¿Realmente estamos dejando de leer libros de papel?
El informe de un importante centro de investigación muestra que no hemos dejado de leer libros en formato impreso pese al incremento de la tecnología.
Aunque plataformas como Netflix, Facebook y otros medios de entretenimiento digital compiten cada vez más por obtener la atención de las personas, el gusto de los estadounidenses por leer libros (de los que se agarran con las manos) está bastante lejos de desaparecer, según indica una investigación hecha por el Pew Research Center.
Libros electrónicos vs. libros impresos
En Estados Unidos, el 66% de los adultos afirma haber leído al menos un libro impreso durante el último año; la misma proporción que se registró en 2012. Si sumamos los libros electrónicos, en especial los libros pdf y audiolibros, el número de personas que asegura haber leído en medio impreso o digital en el mismo período se incrementa a un 73%, mientras que en el año 2012 llegó al 74%.
El año pasado, el 28% optó por la lectura de un libro electrónico y el 14% manifestó que había escuchado un audiolibro.
“Las cifras demuestran la capacidad de resistencia que tienen los libros de papel“, dijo Lee Rainie, director de Internet, ciencia y tecnología del Pew Research Center.
“Cuando se popularizaron los libros electrónicos, hace unos cinco o seis años, muchas personas pensaban que los libros impresos tenían los días contados, pero nuestros datos demuestran lo contrario”, agregó Rainie.
Cambios en los medios digitales
Ese 28% de lectores de libros digitales en 2016 ha permanecido relativamente estable desde 2014, pero lo que sí está cambiando es la forma en que se están consumiendo estos productos electrónicos.
Sobresale un incremento significativo de tabletas y móviles que están siendo utilizados para la lectura de libros en los últimos cinco años: El 13% utilizó su teléfono móvil para leer en 2016 frente a un 5% que hizo lo mismo en 2011. Un comportamiento similar sucede con las tabletas: el 15% leyó en estos dispositivos el año pasado, en comparación con un 4% registrado en 2011.
Predomina el impreso
El informe señala que mientras el 6% sostuvo que solamente leyó libros digitales, el 38% dijo haber leído solo en formato impreso.
No obstante, un 28% está combinando la lectura entre electrónicos e impresos, lo que indica que los más apasionados a la lectura aceptan su próximo texto en cualquier formato.
“Desean que los libros estén disponibles de cualquier forma”, explicó Rainie. “Leerán un libro digital en el metro lleno, descansarán leyendo un libro impreso cuando les provoque y se irán a la cama con su tableta”.
Para la elaboración del estudio de Pew Research Center participaron en total 1520 adultos estadounidenses entrevistados vía telefónica entre el 7 de marzo y 4 de abril de 2016.
Y tú, ¿qué formato prefieres para leer libros, digital o impreso?, déjanos saberlo en la sección ‘comentarios’ más abajo.
Murió Liliane Bettencourt, la mujer más rica del mundo y heredera de L’Oréal
Se estima que dejó una fortuna de 34.000 millones de euros. Tenía 94 años.
Por María Laura Avignolo.
La heredera de LOreal Liliane Bettencourt murió a los 94 años. / AFP
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Madame Liliane Bettencourt ha muerto. La mujer más rica del mundo y heredera de la empresa de cosmética francesa L’Oréal,cuya vida, sordera, salud y fortuna se convirtieron en sus últimos años en una triste telenovela familiar y judicial, falleció en la noche del miércoles en su petit hotel de Neuilly sur Seine, en los suburbios de París. Habría cumplido 95 años el próximo 21 de octubre.
“Mi madre ha partido tranquilamente”, escribió Françoise Bettencourt Mayers, su hija, en un comunicado. “En este momento doloroso para nosotros, yo expreso, en nombre de mi familia, nuestro entero compromiso y fidelidad a L’Oréal y a la renovación hecha en toda confianza por su presidente Jean Paul Agon y sus equipos en el mundo entero”, precisó. Madame Bettencourt había heredado el grupo L’Oréal tras la muerte de su padre, Eugenie Schueller, en 1957.
Liliane Bettencourt durante una entrega de premios en el palacio del Elíseo, en París. / AFP
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La vida, la discreción y los secretos de esta viuda millonaria y sus horrendos y tortuosos vínculos con su pequeña familia estallaron cuando la radio, la televisión, las revistas y las comidas mundanas se ocuparon de la apasionante relación entre esta señora elegante, refinada y hasta entonces muy aburrida, con un “gigoló” francés, gay, fotógrafo, irascible, déspota, y dandy, François Marie Banier, que la entretenía, viajaba con ella y la hacía reír y llorar.
Ante el horror de su hija Françoise, de su yerno Jean Pierre Meyers y la sorpresa de sus nietos Jean Víctor y Nicolás, Madame Bettencourt cubrió de regalos a su “gigoló” oficial hasta llegar a 1.000 millones de euros. Departamentos, obras de arte, seguros, fondos de inversión, ante la furia y los celos de Françoise, tan cerca de su papá Andrés y tan lejos de su mamá, históricamente.
Sola, sin demasiado contacto familiar, con su avión privado y una legión de mayordomos, mucamas, secretarias y chefs, Madame Bettencourt pasaba su año al sol y nadando. Oscilaba entre su suntuosa casa en el muy chic suburbio de Neuilly sur Seine, la casa con una enorme piscina que había construido su padre en Bretaña en 1920, su casa en Mallorca sobre el mar, y una aislada isla en la Seychelles, que su compañero Banier odiaba visitar “porque hay tiburones”.
