Moody´s le bajó la calificación a cuatro aseguradoras argentinas

octubre 22, 2012


Moody´s le bajó la calificación a cuatro aseguradoras argentinas

Entre ellas son Provincia Seguros, ACE y Chubb. La calificadora de riesgos afirma que se debe a las nuevas regulaciones de seguros y la exposición al crédito soberano.

La calificadora de riesgos Moody´s Latin América ha bajado la calificación de fortaleza financiera en escala global, moneda local, y en escala nacional de Argentina a cuatro aseguradoras.

La primera de ellas se trata de ACE Seguros S.A. (ACE Argentina) a quien se le ha bajado la calificación de fortaleza financiera de seguros de Ba3 a B1, para la escala global moneda local. En tanto, en escala nacional, se le bajó la calificación de fortaleza financiera se seguros a Aa3.ar desde Aa2.ar.

Caruso compañía Argentina de Seguros S.A., es la segunda empresa alcanzada por la baja, pasó de Ba3 a B2, en lo re respecta a escala global y moneda local, y en escala local pasó de Aa2.ar Aa3.ar

Chubb Argentina de Seguros S.A. sufrió una baja en la escala global, moneda local de Ba1 a Ba3; y una baja también en la calificación de fortaleza financiera de seguros a Aa1.ar desde Aaa.ar, en escala nacional.

Por último, a Provincia Seguros le bajaron la calificación de fortaleza financiera de seguros a B3 desde B2. Así también, bajó la calificación de fortaleza financiera de seguros en escala nacional de aa3.ar a A2.ar

Desde la calificadora afirmaron que todas las calificaciones mantienen perspectivas estables

Según Moody´s las bajas de calificación en la escala global, moneda local reflejan múltiples consideraciones, entre las que se incluyen, un creciente debilitamiento de los perfiles crediticios de las carteras de inversión de estas entidades aseguradoras como resultado de la resolución que obliga a repatriar a la Argentina las inversiones de alta calidad realizadas fuera del país y reinvertirlas en instrumentos de menor perfil crediticio.

Así también, informa la calificadora, las limitaciones a las cesiones de reaseguro, en el marco de las nuevas normas para el mercado reasegurador son un factor que –según Moody´s- afecta particularmente a los aseguradores con mayor dependencia del reaseguro, incluyendo filiales internacionales.

En este sentido, el último de los aspectos tiene que ver con la aplicación de la guía de implementación de las calificaciones con respecto a la relación entre los perfiles de crédito de los gobiernos soberanos y de las instituciones financieras domiciliadas en el país.

Argentina: Más intervención estatal en los Seguros

octubre 22, 2012

¡PELIGRO!: Empeora la situación del Mercado Asegurador en Argentina por causa de la torpe intervención del Estado. El (des)gobierno de Cristina Kirchner se mueve como un elefante en un Bazar.

Más intervencionismo estatal:

Obligan a las compañías de seguros deberán invertir en producción e infraestructura

Cristina Kirchner explicó que «se destinarán 7.000 millones de pesos para esos objetivos»


La Presidenta anunció hoy que las compañías de seguros deberán destinar parte de su cartera de inversiones en fondos para el sector productivo y para infraestructura a largo plazo.

Para las ART se fija un piso de 5 por ciento al 10 por ciento de su cartera para inversiones productivas.

Para los seguros generales de 10 a 20 por ciento.

Para los seguros de vida de 20 a 30 por ciento.

La jefa de Estado explicó que «se destinarán 7.000 millones de pesos para inversiones productivas y de infraestructura hasta el 31 de mayo».

Al hablar en el Museo del Bicentenario, Cristina destacó que «es necesario reconstruir confianza y para eso hay que regular, es mentira que no hay que regular. Si no regula el Estado regulan los mercados y miren lo que pasa en el mundo».

La mayoría de las opiniones de operadores y analistas, vertidas en forma confidencial, fueron muy negativas respecto a las nuevas medidas.

La inflación, ¿culpa de los comerciantes?

octubre 22, 2012


La inflación, ¿culpa de los comerciantes?

