últimos tres meses, la mayoría de negocios, según una búsqueda en Amazon.com.

La definición, sin embargo, varía ampliamente según a quién se le pregunta. Para Bill Hickey, presidente ejecutivo de Sealed Air Corp., innovación significa inventar un producto que no existía, como material para empaques que se infla al ser entregado. Para el presidente ejecutivo de Ocean Spray Cranberries Inc., Randy Papadellis, es convertir un commodity pasado por alto, como piel sobrante de arándanos, en un snack de consumo masivo como Craisins.

Para el director de investigación y desarrollo de Pfizer Inc., Mikael Dolsten, es extender el alcance y aplicación de un producto, como expandir el uso de una vacuna para niños que también es efectiva para adultos.

Scott Berkun, autor del libro Los mitos de la innovación, de 2007, que advierte sobre la disolución de la palabra, afirma que lo que la mayoría de la gente llama innovación suele ser sólo un «muy buen producto».

Berkun prefiere reservar la palabra para invenciones que cambian la civilización como la electricidad, la imprenta y el teléfono, y, más recientemente, tal vez el iPhone. Berkun, un consultor en innovación, les recomienda a los clientes prohibir la palabra en sus empresas. «Es una palabra camaleónica para ocultar la falta de sustancia», observa.

Berkun dice que la popularidad de la palabra innovación se remonta a los años 90, en medio de la burbuja puntocom y el lanzamiento de libros como el de Christensen.

El término les gusta a las grandes empresas porque tiene connotaciones de ser ágil y «divertido», sostiene.

Las compañías de tecnología no son necesariamente las que más abusan del concepto. Apple Inc. y Google Inc. mencionaron innovación 22 y 14 veces, respectivamente, en sus reportes anuales más recientes. Pero fueron igualados por Procter & Gamble Co. (22 veces), Scotts Miracle-Gro Co. (21 veces) y Campbell Soup Co. (18 veces).

La tendencia de la innovación dio lugar a una industria de consultoría relacionada. Las 100 mayores empresas de EE.UU., según el ránking de la revista Fortune, les pagan a consultores en innovación entre US$300.000 y US$1 millón para que trabajen en un proyecto, lo que puede ascender a entre US$1 millón y US$10 millones al año, estima Alex Kandybin, consultor de estrategias de innovación de Booz & Co.

Además, cuatro de 10 ejecutivos afirman que su empresa ahora tiene un director general de innovación, según un estudio reciente del fenómeno divulgado el mes pasado por Capgemini Consulting.

Los hallazgos, basados en una encuesta en línea entre 260 ejecutivos globales y 25 entrevistas en profundidad, sugieren que esos cargos podrían buscar principalmente proyectar «apariencias».

La mayoría de los ejecutivos reconocieron que sus empresas aún no tienen una estrategia de innovación clara para apoyar el rol. Jeff Semenchuk, quien fue nombrado en agosto como primer director jefe de innovación de Hyatt Hotels Corp. afirma que no hay «nada pomposo» relacionado al trabajo. La cadena de hoteles hace poco entrevistó a cientos de huéspedes y concluyó que «todos nos hemos quedado un poco en el pasado», afirma.

El ejecutivo supervisa iniciativas experimentales en ocho hoteles designados como «laboratorio» alrededor del mundo. Entre sus proyectos está un nuevo proceso que tiene un conserje con un iPad y quien recibe a los huéspedes en el aeropuerto para registrarlos en el hotel.

La innovación no es un término nuevo. La palabra, que deriva del sustantivo latino innovatus, que significa renovación o cambio, apareció impresa ya en el siglo XV, según el lingüista Robert Leonard.
Fuente: The Wall Street Journal, 27/05/12.

La fortaleza del franco podría llevar a la banca suiza a introducir cambios

mayo 26, 2012

La fortaleza del franco podría llevar a la banca suiza a introducir cambios

Por Nicholas Hastings

 

LONDRES (Dow Jones) – Este podría ser el momento en el que Suiza revalúe el éxito de su sistema bancario.

Por años, su política de permitir el secreto bancario ayudó a insertar a este pequeño país entre los grandes, especialmente en tiempos problemáticos.

El franco suizo casi ha sido sinónimo de la palabra refugio, debido a que los inversionistas de todas las especies y de todos los rincones del mundo se vuelcan a Suiza para salvaguardar sus fondos cuando las cosas se ponen difíciles.

