El impacto del progreso tecnológico en la Economía global

mayo 24, 2016

Revolución en el mundo avanzado

Por Jorge Castro.

La cuestión central hoy no es el ritmo de la innovación, sino la economía política del progreso tecnológico. El fenómeno Trump.

La regla en el capitalismo avanzado en los últimos 15 años ha sido que el capital sustituye al trabajo como forma de incrementar la productividad, y en el camino se ha apoderado del doble de las ganancias que la fuerza laboral. La compensación de la fuerza de trabajo –fondo salarial– creció 1% anual en EE.UU. desde 1980, mientras que la productividad aumentó 2% anual en ese período.

robotsEn el contexto mundial, esta regla ha sido acompañada por un hecho demográfico desatado por un acontecimiento geopolítico. Al unificarse el sistema por el colapso de la Unión Soviética (1991), la fuerza de trabajo mundial se duplicó en 3 años (pasó de 1.500 millones de trabajadores a 3.500 millones); y el porcentaje del capital en la relación capital-trabajo se multiplicó por 2, en tanto cayó a la mitad el del segundo, con ganancias capitalistas que aumentaron 75% entre 1991 y 1995.

La virtual hegemonía del capital sobre el trabajo ha adquirido un carácter paroxístico en EE. UU. en los últimos 6 años. Esto coincidió con el retraso del capital humano en relación con las exigencias de la revolución tecnológica (4 millones de empleos ofrecidos no son ocupados por carecer de personal con calificaciones suficientes).

La productividad en el capitalismo no proviene del capital sino del trabajo. Mientras tanto, la relevancia del capital es cada vez menor, porque los bienes de capital pueden ahora ser codificados y reproducidos instantáneamente y en forma global a través de la digitalización.

El capital físico tiende a desaparecer, y su lugar lo ocupa el capital intelectual; y lo mismo sucede con la fuerza de trabajo, que se desmaterializa y se convierte en “inteligencia colectiva”.

El capitalismo como sistema deja de ser capitalista. La consecuencia es que las ganancias de productividad por trabajador ocupado (plusvalía relativa) son cada vez mayores. Las de Google son 12 veces superiores a las de General Motors.

Por eso la cuestión fundamental hoy no es el ritmo de la innovación tecnológica, que se exacerbó, sino la economía política del progreso tecnológico, el tema de la gobernabilidad de la revolución digital (fenómeno Trump en EE.UU.).

El costo de la computación cayó 64% anual desde la década del 80, y su derrumbe se aceleró en los últimos 15 años: 75%/80% anual. McKinsey estima que los robots instalados globalmente aumentarán en 10 millones en los próximos 10 años (pasan de 15 a 25 millones), con un alza de 30% anual; y 75% de ese auge ocurrirá en China.

Ver: Los hoteles experimentan con robots

Los robots suplantarían a 3,8 millones de trabajadores chinos en la próxima década; y las provincias del Sur (Guandong en primer lugar) invertirán US$8.000 millones por año en equipos robóticos entre 2015 y 2017.

Ver: ¿Su Puesto de Trabajo en riesgo?

El costo de la fuerza de trabajo industrial en el mundo es hoy de US$6 billones por año; y la robotización en marcha implica un recorte de US$1,2 billones anuales entre 2015 y 2025.

Lo que importa no es la densidad de la robotización (número de equipos x 10.000 trabajadores), sino la celeridad de su incorporación, porque el alza de la productividad depende de la segunda, no de la primera. China tiene 36 robots por cada 10.000 trabajadores, y Corea del Sur 478; mientras que Alemania dispone de 292 y Japón de 314, pero la República Popular incorpora por año dos veces más equipos automatizados que todos ellos sumados.

Hay que prever una serie sucesiva de revoluciones políticas y sociales en el mundo avanzado en los próximos 10 años, ante la aceleración del mayor factor disruptivo de la época, que es la revolución tecnológica.

Fuente: Clarín, 15/05/16.

Twitter de Jorge Castro: https://twitter.com/ipejorgecastro

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Alemania apuesta a los Autos eléctricos

mayo 8, 2016

Autos eléctricos, la apuesta alemana

Por Jorge Castro.

alemania-banderaEl gobierno alemán inauguró esta semana un programa de subsidios para la venta de vehículos eléctricos por 1.200 millones de euros, que implica la entrega de 4.000 euros a cada comprador, que se reduce a 3.000 euros para las unidades híbridas. El costo de la operación se divide por mitades entre la República Federal (RFA) y la industria automotriz.

El objetivo del gobierno de Angela Merkel es asegurar que la actividad automotriz alemana –primera del mundo– consolide su liderazgo en la producción de automotores eléctricos y garantice que la nueva generación de baterías construidas con litio se manufacturen en el país, para encabezar la nueva revolución industrial. Berlín presume que en 10 o 20 años se modificará en sus raíces el negocio automotor mundial, de 74,39 millones de unidadesvendidas en 2015, que llegarían a 100 millones en 2020.

China es la clave del mercado automotor global. En 2015 se vendieron 19,7 millones de automotores, tras duplicarse la venta de vehículos de pasajeros en los últimos 7 años. Su parque automotor asciende a 250 millones de unidades, la cuarta parte del norteamericano. El gobierno alemán prevé que el 75% de los autos del mundo serán eléctricos o híbridos en 20 años. Es la mayor revolución desde el motor de combustión interna creado por Henry Ford en los años 20.