Por Juan Carlos de Pablo

Según el Poder Ejecutivo, en los últimos 12 meses en promedio los precios al consumidor subieron 10%, como dice el Indec, sin explicar cómo puede ocurrir esto en un país donde la cantidad de dinero crece más de 30% anual, los ingresos públicos y los salarios y las asignaciones familiares, 25 por ciento. Agregando que, en todo caso, los precios no los aumenta el Gobierno, sino los productores, los intermediarios y los comerciantes.

Para saber más sobre esto, entrevisté al italiano Constantino Bresciani-Turroni (1882-1963), quien durante la década de 1920 asesoró a la Comisión Aliada de Reparaciones de la Primera Guerra Mundial, con sede en Berlín. Es principalmente conocido por La economía de la inflación, obra que publicó en 1931. A partir de 1927, dictó clases en la Universidad de El Cairo, pero, según Joseph Allois Schumpeter, su exilio no fue forzado.

-¿La inflación es una consecuencia del egoísmo y la maldad de los oferentes?

-En la Argentina entre diciembre de 2002 y de 2003, los precios al consumidor aumentaron 3,7%, y a lo largo de 2004, 6,1%. Según la explicación que propone el oficialismo, con posterioridad los productores, intermediados y comerciantes habrían tomado cursos de egoísmo y maldad, porque en los últimos años -bien medida- la tasa de inflación fue mucho mayor que entonces. Con el mismo criterio, los argentinos y los venezolanos tienen la desgracia de tener que convivir con oferentes malvados, porque son prácticamente los únicos países en el mundo donde la tasa de inflación es significativa.

-Más allá de la ironía, los precios son modificados por los oferentes.

-Explicar la tasa de inflación porque quienes modifican los precios son los oferentes equivale a echarle la culpa del asesinato al revólver o, peor aún, a la bala, y no a quien lo disparó. Resultará políticamente correcto, pero no sirve para entender. Por algo el control de los precios aparece en el Código de Hammurabi, escrito hace casi 4000 años. La cuestión no es que los oferentes modifican los precios, sino por qué hoy lo hacen con mayor entusiasmo que ayer, y por qué en la Argentina lo hacen con mucho mayor entusiasmo que en el resto de los países.

-¿Qué relación existe entre el grado de concentración de la oferta y la tasa de inflación? Pregunto porque escucho decir que los monopolios, con los precios, hacen lo que quieren.

-Los monopolistas no pueden hacer lo que quieren [por ejemplo, vender un producto para el que no hay demanda], pero pueden hacer más cosas que los competidores. Pero el poder monopólico afecta los precios relativos, no la tasa de inflación. Para explicar la suba de la tasa de inflación sobre la base del poder de los oferentes, habría que mostrar que en los últimos años ese poder aumentó de manera sistemática, difícil de sostener a pesar del creciente cierre de la economía y el aumento de la oligopolización que generan las políticas de regulación y control directo de los precios.

-¿Y entonces?

-Cuando la cantidad de dinero, el gasto público, los salarios nominales, etcétera suben al ritmo que lo hacen en la Argentina, no hay atraso cambiario, congelamiento de las tarifas de las empresas privatizadas o concesionadas durante la década de 1990, o terror infundido por las autoridades de la Secretaría de Comercio Interior, capaz de morigerar el aumento sistemático del nivel general de los precios. Instale estas condiciones en Noruega o en Filipinas y verá cómo allí también aumenta la tasa de inflación.

-¿No es una visión monetarista?

-La correlación entre aumentos de la oferta monetaria y tasa de inflación es nítida y universal, una vez que se dejan de lado períodos de ingreso y salida de altas inflaciones y, por consiguiente, variaciones en la velocidad de circulación del dinero. Verificada la correlación, queda la relación causal entre emisión e inflación o, como diría Julio Hipólito Guillermo Olivera, discutir si el dinero es activo o pasivo. Ahí hay que centrar la atención, no focalizarla en el hecho instrumental de que son los oferentes quienes modifican los precios.

-Don Constantino, muchas gracias.

Fuente: La Nación, 21/10/12.

La eurozona avanza a paso muy lento

octubre 22, 2012


La eurozona avanza a paso muy lento

Por Richard Barley


Europa camina en la dirección adecuada, pero su avance es dolorosamente lento. Los líderes de la eurozona acordaron en su última cumbre elaborar una legislación para finales de año para que el Banco Central Europeo actúe como supervisor bancario único, punto fundamental de la unión bancaria. Pero dejaron muchas otras cuestiones sin decidir. De momento, las potenciales compras de bonos del BCE siguen siendo la herramienta más poderosa para contener la crisis en la eurozona.

