Wall Street anticipa el auge de Estados Unidos

febrero 20, 2017

Wall Street adelanta el auge de los Estados Unidos

El boom de inversiones de Wall Street no es un pronóstico; es un factor directo de crecimiento económico.

Por Jorge Castro.

Jorge CastroEl Indice S&P500 superó esta semana la barrera de US$20 billones en capitalización de mercado. Es la primera vez en la historia de Wall Street que esto sucede. El PBI norteamericano, el mayor del mundo, asciende a US$18 billones.

Apple encabeza S&P500 y Nasdaq, y trepó su valorización accionaria a US$700.000 millones (US$133,29 por acción). Es la empresa más cotizada del mundo. Los activos de Apple aumentaron 15% en 2017, más de 40% el año pasado y 1.000% en la última década. Su auge responde a dos factores: la venta fenomenal realizada en el 4to. trimestre de 2016 de iPhones 7 Plus (78,3 millones de unidades), sumada al fenómeno Trump, que ha hecho que su cotización aumentara más de 7% desde el 8 de noviembre.

En el caso de Apple, la pasión inversora se ve acentuada por la perspectiva de que repatríe todo o parte de los US$230.000 millones que tiene en el exterior para aumentar sus inversiones domésticas.

USALo que está en juego en EE.UU. es lo siguiente: la inversión norteamericana ascendió a US$2,1 billones (12,9% del PBI) en 2016, el menor nivel en 70 años; y el recorte de impuestos que se avecina tendría un impacto económico de US$5,7 billones – 1/3 del PBI –, con una mejora de 30% en la tasa de retorno empresaria.

El nuevo régimen impositivo impondría un tributo de 20% en los bienes importados y eximiría a los que se exporta. Esta innovación tendría un impacto de US$5,6 billones en 10 años y sería en un obvio incentivo para producir en EE.UU.

Invertir en EE.UU. implica hacerlo en más de 60% en capital intelectual (I&D + reorganización empresaria + capital humano). Sólo el resto es inversión en capital fijo o hundido. Este tipo de inversiones requiere cifras gigantescas y de largo plazo.

La reducida tasa de inversión de la última década es la causa inmediata del bajísimo nivel de productividad (+0,3% anual en 2016 / + 0,5% anual promedio a partir de 2007).

Si la inversión aumenta 2 puntos del producto en 2 años (2017/2018), la productividad se duplicaría. La razón es que más de la mitad de la inversión estadounidense es en capital intelectual, que es el propio de la nueva revolución industrial.

Lo que suceda en EE.UU. en estos dos años tiene por necesidad importancia mundial. La economía global se ha estancado en los últimos 7 años (+3% anual desde 2009); y la causa fundamental es el agotamiento de la revolución tecnológica de Internet que surgió en la década del 70 y concluyó en 2004.

La productividad en EE.UU. aumentó 2,9%/3% anual entre 1995 y 2003, tras estancarse en 1,1%/1,5% por año en el período 1973/1994, que tuvo un carácter depresivo. EE.UU. creció 3,5%/4% por año en la etapa 1995-2003. La Reserva Federal de San Francisco ha establecido que 2,5 puntos porcentuales de la expansión norteamericana entre 1995 y 2003 fue resultado directo del salto de productividad desatado por la revolución de Internet.

El crecimiento económico no es un proceso de auge agregado de tipo cuantitativo, sino una expansión sostenida de carácter cualitativo. El capitalismo es un mecanismo de acumulación autoinducido que despliega sucesivas revoluciones tecnológicas, que reestructuran todo el sistema productivo y cuando se agotan sobrevienen fases depresivas, acompañadas por bajas tasas de interés, incluso negativas.

trump presidente 45 de USALa economía de EE.UU. creció 1,6% en 2016 y 2,1% anual a partir de 2009. Pero se expandiría 2,6% anual en el primer trimestre de 2017, o más. En el medio está Trump.

El rasgo característico del boom de inversiones de Wall Street es que no implica un pronóstico positivo sobre el alza futura del PBI, sino que es un factor directo de crecimiento económico.

Si el fenómeno Trump –como impulso a la pasión inversora– supera la prueba de realidad de los próximos 18 meses, entonces, al lado de esto, la caída de la Unión Soviética en 1991 podría considerarse una pequeña minucia.

Fuente: Clarín, 19/02/17.


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Trump incorpora un hispano a su gabinete

febrero 17, 2017

En Trabajo, el gabinete suma a su primer hispano

Trump designó a un cubano-norteamericano tras el retiro de Puzder.

trump presidente 45 de USAWASHINGTON — El gabinete de Donald Trump tendrá finalmente a un hispano. Alexander Acosta, un cubano-norteamericano de 49 años, es el nuevo nominado por el presidente como secretario de Trabajo, después de que el empresario Andrew Puzder, su primer candidato, se retiró del proceso porque no contaba con los votos para obtener la confirmación del Senado.

Acosta, director de una facultad de derecho, «tiene una carrera impresionante», dijo Trump en una conferencia de prensa, en la que añadió que «será un fantástico secretario de Trabajo».

Graduado en derecho en la Universidad de Harvard, el actual rector de la Escuela de Derecho de la Universidad Internacional de Florida es uno de los pocos elegidos por el presidente que tienen experiencia en la función pública.

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Antes de volver a trabajar en el sector privado, Acosta estuvo durante décadas en el servicio público. Fue elegido para el ente laboral por el ex presidente George W. Bush, que también lo nominó para ser fiscal general asistente en la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia. Luego se desempeñó como fiscal en Florida.

También fue integrante del Consejo de Administración del Century Bank, un banco con base en Florida especializado en préstamos a la comunidad hispana. De acuerdo con la revista Hispanic Business, Acosta fue incluido dos veces entre los «50 hispanos más influyentes en Estados Unidos».

El primer nominado a la secretaría de Trabajo, Andrew Puzder, dueño de las cadenas de comida rápida CKE, se retiró antes de sus audiencias de confirmación. Los republicanos habían expresado reservas en torno a temas personales y profesionales del empresario.

Senadores alineados con el gobierno habían adelantado a la prensa que no pensaban votar por Puzder, que decidió tirar la toalla para evitar un revés para el gobierno de Trump.

Según varios legisladores, Puzder ni siquiera había logrado presentar informaciones por escrito que le habían sido solicitadas, y en los últimos días se tornó evidente que no tendría los votos necesarios para ser confirmado en el puesto.

A diferencia de Puzder, la elección de Acosta parece una jugada segura, ya que superó tres confirmaciones en el Senado. Su presencia en el gabinete garantizará que haya por lo menos una voz hispana en el equipo de gobierno de Trump.

A pesar de tener mayoría republicana en el Congreso, el magnate republicano le pidió a la oposición demócrata que no retrase la designación para comenzar a «hacer grande a Estados Unidos de nuevo».

Acosta ya pasó por numerosos procesos de veto en el Senado, lo que parece improbable que algo pueda complicar su nominación.

—Agencias DPA y AFP.

Fuente: La Nación, 17/02/17.


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USA, China y la hiperliquidez

febrero 15, 2017

Trump quiere que China baje el ahorro

Por Jorge Castro.

La causa fundamental del estancamiento de la economía mundial en los últimos 5 años fue el efecto depresivo provocado por el exceso de ahorro global sobre las oportunidades de inversión, revelado por las tasas de interés más bajas de la historia (0%/0.5% anual). Este exceso de ahorro se origina en Asia y, sobre todo, en China. El superávit de cuenta corriente combinado de las 4 principales economías asiáticas –China, Japón, Corea del Sur, Taiwán-, más el de las dos ciudades- estados (Hong Kong y Singapur), ascendió a más de US$700.000 millones en 2016, y casi 3/5 partes de ese total fue de China (US$ 350.000 millones).