Resulta poco sorprendente entonces, con todos los rumores de que Grecia dejará la eurozona, que el franco se haya convertido una vez más en el destino de un enorme flujo de fondos externos a medida que los inversionistas se apresuran a escapar de la moneda europea.

No obstante, el costo de ser una estrella posiblemente esté elevándose demasiado para el país, en más de un sentido.

A medida que se ha profundizado la crisis del euro, otras alternativas de refugio –como la libra y la corona sueca– se vieron infectadas por los problemas económicos del bloque.

Como resultado, han comenzado a tener problemas.

No sucedió así con el franco.

En realidad, los flujos de refugio hacia la moneda suiza se han intensificado, lo que forzó al Banco Nacional Suizo a reforzar su defensa del límite de 1,20 euros por franco que adoptó el año pasado.

Es muy probable que la defensa de este nivel se vuelva más difícil si Grecia abandona la moneda única y el futuro del euro se vuelve aún más incierto.

Si eso sucede, Suecia y el Reino Unido tendrán monedas más débiles que los ayuden a salir. Pero Suiza estará atascada con un franco fuerte, lo que socavará la capacidad del país para exportar y evitar de esa manera lo que podría transformarse en una desagradable desaceleración.

Al mismo tiempo, el Banco Nacional Suizo se encontrará lidiando con miles de millones de reservas denominadas en euros, una moneda cuyo valor bien podría derrumbarse.

Cualquier intento del BNS por corregir el balance de sus reservas vendiendo euros y comprando dólares solo empeorará las cosas, al hacer que la moneda única caiga aún más.

Analistas ya sugieren que la reciente venta del BNS ha sido instrumental para reducir el valor del euro frente al dólar en los últimos días.

La importancia de los bancos suizos en la ecuación de refugio se hizo evidente el jueves, cuando los rumores de que el BNS podría lanzar un impuesto sobre los depósitos en francos hicieron que la moneda suiza retrocediera por primera vez en muchas semanas.

Esto sugiere que, a menos que Suiza esté preparada para sufrir las consecuencias económicas de un franco fuerte y a menos que el BNS esté preparado para seguir comprando euros, el país podría necesitar dilucidar una manera de hacer que su sistema bancario sea menos atractivo para los muchos inversionistas que intentan escapar de los riesgos asociados con la salida de Grecia de la moneda única.

Los rumores de esta semana acerca de que las autoridades suizas están analizando cómo gravar a los evasores griegos de impuestos que tienen cuentas en Suiza, bien podrían ser una medida en la dirección correcta.
Fuente: The Wall Street Journal, 25/05/12.

Las perspectivas del euro

mayo 26, 2012

Otro pilar se cae bajo la casa del euro

Por Nicholas Hastings

 

LONDRES (Dow Jones) – Los cimientos del euro están bajo presión.

Primero, las elecciones griegas dejaron al país debatiendo una salida de la moneda única.

Después fue Alemania, que descartó nuevamente cualquier expectativa de que respaldaría los bonos de la eurozona, los cuales reducirían los costos de endeudamiento para las Grecias de este mundo.

Y ahora, tal vez incluso más importante en sí misma, es la economía alemana, que está demostrando que no va a ser el motor de la recuperación de la zona euro que todos esperaban que fuera.

Como se temía, en lugar de que una Alemania más fuerte ayudara a sacar al resto de la debilitada eurozona del embrollo, los problemas de la periferia están infectando la economía alemana.

Cuando el jueves informó una abrupta caída en la confianza de las empresas alemanas, el IFO fue explícito en destacar que la caída refleja la incertidumbre en la eurozona.

Esto no es como se suponía que fuera.

Hasta hace unos pocos meses, la economía alemana avanzaba bien, como un Mercedes-Benz en una autopista. De hecho, la segunda estimación del PIB alemán para el primer trimestre, también publicada el jueves, confirmó un crecimiento de 0,5% durante esos tres meses.

El consumo privado aumentaba y el crecimiento de las exportaciones mantenía al país en marcha.

No obstante, ya existían señales de que las ruedas del Mercedes estaban a punto de salirse. Según Carsten Brzeski de ING Financial Markets, una falla lo mostró en primer lugar, los inventarios disminuían y el crecimiento posiblemente era insostenible.

Y segundo, los detalles del comercio mostraban que aunque Alemania posiblemente estuviera importando más, la mayoría de esas importaciones no provenían del seno de la zona euro.