Sigue habiendo claras diferencias sobre lo lejos y rápido que debería ir la reforma. Francia quiere una aplicación rápida del supervisor único, para desbloquear las recapitalizaciones directas de bancos con fondos de la eurozona y aliviar la presión sobre las cuentas de los estados; pero a Alemania le corre claramente menos prisa. Quizá lo realista sea pensar que será un proceso largo: crear un sistema para supervisar los más de 6.000 bancos que hay en la eurozona es una tarea nada despreciable. No hubo acuerdo sobre el tema políticamente más complicado de las garantías comunes para los depósitos y sólo se habló de armonizar los sistemas nacionales.

Corresponderá a los ministros de Finanzas trabajar en los detalles sobre cómo podrían bancos y países beneficiarse de las recapitalizaciones directas en la eurozona. Pero la propia España, el país con más interés en este tema, ha minimizado la necesidad de una recapitalización directa. Los costes de recapitalizar los bancos españoles podrían ser del orden del 7% del PIB, en opinión de JP Morgan, JPM -1.60% lo que empujaría la deuda al máximo del 99% del PIB e implicaría la necesidad de un superávit público primario, sin contabilizar los costes de los intereses, del 2% del PIB para reducir la deuda en línea con las directrices de la eurozona. Sin el coste de recapitalizar los bancos, el superávit primario necesario sería del 1,6% del PIB, según JP Morgan.

Tampoco se decidió nada respecto a Grecia, aunque los comentarios tanto de los representantes en la cumbre como de los acreedores oficiales del país esta semana han sido claramente positivos y han apuntado a que podría llegarse a un acuerdo.

Los mercados estarían más preocupados por el lento progreso de Europa si no fuera por el efecto anestésico de las potenciales compras de bonos por parte del BCE. Aún así, el tiempo que ha ganado la eurozona gracias al BCE probablemente no será ilimitado. Los líderes de la eurozona no deberían congratularse demasiado por sus logros. Porque aún hay que tomar muchas decisiones difíciles.

Fuente: The Wall Street Journal, 16/10/12.

El default del Chaco

octubre 22, 2012


Chaco
Por Enrique Szewach


La Provincia del Chaco emitió, en su momento, un bono de deuda, bajo legislación argentina, pagadero en dólares. (Por lo tanto, recibió dólares al momento de colocar dicha deuda).

La Provincia “especuló” con que sería más fácil y más barato para el Tesoro provincial, pagar el resultante de la devaluación del peso, más la tasa de interés en dólares, que pagar directamente la tasa que regía, para operaciones en pesos, al momento de la colocación, para un plazo y riesgo similar. Mientras, la especulación de quién compró los bonos, habrá sido la inversa.

Es decir, la Provincia se endeudó en dólares para hacer frente a sus necesidades, y quién prestó, evaluó el riesgo de que la Provincia pudiera pagar las cuotas del bono, y supuso que ese riesgo estaba bien compensado con la suma de la tasa de interés y la tasa de devaluación esperada del peso contra el dólar.

Pero sucede que ahora, al vencimiento de una de las cuotas del bono, la Provincia del Chaco ha decidido no pagar en dólares, como establecía el contrato, sino pagar en pesos al tipo de cambio oficial.

En circunstancias normales, ambos pagos, salvo por el costo de transacción de comprar dólares, hubieran sido equivalentes.

El acreedor hubiese tomado los pesos, y hubiera ido a comprar los dólares, para recuperar los billetes verdes que puso.

Pero la compra de dólares para atesorar, aún cuando los fondos provengan de cobrar un servicio de deuda, está prohibida por una resolución del Banco Central.

De manera que el acreedor de ese bono que prestó dólares, se encuentra ahora con pesos que no puede convertir en dólares. O que sólo puede convertir en dólares a través de una operación que le cuesta el 30% de los dólares que pensaba recuperar.

El gobernador del Chaco aduce que no puede hacer frente a la obligación en dólares porque el Banco Central no se los vende y la Provincia no tiene dólares ahorrados para pagar.

