El cambio climático y la falta de agua golpean a China

junio 24, 2012

El cambio climático y la falta de agua golpean a China

Por Jorge Castro.

 

El cálculo que realizan CEPAL, BID y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) sobre el daño que provoca el cambio climático es el siguiente: la emisión de CO2 es hoy de 50.000 millones de toneladas/año, lo que significa 7 toneladas per cápita. Implica que en 2050 la temperatura mundial media aumentaría 2 grados centígrados y provocaría un daño económico y social con características de emergencia global, que pone en juego la gobernabilidad del sistema.

Asia Central (eje en el este de China) experimenta un calentamiento mayor y más rápido que el promedio mundial y adelanta, quizás en una década, el calendario de 2050.

El impacto del cambio climático converge en esta región con un agotamiento de los recursos, sobre todo del agua.

La agricultura es la actividad más afectada y se torna insustentable en el mediano/largo plazo. Asia Central crece el doble o el triple que en los países avanzados y experimenta un extraordinario proceso de urbanización y de emergencia de una clase media global, que intensifican la utilización de recursos, por encima del auge del producto.

Asia es el territorio más seco del mundo, con un consumo de agua per cápita que es la mitad del promedio mundial (6.380 m3 por habitante/año).

Sus fuentes hídricas tienen una décima parte de los niveles disponibles en América del Sur y 25% de los de EE.UU. En ella, el agua per cápita declina 1,6% por año.

La transición dietaria en China (vuelco masivo a las proteínas cárnicas) es altamente intensiva en el consumo de agua.

Se requiere 10 veces más agua para lograr 1 kg de carne que una medida similar de arroz o trigo.

En la República Popular la producción agrícola se hace bajo riego; utiliza 81% de los recursos hídricos (Europa, 29%; EE.UU., 38%). El cambio climático es un resultado directo de la economía industrial, a partir sobre todo de 1870-1960 (2° Revolución Industrial) y de su principal innovación tecnológica, el motor a combustión interna, cuyo insumo es el petróleo.

En los últimos 20 años ha surgido en el mundo avanzado una economía de la información, que utiliza menos energía y fuerza de trabajo por unidad de producto y en forma decreciente.

La economía de la información es la que le otorga a la producción manufacturera un carácter sustentable, del que carecía en la era industrial.

En la modernidad la regla es que “el hombre sólo se plantea problemas que puede resolver”. Sin la economía de la información, la crítica ambiental tendría el carácter de una protesta romántica y de un reclamo ético-individual.

Ahora la situación ha cambiado, y se abre paso una época de grandes transformaciones y reformas de alcance global, acompañada por una gigantesca relocalización productiva (por ejemplo, el traslado de la producción primaria de alimentos de China a América del Sur).

El capitalismo no es sólo un mecanismo de acumulación económica.

Es un proceso histórico totalizador, que a su faz productiva une un sistema de hegemonía política y un “proceso civilizatorio”, que transforma las necesidades, valores, actitudes y deseos de pueblos e individuos.

En él, la clave de lo ecológico se encuentra en el “proceso civilizatorio”, identificado en la era industrial con la modernidad . La naturaleza es para ella un objeto, utilizada como insumo de la producción, y en general del dominio del hombre.

Por eso, debe ser destruida como un paso necesario de su transformación. Por consiguiente, el saber de la modernidad es sinónimo de procedimiento eficaz (técnica). “El iluminismo (la modernidad) es un programa de dominación, primero de la naturaleza y luego del hombre, y trata a los dos como objetos” (Horkheimer y Adorno, Dialéctica del Iluminismo ).

El cambio climático no tiene respuestas técnicas o sectoriales. Reclama el surgimiento de una nueva civilización, fundada en valores y actitudes distintos a los de la modernidad.
Fuente: Clarín, 24/06/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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Por el freno en la economía peligra la reelección de Obama

junio 10, 2012

Por el freno en la economía peligra la reelección de Obama

Por Jorge Castro

 

En los primeros tres meses del año, Estados Unidos revisó la expansión lograda en ese período (2,2% anual) y la redujo a 1,9%; al mismo tiempo, los puestos de trabajo creados en abril y mayo (77.000/69.000), resultaron menos de la mitad de las expectativas del mercado y el menor nivel en 5 meses.

Por eso aumentó la desocupación: pasó de 8,1% a 8,2%. Esto ocurrió cuando faltan cinco meses para las elecciones presidenciales.

Además, la tasa de participación laboral ha caído más de 2 puntos (63,8% vs. 66%) y son 5 millones los operarios que han abandonado el mercado de trabajo ante la imposibilidad de conseguir empleo. Esto hace que el nivel de desempleo real sea 10%.

La política electoral norteamericana tiene pocas reglas y ofrece escasas regularidades.

Pero una de ellas es nítida.

Desde la Segunda Guerra Mundial, si se arriba a noviembre con una desocupación de 8%, el presidente que disputa la reelección tiene perdida la contienda electoral.

