Lo barato sale caro cuando se calcula mal

diciembre 26, 2022

Lo barato sale caro cuando se calcula mal
Por Juan Carlos De Pablo

Las lámparas de bajo consumo utilizan muchos más y peores recursos que las lámparas inventadas por Edison», afirmó Federico A. Nazar en Carta de lectores de La Nación el 08/06/11 (ver abajo el texto completo), «porque son más caras, la mayor inversión no se recupera, utilizan más energía cuando se computan el proceso de fabricación y el de desecho, y encima contienen mercurio, un elemento altamente tóxico y volátil».

Para entender más sobre esta cuestión entrevisté al norteamericano Lester B. Lave (1939-2011), profesor en la Universidad Carnegie Mellon y pionero de los estudios sobre medio ambiente. A comienzos de la década de 1970, con ayuda de su alumno Eugene Seskin, utilizando técnicas estadísticas analizó el impacto de la polución del aire sobre el aumento de la tasa de mortalidad en las ciudades de Estados Unidos.

-Usted propuso analizar las alternativas según la evaluación del ciclo vital. ¿Cuál es la idea?

-Una muy simple, pero que con frecuencia se ignora. Que para evaluar alternativas hay que tener en cuenta todos los beneficios, pero también todos los costos.

-Deme un ejemplo.

-En la década de 1990, con Chris Hendrickson y Francis Mc Michael, analicé la adopción (por parte de California) de coches eléctricos que utilizarían baterías con ácido de plomo. Aplicando la técnica de la evaluación del ciclo vital, mostramos que el reciclado de las referidas baterías arrojaría más plomo al medio ambiente que si los autos quemaran gasolina.

-Usted está en contra del progreso.

-De ninguna manera. Estoy en contra de empeorar las cosas cuando, porque no se hace bien el análisis, se cree que se las está mejorando. Mi método de análisis en todo caso fuerza a que quien introduce un nuevo producto, o un nuevo proceso, no solamente haga más económico su uso, sino también el propio proceso de fabricación y la disposición del bien, una vez que finalizó su vida útil.

-Mientras lo escucho, pienso en las actividades mineras.

-Que generan enormes debates entre quienes se benefician por los servicios que demanda la actividad y aquellos que les prestan atención a los productos utilizados para extraer los minerales. Discusión que nunca se tiene que plantear como «blanco o negro» y que con frecuencia, lamentablemente, se vuelve tan pasional y politizada que los argumentos técnicos apenas si se escuchan.

-¿Es usted tan drástico en el caso de las lamparitas?

-No lo estudié, de modo que no puedo opinar en concreto. Pero el planteo realizado por Nazar es un caso nítido de la utilización de mi enfoque. Sería bueno que quienes están en condiciones técnicas de hacerlo revisen sus estimaciones y sus cálculos para ver si es cierto lo que dice. Y si es cierto, sería deseable que las autoridades tuvieran el coraje de dar marcha atrás con la prohibición que afecta a las lámparas «de alto consumo».

-Que decidan los consumidores.

-Pero en este caso tenemos que tener en cuenta que cada uno de nosotros, cuando tiene que comprar una lamparita, piensa en cuánto le cuesta y cuánto le dura cada una de las alternativas, y también cuánto consume de electricidad cada una de ellas.

-¿Y?

-Pero esto no es todo. Porque como en el caso de las estufas de cuarzo y las otras, cuando quien consume energía paga por ella una ínfima parte de lo que cuesta generarla, transmitirla y distribuirla, se inclinará por una alternativa que utilizará muchos recursos. Encima de lo cual, el costo del tratamiento de los desechos recae sobre la comunidad porque el costo para cada uno de nosotros termina cuando tira el producto a la basura.

-Ahora estoy confundido.

-No veo por qué. Todo lo que digo es que, como dice el refrán: «Lo barato sale caro», cuando tanto los consumidores como las autoridades no hacen bien las cuentas. Estamos ante de un caso en el cual cada uno de nosotros y las autoridades tienen que actuar en forma conjunta para que se elija la alternativa que verdaderamente utiliza menos y mejores recursos.

-Don Lester, muchas gracias.

Fuente: La Nación, 26/06/11.

Juan Carlos De Pablo
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 Cartas de Lectores. La Nación, 08/06/11.

Lámparas

Señor Director:

«Además del efecto cancerígeno, es increíble que llamen de bajo consumo a focos que cuestan más de siete veces más que los comunes (incandescentes), no sólo porque a lo largo de su vida útil es imposible recuperar el mayor costo (análisis de valor presente neto), sino que si se mide la cantidad de energía empleada desde la obtención de materias primas hasta su disposición, el costo energético es varias veces superior a las bombitas comunes. También se omite que la vida útil es notoriamente inferior a la publicitada en un uso normal porque cada encendido la reduce.

«A esto se le suma que al contener mercurio, un elemento altamente tóxico y que también es volátil, con el tiempo la Argentina estaría importando toneladas de tóxico (más de 40 millones de foquitos por año), que no será tratado y que contaminará las napas, sin contar con accidentes dentro del hogar.

«La irracional prohibición totalitaria de la lámpara inventada por Edison tiene otro costado: el Gobierno y el Congreso han cerrado con una fábrica una fuente de trabajo genuina que exportaba millones de dólares, perjudicando la balanza comercial y dejado en la calle a cientos de trabajadores.

«Llama la atención que ni Greenpeace (promotor notorio de la prohibición), ni las asociaciones de consumidores (excepto la Liga de Amas de Casa), ni el sindicato, ni el Gobierno, ni congresistas han querido hacer algo respecto de estos reclamos. ¿Tanto nos cuesta reconocer el error?

«Pongo a disposición de quien quiera los datos científicos que avala esto. En nombre del pueblo argentino, solicitamos un levantamiento inmediato de la prohibición dictatorial.»

Prof. Federico A. Nazar
DNI 20.537.480
[email protected]

¿Hay que promover la Eutanasia?

diciembre 21, 2022

El peligro de la elasticidad de la demanda de eutanasia

Imagen de El peligro de la elasticidad de la demanda de eutanasia

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Uno de los aspectos más preocupantes de la eutanasia es que la demanda de “muerte digna” no es plana. O sea, no es que haya un porcentaje de la población, pongamos que el 0,01%, que sufre muchísimo por lo que sea y quiere morirse y algo hay que hacer, acertado o no, para solucionar el problema de ese 0,01% de la población que no quiere vivir.

Obviamente una primera discusión ya sería si a ese 0,01% de la población hay que ayudarle a morir o más bien a dejar de sufrir o incluso ayudarle a darle un sentido a su sufrimiento. No obstante, siendo ese un asunto clave, otro aspecto verdaderamente preocupante es la elasticidad de la demanda de eutanasia, la demanda de muerte.

Cuando una sociedad establece que la vida de una persona mayor, un tetrapléjico, un ciego, una violada o cualquier otra que reclame la eutanasia es indigna, no sólo abre un cauce para eliminar a ese porcentaje de mayores, tetrapléjicos, ciegos o violadas que quieren morirse. De algún modo lo que se está diciendo al justificar la eutanasia de estas personas alegando que su vida es indigna, es indicar a todos los mayores, todos los ciegos, todos los tetrapléjicos o todas las violadas que no quieren morirse que su vida también es indigna. Si la vida de tal persona es indigna por estar en tal o cual situación y tú estás en la misma situación, tu vida también es indigna.

¡Deberían aplicar la eutanasia a Christine Lagarde!

Esta sensación queda bastante ratificada cuando, por ejemplo, alguien ve que cuando intenta suicidarse una persona joven, sana, que puede subirse ella sola a una azotea y lanzarse al vacío, sin embargo tratamos de impedirlo. Pero si una persona está postrada y no puede matarse por sí misma, entonces hay que ayudarla. Es decir, impedimos que se mate al que puede matarse sólo y ayudamos a matarse al que no puede hacerlo. Parece todo bastante paradójico. En realidad, si aprobamos la eutanasia habría que cuestionarse el sentido de que el 112 atienda llamadas advirtiendo de que hay una persona subida a una azotea con la aparente intención de lanzarse al vacío. El 112 debería dejar al suicida en paz, en todo caso limitarse a despejar la zona de impacto o incluso ayudarle a lanzarse, pero para ser coherentes nunca impedírselo.

