Oro vs Bitcoin

agosto 23, 2017

¿Invertir en oro o en Bitcoin como valor refugio? Comparamos estos «activos»

oro vs bitcoin

Tras unos años de mercados bursátiles alcistas, comienzan los miedos ante una corrección de la bolsa que no se sabe hasta dónde podría llegar. Cuando esperamos correcciones, algunos inversores deciden recoger ganancias (vender sus acciones) mientras que otros, deciden dar cobertura a una inversión con otra inversión. Algunos emplean opciones o futuros mientras que otros van directos al considerado mejor valor refugio de todos los tiempos: el oro.

Pero en estos momentos, al oro parece haberle salido una competencia como valor refugio: el Bitcoin y las criptomonedas.

Como ya he expuesto en varios vídeos en el canal de YouTube, en mi opinión personal, el Bitcoin es en la actualidad únicamente un producto de especulación, y se está generando una burbuja alrededor de las criptomonedas, pues la mayoría de las personas que invierten en Bitcoin, únicamente lo hacen porque es algo que está subiendo de precio, aunque su valor intrínseco sea cero (en mi opinión).

Pero hoy no voy a dar mi opinión personal y vamos a tratar de analizar al Bitcoin como si fuera un activo real y un valor refugio, comparándolo con el oro. Y a pesar de que personalmente advierto de los peligros que tiene el invertir en criptodivisas, vamos a  tratar de analizarlo desde un punto de vista imparcial y objetivo.

(Ver: Llegado el momento, así voy a ganar dinero con el Bitcoin)

Pero que conste que para mí, el Bitcoin es únicamente especulación de aire, pero como ya digo, vamos a analizarlo como si fuera un activo serio y confiable.

¿Qué se le debe pedir a un activo para que sea un buen valor refugio que proteja y que incluso haga crecer nuestro dinero para superar la inflación?

Las condiciones que como inversores debemos buscar en un activo refugio deben ser: baja volatilidad, liquidez, seguridad, legalidad, respaldo y valor.

El oro

Llegados a este punto, el oro ha sido históricamente un activo refugio seguro. Es valioso como material, y tiene usos dentro de la joyería y electrónica. Además, cuenta con otro factor que lo hace más valioso: la escasez.

El oro no puede ser fabricado, ni se puede hacer como hacen los bancos con el dinero, que es imprimir más oro. El oro debe ser extraído del suelo.

Antiguamente era el respaldo del dinero fiat, hasta que en 1971 se desligó del dólar. El oro ha sido un activo muy rentable para invertir durante las crisis financieras, durante las caídas de los mercados bursátiles, en tiempos de incertidumbre económica, etc…

El dinero llamado fiduciario, o dinero fiat es el que se basa en la fe o confianza de la comunidad, es decir, que no se respalda por metales preciosos ni nada que no sea una promesa de pago por parte de la entidad emisora. Es importante tener en cuenta que entendemos la confianza de la comunidad como el conjunto de la riqueza aparente que presenta la comunidad emisora de la moneda. Es el modelo monetario que predomina actualmente en el mundo, y es el del dólar estadounidense, el euro y todas las otras monedas de reserva. Fuente: Wikipedia.

Por lo tanto, cuanto más se devalúa un mercado bursátil, más inversores venden sus acciones y deciden invertir en oro, provocando así un aumento en el precio de la cotización del oro.

El Bitcoin

Puestos a echarle imaginación, Bitcoin podría tener algunas propiedades similares con respecto al oro.

Al igual que el oro, hay una cantidad de bitcoin limitada. De hecho, el máximo de bitcoin que habrá en circulación será de 21 millones. Pero aquí hacemos un pequeño inciso. Si bien los bitcoin son limitados, la creación de nuevas criptomonedas no es limitada, sino infinita. De hecho, hemos visto como el bitcoin ha tenido una bifurcación dando lugar a otra criptomoneda que es el Bitcoin Cash, y que supuestamente tendría una tecnología mejorada. Para este año se espera que haya una tercera divisa digital Bitcoin.

Y ahora, algunos pensarán… esto es un cachondeo, ¿no? es como si se creara dinero de la nada. Y claro, sería cuando los más fanáticos de bitcoin te dirían que no tienes ni idea de economía ni conoces el ecosistema del bitcoin. Aunque bueno, habíamos dicho que íbamos a dejar opiniones personales y que nos íbamos a centrar en analizarlo como a cualquier otro activo para considerar si sería buen valor refugio.