La economía estadounidense se compone fundamentalmente de servicios (70% del PBI) y este sector es la principal fuente de creación de puestos de trabajo, sobre todo en el sistema de salud. En abril, éste aportó 33.000 empleos, mientras que la industria manufacturera creó 12.000 puestos, altamente calificados y remunerados.

La tasa de crecimiento de largo plazo de la economía estadounidense es 3,1% anual y cayó 5% del producto en la recesión de diciembre de 2007 a julio de 2009. Si se le suma la pérdida de un año y medio de la tasa de expansión potencial, habría que recuperar casi 10 puntos del PBI a un ritmo necesariamente mayor.

Esto no está ocurriendo. El nivel de crecimiento en la fase de recuperación que comenzó en julio de 2009 ha sido 2,4% por año y disminuyó a 1,9% en el primer trimestre de 2012, menos de la mitad de lo que sería necesario para recuperar el producto perdido.

Lo sorprendente de la situación norteamericana es que esta caída del crecimiento potencial y su correlato, el aumento de la desocupación, ocurren mientras las exportaciones crecen 16%, la producción industrial se expande 6% por año y las ganancias de las empresas aumentaron 9% en los últimos 12 meses y se encuentran ahora en el mayor nivel en 70 años.

El resultado es que el capital disponible de las compañías asciende a U$S 1,7 billones y, en su condición de firmas trasnacionales, acumulan en el exterior una cifra semejante (U$S 1,4 billones). Y sin embargo, el nivel de inversión es 23%/25% menor al de la etapa previa a la crisis (2006-2007).

El capital disponible para realizar inversiones es el más elevado en 20 años y la inversión efectiva es una cuarta parte menor a la propia de una fase de recuperación, como la que tiene lugar desde julio de 2009. La paradoja norteamericana es esta reticencia a invertir cuando dispone de enormes recursos para hacerlo.

En este cuadro, ha emergido en EE.UU. un hecho profundamente novedoso, que modifica las condiciones de la acumulación y cambia todas las previsiones sobre sus principales indicadores. La producción de gas natural atrapado en las rocas (shale gas) ha aumentado 12 veces en los últimos 10 años y provee ahora 25% de la demanda doméstica, que sería 50% en 2020. La irrupción del shale gas le otorga a la industria manufacturera una ventaja comparativa en los costos de entre 60% y 80% con respecto a sus competidores en China, Japón, Corea del Sur y Alemania. EE.UU. y Canadá se transforman en esta década en los principales proveedores mundiales de energía de bajo costo y, además, EE.UU. logra el autoabastecimiento energético, lo que modifica la ecuación estratégica global.

Lo previsible es un boom de inversión en el sector energético y manufacturero y en toda la cadena productiva, con una multiplicación de las exportaciones y un aumento de la tasa de crecimiento de 1% por año. Faltan 5 meses para las elecciones presidenciales de noviembre.
Fuente: Clarín, 10/06/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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Alemania mantiene en pie al euro y a Europa

junio 3, 2012

Alemania mantiene en pie al euro y a Europa misma

Por Jorge Castro

 

La clave de la acentuación de la crisis en Europa no está en el salto experimentado por los niveles de rendimiento / tasa de interés que tienen que ofrecer los títulos españoles e italianos para ser refinanciados, sino en el hecho de que los bonos alemanes ( bunds ) se han tornado negativos esta semana, lo que muestra que, a medida que la situación se agrava, mayor es la tasa que pagan los mercados financieros internacionales por el privilegio de prestarle a Alemania .

La República Federal es la que mantiene en pie al euro, y en general a Europa, en este momento de profundización de su crisis en relación al sistema mundial. En los últimos 7 días, mientras los títulos italianos y españoles alcanzaban un nivel de 5,9% y 6,65%, respectivamente, los bunds alemanes a 10 años rendían 1,21% y el Schatz (título a 2 años) era negativo: 0,07%.

En este cuadro, la moneda única cayó 0,8% frente al dólar (1 euro = U$S 1,24) y 6% desde mayo; y esto ocurre mientras los títulos estadounidenses a 10 años alcanzaban a 1,61%, el menor nivel en 60 años, lo que implica que arrastran un porcentaje todavía mayor de capitales del sistema financiero internacional que los valores alemanes, ya que provienen de todo el mundo emergente, y en primer lugar de Brasil . De ahí la denominada “devaluación brasileña”, metáfora que se utiliza para referirse a la salida de capitales de Brasil, con el objetivo de buscar refugio en EE.UU.

El vuelco de capitales a los bunds alemanes es esencialmente intraeuropeo. Por eso, a través de los bonos de la República Federal, fortalecen al euro en vez de debilitarlo.

La ampliación del riesgo-país entre los títulos mediterráneos y los alemanes oculta un dato de importancia en la crisis europea; y es que se profundiza el spread entre los bonos de España y los de Italia, que ha aumentado en los últimos 6 meses a 250 puntos básicos.