Llegados a este punto hay que preguntarse qué es lo que hace que una persona quiera dejar de vivir por considerar que su vida no es digna. En este sentido hay que pensar que podemos tener a dos personas en silla de ruedas, por ejemplo, una de las cuales quiere morir y otra seguir viviendo. ¿Cuál de las dos tiene razón? Desde luego nadie podría decir que la vida del que está en silla de ruedas es objetivamente indigna e insoportable si otra persona en la misma situación no quiere morir, por no mencionar que puede ser más feliz que una persona capaz de correr una maratón. Muchas personas que podrían correr una maratón están deprimidas y muchas personas en silla de ruedas no. El caso entonces es que la persona que quiere morir por estar en una silla de ruedas no es porque objetivamente su vida sea indigna e insufrible, sino porque subjetivamente esa persona lo considera así, pero podría pensar todo lo contrario, y que piense eso no tiene nada que ver con estar en silla de ruedas.

Bajar el precio de la vida mata

En el hecho de que una persona llegue a pensar que su vida no tiene sentido, que es una carga y que sería mejor su muerte que su vida, seguramente hay una parte de conclusión inducida. Cuando hablamos de facilitar la muerte a los que la desean pensamos en mayores, enfermos, personas solitarias, personas con un trauma… a todos estos hay que ayudarles a morir por compasión, porque somos personas progresistas y maravillosas. Ayudarles a vivir sería por lo visto propio de personas reaccionarias y malvadas. Pero volviendo al fondo de la cuestión, ¿por qué las personas que en una sociedad llegan a considerar que su vida no es digna son los débiles? ¿Es inocente de ese pensamiento la sociedad en la cual las personas débiles llegan a esa conclusión? ¿Hasta qué punto el tipo de sociedad que estamos creando está llevando a la gente con menos likes a pensar que su vida es indigna? ¿Y si lo que es una mierda es ese tipo de sociedad y no la vida de las personas que llegan a desear su muerte en esa mierda de sociedad?

En el caso de los niños que sufren, ¿cómo se decidirá su eliminación? Desde luego los padres no serán quienes decidan. Primero porque el padre podría decir una cosa y la madre otra. Segundo porque este gobierno ya ha dejado claro que los hijos no son de los padres, luego es el gobierno quien debe decidir las cuestiones fundamentales sobre los hijos.

Retomando el hilo inicial, la eutanasia no es un problema que consiste en un porcentaje o un perfil de personas que se soluciona eliminando sólo a esas personas, cosa que ya de por sí suena bastante espantosa. En cuanto aceptamos el concepto de la eliminación de los imperfectos abrimos una grieta que no puede sino crecer y crecer. A fin de cuenta el grupo “gente con problemas” incluye al 100% de la humanidad, muchos de ellos graves en algún punto crítico de su vida. El grupo “me quiero morir” dentro del grupo “gente con problemas”,  será un grupo creciente en la medida en que los miembros de una sociedad tengan menos tolerancia al sufrimiento y en la medida en que una sociedad que abraza la eutanasia lanza el mensaje de que la vida de los que sufren es indigna, no merece la pena y deben morir para no ser una carga.

La paradoja final es que la clientela que en mayor medida seguramente va a nutrir el grupo de demandantes de la eutanasia va a provenir de eso que algunas fuerzas política vienen denominando “los de abajo”: los enfermos, los débiles, los sufrientes, los fracasados, los pobres, los desamparados, los enfermos, los viejos, los inadaptados, los raros… La ironía es que las fuerzas que decían que venían a defender a los de abajo son las que está propugnando la ley para facilitar la eliminación de los de más abajo del todo. Salvo que entendamos que lo de acabar con la pobreza, con el sufrimiento y con el dolor era literalmente cierto, pero era esto.

Fuente: navarraconfidencial.com, 12/02/20.

Stop euthanasia. Word cloud illustration in shape of hand print showing protest.

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¿El Fin de Bitcoin?

diciembre 20, 2022

Dos artículos de destacados economistas anuncian el fin de bitcoin. Ambos han provocado un aluvión de reacciones. He aquí lo que tienen en común.

En su artículo de opinión del 17 de noviembre en el New York Times, el columnista y Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, afirma que “los últimos acontecimientos han puesto de manifiesto la necesidad de regular las criptomonedas, una industria que creció de la nada hasta alcanzar una capitalización de mercado de 3 billones de dólares hace un año, aunque la mayor parte de esa cifra ya se ha evaporado. Pero también parece probable que la industria no pueda sobrevivir a la regulación”.

En su blog del 30 de noviembre en el sitio web del Banco Central Europeo (BCE), Ulrich Bindseil, director general de infraestructuras de mercado y pagos, y Jürgen Schaaf, asesor del banco central, consideran la actual agitación en los mercados de criptomonedas “como un último suspiro inducido artificialmente antes del camino hacia la irrelevancia, y esto ya era previsible antes de que FTX quebrara y enviara el precio del bitcoin muy por debajo de los 16,000 dólares”.

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EL CRIPTO NO ES DINERO

Para Krugman, “después de 14 años, sin embargo, las criptodivisas no han hecho casi ninguna incursión en el papel tradicional del dinero. Son demasiado incómodas de usar para transacciones ordinarias. Sus valores son demasiado inestables”.

Esto lo confirman Bindseil y Schaaf: “El diseño conceptual y las deficiencias tecnológicas de Bitcoin lo hacen cuestionable como medio de pago: las transacciones reales con Bitcoin son engorrosas, lentas y caras. Bitcoin nunca se ha utilizado de forma significativa para transacciones legales en el mundo real”.

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BITCOIN HA SIDO APOYADO POR INTENSAS CAMPAÑAS Y GRUPOS DE PRESIÓN

Krugman recuerda que cuando el valor del bitcoin cotizaba a niveles récord que superaban los 60,000 dólares en octubre de 2021, la empresa Crypto.com, con sede en Singapur, emitió el famoso anuncio “La fortuna favorece a los valientes”, en el que aparecía Matt Damon y se sugería que invertir en cripto es un acto de valentía comparable al de los alpinistas o los astronautas. Cuando el mercado de las criptomonedas se desplomó, el anuncio fue objeto de burlas en todo el mundo, e incluso apareció en la última película de South Park. Esto no ha impedido que Crypto.com patrocine la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022.

La promoción no se ha limitado a estrellas del cine y el deporte, Bindseil y Schaaf subrayan que “los grandes inversionistas también financian a grupos de presión que defienden sus intereses ante legisladores y reguladores. Solo en Estados Unidos, el número de grupos de presión de criptomonedas casi se ha triplicado, pasando de 115 en 2018 a 320 en 2021. Sus nombres a veces se leen como un quién es quién de los reguladores estadounidenses “.

En junio de 2022, un grupo de expertos en tecnología pidió a los legisladores estadounidenses que bloquearan los esfuerzos para crear un “refugio seguro regulatorio” para la criptodivisa. “Las afirmaciones que hacen los defensores de blockchain no son ciertas”, dijo al Financial Times el profesor de Harvard Bruce Schneier, miembro del grupo detrás de la reciente advertencia contra el cripto. “No es seguro, no está descentralizado. Cualquier sistema en el que olvidas tu contraseña y pierdes los ahorros de toda tu vida no es un sistema seguro.”

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LA REGULACIÓN VA A LA ZAGA

Para Krugman, “el ecosistema de las criptomonedas ha evolucionado básicamente hacia exactamente lo que se suponía que iba a sustituir: un sistema de intermediarios financieros cuya capacidad para operar depende de su percepción de fiabilidad.” Sin embargo, la legislación sobre criptoactivos ha tardado a veces en ratificarse en los últimos años, y su aplicación suele rezagarse.