Tan pronto como los mercados financieros comenzaron a digerir esas cifras, la IFO informó que la confianza de las empresas había caído mucho más de lo esperado por primera vez en ocho meses. El índice retrocedió desde 109,9 a 106,9. El mercado solo esperaba una caída hasta 109,5.

Pero, para aquellos que han estado dependiendo de Alemania para salvar el euro, fue más preocupante la noticia de que la actividad manufacturera alemana había caída aún más profundo en territorio de contracción y arrastró consigo al índice compuesto de gerentes de compras del país. El índice retrocedió de 50,5 a 49,6, lo que sugiere que la producción fabril y los servicios en conjunto dejaron de expandirse.

Finalmente, los números del índice de gerentes de compras de toda la eurozona confirmaron lo peor y el índice compuesto cayó de 46,7 a 45,9, en lugar de solamente ceder hasta 46,5 como se proyectaba.

Todas estas malas noticias se producen justo cuando la crisis de la deuda ingresa en una nueva fase, la cual muchos analistas consideran más peligrosa.

Grecia está esperando realizar una segunda elección, la cual está siendo considerada como un referendo sobre si el país se mantendrá dentro del euro. Y Alemania rechaza ofrecer cualquier concesión, como la emisión de bonos de la eurozona, los cuales harían la vida más fácil para Grecia.

Ciertamente, con su propio futuro económico ahora en terreno incierto, Alemania estará aún menos inclinada a ceder en el financiamiento futuro de los países periféricos y la crisis de la deuda se volverá aún más difícil de resolver.

No obstante, hay un solo remanso de buenas noticias. Una desaceleración económica en Alemania significa que el Banco Central Europeo será persuadido más fácilmente de relajar aún más la política monetaria, una medida a la que era reticente en tanto la inflación alemana estuviera en riesgo.

Sin embargo, en lo que respecta al euro, eso podría ser semejante a ver cómo un árbol robusto, que apuntalaba una casa sobre zancos, es reemplazado por una cerilla.
Fuente: The Wall Street Journal, 25/05/12.

Alternativas a los Planes de Pensiones

mayo 26, 2012

Alternativas a los Planes de Pensiones

Por Gracia Terrón

 

Los seguros de ahorro y fondos de inversión ganan adeptos respecto a los planes de pensiones por aportar una mayor liquidez

 

ESPAÑA – El plan de pensiones era, hasta hace poco, el producto más popular para planificar bien una buena jubilación. Sus privilegios fiscales son su principal atractivo. No obstante, con la crisis, la necesidad de disponer del capital cuando un cliente lo desee le ha hecho perder puntos. Además, sus rentabilidades son, en muchos casos, decepcionantes. En los últimos cinco años, los planes de pensiones acumulan, de media, una pérdida del 0,81% anual, algo que numerosos inversores no son capaces de encajar. A diez años, la rentabilidad anual es exigua, del 1,01%, lo que no cubre ni siquiera la subida de la inflación en este periodo. En general, la mayoría de los ciudadanos se plantea la inversión en planes de pensiones con el objetivo de maximizar lo mejor posible su capital, nunca de perder. Por eso, dado que muchos de estos productos no garantizan rentabilidades y dejan la puerta abierta a sufrir depreciaciones del capital, ganan adeptos otras alternativas en las que invertir. A continuación, se muestran las posibilidades que brinda el mundo de los seguros y los fondos de inversión.

Seguros de ahorro versus planes de pensiones Los seguros de ahorro se erigen en la actualidad como un claro rival para los planes de pensiones. No en vano, el ahorro depositado en seguros de vida alcanza los 155.079 millones de euros, lo que contrasta con los 51.000 millones de euros invertidos en planes de pensiones, ambas cifras a cierre de marzo de 2012. En número de asegurados, mientras en planes de pensiones individuales hay 8,3 millones de partícipes, solo en seguros de ahorro para la jubilación se contabilizan más de 9,7 millones de usuarios, según datos de Unespa (Asociación Empresarial del Seguro).

La mayoría de los seguros de ahorro permiten disponer del dinero cuando el partícipe lo requiera

En los años de crisis, sobre todo, los seguros de ahorro ven crecer tanto su patrimonio gestionado como su número de adeptos. ¿Por qué? Los inversores valoran, sobre todo, la liquidez de estos productos, ya que la mayoría de los seguros de ahorro permiten disponer del dinero cuando la persona lo requiera. También tienen en cuenta las mayores garantías del ahorro: muchos seguros presentan rentabilidades garantizadas.