El resultado de este extraordinario flujo de capitales ha sido un sistema financiero internacional con el mayor nivel de hiperliquidez de la historia. El total de capitales del mercado financiero global alcanzó a US$600 billones en 2010, 10 veces más que el valor del producto mundial de bienes y servicios (US$ 63 billones). Esta tendencia se aceleró en los últimos 6 años, con un PBI global que alcanzaría a US$90 billones en 2020 y un sistema financiero que treparía a US$900 billones.

El resultado de este cambio estructural –lo cuantitativo se ha tornado cualitativo-es que el capital ha dejado de ser un bien escaso y ha adquirido un carácter superabundante; y esto ha modificado las condiciones del proceso de acumulación global, hasta prácticamente eliminar las tasas de retorno sobre las inversiones de corto plazo, obligándolas a centrarse en las de largo plazo, que son el núcleo de la nueva revolución industrial.

usa y chinaChina se convirtió en la fuente principal de capitales del mundo de hoy, por encima de Europa y EE.UU., debido al hecho de que su tasa de ahorro doméstico ascendió a 48% del producto en 2016, 10 veces más que el promedio asiático y 20 veces más que el mundial.

Esto sucede cuando el ingreso per cápita de su población aumentó 8% anual el año pasado, por encima del auge del PBI nominal (6,7%); y esto hizo que el PBI se expandiera sobre la base del consumo domestico (70% del crecimiento en 2016).

El equipo económico de Donald Trump (Wilbur Ross, secretario de Comercio) presume que el déficit comercial global de EE.UU. (US$540.000 millones el año pasado) le inflingió una pérdida permanente de 3 puntos porcentuales del producto. Por eso, para volver a crecer a la tasa histórica de 3.5%/4% por año, EE.UU. necesita reequilibrar esa brecha negativa con sus 3 principales socios superavitarios, que son China (US$340.000 millones), Alemania (US$70.000 millones), y México (US$61.000 millones).

La segunda premisa del equipo de Trump es que la única forma de reequilibrar el comercio global estadounidense consiste en multiplicarlo, aumentando las compras en EE.UU. y duplicando o triplicando las exportaciones norteamericanas a los mercados de sus tres grandes socios – y competidores- superavitarios.

En el caso de China, que es una categoría aparte, esto equivale a reducir en términos macroeconómicos la tasa de ahorro doméstico, causa crucial de la magnitud de su superávit de cuenta corriente, y por su intermedio de la hiperlíquidez del sistema financiero internacional.

Lo que está en juego es que las dos mayores economías–EE.UU. y China- aumentan en forma simultánea las oportunidades de inversión. Para EE.UU. esto significa desatar la pasión inversora en un cuadro de desregulación generalizada e incentivo a la inversión.

Respecto a China, su principal contribución para superar el estancamiento global reside en reducir 8/10 puntos la tasa de ahorro doméstica, incentivando el consumo individual y multiplicando las importaciones. Es lo que está haciendo en los últimos 6 años, y exige la relación con EE.UU., tras la emergencia del fenómeno Trump.

Dice Oscar Wilde: “Nada convierte a una persona en más inteligente que la posibilidad de ser ejecutada en un plazo de dos semanas”.

Fuente: Clarín, 03/02/17.


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Trump, Texas y el hombre olvidado

febrero 13, 2017

Opinión: Texas y el verdadero hombre olvidado

Por Mary Anastasia O’Grady.

Grúa de contenedores en el puerto de Houston.

Grúa de contenedores en el puerto de Houston.
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Donald Trump prometió en su discurso inaugural que defendería a los hombres y mujeres olvidados. Pero si el presidente número 45 de Estados Unidos destruye el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en un esfuerzo por rescatar a algunos estadounidenses, millones más, incluyendo muchos que votaron por él, podrían sumarse a las almas económicamente olvidadas del país.

texas banderaTexas, un estado profundamente republicano, podría ser uno de los que más sufra. Durante 23 años, ha trabajado para adaptarse al libre comercio con su vecino del sur. La producción compartida en la fabricación con sus contrapartes al otro lado de la frontera ha incrementado la productividad. Un fuerte aumento del comercio terrestre y marítimo entre EE.UU. y México a través de Texas ha generado grandes ganancias exportadoras para el estado.

El Nafta ha hecho que Texas sea más competitivo globalmente. Claro, ha tenido sus problemas, particularmente en las ciudades fronterizas. Pero sin el acuerdo, Texas podría haber encontrado más dificultades, en el aspecto de empleo, para ajustarse a la aceleración de la automatización en la fabricación que golpeó a EE.UU. durante el mismo período.

Trump, quien fue un demócrata durante la mayor parte de su vida, usa la metáfora del hombre olvidado en la misma forma en la que el presidente Franklin Delano Roosevelt lo hizo durante los años 30. Ambos pueden ser vistos como defensores de los que pasan por una mala racha y no parecen poder recuperarse. La estrategia trumpiana para ayudar al “desvalido” también sería familiar para FDR: hacer que la economía sea menos libre.

Sin embargo, como explica Amity Shlaes en su libro de 2007 The Forgotten Man (algo así como El hombre olvidado), ese término se originó con el profesor de Yale William Graham Sumner. En su ensayo de 1883, el hombre olvidado es el que termina con la factura, sin notarlo, cuando los bienhechores proponen “medidas de alivio para los males que han captado la atención del público”.

Sumner no dio nombres. Simplemente describió la injusticia de A y B reuniéndose para ayudar a X con una nueva ley. C no está en los planes, pero termina con la carga. “Así es el hombre olvidado”, escribió Sumner. “Trabaja, vota, usualmente reza, pero siempre paga; sí, sobre todo, paga”.

En la guerra contra el globalismo de Trump, Texas está lleno de gente C: estadounidenses trabajadores que se han adaptado a un comercio más libre y ahora se dan cuenta de que A y B desean cambiar las reglas a favor de X. Hay millones más de C en todo EE.UU.

Jesús Cañas, economista del Banco de la Reserva Federal de Dallas, proporciona un perfil útil de un Texas post-Nafta en el informe de 2016 Las ciudades fronterizas de Texas ilustran los beneficios y retos del comercio. El informe asegura que entre 1994 y 2014 se perdieron 710.000 empleos en EE.UU. “como resultado de un aumento de las importaciones desde México y Canadá o debido a los cambios en la producción”. Texas, escribió Cañas, fue el segundo estado más afectado en términos absolutos de trabajos perdidos, detrás de Carolina del Norte y por delante de California. Las ciudades fronterizas de Texas, donde había una “fuerte concentración manufacturera de industrias de bajo valor agregado”, fueron las más golpeadas.

Sin embargo, con más competencia vino más comercio, inversión y cambio tecnológico, los cuales ayudaron a transformar la economía de Texas. Las ciudades fronterizas terminaron “ganando muchos más empleos de los que perdieron”, debido a los cambios propulsados por el Nafta.

Las exportaciones de Texas a México, medidas no por dónde se hacen los productos sino por dónde inicia su viaje al extranjero, se incrementaron en 236% entre 1994 y 2015. “Una parte significativa de este comercio”, escribe Cañas, “está en productos intermedios, bienes destinados al ensamblaje u otro procesamiento después de lo cual son reimportados a EE.UU.”. México es el principal mercado de exportación de Texas al recibir 40% de lo que el estado vende al extranjero.

Cañas indica que los trabajadores industriales más afectados por las importaciones mexicanas han “experimentado un crecimiento sustancialmente más bajo en sus salarios que sus contrapartes en otras industrias”. Pero observa que las áreas metropolitanas que perdieron la mayor cantidad de trabajos debido al Nafta se han beneficiado más de los incrementos en la inversión extranjera directa. También se benefician de “los crecientes estándares de vida en el lado mexicanos de la frontera”, es decir, nuevos clientes con dinero.