Merkel colocó en la industria automotriz, y en la producción de automóviles eléctricos la tarea de ratificar la condición de Alemania como la primera exportadora manufacturera mundial, en especial en bienes de alta tecnología. OCDE estima que las ventas externas de la RFA subirán 80% en los próximos 10 años, y que el PBI industrial crecerá 18 puntos en ese período.

El resultado es que el superávit de cuenta corriente de Alemania (8% del PBI), el mayor del mundo con relación a la población y al producto, aumentaría 30% en la próxima década (US$325.000 millones o 246.000 millones de euros).

La RFA es el país más industrializado del mundo y cabeza de la nueva revolución industrial (Industrie 4.0). Lo propio de la industria manufacturera desde que surgió en la primera Revolución Industrial (1780-1840) es que está unida por lazos internos al resto de los sectores productivos. Por eso, en ella el alza de la productividad no depende de la fuerza de trabajo, sino que abarca a todos los factores de la producción.

China produjo 330.000 vehículos eléctricos en 2015 –4 veces más que en 2014– y colocaría 500.000 unidades por año en 2020. Puso el énfasis en el desarrollo de gigantescas flotas de transporte público urbano, que cubrirían 50% del total de las ventas en 4 años.

Beijing aspira a vender 3 millones de unidades eléctricas por año en 2025 (+300%); y para eso, eliminó los subsidios a la producción y destina todos sus recursos a las compañías que ofrezcan nuevas tecnologías y alcancen o superen sus objetivos de ventas.

Los costos de los vehículos híbridos chinos serán competitivos con los de combustión interna a partir de 2017, y los eléctricos alcanzarán ese nivel 3 años después.

La clave estratégica de los vehículos eléctricos es la batería alimentada con litio, cuyo costo cayó 14% por año entre 2007 y 2015. Significa que el nivel de competitividad se alcanzaría cuando las baterías cuesten US$150/kw.

El litio es el insumo crucial de la nueva revolución automotriz. Por eso su precio aumentó 253% el año pasado, y se ha elevado 90% el valor de mercado de las compañías que lo producen. Es un metal que se encuentra concentrado casi 100% en 6 países: Argentina, Bolivia, Chile, Australia, China y EE.UU. El cruce de Alemania y China constituye el vector decisivo de la revolución eléctrica mundial.

Fuente: Clarín, 08/05/16.

¿El fin del sueño americano?

abril 10, 2016

La quiebra del sueño americano

Por Jorge Castro.

La pérdida del “excepcionalismo” estadounidense desató una ola de rabia y rechazo en la clase media norteamericana.

usa bandera mapa 04Hay más de 7.000 millones de celulares en el mundo (97% de penetración), los usuarios de Internet alcanzan a 3.200 millones (2.000 millones en los países emergentes), y eran 400 millones hace 15 años. Internet móvil (smartphones) abarca 47% del total. Ha crecido 12 veces desde 2007.

Asia-Pacífico es la región de mayor expansión de Internet móvil; y los usuarios aumentarían 1.700 millones en 4 años (70% del alza proviene de China e India).

Corea del Sur tiene 45 millones de unidades 5-G sobre 50 millones de habitantes (una penetración de 97%). La de China es menor: 57%, pero su velocidad de crecimiento es ampliamente superior (la densidad sería 76% en 2020).

El significado de Internet móvil no reside ahora en la intercomunicación individual. Lo crucial es el despliegue del e-commerce, que alcanzó a US$2,6 billones en China en 2015 y se triplicaría en 2025.

La clave es la irrupción de la nueva revolución industrial a través de los smartphones –“Internet de las cosas” –, que vincula a todos los objetos del sistema mediante una conexión automatizada de transmisión de información. El mundo se convierte en una estructura global completamente cibernetizada en los próximos 15/20 años.

La evolución tiene la velocidad de sus medios, y los acontecimientos llevan a una digitalización completa (sociedad, naturaleza, individuo) del sistema mundial en dos décadas, y esta se funda en la instantaneidad e implica en el horizonte la gratuidad de las transacciones.

Los acontecimientos se aceleran, y la integración mundial del capitalismo adquiere un ritmo vertiginoso, arrastrado por el impulso digitalizador. EE.UU. es el país-frontera del sistema, y las tendencias centrales de la época se manifiestan en él con mayor intensidad y adquieren un carácter más hondamente disruptivo que en cualquier otra parte del mundo.

Se ha modificado allí el significado del capital humano, y el trabajo insuficientemente calificado ha perdido valor ante la intensidad de la revolución tecnológica, en tanto que el de alta calificación ha multiplicado sus ingresos.

Ver: ¿Su Puesto de Trabajo está en riesgo?

La economía estadounidense se expandió 25% desde 1998. Pero los ingresos de 60% de los estadounidenses han declinado 3,8% en ese período. Los más golpeados son los trabajadores industriales blancos, que han retrocedido 10%.