Ella había decidido donar toda su fortuna a su hija Françoise, que recibiría un interés mensual de 34 millones de euros. Hasta que se inició un escándalo motivado por sus celos, el financiamiento ilegal de partidos políticos franceses y el destino de una heredera millonaria, con una cierta demencia senil, que oficialmente sus médicos se negaban a diagnosticar.
Los discretísimos negocios del matrimonio Bettencourt se hicieron trizas cuando la policía comenzó a investigar una donación en efectivo ilegal a Nicolás Sarkozy para su campaña presidencial, vía el tesorero partidario Eric Woerth.
Mónica Waitzfekder acusó a L’Oréal de haber recibido oro robado durante el nazismo y haber adquirido su mansión, que había sido ilegalmente incautada durante la guerra. Luego llegó el juicio de su hija Françoise al fotógrafo gigoló Banier, el allanamiento de la mansión de la millonaria, la intempestiva revisación médica a la hora de su desayuno, en su cama, para determinar su senilidad.
El imperio cosmético había comenzado cuando Eugène Schueller inventó una tintura para el cabello llamada Aureale, en 1907. Con ello se inició la fortuna de este hijo de un panadero. Después de haber sido citado 10 veces por valentía en la batalla de Verdum, Schueller comenzó a comprar compañías de belleza, un Rolls Royce, un departamento en la Rive Gauche y su casa en Bretaña. Su posicionamiento social en la sociedad francesa estaba en marcha.
Liliane Bettencourt junto a Francois-Marie Banier./ Archivo
Durante la ocupación nazi, fundó el Movimiento Social Revolucionario, con el apoyo de los alemanes, que se oponía al judaísmo, al bolchevismo, a los masones y al capitalismo. Allí Schueller conoce a Andre Bettencourt, que se casaría con su nieta Liliane en 1950 y luego sería ministro del general Charles de Gaulle.
Su hija Françoise se casa con Jean Pierre Meyers, nieto de un rabino asesinado en Auschwitz, y se convierte al judaísmo.
La casa de los Bettencourt se transforma en un centro para el “Tout Paris” intelectual, artístico y político. Pero los vínculos familias entre la mamá y su hija fueron siempre helados y difíciles, con ella educada por su “nanny” británica.
Françoise Meyers denunció y persiguió en los tribunales franceses al fotógrafo Banier, hasta que apenas unas tres semanas atrás, llegaron a un acuerdo extrajudicial secreto. Mientras tanto Banier había recibido departamentos en Paris, en Mónaco, la isla de Seychelles, seguros de vida, inversiones de manos de Madame Bettencourt, que su hija consideraba “abuso de confianza ante su senilidad y Alzheimer”.
Kiejman, el abogado francés del caso, sintetizó este drama judicial como un historia familiar. “La hija está tratando de usar a los tribunales para arreglar un conflicto psicológico con su madre. Es una mujer de 57 años, que queja: “Mamá no me quiere. Ella lo quiere a él más que a mí. Madame Bettencourt tuvo la mala suerte de encontrar al brillante Monsieur Banier más divertido que su propia hija-y entre usted y yo ,esto no es una sorpresa- y no res cuestión de esta corte decidirlo”, argumentó el abogado en el juicio.
Quién era Madame Bettencourt será un secreto, que se llevó a su tumba mientras su familia se distribuye sus 34.000 millones de euros. Detrás deja una hija, secretarias, mucamos, enfermeras, managers, notarios, banqueros, que quisieron explicar quién era y cuál era el rol de Banier en la manipulación de su fortuna. El affaire se volvió tan complicado y con tantos personajes de telenovela que la televisión comenzó a emitir videos, que explicaban “El caso Bettencourt para nulos”.
Madame Bettencourt consiguió conservar el 30% del capital de L’Oréal y una alianza con Nestlé, con la que ella firmó un pacto de accionistas. Pero impedía que Nestlé tomara el control de L´Oreal mientras Liliane Bettencourt estuviera viva.
Espiarle el Facebook, el celular y el mail a la pareja es un delito federal
Así lo definió la Corte Suprema en un expediente en el que una mujer denunció a su pareja por una supuesta situación de celotipia.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó que espiarle el Facebook, el correo electrónico y la lista de contactos del teléfono celular a la pareja es un delito federal.
El máximo tribunal resolvió así una cuestión de competencia entre dos tribunales que pugnaban por un expediente en el que una mujer denunció a su pareja por una supuesta situación de celotipia.
La mujer llevó a la Justicia la situación por la que “su ex pareja habría ingresado a su usuario de la red social Facebook y en su correo electrónico gratuito, y además habría obtenido, presumiblemente, los datos de sus contactos del teléfono celular y copiado su tarjeta SIM”.
El juez federal Luis Rodríguez rechazó la causa porque -a su entender- “no se advierte en el caso un interés que trascienda el estrictamente individual, ni circunstancia alguna capaz de fundar la intervención de la justicia federal”.
Pero el procurador general adjunto Eduardo Casal replicó que “el usuario de la red social y el correo electrónico constituyen una comunicación electrónica o dato informático de acceso restringido, cuyo acceso sólo es posible a través de un medio que por sus características propias se encuentra dentro de los servicios de telecomunicaciones”.
Esas cuestiones, consideró el procurador, “son de interés de la Nación”.
