El complicado rescate de Grecia

junio 20, 2011

El nuevo rescate de Grecia abre otra etapa en la crisis europea

Por Marcus Walker

 

BERLÍN — Las tensiones internacionales por el segundo rescate de Grecia y el creciente malestar en las calles de Atenas muestran el inicio de una nueva etapa en la crisis de la deuda de la eurozona, en la cual los préstamos de emergencia y los recortes fiscales ya no son suficientes.

En los últimos 12 meses, Europa ha rescatado a tres países a cambio de severos programas de austeridad, provocado la ira de los votantes, reescrito el contrato entre los países miembros del euro y declarado su compromiso de defender la moneda común.

Parece que esa fue la parte fácil.

El gran problema es la probable incapacidad de Grecia para pagar sus deudas. Europa aún no tiene una estrategia para lidiar con esa realidad, como lo demuestra la incapacidad de Alemania de convencer a otros países de Europa de que comiencen a reestructurar la deuda griega.

Si el primer año de la crisis del euro fue una lucha contra la crisis de liquidez, el segundo probablemente se centrará en cómo afrontar la insolvencia griega, una perspectiva que se ha vuelto más probable ante la incapacidad de los líderes griegos de reducir un desmesurado déficit fiscal en medio de una creciente frustración popular.

El gran temor entre los gobiernos de la eurozona y del Banco Central Europeo es que una cesación de pagos por parte de Grecia socave la confianza de los mercados de bonos en otros miembros del bloque con problemas similares. Irlanda y Portugal pugnan por recuperar la confianza de los inversionistas, pese a los paquetes de rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional. Si el pánico se apodera de los inversionistas y estos huyen de España, una economía de 1,1 billones de euros, unos US$1,56 billones, el país podría resultar demasiado grande como para ser rescatado.

Los ministros de Hacienda europeos se reunieron el domingo en Luxemburgo para definir los principales puntos de un nuevo paquete de préstamos para Grecia que está vinculado a recortes fiscales aún más profundos. Ese paquete evitará imponer pérdidas a los tenedores de bonos de Grecia, por temor a desencadenar una fuga de capitales de todos los países de la eurozona en problemas.

La fórmula repetirá en buena parte las metas del primer rescate de Grecia de 110.000 millones de euros el año pasado: Europa y el FMI ayudarán a cubrir las necesidades financieras de Grecia hasta que el país pueda equilibrar sus libros y volver a los mercados de bonos.

Esa estrategia está perdiendo credibilidad, dicen muchos economistas. El plan siempre ha dependido de que Grecia reduzca su enorme déficit fiscal de una forma tan radical que la recaudación tributaria exceda por mucho el gasto público.

La solvencia de un país depende no solo de sus cifras de deuda y crecimiento, sino también de su política: ¿puede su gobierno mantener la adhesión de los votantes a medidas fiscales rigurosas durante el tiempo suficiente como para estabilizar su deuda?

Transcurrido un año de su prolongado programa fiscal, Grecia está perdiendo ímpetu. El presupuesto no ha alcanzado su meta por una economía menguante y la persistente evasión impositiva. El gobierno socialista del primer ministro George Papandreou, que heredó la crisis de sus predecesores conservadores a fines de 2009, mantuvo un fuerte apoyo popular pese a frecuentes protestas encabezadas por los sindicatos contra las medidas de austeridad.

Ahora muchos griegos acusan al gobierno de no producir mejoras, pese a que ellos accedieron a sacrificios que incluyen grandes reducciones de las pensiones y salarios del sector público. Las manifestaciones callejeras han cobrado nuevos bríos.

Papandreou ha cambiando su gabinete en un intento por aumentar su popularidad pero no ha podido ganar el apoyo de la oposición para los recortes adicionales exigidos por Europa y el FMI. En cambio, los conservadores quieren recortar los impuestos. «Los acontecimientos recientes sugieren que estamos cerca del punto de quiebre para la política griega», escribieron economistas del banco suizo UBS en un informe de investigación el viernes.

En Alemania, la posibilidad de que Grecia entre en cesación de pagos en un par de años preocupa a los políticos desde hace meses. Para entonces, el contribuyente europeo habrá reemplazado al mercado de bonos como principal acreedor de Grecia. Los contribuyentes alemanes tendrán las mayores pérdidas en caso de un impago griego.

Cada vez más voces en la coalición gobernante de la canciller alemana Angela Merkel dicen que Europa debe encarar la realidad y prepararse para una cesación de pagos griega.
Fuente: The Wall Street Journal, 19/06/11.


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Atenas, el reflejo de un país a la deriva

Por Luisa Corradini

 

ATENAS – Cada domingo, desde hace más o menos un año, en vez de dar la vuelta a la plaza los atenienses «van» a la plaza a gritarles «ladrones» a los representantes de la clase política. Mirando hacia el Parlamento, que está justo cruzando la calle, se acompañan con silbatos, banderas griegas, bombos y cornetas. Pero sobre todo lo dicen mostrando la palma de la mano derecha en alto y los cinco dedos separados. Un gesto que en Grecia tiene el peor, pero realmente el peor, de los significados.

Anoche no fue la excepción: poco después de caer el sol, miles de atenienses comenzaron a invadir los alrededores de la plaza Syntagma, que en minutos quedó transformada en una verdadera kermés. Jóvenes, viejos, mujeres, hombres, niños y hasta bebes bloquearon las calles adyacentes, ocuparon escalinatas de hoteles de lujo y paralizaron la circulación en veredas y avenidas, en medio de vendedores de choclos asados, popcorn , almendras, maníes y semillas de girasol, sin contar los mercachifles de banderas, salchichas, suvlakis y, sobre todo, de silbatos. Un auténtico Cafarnaúm humano lleno de vida, de energía y de ilusiones que, pensándolo bien, da ganas de llorar.

Esos gestos, reiterados semana tras semana, tienen un poder encantador: les ayuda a soportar la realidad que les mostró en 2009 el actual gobierno socialista cuando asumió sus funciones y -ante el asombro del planeta- anunció un déficit presupuestario del 12,7% del PBI, el doble de lo declarado por sus antecesores conservadores desde 2000.

El resto de la historia es bien conocido: un primer plan de rescate de 157.000 millones de dólares atribuido por la UE y el FMI que impuso draconianas medidas de austeridad no consiguió sacar del pozo a este pequeño país, cuyos habitantes no terminan de entender qué sucedió y prefieren culpar a un puñado de políticos, como sus ancestros culpaban a los dioses.

Grecia fue uno de los países de mayor crecimiento de la eurozona entre 2000 y 2007, y el primero en ser azotado por la crisis de los subprimes . Pero el 4,2% de progresión anual de su PBI había permitido hacer olvidar sus déficits estructurales.

El modelo social adoptado por Atenas tras la caída de la dictadura de los coroneles, en 1974, se fundó en el generoso gasto público y el mantenimiento de un sector estatal sobredimensionado. Hoy, ese sector representa cerca del 40% del PBI. Grecia cuenta con unos 800.000 empleados públicos sobre una población activa de 5 millones de personas.