Lo que empuja hacia abajo a la sociedad norteamericana, cuando experimenta una reestructuración generalizada de todas sus estructuras socio- económicas, son fuerzas anónimas, objetivas, ajenas al control de los individuos (globalización, cambio tecnológico, aumento de la productividad). Esto choca con la naturaleza del “sueño americano”, ejercicio de libertad y esfuerzo individual basado en la certidumbre de que lo mejor es el futuro y no el pasado.

donald trumpLa pérdida del “excepcionalismo” estadounidense ha desatado una ola de rabia y frustración de la clase media, que se ha convertido en el impulso fundamental de la candidatura de Donald Trump.

La quiebra del “sueño americano” la revelan estos datos: el alza de los ingresos del 1% de arriba ha sido 3,4% por año desde 1973 (5,4% anual para el 0,1% del pico de la pirámide). El 90% restante ha visto mejorados sus ingresos con una tasa de 0,3% por año.

La relación entre el 1% de arriba y el piso de la sociedad norteamericana era un múltiplo de 26 hace 45 años y ahora ha trepado a 300.

Las elecciones de EE.UU. en noviembre son las más importantes de la historia norteamericana desde la década del 30. Está en juego la relación entre EE.UU. y el sistema mundial, no sólo respecto a sus adversarios sino también a sus aliados.

Fuente: Clarín, 10/04/16.

 

El crecimiento de la India

abril 3, 2016

India excluye las reformas drásticas

Por Jorge Castro.

Las exportaciones cayeron 4,7% en 2015 y son menos del 2% del total mundial. El crecimiento se basa en la demanda doméstica.

Contrastes. India, país muy conectado y con altos niveles de pobreza extrema.

Contrastes. India, país muy conectado y con altos niveles de pobreza extrema.

India creció 7,5% en 2015 y fue la de más rápida expansión entre las grandes economías del mundo. El PBI se hundió 6 puntos entre 2010 y 2012 (pasó de 11% a 5,3%), y volvió a crecer a tasas superiores en 2013, 2014 y 2015 (6,4% / 7,2% / 7,5%). Hay indicios de que ha ocurrido un alza del potencial de largo plazo de 1 punto o más, que lo llevaría a 8% por año en 2018 / 2019.

indiaEl déficit de cuenta corriente se redujo el año pasado a 1,4% del PBI, tras haber llegado a 4,8% en 2012, debido a la caída del precio del petróleo; y la brecha fiscal disminuyó un punto porcentual (3,5% del PBI en 2015).

La población india sería la mayor del planeta en 2030 (1.500 millones), y el 70% tendría entonces menos de 30 años. La población en edad de trabajar aumentaría 20%, hasta los 1.000 millones.

Más de 70% de la expansión india proviene del sector servicios (5 puntos en 7,5% de alza en 2015), en tanto que el PBI industrial es 15% del producto y su contribución a la fuerza de trabajo es virtualmente nula (2% del total).

El PBI agrícola (17% del producto) es ejercido por 700 millones de campesinos. El nivel de incremento de su productividad es irrelevante. Las exportaciones cayeron 4,7% en 2015, y representan 2% del total mundial. El crecimiento indio depende casi exclusivamente de la demanda doméstica.

Entre los tres grandes emergentes (China, India, Brasil), es el que recibe menos inversión extranjera directa (IED) – US$20.000 millones en 2015 –; y el stock de IED es 1% del global. Brasil tiene 1/6 de la población india (230 millones), y el año pasado recibió 3 veces más IED (US$66.500 millones).

El ahorro doméstico es elevado (31,6% del PBI), pero la inversión ha caído en los últimos 4 años (39% del PBI en 2011/ 34,2% en 2015); y esto ocurre cuando la economía se expande, lo que frena las expectativas sobre el largo plazo.

La infraestructura india es ruinosa. Ocupa el puesto 90 entre 144 países (Davos) y la corrupción de las redes burocráticas es una de las tres más elevadas del globo.

India es un país extraordinariamente interconectado. Más de 900 millones de personas tienen acceso a la telefonía celular y son 300 millones los que disponen de Internet móvil (smartphones). Es sede del más importante sistema de servicios de la industria de alta tecnología del mundo, con eje en Bangalore, que ocupa a 2,5 millones de personas, dos tercios de los cuales con grado universitario o postgrado, usualmente en EE.UU.

En 2015 se establecieron 200 millones de cuentas bancarias a través de Internet, con 11 sistemas de pagos; y son 151 millones los subsidios a la pobreza que se abonan mediante la telefonía celular.

El poder político es extremadamente disperso, con un sistema federal profundamente heterogéneo (social, económica y lingüísticamente), en que el Senado, que representa a los 28 estados, veta o frena las leyes de fondo que propone el Ejecutivo.

El proceso de reformas en India tiene necesariamente un carácter incremental, y su impacto económico depende de su orientación y de la agregación en el largo plazo.

En los últimos dos años se ha modificado profundamente la gestión de la inversión pública federal (gobierno Narendra Modi), y hay en ejecución un programa de desarrollo de infraestructura de US$50.000 millones en 5 años.

El sistema indio excluye los cambios drásticos. Todo depende del rumbo y de la acumulación de ganancias de productividad.

India es esencialmente estable y dispone de la mayor democracia en funcionamiento del planeta desde hace 67 años, en un subcontinente con 101 lenguas, y con un único idioma común: el inglés.

Fuente: Clarín, 03/04/16.