Por detrás de esta disparidad se encuentra el hecho de que Italia tendrá este año un superávit fiscal primario de 3,6% del PBI, según la Comisión Europea; y que aún después de pagar los intereses de su deuda de 1,9 billones de euros (U$S 2,5 billones), su déficit fiscal ascendería a sólo 1,7% del PBI (en España es 8,9% del PBI) y que en 2 años se lo eliminaría.

Los problemas italianos son estructurales, no provienen de una crisis de la deuda. Entre 1999 y 2007 Italia creció 1,5% por año, el nivel más bajo de la Zona Euro, y su productividad fue negativa.

La economía italiana se encuentra en recesión desde hace 2 años, y acentúa el dualismo estructural que la caracteriza. El Sur, profundamente subdesarrollado, experimenta una depresión crónica, con una participación en la fuerza de trabajo que es 1/3 inferior a la del Norte, y una tasa de desocupación que es casi 1/3 mayor.

La notable mejora de la situación fiscal italiana es resultado de la drástica política de reformas ejecutada por el premier Mario Monti, a través de la ley que impone el equilibrio obligatorio del presupuesto, y una intensa campaña contra la evasión de impuestos, sobre todo en el Sur.

Ahora, el énfasis de Monti lo constituyen las reformas estructurales, en especial la liberalización de todas las actividades y el aumento de la competencia interna, sumadas a la transformación del sistema educativo, el más atrasado de la OCDE, junto con el español.

Todo esto ha ocurrido en el último año, que es el tiempo de gobierno de Monti. Significa que la crisis europea no es sólo una tendencia macroeconómica objetiva de naturaleza insustentable, cuya lógica interna lleva al colapso, sino que posee también una dimensión subjetiva -política- en su desarrollo, y sobre todo en su resolución.

El desarrollo objetivo de los desequilibrios macroeconómicos es el “reino de la necesidad”, y la política (creación, decisión, invención) es el “reino de la libertad”. Por eso, una tendencia no es el futuro y los pronósticos “objetivos”, que tienden a las catástrofes, usualmente son errados.

Fuente: Clarín, 03/06/12.

El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.

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La economía china se desacelera

mayo 27, 2012

La economía china profundiza su desaceleración

Por Jorge Castro

 

La economía china acentúa su desaceleración y los indicadores de abril son coincidentes en el sentido de un freno creciente del PBI en un país que solo, considerado individualmente, ha sido responsable de 56% de la expansión mundial en 2011.

El PBI industrial se expandió en abril 9,3% anual, el menor nivel en tres años, y dos puntos menos que el mes anterior (11,9%); y la tasa de inversión y las ventas minoristas se han estancado (20,2% vs. 20,9% y 14,1% vs. 15,2%).

Lo mismo sucede con el comercio exterior (exportaciones + importaciones), que creció 0,3% el mes pasado, mientras que la expansión mensual promedio en 2011 fue 25%. Esto sucede cuando la tasa de inflación cayó en abril a 3,4% anual y es ahora la mitad de los niveles récord de julio del año pasado (6,5%) .

El gobierno chino reconoce esta tendencia y ha disminuido por dos veces sus previsiones de crecimiento en 2012, llevándolas a 7,5% y 7% en el año (entre 2000 y 2008 fue 11% anual, con un pico de 13% en 2007).

El Banco Mundial prevé que en 20 años la tasa de crecimiento pasa de 10% anual a 5% por año.

Todo indica, en suma, que la forma de crecimiento de los últimos 30 años (exportaciones + aumento sistemático de la inversión) ha agotado su potencial y que la desaceleración actual no tiene un carácter cíclico, sino estructural .

El freno de la economía revelaría que ésta se encuentra en plena transición, entre una forma de crecimiento que ha agotado su vigor, y otra que recién comienza a desplegar su potencial, fundada en la expansión de la demanda doméstica y el consumo individual de sus 1.340 millones de habitantes.

La cuestión que presenta la transición china para el mundo no es si surgirá en algún momento una economía plenamente volcada al consumo y la demanda interna. Esto es un hecho y una certidumbre, y cuando suceda habrá un boom de la economía mundial , centrada en una carrera de las exportaciones -ante todo, bienes capital-intensivos de alta tecnología provenientes del mundo avanzado – para satisfacer las gigantescas importaciones que se avizoran de la República Popular.

El problema es el corto y mediano plazo, cargado de incertidumbre, sobre todo para los exportadores de materias primas, como son todos los países de América del Sur . El largo plazo, en cambio, es nítido; posee la fuerza contundente de la certidumbre y se asimila a la obvia comprobación de la realidad.

La desaceleración de la economía china implica que los grandes exportadores mineros (Australia, Brasil, Chile, Perú, entre otros) difícilmente reciban en los próximos 10 años los beneficios de un superciclo de los commodities tan intenso como el de la última década . Entre 2000 y 2010, las importaciones chinas de mineral de hierro aumentaron 42,5 veces; las de carbón, 248 veces; y las de cobre, 16,2 veces.