Bindseil y Schaafer añaden que “las distintas jurisdicciones no están procediendo al mismo ritmo y con la misma ambición. Mientras que la UE ha acordado un amplio paquete normativo con el Reglamento sobre Mercados de Criptoactivos (MICA), el Congreso y las autoridades federales de EE.UU. aún no han sido capaces de acordar normas coherentes.”

Krugman concluye que “si el gobierno finalmente interviene para regular las criptoempresas, lo que, entre otras cosas, les impediría prometer rendimientos imposibles de cumplir, es difícil ver qué ventaja tendrían estas empresas sobre los bancos ordinarios.” Bindseil y Schaafen coinciden en que “dado que Bitcoin no parece ser adecuado ni como sistema de pago ni como instrumento de inversión, no debería ser tratado como ninguno de los dos en términos regulatorios y, por tanto, no debería ser legitimado”.

Fuente: cashessentials.org, 18/12/22

bitcoin burbuja

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Los robots y el dinero en efectivo

diciembre 6, 2022

Ovejas Eléctricas, Loros Estocásticos y el Futuro del Efectivo

Por James Shepherd-Barron.

¿Utilizarán los robots el dinero en efectivo? A primera vista, esta pregunta parece demasiado tonta para justificar una respuesta. Por supuesto, no lo harán. En primer lugar, si los robots evolucionan hasta convertirse en consumidores, entonces ninguno trabajará y ninguno necesitará ninguna forma de dinero, y mucho menos efectivo. Y en segundo lugar, si necesitaran alguna forma de intercambiar valor, ésta vendría de forma totalmente digital.

Dicho esto, tal vez la pregunta planteada en un reciente post en el sitio web de la ATM Appreciation Society no sea tan idiota como parece a primera vista. Al fin y al cabo, yo mismo me había preguntado algo parecido unos meses antes. Sin embargo, había planteado el problema de forma algo diferente: Se trataba de una experiencia en un bar de Las Vegas y de tener que tomar una decisión ética sobre si dar o no una “propina” al robot camarero de acero que acababa de servirme una margarita perfecta en un vaso de cristal en 20 segundos sin derramar ni una gota.

En lo que respecta a los problemas existenciales, estas cuestiones deben estar a la altura de la pregunta original de Philip K. Dick sobre Blade Runner: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Pero la cuestión es la siguiente: el robot coctelero que pedía una propina era preciso. No era una idea tecno-utópica sacada de una película de ciencia ficción. Después de dispensar mi cóctel, la máquina deslizó el tarro de las propinas hacia mí (ver foto). A continuación, se mantuvo expectante antes de deslizarse para repetir el proceso con otro cliente situado más adelante en la barra. Aunque no es del todo del nivel del robot camarero de Passengers, un robot -o, en su lugar, su programador “loro estocástico” humano [1]- me había enfrentado de forma muy inteligente y divertida a un dilema totalmente futurista.

A su manera, todos estos problemas apuntaban a lo mismo: en un mundo que cambia rápidamente, en el que la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automatizado (machine learning) y la automatización se aceleran más allá de nuestra capacidad para controlar los resultados, ¿sigue siendo relevante la moneda física? Si los robots hacen todo el trabajo sin necesidad de que se les pague, incluyendo la producción y distribución del tequila, ¿qué uso tendrá para nosotros para el dinero, y mucho menos para el efectivo?

Estas preguntas existenciales se debatieron en la conferencia sobre El Futuro del Efectivo de CashEssentials, celebrada en Madrid en septiembre de 2022. Parte de la conferencia consistió en un Laboratorio de Educación sobre el Futuro. Facilitado por la Cátedra UNESCO de Educación para el Futuro, se nos pidió a mí y a mis compañeros delegados que consideráramos cómo la educación sobre el futuro podría mejorar nuestra percepción de futuros posibles, plausibles y deseables para el efectivo en un mundo cada vez más digital y automatizado.

Al pedirnos que imagináramos cómo se viviría la vida dentro de treinta años, los facilitadores nos pidieron que pensáramos más allá de nuestra realidad actual, que no nos atascáramos pensando en cómo dar propina a un mixólogo robot o en si los cajeros automáticos utilizarían el reconocimiento de voz para autenticar a un cliente androide. Pero sí en quiénes serían sus dueños y a quiénes les corresponderían los beneficios de su trabajo. Al menos desde mi punto de vista, el contexto siempre fue sobre si el dinero en efectivo seguiría siendo relevante en una sociedad tipo Blade Runner en la que los androides con una vida de cuatro años tenían más probabilidades de soñar con ovejas eléctricas.

Como siempre, como catastrofista internacional, la respuesta a la pregunta sobre el efectivo depende del lugar en el que se viva y de las opciones que se tengan para pagar las cosas. Si no tienes acceso fiable a la electricidad, pagar con efectivo no es un lujo sino una necesidad. Sólo hay que preguntar a cualquier persona en el este de Ucrania en estos momentos.

Pero la pregunta que me planteé sobre qué tan ético era dar propina a un robot es aún más fundamental que la existencia de la moneda física o los cajeros automáticos. Imaginar el futuro del efectivo no es sólo imaginar un montón sin dinero, sino imaginar un futuro en el que no sólo el dinero en efectivo es irrelevante, sino nosotros. Quizá la pregunta no sea tanto “¿necesitarán los robots el dinero en efectivo? sino “¿nos necesitarán los robots a nosotros?

Pero no debemos adelantarnos. Vale la pena recordar que el cajero automático no sólo fue la tecnología financiera original, sino que fue la primera máquina -el primer “robo-banco”, si se quiere [2]- que introdujo la automatización a un público desprevenido por primera vez en 1967. Ahora damos por sentado que los cajeros automáticos son una realidad. Siguen existiendo, y lo más probable es que sigan existiendo. Pero eso no significa que no debamos explorar alternativas. Y la ciencia-ficción es un buen punto de partida.

Como señaló Guillaume Lepecq, fundador de CashEssentials, en su preámbulo al laboratorio de Educación sobre el Futuro, “La ciencia ficción ofrece un ejemplo de por qué imaginar futuros diferentes es complejo y vital. La novela de 1887 de Edward Bellamy, Looking Backward, predijo la adopción de las tarjetas de crédito en el año 2000. En Star Wars, el crédito galáctico estándar está respaldado por un metal raro, algo similar al patrón oro. En la película distópica de 2011, In Time, la moneda fiduciaria ha sido sustituida por el Tiempo, ya que cada persona lleva un reloj en el antebrazo que mide el tiempo que le queda de vida.”

Against the clock: Will and Sylvia (Justin Timberlake and Amanda Seyfried) live in a world where time literally is money — and it’s running rapidly out for most.

A medida que la Inteligencia Artificial se vuelve cada vez menos artificial y más inteligente, los robots acabarán aprendiendo a ser sensibles. No sólo serán capaces de mantenerse y construir nuevas versiones de sí mismos -un proceso conocido como evolución-, sino que también aprenderán a amarse a sí mismos, como hizo Ava en la película Ex-Machina. Mientras tanto, tenemos que lidiar con la idea de que esto funciona en ambos sentidos: Los seres humanos podríamos acabar teniendo sentimientos -o al menos sentir empatía- por los robots. Cuando veía la película Silent Running en mi adolescencia, recordaba que sentía más emoción por los andantes droides Huey, Dewey y Louis que por sus poco fiables amos humanos. Al ver la trilogía original de Star Wars unos años más tarde, estoy seguro de que no fui el único en sentir cierto afecto hacia C3PO y R2-D2. En Her, Theodore se enamora de la sensual voz de Samantha, un programa, ni siquiera una pieza de hardware. Y luego, en el otro extremo de la escala, mi roce con el “robot barista” en Las Vegas me produjo una serie de emociones diferentes. ¿Estaba rondando con intención? ¿Me amenazaba, me asustaba para que pagara una propina? ¿Qué esperanza hay para el efectivo de ser así?