La Corte, con las firmas de los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, confirmó que debe intervenir la Justicia Federal, asignándole así ese carácter al delito.
Hay que dejar de lado la marchita y empezar a seguir a Alberdi
Por Roberto Cachanosky.
La marchita logró el objetivo de combatir el capital y con eso consiguió consolidar la pobreza y la desocupación en Argentina
Todos sabemos que este esquema donde unos pocos mantienen a muchos sin producir, no es viable en el mediano plazo. Olvidemos el tema de los jubilados que cobran en base a los impuestos que pagamos los que estamos en actividad y lo que aportan las empresas, más los impuestos que toma la ANSES de la recaudación general. Tenemos entonces que todos los años se incorporan al mercado laboral 250.000 jóvenes que terminan sus estudios. Además hay que traspasar aproximadamente 2 millones de personas del sector público nacional, provincial y municipal al sector privado y lograr que los que viven de planes sociales empiecen a trabajar.
Queda claro que necesitamos un tsunami de inversiones, tal vez del 30% de PBI para bajar la tasa de desocupación, absorber a empleados del sector público, piqueteros y jóvenes que se incorporan anualmente al mercado laboral. ¿Es posible alcanzar esa tasa de inversión? Es perfectamente posible. Irlanda tiene una tasa de inversión del 30% del PBI. Australia ronda ese número aunque en 2016 estuvo en el 26% del PBI. Chile se mueve entre un piso del 20% y un techo del 28%. Perú se mueve entre pisos del 20% y techos del 26%. Nosotros estamos, desde hace décadas con tasas que tienen como techo el 20% del PBI. Y no tomo China porque está en tasas de inversión del 48% del PBI, tasas que hoy veo complicado alcanzar para nuestro caso.
Pero si observamos la tasa de inversión en nuestro período de auge económico, desde la consolidación nacional en 1880 hasta la Gran Guerra en 1914, podemos observar que la tasa de inversión oscilaba entre un piso del 20% y un techo del 30% del PBI con picos del 40% y más también.
Gráfico 1
Luego de la depresión de 1930, cuando ya entramos en políticas más intervencionistas y una economía más cerrada, la tasa de inversión se estancó en la banda del 10 al 20 por ciento del PBI. En un breve período de la década del 60 empieza a moverse por encima del 20% anual hasta mediados de los 70 y luego de la crisis de 1982 nunca logró superar cómodamente el 20%.
Tal vez este gráfico nos muestre por qué tenemos pobreza, indigencia y desocupación. La tasa de inversión ha sido muy baja desde la década del 40 como para generar más puestos de trabajo, mejorar la productividad de la economía e incrementar los ingresos reales.
¿Por qué a fines del siglo XIX y principios del XX tuvimos tan alta tasa de inversión y luego se desplomó? Porque abandonamos los principios de la constitución de 1853/60 y entramos en el populismo fascista del peronismo donde había que redistribuir el ingreso. Los empresarios eran malos que explotaban a los trabajadores y había que confiscarles parte de sus activos y de sus ingresos. Esta cultura peronista continuó con gobiernos militares y radicales y se consiguió el objetivo buscado en la marchita: combatiendo al capital nos quedamos sin inversiones. La decadencia tenía que producirse inevitablemente y se produjo.
¿Podemos volver a las tasas de inversión de fines del siglo XIX y a las que actualmente tienen Australia, Irlanda, Perú o Chile? Sí, pero vamos a tener que mostrar que dejamos de ser un país de loquitos que cada tanto confisca los ahorros, declara el default y cosas por el estilo. Eso significa recuperar la confianza. Para recupera la confianza el primer paso consiste en que la dirigencia política cambie su discurso de quitarles a unos para darle a otros porque lo único que van a conseguir es espantar inversiones. Si Cambiemos sigue con este discurso de estar contentos porque tiene más planes sociales que el kirchnerismo, vamos por mal camino. El discurso tiene que ser totalmente diferente, volviendo a premiar la cultura del trabajo, el esfuerzo personal y la capacidad de innovación de las personas.
La marchita logró el objetivo de combatir el capital y con eso consiguió consolidar la pobreza y la desocupación en Argentina. Por lo tanto, nuestros políticos tendrán que citar menos a Perón y empezar a leer más a Juan Bautista Alberdi, el que inspiró nuestra Constitución de 1853/60 que nos llevó a la prosperidad. Insisto, hay que dejar de lado la marchita y empezar a seguir a Alberdi que nos llevará a buen puerto.
El lenguaje corporal dice mucho más de nosotros que lo que puede transmitir el lenguaje verbal. Por ende, cuando estamos en un ambiente laboral o formal es importante estar atento a los gestos y expresiones que hacemos.
Muchas veces lo hacemos de manera inconsciente, sin embargo, no hay nada que la práctica no pueda mejorar.
Los siguientes consejos son ideales para mantener la elegancia y la buena presencia en diferentes ocasiones.
Al estar de pie
Mantén la cabeza en alto, erguida
La espalda debe estar recta y el peso del cuerpo distribuido de forma proporcional
Procura tener la mirada la altura de los hombros y el abdomen contraído
Los pies deben estar en forma de “arco”: el talón de uno de los pies sobre el arco plantar, ambos deben formar una pequeña “v”.
Si doblas los brazos, las manos apoyadas una encima de la otra: el dedo índice de la mano derecha se coloca sobre el pulgar de la mano izquierda.