Corrupción

Los años fastos anteriores a 2007 no permitieron reabsorber la deuda pública y, sobre todo, no evitaron que prosperara la economía subterránea, especialmente en el sector del turismo. Los expertos estiman que el peso de esa economía «gris» representa entre el 20% y el 30% del PBI. Y quien dice economía «gris», dice «corrupción». Ese fenómeno está profundamente arraigado en la vida productiva griega. Transparencia Internacional estima que las coimas generosamente distribuidas alcanzaron casi 125 millones de dólares en 2009.

El fraude fiscal es otra consecuencia de la economía clandestina. Un flagelo endémico que se traduce en un lucro cesante de 14.000 a 21.000 millones de dólares por año, según el Ministerio de Finanzas. Pero la cultura de una sociedad no se cambia de la noche a la mañana. Y los más frágiles sienten hoy que son ellos quienes terminarán haciendo el esfuerzo mayor.

En la práctica, Atenas es una ciudad devastada por la crisis. Sólo basta con pasearse por el centro de la ciudad para corroborar sus efectos. Centenares de comercios han quebrado, incluso en los sectores con mayor concentración de riqueza. En Kolonaki, el barrio de las embajadas y los negocios de lujo -suerte de Recoleta ateniense-, los locales vacíos y las vidrieras sucias atravesadas por carteles que anuncian «cerrado por bancarrota» transmiten la triste sensación de un país a la deriva.

La otra cara

Es verdad que la capital griega tiene otra cara que induce a engaño: el bullicio y la presencia de miles de turistas que deambulan por sus barrios históricos, y sobre todo los precios -los mismos que en cualquier otro país de la eurozona- dan la falsa sensación de estar en una ciudad rica y pujante del primer mundo. Sin embargo, también esos sectores padecen los efectos del riguroso plan de austeridad: por falta de ingresos y una mayor presión fiscal, decenas de restaurantes, joyerías y negocios de souvenirs bajaron definitivamente sus persianas hace meses.

En estas condiciones, las principales economías mundiales y, sobre todo, algunos sectores financieros, como las agencias de calificación, no parecen haber comprendido los riesgos de una bancarrota griega. Con unos 500.000 millones de dólares de deuda pública y un PBI de 328.500 millones en 2010, Grecia recibió hace 13 meses 157.000 millones de dólares de ayuda internacional escalonados en tres años. Esas cifras son conocidas.

Lo que se conoce menos es la exposición de los principales países a la economía griega.

Según las cifras de Barclays Capital, a fines de 2010 los préstamos públicos y privados otorgados o prometidos por los diez principales países acreedores de Grecia superaban los 285.000 millones de dólares. Excluyendo los préstamos bancarios de esos diez países al sector privado no financiero, la exposición supera los 228.000 millones de dólares.

Francia es el primer acreedor con 91.000 millones de dólares. Le siguen Alemania y Estados Unidos.

Desde hace semanas, el Banco Central Europeo (BCE) y numerosos dirigentes europeos señalan el riesgo de desencadenar un efecto Lehman Brothers, si la deuda griega se agravara todavía más.

Así como el sistema financiero de Estados Unidos se desmoronó tras la bancarrota del gran banco norteamericano, la declaración de default de la deuda griega por las agencias de calificación podría desencadenar una crisis de confianza de imprevisibles consecuencias en la zona euro.

Totalmente ajenos a esas consideraciones, miles de griegos permanecían anoche en la plaza Syntagma acusando de ladrones a sus dirigentes y -en medio de bombos, silbatos y suvlakis – seguían jurando «por los dioses del Olimpo» que «no pasarán».
Fuente: La Nación, 20/06/11.
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Las claves del rescate griego

 

¿Cuáles son las necesidades inmediatas de Grecia?

Lo más urgente es desbloquear la quinta entrega del préstamo inicial de 157.000 millones de dólares por tres años concedido en abril de 2010 por el FMI y la eurozona. Son más de 17.000 millones de dólares, vitales para que Grecia pueda hacer frente a los pagos en julio.

¿Por qué hay que ayudar de nuevo a Grecia?

La revelación, a fines de 2009, de que las estadísticas del país estaban manipuladas y escondían una enorme deuda hizo que los inversores empezaran a dudar de la capacidad de Grecia para reembolsarla. La ayuda del año pasado estaba destinada a evitar la bancarrota.

¿Cuál es el eje principal del debate en las negociaciones?

El nuevo plan de ayuda debería rondar los 145.000 millones de dólares para que Grecia pueda mantenerse financieramente hasta 2014. Alemania desea que los inversores privados -bancos, seguros y fondos de pensión- que han prestado dinero a Grecia participen en el plan. El alcance de esa participación es el eje principal del debate.

¿Cuál es la mejor solución para evitar un contagio?

El Banco Central Europeo ha dejado claro que no aceptará ninguna opción que considere un incumplimiento de las condiciones iniciales del préstamo. Para el BCE, aceptar un impago abriría la puerta a un efecto contagio de la crisis, que podría afectar a países como España o Italia.
Fuente: La Nación, 20/06/11.
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La duda es si Grecia evitará la senda argentina de 2001

junio 19, 2011

La duda es si Grecia evitará la senda argentina de 2001

Por Dani Rodrik

 

CAMBRIDGE, Estados Unidos.- Grecia ha ganado tiempo con un nuevo paquete de ayuda financiera, pero el país no está fuera de peligro. Aún está por verse si las políticas de austeridad que prometió el primer ministro Giorgios Papandreu resultarán políticamente aceptables y sustentables. En una democracia, cuando las demandas de los mercados financieros y los acreedores extranjeros chocan con las de los trabajadores, los pensionados y la clase media del país, suelen ser los locales los que tienen la última palabra.

La salida de Gran Bretaña del Patrón Oro en 1931 sigue siendo el hito. Tras haber cometido el error de restablecer la paridad con el oro a un nivel que hizo que la economía perdiera competitividad, Gran Bretaña tuvo que luchar durante años contra la deflación y el desempleo. Las industrias como las del carbón, el acero y la construcción de barcos se vieron afectadas, y los conflictos laborales proliferaron. Cuando el desempleo había alcanzado 20%, el Banco de Inglaterra se vio obligado a mantener altas las tasas de interés para impedir una salida masiva del oro. La presión de los mercados hizo que el país abandonara el oro en septiembre de 1931.

No era la primera vez que la probidad financiera había exigido que la economía real sufriera bajo el Patrón Oro. Lo diferente era que Gran Bretaña se había vuelto una sociedad más democrática: la clase trabajadora se había sindicalizado, el sufragio político se había cuadruplicado desde el fin de la Primera Guerra Mundial, los medios publicaban la situación económica del ciudadano común y un movimiento socialista esperaba al acecho. Los banqueros centrales y sus amos políticos entendieron que ya no podían mantenerse al margen de las consecuencias de la recesión.

Los inversores también lo entendieron. Tan pronto como los mercados empiezan a cuestionar la credibilidad del compromiso de un gobierno con un tipo de cambio fijo se convierten en una fuerza de inestabilidad. Los inversores y los depositantes levantan campamento y sacan el capital del país.