El índice de materias primas cayó 12% en abril con respecto al primer trimestre. Las que más se hundieron fueron mineral de hierro y carbón (12% en abril). Australia es el país más golpeado por la caída del precio del carbón, en su condición de primer exportador mundial; lo que ha llevado al cierre de varias de las principales explotaciones mineras, propiedad de las mayores trasnacionales del mundo (Río Tinto, BH Billiton, X-strata).

Lo que sucede en China es que mientras la economía se desacelera, el consumo individual aumenta, debido al crecimiento del ingreso per cápita y el alza de los salarios reales (20% anual en los últimos 4 años), en condiciones de pleno empleo urbano. Por eso crece más que proporcionalmente la demanda de alimentos, arrastrada por la aceleración de la “transición dietaria” (vuelco al consumo de proteínas cárnicas), sobre todo carnes rojas (cerdo); y el precio de la soja aumenta a niveles récord (U$S 550 / tonelada en la primera semana de mayo).

La Argentina es el primer exportador mundial de granos y pasta de soja.

Fuente: Clarín, 27/05/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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Colombia busca su acuerdo estratégico con China

mayo 20, 2012

Colombia busca su acuerdo estratégico con China

Por Jorge Castro

 

Esta semana entró en ejecución el acuerdo de libre comercio entre EE.UU. y Colombia, sancionado en octubre pasado por Barack Obama, tras seis años de discusión en el Congreso norteamericano. En el mismo momento, el presidente Juan Manuel Santos se encontraba de visita oficial en China, y allí anunció el comienzo de negociaciones para establecer un acuerdo de libre comercio entre Colombia y la República Popular.

Santos firmó otros 9 acuerdos. El más importante establece que uno de los cuatro mayores bancos chinos (China Development Bank), cuya capacidad de préstamo es 4 veces superior a la del Banco Mundial, financiará la construcción de un oleoducto capaz de transportar 600.000 barriles de petróleo por día , que atravesará dos de las tres cadenas de los Andes colombianos y la jungla intermedia. Y lo hará desde los yacimientos colombianos y venezolanos hasta la costa del Pacífico, para concluir en el puerto de El Chocó, para ser transportado a China. El proyecto implica una inversión de U$S 8.000 millones.

Se prevé también que Sinochem, la principal empresa petrolera china, se asociará con Ecopetrol, la compañía estatal colombiana, para desarrollar en conjunto el oleoducto denominado Del Pacífico . Santos, por último, firmó un acuerdo para construir un ferrocarril desde la cuenca del Amazonas a la costa del Pacífico, para explotar las gigantescas reservas de carbón allí existentes, las segundas del mundo, después de las australianas. Más del 60% de la provisión energética china tiene su fuente en el carbón, lo que torna a este convenio de importancia vital para la República Popular.

El dato estratégico central sobre el significado de estos acuerdos no reside en las características propias de cada uno de ellos, sino en el hecho de que se trata de una iniciativa colombiana-venezolana , resultado de un acuerdo entre Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, el principal aliado de EE.UU. en América del Sur y el líder de la “revolución bolivariana”, respectivamente.

Detrás de esta alianza se encuentra una común percepción sobre la modificación experimentada por la demanda energética de EE.UU. debido a la disminución de la relación energía / unidad de producto y al vuelco del consumo hacia el gas natural ( shale gas ), cuya explotación transforma la matriz estadounidense de energía y por extensión la del sistema mundial.

Hay algo más que una visión común en este vínculo estratégico entre Chávez y Santos. En los últimos 4 años, a partir de la crisis global 2008-2009, se ha modificado el eje político-estratégico de la situación mundial y ha cambiado en sus raíces, en relación a los conflictos y a los alineamientos de fuerzas que los sustentan, a todos y cada uno de ellos.

Así ocurre con el enfrentamiento entre la “revolución bolivariana” y EE.UU.; y también, en sentido inverso, con la vinculación estratégica-militar entre Bogotá y Washington.

El dato estratégico central de la época es que la globalización no está más liderada por EE.UU., como ocurrió a partir de 1991, cuando fue sinónimo de unipolaridad hegemónica estadounidense.

La globalización en términos políticos es la puja entre dos tendencias. Por un lado, la desconexión y enfrentamiento con el sistema mundial, para defender la identidad nacional frente al torrente de la globalización ; y por otro, la integración deliberada en ella, a través de la incorporación en sus redes productivas, sociales, políticas y culturales.

El punto crítico es la actitud que se asuma frente a la inversión directa de las empresas trasnacionales. Aquí, en esta cuestión decisiva, se define la política de la globalización.

La prioridad de Brasil, China e India, su interés nacional, es atraer la inversión de las compañías trasnacionales , de las cuales 30% provienen ya del mundo emergente. La presencia en Beijing de Santos no es una opción entre otras, y menos un ejercicio de libre y arbitraria casualidad.-
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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La Europa previa a la gran crisis del 2008 no existe más

mayo 13, 2012

La Europa previa a la gran crisis del 2008 no existe más

Por Jorge Castro

 

El triunfo del socialista Francois Hollande en las elecciones presidenciales de Francia ha colocado en primer plano la cuestión de la recuperación del crecimiento económico en Europa, en especial en la Zona Euro en crisis (Italia, España, Grecia y Portugal).