Al igual que el resto del país, el empleo en Texas está cambiando de la manufactura a “otros sectores como los servicios para negocios”, escribe Cañas. El nivel de empleo manufacturero del estado ha caído 9% desde la implementación del Nafta, pero la producción manufacturera creció 4,1% por año entre 1997 y 2015.

“Las exportaciones de bienes manufacturados sostuvieron cerca de 990.000 empleos en Texas en 2015”, dice el informe. El estado “ganó” más de cuatro millones de empleos entre 1994 y 2015, un período de creciente automatización y libre comercio, mientras que los ingresos reales per cápita subieron de US$30.000 a US$47.000.

La propuesta de Trump de levantar nuevas barreras al comercio con México ignora el daño que seguramente ocasionará a los ejércitos de trabajadores manufactureros, emprendedores y proveedores de servicios empresariales de EE.UU. que compran y venden a lo largo de la frontera. Trump olvida a estos hombres y mujeres a su propio riesgo político.

Fuente: The Wall Street Journal, 12/02/17.


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Trump y el Libre comercio

febrero 13, 2017

Más sobre Trump: el sentido del comercio

Alberto Benegas Lynch (h) señala cómo la visión proteccionista en el ámbito comercial de Donald Trump es similar a todos los populistas que lo antecedieron.

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No es la primera vez que se constata que un empresario exitoso no  tiene la menor idea de los fundamentos y el significado del comercio. En todo caso revela que tiene gran intuición para sacar partida de un arbitraje, es decir, comprar barato y vender caro. Es muy común que un banquero desconozca por completo el significado del dinero y de los efectos de la reserva fraccional, el “free banking” o la reserva total y mucho menos el origen conceptual de la moneda en el contexto del teorema de la regresión monetaria. Tampoco es necesario que un director de marketing sepa en que consiste el proceso de mercado y todas sus implicaciones y así sucesivamente. Un empresario puede, además, tener esos conocimientos pero no es lo habitual. Más aun, es muy común que si se le da la posibilidad al empresario de obtener prebendas y acercarse al calor oficial a través de privilegios que implican eliminar la competencia y así perjudicar al consumidor, lo aceptará de mil amores.

Ahora estamos frente a un magnate que asumió la presidencia de Estados Unidos que se deja llevar por  impulsos primitivos que van contra el libre comercio con lo que revela un desconocimiento palmario de los principios clave de las transacciones voluntarias de mercado en los cuales las dos partes siempre ganan. Resulta que patrocina el  llamado “proteccionismo” decimonónico elaborado teóricamente por Friedrich List en Alemania. Su principal caballito de batalla es la denominada “industria incipiente” como razón para imponer aranceles a la importación. Esto ha sido adoptado por todos los populistas-nacionalistas de todos los rincones del globo. Consiste en la peregrina idea de que una industria naciente necesita ser protegida debido a la mayor experiencia de sus competidores en el exterior “hasta que la industria incipiente se ponga en marcha”.

Sin perjuicio que ese período inicial solicitado generalmente se prolonga ad infinitum bajo diversos pretextos siempre renovados, todo el argumento  cae por inconsistente. Las empresas cuando comienzan son incipientes y la mayoría arroja quebrantos en los períodos iniciales que se estima serán más que compensados por las ganancias de períodos posteriores. Pues bien, si las cosas son así es el empresario en cuestión  el  que debe financiar las pérdidas iniciales o vender su proyecto para que participen terceros y no endosar por la fuerza ese costo a los consumidores vía la imposición de aranceles.

Como hemos dicho antes, parece increíble que a estas alturas del siglo xxi seguimos debatiendo si hay que imponer trabas o no al comercio entre personas ubicadas en diferentes países. Todavía se siguen empleando los argumentos más retrógrados y cavernarios del mercantilismo que comenzaron a esgrimirse en el siglo xvii al efecto de bloquear transacciones de bienes y servicios a través de las fronteras, como si éstas fueran delimitaciones mágicas que modifican todas las leyes de la economía y todos los principios de sensatez y cordura. Aun se parlotea de la necesidad de “defenderse” de bienes de mejor calidad de precio y se recurre a terminología bélica para aludir al comercio como cuando es exclama que “nos están invadiendo” productos mejores como si se tratara de ejércitos de ocupación. Esta es la terminología a que recurre Donald Trump y todos los populistas que lo antecedieron.

La base central para derribar las trabas al comercio exterior es que permite el ingreso de mercancías más baratas, de mejor calidad o las dos cosas al mismo tiempo. Es idéntico al fenómeno de incrementos en la productividad: hace menos oneroso las erogaciones por unidad de producto con lo que se liberan recursos humanos y materiales para poder dedicarlos a otros menesteres, lo cual, a su turno, significa estirar la lista de bienes y servicios disponibles que quiere decir mejorar el nivel de vida de los habitantes del país receptor.

Todo aprovechamiento de los siempre escasos recursos se traduce en aumento de salarios e ingresos en términos reales puesto que ello es consecuencia de las tasas de capitalización. El progreso económico se concreta en la antedicha liberación de recursos humanos y materiales para asignarlos a nuevos emprendimientos al efecto de satisfacer nuevas necesidades que no podían atenderse puesto que aquellos recursos estaban esterilizados en otras áreas. Si se pregunta cuales cosas se podrían fabricar como si estuviéramos en Jauja y todos estuvieran satisfechos, quiere decir que no hemos entendido nada de nada sobre economía. En verdad la cuestión arancelaria no es diferente a los efectos que tendrían lugar si se impusieran aduanas interiores en un país o si un productor de cierto bien en el norte de un país descubre un nuevo procedimiento para producirlo y consecuentemente lo puede vender más barato y mejor pero en el sur lo bloquean debido a que los de la zona lo fabrican más caro y de peor calidad. Este es el mensaje de los funcionarios de las aduanas de todas partes: “no vaya usted a traer algo mejor y de menor precio porque perjudicará gravemente a sus congéneres”.

En un sentido contrario a la visión de cerrar aduanas, este es el motivo de los duty free que tanto fascinan a todo el mundo los cuales dejarían de existir si no se interpusieran los aranceles y tampoco viajarían pasajeros con medio mundo a cuestas en proporción a lo cerrado en que se encuentra el comercio en sus propios países puesto allí podrían adquirir lo que necesitan en lugar de acarrear pesadas maletas y esconder productos en los lugares más increíbles del cuerpo para no ser detectados por los antedichos burócratas (por supuesto que los que imponen semejantes legislaciones ingresan mercaderías con pasaportes diplomáticos y otras prebendas).

Al exportar ingresan divisas que se deprecian en relación a la moneda local, lo cual estimula las importaciones que, a su vez, aprecian la divisa extranjera debido a la salida de las mismas, lo cual frena las importaciones y estimula las exportaciones y así sucesivamente. Todo arancel a las importaciones afecta las exportaciones puesto que disminuye las demandas de divisas que es precisamente lo que incentiva las exportaciones y viceversa.

Sin duda que si los gobiernos introducen alquimias monetarias, manipulaciones del tipo de cambio, endeudamientos estatales que hacen las veces de entrada de capitales y se impone dispersión arancelaria se crea un embrollo que perjudica a las partes en las transacciones comerciales y, especialmente, a los consumidores.