Para un robot, un billete no es más que un trozo de papel, el número impreso en él carece de significado, no tiene ningún valor. Para los humanos, no hay valor nutricional en comer billetes. Y los robots no necesitan comer nada porque su fuente de energía, el único consumible de importancia fundamental para ellos, llega a través de un enchufe en forma de electricidad. Los kilovatios hora son su moneda, igual que la sal era la moneda con la que se pagaban los impuestos a los británicos en la India hace un siglo.

Como en los primeros tiempos del dinero móvil, en los que los créditos de tiempo de emisión se convirtieron en una moneda comercializable, la energía se convirtió en la única moneda válida para un robot. Como reconocerá cualquiera que tenga un robot fregasuelos o un cortacésped, si los robots no se arrastran a casa para recargarse, dejan de funcionar. No están muertos, sólo inactivos. Sin electricidad, no pueden funcionar.

Esto deja un tema espinoso a considerar: No se trata tanto de quién es el dueño del robot, sino de quién es el dueño de la electricidad. Lo que, a su vez, plantea la pregunta: ¿Cómo se convierte la electricidad en moneda de curso legal cuando, al igual que la sal del mar, puede ser fabricada más o menos gratuitamente a partir de fuentes hidroeléctricas, eólicas y solares por cualquier individuo con un generador o un panel solar y cuando, al igual que el dinero emitido durante la expansión de la oferta monetaria post-crisis de 2008 (quantitative easing), su suministro es ilimitado?

Quizá sea Blade Runner la película que más tiene que decir sobre nuestro futuro y, por tanto, la que más tiene que decir sobre estos problemas y el futuro del dinero. La mayoría de los humanos, incluido Deckard (Harrison Ford), se niegan a identificarse con los androides, negando la cualidad de empatía que distingue a los humanos de los robots. Contraintuitivamente, el replicante Roy Batty (Rutger Hauer) surge como el eje emocional de Blade Runner. Mientras reflexiona sobre la naturaleza agridulce de la mortalidad en esos momentos finales empapados por la lluvia antes de desconectar su suministro eléctrico, podría haber estado hablando tanto del dinero en efectivo como del futuro de la raza humana cuando pronuncia esas palabras inmortales “Todos esos momentos se perderán en el tiempo. Como las lágrimas en la lluvia”.


[1] A ‘Stochastic Parrot’ is an operating model capable of little more than semi-random repetition of options baked into datasets selected by the prejudices of the operator

Un “loro estocástico” es un modelo operativo capaz de poco más que la repetición semi-aleatoria de las opciones en bases de datos seleccionadas por los prejuicios del operador.

[2] Cuando en 1967 se presentó el primer cajero automático del mundo, la prensa lo llamó “el robo-banco”.

Fuente: cashessentials.org, 30/11/22


Más información:

El Dinero en Efectivo es genial


Comentario de EconomiaPersonal.com.ar:
Es un enorme peligro eliminar el dinero en efectivo; ya que podríamos vernos inmersos en un mundo orwelliano donde los gobiernos controlen toda compra, transacción y movimiento económico de cada persona.


Conozca más sobre el tema, visite:

CashEssentials (CE) es un grupo de reflexión global e independiente, cuya misión es observar desarrollos en curso y llevar a cabo investigaciones y análisis sobre el efectivo y su futuro, al tiempo que proporciona una plataforma para la investigación y el debate equilibrados sobre el efectivo, los pagos y los sistemas monetarios, en beneficio, viabilidad y bienestar de todos.


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La salud argentina en crisis

noviembre 14, 2022

El deber ético de garantizar a la sociedad el cuidado de la salud

Se podría producir un decremento en la cantidad de médicos, porque la medicina comienza a no ser atractiva en términos económicos, de exigencia y calidad de vida para quienes egresan de la enseñanza media

Por Roberto Borrone.

Una serie de preguntas se repiten permanentemente en los diferentes ámbitos de la medicina argentina desde hace años: ¿hay déficit de médicos en el país?, ¿hay un exceso?, ¿todo se reduce a una mala distribución geográfica?, ¿la formación con la cual egresan de las facultades de medicina es la exigible para el ejercicio profesional?, ¿la residencia médica debería ser obligatoria y el único camino para acceder al título de especialista?, ¿hay un déficit de especialistas vinculados a la atención primaria de la salud ?, ¿debería ser obligatoria la recertificación periódica de la habilitación para seguir ejerciendo ?, ¿cómo debería ser el ingreso a las facultades de medicina públicas?, ¿cómo conjugar la cantidad de alumnos en las facultades de medicina con una adecuada calidad educativa?

Pongamos el foco en varios de estos interrogantes desde una perspectiva demográfica. La demografía (según definición de la Real Academia Española) es el “estudio estadístico de una colectividad humana, referido a un determinado momento o a su evolución”. Comencemos con algunos datos oficiales. La Argentina tiene una tasa de médicos en relación a la población de 3,8 por cada 1.000 habitantes. Esta tasa ubica a nuestro país –en el aspecto cuantitativo del tema–, en el nivel de los países más desarrollados: Suiza 4,3 / 1.000; Alemania 4,2; España 3,87; Francia 3,27 y EEUU 2,6.

Respecto de la región, la Argentina tiene la mayor tasa de médicos en relación a la población junto a Uruguay: Chile tiene 2,59 / 1.000; México 2,4; Brasil 2,3; Ecuador 2,04 ; Perú 1,67 y Paraguay 1,35. En la Argentina, considerando sus 183.475 médicos en actividad (al año 2020) el problema no parece ser, al menos por ahora, cuantitativo. Hay dos aspectos que resultan claramente alarmantes: la distribución geográfica de los médicos muestra importantes desequilibrios (cada año más concentrados en los grandes centros urbanos), la decisión de las últimas promociones de médicos jóvenes que optan, en un número creciente, no dedicarse a las especialidades englobadas dentro del concepto de atención primaria de la salud (APS).

Los datos oficiales nos indican que el 72 % de médicos de la Argentina está concentrado en 4 jurisdicciones: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Córdoba y Sta Fe. A mayor PBI jurisdiccional, mayor cantidad y densidad de profesionales. A ese desequilibrio geográfico se agrega otro dato preocupante desde la perspectiva de la salud pública: sólo el 27,6 % de los médicos de la Argentina ejerce alguna de las especialidades englobadas en la atención primaria de la salud (medicina general y/o medicina de familia; pediatría; clínica médica y toco-ginecología). Hay un indicador que refleja con contundencia una de las consecuencias de ese desequilibrio demográfico: a menor cantidad de médicos, principalmente de profesionales que se dedican a la atención primaria de la salud, se verifica una mayor tasa de mortalidad infantil. (Fuente: Silbermann P; Silbermann M. “¿ Cómo evolucionó la distribución de médicas y médicos especialistas en Argentina? Un análisis demográfico de la Profesión Médica al 2020″. Archivos de Medicina Familiar y General. Vol 19; N°3; 2022: 5-16.)

Entre 2014 y 2020 el porcentaje del total de médicos en la Argentina dedicados a la atención primaria de la salud muestra una disminución equivalente al 14,8 %. De los datos previamente analizados se desprenden dos conclusiones: una importante y constante “producción” de médicos no se traduce en una mejor distribución geográfica ni en un equilibrio racional entre los profesionales que se dedican a la atención primaria de la salud respecto al resto de las especialidades; por otra parte, el foco, como estrategia de Estado, debe estar puesto en generar las condiciones presupuestarias (un buen nivel de remuneraciones), aspectos estructurales (ámbitos de trabajo asistencial adecuados) y condiciones de calidad de vida para el núcleo familiar y de progreso profesional (posibilidad de perfeccionamiento continuo) que todo médico joven que se instale en el interior profundo de nuestro país merece. Es el Estado el que debe estimular la formación de los médicos recién egresados en las especialidades críticas mediante razonables incentivos económicos diferenciales tanto durante la residencia médica como luego en el ejercicio profesional.