Si prefieres dejar los brazos extendidos, las manos deben estar de perfil y los pulgares hacia adentro. Otra opción es extender los brazos hacia atrás, unidos a las caderas, con las manos cruzadas.
Es válido apoyar el brazo izquierdo sobre el dorso de la mano derecha o viceversa.
No es recomendable reposar ambos brazos sobre la cadera ni cruzarlos haciendo fuerza sobre el pecho.
Al caminar, evita hacer ruidos que puedan incomodar a los demás
Aunque tengas prisa, no apresures el paso. Debe darse la sensación de seguridad al caminar.
Al sentarse
Procura mantener la espalda recta y buen apoyada al respaldar de la silla
Las manos se colocan fuera del cuerpo, sin descansar sobre el regazo
Evita balancearte en la silla y dejar los brazos suspendidos en el aire
Las damas pueden unir las rodillas al sentarse, o cruzar una pierna sobre la otra inclinándolas ligeramente hacia un lado.
Los hombres deben recogerse ligeramente el pantalón para evitar que la tela quede rígida en el área de la rodilla
Nunca rodees las patas de la silla con tus pies
Al estrechar la mano
El apretón debe ser breve, firme y cálido
Prolongar o disminuir los cinco segundos habituales del saludo pueden cambiar el significado del gesto
Evita tomar solo los dedos de la otra persona, podría interpretarse como un rechazo
Gestos que debes tomar en cuenta
La sonrisa: procura sonreír de manera natural cada vez que te presentas
La mirada: no es obligatoria observar a la persona con la que se habla a los ojos, sin embargo, esto reafirma sinceridad. Debe ser atenta y tranquila.
La voz: cuida la entonación y procura pronunciar de manera clara y correcta las palabras y frases.
Otros tips
Si es inevitable bostezar, debes taparte la boca con el revés de la mano.
Procura tener un pañuelo para utilizarlo en caso de que tengas ganas de estornudar.
Fuente: De Marchena, E. (2008). En protocolo: ¿Guía o Edecán? Caracas, Venezuela. Ediciones «Z» C.A.
Contenidos para Redes Sociales de acuerdo a tus objetivos
Por Juan Luis Bermúdez.
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Los contenidos para Redes Sociales deben ser planificados y adecuados, si quieres ganar valor para tu empresa o marca no se trata simplemente de publicar por publicar, es necesario seguir una estrategia.
Podríamos establecer un esquema de contenidos para Redes Sociales, de forma general, con los distintos porcentajes de tipos o clases de contenidos:
10% de contenidos de entretenimiento.
50% de contenidos de valor.
20% de contenidos de carácter educativo.
20% de contenidos de tipo promocional.
No obstante, como ya he dejado claro al principio, los contenidos para Redes Sociales deben planificarse de acuerdo a los objetivos que nos hemos marcado en nuestra estrategia y teniendo en cuenta cada plataforma o canal en particular.
Mencionar que estos consejos sobre los contenidos adecuados para las Redes Sociales nos los aporta la infografía “Pilares de contenido en Redes Sociales“, un documento creado y publicado en el blog de Rosana Rosas.
Tipos de contenidos para Redes Sociales
A continuación, vamos a ver las diferentes clases de contenidos para Redes Sociales que puedes utilizar, de acuerdo a tu estrategia y objetivos.
Información corportativa: noticias relevantes relacionadas con la empresa o marca.
Branding: son usados para afianzar y potenciar la imagen de marca.
Promociones y concursos: este tipo de contenidos suelen ser muy virales, además incentivan la participación.
Producto: contenido relacionado con el lanzamiento de un producto nuevo.
Consejos y preguntas: encuestas, preguntas y tests son contenidos para aumentar la interacción.
Frases de inspiración: estos contenidos son muy útiles para generar empatía y sensación de cercanía con la audiencia.
Información de utilidad: contenidos de valor, en forma de tutoriales o aportando consejos basados en tu experiencia.
Fomentar la participación: a parte de publicar contenidos adecuados, también es importante incentivar la conversación y responder.
En agosto se redujo un 30% el déficit fiscal primario
Es con respecto al mismo mes del año pasado.
El ministro Nicolás Dujovne, la semana pasada, al presentar en el Congreso el Presupuesto 2018. .
El Resultado Primario del Sector Público Nacional no Financiero exhibió en agosto un déficit de 24.651 millones de pesos, un 30% menor al registrado en igual mes del año pasado. Esto es producto de un crecimiento de los ingresos de 31% con respecto a igual mes de 2016 y de una desaceleración en el crecimiento de los gastos, que aumentaron 17%, el menor incremento interanual del gasto de los últimos 16 meses.
Según dio a conocer el Palacio de Hacienda, agosto fue el segundo mes consecutivo en el cual el Resultado Primario del se reduce con respecto a igual mes del año pasado.
El crecimiento de los ingresos (31% interanual), fue 14 puntos porcentuales mayor que el de los gastos y estuvo impulsado principalmente por un incremento en términos reales en la recaudación en Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social, en el Impuesto a las Ganancias y en el Impuesto al Valor Agregado.
El gasto creció a un ritmo de 17% interanual mostrando una fuerte desaceleración en su tasa de crecimiento. Según Hacienda, esto fue posible principalmente a una reducción del 30% interanual en el gasto en subsidios económicos.
En este rubro se destaca la caída de 38,6% interanual en los subsidios destinados al sector energético.