En el siglo xvi Montaigne escribió sobre el comercio de modo tal que luego lo dicho se conoció como “el dogma Montaigne” que consistía en la peregrina idea de que en toda transacción la parte que hace entrega de dinero pierde mientas que quien la recibe gana, situación que modernamente se denomina “suma cero” en el contexto de la teoría de los juegos. Pues bien, la miopía de Montaigne y sus seguidores no les permite ver que en toda transacción ambas partes ganan: el que entrega dinero es porque aprecia más el bien o servicio recibido que la suma que entrega a cambio, de lo contrario no hubiera realizado la operación. De aquella falacia deriva la noción la balanza comercial favorable si se exporta más de lo que se importa y la supuesta ventaja de acumular dinero.

En realidad lo ideal para un país sería solamente importar sin exportar nada, es decir arrasar con los bienes y servicios del mundo sin tener que llevar a cabo exportación alguna. Es lo mismo que sucede con cada uno de nosotros: es difícil de imaginar una situación más grata que la de comprar y comprar de todo sin necesidad de vender nada. Lamentablemente nos vemos obligados a vender bienes o servicios para poder adquirir lo que necesitamos, lo mismo ocurre con un conjunto de personas que viven en un país las cuales deben vender al extranjero para poder comprarles o, de lo contrario, deben ingresar capitales al país para poder financiar dichas adquisiciones.

Debido a las grotescas falacias que rodean al comercio es que Jacques Rueff en The Balance of Payments aconseja que los gobiernos no lleven las estadísticas del comercio exterior ya que constituyen una tentación para intervenir en el mercado que es cuando se suceden los desajustes mencionados.

Entre otros despropósitos se argumenta que el control arancelario debe establecerse para evitar el dumping, lo cual significa venta bajo el costo que se dice exterminaría la industria local sin percatarse que el empresario, si el bien en cuestión es apreciado y la situación no se deba a quebrantos impuestos por el mercado, saca partida de semejante arbitraje comprando a quien vende bajo el costo y revende al precio de mercado. Pero generalmente nadie se toma siquiera la contabilidad del proveedor en cuestión, lo único que preocupa a comerciantes ineficientes es que se colocan productos y servicios a precios menores que lo que con capaces de hacer ellos. Lo peligroso es el dumping gubernamental puesto que se realiza forzosamente con los recursos del contribuyente, de todos modos, en este caso, los perjudicados son los residentes en el país que impone esta medida pero son beneficiarios quienes reciben en el exterior regalos a través de bienes más baratos que los que se ofrecen en el mercado.

Es paradójico que se hayan destinado años de investigación para reducir costos de transporte y llegados los bienes a la adunada se anulan esos tremendos esfuerzos a través de la imposición de aranceles, tarifas y cuotas. Kenneth Boulding en su clásico Análisis Económico concluye que “para estudiar adecuadamente los aranceles debemos considerarlos como aumentos artificiales en el coste de transporte […] Lo mismo que los ferrocarriles son un dispositivo para disminuir el coste de transporte entre dos lugares, los aranceles son un dispositivo para aumentarlo. Así pues, un defensor razonable de los aranceles debe demostrar su lógica estando dispuesto a defender el retorno a los tiempos del caballo y la diligencia”.

En general los defensores de los aranceles son empresarios prebendarios con el apoyo logístico de intelectuales partidarios de esa contradicción en términos denominada “economía cerrada” (“vivir con lo nuestro” es su triste grito de guerra), pero si se compara con los millones de consumidores perjudicados comprobamos lo que puede hacer una minoría decidida tal como apuntó Vilfredo Pareto.

Hay un dèjá vu en todo esto. En la revolución rusa contra el terror blanco de los zares, en lugar de encaminarse al gobierno constitucional tal como se venía prometiendo, Lenin con un grupo reducido, en el escuálido Congreso del Partido Obrero Socialdemócrata de 1903, se apropió del término bolchevique (mayoría) para relegar a segundo término a los mencheviques (minoría). Este movimiento, en un país que en aquel entonces contaba con ciento cincuenta millones de personas, en sus mejores momentos nunca superó las diez mil (todas intelectuales, salvo en una oportunidad que se confirmó en un cargo a un campesino que resultó ser espía de la policía de Kerenski, antes de desencadenarse el terror rojo).

En resumen, respecto al tema arancelario, tal como señala Milton Friedman “La libertad de comercio, tanto dentro como fuera de las fronteras, es la mejor manera de que los países pobres puedan promover el bienestar de sus ciudadanos […] Hoy, como siempre, hay mucho apoyo para establecer tarifas denominadas eufemísticamente proteccionistas, una buena etiqueta para una mala causa.” Si la reciente sugerencia de Trump al Senado para cubrir la vacante en la Corte Suprema —Neil Goruch— resultara buena, tendrá que declarar la inconstitucionalidad de las políticas del Ejecutivo sobre el comercio frente a presentaciones varias que sin duda se suscitarán.

—Alberto Benegas Lynch (h) es académico asociado del Cato Institute y Presidente de la Sección Ciencias Económicas de la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.

Fuente: elcato.org, 02/02/17.

Más información:

Friedrich von Hayek: Camino de Servidumbre


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Trump bajará impuestos y quitará regulaciones

enero 24, 2017

Trump anunció una poda «masiva» de impuestos para la clase media y las empresas

Dijo que los tributos bajarán del 35% actual al 15 ó 20%. Y que recortará regulaciones en un 75%. Reiteró ante empresarios que busca que las compañías de EE.UU. produzcan en el país.

Trump anunció una poda "masiva" de impuestos para la clase media y las empresas

Anuncios. El presidente Trump, ayer, rodeado de importantes empresarios, al comunicar que aplicaría “un masivo recorte” de tributos. “No despidan gente”, pidió a las compañías. REUTERS

trump 2017El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanza a toda marcha con sus principales promesas de campaña y en el que calificó como el “Día Uno” de su gobierno se reunió ayer con altos ejecutivos de empresas y les anunció que, si sus firmas se quedan en el país, “bajará impuestos masivamente tanto para la clase media como para las compañías”.

Dentro de su política de incentivar la producción nacional, Trump dijo que esos impuestos bajarán hasta un rango de entre el 15 y 20 por ciento frente al 35 por ciento actual. “Creemos que podemos reducir las regulaciones en un 75%, tal vez más”, señaló. Y pidió a los empresarios: “Lo único que tienen que hacer es quedarse, no se vayan y no despidan a su gente en Estados Unidos”.

Como ya había hecho en la campaña y luego de haber sido elegido, el 8 de noviembre, Trump advirtió a las empresas que estén pensando en llevar su producción fuera del país que sufrirán consecuencias si lo hacen. “Vamos a imponer un impuesto fronterizo muy grande sobre el producto cuando llegue, lo cual creo que es justo”, sentenció. En la campaña había estimado que esa tasa podía llegar al 45 por ciento.

Señaló, además, que actualmente no hay libre comercio en el globo ya que, para él, Estados Unidos es el único que facilita la entrada a productos extranjeros, mientras que “si quieres vender algo a China y otros países, es muy, muy difícil”.

“Va a producirse una oleada”, dijo Trump con optimismo a los periodistas, en referencia al crecimiento de la industria manufacturera que espera provocar en su país con sus políticas. Según Trump, con la reducción de los impuestos y las regulaciones, ya no habrá ninguna razón para que las empresas produzcan fuera de Estados Unidos.

Esta política proteccionista –y también el megaplan de infraestructura que prometió el magnate- traerá consecuencias en la economía global. El Fondo Monetario Internacional dijo ayer que estima que Estados Unidos crecerá más de lo previsto (un 2,5% este año), y que podría haber inflación, aumento de déficit, suba de tasas y apreciación del dólar. Las inversiones podrían huir de los países emergentes.

steel city ruslt beltEl presidente culpa de buena parte de los males de la economía a la deslocalización de empresas, que ha afectado sobre todo a los trabajadores del “Rust belt”, el cinturón oxidado de Estados Unidos, donde el presidente cosechó los votos clave para conquistar la Casa Blanca. En busca de menos costos laborales y regulaciones medioambientales y de seguridad más laxas, decenas de compañías se han trasladado a países como México u otros de Asia. Un empleado que en Estados Unidos gana 25 dólares por hora más beneficios sociales, en suelo mexicano ganaría solo tres dólares.