Efectuando una proyección hacia el futuro, el problema que se puede agregar a este panorama es un decremento en la cantidad total de médicos debido a que la medicina comienza a no ser un objetivo atractivo (en términos económicos, de exigencia y de calidad de vida), para los jóvenes que egresan de la enseñanza media. El dato, por ahora sutil, es que la cantidad total de médicos en la Argentina creció entre 2014 y 2020 en un 9,25 % en tanto que la población en igual período lo hizo al 11,4 %. Una señal de alerta: la disminución de profesionales en especialidades clínicas críticas ya es claramente previsible en función de las vacantes de residencias médicas que están quedando sin cubrir en esas especialidades: clínica médica, medicina general y/o medicina de familia, pediatría, neonatología, terapia intensiva.

En un artículo publicado en estas páginas por quien suscribe, se propuso modificar el Plan de estudio de las carreras de medicina en nuestro país. El objetivo declarado (pero imperfectamente logrado) en los reglamentos de las facultades de medicina es generar el egreso de médicos generalistas. Para mejorar la formación de grado se propone incorporar en los últimos tres años de la carrera una modalidad de enseñanza y entrenamiento equivalente al de una residencia, en este caso, de médico generalista. Como un porcentaje importante de médicos que egresan de las facultades de Medicina está decidiendo, por múltiples motivos, no efectuar una residencia médica de posgrado, con esta propuesta lograríamos generar en nuestras facultades de Medicina médicos generalistas bien formados para cubrir las necesidades que reflejan los datos previamente detallados respecto a la atención primaria de la salud.

Las residencias médicas acreditadas articuladas con las carreras universitarias de médicos especialistas deberían ser el único camino para obtener el título habilitante para ejercer las diferentes especialidades médicas. La excepción sería el médico generalista que egresaría de las facultades de Medicina en caso de implementarse la modalidad propuesta de residencia de médico generalista durante los tres últimos años de los estudios de grado (u otra propuesta superadora). El título habilitante al egresar de la facultad sería sólo para ejercer como médico generalista.

Las universidades conjuntamente con las sociedades médicas científicas de las diferentes especialidades médicas –bajo la gobernanza del Ministerio de Salud de la Nación– son las instituciones idóneas para realizar las acreditaciones de las residencias médicas. Es inaceptable que existan residencias médicas sin acreditar (es decir, sin una auditoría de calidad).

Más allá de la discusión sobre el ingreso a las facultades de Medicina, sólo es admisible no poner el foco en el número de estudiantes si se aseguran los recursos docentes, presupuestarios y de estructura necesarios para garantizar la calidad de nuestros egresados. De lo contrario sólo seguiremos violando nuestro deber ético de ser garantes ante la sociedad respecto al nivel exigible en el cuidado de la salud.

-Roberto Borrone es Profesor adjunto de la cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA); doctor en Medicina (UBA).

Fuente: lanacion.com.ar, 14/11/22


Más información:

La importancia de la Consulta médica


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En defensa del dinero en efectivo

noviembre 14, 2022

Comentario de EconomiaPersonal.com.ar:

Es un enorme peligro eliminar el dinero en efectivo; ya que podríamos vernos inmersos en un mundo orwelliano donde los gobiernos controlen toda compra, transacción y movimiento económico de cada persona.


Conozca más sobre el tema, visite:

CashEssentials (CE) es un grupo de reflexión global e independiente, cuya misión es observar desarrollos en curso y llevar a cabo investigaciones y análisis sobre el efectivo y su futuro, al tiempo que proporciona una plataforma para la investigación y el debate equilibrados sobre el efectivo, los pagos y los sistemas monetarios, en beneficio, viabilidad y bienestar de todos.


El uso de efectivo

Por Ana Moreno Hueyo.

Para Dominic Frisby, el fin del efectivo sería desastroso para todos. En un mundo sin efectivo cada pago que se realizara sería rastreable. ¿Es bueno que los gobiernos (que no siempre son benevolentes), los bancos y los procesadores de pagos tengan acceso potencial a esa información? Esto le daría aún más poder al sector financiero, dado que los bancos y las compañías financieras relacionadas supervisarían todas las transacciones.

Como sucede con la mayoría de las cosas que el Gobierno no quiere que haga se está demonizando el efectivo. El efectivo es en gran medida anónimo y el mero hecho de que los criminales lo usen no significa que todo el efectivo sea dudoso. Cumpliendo con las obligaciones impositivas (dinero en blanco), es legal; el efectivo da independencia a sus usuarios. les permite comprar y vender y atesorar su dinero, sin depender de nadie más. Si lo desean pueden quedarse fuera del sistema financiero. Todo lo que se necesita para atesorar cualquier cantidad de efectivo es un lugar seguro donde guardarlo, mientras que el efectivo electrónico o los pagos con tarjetas de crédito necesitan de los servicios de grandes organizaciones, que ganan fortunas a costa de sus clientes.

Está claro que el efectivo es algo más que un modo de lavar dinero. Es un sistema igualitario en el que cualquiera puede participar y creo que, sin duda, vale la pena luchar por este derecho.

Ana Moreno Hueyo. DNI 3.274.978.
Cartas de los Lectores. Na Nación, 23/04/07.

Fuente: La Nación, 23/04/17.


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Dominic Frisby: «Acabar con el dinero en efectivo le dará demasiado poder a los bancos»

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Todos parecen querer acabar con el dinero en efectivo.

No pasa día en que no aparezca un nuevo ejemplo de avance tecnológico que nos permita deshacernos del cash.

El uso de transferencias electrónicas en vez de billetes y monedas es visto como un símbolo de modernidad, un rechazo a formas de intercambio que existen desde épocas medievales.

Pero desde la otra orilla, surgen voces que alertan sobre los riesgos de abandonar uno de los inventos más útiles y longevos de la humanidad: el efectivo.

Precisamente el hecho que subsista hasta nuestros días un invento de la época antigua es la prueba de su versatilidad y conveniencia.

El escritor financiero británico Dominic Frisby es una de esas voces en favor del efectivo.

Columnista y autor de exitosos libros y documentales sobre el sistema financiero mundial, le advierte a BBC Mundo que acabar con el efectivo para darle paso a mecanismos de intermediación electrónica le dará demasiado poder a los bancos, es una amenaza a la intimidad de la gente y excluirá todavía más a los pobres de la actividad económica.

Los riesgos

Frisby es vehemente en denunciar lo que él ve como peligros de esta tendencia, en particular, colocar aún más poder en el sector financiero para procesar todas las transacciones que ya no se harían por medio de monedas y billetes.

«El sector financiero es excluyente, mientras que con el dinero en efectivo, cualquier persona puede participar en ello. El sector financiero tiene reglas, que pueden excluir a ciertas personas».

Frisby ve un paralelo en el desarrollo de la telefonía fija frente al de la telefonía celular.

«En 2008 había 1.300 millones de líneas de telefonía fija en todo el mundo, para una población total de 7.000 millones. A todo el mundo le gusta comunicarse. Por lo que uno pensaría que debería haber más de una línea telefónica por cada seis personas. Pero en cambio llegaron los teléfonos móviles y ahora hay 6.000 millones de líneas de teléfono celular».

¿Por qué triunfó el teléfono móvil sobre las líneas fijas?, se pregunta Frisby.

«Una de las razones es por la tecnología. Pero otra razón es que para obtener una línea de teléfono fijo se requería una cuenta bancaria y acceso al crédito. Y más de la mitad de la población mundial no tiene acceso a bancos. Por lo que la exclusión financiera impidió a muchos de ellos obtener una línea teléfonica», asegura.

Dominic FrisbyDominic Frisby advierte que hay muchos riesgos en la desaparición del efectivo.
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«En el caso del teléfono móvil, se puede comprar el aparato y los minutos con efectivo, no se necesita tener cuenta bancaria, y no excluye a la gente de la misma manera. La consecuencia es que ahora hay 6.000 millones de personas con teléfono móvil».