El impacto global de la baja de las tasas de interés

febrero 28, 2016

El costo del capital hunde las tasas

Robots baratos. Los bienes de capital son cada vez más económicos.

Robots baratos. Los bienes de capital son cada vez más económicos.

Por Jorge Castro.

Jorge Castro

El Banco de Inglaterra (BoE) muestra que el promedio mundial de las tasas de interés era 4,3% por año entre 1985 y 1989, y que cayó a 1,8% anual en el período 2005-2009, lo que implica una tendencia declinante, antes incluso de desatarse la crisis financiera internacional 2008-2009.

El colapso de la caída de Lehman Brothers profundizó la caída y el promedio mundial es 0,6% anual desde entonces. En los últimos 30 años, las tasas globales de interés han disminuido 4,5 puntos porcentuales y son las más bajas de la historia.

Es un fenómeno vinculado a la reducción de la fuerza de trabajo en el mundo avanzado por la disminución en términos absolutos de la población y el envejecimiento generalizado. Esto provoca un descenso de la capacidad de crecimiento potencial de largo plazo, que en Japón es 0,5% anual, en Alemania 1,1% y 1,5% en EE.UU.

Un factor de creciente importancia es el auge de la desigualdad social en los países avanzados. El ingreso de las familias norteamericanas del 5% más rico de la población fue 9 veces superior al 20% más pobre en 2013. Es la mayor brecha desde que se llevan estadísticas (1967).

Las ganancias reales de las compañías S&P500 aumentaron 94% respecto a junio de 2009. En este período, el ingreso del 60% de la población estadounidense está todavía 8% por debajo del nivel previo a la crisis.

El consumo privado representa 75% del PBI norteamericano; y los salarios reales ahora no crecen o incluso retroceden, mientras que el virtual pleno empleo (6,3% de desocupación) es acompañado por una caída de 10 puntos en la participación laboral, en relación con el promedio de los últimos 20 años. Por eso, hay un debilitamiento de la demanda efectiva y una reducción del PBI potencial.

La desigualdad social en alza disminuye la propensión a consumir, porque los dos tercios de abajo de la sociedad norteamericana disponen de menor capacidad de compra y el tercio de arriba orienta sus enormes recursos al ahorro antes que al consumo. Aun así, el 1% de arriba consume más de 35% del total.

El aporte de los países emergentes (China / Asia en primer lugar) a la baja de las tasas de interés proviene de los gigantescos superávits de cuenta corriente experimentados entre 2001 y 2010.

En ese período, el superávit de cuenta corriente de la República Popular ascendió a 11% del PBI y trepó a 14% si se le suma el ingreso neto de inversión extranjera directa (IED). Esa inmensa masa de capitales –US$ 2,5 billones por año– se dirigió primordialmente al mundo avanzado, y en especial a EE.UU., que atrajo 75% del total.

Esto provocó un aumento del ahorro mundial y una baja estructural de las tasas de interés de largo plazo, las menores de la historia; y se transformó en la causa fundamental del boom de crédito en el mundo avanzado, antecedente directo de la crisis financiera internacional 2008-2009.

La causa de fondo de la baja de las tasas de interés es la reducción sistemática de los precios relativos de los bienes de capital (-1,5% por año en las últimas 3 décadas), que ha provocado la revolución tecnológica del procesamiento de la información. Es obra directa de la “Ley de Moore”, que establece que la capacidad de procesamiento de la información se duplica cada 18 meses, mientras que el precio cae a la mitad. De ahí que se requiera ahora menor inversión por unidad de producto, lo que reduce el nivel de ahorro y fija tasas de interés más reducidas. El costo del capital es cada vez menor.

Se cierra el círculo del shock de oferta laboral que desató la caída de la Unión Soviética en 1991, que duplicó en tres años la fuerza de trabajo mundial (pasó de 1.500 a 3.500 millones de trabajadores), y aumentó en 50% el rendimiento del capital y redujo en igual proporción el de la fuerza de trabajo.

Esto no deja más alternativa para crecer que el alza de la productividad de todos los factores a escala global, sinónimo de reformas estructurales.

Fuente: Clarín, 28/02/16.

Jorge Castro

 

 

 

La revolución robótica

diciembre 6, 2015

La revolución industrial robótica

La industria alemana invierte US$280.000 millones para lograr la digitalización completa de la manufactura.

Por Jorge Castro.

La revolución industrial robótica

La Escuela de Economía de Londres (LSE) estima, sobre la base del estudio de 14 industrias manufactureras en 17 países avanzados, que el incremento del uso de robots por hora trabajada ha aumentado 150% anual entre 1993 y 2007, y ha elevado la productividad 0,37 puntos porcentuales (p.p.) en relación al alza del PBI industrial por año, lo que representa 1/3 de la expansión del producto.

Esto implica una contribución de 0,36 puntos porcentuales al auge de la productividad del trabajo, que equivale a una sexta parte del alza de la productividad de todos los factores (PTF).

También se asimila al alza de la productividad lograda por la implantación de la Máquina a vapor entre 1820 y 1890 (0,37 p.p. / año); y equivale al aumento de la eficacia productiva obtenido por la construcción de los Ferrocarriles transcontinentales de EE.UU. en el siglo XIX. Esto sucede cuando la robotización abarca 2% del stock de capital de los países avanzados y sólo cubre 10% de las tareas laborales. LSE advierte que la robotización representaría 15% del stock de capital en 2025 y que cubrirá para entonces el 25% del total de las tareas.