El tema es más complejo ya que los obreros estadounidenses no sólo se ven afectados por la partida de las empresas sino también por el avance tecnológico y la poca capacitación que reciben: muchos son reemplazados por máquinas y luego no pueden reinsertarse a un mercado laboral mucho más sofisticado. Trump no ha dicho nada para revitalizar esa realidad que también está golpeando a los trabajadores.

Ver video: Los avances de la robotización y la destrucción de puestos de trabajo

Pero sí se ha opuesto con vehemencia a los tratados de libre comercio, que permite que las empresas se desplacen de un país a otro con cierta facilidad. De hecho ya dijo que comenzará a renegociar el NAFTA, el pacto con México y Canadá, -el “peor de la historia”, según afirmó- y ayer firmó un decreto que establece la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que firmaron 12 países de Asia y América.

Entre los altos ejecutivos con los que el mandatario se reunió ayer en el salón Roosevelt de la Casa Blanca estuvieron presentes Mark Fields, de Ford y Elon Musk, el fundador y presidente de la fábrica de automóviles eléctricos Tesla.

Hoy seguirá la ronda con empresarios automotrices. Desayunará con los principales directivos de la General Motors (GM), Ford, Fiat y Chrysler. Los llamados “Tres grandes de Detroit” habían sido amenazados por el presidente por la importación de sus vehículos producidos en México. Trump “quiere escuchar sus ideas sobre cómo podemos trabajar juntos para traer más empleos a este sector en particular”, dijo Sean Spicer, portavoz de la Casa Blanca.

Trump había amenazado a Ford con aranceles aduaneros del 35 % durante la campaña. La relación con el fabricante mejoró cuando la compañía anunció la cancelación de una planta en México, una inversión de US$1.600 millones. El presidente también había atacado a GM y Toyota y cambió el tono después de que los principales fabricantes anunciasen una oleada de inversiones en EE.UU. El sábado, Trump tuiteó que “las compañías de automóviles y otras, si quieren hacer negocios en este país tiene que empezar a hacer cosas aquí de nuevo. ¡VICTORIA!”.

Fuente: Clarín, 24/01/17.


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Los desafíos de la era Trump

enero 20, 2017

Una América desunida y otros desafíos de la era Trump

  • El nuevo presidente tendrá sobre su mesa una decena de asuntos abiertos

  • Según Trump, la primera tarea será desmantelar el ‘Obamacare’

  • Las tensiones raciales y la reforma migratoria destacan en la política interior

  • Cuba, Irán y la lucha contra el Estado Islámico marcan la agenda exterior

Por Gonzalo Cañada y Juanma Cuéllar.
trump presidente 45 de USA

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La hora de Donald Trump ya ha llegado. Son muchos los desafíos políticos y sociales pendientes. Ante sí tiene un programa electoral ambiguo y polémico, y también cuentas por resolver que ha dejado Barack Obama, entre ellas el nombramiento del juez que sustituya a Antonin Scalia en el Tribunal Supremo.

Esta es una recopilación de los diez principales retos que deberá encarar Trump durante sus primeros meses en la Presidencia.

1. Volver a unir a la sociedad estadounidense

Estados Unidos es más diverso que nunca, pero no solo en el aspecto étnico. La crisis económica de 2008 polarizó riqueza y pobreza, con todo lo que arrastran: nivel social, educativo, acceso a servicio sanitario, vivienda, posibilidades de futuro; los ladrillos de la convivencia y la estabilidad. El resultado es que la desigualdad en EE.UU. ha alcanzado su mayor cota en medio siglo y la munición política y electoral -en 2008 y en 2016- se ha aferrado a esta circunstancia. Blancos, negros, latinos, demócratas, republicanos, ricos, pobres, han sido sus destinatarios.

Apagar la guerra contra «los otros» dio argumentos a Obama, «ni demócratas ni republicanos, sino los Estados Unidos de América», proclamaba. Fue promesa electoral, sin embargo el rescoldo ha permanecido muy vivo. Atizar esta crispación ha ayudado a Trump a encender una masa de votantes resentida: el anónimo obrero blanco de clase baja, a los que la desigualdad ha machacado pero también ha multiplicado. Identificar esa rabia con un pasado dorado -Make America Great Again- ha llevado a Trump a la victoria frente a una Hillary Clinton que el imaginario público asociaba al enemigo: las élites enriquecidas..

El electorado más diverso de la historia de EE.UU. ha llevado a Donald Trump a la Casa Blanca. Ha ganado de refilón, gracias a Florida, y Clinton ha obtenido el apoyo del voto popular (mayoría en número de votantes). Este resultado refleja una división casi perfecta del país.

En su discurso nada más hacerse oficial su victoria, el magnate afirmó que será «el presidente de todos los estadounidenses». No obstante, su victoria ha sido muy contestada en las calles; las plataformas ‘antiTrump’ proliferan, y a la vez, los partidarios del republicano se enconan en su defensa. Estados Unidos se hizo grande desde la unión y será tarea vital para Trump recomponer de nuevo el país..

2. Regularizar las relaciones con Rusia y su percepción por la ciudadanía

Rusia ya no es la superpotente U.R.S.S., pero sus gobernantes nunca han renunciado a ese papel de actor mundial. EE.UU., orgulloso de de su hegemonía, marca nítidamente los límites militares, pero la necesaria convivencia económica e institucional impone un flujo de relaciones, de las que las corporaciones empresariales no se sustraen. Todos estos ingredientes se han reunido en un cóctel explosivo: el caso de los ciberataques rusos durante las elecciones estadounidenses.

Posiblemente, Hillary Clinton recordará el resto de su vida el día que decidió utilizar servidores personales para enviar emails oficiales y secretos. Los servicios de inteligencia estadounidenses acusaron a los rusos de ‘hackear’ informaciones sobre este asunto y filtrarlas via ‘Wikileaks’ para favorecer a Trump, quien ha manifestado en varias ocasiones sus simpatías por el liderazgo de Vladimir Putin.

Para todos los públicosLas especulaciones sobre los correos de Hillary Clinton marcan la campaña en Estados Unidosreproducir video

Las especulaciones sobre los correos de Hillary Clinton marcan la campaña en Estados Unidos.
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La CIA y el FBI señalaron a Putin una vez sellada la victoria de Trump. Pero lo cierto es que, en plena campaña, y con el caso archivado meses atrás, el propio FBI hizo tambalear las encuestas tras anunciar la reapertura de la investigación a pocos días de las elecciones. Clinton, que había conseguido mantener apoyos favorables durante todo el año, finalmente perderá la presidencia por muy poco. Otra de las versiones, en este caso difundida tras las elecciones, es que Rusia amenazó con publicar unas imágenes del presidente de EE.UU. con contenido sexual, supuestamente tomadas en un hotel en Moscú.

Trump tardó en admitir los informes de la inteligencia de su propio país, y negó que tuviera influencia en el resultado. Además ha designado futuro jefe de la diplomacia a Rex Tillerson, un empresario con vínculos reconocidos con Putin. El mandatario ruso, que también ha expresado sus preferencias por Trump, también negó la injerencia, e incluso se permitió agitar el ambiente identificando el rechazo a Trump con una suerte de «maidan» en Washington, en referencia al movimiento ucraniano anti ruso.