Seguridad

El oro es muy difícil de robar y falsificar. De hecho, el comercio de oro tiene un sistema establecido con un peso y un seguimiento el cual es totalmente transparente.

El Bitcoin también es difícil de falsificar o corromper, pues se basa en un complejo sistema de cifrado y algoritmos dentro de una tecnología que es muy difícil de hackear, pero la infraestructura que hay en el proceso, aún no es del todo segura como hemos podido ver en casos como el MT Gox, donde se robaron cientos de millones en Bitcoin.

El complejo ecosistema de Bitcoin ha hecho que sea prácticamente imposible seguir el rastro del dinero, por lo que el dinero, sencillamente se ha perdido.

Escasez

El oro puede seguir siendo explotado y se puede seguir encontrando en un futuro. El Bitcoin llegará un momento en el que no habrá más. Y esto la gente lo sabe, y por ello la gente lo compra. Por eso mismo, muchas personas creen que el Bitcoin podría llegar incluso a 100.000 dólares por bitcoin. Y por eso muchas personas compran aunque sea 1/4 de bitcoin. Y por este motivo las personas especulan con el bitcoin. Es más, el conocer la subida del bitcoin, hace que que las personas busquen otras criptomonedas para aprovecharse de las futuras subidas en otras criptodivisas.

Si no estuviera analizando hoy el bitcoin como un activo y estuviera dando mi opinión personal, ya hubiera empleado la palabra burbuja y un parecido a un sistema ponzi, pero como le estamos echando imaginación a la cosa para imaginarlo como un valor refugio serio, continuemos.

Valor

El oro físico es útil industrialmente y también para la joyería. La utilidad del Bitcoin aún es desconocida, siendo por ahora un instrumento para especular con su precio y transferir bitcoin de una a otra parte.

Supuestamente, se debería buscar su utilidad como moneda de pago, debiendo ser eso el motivo de su subida en en el precio, pero lo cierto es que aún es complicado comprar cosas con bitcoin y por diversos motivos que explico en uno de los vídeos, su utilidad como moneda de pago es muy limitada.

Su valor únicamente radica en la fe y en la confianza, por lo que mientras haya confianza en que el bitcoin puede llegar a 100.000 dólares, continuará subiendo, pero si en un momento dado, aparecen dudas, problemas o se rompe la confianza, también podríamos ver el escenario adverso, entrando dentro del posible escenario que una pérdida de confianza llegara a valorarlo a cero dólares, pues ese es su valor intrínseco.

Volatilidad

Bitcoin es uno de los activos más volátiles que hemos conocido. Goza de una volatilidad similar al mercado de las Penny stocks, aunque en el mercado de las acciones centavo, estamos comprando acciones de empresas. Sin duda, el bitcoin es mucho más volátil que el oro, y cuando hablamos de un activo refugio, lo último que un inversor busca es volatilidad.

Liquidez

El bitcoin no es tan líquido como nos quieren hacer creer. Y por liquidez, hablamos de convertir nuestro activo en dinero fiat. Las exchanges aplican límites diarios para la retirada de dinero Fiat, y eso hace que convertir oro en dinero en efectivo sea mucho más fácil que convertir bitcoin a dinero en efectivo.

Resumen: 

Cuando buscamos un valor refugio, ante todo debemos encontrar tranquilidad, seguridad, fiabilidad, etc… En estos momentos, el oro sigue siendo el ganador en estos términos, pues históricamente se ha comportado excelentemente tanto por su fiabilidad como por su valor real.

Inversamente, el bitcoin, por ahora, genera dudas desde un punto analítico a la hora de situarlo en un futuro. Por la sencilla razón de que es algo nuevo, aún no podemos adivinar qué pasará con él mañana.

Cuando lo analizamos desde un punto de vista financiero, es prácticamente imposible no apreciar cierta similitud con otras burbujas que ya hemos visto en el pasado. Valorar algo por encima de su valor real por el simple hecho de que pensamos que va a valer más es lo que ha llevado a las personas a perder parte o la totalidad de su dinero en burbujas anteriores.