«Una forma de intercambio es incluyente, la otra excluyente. Y un riesgo de la sociedad sin efectivo es la exclusión de los muy pobres.

«Si eres un refugiado que acabas de llegar a Europa, ¿como vas a conseguir una cuenta bancaria? Y si no tienes cuenta bancaria, ¿qué vas a hacer?»

Tampoco funcionan muy bien en casos de emergencias naturales. «Si no funcionan las transferencias electrónicas luego de una inundación u otro desastre, ¿como compras comida?».

Contra la intimidad

Frisby también ve un riesgo al derecho a las personas a su privacidad.

«En mi opinión, las finanzas ocupan un lugar demasiado grande en nuestras economías. ¿Queremos que ahora controlen como intermediarios todos y cada uno de los pagos que hagamos? Creo que es un error», advierte.

«Más aún, la manera en que gastas tu dinero dice más sobre ti que cualquier otra cosa. Ahora, estas organizaciones, y probablemente también los gobiernos, tendrían acceso a toda la información acerca de cómo gastas tu dinero».

Aviso de Los avances tecnológicos en el uso de formas alternativas de dinero pueden afectar la privacidad.
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Frisby cree, no obstante, que actualmente hay otros avances tecnológicos que pueden mitigar estos riesgos.

«Ahora tenemos efectivo digital, como bitcoin y otras 300 a 400 modalidades de dinero digital, sin intermediarios».

Pero los que piensan distinto sostienen que esa falta de intermediarios y de regulación podría prestarse en algunos casos para actividades criminales.

La misma razón por la que algunos estados quieren eliminar billetes en efectivo de alta denominación que se usan también para lavado de dinero y otras irregularidades.

A lo que Frisby responde que es cierto que en algunos casos el efectivo se emplea para actos ilegales, «al impedir que se use el efectivo, desde el punto de vista filosófico, se está quitando una libertad, una opción».

Inevitable

Frisby reconoce que, en buena parte, el movimiento hacia el dinero electrónico es inevitable por el avance tecnológico.

Billete

«Hace mucho usabamos conchas y dientes de ballena como medio de intercambio. Las monedas acuñadas eran más efectivas, después el papel moneda y eventualmente banca electrónica. Es la manera en que el mundo evoluciona», dice el comentarista.

«En algunos países veremos, en nuestras vidas, la desaparición total del efectivo».

«Yo mismo, uso cada vez menos el efectivo. Pero eso no quiere decir que debamos erradicar del todo la opción», sentencia Frisby.

Fuente: bbc.com/mundo, 30/303/16.


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La importancia de la Consulta médica

octubre 31, 2022

La consulta médica se ha convertido en la cenicienta de la medicina

Es la prestación de salud más desvalorizada, tanto desde lo cultural como desde lo económico; sin embargo, resulta crucial para un servicio de calidad

Ir a notas de Roberto Borrone

Por Roberto Borrone.

“Persona o cosa injustamente postergada, despreciada”, es la definición del diccionario de la Real Academia Española respecto del término “cenicienta”. La consulta médica, verdadera cenicienta de la medicina, es la prestación de salud más desvalorizada tanto desde lo cultural como desde lo económico. Sin embargo, es imposible pensar en una medicina de calidad sin una consulta médica de calidad. La consulta médica es el escenario de la toma de decisiones y la instancia de mayor requerimiento intelectual para un correcto ejercicio de la medicina. Es, además, la oportunidad que tienen médico y paciente de forjar una relación, como lo expresara el maestro doctor Francisco Maglio, sustentada en el encuentro entre la confianza del paciente y la conciencia del médico. Escuchar al paciente, efectuar preguntas adecuadas (anamnesis), ejecutar un examen físico exhaustivo (semiología), inferir un diagnóstico de certeza o uno o más diagnósticos presuntivos, solicitar los estudios complementarios estrictamente necesarios para definir el diagnóstico, informar al paciente con un vocabulario comprensible, prescribir medicación si el cuadro clínico lo amerita y asentar todas estas acciones en una historia clínica minuciosa: estos son los componentes básicos de ese acto médico tan trascendente.

Es el momento del procesamiento intelectual de la información obtenida en la consulta y los eventuales estudios complementarios. Es la instancia en la que el criterio médico adquiere su máxima expresión. Sin embargo, otras prestaciones que requieren cierta aparatología médica son jerarquizadas cultural (y económicamente) claramente por encima de la consulta.

El tema que nos ocupa no es nuevo pero su agudización actual es alarmante. Karl Jaspers, médico psiquiatra y filósofo alemán, citado por el doctor José M. Ceriani Cernadas, expresó: “En la medicina moderna, todo parecería estar en el mejor de los órdenes, día a día se logran grandes resultados en muchos pacientes, pero lo asombroso es que, en los enfermos y en los médicos aumenta la insatisfacción”. Esto tiene una vigencia absoluta si observamos “el desencanto de la gente con una medicina que le ofrece una tecnología deslumbrante, pero que, al mismo tiempo se deshumaniza en proporción creciente”. (Ceriani Cernadas, J. M. “Los cambios en el ejercicio de la medicina” en ¿Por qué ser médico hoy? Libros del Zorzal, Buenos Aires 2009).

Con gran poder de síntesis, el doctor Carlos Gherardi, refiriéndose al escenario actual de la consulta médica, expresó: “En el mejor de los casos, la neutralidad afectiva cercana a la despersonalización y el automatismo suele ser lo habitual”.

Una consulta médica de calidad requiere por parte del médico cuatro condiciones básicas: conocimiento, “criterio médico”, empatía con el paciente y disponibilidad de tiempo. Ese tiempo sufre las consecuencias de la doble desvalorización previamente mencionada (cultural y económica). El reclamo más frecuente por parte de los pacientes es, precisamente, el escaso tiempo que le han dedicado, la escasa atención prestada a sus preocupaciones, el mínimo o nulo examen físico, la falta de contención y la limitada información que les han ofrecido. Definitivamente y, en general (siempre hay excepciones), es la era de los médicos sin tiempo para sus pacientes. Los consultorios se asimilan, cada vez más, a una cadena industrial de producción en serie. (Ver: https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=85881&uid=520577&fuente=inews)

En este punto del planteo, la pregunta que nos debemos formular es: ¿por qué el trabajo intelectual del médico ocupa un lugar tan postergado entre las prestaciones médicas? ¿Es un tema estrictamente económico, impuesto por los financiadores de la salud? ¿Es un tema cultural sustentado en el culto a la tecnología por encima de la tarea intelectual? La explicación economicista no se advierte muy sólida. De consultas extremadamente breves surge, en general, la solicitud de múltiples estudios complementarios (aumento de costos), muchos de los cuales se podrían evitar con una consulta de calidad. Otra consecuencia son las consultas reiteradas para una segunda o tercera opinión ante las dudas que le genera al paciente el advertir que no ha sido satisfactoriamente atendido. La desvalorización de la consulta médica generó el concepto de “medicina supermercadista”, consistente en agregar cada vez más consultas en la agenda médica como un intento de compensar con “cantidad” el menor honorario de cada consulta. El tema es que, a diferencia de lo que ocurre en el supermercado, aquí la cantidad invariablemente atenta contra la calidad. Una consulta médica deficiente puede comprometer el destino de un paciente haciéndole perder la chance de un oportuno tratamiento o sumergirlo en un peregrinar de consultas contradictorias y prestaciones médicas no adecuadas a su caso.

El recordado maestro doctor Alberto Agrest describió magistralmente esta problemática: “Las armas de los médicos frente a sus pacientes han sido, desde siempre, su tiempo y los recursos. Sus proporciones, sin embargo, han cambiado radicalmente. Hasta hace pocas décadas su tiempo era casi todo y los recursos eran escasos. El crecimiento logarítmico de los recursos técnicos y farmacológicos ha alterado la relación y el médico se ha hecho austero hasta la avaricia con el tiempo que siente propio y que se cotiza a precio vil, y se ha hecho pródigo hasta el despilfarro con el uso de recursos que considera ajenos e infinitos”.