Esta es una película que volvió a verse en la Argentina a fines de los 90. El eje de la estrategia de la Argentina después de 1991 fue la ley de convertibilidad, que prohibía las restricciones a los flujos de capital.

El ministro de Economía Domingo Cavallo imaginaba la convertibilidad como arnés y motor para la economía. La estrategia funcionó bien en un principio, ya que trajo estabilidad de precios. Pero a fines de la década la pesadilla argentina había regresado.

La crisis financiera asiática y la devaluación brasileña hicieron que el peso estuviera sobrevaluado. Las dudas sobre la capacidad de la Argentina para pagar su deuda se multiplicaron, la confianza colapsó y la solvencia se derrumbó por debajo de países africanos.

Lo que selló el destino de la Argentina no fue la falta de voluntad política de sus líderes, sino más bien su incapacidad para imponer políticas cada vez más costosas para sus ciudadanos. El Gobierno estuvo dispuesto a derogar contratos prácticamente con todos los electores internos -empleados públicos, jubilados, gobiernos provinciales y depositantes- para cumplir con los acreedores extranjeros.

Los inversores desconfiaban de que el Congreso, las provincias y la gente común fuera a tolerar la austeridad necesaria para seguir pagando la deuda. A medida que se propagaron las protestas, comprobaron que tenían razón.

Quizás haya otro camino. Consideremos el caso de Letonia, que experimentó dificultades similares a las de la Argentina hace una década. Letonia había crecido desde que se sumó a la Unión Europea en 2004 gracias a un endeudamiento de gran escala y a una burbuja inmobiliaria. Había acumulado un déficit de cuenta corriente y una carga de deuda de proporciones griegas.

La crisis global y el cambio de rumbo de los flujos de capital dejaron a la economía de Letonia en aprietos. Conforme los precios de los préstamos y la propiedad colapsaron, el desempleo subió a 20% y el PBI cayó 18% en 2009. En enero de 2009, el país tuvo sus peores disturbios desde la caída de la Unión Soviética.

Letonia tenía un tipo de cambio fijo y flujos de capital libres, como la Argentina. Su moneda ha estado amarrada al euro desde 2005. A diferencia de la Argentina, los políticos lograron capear el temporal sin devaluar la moneda e introduciendo controles de capital.

Lo que parece haber cambiado el equilibrio de costos y beneficios políticos fue la perspectiva de alcanzar la tierra prometida de un eventual ingreso a la eurozona. ¿Grecia será una Argentina o una Letonia? La economía no es alentadora. A menos que se recupere, asumir más deuda es un paliativo temporario que requerirá una austeridad mayor. Y, mientras la demanda doméstica siga deprimida, es improbable que las reformas estructurales -privatización y liberalización de los mercados laborales y los servicios profesionales- ofrezcan el crecimiento necesario. Es la política la que determina el resultado.-
El autor es profesor de Economía Política Internacional en la Universidad de Harvard.
Fuente: La Nación, 19/06/11.

Perú: Otro país en peligro

junio 18, 2011

Perú: Otro país en peligro

Por Plinio Apuleyo Mendoza

 

Inquietud: ¿qué otro rótulo podríamos ponerle al sentimiento que nos ha dejado el triunfo en el Perú de Ollanta Humala? Supongo que esa inquietud la experimentan todos mis amigos peruanos, incluso el propio Mario Vargas Llosa y cuantos los acompañaron en su decisión de votar por Humala con la esperanza de verlo seguir por el camino de Lula y no el de Chávez.

Se trata, por cierto, de una apuesta nada segura que por primera vez dividió a quienes compartimos una línea de pensamiento liberal. O sea, a quienes por una acrobacia verbal, propia de mamertos y de los izquierdistas primarios, somos mal llamados neoliberales. Nunca imaginé que eso ocurriera. Ni siquiera nos pusimos de acuerdo los autores del ya famoso Manual del perfecto idiota latinoamericano. En efecto, Carlos Alberto Montaner era partidario de Keiko Fujimori y Álvaro Vargas Llosa (a quien conozco desde cuando era un niño travieso que irrumpía con su triciclo en el salón de su casa donde yo dialogaba con su padre) votó por Humala. Y si yo hubiese sido peruano, tal vez, para no verme obligado a escoger entre el cáncer y el sida, habría votado en blanco.

Con todo, no puedo ocultar que Keiko Fujimori daba más garantías de continuar el exitoso modelo económico que puso en marcha Alan García en su segundo gobierno. ¿Acaso no había decidido poner como ministro de Economía a Pedro Pablo Kuczynski, el mejor defensor de ese modelo? Altas tasas de crecimiento y de inversiones, baja progresiva del desempleo: Perú, junto con Chile y seguido por Colombia, iba por un buen camino, mientras Venezuela y sus amigos del socialismo del siglo XXI están al borde de un despeñadero.

El derrumbe de la Bolsa al conocerse el triunfo de Humala ha sido el primer timbre de alarma que se ha prendido en el Perú. Ojalá fuera solo un ataque de nervios. Pero la verdad es que el nuevo presidente habla más del cambio que de la continuidad de una política. Además, el nacionalismo de que hace gala es más bien un rótulo inquietante, pues siempre acaba por devolver al sector público boyantes empresas privatizadas y por castigar a la inversión extranjera. No es extraño, pues, que Chávez exprese su júbilo. “Se trata de un nuevo amanecer -ha declarado-. No podemos dejar que nada detenga esta mudanza de época”.

¿A qué mudanza se refiere? A una muy peligrosa que remite a lo ocurrido en Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua: la desaparición de las clases medias como determinante factor de un triunfo electoral. Humala y la propia Keiko Fujimori, de igual modo que Chávez y Evo Morales, lograron una fractura social manipulando exclusivamente a los sectores marginales. ¿Qué hay de malo en eso?, preguntarán cuantos se apresuran a ubicarme en una derecha carnívora. Pues sí, la respuesta a esa inquietud me la dio mi amigo Carlos Alberto Montaner. Ha costado mucho tiempo -dice él- darle a nuestra sociedad una capa media de ciudadanos asimilables a los de los países líderes del planeta. Es, de paso, el mejor remedio contra el populismo asistencial que en manos de un caudillo produce la ruina de un país y de su democracia.

En el Perú, la clase media -donde se sitúa la más fuerte y sensata expresión de la opinión pública- quedó fuera de juego al dividirse entre Toledo y Kuczynski. ¿Colombia estará fuera de este peligro? Por ahora sí. Pero no olvidemos que ese revuelto sancocho de izquierda que es el Polo Democrático logró apoderarse de la Alcaldía de Bogotá derrotando con el voto de los barrios del sur a Peñalosa, el candidato preferido de la clase media. Por fortuna, después de lo ocurrido con el Polo en la administración de la capital, ya quedamos curados de espantos. Pero no es eso, por desgracia, lo que acaba de ocurrir en el Perú.
Fuente: El Tiempo (Colombia).

Las tres contradicciones de la economía china

junio 18, 2011

Las tres contradicciones de la economía china

Por David Wessel

 

El milagro económico de China es indiscutible. Desde que comenzó su apertura, el estándar de vida se ha duplicado cada diez años, una proeza que a Estados Unidos le llevó tres décadas, incluso en los momentos de su crecimiento más vertiginoso. Pero se empiezan a vislumbrar fisuras en los cimientos económicos de China.