Estas tendencias equivalen a una nueva revolución industrial, con un alza de la productividad de 3% anual en una década. Pero la digitalización completa de la manufactura y los servicios –nueva revolución industrial– es el resultado de la convergencia de 11 innovaciones, entre las cuales la robotización, en una perspectiva de mediano/largo plazo, probablemente no sea la más importante.

robot 01En el caso de Alemania, la nueva revolución industrial acarrea ganancias de productividad de 5%/8% en 10 años, acompañada por recortes de los costos manufactureros entre US$100.000 millones y US$180.000 millones en ese período, con un incremento del PBI de 1% por año. La industria alemana necesita invertir para este cambio histórico US$ 280.000 millones en el próximo lustro.

El caso chino muestra otros rasgos. El mercado robótico crece 53% por año y representa 25% de la demanda global. Esto significa que el nivel de robotización de la República Popular es el triple de Japón y el doble de Corea del Sur (n° 1 y n°2 del ranking global). Pero el nivel de intensidad robótica de China es el más bajo entre los 5 principales países (tiene 30 robots cada 10.000 trabajadores), mientras que la proporción en Corea del Sur es 15 veces superior y en Japón, 11 veces.

La intensidad robótica depende de la correlativa disminución del nivel de precios. En 2008 se requerían 11,8 años de utilización para recuperar la inversión realizada, y se necesitan ahora 1,7 años, que disminuirían a 1,3 años en 2016, para derrumbarse luego a 6 meses o menos en 2020.

La necesidad impulsa la robotización en China. El nivel de ganancias manufactureras es hoy inferior a la tasa de interés que se debe afrontar por la deuda corporativa (US$1,8 billones de deuda vs. US$1,05 billones de ganancias).

McKinsey sostiene que la nueva revolución industrial puede provocar una caída de los costos de producción entre US$18 billones y US$33 billones en una década; y crearía la fuerza de trabajo más productiva de la historia del capitalismo, con ganancias de productividad que llegarían a ser hasta 6 veces superiores a las fijadas por la “Ley de Moore” (la información procesada se duplica cada 18 meses y los costos caen a la mitad).

La esencia del capitalismo no es el capital sino el trabajo; y la fuerza de trabajo pierde toda forma directa y material en la nueva revolución industrial, convirtiéndose en “inteligencia colectiva”, una potencia puramente abstracta y universal.

En este nuevo mundo productivo, los robots son lo de menos. Lo decisivo es la extraordinaria inteligencia humana imbuida en ellos.

Fuente: Clarín, 06/12/15.

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Corea del Sur apuesta a su gente

junio 14, 2015

Corea del Sur apuesta a su capital humano

Por Jorge Castro.

En su acuerdo con China, Seúl busca crear una estructura económica que absorba su fuerza de trabajo hipercalificada.

Corea del Sur apuesta a su capital humano

China y Corea del Sur suscribieron el 1° de junio un acuerdo de libre comercio tras tres años de negociaciones. Es el tratado de mayor relevancia para la República Popular, y la contraparte es la 5ª exportadora del mundo, con un PBI que es el 12° en el ranking global (US$1,67 billones).

Corea del Sur banderaCorea del Sur creció 8% anual entre 1962 y 1998, y sus exportaciones aumentaron 15% por año. El nivel de ingreso per cápita era US$300/año en 1960 y trepó a US$33.200 en 2014. El ingreso per cápita, sumado al alza de la productividad, en relación a EE.UU. ha seguido el siguiente ciclo: era 9% del estadounidense en 1970 y alcanzó a 62% el año pasado.

Sólo Japón y China han crecido a una tasa tan alta durante un período tan prolongado en toda la historia del capitalismo como Corea del Sur. Fue el “Milagro del Río Han”.

Acumuló capital durante 30 años a través del incremento del capital y el trabajo. Contribuyeron con 4,3 puntos porcentuales al crecimiento del producto (7,6% anual) entre 1970 y 2000, con un aporte de la productividad de todos los factores (PTF) de 3,3 puntos porcentuales.

El alza del PBI se redujo a 4,3% anual entre 2000 y 2010, con un aporte de capital/trabajo de 1,7 puntos porcentuales, y una caída de la expansión potencial de largo plazo, que pasó de 4% por año entre 1970 y 2000 a 2,25% de 2015 a 2025.

El vuelco de China al capitalismo (1978) transformó a Corea del Sur –alza de las exportaciones mediante– en el más relevante de los “Pequeños Dragones de Asia” (Taiwán, Hong Kong, Singapur), y le otorgó una dimensión global a su estrategia de desarrollo industrial.

El capital humano y tecnológico (infraestructura y equipos high-tech) han sido variables independientes en la estrategia coreana de desarrollo. Por eso es que 62,8% de los trabajadores dispone de grado universitario o terciario entre 25 y 34 años de edad, y constituye la fuerza de trabajo más calificada del mundo, por encima de la israelí y la norteamericana. Así, 38% son graduados en ingeniería, matemáticas y tecnología, y 15% posee PhD en universidades de los Estados Unidos.