El trasfondo de esta preocupación es la situación recesiva que experimentan algunas de las mayores economías europeas ( entre ellas Italia, España y Francia) y la cuestión que presenta esta recesión es si tiene un carácter cíclico, vinculado a la depresión de la demanda provocada por la crisis financiera, o si, por el contrario, es de naturaleza estructural.

En el primer caso, el problema se presenta por el lado de la demanda, contraída por la restricción financiera, y la respuesta sería un estímulo a su expansión, que requeriría inyectar liquidez en el sistema financiero , y por su mediación en la economía real.

En el segundo, la dificultad surge por el lado de la oferta (producción), que en el capitalismo es el factor decisivo del proceso de acumulación; y lo que allí se advierte es que los parámetros de la producción capitalista, profundamente globalizada, se han modificado irreversiblemente en los últimos 4 años, no sólo por el traslado del eje del proceso de acumulación a los países emergentes, sino también por la irrupción de una nueva revolución tecnológica en Estados Unidos, que abrevia el ciclo del producto e intensifica la competencia a escala mundial.

En este nuevo “modo capitalista de producción” sólo las empresas y actividades hipercompetitivas logran crecer y permanecer en el mercado , integradas a redes trasnacionales de producción y distribución de alcance global.

Esto implica que retomar el crecimiento económico no significa volver a la forma de expansión previa a la crisis de 2008-2009, porque el “statu-quo” entonces vigente no existe más. Su lugar lo ocupa un sistema hipercompetitivo de empresas trasnacionales que acumulan la innovación tecnológica y el incremento de la productividad , y cuyas ganancias récord les proporcionan una extraordinaria capacidad de concentración y reproducción.

En este sistema, más de 30% de sus actores -empresas trasnacionales- provienen de los países emergentes, nuevo eje de la acumulación global, y sobre todo de China, India, Brasil y México.

El resultado es que para recuperar el crecimiento económico, la política de corto plazo se asimila en el mundo avanzado con las reformas estructurales de largo plazo . Corto y largo plazo son sinónimos cuando la prioridad son las reformas estructurales y estas se convierten en el único camino para adecuarse a las nuevas condiciones globales de acumulación.

Los países de la Eurozona en crisis no tienen posibilidad de aumentar su déficit fiscal para incentivar la demanda , por la razón de que los mercados financieros internacionales se niegan a financiar un incremento del gasto público, cualquiera sea su objetivo. Si pudieran aumentar su endeudamiento recurriendo al financiamiento internacional, no habría crisis del euro y el colapso de Lehman Brother’s (15-09-08) en EE.UU. nunca hubiera ocurrido. La idea de que las decisiones económicas responden a una orientación doctrinaria determinada desconoce el papel ineludible de la necesidad. Cualquiera sea la ideología de quienes ejercen el poder político en Europa, hoy no hay posibilidad de incentivar la demanda a través del gasto público.

El lenguaje de la necesidad es el que fija la diferencia entre lo posible y lo imposible, y transforma a la política en el hacer de lo que es necesario. “La política es la arte de conducir lo inevitable”, dice De Gaulle.

Schumpeter sostuvo en El Estado fiscal que el financiamiento de los Estados nacionales dependía del cobro de los impuestos internos.

Ahora ese Estado se ha convertido en trasnacional y está sometido a los mercados financieros internacionales para su funcionamiento . No hay un “statu-quo” al que volver previo a la crisis global de 2008-2009.

Fuente: Clarín, 13/05/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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Francia se rezaga

mayo 7, 2012

Se acentúa el retraso de Francia en el nuevo escenario

Por Jorge Castro.

 

Francia se encuentra con la siguiente situación interna en este momento mundial: en los últimos 10 años, los costos laborales han aumentado casi 20%, sobre todo frente a Alemania, que es su principal socio comercial. Eran 8% menores a los de la República Federal en 2000, y ahora son 10% mayores.

Este aumento revela una pérdida equivalente, sólo que en sentido inverso, de productividad, núcleo estructural de lo que usualmente se denomina “competitividad”. En este período, las exportaciones francesas (U$S 653.900 millones / 25,5% del PBI en 2011/estimado) prácticamente no han crecido, mientras que las alemanas (U$S 1,5 billones / 46,1% del PBI) se han duplicado, sobre todo en lo que se refiere a automotores de alta gama y bienes de equipo y de capital de alta tecnología, dirigidos a los países emergentes.

En estas condiciones, no llama la atención que la tasa de desocupación en Francia sea la más alta de los últimos 20 años (9,8%); lo que sí es un dato original es que el desempleo nunca ha estado por debajo de 7% desde 1981 (gobierno de Francois Mitterrand).