Rusia ha acreditado su peso con su participación decisiva en la guerra Siria y mantiene un imponente arsenal nuclear. También controla las canalizaciones de gas y cuando se irrita, decide cerrar sus fronteras al comercio sin temblar por el efecto en los ciudadanos. Por el bien de la comunidad internacional, Rusia y EE.UU. deben convivir y esta pelota está ahora en el lado de Trump.

3. Nombrar al sustituto de Scalia en el Tribunal Supremo

El 13 de febrero de este año, el conservador Antonin Scalia, juez del Tribunal Supremo, falleció a la edad de 79 años, dejando un asiento libre en la institución más importante del Poder Judicial de Estados Unidos, con capacidad para decidir sobre la constitucionalidad de las leyes. Trump deberá, por tanto, proponer al sustituto de Scalia que, con la mayoría republicana en el Congreso, será casi con total seguridad ratificado.

Antes del fallecimiento de Scalia existía una mayoría conservadora en el Tribunal Supremo (5 conservadores y 4 progresistas), pero con su muerte pudo cambiar la fuerza hacia el bando progresista. Obama designó a un candidato, el juez Merrick Garland, responsable de la Corte de Apelaciones de Washington, pero el Congreso, en manos de los republicanos, se negó siquiera a considerarlo. El poder de decisión de Trump sobre esta baja y las que podrían venir en los próximos años, en un Tribunal con una media de edad bastante alta, hace prever que la principal institución judicial será dominada por los conservadores durante bastantes años.

4. Afrontar la reforma migratoria

En su primera entrevista como presidente electo el 13 de noviembre, Trump dijo que su Gobierno decidirá sobre el futuro del resto de los inmigrantes indocumentados (entre ocho y nueve millones) una vez se haya fortalecido la frontera con México. El republicano tendrá que decidir pronto qué hacer con esos ocho o nueve millones, ya que su situación es insostenible.

Las promesas de Trump para expulsar a personas con antecedentes penales no difieren tanto de las prioridades de deportación establecidas en noviembre de 2014 por el todavía presidente, Barack Obama, quien en sus dos años de Gobierno ha expulsado de Estados Unidos a 2,7 millones de personas. Desde la deportación hasta el acceso a la ciudadanía de forma inmediata, las soluciones son muchas y todas tienen sus defensores y detractores.

Para todos los públicosTrump asegura que México va a pagar por el muro y dice de los mexicanos: "No les culpo de aprovecharse de EE.UU."

Trump asegura que México pagará el muro y dice de los mexicanos: «No les culpo de aprovecharse de EE.UU.»

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Donald Trump, forjó su campaña presidencial con duras propuestas de deportaciones masivas y un muro en la frontera con México, unas ideas que ha formulado con un tono más suave desde su triunfo electoral. A pesar de la oposición frontal del Gobierno de México, Trump aseguró que el país vecino acabará pagándolo, «con impuestos o pagos» directos, e insistió en la urgencia de su construcción, razón por la cual el vicepresidente electo, Mike Pence, ya ha empezado los trámites en el Congreso.

Algo que preocupa a muchos activistas es que Trump cumpla su promesa de derogar el programa de Acción Diferida (DACA) promulgado por decreto en 2012 por Obama y que ha servido para frenar la deportación de 750.000 jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños y son conocidos como «dreamers» (soñadores).

Para Trump, el lema de «poner a EE.UU. primero» significa reducir los niveles de asilo e implementar un bloqueo «completo y total» a la entrada de musulmanes a Estados Unidos. Esa propuesta, una de las más polémicas de la campaña de Trump, se ha encontrado con la oposición del senador Jeff Sessions, nominado por Trump para ser su fiscal general y que rechazó la idea de prohibir la entrada al país de las personas que profesan el Islam, religión de 3,3 millones de estadounidenses.

Para todos los públicosDesmantelar el 'Obamacare', objetivo de Trump para el primer día de mandato

Desmantelar el ‘Obamacare’, objetivo de Trump para el primer día de mandato.

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5. Un plan alternativo para el ‘Obamacare’

La reforma para extender la cobertura sanitaria a todos los estadounidenses es uno de logros más signficativos de la administración de Barack Obama, aunque su tramitación fue tortuosa hasta la extenuación y siempre ha sufrido las críticas de los republicanos; esas críticas se han acentuado recientemente por el aumento registrado en las primas de los seguros de salud, lo que eleva el coste de las subvenciones que otorga el Estado federal a aquellos ciudadanos con menos recursos para garantizar que dispngan de asistencia médica.

Precisamente, uno de los críticos más acérrimos con esta reforma sanitaria es el nuevo presidente de Estados Unidos. Trump ya anunció durante su campaña que eliminaría el Obamacare, y hace tan solo dos semanas, su vicepresidente, Mike Pence, afirmó que la primera acción del nuevo Congreso será «derogar y reemplazar» la reforma sanitaria impulsada por Obama. Según lo adelantado por Pence, Trump usará su autoridad ejecutiva para complementar los esfuerzos ya iniciados en el Congreso por los republicanos, con mayoría en ambas cámaras, para elaborar un proyecto de ley que permita derogar el Obamacare, aunque aún se desconoce cuál es el plan alternativo del presidente.

El 12 de enero de 2017, ya ocho días antes de la toma de posesión, el Senado dio el primer paso para la derogación. Con 51 votos a favor y 48 en contra, aprueba una resolución que da luz verde a varios comités del Congreso para que empiecen a preparar la legislación que desmantelará el Obamacare.

6. Resolver las tensiones raciales

El último mandato del primer presidente negro en la historia de Estados Unidos ha sido el del resurgimiento de las tensiones raciales, atizadas por las muertes de varios ciudadanos negros a manos de la policía y la percepción de que existe un sesgo racial en la actuación de las autoridades. Ciudades como Ferguson o Baltimore se han convertido en símbolos durante los últimos años, trufados de disturbios, manifestaciones y la aparición de movimientos como ‘Black lives matter‘ (Las vidas de los negros importan).

Pero con el cambio en la Presidencia esta tensión no solo no se ha reducido sino que parece haber recibido un impuslo. La vieja asignatura del racismo y las heridas no cicatrizadas de la sociedad estadounidense en este capítulo, han cobrado actualidad en una campaña marcada por el discurso del odio, antiinmigración y racista de Trump.

Como ejemplo, el día siguiente a la victoria del republicano muchos ciudadanos negros, hispanos o asiáticos sufrieron ataques racistas. Frases como «Hasta la vista latinos» o «Vete a recoger algodón» se pudieron ver escritas en casas, colegios u otros lugares públicos.

Para todos los públicosEn Portada - Una historia de Baltimore - ver ahorareproducir videoUna historia de Baltimore.

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7. El deshielo con Cuba y el acuerdo con Irán

El deshielo de las relaciones diplomáticas con Cuba es uno de los éxitos de la política exterior de Obama. La reapertura de la embajada estadounidense en La Habana, la abstención de EE.UU. en la resolución de la ONU que cada año reclama el fin del embargo, además del establecimiento de empresas en territorio cubano o el restablecimiento de los vuelos comerciales son algunas de las medidas tomadas en este sentido.

El último paso de acercamiento a la isla ha sido la eliminación de la normativa de «pies secos, pies mojados«. Esta ley permitía a todos aquellos cubanos que pisaban tierra estadounidense optar a la nacionalidad del país que ahora preside Trump. Esta eliminación era precisamente una petición del Gobierno de Raúl Castro.

Un acercamiento que parece va a querer cortar Donald Trump. El republicano ha amenazado con «liquidar» el acuerdo con Cuba, afirmando que hará lo posible para «garantizar que los cubanos puedan comenzar de una vez su camino hacia la prosperidad y la libertad». El exilio cubano mostró su apoyo incondicional a Trump durante la campaña electoral y ahora espera ver devuelta esa confianza en el republicano.