La infraestructura tecnológica está a la altura del capital humano. Seúl, cubierto por wi-fi, es el segundo centro de alta tecnología del mundo, después de Silicon Valley; y todas las grandes empresas high-tech han trasladado allí sus laboratorios (Google en primer lugar). De ahí que 82,7% de la población utiliza Internet, y 78,5% lo hace con smartphones, porcentaje que se convierte en virtual unanimidad (97,7%) en los jóvenes de 18 a 24 años. Los 51,3 millones de habitantes tendrán acceso a banda ancha 5G en 2020, un sistema 1000 veces más rápido que el vigente en EE.UU. (100 megabytes/segundo).

Corea del Sur es el país más densamente interconectado del sistema global, con epicentro en Seúl (10 millones de habitantes), situada a 30 km de la frontera con NorCorea, fijada por el armisticio de 1953. Volcado sobre el Paralelo 38° se haya desplegado un ejército norcoreano de 1,5 millones de combatientes, dotados de 60.000 cañones de 155 mm y misiles de alta penetración.

Más de 30% de los graduados universitarios no ocupan puestos de trabajo. Son desocupados sobrecalificados. La oferta de capital humano está por encima de la demanda. De ahí que el objetivo del acuerdo con China sea crear, a través del aumento de las exportaciones de alta tecnología y de inversiones high-tech en la República Popular, una estructura económica capaz de absorber el excedente en capital humano, la sobreinversión realizada. Se trata de repetir un nuevo “Milagro del Río Han”, multiplicado por las posibilidades de la época.

Fuente: Clarín, 14/06/15.

 

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Se acelera la transición en China

abril 27, 2015

Se acelera la transición en China

Por Jorge Castro.

La economía china profundiza su desaceleración. Creció 7% anual en los primeros tres meses de 2015, con una disminución significativa de la producción industrial, que se expandió 6,4%, 2 puntos menos que en igual período del año pasado.

Lo más relevante es lo ocurrido con la tasa de inversión (formación de capital), que cayó 6 puntos con respecto a 2014 (pasó de 17,6% a 13,9%), mientras que el sector que más se expandió fue el terciario, que aumentó 14,7% anual.

El resultado es que hoy el PBI chino es mayoritariamente una economía de servicios (51,6% del producto total frente a 48,2% en 2014); y su crecimiento ha excedido al PBI industrial en 8,7 puntos.

El ingreso per cápita crece por encima del producto en términos reales (9,4% anual), con una tasa de inflación de 1,2% por año (0% en marzo). El PBI/habitante es hoy US$9.800, en capacidad de compra doméstica (PPP).

En dólares constantes, el PBI alcanzó a US$10 billones en 2014. Implica que un crecimiento de 7% anual equivale a una expansión de US$2,29 billones, equiparable a una Italia por año.

Más de 65% del PBI es obra del capital privado y se expande arrastrado por el consumo individual (+10,6% anual), que significó un gasto de US$1,5 billones en el primer trimestre, liderado por las compras online (+ 40,6% anual).

Estos datos indican que se acelera la transición en China entre dos economías: una centrada en las grandes empresas estatales, con un nivel de ganancias prácticamente nulo (3%/4% por año), y dotadas de una capacidad instalada no utilizada de más de 30% del total; y otra constituida por un nuevo sistema de firmas privadas, principalmente del sector servicios, altamente competitivas y con elevadas tasas de retorno, que proliferan a partir de su virtual desregulación.

Las nuevas compañías registradas aumentaron 38,4% en el primer trimestre, encabezadas por las start-ups de alta tecnología que procesan su actividad en la “nube” (cloud computing) , que crecieron 50,6%. En 2014, surgieron en la República Popular 3,6 millones de nuevas empresas privadas.

Más de 30% del ahorro interno (US$5 billones) se encuentra hoy depositado en las redes virtuales de Alibaba y Tescent, que ofrecen tasas 2 y 3 veces superiores a los bancos estatales; y esto ocurre cuando la cuenta capital prácticamente se ha liberalizado, proceso que podría completarse en 3/5 años.

Los costos laborales por unidad de producto siguen aumentando debido al alza del salario real (+20% anual desde 2009), y la inflación prácticamente ha desaparecido. En tanto, los precios industriales experimentan una caída vertical, obra directa del exceso de capacidad, especialmente agudo en las industrias del acero, cemento, aluminio y vidrios planos. La industria del acero produjo 720 millones de toneladas en 2014 (46% del total mundial), con una capacidad instalada que tiene un potencial de 1.200 millones de toneladas por año.

La combinación caída de precios y nula rentabilidad, producto del exceso de capacidad de las grandes empresas estatales, es el factor fundamental que frena el crecimiento económico, mientras que los nuevos sectores no han desplegado aún plenamente su potencial.

El problema de la corrupción en China es inseparable de la transición de su economía. Centenares de miles de cuadros medios y altos del Partido, el Estado y el Ejército Rojo, han sido procesados por actos de corrupción, mientras se afirma un sistema de normas impersonales (“Estado de derecho”), que es lo que exige el desarrollo de las empresas privadas. Lo que impulsa a Xi Jinping no es el moralismo, sino la necesidad de acelerar la transición.

Fuente: Clarín, 26/04/15.