Llamémoslas las tres contradicciones.

La primera es que las autoridades están determinadas a moderar el crecimiento y contener la inflación a la vez que siguen subiendo los salarios y entregando otros beneficios a la población. Es una meta ambiciosa para cualquier gobierno, pero especialmente para uno tan temeroso de perder el control que es reticente a dejar que las fuerzas del mercado hagan una parte importante del trabajo.

En un país donde todavía se pueden ver estatuas de Marx y Engels, los salarios representan una parte cada vez menor de los ingresos generales y la brecha entre ricos y pobres empieza a crecer, no exactamente la receta idónea para estimular el consumo. A China le sobran las tiendas minoristas, pero muchas parecen museos: la gente mira, pero no compra.

Dada la fortaleza de la demanda por mano de obra, los sueldos están subiendo más deprisa, una clave para mantener la estabilidad social que tanto valoran los líderes chinos, y para promover el gasto de los consumidores, tan necesario para que la economía deje de depender tanto de las exportaciones.

El problema, al parecer, es que los incrementos salariales están diluyendo la competitividad de las fábricas chinas. Una señal reveladora es que las camisetas en una tienda de Gap en China llevan etiquetas que dicen «hecho en Malasia», y los cepillos de dientes más baratos vienen de Vietnam.

La solución es pasar a las manufacturas más sofisticadas y los servicios. Eso requiere un sistema más grande, mejor y más libre que el actual, que es, según un funcionario, menoscabado por un modelo de gestión soviético para la investigación científica y es menospreciado por la élite china que envía a sus hijos a estudiar al extranjero.

La segunda contradicción tiene que ver con la última moda en los círculos gubernamentales de Beijing, la «internacionalización del yuan«, una moneda cuyo uso es prácticamente exclusivamente interno. Esto se debe, en partes iguales, al orgullo nacional, al deseo de una potencia comercial de comprar y vender en su propia divisa y a una decisión del gobierno para que, en caso de que hubiera otra crisis financiera, endeudarse en el extranjero con la misma libertad y a las mismas tasas que Estados Unidos.

Pero China no puede conseguir eso a menos que deje de mantener las tasas de interés en niveles tan bajos que los ahorristas ni siquiera pueden mantenerse al ritmo de la inflación. Jugar la partida global implica someter una economía a los mercados globales.

Algunos funcionarios advierten peligro en las tasas demasiado bajas. «Es necesario hacer algo sobre las tasas de interés negativas en términos reales antes de perder el control», dijo Guo Shuqing, director del Banco de Construcción de China y posiblemente el próximo presidente del banco central, en una entrevista. «Mucha gente siente que colocar su dinero en depósitos no es bueno, así que se apresuran a comprar cosas como oro y plata. Mucha gente compra propiedades no porque necesiten una casa sino como una inversión». De hecho, los ricos están sumergidos en una ola especulativa, comprando terceras y cuartas viviendas, mientras que otros no pueden permitirse ni siquiera una con los precios en niveles tan altos. Las burbujas de activos en China están alimentadas por la política monetaria china, no por la Reserva Federal de EE.UU. (Fed).

Las tasas de interés de Estados Unidos son bajas porque la Fed está tratando de resucitar el crédito. El banco central de China quiere menos préstamos, pero deudores corporativos y gubernamentales con gran poder político bloquean el alza de las tasas. Nouriel Roubini, uno de los economistas que predijo la crisis financiera, describe la política china como «una transferencia masiva de ingresos de hogares políticamente débiles a empresas con poder político: una moneda débil encarece las importaciones».

Convertir el yuan en una moneda internacional significa acabar con la práctica de mantener las tasas por debajo de sus niveles económicamente óptimos por razones políticas. Requiere hacer que la política económica sea transparente. Los líderes chinos aseguran que quieren lo primero, pero no están tan seguros sobre lo segundo y tercero.

Tercero: A un gobierno represivo le cuesta menos mantener contenta a su gente cuando la economía crece 10% al año. Por ahora, todo bien. Pero pisar el freno económico, una medida nunca demasiado popular, representa una amenaza para un gobierno que no confía en su pueblo. Twitter no está autorizado en China. Los estudiantes se quejan de las restricciones en la «Internet china«. Y los filtros del gobierno parecen demorar las velocidades de conexión a la red.

El pueblo les devuelve el favor. Incluso un turista extranjero siente que mucha gente no confía en el gobierno. En la cafetería de la Universidad de Tsinghua, en Beijing, un estudiante estalló en ira: «¿Qué es lo que dice sobre un país que su líder envíe a su hija a estudiar al extranjero?», en referencia al próximo presidente de China, Xi Jingping, cuya hija acaba de terminar su primer año en Harvard.

Y en un pueblo a unos 100 kilómetros al norte de Beijing, donde la Gran Muralla serpentea prácticamente ignorada por los turistas, uno puede ver unas cuantas casas simples de campesinos, y una nueva vivienda más grande, más ancha y más alta que parece sacada de otro mundo. Todos saben quién la construyó: el secretario local del Partido Comunista. Y no la pagó precisamente con su sueldo.

Las fisuras no necesariamente presagian un colapso. Pero sugieren tensiones que, de no ser resueltas, pueden debilitar un edificio económico, incluso uno tan impresionante como el de China.
Fuente: The Wall Street Journal, 17/06/11.

 

La situación en Grecia

junio 17, 2011

Sarkozy y Merkel pactan un nuevo plan de rescate para Grecia

Por Patrick Mcgroarty y Nathalie Boschat

 

BERLÍN (EFE Dow Jones) — El presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel anunciaron el viernes que han acordado un segundo paquete de rescate para Grecia que incluiría un apoyo «completamente voluntario» de inversionistas privados en la deuda griega.

Ambos dirigentes añadieron que buscarán el apoyo del Banco Central Europeo para diseñar la estructura del nuevo paquete.

«Nosotros, igual que nuestros amigos alemanes, somos de la opinión de que un segundo rescate para Grecia es necesario», dijo Sarkozy en una rueda de prensa conjunta con Merkel. La canciller añadió que el nuevo paquete incluiría «participación voluntaria» y recalcó la idea de voluntariedad, «por parte de inversionistas privados».

Los líderes de las dos mayores economías de la eurozona se reunieron en la oficina de Merkel en Berlín para discutir sus diferencias sobre cómo encauzar la respuesta de la eurozona a la crisis de deuda griega. Merkel ha insistido en que los inversionistas privados deben tener mayor responsabilidad en el rescate, mientras que Sarkozy cree que la prioridad es asegurar la viabilidad de Grecia.

La postura de Francia está en línea con la del Banco Central Europeo, cuyos líderes han dicho repetidamente que obligar a los inversionistas privados a participar en el rescate podría conducir a un pánico de crédito.

Aunque Sarkozy y Merkel estuvieron de acuerdo en una participación voluntaria, no dieron detalles sobre cómo se podría hacer.

Fuente: The Wall Street Journal, 17/06/11.