El menor aumento del gasto se logró aun con un crecimiento de la inversión en sectores claves y de las prestaciones sociales (+32% interanual), donde las jubilaciones y pensiones contributivas tuvieron incrementos anuales de 41% mientras que el de las Asignaciones familiares y por hijo fue del 31% interanual.
La política del BCRA es contractiva y expansiva, y refuerza la opción de las Lebac para invertir.
Por Federico Furiase y Martín Vauthier.
Federico Sturzenegger. El presidente del Banco Central se mantendrá firme ante la inflación. .
El sesgo de la política monetaria se ha vuelto mixto. “Contractivo” cuando se analiza el amplio colchón de tasa real positiva al comparar la tasa nominal de referencia (26,25%) o de las Lebacs con las expectativas de inflación a 12 meses (17,2% según el REM). “Expansivo” cuando se tiene en cuenta el ritmo de crecimiento de la base monetaria corregida por encajes en términos reales dada la expansión monetaria asociada al déficit fiscal a través del financiamiento monetario directo (giro de adelantos transitorios) e indirecto (compra de dólares al Tesoro) del BCRA al Tesoro, a la emisión generada en las licitaciones primarias de Lebacs frente a los altos vencimientos en los ya tradicionales “súper martes”, al desarme de pases de los bancos y a la expansión del crédito con el motor de las líneas impulsadas por instituciones públicas que fondean parcialmente las financiaciones con desarme de Lebacs (por ejemplo, Banco Nación y ANSES).
Las tasas hacia adelante
No vemos margen en el corto plazo para que el BCRA relaje el sesgo contractivo de la política monetaria frente a las metas de inflación establecidas. Si bien la meta de inflación de 17% para diciembre de este año ya es prácticamente incumplible teniendo en cuenta que la inflación en el año acumula 15,4%, el BCRA ahora tiene todas las fichas puestas en que la inflación se estacione en el ritmo de 1% mensual para estar en línea con la meta central de 10% en 2018, consistente con un ritmo promedio de inflación mensual en torno a 0,8%. Pero todavía las expectativas de inflación del termómetro del REM para los próximos meses (en torno a 1,4%) y la inflación núcleo siguen viajando por arriba del sendero consistente, acotando el margen del BCRA para relajar el ancla de las tasas. Sobre todo teniendo en cuenta el sendero de suba de tarifas pendiente para el resto del año y que la recuperación del consumo empieza a dar cierto espacio a las empresas para trasladar a precios parte del aumento de los costos dado por la suba de las tarifas, las paritarias y el dólar. Por lo tanto, el BCRA seguirá manteniendo el sesgo contractivo de la política monetaria, sosteniendo la señal de la tasa de referencia y retirando liquidez a través de los mercados secundarios de Lebacs, intentando que el proceso de formación de precios se incline más hacia la meta futura y menos hacia la inercia pasada. El desafío se verá en las negociaciones paritarias para acotar los efectos de segunda vuelta de la suba de tarifas y del dólar.
¿Sigue el carry trade?
Para los próximos meses, con un mercado que apuesta al margen de construcción de capital político de Cambiemos de cara a las elecciones de octubre y las tasas bajas en el mundo anclando la presión cambiaria, el intento del BCRA por llevar el rimo de inflación hacia la zona del 1% mensual con la señal de la tasa de interés seguirá manteniendo el atractivo de las Lebacs. El Tesoro y las provincias tendrán que seguir vendiendo dólares de la deuda para financiar la caja de pesos (el sector público cuenta con US$8.200 millones en depósitos en moneda extranjera), surtiendo un efecto anestesia sobre el dólar, aún con las compras de dólares del BCRA -poniendo un piso a la cotización de la divisa- que luego terminan siendo esterilizadas vía Lebacs. Por eso para los próximos doce meses, proyectamos un dólar que seguirá viajando por detrás de la inflación (17,2% la inflación esperada para los próximos doce meses según el REM), y una tasa de interés que seguirá más que compensando las expectativas de inflación. Tomando las tasas de las Lebacs con vencimiento al 20 de diciembre en los mercados secundarios, el dólar break even se ubica en la zona de $18,2 al cierre del jueves: por lo tanto, para el inversor que espera un dólar por debajo de ese nivel al vencimiento tendrá incentivos para apostar al carry trade. En el campo de los bonos, la meseta de las tasas de los bonos del Tesoro de EE.UU. permite aprovechar la mayor sensibilidad (duration y convexidad) que tienen los precios de los bonos más largos al movimiento de las tasas para capitalizar un escenario de compresión adicional de spreads con un mercado que anticipa margen de construcción de capital político del Gobierno para pasar por el Congreso las reformas estructurales. En todo caso, los bonos en dólares cortos diversifican el riesgo cambiario de las Lebacs y el riesgo duration de los bonos largos.
¿Riesgo de roll over?