En el mundo del seguro se localizan un sinfín de productos que pueden encajar con la filosofía de planificación del ahorro para la jubilación.

1. Plan de Previsión Asegurado (PPA).

Es un producto con la misma fiscalidad que el plan de pensiones. A los partícipes menores de 50 años les permite deducirse la menor de las dos cantidades siguientes: 10.000 euros anuales o el 30% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio. A los mayores de 50 años les permite deducirse la menor de estas dos cuantías: 12.500 euros anuales o el 50% de la suma de los rendimientos netos del trabajo y de actividades económicas percibidos individualmente en el ejercicio.

Su diferencia respecto a los planes de pensiones radica en que los PPA garantizan una rentabilidad mínima y la totalidad del capital invertido en inicio. El inversor nunca perderá dinero. Esta protección es muy bien valorada en los tiempos que corren. Su inconveniente, no obstante, es que, como ocurre con los planes de pensiones, solo se puede rescatar el ahorro en la jubilación o si se dan sucesos extraordinarios (como enfermedad de larga duración o en situaciones de desempleo sin prestación).

Pese a su iliquidez, la preservación del capital es una ventaja que atrae a numerosos inversores. En los últimos 12 meses, el ahorro gestionado en PPA ha crecido un 32%, hasta alcanzar 9.162 millones de euros, según datos de Unespa. Hay 930.000 inversores con este producto.

2. Plan Individual de Ahorro Sistemático (PIAS).

Los planes individuales de ahorro sistemático son el gran ganador de los últimos años. Superan ya los 2.822 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 22% en los últimos 12 meses (a cierre de marzo de 2012). Hay 677.009 asegurados, según las últimas cifras de Unespa. Entre las ventajas del producto destaca su liquidez. El dinero invertido en este instrumento se puede recuperar en cualquier momento, de forma parcial y total. Por lo general, las aseguradoras solicitan una comisión por reembolso. Pero incluso para fomentar esta ventaja, algunas entidades permiten ya disponer del capital sin cobrar penalizaciones.

Otro punto positivo del producto es su beneficiosa fiscalidad, sobre todo, si pasan más de 10 años desde su contratación. En este caso, el inversor disfruta de importantes exenciones para las ganancias generadas.

Además, la gran mayoría de estos productos garantiza la recuperación del capital invertido más un interés mínimo que se sitúa en torno al 2% en la actualidad. Las grandes aseguradoras como Mapfre, Allianz o Caser cuentan con PIAS conservadores de este tipo. Sin embargo, la especialización del mercado ha movido a muchas otras entidades a ofrecer también PIAS de sesgo más agresivo, que no garantizan rentabilidad. Estos últimos no son adecuados para los inversores más conservadores.

3. Seguros de jubilación.

Además de los PPA y los PIAS, las aseguradoras comercializan un sinfín de seguros de jubilación creados de forma personalizada o a la carta, en los que el titular puede decidir el plazo de su inversión, la cantidad que desea invertir… Una de las características más admiradas de estos seguros clásicos de jubilación es, al igual que en los PIAS, su liquidez. Contar con los ahorros ante imprevistos que puedan suceder es posible si se suscribe una póliza de este tipo. En la mayoría de los casos, estos seguros ofrecen una rentabilidad mínima garantizada y preservan el capital al 100%.

Dentro de este grupo, no obstante, hay que diferenciar los seguros de rentas vitalicias y los seguros vinculados a activos, en los que el riesgo lo asume el tomador. Estos últimos no pueden contemplarse como una alternativa al plan de pensiones, ya que solo están orientados a inversores de perfil de riesgo alto. Los seguros de rentas, en cambio, también son un claro rival del plan de pensiones.

n Rentas vitalicias o temporales.

Son una modalidad particular de seguros de jubilación. Permiten dosificar un gran ingreso a lo largo de un tiempo prefijado de antemano (rentas temporales) o durante toda la vida (rentas vitalicias). En la mayoría de los casos, estos seguros son de prima única, lo que implica que el cliente hace un ingreso al contratar el producto, que se distribuirá en forma de renta periódica (habitualmente mensual) o vitalicia. El cliente percibirá el capital dosificado más una rentabilidad garantizada.