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Las acciones de EE.UU. suben por posible rescate a Grecia

Por Steven Russolillo

 

NUEVA YORK (Dow Jones) — Los principales índices de acciones en Estados Unidos registraban alzas el viernes después del mediodía y el mercado se colocaba en vías de anotar su primera alza semanal desde fines de abril, a medida que crecen las expectativas de una pronta solución a la crisis de deuda de Grecia.

El Promedio Industrial Dow Jones subía 80,53 puntos, o 0,7%, a 12.041, impulsado por los avances de 1,7% que registraban tanto DuPont como Verizon Communications.

El índice Standard & Poor’s 500 ascendía 8 puntos a 1.275, gracias a las acciones de los sectores de telecomunicaciones, consumo discrecional y servicios básicos. Los 10 sectores del S&P 500 se negociaban en territorio positivo. El Índice compuesto Nasdaq avanzaba 8 puntos a 2.632.

Las alzas del viernes se producen tras los fuertes ascensos de los mercados europeos luego que Francia y Alemania mostraran unidad en los esfuerzos para un nuevo paquete de ayuda para Grecia.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, indicaron que buscarían el consentimiento del Banco Central Europeo para un nuevo paquete de rescate para Grecia. La ayuda incluiría la participación «totalmente voluntaria» de inversionistas privados que poseen deuda griega.

Los inversionistas han estado inquietos por semanas debido a las preocupaciones de que una cesación de pagos de Grecia podría causar enormes pérdidas para los acreedores.

El Dow y el S&P 500 se disponen a poner fin a una cadena de seis semanas seguidas de pérdidas. El Dow ha retrocedido cerca del 6% desde que alcanzara un máximo de tres años en abril.

La percepción del mercado era alentada además por un repunte del índice compuesto de indicadores económicos anticipados de The Conference Board, que ascendió 0,8% en mayo, luego de registrar una caída revisada de 0,4% en abril. Los economistas encuestados por Dow Jones Newswires, en promedio, habían proyectado un aumento más pequeño, de 0,3%, para el índice de mayo.

En tanto, el índice preliminar de la percepción del consumidor que compila la Universidad de Michigan y Reuters se ubicó en 71,8 a mediados de junio, inferior a la lectura de 74,3 de fines de mayo. Los economistas encuestados por Dow Jones Newswires habían proyectado, en promedio, que la lectura preliminar de junio se situaría en 73,8.

En noticias corporativas, las acciones de Research in Motion perdían un 22% luego que la fabricante de los teléfonos Blackberry rebajara su proyección de ganancia para el año e indicara que reducirá su fuerza de trabajo. RIM señaló que vendió menos teléfonos BlackBerry que lo proyectado en su último trimestre y espera que continúe la debilidad.

Capital One perdía 0,7% tras señalar que acordó comprar ING Direct a la holandesa ING Groep por US$9.000 millones en efectivo y acciones.

Fuente: The Wall Street Journal, 17/06/11.

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El FMI y la UE lanzarían nuevo salvavidas a Grecia

Por Charles Forelle Costas Paris y Alkman Granitsas

 

ATENAS — Los rescatistas internacionales de Grecia prometieron el jueves que entregarían una parte prometida del plan de asistencia del año pasado —lo suficiente para que Grecia se mantenga a flote los próximos tres meses— pero pidieron que el primer ministro George Papandreou concrete recortes de presupuesto poco populares, incluso cuando estaba pasando apuros para sofocar una revuelta dentro de su partido Socialista.

Durante una cumbre de emergencia del partido en la noche del jueves, Papandreou prometió seguir al frente del país, un día después de que se filtraran rumores de que había ofrecido su renuncia en privado para allanar el camino para un gobierno de unidad nacional.

«Ahora no es momento de renunciar, ahora es momento para continuar», dijo Papandreou. «Ahora es el momento de decir «sí» a los grandes cambios».

Esta tormenta política debilitó la posición del primer ministro: dos de sus diputados más destacados dimitieron el jueves y otros dos dejaron el partido esta semana. También se prevé que anuncie cambios en el gabinete esta semana, como deshacerse de su ministro de Economía. También afirmó que buscaría un voto de confianza en el Parlamento.

En Atenas, Papandreou intenta conservar el poder a la vez que trata de imponer un paquete de 28.000 millones de euros (US$39.700 millones) de medidas para reducir su deuda, lo que ha llevado a que decenas de miles de griegos descontentos salieran a las calles a protestar. En Washington, el Fondo Monetario Internacional se apoya en Europa para aprobar un rescate nuevo más a largo plazo para Grecia. En Bruselas, funcionarios de la zona euro discuten sobre si los acreedores privados de Grecia deberían ser obligados a asumir parte de la carga de ese segundo rescate.

Un pequeño respiro llegó el jueves desde Washington: el FMI, que contribuye 30.000 millones de euros del paquete de rescate de 110.000 millones de euros acordado en mayo, dio señales de que estaría abierto a otorgar un pago a Grecia a principios de julio incluso si los gobiernos de la zona euro no solucionaban sus diferencias sobre el segundo rescate este mes, tal como prometieron.

La zona euro aprovechó la oportunidad de retrasar un debate complicado que ha enfrentado a Francia y el Banco Central Europeo contra Alemania. En un comunicado emitido el jueves, Olli Rehn, el comisionado económico de la Unión Europea, afirmó que ahora preveía que se tomara una decisión sobre el segundo rescate para mediados de julio, pero que Grecia recibiría dinero antes para ayudarla a sobrevivir los próximos meses.

Ni el FMI ni la eurozona cedieron en el tema de recortes presupuestarios. Ambos insistieron que Grecia debía concretarlos. «Esperamos que el Parlamento griego respalde el programa de reformas económicas acordado para fines de junio», sostuvo Rehn.

Un funcionario del FMI afirmó que es una «precondición» para una financiación a largo plazo que Grecia apruebe las medidas presupuestarias, que incluyen nuevas alzas de impuestos y recortes en el sector público.

Pese a una severa ronda de recortes implementados el año pasado, Grecia ha tenido problemas para reducir su déficit, que ya está entre los más altos de la eurozona y que sigue escalando a niveles que los economistas independientes consideran insostenibles.

Las consecuencias para el pueblo griego son palpables. Durante una multitudinaria protesta el miércoles, los manifestantes colmaron el centro de Atenas a pesar de que la policía arrojó abundantes gases lacrimógenos. El jueves, la ciudad estaba mucho más calmada pero al caer la noche volvían a formarse grupos a las puertas del Parlamento.

La escena estaba muy lejos del debate que continuaba en las capitales al norte. Berlín insistió en las últimas semanas en que los acreedores privados deben ayudar a aliviar los problemas de financiación de Grecia de una forma que sea «sustancial, cuantificable y verificable» así como «voluntaria».

Alemania ha planteado que un intercambio de bonos para aplazar los vencimientos de la deuda de Grecia es la mejor forma de cumplir con esos criterios. Pero Francia y el BCE creen que las ideas de Alemania no serían verdaderamente voluntarias, sino que equivaldrían a una cesación de pagos de la deuda griega que pondría en riesgo la estabilidad de la zona euro. De momento, no han llegado a un término medio.

—Marcus Walker y Ian Talley contribuyeron a este artículo.