Por último, Francia participa de una característica estructural que parecía exclusividad de la Europa periférica, epicentro de la crisis del euro. Posee un enorme déficit de cuenta corriente, el mayor, en términos nominales, de la Zona Euro (84.500 millones de euros en 2011), el doble que el de España (47.200 millones) y el triple que el de Italia (24.600 millones). Alemania, en cambio, no solo tiene el mayor superávit de cuenta corriente de la Eurozona (+5,6% del PBI), sino que, cruzado con el producto, es el primero del mundo, superior al de China.

La economía francesa crecería este año 0,5%, tras exhibir un crecimiento de cero por ciento (0%) en el primer trimestre. Por eso, mientras el déficit fiscal fue 7,7% en 2011, tiene el mayor nivel de gasto público de la Zona Euro (56% del PBI), superior al promedio de la OCDE (43,3%).

También disminuye la participación francesa en los mercados extra-Zona Euro. Era 18,5% del total en 1999 y cayó a 13,2% en 2011. Alemania representaba 33,6% en 1999 y trepó a 35,6% el año pasado. Coherentemente, las ganancias marginales de las empresas francesas o radicadas en Francia cayeron a 29% en 2011, el nivel más bajo de la Eurozona (42%) y uno de los menores del mundo avanzado, junto con los de Japón.

Lo curioso es que esta situación es la de Francia como sistema económico, político y social, no la de las empresas trasnacionales francesas. Estas integran el segmento más competitivo de las firmas globales, con un porcentaje mayor entre las primeras 500 del mundo que cualquier otro país europeo, incluyendo Alemania.

El problema europeo es financiero y fiscal, y por esa vía desnuda la raíz de la crisis, que es la baja productividad y la incapacidad de innovar económica y socialmente.

Esto le impide integrarse competitivamente en la nueva estructura de la economía mundial, en la que no sólo el eje del proceso de acumulación se ha trasladado a los países emergentes, sino que el ciclo de la circulación se ha acelerado, debido a la irrupción de una nueva revolución tecnológica en Estados Unidos (Facebook, Twitter, Apple, Steve Jobs).

Las reformas estructurales en la Zona Euro (Italia y España), y el boom exportador alemán son la vía para converger con el nuevo eje de la economía global (China, India y Brasil). Se ha invertido, en síntesis, el proceso de convergencia en la economía mundial, después de la crisis global 2008-2009. En los 20 años previos, tras la unificación del sistema (1991), la convergencia, en términos de productividad e ingreso per cápita, se realizaba de abajo para arriba, del Sur hacia el Norte, de los países emergentes a los avanzados. Ahora, la convergencia se realiza de arriba para abajo, del Norte al Sur, donde está el nuevo eje de la acumulación global. Quizás se encuentre aquí el sentido -y el futuro- de la crisis europea, y la razón de ser de las dificultades de Francia.
Fuente: Clarín, 15/05/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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México emerge como plataforma mundial exportadora

abril 30, 2012

México emerge como plataforma mundial exportadora

Por Jorge Castro.

 

México fue el país de América Latina cuya economía se hundió más profundamente en la crisis global 2008-2009, con una caída del producto de 6% ese último año. La economía mexicana se ha recuperado en los niveles previos a la crisis, con una tasa de crecimiento de 3,5% este año , una pauta de expansión baja, pero estable (nivel de inflación en los últimos 12 meses: 3,73% anual), como ha ocurrido en los últimos tres lustros.

Lo importante son los cambios estructurales que ha experimentado el país en ese período, en especial en relación a la economía global. México ha emergido de la crisis convertido en una de las principales plataformas exportadoras de la industria manufacturera trasnacional, y ha vuelto a ganar posiciones en el mercado norteamericano frente a la competencia china , primera exportadora mundial.

A pesar de la intensificación de la violencia provocada por el conflicto con el narcotráfico, la inversión, sobre todo en la industria manufacturera y automovilística, crece significativamente y en forma acumulada, solo por detrás de Brasil en América Latina.

En 2011, recibió U$S 19.600 millones de inversión extranjera directa (IED), que fueron U$S 20.200 millones en 2010, y alcanzaron a U$S 15.900 millones en 2009.

Una característica fundamental que diferencia a la IED que recibe México con la del resto de América Latina, y en especial la de América del Sur, es que más de dos tercios del total se dirige a la industria manufacturera y posee una tipología “vertical”, que integra esas inversiones como segmentos o anillos de las cadenas trasnacionales de producción , núcleo productivo del capitalismo en su fase de globalización.

Las que se dirigen a América del Sur y ante todo a Brasil, son de naturaleza “horizontal”, orientadas a cubrir la demanda del mercado interno, como manifestación actualizada de la estrategia tradicional de sustitución de importaciones.

Esta particularidad de la IED mexicana, implica que cada una de estas inversiones “verticales” profundiza su integración con el núcleo estratégico de la acumulación capitalista en el siglo XXI, que es la expresión más avanzada de la internacionalización de la producción.