Ahora bien, ¿Podemos ganar dinero especulando con el bitcoin? Sí. ¿Podría llegar el bitcoin a valer 100.000 dólares por bitcoin? Poder puede, incluso llegar a 10 millones por bitcoin. Es lo que ocurre  en las burbujas.

Una burbuja económica (también llamada burbuja especulativa, burbuja de mercado o burbuja financiera) es un fenómeno que se produce en los mercados, en buena parte debido a la especulación, que se caracteriza por una subida anormal y prolongada del precio de un activo o producto, de forma que dicho precio se aleja cada vez más del valor real o intrínseco del producto. El proceso especulativo lleva a nuevos compradores a comprar con el fin de vender a un precio mayor en el futuro, lo que provoca una espiral de subida continua y alejada de toda base factual. El precio del activo alcanza niveles absurdamente altos hasta que la burbuja acaba estallando (en inglés crack), debido al inicio de la venta masiva del activo cuando hay pocos compradores dispuestos a adquirirlo. Esto provoca una caída repentina y brusca de los precios, llevándolo a precios muy bajos, incluso inferiores a su nivel natural, dejando tras de sí un reguero de deudas. Esto se conoce como crash. Fuente: Wikipedia.

En este vídeo planteo una serie de cuestiones que hay que tener en cuenta antes de decidirse a comprar bitcoin con la esperanza de que sea la ciptodivisa ganadora, lo cual, desde mi punto de vista, creo que es poco probable, pues soy de los que piensa que la criptodivisa ganadora, podría no estar aún en el mercado. Creo que una divisa con un respaldo más allá de la fe y la confianza podría barrer el valor del bitcoin de un plumazo. Os dejo con el vídeo para aquellos que se lo perdieran.

Estados Unidos: ¿Hay una Burbuja inmobiliaria?

mayo 22, 2017

Nueva burbuja inmobiliaria en los EEUU

Por Miguel Angel Boggiano.21-May-2017

burbuja inmobiliariaEn un mundo cuyo nivel de deuda está en récord histórico, las tasas de interés se vuelven cada vez más relevantes. Y lo que viene pasando desde hace unos meses, es que todo indica que finalmente las tasas de interés han comenzado a subir. Esto, en el ámbito inmobiliario, tendrá consecuencias dramáticas porque se ha abusado desmedidamente del endeudamiento.

La deuda total global alcanzó el 325% del PBI mundial hacia fines de 2016. Esto incluye la deuda del sector hogares, de los estados soberanos, y también la deuda corporativa y la financiera. El total asciende a U$S 217 trillones de dólares (U$S 217.000.000.000.000). El aumento más pronunciado ha sido en la deuda de los estados soberanos que aumentó en U$S 5.3 trillones hasta llegar a los U$S 60 trillones.

En los Estados Unidos hay toda una industria cuyo motor para el funcionamiento es la deuda: la de los Real Estate Investment Trusts (REITs). ¿De qué se trata esta industria?

Un Real Estate Investment Trust (REIT) es una compañía que es dueña de activos inmobiliarios que producen renta. Un REIT se puede comprar y vender en la bolsa de los Estados Unidos al igual que cualquier acción.

Los REITs proveen todo tipo de flujos de fondos, diversificación y apreciación de capital de largo plazo. Típicamente distribuyen todo su ingreso gravable en forma de dividendos a sus accionistas, mientras que éstos pagan impuestos sobre los dividendos que reciben.

Los REITs permiten que una persona pueda invertir en grandes portafolios de diversas propiedades inmobiliarias. De la misma manera en que los accionistas de una compañía cobran dividendos, los accionistas de un REIT obtienen un dividendo proveniente de la renta que genera el portafolio de propiedades del REIT. Es una manera más práctica que tener que comprar las propiedades y encargarse de alquilarlas, y además permite tener una enorme diversificación.

¿Cómo funciona el endeudamiento para un REIT? Acá está la clave para entender por qué hay una burbuja en muchos de ellos. La mayoría de los REITs se han endeudado aprovechando tasas de financiamiento bajas, con el objetivo de comprar propiedades. Digamos que a lo largo de los últimos años los REITs se han vuelto muy inescrupulosos y compraron casi cualquier propiedad que ofreciera una renta anual al menos ALGO superior a la tasa de financiamiento.