La fiscalidad de estos seguros también es ventajosa, ya que una parte importante de las rentas que se cobra cada mes no tributa, al considerarse devolución de capital. El porcentaje libre de tributación de las rentas mensuales obtenidas dependerá de la edad. Así, hasta 39 años, la retención aplicada sobre el total de la renta cobrada será del 8,4%; de 40 a 49 años, será del 7,35%; de 50 a 59 años, del 5,88%; de 60 a 65 años, del 5,04%; de 66 a 69 años, del 4,20% y a partir de 70 años solo se tributa por 1,68% de la renta total percibida.

Este tipo de seguros también están al alza. A cierre de marzo, contaban con 2,8 millones de asegurados, un 3,57% más que en el mismo periodo del año anterior.

Fondos de inversión

El segmento de los fondos de inversión se presenta, en la actualidad, como una alternativa a la inversión en planes de pensiones por varios motivos: su mayor liquidez, especialización y flexibilidad.

La fiscalidad de los fondos de inversión no permite deducirse las aportaciones realizadas anualmente en la base imponible del contribuyente. Sin embargo, los fondos también permiten planificar el ahorro con vistas a largo plazo ya que, si el inversor no lo necesita, puede mantener su dinero mediante el traspaso de un fondo a otro, a su antojo, sin coste fiscal. La normativa actual acepta cambiar el capital de gestora y fondo de inversión sin tener que pagar a Hacienda. Solo se tributa cuando el inversor decide rescatar efectivamente su dinero.

Si el inversor no lo necesita, puede mantener su dinero mediante el traspaso de un fondo a otro sin coste fiscal

La especialización es otra de las características de este segmento que no deja de crecer. En España, a cierre de marzo de este año, hay 204.000 millones de euros invertidos en fondos de inversión y más de seis millones de partícipes, según datos de Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones). Cada vez son más las gestoras que cuentan con expertos diversificados por todo el mundo, con lo que tienen un conocimiento más exhaustivo de lo que acontece en mercados lejanos, pero con mucho potencial. Esto puede ayudar a obtener elevadas rentabilidades.

No obstante, no hay que olvidar que rentabilidad y riesgo son dos conceptos que van de la mano. El mundo de los fondos de inversión permite acceder a jugosos rendimientos, pero a cambio de asumir fuertes riesgos. Únicamente los fondos garantizados protegen el capital invertido, siempre que el inversor se mantenga en el producto hasta su vencimiento. El resto no garantiza ni la recuperación del capital ni una rentabilidad adicional.

En estos momentos, los fondos más aconsejables para un inversor de perfil de riesgo bajo son:

– los monetarios dinámicos.

– los fondos de renta fija flexible a corto plazo.

– los fondos de deuda corporativa o de deuda pública de alta calidad.

Es posible que las ganancias no sean muy altas, pero la capacidad de este tipo de fondos para preservar el capital sí lo es.-
Fuente: Eroski Consumer, 25/05/12.
http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/finanzas/2012/05/25/209810.php

 

Etiquetas: fondos de inversión, liquidez, planes de pensiones, rentabilidad, seguros de ahorro, seguros de vida.
E
spaña: Alternativas a los Planes de Pensiones.

 

¿Cuánto costará el «Grexit»?

mayo 25, 2012

El divorcio será millonario y vertiginoso

Por Luisa Corradini

 

PARIS – ¿Cuánto costará el «Grexit», es decir la salida de Grecia de la zona euro? La respuesta a esa pregunta es: entre 150.000 y 350.000 millones de euros, según estimaciones realizadas por economistas especializados y gobiernos de la región. Pero no es todo. Si Atenas abandona el euro para reemplazarlo por el dracma, que sufriría una devaluación de 50% a 60%, el país experimentaría una brutal recesión con una abrupta caída del PBI de 15% y una inflación de 30%.

Un golpe de esa naturaleza desangraría a las instituciones multilaterales que financiaron los planes de rescate acordados desde 2010, pero sobre todo sería un mazazo para los otros 16 países de la zona euro, teniendo en cuenta la feroz desaceleración económica que afecta a toda Europa (ver aparte).

Las simulaciones que circulan en gobiernos, ministerios, bancos y fondos de inversiones muestran que todos los actores políticos y económicos se preparan febrilmente para un posible big one de la zona euro provocado por la salida de Grecia. A pesar de las instrucciones de secreto impartidas por Bruselas, la Unión Europea (UE) también terminó por admitir que los países de la unión monetaria preparan planes de emergencia para el caso de que Grecia abandone la moneda única.