Por lo tanto, en lugar de accionar contra el Banco Central y la arbitrariedad de una resolución que le niega dólares al Chaco para pagar su deuda, bajo la excusa que ésta se emitió, “bajo ley argentina”, pero que no se los niega al Estado Nacional, en las mismas condiciones, porque los dólares de las reservas son “del Estado Nacional”, decidió pesificar la deuda e “invitó” a otras provincias deudoras a hacer lo mismo.

Es decir, el Gobernador de la Provincia del Chaco, en lugar de defender a los tenedores de sus bonos, actuando contra el Banco Central y sus arbitrariedades, de dudosa legalidad y constitucionalidad (ni que hablar de la ofensa al federalismo), prefirió estafarlos, no sólo por la pesificación, sino por la caída del precio de lo que todavía falta cobrar.

En lugar de pedir al menos disculpas, a sus acreedores, les sugirió a sus colegas gobernadores que hicieran lo mismo que él, que los  estafaran.

Pero al no defender la reputación crediticia de la Provincia, el Gobernador Capitanich acaba de condenar a los ciudadanos y ciudadanas chaqueños, a sus votantes, y a los que no lo votaron, a tener “deudas” en lugar de “crédito”.

De manera que, si eventualmente, la Provincia del Chaco necesitara financiarse en el futuro, la tasa de interés que deberá pagar por esa deuda será superior a la que hubiera pagado si hubiera tenido crédito.

Y esa mayor tasa, equivale a un impuesto que pagarán los chaqueños porque ni su gobernador, ni sus representantes en el Congreso, tuvieron el cuidado de intentar, al menos, cumplir con las obligaciones, en la forma en que la Provincia tenía pactadas.

A su vez, tanto el accionar de la Provincia, como el del Banco Central –supongo que a instancias del Gobierno Central- ha encarecido toda la deuda que se coloque bajo ley argentina, independientemente de la moneda de emisión. Otro impuesto que recae sobre nosotros. Se ha puesto en marcha, implícitamente, la pesificación de los compromisos en moneda extranjera, que surge de la reforma al Código que se está tratando en el Congreso.

Todo esto marca claramente que la relación causal resulta la inversa a la sugerida por el Viceministro de Economía de la Nación, en su defensa de las restricciones cambiarias.

Las restricciones cambiarias no son la consecuencia de la falta de dólares.

Al contrario, faltan dólares, por las políticas que se instrumentaron para desalentar la pesificación voluntaria, en un país y en un mundo, en dónde dólares sobran.

Fuente: Perfil, 21/10/12.