¿En qué consistió “el truco”? Levantar nuevo capital cada seis meses, endeudarse para “apalancar” ese capital, comprar propiedades que tuvieran una renta algo superior al costo del financiamiento. El único objetivo de esto era engrosar los dividendos en efectivo ya que de esta manera el mercado iba aumentando la cotización de los REITs.

Luego de casi 35 años de bajas prácticamente ininterrumpidas, las tasas de interés están comenzando a subir lentamente:

Long-Term-Interest-Rates-10Y (1)

10Y_2017_Short Term (1)

El primer gráfico nos muestra que venimos de un ciclo de tasas de interés bajistas: desde 1980 a hasta mediados del 2016, las tasas cayeron consistentemente. Sin embargo, el segundo gráfico nos da la pauta de que esto puede estar cambiando: alcanza con ver que las tasas han subido de forma relevante en el último año.

Algo debe quedar claro: dado que el endeudamiento masivo de los REITs se tomó en general con muy poco margen (financiándose al 3% para invertir en algo que rendía el 4%), una pequeña suba en las tasas de interés puede ser demoledora para negocios que, en la arquitectura misma de su diseño, están fuertemente endeudados.

Hay un sector en especial cuyos precios han escalado hasta estar un 26,2% más caros que en el techo de la burbuja inmobiliaria.

CPPI_Apr2017

Notemos que, desde el mínimo del 2009 (luego de haber caído un 40%), los precios subieron un 106% hasta el nivel de abril de este año.

Fuente: cartafinanciera.com, 21/05/17.


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La culpa no fue de Alan Greenspan

octubre 5, 2016

La culpa no fue de Alan Greenspan

Contrario al banquero central seguro que muchos percibieron, el ex presidente de la Fed estaba lleno de dudas.

Por Sebastian Mallaby.
Alan Greenspan en una foto de archivo de 2005.
Alan Greenspan en una foto de archivo de 2005. 

Si existe un consenso en la economía hoy en día es que los bancos centrales dejaron de ser los magos que en algún momento pensamos que eran. Los conservadores los atacan por imprimir dinero en forma irresponsable mientras que los progresistas los acusan de no hacer lo suficiente para reactivar una economía estancada. Todos parecen mirar con nostalgia una era anterior, cuando un presidente omnisciente de la Reserva Federal de Estados Unidos manejaba la economía con tal destreza que lo apodaban “el maestro”.

federal-reserve-01El maestro era, sin lugar a dudas, Alan Greenspan. Sin embargo, las ideas que ahora se imponen acerca de su extensa gestión al frente del banco central, entre 1987 y 2006, están alarmantemente equivocadas. Lejos de ser un sabio omnisciente, Greenspan estaba lleno de dudas acerca de la dirección de la Fed. Se preguntaba en voz alta si la calma que reinaba en la economía y su propia reputación exaltada podía desembocar en problemas. “Cuando las cosas se vuelven demasiado buenas, los seres humanos se comportan espantosamente mal” comentó ante un grupo de colegas.

subprimeAdemás, lejos de ser un convencido partidario de la capacidad de los mercados para regularse a sí mismos, Greenspan agonizaba acerca de su inestabilidad. A menudo les recordaba a sus audiencias del crash que produjo la Gran Depresión de los años 30, sólo para después presenciar la crisis financiera de 2007-2008, que puso fin a su estatus de maestro y a muchas otras cosas.

Tuve una idea de las dudas que abrumaban a Greenspan mientras hacía la investigación para mi libro sobre su vida y su carrera. Durante las entrevistas que le realicé en su oficina, cada vez que le preguntaba acerca de los inicios de su desarrollo intelectual, noté que su vista subía en dirección de un voluminoso archivador en una de las estanterías. Suponiendo que podría contener su tesis de doctorado de 1977, que había desaparecido hace años de los registros públicos, le pregunté si guardaba una copia. Cuando vio que miraba fijamente al archivador, me respondió que sí.