Para todos los públicos Obama y Castro anuncian el restablecimiento de relaciones entre EE.UU. y Cubareproducir videoObama y Castro anuncian el restablecimiento de relaciones entre EE.UU. y Cuba.

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Otro acuerdo histórico que Trump amenaza con desmantelar es el alcanzado con Irán para contener la escalada nuclear. El pacto consiste en la retirada de las sanciones internacionales al país asiático a cambio de que abandonase el desarrollo armamentístico de su programa nuclear y se sometiera a la supervisión de los inspectores de la ONU. Trump tiene la intención de cancelar este acuerdo, ya que lo considera una «humillación» para EE.UU., aunque recientemente Obama, la U.E. y Teherán han avisado al republicano que el acuerdo seguirá en pie y que es esencial para la seguridad.

8. El acceso a las armas de fuego

Pocos asuntos hay tan polémicos y recurrentes en Estados Unidos como el acceso a las armas de fuego, protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense. Barack Obama insitió en legislar para aumentar el control sobre la venta de armas ante el goteo insistente de tiroteos por todo el país, pero el Congreso se negó en repetidas ocasiones, convirtiendo este asunto en uno de los puntos negros de su mandato.

Trump, por su parte, rechaza cualquier tipo de reforma gubernamental para limitar el derecho de los estadounidenses a las armas de fuego. “El derecho del pueblo para poseer y llevar armas no debe ser infringido. Punto”. Así de tajante es el nuevo presidente, fiel a la inflexibilidad de la que los republicanos hacen bandera en este asunto. Aunque durante los últimos meses sí que llegó a reconocer que podría estudiarse una limitación en la venta de armas para evitar que cayeran en manos de terroristas, parece poco probable que se llegue a hacer efectiva. El tremendo apoyo recibido por Trump por parte de la Asociación Nacional del Rifle durante la campaña hacen presagiar un futuro negro a todas las propuestas de reducción del acceso a las armas.

9. Guantánamo

Quizás la principal promesa incumplida de Obama es la que concierne de la prisión de Guantánamo, que nada más llegar a la Casa Blanca anunció que cerraría y, muy a su pesar, no lo ha conseguido. La oposición del Congreso, especialmente después de que los republicanos obtuvieran la mayoría, ha impedido llevar a los presos a cárceles estadounidenses, si bien Obama ha conseguido reducir considerablemente el número de detenidos en la base militar, que llegó a tener casi 800 presos y ahora alberga a 59.

La posición de Trump con respecto a Guantánamo parece, sin embargo, bastante diferente que la del ahora expresidente de EE.UU. El republicano afirmó que mantendrá abierta la prisión, y en un tuit el pasado 3 de enero, indicó que «no debería haber más liberaciones» en Guantánamo. «Son personas extremadamente peligrosas y no se les debería permitir regresar al campo de batalla», comentó.

10. Acabar con el Estado Islámico

La aparición del grupo yihadista ha sido uno de los principales problemas a los que se ha enfrentado la administración de Barack Obama en el marco de la lucha contra el terrorismo; aunque ahora está retrocediendo en Irak y, en menor medida, en Siria, los analistas advierten de que mantiene su capacidad para llevar a cabo atentados en países occidentales, por lo que será uno de los asuntos fundamentales que deberá afrontar Trump en los próximos meses.

Estados Unidos, además, lidera la coalición internacional, por lo que las decisiones que tome Trump con respecto a este tema no solo afectarán a EE.UU. sino a todo el mundo. El republicano no tendrá que dictaminar solo en lo que afecta al aspecto militar, sino también en la gestión de esos territorios recuperados de manos de los terroristas: habrá que tomar decisiones sobre mantener o no el actual despliegue de fuerzas de apoyo, negociar acuerdos con la Rusia de Putin para avanzar en Siria y cómo pacificar las zonas liberadas.

Trump ha acusado durante los últimos meses a Obama de haber fundado el Estado Islámico y avisó de que actuará con mano dura contra el DAESH(ISIS). La primera medida en este sentido ha sido elegir a James Mattis como secretario de Defensa. Apodado «Perro Loco», este general retirado tuvo un rol central en las invasiones en Afganistán e Irak y deberá colaborar con el aún más radical Asesor de Seguridad Nacional, Michael Flynn, en la defensa del país.

Fuente: rtve.es, 20/01/17.


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Estados Unidos baja sus costos de producción

diciembre 22, 2016

Estados Unidos recorta sus costos de producción

Los próximos seis meses en Estados Unidos serán memorables en la historia de la economía mundial.

Por Jorge Castro.

Apple es una de las trasnacionales estadounidenses con más ganancias retenidas en el exterior. Foto: EFE.

Apple es una de las trasnacionales estadounidenses con más ganancias retenidas en el exterior.

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Las compañías high-tech son las transnacionales estadounidenses que tienen más ganancias retenidas en el exterior (US$ 1,2 billones sobre US$2,5 billones en total). Apple dispone de US$216.000 millones; Microsoft, US$ 111.000 millones, Cisco, U$S 60.600 millones.

El sector high-tech es la punta de lanza del capitalismo avanzado y la vanguardia tecnológica de la nueva revolución industrial (proceso de digitalización de la manufactura y los servicios). Su núcleo decisivo lo constituyen cuatro gigantescas plataformas globales de hipercomputación, con eje en cuatro grandes compañías estadounidenses: Amazon, Apple, Google y Facebook. Tienen 5.000 millones de usuarios y cubren 70% de la población mundial.

La característica central de la nueva revolución industrial es que torna irrelevantes los costos laborales en la estructura de producción y en el horizonte, robotización mediante, tiende a eliminarlos.

donald trumpAhora, Donald Trump se apresta a realizar el mayor recorte de impuestos desde la década del ’80, con una disminución de 20 puntos en las ganancias corporativas (de 35% a 15%), que implica una caída de 30% en los costos de producción.

Hay que sumarle la desregulación generalizada a ejecutar en los primeros 100 días de gobierno, que eliminaría costos empresarios por US$2 billones, y que beneficiaría ante todo a las pymes industriales estadounidenses.

A pesar de la caída de la productividad (0,5% anual en los últimos 5 años), los costos de producción estadounidenses experimentaron una mejora en la década pasada, debido a la reducción del precio de la energía (50% en los últimos 6 años), provocada por la explosión del shale-gas, que alcanzó 4,5 millones de barriles por día en 2015.

Las empresas high-tech podrían repatriar más de US$700.000 millones en 2017, con el pago de un impuesto de 10% una sola vez.

La regla de estas compañías es ampliar constantemente el stock de capital, porque este es su principal instrumento de competitividad, sin recomprar acciones ni distribuir dividendos.

La nueva revolución industrial es un fenómeno global, a diferencia de la primera y la segunda, y tiene a China como el otro gran protagonista. Por eso, el retorno de las firmas manufactureras a EE.UU. que ocurre en los últimos 10 años (48% de ellas retornaría en 2020) es parte de un proceso de redespliegue del capitalismo global, con epicentro en la República Popular.

Es un movimiento de 3 pinzas. En primer lugar, una parte creciente de la capacidad productiva ha dejado de exportar, y se orienta a satisfacer el gigantesco mercado interno, cada vez más vibrante por su aptitud para el consumo y que abarca a unos 300 millones de chinos de la clase media, con niveles de ingreso per cápita semejantes a los norteamericanos. Luego, la manufactura trabajo-intensiva tiende a salir de China, con rumbo a países de menor costo laboral (Vietnam o Bangladesh). Por último, los clusters de excelencia high-tech centrados en la Cuenca del Río Yantze – con eje en Shanghai –, profundizan y se integran cada vez más con la nueva revolución industrial de EE.UU. y Alemania.