La bola de nieve de las Lebacs implica un riesgo para la sostenibilidad del proceso de desinflación dado que la acumulación de vencimientos en el corto plazo (en torno a 60% de la base monetaria en los últimos meses) presiona sobre la tasa de interés requerida en función de las expectativas de devaluación más un plus para renovar las letras. Y si en algún momento la tasa de interés requerida no resulta viable en términos de consistencia político/social, la expectativa de monetización y la presión cambiaria resultantes podrían desacoplar las expectativas de inflación. Mientras tanto, el stock de Lebacs (en torno a 10% del PIB) representa una masa de ahorro en moneda local (40% del total) congelado que por ahora no está disponible para financiar inversión. Si se logra corregir gradualmente el déficit fiscal y se mantiene el ingreso de los capitales, el BCRA irá encontrando espacio desde el lado de las expectativas de inflación y del dólar para ir bajando las tasas de las Lebacs, permitiendo así una transición gradual de la liquidez desde estos instrumentos de esterilización hacia los depósitos, potenciando al final del camino la capacidad prestable del sistema financiero. Por ahora, los obstáculos que encuentra el BCRA para bajar la inflación hacia la meta no dan tregua para bajar las tasas de las Lebacs, mientras que la amplia liquidez de los bancos le pone un techo a las tasas de los depósitos. Y en la transición, el BCRA se enfrenta con un dilema: mostrar por un lado una curva de rendimientos de Lebacs con pendiente negativa en las licitaciones primarias (pagando tasas más en los tramos más cortos) en línea con expectativas de inflación decrecientes en el tiempo, pero después tiene que “desdibujar” esa pendiente cuando en los mercados secundarios tiene que subir las tasas más largas para retirar excedentes y estirar vencimientos.
¿Senderos consistentes o divergentes?
Los senderos de desinflación y de ajuste del déficit fiscal antes de intereses (con una meta que va desde 4,2% del PIB en 2017 a 3,2% en 2018) tienen que ser consistentes para mantener la credibilidad del mercado. Sobre todo teniendo en cuenta que una desaceleración rápida de la inflación podría complicar el ajuste fiscal buscado, dado que 55% del gasto público (60% en 2018) indexa por ley al pasado mientras que la recaudación se mueve más en línea con la nominalidad (inflación y crecimiento real) contemporánea. Por otro lado, el ajuste fiscal recae sobre la baja de subsidios y la suba de tarifas, proceso que en el corto plazo presiona sobre el nivel de precios (agregaría en torno a 2/3 puntos a la inflación de 2018), complicando el alcance de la meta de 10% en 2018.
Un ajuste económico mirando a la política
Finalmente, para mantener el ingreso de los capitales y financiar a tasas razonables el aumento del déficit de cuenta corriente externa frente a la alta elasticidad-importaciones del producto y los vencimientos de Lebacs, será clave que los senderos delineados para el ajuste fiscal y la baja de la inflación sean consistentes, cumplibles y que no amenacen el equilibrio social y la construcción de capital político del Gobierno. Si el financiamiento externo se encarece sustancialmente, la bola de nieve de las Lebacs y el aumento del déficit comercial podrían requerir un tipo de cambio real más alto para corregir las distorsiones. Si eso sucediera, será clave que la credibilidad del sendero de desinflación permita acotar el traslado a precios de las correcciones cambiarias, dejando que el ajuste del tipo de cambio corrija el salario en dólares y el desequilibrio externo sin deteriorar el poder adquisitivo de los salarios.
—Federico Furiase y Martín Vauthier son Economistas, Directores de Eco Go/ Estado Bein y Docentes de la Maestría de Finanzas de la UTDT.
El “Plan Conejo”, la antesala comunista del Holodomor venezolano
Por Pedro García Otero.
Maduro explica al gabinete el “Plan Conejo”, y estos hacen como si estuvieran planificando algo serio. .
Fue justamente en PanAm Post donde leí, por primera vez, sobre Holodomor (literalmente, “muerte por hambre”), el genocidio cometido por Stalin en Ucrania, en 1932. La cifra de muertos por inanición se desconoce a cabalidad (el mundo no era aún la aldea global, y Stalin ha sido uno de los mandatarios más secretistas de la Historia), pero se estima entre 1,5 y 10 millones de personas, aunque la mayoría de los consensos históricos, casi un siglo después, apuntan a que la cifra tendía a ser la menor de las dos.
Aunque me jactaba de conocer bastante bien la historia del comunismo (y la historia universal del siglo XX, en general), lo desconocía todo sobre un hecho tan importante; el artículo que firma Antonella Marty, sin embargo, me exculpa, cuando dice:
“Nadie recuerda –y mucho menos juzga– este fragmento de la historia comunista. Sucede todo lo contrario: nos encontramos con abundantes individuos que celebran el comunismo sin conocer la perversidad de la ideología y las muertes que lleva consigo”.
Quizás estas fueron las primeras muertes por hambre por causa del experimento comunista, aunque no serían, ni mucho, las únicas. Hay quienes atribuyen el Holodomor, más que a la maldad del “Padrecito” (maldad que a lo largo de los años posteriores a su muerte quedaría más que demostrada, pues a él se le pueden atribuir directamente 23 millones de fallecimientos), a la impericia y a la política de requisas a los campesinos con pequeñas propiedades.
El dictador que más gente ha asesinado, por acción u omisión, fue Mao Tse Tung, especialmente durante la época del “Gran Salto Adelante”. Más de un millón de personas murieron cuando se abandonaron todas las tareas cotidianas en búsqueda de una industrialización que, por supuesto, estaba condenada a fracasar.
Lo que no consiguió el “Gran Timonel”, siguiendo Das Kapital, lo lograron los comunistas a partir de Deng Xiao Ping, por la vía contraria, la del capitalismo más “salvaje”, tan salvaje, que en él los trabajadores no tienen derechos.
Una nota al margen tendría que llevar Pol Pot, el violentísimo dictador comunista de Camboya, quien en unos pocos años, y en su intento de crear un comunismo agrario, mataría de hambre, privaciones o a bala, en los célebres “campos de la muerte”, a casi dos millones de personas, más de una cuarta parte de la población de su país.