La importancia del lenguaje

octubre 20, 2012


Una sutil diferencia
Por Jim Rohn

He descubierto que muchas veces, una sutil diferencia en nuestra actitud, que por supuesto puede marcar una gran diferencia en nuestro futuro. Puede estribar en algo tan simple como el lenguaje que usamos a diario.
Tanto en la forma en que hablamos con los demás como también en la forma que hablamos con nosotros mismos. Si conscientemente tomamos la decisión de no decir más – “no quiero que…” – y empezar a decir – “sí quiero que…” – logramos lo que yo llamo “FE”. Creer lo mejor, desear lo mejor y enfocarse hacia lo mejor. Un ejemplo podría ser, si en vez de decir – “¿Qué pasa si no me contestan?” empiezan a decir – “¿Qué pasa si sí me contestan’?”.
En vez de preguntar – “¿Qué pasa si me dicen que no?”, pregunte – “¿Qué pasa si me dicen que sí?”
En vez de – “¿Qué pasa si empiezan y después dejan?”, pregúntese – “¿Qué pasa si empiezan y siguen?”.
O en vez de – “¿Qué pasa si no funciona?”, – “¿Qué pasa si sí funciona?” La lista sigue y sigue.
Descubrí que cuando uno empieza por pensar y decir lo que realmente quiere, tu mente automáticamente se ajusta y te empuja en esa dirección. Muchas veces puede ser así de simple – solamente un pequeño giro en tu vocabulario que ilustre tu filosofía y actitud.
Nuestro lenguaje puede afectar además las conductas y resultados de las personas alrededor nuestro. Un adolescente le dice a su padre: – “Necesito $100”. Si el padre aprende a contestar: – “Non capisco”. Ese tipo de lenguaje no funciona por aquí. Tenemos bastante dinero, pero esta no es la forma de conseguir $100. La forma correcta sería: “¿Cómo puedo ganarme $100?” – ¡Aquí se aprende la magia de las palabras! Dinero hay más que suficiente. Hay dinero suficiente para todos, pero hay que aprender las palabras mágicas que sirven para conseguirlo. De hecho, pueden conseguir cualquier cosa que se propongan si aprenden la filosofía del “¿Cómo puedo ganarme $100?”
Porque uno no puede ir con la Madre Tierra y exigirle -” ¡Dame una cosecha!”. Usted sabe que la Tierra responde con una sonrisa: – “Miren a este pobre necio, me trae su necesidad en vez de traerme semilla.” Pero si uno le dice a la Tierra:- “Tengo esta semilla; si la planto, ¿trabajarías mientras yo duermo?”, la Tierra contestará: – “¡Claro! Dame la semilla. Ve a dormir y yo trabajaré mientras tu descansas.”
Si usted comprende estos sencillos principios, es muy fácil enseñárselo a un adolescente (o un adulto) con un simple cambio de lenguaje. Por ejemplo, empezar a llamar “cuenta de inversión” a su cuenta de ahorro. ¡Qué cambio sutil, pero poderoso de enfoque! Es muy fácil rodar por la vida años y años sin aprender estas sutilezas. De repente uno se enfrenta a todas las deficiencias y a todos los problemas que surgen por no haber leído el libro, no haber escuchado el audio, no haber asistido al seminario, no estudiar su lenguaje ni desear buscar primero para poder encontrar después.
¡Pero he aquí las buenas nuevas! Usted puede comenzar con el proceso en cualquier momento. Para mí sucedió a los 25 años de edad. A los 25 años estaba quebrado. Seis años más tarde, era millonario. Me preguntan: ¿Qué tipo de revolución interna, qué clase de cambio, qué forma de pensar, qué tipo de magia tiene que ocurrir? ¿Fue un momento especial tuyo?”
Yo les digo: – “No. Cualquier persona puede hacerlo en seis años, de 36 a 42, de 50 a 56. Cualquier período de algunos pocos años que te lleve en una ola intensiva y acelerada de desarrollo personal, de aprendizaje, de aplicación y de desarrollo de disciplinas.” Bueno, tal vez no tome la misma cantidad de tiempo, pero les aseguro que los mismos cambios y las mismas recompensas están disponibles para quienes quieran pagar el precio de los seis ańos. Y encontrará que, ya sea en el aprendizaje del comienzo del proceso, como también para mantener el enfoque, el cambio del lenguaje puede tener un gran impacto en su actitud, en sus acciones y en sus resultados.

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Un fraude cada vez más frecuente: El Phishing

octubre 18, 2012

Un fraude cada vez más frecuente: El Phishing

Por Gustavo Ibáñez Padilla

Existe una modalidad de fraude denominada phishing, que consiste en “pescar” información de personas desprevenidas para luego emplearla a fin de robar su identidad y también sus fondos.

El phishing es una estafa diseñada con la finalidad de robarle su identidad. El delito se basa en obtener información personal tal como números de tarjetas de crédito, contraseñas, información de cuentas u otros datos por medio de engaños.

Descargue gratuitamente el e-Book: Cuidadado-con-el-Phishing-v2012-10

Caso Real:
Robo de Identidad

Gracias a que me denegaron un crédito hipotecario, me enteré de que registro una deuda en el Veraz con una empresa de telefonía celular. Como no me dieron mayores datos, tuve que comprar por Internet un informe crediticio completo en el Veraz y pude constatar que registro una deuda con la empresa Claro por la compra de un teléfono y un abono que jamás solicité. Fui a la compañía y me informaron que alguien, con mis datos, quizás un DNI falso y una dirección inexistente, compró en 2009 un equipo a mi nombre, que por supuesto nunca pagó. Me hicieron firmar una «carta de desconocimiento de servicio» para que luego el departamento de fraude evalúe si se trató o no de una estafa.

Mientras tanto pregunto: ¿es tan fácil comprar un bien con documentación falsa? ¿No hay ningún tipo de control? ¿Quién se hará cargo del perjuicio que esto me ocasiona? Me siento indefensa.

Marina Rabino

Fuente: La Nación, 18/10/12. Cartas de Lectores.