Fuente: The Wall Street Journal, 16/06/11.

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Estados Unidos y la amenaza de una nueva recesión

junio 16, 2011

Estados Unidos y la amenaza de una nueva recesión

Por Justin Lahart

 

Para aquellos que temen que una cadena de cifras decepcionantes presagie una nueva recesión de la economía estadounidense, hay buenas y malas noticias.

Primero, las buenas: probablemente hará falta un golpe de gran magnitud para descarrilar la economía, pese a su debilidad. Las malas noticias: en el actual entorno, los potenciales shocks abundan.

La historia no ofrece mucho consuelo. A mediados de 1981, EE.UU. ingresó en el segundo y tormentoso capítulo de una doble recesión. Ahora, cuando han transcurrido casi 30 años, la economía ha disminuido marcadamente la velocidad, aumentando el riesgo de que la historia se repita.

La mayoría de los analistas considera que la economía de Estados Unidos enderezará el rumbo. Lo más probable es que el bache actual sea temporal, sostienen, debido en gran medida a tres factores: las interrupciones en la cadena de suministro causadas por el terremoto y tsunami en Japón; las inclemencias del tiempo y las inundaciones en el sudeste y el centro-norte de EE.UU., y en tercer lugar, los altos precios de la gasolina, que en las últimas semanas han comenzado a ceder.

La historia también indica que cuando la economía está débil, como parece estarlo ahora, seguirá creciendo a no ser que sufra un golpe significativo que complique la situación, dice Bob Hall, economista de la Universidad de Stanford y presidente del comité académico de la Oficina Nacional de Investigación Económica de EE.UU., la entidad que fecha el comienzo y el fin de las recesiones estadounidenses.

Según el panel, la recesión más reciente se extendió entre diciembre de 2007 y junio de 2009.

«Los sacudones que nos han llevado a la recesión no han sido tan pequeños», indica Hall. «Tiene que haber un impulso adverso significativo», manifestó.

Un shock severo desató la segunda desaceleración en 1981. Luego de que la inflación volviera a subir con rapidez tras la breve recesión de 1980, la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) elevó las tasas de interés a corto plazo por encima de 20%, lo que frenó la economía. Millones de personas perdieron sus empleos en lo que era, hasta ese momento, la peor recesión en EE.UU. desde los años 30.

Hoy, incluso si se toman en cuenta los recientes aumentos en los precios de los alimentos y la energía, la inflación es apenas una fracción de lo que era a comienzos de los años 80, y la Fed se ha comprometido a mantener las tasas de interés bajas.

Y aunque la Fed no renueve el programa de compra de bonos por US$600.000 millones, que expira este mes, es improbable que esta medida cause estragos en la economía estadounidense.

Pero la discusión sobre el presupuesto en Washington podría sofocar la economía de la misma forma que un alza de tasas del banco central, afirma Ethan Harris, economista de Bank of America Merrill Lynch. Por un lado, teme que si persiste la parálisis en el Congreso sobre el aumento del límite de la deuda, las calificadoras de riesgo Moody’s y Standard & Poor’s puedan rebajar la calificación de la deuda soberana de EE.UU. Eso, a su vez, sacudiría los mercados de crédito y dificultaría el acceso de las empresas al capital.

Por otro lado, Harris teme que en su celo por reducir el déficit fiscal, el Congreso adopte recortes drásticos del gasto en momentos en que la economía está demasiado débil para absorberlos.

Otro riesgo es un shock petrolero. La cotización del crudo cedió hace poco, pero debido a la constante inestabilidad en el norte de África y Medio Oriente, no se puede descartar un nuevo aumento en los precios.

Ken Rogoff, economista de la Universidad de Harvard, está entre los que cree que una nueva recesión es poco probable. No obstante, su investigación también muestra que luego de una crisis financiera, el camino de la recuperación suele estar lleno de baches. Desde este punto de vista, los actuales problemas que atraviesa la economía no deberían constituir una sorpresa. Tampoco es de extrañar que vuelvan a presentarse.
Fuente: The Wall Street Journal, 15/06/11.

La destrucción del peso argentino

junio 16, 2011

La destrucción de nuestra moneda

El Banco Central, convertido en apéndice del Gobierno, es responsable de que el peso argentino haya ido perdiendo su valor

 

Cuando los argentinos creíamos que ya lo habíamos visto todo en relación con la patética tarea que viene cumpliendo nuestro Banco Central, hemos sido sorprendidos una vez más.

Las increíbles imágenes que muestran a empleados de esa institución robando billetes que estaban destinados a ser destruidos nos acercan una dolorosa parábola. El Banco Central de la República Argentina (BCRA), que se ha mostrado como uno de los más eficientes del mundo en la destrucción de la moneda nacional, es a su vez incapaz siquiera de destruir sus propios billetes trajinados por el uso a destajo que provoca la inflación.

Más allá de este escandaloso caso policial, la progresiva destrucción de nuestra moneda por parte de la autoridad monetaria sigue su curso, con resultados dramáticos para nuestro país y consecuencias que pueden comprenderse al enfocar el problema en más de un plano. El primero de ellos se refiere a las funciones específicas del dinero. Ellas son las de cumplir el rol de medio de pago, el de unidad de cuenta y el de reserva de valor.

Con una inflación que ronda el 20 por ciento desde 2007, el rol de reserva de valor de nuestra moneda ha desaparecido. Quien atesoró pesos en efectivo en enero de 2007 dispone hoy de un 40 por ciento de la capacidad de compra en bienes y servicios de la que disponía en esa fecha.

Pero tampoco han logrado conservar su capacidad de compra quienes se refugiaron en depósitos a plazo fijo en los bancos. La política monetaria expansiva del Banco Central determinó un nivel de tasas de interés que promedió un 11,5 por ciento durante ese período, generando entonces una pérdida de valor real para los ahorristas del 33 por ciento también entre enero de 2007 y la actualidad.

No es de extrañar, entonces, que los argentinos hayan adquirido durante ese período la alucinante cifra de 61.200 millones de dólares como forma de defender sus ahorros.

Es que para conservar su patrimonio, los argentinos se ven obligados a comprar dólares o adquirir propiedades. Esta última inversión permite comprender el por qué del importante auge que muestra la actividad inmobiliaria en los últimos años en un país sin crédito.

La inflación impide también el uso del peso como unidad de cuenta para transacciones de mediano o largo plazo. Al superar los 12 meses de plazo no es posible denominar contratos en nuestra moneda, hecho que es palpable a la hora de intentar alquilar una propiedad o efectuar un simple acuerdo de provisión de bienes o servicios. Solamente y a los tumbos nuestra vapuleada moneda cumple con su rol de medio de pago cuando no se atrasan los aviones que traen los paquetes de billetes que se imprimen en Brasil.

Siendo la inflación un fenómeno fundamentalmente monetario, las causas de ésta deben encontrarse en los abusos en la oferta de dinero, ya sea con el fin de financiar al fisco o al defender un nivel artificialmente subvaluado de la moneda doméstica en relación con otras divisas.