El gobierno de los Jémeres Rojos cayó al ser Camboya invadida por otra nación comunista, Vietnam. Su historia es tan (in)digna de los extremos a los que llegó el mundo en el siglo XX como la de las dos guerras mundiales o el genocidio de Ruanda a mediados de la década de los 90.
II
Cuando en Venezuela comenzó la “revolución bolivariana”, el país, con el petróleo a diez dólares, no pasaba hambre. Se abastecía por completo de carne, pollo y cerdo; era excedentario en arroz y lo exportaba; y cubría, dependiendo de la demanda y con importaciones puntuales, sus necesidades de azúcar y maíz. Tenía la quinta flota atunera del mundo, que iba a pescar a lugares tan remotos de la costa del Caribe como el océano Pacífico; y en general, su consumo alimentario era autoabastecido en 70 %.
Hay que aclarar que Venezuela no era una potencia agraria, sino lo contrario; y que ese nivel de producción primaria se había dado en medio de (y a pesar de) un sistema económico intervencionista, totalmente alejado de los métodos capitalistas competitivos, con graves trabas a la propiedad de la tierra.
Posteriormente, Hugo Chávez, como no podía ser menos, llevó estas políticas a niveles insoportables, empezando en 2001 con la Ley de Tierras, y continuando a partir de 2007, con un sistema tan absurdo que llegó a darles extensas tierras al Sur del Lago de Maracaibo (las más fértiles del país) a los rusos, para que ellos, que en la vida han visto un plátano, los sembraran; y que cambió la vocación agrícola de los Valles de Aragua, donde se producía la caña de azúcar que abastecía a la industria licorera para producir el preciado ron venezolano, para sembrar en invernaderos.
Además, concentró las importaciones de alimentos, estableció controles a la movilización, y cuando había cometido todos esos crímenes, además, intervino Agroisleña, la gran ayuda de los empresarios del campo en Venezuela, sustituyéndola por Agropatria, una compañía estatal que apenas seis meses después necesitaba subsidios estatales y no entregaba a los campesinos ni semillas, ni agroquímicos, ni maquinarias.
En cuanto a los ganaderos, fueron, desde el principio, los enemigos de Chávez. Importó, ayudado por el petróleo a 100, carne del mundo entero, más barata que la venezolana. El rebaño nacional ha caído a la mitad. La flota atunera, harta de hostigamientos, hoy está mayormente en Ecuador y Panamá; los productores de cerdos y pollos sucumbieron ante la importación subsidiada por el Estado venezolano, principalmente desde Brasil.
La meta para 2013 era controlar al menos un tercio de la producción agraria y agroindustrial. La meta para 2019 era controlar más de la mitad, según está expresado en el esperpento llamado “Plan de la Patria”. Con cada medida anunciada por el Gobierno, los periodistas, especialmente los de Economía, nos llevábamos las manos a la cabeza. Cuantas veces se comentó en mi amada sala de reuniones de El Universal, planificando el periódico del día siguiente, “estos tipos nos están llevando a una hiperinflación y una hambruna”, no sabría precisarlo: pero era prácticamente a diario entre 2008 y 2012.
Estaban envalentonados: como tantos antes que él, Chávez pensó que el rentismo petrolero daría para alimentar a toda una sociedad. Cuando ningún precio del petróleo fue suficiente, recurrió al endeudamiento; ni siquiera se leyó la Biblia, sobre los años de vacas gordas y vacas flacas.
Si lo hubieran hecho a propósito (y no hay porque dudar de que en efecto pueden haberlo hecho a propósito) no les hubiera resultado mejor en términos de destrucción. Lamento tanto no haber llevado un seguimiento de las medidas que nos trajeron hasta aquí. Daría para más de un magnífico libro.
III
Nicolás Maduro está matando de hambre a su pueblo: al menos 12 % de los niños están desnutridos. Eso queda fuera de toda duda, y ya ni siquiera lo esconde la propaganda oficial, que, incapaz de negarlo, ahora se lo achaca a Donald Trump. Destruido el rebaño nacional, parada la producción de pollos porque no hay maíz, y la de maíz porque no hay agroquímicos, se saca de la chistera el “Plan Conejo”.
La explicación del brillante «plan conejo» de Freddy Bernal. Dice que así sustituirán las carnes rojas y el pollo, la burla al país es obvia
Son tan macabros que ni siquiera Freddy Bernal, ni el gabinete, podían dejar de reírse cuando lo mencionaban en televisión. Un conejo no es una mascota, decía el exalcalde de Caracas, y actualmente jefe de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (y de profesión policía: Siendo hombres tan universales, no se extraña que vayan de fracaso en fracaso), “son dos kilos y medio de carne”.
El plan es en apariencia simple: dale un conejo a cada familia, velo crecer (¿con qué alimento? ¿con qué vacunas? Eso no lo explica Bernal), y mátalo justo antes de encariñarte con él. Antes lo habían propuesto con cerdos, y antes de los cerdos, con gallinas. El Gobierno creó un “Ministerio de Agricultura Urbana”, pensando que se podía alimentar a una sociedad con materos. Cita, por supuesto, experiencias europeas, desatendiendo que en esas sociedades, el tipo de agricultura y periurbana es no un tema de necesidad, sino de esparcimiento.