La tesis doctoral perdida arroja nueva luz sobre su figura. Durante los 18 años y medio que pasó como presidente de la Fed, llegó a encarnar la idea popular de un banquero central moderno: un activista que no tiene ningún inconveniente en proteger la economía de las turbulencias con transfusiones de dinero. La tesis de Greenspan, no obstante, parte de un lugar muy distinto. Se basa en un trabajo que presentó por primera vez en 1959, cuando aún estaba bajo la influencia de la excéntrica novelista y filósofa libertaria Ayn Rand. En su tesis, en lugar de considerar el activismo de la Fed como un baluarte contra la inestabilidad, formuló una crítica que lo llevó a denunciar la creación del organismo como “uno de los desastres históricos de la historia estadounidense”.

Durante su gestión como presidente de la Fed, Greenspan permitió el crecimiento de burbujas en forma reiterada y sostuvo que era mejor permitir el máximo crecimiento y empleo durante los ciclos exuberantes de la economía. Mientras la inflación estuviera bajo control, indicó, era correcto expandir la oferta de dinero.

En su tesis doctoral, no obstante, adoptó la postura opuesta: según el joven libertario, la Fed tenía una obligación, un deber claro e inviolable, de evitar la impresión de dinero que alentaba la formación de burbujas financieras. Si se deja que los mercados asciendan a alturas vertiginosas, los consumidores, que se sentirán más pudientes, gastarán en forma insostenible y acumularán deudas excesivas. Al ver que los precios de los activos no paran de subir, los empresarios se apresurarían a construir nuevos activos —fábricas, depósitos, condominios— y acumularían todavía más deudas en el proceso.

burbuja-inmobiliaria-04En suma, las burbujas inducen a las familias y las empresas a extremar sus finanzas con un exceso de deuda. La creación de la Fed había sido un desastre “histórico” precisamente porque no podía resistir la tentación de imprimir demasiado dinero, lo que degradaba los hábitos de la prudencia y nutría las burbujas que el joven Greenspan temía.

¿Qué importancia tiene esto ahora? Después de la crisis de 2008, cuando la opinión sobre Greenspan pasó de la reverencia a la malevolencia, los comentaristas lo acusaron de permitir que surgiera una burbuja hipotecaria de proporciones monstruosas por ideología o ignorancia. Los críticos lo acusaron de no ver el costo de las recesiones provocadas por la deuda, donde el ahorro se vuelve más importante que el gasto y la inversión, y de confiar ingenuamente en la eficiencia de los mercados.

Pero la tesis perdida del maestro demuestras que tales críticas no son acertadas. Greenspan no fue complaciente sobre las posibles catástrofes que se escondían en los balances de resultados, es un tema que lo había preocupado durante décadas. Lejos de ser ignorante al respecto, era el que más sabía.

Su preocupación por la fragilidad financiera es la trama olvidada de su carrera. Designado como presidente de la Fed a mediados de 1987, lo primero que hizo fue convocar a los expertos bursátiles del organismo al temer, con justa razón, que una burbuja estaba por explotar pronto. Durante los próximos años, afrontó la crisis de las instituciones de ahorro y préstamos; una crisis de los bienes raíces comerciales en 1991-92 y un estallido del mercado de bonos en 1994.

Dos años después, en tal vez las únicas dudas expresadas públicamente por Greenspan sobre las burbujas, se refirió célebremente a la “exuberancia irracional” en Wall Street. Posteriormente, en enero de 2004, cuando los precios inmobiliarios empezaban a tener cara de burbuja, repitió la advertencia y predijo la reiteración del estallido de las acciones tecnológicas. “Pareciera que hubiésemos regresado a los años 90”, señaló ante sus colegas. “Los posibles efectos son significativos”.

En suma, el temor juvenil de Greenspan sobre las finanzas lo acompañó a lo largo de su gestión al frente de la Fed. Mucho antes de la crisis de 2008 había entendido las lecciones que tras la crisis fueron celebradas como ideas nuevas.

Por cierto, cabe la pregunta: ¿Si Greenspan comprendía los peligros de las burbujas, por qué permitía que se desarrollaran e insistía en público que la mejor manera de abordarlas era corregir los desequilibrios que producían una vez que estallaban?

La mayor parte de la explicación tiene que ver con el entorno político. Cuando fue nombrado presidente de la Fed, Greenspan ya era un veterano de mil batallas en Washington tras haber servido en los gobiernos de los presidentes republicanos deRichard Nixon en adelante. Como un experimentado combatiente de la burocracia, calculó que si se movía en forma enérgica contra las burbujas sólo provocaría frustración y un escrutinio político hostil.