El Banco Central Europeo (BCE), por su parte, puso en funcionamiento una célula encargada de estudiar los diversos escenarios de crisis. Esa war room, que funciona en la sede de vidrio y cemento del BCE, en Fráncfort, fue confiada al alemán Jörg Asmussen, miembro del directorio y ex consejero del ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble.

Alemania y Finlandia reconocieron que trabajaban en un escenario de esa índole y hasta el Bundesbank consideró en su último informe mensual que la salida de Grecia era una hipótesis «manejable».

Esta es la primera vez que los planes de contingencia incluyen estimaciones cifradas sobre el costo que tendría el «Armagedón», como empiezan a decir los analistas cuando aluden a la salida de Grecia.

La alternativa ideal sería un «divorcio de común acuerdo», que tendría un costo de 50.000 millones de euros, sobre todo para la UE y el FMI. Pero esa hipótesis no entusiasma demasiado a los actores políticos griegos que son partidarios de una «ruptura completa». En la práctica, el cambio de signo monetario equivaldrá a un default. Eso significa que -en el mejor de los casos- Grecia suspenderá sine die el pago de la deuda y, en la peor de las hipótesis, dejará de «honrar su firma», como se dice en la jerga bancaria.

Los primeros afectados por la Grexit serían la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, y el FMI, que entre ambos prestaron 73.000 millones de euros en los diferentes programas de rescate acordados al gobierno de Atenas de 2010. El Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), creado especialmente en 2010 para acudir en ayuda de Grecia, perdería en ese huracán financiero 40.000 millones de euros.

El costo piscológico

El BCE atesora en sus arcas títulos de la deuda griega, comprados sobre todo en el mercado secundario, por valor de 45.000 millones de euros. Esos bonos probablemente se convertirán en papeles tan valiosos como los títulos del empréstito ruso de 1906, repudiado por los bolcheviques en 1918. Otros bancos centrales, incluyendo el de China, acumularon bonos por 11.000 millones.

A esa cifra es preciso agregar los 62.000 millones de euros que poseen todavía los bancos privados y que, en caso de default, deberán pasar a «pérdidas y ganancias» o reducir su valor a una suma insignificante.

El costo total de la salida de Grecia sumaría unos 335.000 millones de euros, cifra equivalente al PBI de Bélgica.

Las simulaciones preparadas hasta ahora son incapaces de cifrar los daños colaterales que causaría esa decisión: la repercusión psicológica que tendría para los 311 millones de habitantes que quedan en la zona euro, el riesgo de un auténtico efecto dominó sobre los países más endeudados -España, Portugal, Irlanda, Italia e incluso Francia- y, sobre todo, la posibilidad de una corrida bancaria.
Fuente: La Nación, 25/05/12.
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El ‘Grexit’ podría hacer perder un billón de euros

 

El coste de la salida de Grecia del euro, llamado ‘Grexit’, es ya un rompecabezas para los posibles afectados. Algunos cálculos sitúan entre quinientos mil millones y un billón de euros las consecuencias. Empezando por los propios contribuyentes que, a través de sus países, el Banco Central Europeo y el Fondo de Estabilidad Financiera, han destinado 291.000 millones en ayudas al país heleno. A ello, hay que añadir la exposición de los bancos con más de setenta mil millones.

“Aunque Grecia no tiene un peso considerable en la eurozona, su salida supondría un choque, una situación nueva”, analiza este responsable del banco francés Natixis. “Esto modificaría los equilibrios en el seno de la Unión Europea para saber si el coste de que Grecia salga es superior o inferior al dre que se quede… “.

Precisamente, las entidades financieras más expuestas son las francesas, seguidas de las alemanas. Entre ambas, suman más de la mitad de los poseedores de bonos públicos y, sobre todo, de créditos a empresas griegas. Portugueses, italianos o españoles llegan mucho más lejos.

Pero, esta posible salida de Grecia de la moneda única, podría crear un verdadero contagio a otros países periféricos. El caso de riesgo más alto es el de la filial Emporiki, del francés Crédit Agricole. El conjunto de los bancos europeos poseen de de más de un billón de euros en deuda de España, Portugal, Italia e Irlanda.
Fuente: Euronews, 23/05/12.
Ver video: http://es.euronews.com/2012/05/23/el-grexit-podria-hacer-perder-un-billon-de-euros/

 

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