Más información:

Sony advierte sobre los riesgos de una nueva era de cibercrimen

Manuel Belgrano y El Día del Seguro en Argentina

octubre 18, 2012

Manuel Belgrano y El Día del Seguro en Argentina

Por Raúl Jorge Carreira

 

El pionero en el desarrollo y difusión del seguro nacional, el Dr. Manuel Belgrano, no obtuvo el merecido reconocimiento oficial, porque hace 68 años, en su lugar fue entronizado Bernardino Rivadavia. Otra demostración de “la vieja historia oficial”.

 

SÍNTESIS CONCEPTUAL

Resulta indudable la acción pionera y clarividente de don Manuel Belgrano en el ámbito asegurador. Es del caso entonces señalar que la propuesta de Rivadavia del 21 de octubre de 1811 fue, simplemente, la decisión de retomar -a quince años vista- un proyecto sobre materias que no había profundizado, por lo cual la iniciativa terminó cómo era previsible: arrumbada en el plano meramente burocrático, porque no aportaba nuevos elementos a lo pergeñado por Belgrano y porque los tiempos políticos no ofrecían marco adecuado para hacer viable la iniciativa.

¿Entonces, por qué “la historia oficial” le sigue asignando sólo a Bernardino Rivadavia el privilegio de único adelantado y visionario en esta materia? Obviamente, no existe una respuesta cabal, pero -a falta de ella- y sin el ánimo de propiciar un revisionismo histórico fuera de época, considero de estricta justicia dedicar estas páginas a los lectores interesados en profundizar cuestiones alejadas de la (a veces) frenética demanda informativa propia de los tiempos modernos, para “refrescarnos” en el recuerdo de las acciones de uno de los grandes hombres que han contribuido a delinear nuestra nacionalidad. Simplemente, de eso se trata, en la intencionalidad de esta modesta investigación histórica.

Tengo en claro que el seguro argentino no puede ser ajeno a los claroscuros, privilegios y maniqueísmos que frecuentemente jalonan nuestra “historia oficial”. Es el caso, por ejemplo, de lo expuesto en este trabajo, basado en datos ciertos y comprobables. Ojalá sirva a alguien, como simple disparador para estudios de mayor vuelo y profundidad.

Los antecedentes

En el documento de consagración del “Día del Seguro” (nota 2), se explica que “es del caso instituir, como lo aconseja la Superintendencia, el día 21 de octubre de cada año para conmemorar así la primera iniciativa gubernamental, atribuida a Don Bernardino Rivadavia, para la creación de un banco de descuentos y de una compañía de seguros marítimos, que aunque no llegó a materializarse, se concretó el 21 de octubre de 1811 en una nota dirigida por el Primer Triunvirato al Tribunal del Consulado.”

Quien se haya tomado el trabajo de indagar mínimamente en la historia del seguro argentino, rápidamente comprobará la ligereza de la afirmación que fundamentó esa decisión. Más allá de los méritos que puedan asignarse a Bernardino Rivadavia en otros ámbitos, lo cierto es que en el del seguro, su actuación es respetable, pero sólo tangencial y secundaria, comparando la demostrada por varios antecesores y -principalmente- por don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, con mucha anterioridad.

Téngase en cuenta que Rivadavia era simplemente uno de los secretarios del Triunvirato que integraban Chiclana, Sarratea y Paso. Y que, aún hoy, los historiadores no se ponen de acuerdo en si la iniciativa para la creación de una compañía de seguros, correspondió a Rivadavia (según el historiador Andrés Lamas); al cuerpo colegiado (en opinión de Vicente Fidel López: “el honor del primer paso pertenece a los señores Chiclana, Sarratea y Paso, miembros del gobierno ejecutivo de 1811 y al señor Rivadavia que desempeñaba la secretaría de este gabinete”); o a Juan José Paso, gran conocedor de los temas económicos (según otros investigadores).

Por otra parte, como lo señaló Pedemonte (nota 1), “Rivadavia no podía desconocer las teorías y las ideas económicas sustentadas por Belgrano muchos años antes, las cuales pudieron servirle como base para la concepción de sus planes de engrandecimiento colectivo en su país (…).”