Las consecuencias que acarrea la inflación son numerosas: aumenta la cantidad de pobres, desaparece el crédito y se incrementa la incertidumbre, con su consiguiente impacto sobre el consumo y la inversión empresaria.

Con una moneda sana aparece la posibilidad de que la política monetaria pueda jugar un rol contracíclico tanto en épocas de vacas gordas como en tiempos de vacas flacas. Esto es así puesto que al mantener la capacidad adquisitiva de la moneda en términos de la canasta de bienes y servicios local, la población ahorra en su moneda independientemente de su cotización contra otras monedas.

Esto permite que en caso de producirse un shock externo negativo la moneda se deprecie respecto de las divisas extranjeras amortiguando la recesión y el consiguiente aumento en el desempleo. Por el contrario, en caso de producirse un boom, la moneda tendería a apreciarse, evitando así el consiguiente aumento en la inflación que el shock positivo traería aparejado.

De todo eso hemos decidido privarnos los argentinos al destruir nuestra moneda. Más pobres, menos crédito y ciclos económicos más volátiles son las penosas consecuencias de poner al comando de nuestro Banco Central a personas que utilizan como principal política contra la inflación la negación de ésta.

Hace ya cerca de un lustro que nuestra moneda no tiene quién la proteja y que no se producen cambios visibles en la política monetaria. Deberíamos deducir entonces que para este Gobierno la destrucción de la moneda es una de sus pocas políticas de largo plazo.

En ocasión de acercarnos a las elecciones de octubre, sería muy interesante escuchar de boca de todos los candidatos a la presidencia de la Nación cuál será su posición ya no sobre la inflación sino sobre sus responsables.

Con la continuidad de los cómplices de la mentira y la inflación al frente del Banco Central, será imposible implementar políticas creíbles para restaurar el valor de nuestra moneda.
Fuente: Editorial del diario La Nación, 16/06/11.

Los peligros de una posición de cesación pagos

junio 15, 2011

Los peligros de una posición de cesación pagos

 

El debate sobre la cesación de pagos ha ganado presencia en todo el mundo: en Estados Unidos y Europa, los mercados están enfrentando cuestionamientos sobre la santidad de la deuda del gobierno. Si estos interrogantes son mal manejados, se corre el riesgo de iniciar una nueva crisis financiera.

Los políticos y miembros de bancos centrales en Europa están en desacuerdo sobre si los acreedores privados de Grecia pueden aceptar cambios en sus términos sin detonar una cesación de pagos. En Estados Unidos hay rumores de una cesación de pagos «técnica» sobre los títulos del Tesoro si no se puede alcanzar en Washington un acuerdo para elevar el límite de endeudamiento.

El problema es que, si algo luce como una cesación de pagos y huele como una cesación de pagos, probablemente lo sea. Si algunos bonos del Tesoro no son pagados a tiempo, usar la palabra «técnica» no cambia la realidad. Lo mismo se aplica para Europa. Incluso si los bancos renuevan «voluntariamente» su deuda, es difícil considerar eso como un verdadero acto de libre albedrío. La rebaja del lunes en la calificación de Grecia por parte de Standard & Poor’s a «CCC» -que la transforma en la deuda soberana con menor calificación en el mundo- muestra específicamente a la propuesta más reciente de canje de deuda de Alemania como una cesación de pagos.

Los políticos europeos podrían terminar prestando a Grecia más dinero debido a que el Banco Central Europeo se opone claramente a cualquier cosa que se asemeje a una cesación de pagos. Los políticos estadounidenses podrían acordar elevar el límite de endeudamiento desde su nivel actual de US$14,3 billones antes del plazo del 2 de agosto. Incluso después de eso, el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, puede dar prioridad a los gastos para cubrir los pagos de la deuda. Pero con un déficit presupuestario mensual de US$124.000 millones, según Fitch, el riesgo para el servicio de la deuda aumentará rápidamente. El 15 de agosto vencen US$52.000 millones en pagos.

¿Qué pasa si los políticos buscan frenar los pagos de los bonos?

Un riesgo clave que se deriva de Grecia es que una cesación de pagos de cualquier tipo aumente la presión sobre Irlanda y Portugal, donde las dinámicas de la deuda no son tan malas como para que le sigan los pasos. El riesgo final es que se produzca un contagio en España, cuya economía de 1,1 billones de euros (millones de millones) es demasiado grande para ser rescatada.

En Estados Unidos hay tres canales principales para que se extienda la turbulencia financiera. Primero, el financiamiento de corto plazo podría interrumpirse. Como argumenta el inversionista Stanley Druckenmiller, lo tenedores de bonos del Tesoro con plazos más largos podrían aceptar una corta demora en la realización de los pagos a cambio de que la confrontación política de Washington derive en un programa creíble de reparación de la situación fiscal. Pero es improbable que quienes tienen deuda que está a punto de vencer estén de acuerdo. Para los fondos del mercado de dinero la liquidez es todo: un incumplimiento de pagos corre el riesgo de ocasionar una nueva corrida similar a la de Lehman.

Segundo, más de US$4 billones en bonos del Tesoro son usados como garantía para acuerdos de recompra, futuros y derivados, destaca JP Morgan. Un recorte adicional sobre esta garantía debido al creciente riesgo crediticio podría provocar turbulencia.

Y tercero, aunque los inversionistas estadounidenses podrían permanecer fieles a los bonos del Tesoro, los prestamistas extranjeros podrían considerar esto como otra razón, además de la caída del dólar, para reducir su exposición.

Hay una diferencia clave entre las dos situaciones. El riesgo crediticio de Grecia es real, dada su carga de deuda estratosférica, la pérdida de acceso a los mercados, la contracción de la economía y la incapacidad del país para imprimir euros. El debate sobre una cesación de pagos es necesario, aunque ha sido manejado pobremente.

En contraste, la amenaza de cesación de pagos en Estados Unidos es innecesaria y amenaza con introducir riesgo crediticio a lo que ha sido considerado el activo más seguro del mundo, lo que sería un acontecimiento peligroso. Con un sistema financiero mundial aún sumamente frágil, este no es el momento para que los políticos redoblen sus apuestas.
Fuente: The Wall Street Journal, 15/06/11.

Se agrava la Crisis Griega

junio 15, 2011

El costo de asegurar la deuda griega toca un nuevo récord

Por Art Patnaude

 

LONDRES (EFE Dow Jones) — El costo de asegurar la deuda griega, portuguesa e irlandesa frente a un impago alcanzó nuevos máximos el miércoles en medio de la ausencia de un acuerdo sobre qué hacer con la deuda de Grecia.

En la mañana, los CDS de Grecia a 5 años subían 111 puntos básicos a 1.700 puntos básicos frente a los 1.651 puntos básicos anteriores, según Markit.

Esto significa que ahora cuesta una media de US$1.700.000 al año asegurar US$10 millones de deuda emitida por el país.

Los diferenciales de los CDS a 5 años de Portugal e Irlanda también siguen subiendo hasta nuevos récords. El diferencial de Portugal aumenta 31 puntos básicos a 780 puntos básicos desde 770 puntos básicos, mientras que los de Irlanda subían 14 puntos básicos a 745 puntos básicos.

Los de España aumentaban 10 puntos básicos a 283 puntos básicos.