Su cautela fue reivindicada. Cuando intentó frenar la toma de riesgos haciendo un llamado, por ejemplo, a restringir las actividades de las entidades hipotecarias respaldadas por el gobierno, sintió la presión. El complejo inmobiliario industrial lo denunció por no entender el financiamiento de los créditos hipotecarios y creó anuncios de televisión devastadores para disuadir a los legisladores de apoyar los llamados de Greenspan para una intervención de los reguladores.

Es demasiado fácil y reconfortante atribuir a Greenspan los presuntos errores intelectuales que explican la crisis de 2008, imaginar que solamente porque aprendimos el lenguaje de los mercados que suben o bajan demasiado y de las recesiones de los balances de resultados nos habíamos vacunado contra un nuevo colapso financiero. Desafortunadamente, los orígenes de la crisis no están en las fallas de comprensión del maestro, lo que sería fácil de corregir. En lugar de ello, están en las fallas de nuestra política. En medio de una campaña electoral como la que se vive actualmente en EE.UU., ¿quién apostaría a que ahora estamos más seguros?

—Sebastian Mallaby es un Paul A. Volcker Senior Fellow de Economía Internacional en el Council of Foreign Relations. Este ensayo es adaptado de su nuevo libro “The Man Who Knew: The Life and Times of Alan Greenspan”, algo así como El hombre que sabía: La vida y los tiempos de Alan Greenspan.

Fuente: The Wall Street Journal, 04/10/16.

invertir no es un juego de azar

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Los efectos de las Burbujas financieras

mayo 3, 2016

Documental

burbujas bubbles

¿Hay riesgo de una Burbuja tecnológica?

mayo 3, 2016

La inversión en startups se enfría, lo que augura otra burbuja tecnológica

Por Christopher Mims.
La valuación de Uber ha alcanzado US$62.500 millones.
La valuación de Uber ha alcanzado US$62.500 millones. 

Cuando estalló la Burbuja puntocom a comienzos del año 2000, las consecuencias para las acciones fueron rápidas y severas. El índice Compuesto Nasdaq se derrumbó 37% en las 10 semanas posteriores al 10 de marzo, cuando alcanzó su máximo.

burbujas bubblesPara las startups, el impacto inmediato fue menos dramático. En el segundo trimestre de 2000, los inversionistas de capital de riesgo volcaron US$25.000 millones en estas firmas, apenas 5% por debajo del récord del primer trimestre. “Había mucha suspensión de la incredulidad entre marzo y junio”, recuerda Keith Rabois, que entonces era vicepresidente de PayPal Inc. y hoy es socio de Khosla Ventures.

Rabois y otros creen que estamos en un período similar de suspensión de la incredulidad. La inversión en startups se ha enfriado y las valuaciones están cayendo. Sin embargo, Rabois cree que muchos inversionistas y emprendedores no han tomado conciencia de la nueva realidad.

“Si esa suspensión de la incredulidad se acaba, se viene todo abajo”, advierte.

El paralelismo entre las dos épocas no es perfecto. Después de un descenso de siete meses, el Nasdaq ha repuntado 12% desde principios de febrero. Al 18 de abril, se encontraba a 5% de su máximo post-2000. Las salidas a bolsa se han evaporado, pero los fondos de capital de riesgo recaudaron una suma récord en el primer trimestre.

Rabois afirma que la obtención de fondos sin precedentes es, en realidad, una mala señal. Se acerca el invierno, dice (recurriendo a una frase de la serie Game of Thrones), y los capitalistas de riesgo lo saben.

“Una de las razones por las que están recaudando todos estos fondos no es porque quieran el dinero, sino porque creen que sus indicadores de desempeño están inflados en este momento, y quieren obtener ese dinero antes de que las compañías en sus portafolios empiecen a colapsar e incendiarse”, sostiene. Algunas startups también emplean una estrategia similar.

Suhail Doshi, presidente ejecutivo de la empresa de analítica de aplicaciones Mixpanel Inc., cuenta que para capear un bajón su compañía ha reducido el gasto, en un proceso que incluye el despido de empleados. Cerca de 90% de los US$77 millones que Mixpanel ha levantado sigue en el banco, dice Doshi quien explica que al ritmo de gasto actual, la firma no necesitará fondos adicionales por más de una década.