La siguiente pregunta a formular es: ¿por qué los médicos no han logrado revertir esta situación? Su calidad de vida, su satisfacción profesional y su propia salud psicofísica requieren otro escenario. Los doctores Hurtado Hoyo, Galmés y colaboradores describieron en un artículo sobre “remuneraciones profesionales médicas” las consecuencias de la desvalorización del trabajo médico expresando que “el mantener una remuneración médica no adecuada repercute como un gran riesgo para la salud pública de la población, pues lleva irremediablemente a la ruptura de la relación médico-paciente y de la relación médico-institución; el médico no dispone del tiempo necesario para descansar ni para capacitarse; aumenta el error médico; induce al ejercicio de una medicina defensiva e innecesaria y a la insatisfacción profesional. Estos hechos influyen sin duda en el comportamiento ético dando origen a la deshumanización del ejercicio de la medicina. El peligro de las malas remuneraciones son las salidas erróneas o desvíos como respuesta defensiva de sobrevivencia equivocada” (Hurtado Hoyo, E.; Galmés, M. y col. Revista de la Asociación Médica Argentina, 2009; 122 -2-: 6-15).

Advierto un serio riesgo: que las nuevas generaciones de médicos consideren definitivamente la consulta médica como algo marginal, reemplazable con una lista de estudios diagnósticos. Son tiempos en los que insistentemente se habla de reformular el sistema de salud en la Argentina. Al respecto haría una observación básica: no hay sistema de salud bueno si no es bueno para los pacientes y para los médicos (extensivo a todo el equipo de salud). Urge jerarquizar la consulta médica. Ella es el acto médico fundamental y reconocer la importancia que tiene es esencial para lograr un sistema de salud racional.

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Roberto Borrone es Profesor adjunto de la Cátedra de Oftalmología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), doctor en Medicina (UBA).

Fuente: lanacion.com.ar, 20/10/22.

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Enfermedades hereditarias y Seguros de Vida

octubre 30, 2022

Enfermedades hereditarias y Seguros de Vida
Por Martín Caicoya.

La estadística, como disciplina matemática, es relativamente reciente. Se desarrolló en el siglo XVII respondiendo a preguntas sobre probabilidades en juegos de azar y pronto se aplicó a los Seguros: en cuánto asegurar un cargamento marítimo. Para asegurar la vida, las compañías se dieron cuenta de que lo más importante era la edad del contratante. Así nacen los métodos actuariales de cálculo de expectativas de vida. Pero pronto los seguros aprendieron a afinar el riesgo mediante la inclusión en el cálculo de otros factores. Porque a lo largo del siglo XX se ha ido acumulando conocimiento cada vez más preciso sobre los efectos de ciertas exposiciones: tabaco, alcohol, peso, tensión arterial, colesterol, glucemia… entre otras.

life insurance

La filosofía de un seguro es bien simple: hay un riesgo, una probabilidad de que algo ocurra, pero nadie sabe a quién le va a tocar ni cuándo. Un grupo de personas que sufren el riesgo deciden pagar por adelantado una cierta cantidad, de manera que si en uno de ellos se verifica esa probabilidad se compensan las pérdidas sufridas con el dinero de todos. A la hora de pagar la cuota, uno desea conjurarse con personas con un riesgo semejante. Por ejemplo, si se contrata un seguro por el que se recibe una cantidad por muerte prematura o invalidez, y en el grupo el 30% es fumador, el riesgo medio de grupo será más alto que si nadie fumara. La consecuencia es que habrá más víctimas, por tanto todos tienen que pagar más para afrontar esas situaciones: el 70% no fumador tiene que pagar en parte el exceso de riesgo de los fumadores. En seguros de vida, que no de salud, lo lógico es que sean sólo estos últimos los que paguen más. Y así se hace con el acuerdo de todos. Cuánto hacen pagar de más al fumador, al obeso o al hipertenso, dependerá de los cálculos que haga la compañía de seguros. El contratante rellena un cuestionario en el que declara sus riesgos y puede tener que someterse a un examen médico. Basado en ello la compañía le propone una póliza de vida que en principio no puede modificar porque se descubra otro riesgo que no se conocía.

La cuestión que se debate es si además de esos marcadores de salud como la edad, tabaco, colesterol, se deberían incluir los riesgos con los que uno nace: los genéticos. En muchos países está prohibido. Interesa preguntarse por qué. Porque el acceso a la información genética es cada vez más fácil y barata. De manera aparentemente contradictoria, ahora es correcto ajustar el riesgo por la historia familiar: si una mujer tiene la mala suerte de que su madre y su hermana hayan sufrido un cáncer de mama, la compañía puede poner una cuota más alta. Pero no le puede exigir que se haga un test para saber si alberga esas temibles mutaciones que se denominan BRCA iniciales de breast cancer. No quiere decir que vaya a sufrir el cáncer, pero casi la mitad lo tendrá frente a un 10% de la población general. Más determinante es la presencia del gen que produce la Corea de Huntington o el Insomnio Familiar Fatal, por mencionar sólo dos. Se heredan y aunque no todos los hijos tienen ese gen, el que lo tiene no se libra de la enfermedad: ¿debería pagar más por ese infortunio? Es una pregunta sobre la que debaten especialistas en ética y seguros.

Hay 14.000 tests genéticos y más de 4.000 enfermedades o trastornos en el registro de EE UU denominado National Institute of Health´s Genetic Testing Registry. La mayoría son asociaciones complejas, basadas en la coincidencia de muchos genes, más bien, formas de presentarse esos genes. Uno puede entretenerse en ver qué test puede hacerse para calcular sus riesgos en la página https://www.ncbi.nlm.nih.gov/gtr/

Imaginemos que se ha hecho sus test para algunas enfermedades que se predicen relativamente bien, son pocas, y que desgraciadamente sus genes son favorables al acontecimiento. Además de pasar un mal rato, decide callarse e ir a contratar un seguro para dejar lo mejor posible a sus deudos. Como no le pueden preguntar si tiene ese conocimiento, no está engañando pero se plantea un dilema moral.

La mayoría de las enfermedades con una dependencia genética tienen mucha más dependencia del medio. Pocos genes, como el de la Corea de Huntington, determinan inevitablemente la enfermedad e incluso en esos casos se puede retrasar su ejecución en un medio favorable. Supongamos que se identifica el gen o conjunto de ellos que confieren resistencia al cáncer de pulmón en fumadores. Pero no impide que sufra un infarto de miocardio o una bronquitis crónica o incluso otro cáncer. Más vale no fumar. Y si tuviera los genes que facilitan el cáncer por el tabaco, pues también es mejor no fumar.

Hay mucho y lógico interés en el examen genético para calcular riesgos, pero yo creo que excepto en raros casos, el conocimiento es todavía incompleto y puede no ser beneficioso.

Fuente: La Nueva España, 01/05/14.


Más información:

El-seguro-de-vida-y-la-discriminacion-genetica

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De Hobby a Negocio

octubre 26, 2022

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Siete recomendaciones para convertir un ‘hobby’ en un negocio

Si tienes un ‘hobby’ o pasatiempo y quieres convertirlo en un negocio sencillamente por pasión, debes ser prudente y seguir ciertas recomendaciones.

hobbies y negocios

Convertir un pasatiempo en una fuente de ingresos puede ser un absoluto éxito, pues es aquí cuando el emprendedor agrega una valiosa herramienta a su producto o servicio: la pasión. Sin embargo, como en todo negocio, hay que tomar ciertas medidas para evitar que resulte en fracaso.

dineroGeneralmente, el elogio de amigos y familiares convence a las personas que esa transformación puede ser positiva. Esto ya significa que existe aceptación del producto al menos en una parte del público, y es un primer indicador que se debe tomar en cuenta.

Aun así, ese importante paso acompañado por el apasionamiento puede ser un gran riesgo, por lo que conviene informarse más y planificar ciertas estrategias.