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Italia en una senda de reactivación

febrero 26, 2015

Italia en una senda de reactivación

Por Jorge Castro.

MIRADA GLOBAL. La capacidad política del primer ministro Mateo Renzi es un factor clave de la reanimación de la economía peninsular.

italia-bandera-botonLa capacidad política de Matteo Renzi, primer ministro de Italia, decidió la elección del nuevo presidente Sergio Mattarella, cuando la Península se encuentra en pleno proceso de reformas, y pese a que el italiano es uno de los sistemas políticos/partidarios más fragmentados del mundo, que por naturaleza tiende a la parálisis.

En un año de gobierno, Renzi reformó el Senado, con una reducción de 1/3 de sus integrantes (de 315 pasaron a 100) y logró recuperar el manejo de la energía, el turismo y los transportes, además de liquidar a 40% de las regiones.

Luego consiguió reformar el sistema laboral y pudo eliminar el monopolio accionario de grupos nacionales en las grandes compañías italianas, abriendo paso así a la inversión extranjera. También recortó los impuestos en 18.000 millones de euros por primera vez en los últimos 20 años para beneficiar a empresas y pequeños consumidores. El resultado de estas reformas ha sido un alza del índice de confianza de los inversores por primera vez en 10 años.

Italia ha experimentado tres años de contracción continuada entre 2012 y 2014, dentro de un periodo de 20 años de depresión; y este año vuelve a crecer, con un aumento de las exportaciones de 4,3% anual y una expansión del producto que sería de 0,5% en 2015, para elevarse a 1,5% en 2016.

En los últimos seis meses, la tasa de inversión ha aumentado 4 puntos, sobre todo en bienes de equipo y capital (+de 60%), tras dos décadas de virtual inmovilización; y el recorte de impuestos implica que un trabajador que gana 20.000 euros por año tendrá un aumento neto en sus ingresos de 1.200/1.350 euros; y que el costo del trabajo disminuirá más de 20% para el empleador.

La deuda pública alcanza a 135% del producto, que asciende a 1,6 billones de euros (US$2,134 billones), y es la segunda del mundo después de la japonesa (200% del PBI). Pero lo fundamental no es eso. Lo decisivo es que Italia es el país de Europa de mayor nivel de ahorro doméstico per cápita. Es uno de los países más ricos de la región.

Los instrumentos financieros disponibles en bancos y oficinas postales superan los 3,7 billones de euros. Hay que sumarles activos líquidos por 933.000 millones de euros. De ahí que el Banco de Italia estime que el ahorro doméstico supera los 6 billones de euros, cifra subestimada porque la “economía en negro” alcanza a 35%/40% del PBI.

El principal problema de la Península no es económico ni financiero, sino político. Es la crisis de confianza provocada por la parálisis de su sistema de decisiones. Por eso la recuperación de la credibilidad del poder político –en su doble condición de legitimidad y eficacia– es la primera y más relevante de las “reformas estructurales”.

Italia posee el sector industrial más competitivo de Europa, junto con el “Mittelstadt” alemán (pequeñas y medianas empresas que ocupan nichos globales en productos especializados de alta tecnología).

Este sector está constituido por redes de empresas integradas en distritos industriales o clusters del Véneto, Piamonte y Lombardía, dotadas de una extraordinaria pujanza exportadora y capacidad de innovación, que les permite dominar nichos estratégicos de la economía mundial.

El Banco de Italia señala que la tasa de inversión ha experimentado una caída de 28% a partir de 2012, y que sólo la mitad ha sido obra de factores macroeconómicos (ciclo mundial, disminución de la demanda europea, etc.). El resto es consecuencia directa de la crisis de confianza provocada por la debilidad del sistema político.

Italia es la segunda potencia industrial de Europa después de Alemania; y sus 25.000 grandes compañías, que producen la mitad del valor agregado (330.000 millones de euros sobre 690.000 millones de euros anuales) optaron por frenar las inversiones en los últimos tres años, lideradas por Fiat, que adquirió el año pasado Chrysler, uno de los tres gigantes de Detroit, en US$4,35 billones.

La economía es la reina de las ciencias sociales, subordinada a la política.

Fuente: Clarín, 22/02/15.

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El mundo después del 2008

noviembre 16, 2014

Cómo la crisis financiera modificó el sistema mundial

Por Jorge Castro.

El mundo después del 2008, según un flamante libro de Martin Wolf.

La causa fundamental de la crisis financiera internacional de 2007/2008 –señala Martin Wolf, probablemente el principal comentarista económico y financiero del mundo– fue el aumento excepcional del ahorro mundial; y su mayor consecuencia fue el boom de crédito en los países avanzados, ante todo EE.UU., que resultó la causa inmediata de la caída de Lehman Brothers, que desencadenó la crisis financiera internacional, y se convirtió en el nuevo punto de partida de la historia del mundo.

Este fenómeno central se reveló en los países avanzados a través de la caída vertical de las tasas de interés reales, que se derrumbaron a 0% casi de inmediato, mientras que las tasas activas alcanzaron un piso semejante en los siguientes 6 meses, nivel que mantuvieron en los siguientes 6 años.

De inmediato, el gasto público aumentó muy por encima del ahorro del sector, como forma de prevenir una situación de depresión generalizada en el mundo avanzado.