La pujanza de los cambios estructurales en México se sobrepone incluso a la ola de criminalidad desatada por el crimen organizado. Los estados fronterizos con EE.UU. han sido el epicentro de la violencia en los últimos 5 años; y en el período previo a la agudización del conflicto, recibieron 22,5% del total de la IED; y luego, en la sangrienta etapa 2006-2010, ese porcentaje aumentó a 28,5%.

En el período 2000-2003, al irrumpir China en gran escala en el comercio internacional, y ganar espacios significativos en el mercado norteamericano, México perdió más de 30% de las empresas extranjeras radicadas en el país , sobre todo de la maquila, que se dirigieron al mercado asiático en busca de mejores condiciones de competitividad. Ahora en gran parte han regresado , y las exportaciones mexicanas han aumentado entre 7% y 9% su participación en el mercado estadounidense, sobrepasando a los productos chinos.

Lo que diferencia a los países emergentes en relación al mercado mundial es su distinta inserción internacional (camino de doble vía por el que transcurren el comercio y las inversiones). En el caso de México, esa inserción internacional se realiza con la economía norteamericana (EE.UU. + Canadá), al igual que lo que sucede con Centroamérica y el Caribe.

Distinta es la situación de América del Sur, cuya inserción internacional tiene lugar con la región asiática, con eje en China. En el mundo de hoy, la fortaleza de un país y su relevancia internacional no dependen de su PBI, sino de su vinculación estructural con el núcleo productivo del sistema mundial (cadenas trasnacionales de producción); y en este punto específico, estratégicamente decisivo, México está a la cabeza de América Latina, y en cierta forma adelanta un futuro posible.
Fuente: Clarín, 29/04/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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Estados Unidos se recupera mientras profundiza su brecha social

abril 22, 2012


Estados Unidos se recupera mientras profundiza su brecha social
Por Jorge Castro

 

Estados Unidos emerge de la crisis, recupera el crecimiento económico y retorna al primer plano mundial como eje de la innovación tecnológica y del incremento de la productividad, pero lo hace con una sociedad fracturada en dos tercios , una muestra histórica novedosa de un país avanzado que experimenta una situación de dualismo estructural cada vez más profunda e irreversible.

Hay cinco millones de trabajadores menos que los que había a comienzos de 2008. Esto ocurre en una fuerza de trabajo que experimenta una tasa de desocupación de 8,2%, 3 años después de iniciada la recuperación, tras la crisis global 2008-2009 y la recesión que fue su consecuencia.

Estas cifras significan que, si a la actual fuerza de trabajo se le sumaran los cinco millones de trabajadores que dejaron de presentarse en el mercado desde 2008 -lo que hace que el nivel de participación laboral haya declinado de 66% a 64% en enero de 2012- el nivel de desempleo sería más de 10%. Al mismo tiempo, la industria manufacturera, con una fuerza laboral que es 11% del total, ocupa hoy 30% menos de trabajadores que en 2007, pero obtiene un producto que es 30% mayor al de entonces.

El resultado es paradójico: en un país cuya economía se recupera desde hace tres años, y que a pesar de ello tiene una tasa de desocupación de 8,2%, la industria manufacturera (trasnacional y de alta tecnología), dispone de dos millones de puestos de trabajo que no logra ocupar, debido a la carencia de una fuerza laboral calificada para hacerlo. Esta divergencia estructural se inserta en una tendencia de largo plazo, de carácter demográfico. La fuerza de trabajo crece a una tasa que es menos de la mitad de lo que era hace dos décadas. Crecía entonces 1,7% anual, y cayó a 0,6% a fines de 2011. En estas condiciones, el crecimiento potencial también debe declinar, en la medida en que disminuye la mano de obra; y el resultado es que se deteriora el nivel de vida (U$S 46.000 anuales), salvo que, como compensación, sea arrastrada por un salto más que proporcional de incremento de la productividad.

El inconveniente de una compensación semejante es que, a medida que aumente, mayor será la fuerza que profundice la divergencia de la fuerza de trabajo; y creciente será la conversión de EE.UU. en una sociedad profundamente fracturada. El segmento de arriba tiene prácticamente todos los nuevos empleos de alta calificación, monopoliza la productividad y asume los mayores ingresos, mientras que los de abajo se sumergen en la desocupación, pierden en sus salarios reales y disminuyen su participación en el ingreso nacional. Esto coincide con una creciente diferenciación interna en la economía estadounidense. Las exportaciones han crecido 16% anual desde 2007, aunque a China han aumentado 40% en 2011.

En ese período, representaron más de la mitad del crecimiento de Estados Unidos (a pesar que solo son 14% del PBI). Los sectores protegidos de la competencia internacional (salud, educación, gobierno) se encuentran cada vez más alejados del indicador crucial de productividad, exclusividad del segmento hipercompetitivo e innovador, sometido a la compulsión de una puja global ineludible.