A continuación, siete recomendaciones para convertir un ‘hobby’ en un negocio:

Busca indicadores de aceptación del producto

Haz preguntas  y consultas entre tus familiares y amigos, pero pidiéndoles que sean críticos sobre los aspectos principales que requieres considerar. Lo ideal es que estas consultas se puedan extender a otras personas, elige un sector de tu ciudad donde creas que existe un público objetivo y presenta tu producto o servicio a las personas para que te manifiesten lo bueno y lo malo que puedan encontrar. Estos son métodos que funcionan para hacer correctivos y mejorar nuestra oferta en búsqueda de un impacto positivo dentro del público objetivo.

Debes convencerte del paso que vas a dar

¿Estás preparado para dejar atrás tu empleo y dedicarte a tu propio negocio? Por más pasión que genere tu pasatiempo, debes tomar en cuenta que es una actividad que realizas ocasionalmente y que una vez lo conviertas en negocio, necesitarás ponerlo a producir (ya sea producto o servicio) de manera constante, tiempo completo. ¿Es realmente lo que deseas hacer?

Planifica todo, absolutamente todo

Comienza por planificar las finanzas, es decir, ¿Qué cifras debes manejar del producto o servicio para lograr la rentabilidad mínima que requieres? Analiza todos los costos que tendrás como el capital de inversión, equipamiento, estructura necesaria, etc. Una forma menos arriesgada de iniciar un negocio que puedes considerar (si aplica) es laborando desde casa. El reto será poner tu oferta en el mercado para que la conozcan y se interesen en ella.

Realiza una proyección del crecimiento de ventas de tu negocio, basándote siempre en sus estudios iniciales. Aquí es importante hacer preguntas como: ¿Cuántas veces al mes compraría tu producto una persona? (en caso de alimentos o algunos servicios), este es un factor que puede ayudarte a determinar la frecuencia de consumo y te dará pautas para saber cuánto invertir, entre otros datos.

Analiza el mercado

¿Dónde se encuentra tu público? ¿Conviene trabajar con un nicho en concreto o con cualquier segmento? ¿Tienes competencia local? ¿Cuáles son sus puntos fuertes? ¿De qué calidad son sus productos? ¿Atienden de forma personalizada? En fin, son múltiples datos que debes analizar antes de invertir.

¿Puedes gestionar a las personas y al negocio?

Una cosa es algo que te permite trabajar con tu propia afición y otra muy diferente es darle manejo a un negocio, con personal a cargo. Esto requiere un importante compromiso administrativo así como un adecuado manejo de empleados. Y para esto, debes prepararte, pues de tu liderazgo dependerá mucho el éxito de tu negocio. En caso que no estés en disposición de gestionar todo, puedes compartir dichas funciones con un socio que cuente con las habilidades necesarias y pueda complementarse contigo.

Vendes o vendes

Cuando tienes un pasatiempo y las personas que te rodean se identifican y disfrutan con lo que haces, es más fácil llegar a ellas para que compren tus productos o servicios. Ahora bien, cuando esto se convierte en un negocio el gran reto es vender tu producto. Para ello debes contar con una completa planificación de ventas integrada a una puntual campaña de marketing que incluya inversión en redes sociales y medios de comunicación.

Escucha la experiencia

Si tienes la oportunidad, escucha la opinión de empresarios que conozcas y que han tenido éxito en sus negocios. Otros criterios son necesarios siempre para tomar mejores decisiones. Una herramienta muy práctica que puede contribuir mucho en la organización de toda esta información es el modelo CANVAS, un moderno método para la creación y análisis de planes de negocio.

Fuente: Ediciones EP.


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El Dinero en Efectivo es genial

octubre 25, 2022

Seis razones para utilizar dinero en efectivo

El efectivo es genial, y es una de las 6 razones que ofrece Neil Swidley del Boston Globe para alentar a los consumidores a usarlo más.

Por Viktoria Dijakovic.

“Todos deberíamos aprovechar este momento para recordarnos a nosotros mismos la enorme cuota de control que hemos cedido a las grandes entidades financieras, por no mencionar a los infames hackers, a cambio de pequeñas comodidades en nuestro camino hacia la esclavitud de las tarjetas de crédito”. 
Neil Swidley

dólares

El periodista del Boston Globe Neil Swidley aborda el tema de la aparición de las Tarjetas de Crédito, el endeudamiento estadounidense y las ventajas de utilizar el efectivo en un artículo ameno y esclarecedor que todo el mundo debería leer. “Guarda esa tarjeta de crédito. Hay que usar más el efectivo” no es una consigna retrógrada para volver a la vida rural. Al contrario, se trata de un análisis detallado de la situación financiera de la mayoría de los hogares estadounidenses y de las causas de su preocupante endeudamiento.

Swidey cita también el esfuerzo del pequeño comercio por mantenerse a flote al competir con gigantes de la talla de Amazon o Walmart y pone de manifiesto la diferencia que puede suponer el pago en efectivo en sus ya exiguos márgenes. Además, con la reciente oleada de legalización de la marihuana en muchos estados de EE. UU., ha surgido un nuevo problema: la imposibilidad para estos emprendedores de disponer de una cuenta bancaria profesional y aceptar pagos con tarjeta de crédito. Este problema real es un recordatorio más del poder que han alcanzado las entidades financieras, que llega hasta el punto de poder rechazar clientes por cualquier motivo que determinen, ya sea moral o de otra índole.

A pesar de que Swidey admite ser un usuario habitual de tarjetas de pago y, por ende, no ser un acérrimo defensor del uso exclusivo del efectivo, el periodista explica por qué es importante mantener tanto el papel moneda como el plástico como opciones de pago viables y complementarias.

Esta es su lista de seis puntos:

1.       El pago en efectivo ayuda al pequeño comercio. Como hemos mencionado anteriormente, los pequeños comercios tienen dificultades para asumir la comisión del 3 o 4 % impuesta en cada transacción realizada con tarjeta de crédito. Un ejemplo que habla por sí solo es el de la Common Ground Food Co-operative en la región central de Illinois, que ha pedido a sus clientes que paguen en efectivo. La cooperativa gastó “más de 133 000 dólares en comisiones de tarjetas de crédito y débito en 2017, dado que el 86 % de las compras se abonaron con este medio de pago”.

2.       Los pagos en efectivo pueden conllevar una rebaja de los precios, ya que algunos comercios ofrecen un descuento por los pagos en efectivo a fin de evitar las comisiones de las tarjetas.

3.       El efectivo te da control. Control para elegir, por ejemplo, dejar una propina en efectivo para que vaya íntegramente al camarero sin tener que ceder un porcentaje a Visa o MasterCard.

4.       El efectivo protege tu privacidad. No serás objetivo de campañas de marketing y no deberás temer posibles brechas de seguridad de las tarjetas.

5.       El efectivo te da tranquilidad. Con dinero en metálico, puedes estar seguro de estar perfectamente preparado en caso de desastre natural, apagón o ciberataque a la central eléctrica más cercana.

6.       El efectivo es genial. Con el efectivo puedes controlar tus gastos y evitar el endeudamiento. Solo hay que mirar a los alemanes, que utilizan efectivo en el 80 % de los pagos y su nivel de endeudamiento es 2,5 veces más bajo que el de sus homólogos estadounidenses.

Un séptimo punto podría ser que el efectivo te ayuda a administrar tu presupuesto y a gastar menos. Puede que lo hayamos experimentado alguna vez en nuestra vida personal, pero también hay estudios que corroboran esta tesis. Por ejemplo, el economista del MIT Drazen Prelec determinó que “la gente está dispuesta a gastar hasta un 100 % más en un producto (en este caso, entradas para la final de los Celtics) si lo van a pagar con tarjeta en lugar de en efectivo”. El profesor añade que “muy probablemente, el endeudamiento sería menor si no existieran las tarjetas de crédito”.

Fuente: cashessentials.org

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