Empresas como Mixpanel podrían ser la excepción, pero muchas startups están en riesgo de quedar varadas a medida que se seca el financiamiento.

Al menos 145 compañías que no cotizan en bolsa han logrado valuaciones que superan los US$1.000 millones. Cuando las inversiones de capital de riesgo fluían libremente en los últimos años, los ejecutivos de muchas empresas gastaron sin restricciones para crecer más rápido que sus rivales, contratar personal más capacitado o por otros motivos. Ahora, en cambio, se encuentran ante una decisión difícil: reducir los costos de forma drástica para volverse autosuficientes o buscar más capital bajo condiciones cada vez más onerosas.

Bill Gurley, inversionista de capital de riesgo de Benchmark, describió este fenómeno en detalle en una reciente entrada de blog, en la cual afirma que “hojas de términos sucias”, en alusión a las condiciones estipuladas para una inversión, les permiten a algunas empresas seguir recaudando fondos a valuaciones más altas bajo la promesa de mayores ganancias para los nuevos inversionistas a expensas de los anteriores. Eso, en última instancia, podría resultar en la pérdida de valor de las acciones que están en manos de los empleados e incluso de algunos fundadores.

Conforme algunas de estas firmas con altos niveles de gasto se metan en problemas, advierte Rabois, habrá un “giro descendiente catastrófico”, no sólo para las empresas, sino para todas las inversiones en startups. Esto se debe a que las firmas de capital de riesgo son más interdependientes de lo que muchos piensan.

Los inversionistas que han sufrido pérdidas en una compañía serán más renuentes a apoyar valuaciones altas en otras. A medida que corre la voz en la comunidad de capital de riesgo, otros inversionistas también se volverán cautos. La inversión de capital de riesgo está, al igual que cualquier otro mercado, dividida entre la codicia y el miedo.

“Sin duda, ahora estamos atravesando por el ciclo de temor”, dice Yatin Mundkur, capitalista de riesgo de Artiman Ventures, en Palo Alto, California.

“Empíricamente, hay tantos unicornios que muchos de ellos tienen que desaparecer”, asevera Jason Lemkin, inversionista de capital de riesgo que trabajó en Storm Ventures, en referencia a startups con valuaciones superiores a los US$1.000 millones. “Doscientos y algo de unicornios no producirán tantas compañías de US$1.000 millones”.

Ya han surgido grietas. La empresa de mensajería TangoMe Inc., la compañía de videojuegos móviles Kabam Inc. y la matriz del fabricante de informática de vestir Jawbone, las cuales están valuadas en US$1.000 millones o más, han despedido empleados en los últimos meses. Otra señal de creciente presión en el sector es que nueve de las 88 empresas estadounidenses valuadas en al menos US$1.000 millones han cambiado de presidente ejecutivo en los últimos meses, según Dow Jones VentureSource.

La lista incluye la firma de gestión de prestaciones de salud Zenefits Inc., cuya valuación más reciente fue de US$4.500 millones y en la que su fundador y presidente ejecutivo renunció en febrero después de ser criticado por procedimientos regulatorios inadecuados. Las startups de capital intensivo que se beneficiaron del abundante capital de riesgo son probablemente las más vulnerables.

uber logoEl mayor ejemplo es Uber Technologies Inc., valuada en US$62.500 millones. La empresa sostiene que es rentable en Norteamérica según ciertos indicadores, pero está gastando enormes sumas de dinero para conquistar mercados como China y otros países. Si la startup más valiosa del mundo se ve obligada a moderar sus ambiciones, las ondas expansivas repercutirán por todo el sistema.

Es imposible predecir cuándo la debilidad dará lugar a una corrección incluso más drástica que la que hemos visto, puesto que se trata tanto de psicología de masas como del sistema financiero. En ese punto, las empresas podrían colapsar de la misma forma que Mike Campbell, un personaje de Fiesta, la novela de Ernest Hemingway, describió su descenso a la bancarrota: “gradualmente y luego súbitamente”.

Fuente: The Wall Street Journal, 02/05/16.


Más información:

Los efectos de las Burbujas financieras

 

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