No hay manera de alimentar una sociedad sino es industrialmente, y -me perdonan el barbarismo-, capitalistamente. Pero Maduro, Bernal, y todos los que lo acompañan, son herederos de Stalin, son herederos de Mao, son herederos de Pol Pot: lo dicen cotidianamente.
Nosotros, el pueblo venezolano, somos sus conejillos de Indias. Los niños que mueren luego de que sus cuerpos no soportan más agua de arroz, en los hospitales; los viejos que padecen pelagra, o los indigentes que comen perros, no somos más que lo que los economistas llaman “externalidades”, consecuencias inesperadas de la creación del Hombre Nuevo, de la Gran Utopía que, para más, se propusieron construir a contravía de la Historia, cuando la humanidad entera la había desechado por inviable.
Y no pueden alimentar al país, ni con el petróleo a 40 dólares, que sería un gran precio para Venezuela en 1998, cuando nadie pasaba hambre. Por una razón muy sencilla: Esa industria, que hace 18 años producía cuatro millones de barriles de petróleo, hoy produce menos de dos millones.
Si las redes sociales descubren que los indigentes comen perros, es mejor que el Gobierno no se entere, porque a lo mejor, donde algunos todavía vemos a nuestros mejores amigos, Freddy Bernal ve 40 kilos de carne. O que empecemos a comernos a la abuela, aunque esté un poco dura; total, ya se va a morir. O que descubramos la inesperada reserva de la carne de rata, abundante en estos tiempos en los que el Gobierno ni siquiera se encarga de recoger la basura.
Este es nuestro Holodomor. Se llama comunismo, y siempre termina igual.
Venezuela no será la excepción, y el final está próximo.
—Pedro García Otero fue editor del PanAm Post en español. Periodista venezolano con 25 años de experiencia en cobertura de temas económicos, políticos y locales para prensa, radio, TV y web.
Efecto PASO: en un mes creció 10 puntos el apoyo a la gestión Macri
El 63% respalda al Presidente y casi el 50% se identifica con el Gobierno. Disminuyó en cinco puntos el temor a perder el trabajo. Hay un 36,4% de indecisos de cara a las generales.
Por Bernardo Vásquez.
La sólida performance electoral que tuvo el Gobierno a nivel nacional en las PASO del 13 de agosto ha tenido su reflejo en el análisis socioeconómico que llevó adelante la consultora OPSM un mes después.
De acuerdo al informe, el apoyo al presidente Mauricio Macri creció diez puntos porcentuales en un mes, y las expectativas económicas repuntaron: el 62,7% cree que la situación mejorará y el 54,3% no tiene miedo a perder su trabajo, según el sondeo al que tuvo acceso exclusivo El Cronista.
De acuerdo a 1200 entrevistas directas realizadas en todo el país del 11 al 16 de septiembre, se vislumbra una sensación de aumento en la confianza en el Ejecutivo. El 42,6% tiene una imagen positiva o muy positiva de Macri, cuando en agosto era el 38,2%. Por el contrario, se redujo la imagen negativa o muy negativa: 32,4% en septiembre, contra 36,3% hace un mes.
Quizás el dato más gráfico en ese sentido sea el que refleja el apoyo a la gestión presidencial. En agosto, alcanzaba el 53,2% y este mes, el 63%, 9,8 puntos más. En cambio, quienes no respaldan a Macri decrecieron significativamente: 45% a 35,6%, 9,4 puntos menos.
La expectativa en materia económica también va en marcado ascenso: el 56,2% sostiene que la situación mejorará, 2,6 puntos más que el mes anterior. En tanto, hubo un notable aumento en aquellos que creen que el Gobierno debe continuar con su política económica, pasando del 6,2% al 15,1%. Y también, en esa línea, del 30,8% que pedía una política económica nueva en agosto, se bajó al 14,8%.
La inflación parece empezar a dejar de ser una de las principales preocupaciones de los consultados. El 47% cree que está disminuyendo, contra el 38,1% que lo pensaba en agosto. No obstante, siguen siendo dominantes aquellos que creen que no está bajo control: el 51,7%, contra el 59,7% del mes pasado.
Otro dato relevante para el Gobierno es el que marca el optimismo en relación al mercado laboral. El 54,3% de los encuesados dice no tener miedo a perder el trabajo, contra el 47,9% de agosto. El 30,9% sí teme a quedar desempleado, aunque en agosto era el 36%.
El camino hacia el 22 de octubre, cuando se lleven a cabo las elecciones generales, también ratifica a Cambiemos como principal fuerza nacional, con el 40,2% de adhesiones, 17 puntos más que Unidad Ciudadana/FPV. El PJ Federal, con el 10,8%, y 1País-Frente Renovador, con 10,1%, lo siguen en la lista de espacios políticos.
De acuerdo al estudio de la consultora que dirige Enrique Zuleta Puceiro, el 63,6% asegura que ya decidió a quién votará en un mes, aunque el 36,4% dice no estar seguro. De ese número, se dividen en tres tercios aquellos que dilatarán su voto: el 37,1% lo hará «más adelante», el 32,1% «en la última semana» y el 27,9% en «el momento de votar».
Finalmente, ante el dilema de un ballottage futuro entre Macri y Cristina Fernández de Kirchner, el 54,5% se inclina por el actual Presidente, cotra el 35,3% que lo hace por la ex mandataria. El 48%, además, asegura que se siente más identificado con el gobierno de Cambiemos, mientras que el 37,2% con el del Frente para la Victoria.