Fuente: The Wall Street Journal, 15/06/11.

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Grecia se paraliza por huelga general

Por Alkman Granitsas

 

ATENAS (EFE Dow Jones) — Los servicios públicos en Grecia estaban paralizados el miércoles, día en que los dos principales sindicatos del país celebran una huelga general de 24 horas ante el creciente enojo de la opinión pública y el titubeante apoyo interno al último programa de austeridad del Gobierno socialista.

Debido a la huelga permanecen cerradas las escuelas y los edificios gubernamentales en todo el país, mientras que los hospitales funcionan sólo con los servicios mínimos. Los servicios públicos de transporte y portuarios se han visto interrumpidos y la huelga de periodistas ha impedido la emisión de la mayoría de telediarios matinales.

Los dos sindicatos paraguas de Grecia –el GSEE del sector privado y su homólogo del sector público, el ADEDY– planean concentraciones masivas en el centro de Atenas a lo largo del día y las fuerzas de seguridad están en alerta ante la posibilidad de que se desate la violencia.

«Los sindicatos demandan la retirada inmediata de las nuevas, duras e injustas medidas que el Gobierno propone», dijeron en un comunicado conjunto.

La huelga se celebra en un momento en que el Parlamento heleno debe comenzar el debate del programa de austeridad por 28.000 millones de euros a cinco años que el Gobierno ha prometido a sus acreedores internacionales mientras el país busca un nuevo rescate de sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional.

Junto con un ambicioso programa de privatizaciones por 50.000 millones de euros, las nuevas medidas prevén nuevos impuestos y recortes de gastos que cuentan con la oposición del pueblo y han provocado al menos dos dimisiones en el Partido Socialista, lo que ha reducido su mayoría en el Parlamento.

Ante el creciente descontento popular, el primer ministro, Yorgos Papandreou, se reunirá con el presidente de Grecia, Karolos Papoulias, en una reunión de urgencia el miércoles a mediodía, ante los rumores de que el Gobierno pronto se vería obligado a convocar elecciones anticipadas.

Fuente: The Wall Street Journal, 15/06/11.

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La reestructuración de la deuda de Grecia debe evitar la obligatoriedad, dice Mario Draghi

Por Tom Fairless

 

FRÁNCFORT (EFE Dow Jones) — Cualquier reestructuración de la deuda soberana de Grecia debe evitar cualquier elemento de obligatoriedad y una solución del tipo de la Iniciativa de Viena cumpliría ese criterio, dijo el martes Mario Draghi, miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo.

La Iniciativa de Viena, que supone la ampliación voluntaria de los vencimientos de la deuda soberana, «parece enteramente voluntaria», dijo Draghi en una audiencia en el Parlamento Europeo.

Se espera que Draghi, que también preside el Banco de Italia, sea nombrado presidente del BCE en sustitución de Jean-Claude Trichet el próximo octubre.

La política monetaria del BCE sigue siendo «muy acomodadiza», dijo Draghi.

«Un importante desafío para el BCE es gestionar la salida de una política monetaria todavía muy acomodadiza y el fin de las medidas excepcionales que todavía están en vigor», dijo.

Draghi dijo que el euro es una divisa «creíble y sólida» que ha sido «un gran éxito», y «ninguno de los hechos recientes… pone este hecho en discusión».

Fuente: The Wall Street Journal, 14/06/11.

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Lehman Brothers vuelve a sacudir a los mercados

junio 13, 2011

Lehman Brothers vuelve a sacudir a los mercados

Por Michael Corkery y Katy Burne

 

Casi tres años después de que su colapso amenazara con hundir al sistema financiero global, Lehman Brothers Holdings Inc. sigue moviendo a los mercados. En esta ocasión, el afectado es el alicaído mercado de bonos municipales de Estados Unidos.

La firma encargada de desmantelar las propiedades de la quebrada firma de Wall Street ha tratado de vender un portafolio que incluye seguros contra cesación de pagos (CDS) sobre US$8.000 millones en deuda respaldada por bonos municipales en varios estados, según documentos presentados a la corte. Los seguros fueron vendidos a Lehman por Berkshire Hathaway Inc., la empresa de Warren Buffett en 2007.

No se sabe el momento exacto en el que Lehman realizará la venta de estos valores, pero algunos corredores e inversionistas dicen que la mera posibilidad de que un volumen tan alto de valores entre al mercado ha sido un factor en el descenso de los precios de los seguros durante el último mes. El portafolio de Lehman representa cerca de un cuarto del total conocido de seguros contra cesación de pagos de grandes emisores municipales en circulación, según cálculos de la industria.

Este tipo de valores permiten a los inversionistas apostar sobre la probabilidad de una cesación de pagos del emisor, entre más bajo sea el precio del seguro, más baja será la percepción del mercado del riesgo de cesación. No obstante, algunos inversionistas aseguran que la gran venta de Lehman está ayudando a reducir los precios de los seguros, pese a que los riesgos asociados con la deuda municipal en algunos estados, como California, no han desaparecido.

«La liquidación de Lehman está rebajando artificialmente los CDS de California», dice Adam Fisher, director de inversiones de Commonwealth Opportunity Master Fund Ltd., un fondo de cobertura que tiene una perspectiva a la baja para la deuda del estado.

No obstante, también hay otras fuerzas que están reduciendo el precio de los CDS. Los temores de cesaciones de pagos generalizadas que asaltaron al mercado de bonos municipales a finales del año pasado han sido superados, a medida que los ingresos impositivos de varios estados han subido. California, por ejemplo, recientemente impulsó sus cálculos de ingresos en US$2.500 millones para el año fiscal que terminal el 30 de junio. Pero los precios de mercado de los seguros también se han ajustado para reflejar la cantidad que los compradores podrían pagar por las posiciones de Lehman, dicen los corredores.

En la última semana, los precios de los CDS han subido un poco, en medio de las preocupaciones de los inversionistas por el potencial efecto del deterioro de la economía sobre los presupuestos de los gobiernos. Portavoces de los ejecutores de Lehman y Morgan Stanley, contratada para llevar a cabo la venta, se abstuvieron de hacer comentarios.

La venta de CDS es uno más de los muchos pasos necesarios para liquidar a Lehman, que se convirtió en la mayor quiebra en la historia de EE.UU. cuando colapsó bajo el peso de sus fallidas apuestas en inversiones riesgosas en septiembre de 2008. La quiebra marcó uno de los puntos más dramáticos en la crisis del crédito, sacudiendo al sistema financiero global y enviando a pique a los mercados. Tres años después, los mercados y las economías se ha recuperado, pero la liquidación de Lehman continúa, debido al tamaño de los balances de la firma y la complejidad de sus inversiones.

Después de vender muchas de sus unidades más grandes en las primeras etapas de la liquidación a compradores como Barclays PLC y Nomura Holdings Inc., la firma liquidadora ha continuado deshaciéndose de activos a la vez que busca resolver miles de millones de dólares en posiciones en derivados. De todos los activos que la firma poseía antes de declararse en quiebra, sus CDS municipales eran unas de las mejores apuestas.
Fuente: The Wall Street Journal, 13/06/11.

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