En los dos segmentos de la sociedad hay una visión crecientemente enfrentada del futuro de EE.UU., “optimista” y ganadora entre los de arriba, y cada vez más lúgubre entre los de abajo. La actitud psicológica tiene un sustento estructural, y manifiesta una lucidez que bebe de fuentes distintas.

Esta divergencia se transforma en enfrentamiento político en este año electoral; y sigue, aproximadamente, las líneas que encabezan Mitt Romney y Barack Obama. Se desvanece el consenso norteamericano, fundado en el común “excepcionalismo” estadounidense, cuyo núcleo – desde que fue identificado por Alexis de Tocqueville – es la certidumbre de que la “edad de oro” no está en el pasado sino en el futuro. Algo ha cambiado para siempre en la civilización estadounidense.
Fuente: Clarín, 22/04/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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La crisis financiera queda atrás, pero Europa no reacciona

marzo 18, 2012

La crisis financiera queda atrás, pero Europa no reacciona

Por Jorge Castro

 

La crisis de la deuda europea queda atrás. La aprobación del canje de títulos griegos por acreedores que representan 86% del total, y que aceptaron un recorte “voluntario” de 75%, es un éxito político de envergadura para el gobierno de Atenas y la Zona Euro, Alemania y Francia en primer lugar . El objetivo del canje era reducir en 107.000 millones de euros (U$S 139.742 millones) la deuda griega; y ha logrado hacerlo por 177.000 millones de euros (U$S 231.162 millones).

Lo notable de lo ocurrido en Europa en los últimos 30 días no tiene su eje en Grecia, sino en Italia y España . En ambos, la tasa de interés para pagar el refinanciamiento de su deuda cayó en más de 40% en relación a octubre pasado; y esto ha sucedido mientras la crisis griega se agravaba. En marzo, la tasa de interés por los títulos italianos a 10 años descendió a 4,09%; y en España a 4,83%. En agosto ambos ofrecieron tasas superiores a 7,5%.

La Zona Euro no enfrenta solo una crisis financiera. Por debajo de ella, y todavía más importante debido a su carácter histórico-estructural, se encuentra su incapacidad de competir en una economía globalizada , en la que el eje del proceso de acumulación se ha trasladado a los países emergentes (China/India/Brasil), al tiempo que Estados Unidos experimenta una nueva revolución tecnológica (Facebook/Twitter/Steve Jobs). Esto se presenta como el doble filo de una tijera cuyo corte es letal.

La dificultad de Europa para adaptarse a las nuevas condiciones globales de competitividad, se agrava por la reducción en términos absolutos de su población, sumada a su envejecimiento generalizado . Italia es representativa de esta situación demográfica: su crecimiento poblacional es negativo (0,1% anual entre 2003 y 2008). Más de 24% de los italianos tienen 60 años o más; y 40% de la franja entre 30 y 40 años viven solteros con sus padres.

Al unificarse el sistema mundial por la implosión de la Unión Soviética (1991), Europa intentó competir a través de la ampliación y profundización de su mercado interno. Para eso incorporó a los países de Europa Oriental, más las dos pequeñas islas de Chipre y Malta y lanzó la moneda única (Euro/1999), asumida por los 17 integrantes de la Zona. El resultado fue una etapa de crecimiento y aumento del comercio internacional, sobre todo intra-europeo. Pero las dos medidas de orden doméstico pronto se revelaron como limitaciones decisivas en el nuevo contexto global. En primer lugar, el punto de referencia respecto a la competitividad/productividad regional no estuvo situado en lo más avanzado de la economía mundial, sino en el marco interno europeo.

Fue sinónimo de Alemania, potencia productiva e industrial sólo que en el sector de la manufactura tradicional (automotores, máquinas-herramientas) y no en las actividades altamente innovadoras de informática e Internet, ajenas a la República Federal.

La moneda única terminó de unificar a los 17 países de la Zona, pero lo hizo tras eliminar el riesgo en los préstamos a Europa periférica (Italia, España, Grecia, Portugal e Irlanda) ; y así logró el “milagro” de que préstamos a 30 años en Grecia tuvieran el mismo costo que en Alemania. Por eso los países de la periferia europea crecieron durante 10 años, a pesar de que sus niveles de productividad eran negativos o divergentes con los de la República Federal. Así, el intento europeo de competir en la nueva economía global tuvo un doble carácter interno; y esto mientras el capitalismo experimentaba la más grande transformación productiva y tecnológica desde la Revolución Industrial (1780).

El capitalismo es un proceso de “destrucción creadora”, que se ha acelerado con la irrupción de un sistema hiperconectado y global; y en los últimos 10 años, toda la “creación” ocurrió fuera de Europa y prácticamente nada de la “destrucción” sucedió dentro de sus fronteras. Llegó para Europa el momento de la verdad; y esto cuando la crisis de la deuda queda atrás.
Fuente: Clarín, 18/03/12.
El Dr. Jorge Castro es analista internacional y presidente del Instituto de Planeamiento Estratégico.
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