Las tres grandes transformaciones de la economía mundial que provocaron la crisis son las siguientes: la conversión del capitalismo en un sistema mundial unificado a partir del colapso de la Unión Soviética (1991), cuya consecuencia fue la desregulación generalizada del proceso económico y ante todo del sistema financiero; luego, la aceleración de la revolución tecnológica de la información, que intensificó la integración del sistema; por último, y como parte principal de lo anterior, la emergencia de China/Asia al primer plano de la economía internacional.

Esto implicó un cambio fundamental en el balance mundial entre el ahorro y la inversión, con la República Popular convirtiéndose en la primera exportadora global de capitales a partir de 2001.

Este fue el elemento que desencadenó la fenomenal caída de las tasas de interés reales; y que provocó, en el punto de crisis de septiembre de 2008 (caída de Lehman Brothers), el colapso de la demanda de ahorro en los países avanzados.

El superávit de cuenta corriente de China y el déficit de cuenta corriente de EE.UU. –ambos de carácter simétrico– crecieron cinco veces con relación al producto mundial entre 1996 y 2006. El primero ascendía a US$232.000 millones (11% del PBI) en 2006, y el segundo a -6% del producto (US$800.000 millones).

La salida de la crisis –lo que se denomina “solución” en términos individualistas y voluntarios– tiene las mismas características e igual naturaleza que la crisis que le dio origen.

Ha sido una crisis global, provocada por la integración del sistema, a su vez consecuencia de acontecimientos geopolíticos (caída de la Unión Soviética) e impulsada por la aceleración del cambio tecnológico.

El primero de esos cambios ha sido la completa integración y desregulación del sistema financiero internacional, fenómeno irreversible, tecnológicamente fundado.

Este sistema es un fenomenal creador de crédito, y por lo tanto de riesgo, con una magnitud y celeridad incomparables en términos históricos. Por eso, el sistema financiero global que ha surgido es intrínsecamente inestable, y los intentos de hiperregulación de un país determinado –EE.UU., por ejemplo– crean una falsa certidumbre y provocan futuras crisis, por definición globales.

La regla en el capitalismo es la siguiente: para que la economía crezca a una tasa elevada y sustentable, necesita disponer de un nivel de crédito que aumente a un ritmo sustancialmente mayor que el del PBI nominal. En caso contrario, el riesgo es enfrentarse a una situación de “estancamiento secular”, al menos en los países avanzados.

Wolf advierte que la única manera de que la regulación financiera adquiera un carácter más global es que el sistema financiero internacional crezca mucho menos; y esto es imposible tecnológicamente.

De ahí que el intento de segmentar el sistema financiero internacional en diversas estructuras nacionales o regionales no sea una opción, sino una imposibilidad material de raíz tecnológica. Sostener que la segmentación financiera es una opción tiene el mismo significado que afirmar que la globalización es “una ideología entre otras”.

La cuestión es admitir que el sistema financiero global es inestable por naturaleza, dotado de una tendencia endógena a las crisis periódicas; y que la posibilidad de establecer un sistema global de supervisión que limite el número e intensidad de las crisis depende del surgimiento de una autoridad política mundial.

Esta necesidad surge en el momento en que el sistema mundial experimenta una transición histórica fundamental, entre una estructura de poder que queda atrás –hegemonía unipolar de EE.UU.– y un nuevo sistema de poder con actores y protagonistas del mundo emergente, China en primer lugar.

La idea de que el sistema tiende al equilibrio y que las crisis son episodios exógenos, previsibles y “solucionables”, tiene un carácter notoriamente ideológico.

El cambio del sistema mundial provocado por la crisis de 2008 ha modificado al mundo en una triple dimensión: ante todo, en la realidad del funcionamiento de la economía mundial; luego, en lo que se piensa sobre el mismo; y por último, en la línea de acción a desarrollar (estrategia de crecimiento económico).

Respecto a lo primero, hay que advertir que los países avanzados, con excepción de EE.UU. en los últimos dos trimestres, crecen ahora por debajo de su potencial.

En cambio, los países emergentes, encabezados por China, se expanden después de 2008 sobre la base de su demanda doméstica, pero no pueden repetir, en las condiciones del mundo actual, la estrategia de desarrollo económico que ejecutaron previamente sobre la base del aumento incesante de las exportaciones manufactureras.

Lo fundamental de la crisis financiera internacional 2007/2008 es que ha provocado el traslado del eje del proceso de acumulación global de los países avanzados a los emergentes.

Así, entre 2007 y 2012, el PBI de los países avanzados aumentó 2,4% en términos reales (EE.UU., 2,9%; Eurozona, -1,3%), mientras que los emergentes crecieron 31% y China 56%; y por eso la República Popular se ha convertido en la primera economía del mundo (PBI chino 2014: US$17,039 billones/PPP).

Lo esencial, dice Martin Wolf, es cambiar la forma de pensar frente a un mundo que se ha modificado irreversiblemente, lo que significa que las categorías “nacionales” han quedado atrás y también los paradigmas “occidentalistas”, basados en la primacía de EE.UU.

La clave de la nueva época histórica es que se ha ingresado en un tiempo dominado por la instantaneidad, en la que el futuro se ha tornado presente.

Fuente: Clarín, 16/11/14.

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