La diferencia en los costos de producción entre la Cuenca del Río Yantze y el Sur de EE.UU. (Alabama, North Carolina, Georgia) es ahora menos de 5%. Se ha producido una convergencia absoluta entre las dos regiones de punta del capitalismo avanzado. La productividad en Shanghai y alrededores ha aumentado 10% anual en los últimos 10 años, a un ritmo superior 5/6 veces al norteamericano.

El capitalismo del siglo XXI compite sobre la base de su estructura de costos; y el recorte de impuestos que se aproxima en EE.UU., al cruzarse con la nueva revolución industrial, inaugura una fase histórica hasta ahora nunca alcanzada de esta forma de competencia.

Los próximos seis meses en EE.UU. serán memorables en la historia de la economía mundial.

Fuente: Clarín, 11/12/16.


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invertir no es un juego de azar

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Trump gastó la mitad que Hillary en la campaña presidencial

diciembre 10, 2016

Donald Trump gastó la mitad que Hillary Clinton para llegar a la presidencia

El ex candidato republicano gastó solo 600 millones de dólares frente a los 1.200 de su rival demócrata, durante la campaña presidencial.

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Washington (EFE) — El presidente electo de Estados Unidos,Donald Trump, ganó las elecciones presidenciales con una inversión en campaña que fue prácticamente la mitad de la de su rival, la demócrata Hillary Clinton, revelaron hoy medios estadounidenses.

USAClinton, los comités afines al Partido Demócrata y los comités de acción política a su favor, recaudaron más de 1.200 millones de dólares para el ciclo electoral completo, según los últimos informes presentados por la Comisión Federal de Elecciones (FEC, en inglés), mientras que Trump recaudó tan solo la mitad, 600 millones.

Hasta mediados de octubre, la campaña de Trump había gastado 238,9 millones de dólares, frente a los 450,6 millones de Clinton.

Esfuerzo extra

Y según los datos de la FEC, la exsecretaria de Estado hizo un esfuerzo extra en el tramo final de la campaña y gastó en el último mes cerca de 132 millones, lo que le dejó con un excedente de apenas 839.000 dólares.

La campaña de Trump gastó 94,5 millones en mismo período y aun cuenta en el banco con 7,6 millones sin gastar.

Según los datos de la FEC, la campaña reembolsó a Trump y a sus hijos 17.424,29 dólares por comidas y viajes, sin embargo es una cifra mucho menor que los 66,1 millones que el propio Trump inyectó a su campaña, 10 millones en el tramo final.

En lo que más gastó el multimillonario fue en publicidad en medios de comunicación convencionales, con 38,9 millones de dólares, y en publicidad de campaña online, con 28,9 millones

La campaña gastó 2,3 millones en servicios audiovisuales y 970.000 en consultoría de eventos para producir grandes mítines. La empresa de encuestas de la directora de campaña del magnate, Kellyanne Conway, recibió 427.000 dólares en el período final.

A través de los comités de acción política, el multimillonario recibió donaciones en el tramo final por parte de Peter Thiel, el inversionista de Silicon Valley que está aconsejándole en su periodo de transición, 10 millones de dólares del magnate Sheldon Adelson y otro millón de Linda McMahon, a quien Trump acaba de elegir para dirigir la Administración de Pequeños Negocios.

Fuente: lanacion.com.ar, 09/11/16.


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Trump y Wall Street

diciembre 4, 2016

El plan Trump visto desde Wall Street

El gobierno de Trump se apresta a lanzar el más drástico recorte de impuestos desde Ronald Reagan.

Por Jorge Castro.

Los 4 principales indicadores de Wall Street – S&P500, Dow Jones, Nasdaq, Russell 2000– alcanzaron simultáneamente la semana pasada su mayor nivel histórico. Es la primera vez que algo semejante se produce en el siglo XXI. Hay un vuelco masivo a la compra de activos empresarios en los mercados bursátiles norteamericanos. En 4 días, los inversores lanzaron US$27.500 millones en la adquisición de acciones. El Dow Jones alcanzaría 20.000 puntos en 2017, tras 18 años de haber logrado los primeros 10.000.

donald trumpEl dólar ha retomado su carrera alcista y ha obtenido el mayor nivel de los últimos 13 años, debido a que se ha apreciado 43% desde 2008. Las pequeñas compañías –índice Russell 2000– son las más beneficiadas por la combinación de apreciación del dólar y el vuelco de la inversión a los activos. El Russell 2000 ha trepado 12,3% desde el 8 de noviembre, mientras que S&P500 ha crecido sólo 3,1%. El Deutsche Bank sostiene que EE.UU. va a crecer 2,3% en 2017 y 3,5% en 2018, poniendo término a la actual situación depresiva (1,1% anual en el primer semestre de 2016). Es un nivel de expansión nunca alcanzado por EE.UU. en la última década.

También el desempleo puede caer a 4% o menos en 2018 (hoy asciende a 4,7%), un nivel no alcanzado desde el gobierno de Bill Clinton, cuando cayó por debajo de 4%. La OCDE prevé lo siguiente sobre el gobierno de Donald Trump: “No esperamos nada significativo en EE.UU. en los próximos 6 meses, pero en el segundo semestre del año habrá un estímulo fiscal de 0,25% / 0,5% del PBI (inversión en infraestructura) más otro de 1% del producto en 2018 (recorte de impuestos)”.

El gobierno de Trump se apresta a lanzar el más drástico recorte de impuestos desde Ronald Reagan, con una disminución del impuesto a las ganancias corporativas del 35% a 15%, y un tributo de 10% –por una sola vez– para la repatriación de US$ 2,5 billones que las transnacionales estadounidenses tienen en el exterior. La OCDE afirma que el alza del crecimiento de EE.UU. en los próximos 2 años puede extraer a la economía mundial de su actual situación de estancamiento depresivo. EE.UU. es la primera economía del mundo, con un PBI de US$18 billones, seguido por el producto chino, que asciende a US$ 11,4 billones.

La clave del programa de Trump es simple. Consiste en aumentar significativamente y en 2 años la tasa de inversión en capital, y así acelerar el alza de la productividad, que hoy es 0,2% anual, la más baja de la historia norteamericana. Alcanzó a 0,3% en 2015, y a 0,5% en 2014. La productividad secular ha sido 3% por año. La tasa de inversión es hoy 12,9% del PBI, la menor en 7 décadas.

El objetivo de Trump es nítido: lograr que las empresas norteamericanas vuelvan a invertir en EE.UU., para lo cual es preciso que recuperen la competitividad perdida en los últimos 15 años. El cálculo de Wilbur Ross –nuevo secretario de Comercio– es que un alza de 1,5% / 2% de la tasa de inversión puede implicar un aumento de 4,3% en el tamaño del PBI en 10 años, sumado a la creación de 786.000 puestos de trabajo, con salarios que se elevarían 3,6% en ese período.

El plan de infraestructura –US$1 billón en 4 años– tendría un efecto multiplicador de 1,6 veces en el crecimiento del PBI, con la provisión de 3 millones de nuevos empleos de alto nivel salarial, y un alza de la productividad de 0,3% anual. Esto permitiría crear 1 millón de puestos de trabajo adicionales por año.

Ross estima que por cada US$200.000 millones de inversión en infraestructura se crean salarios por US$88.000 millones y aumenta un punto porcentual el PBI. Es probable que el boom registrado en Wall Street sea esta vez una percepción nítida no sólo de los riesgos, sino también de las oportunidades que se abren para EE.UU.

Fuente: Clarín, 04/12/16.


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