Además, en el Plan de Operaciones del “Programa de Acción de la Junta ProvisionalGubernativa” (punto VI,13) terminado por Mariano Moreno el 30 de agosto de 1810 (se cree que a instancias de Belgrano), se propicia “el establecimiento de la casa de seguros nacionales, que debe crearse para las negociaciones a países extranjeros, del que podrán resultar grandes ingresos a los fondos públicos”.

Y yendo aún más atrás en nuestra historia, puede comprobarse que el Marqués de Loreto, virrey de Buenos Aires, “con el propósito de incrementar el comercio local, se había preocupado por la falta de aseguradores locales, por lo cual quienes ejercían actividades comerciales debían recurrir a Europa para cubrir sus riesgos.”

¿Entonces, por qué “la historia oficial” le sigue asignando sólo a Bernardino Rivadavia el privilegio de único adelantado y visionario en esta materia? Obviamente, no existe una respuesta cabal, pero -a falta de ella- y sin el ánimo de propiciar un revisionismo histórico fuera de época, considero de estricta justicia dedicar estas páginas a los lectores interesados en profundizar cuestiones alejadas de la (a veces) frenética demanda informativa propia de los tiempos modernos, para “refrescarnos” en el recuerdo de las acciones de uno de los grandes hombres que han contribuido a delinear nuestra nacionalidad. Simplemente, de eso se trata, en la intencionalidad de esta modesta investigación histórica.

Las iniciativas de Belgrano

Como bien lo señala Pedemonte (nota 3), “algunos historiadores y comentaristas (…) han afirmado coincidentemente que la primera iniciativa tendiente a organizar en el Río de la Plata una empresa de seguros, partió del primer Triunvirato en 1811, a propuesta del señor Bernardino Rivadavia, habiéndose atribuido también la misma idea por otros comentaristas al Dr. Juan José Paso, miembro del citado gobierno. Consideramos que la afirmación no es históricamente exacta (…) Y queda dicho que no es exacta en virtud de los antecedentes a los cuales hemos de referirnos de inmediato, con lo que quedará aclarado un error histórico y probado también que el primer eslabón, la primer idea esbozada concretamente, pertenece a D. Manuel Belgrano, sin que pueda interpretarse esta apreciación como un propósito de restar mérito a la ilustre personalidad del señor Rivadavia.”

Y prosigue certeramente (aunque omitiendo otros antecedentes): “En efecto: al recorrer los anales de la vida de Belgrano, (…) los cuales a su vez se encuentran corroborados en documentos históricos, como las Actas del Real Consulado de Buenos Aires (1796) y en la Memoria titulada: Medios generales de fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio de un país agricultor, leída por el licenciado D. Manuel Belgrano, abogado de los Reales Consejos y Secretario por S.M. del Real Consulado de esta Capital, en la sesión que celebró la Junta de Gobierno a 15 de junio de 1796. (…) En esta Memoria (…) Belgrano formula todo un vasto plan de gobierno (…) y después de sostener la necesidad de dignificar los métodos comerciales, elevando el concepto y la misión de quienes lo ejercen, formula como conclusiones la necesidad de fundar una Escuela de Comercio (nota 4) y además que se establezca una Compañía de Seguros Marítimos y Terrestres. He aquí una notable concepción cuya elocuencia es difícil de transcribir; Belgrano señala dos caminos para tener un comercio inteligente, culto y honesto: una Escuela de Comercio donde se enseñen las materias y tópicos afines a esta actividad, y una Compañía de Seguros, que es el complemento indispensable para el comercio razonablemente organizado. Y así lo confirma Belgrano, cuando para explicar su pensamiento dice al Consulado: ‘Otro de los medios de proteger el comercio es establecer una compañía de seguros, tanto para el comercio marítimo como para el terrestre; sus utilidades son bien conocidas, tanto a los aseguradores como a los asegurados, y deberán empeñarse en semejante compañía al principio, todos aquellos hombres pudientes de esta Capital y demás ciudades del Virreynato, a fin de que desde sus principios tuviese grandes fondos, dispensándole este Cuerpo (el Consulado) toda protección posible’ ”

En el contexto planteado, no resulta un dato menor resaltar que, a partir de esa iniciativa de Belgrano, de inmediato Julián del Molino Torres (nota 5) logró aunar la voluntad y el capital de “vecinos destacados”, a punto tal que pocos meses después (el 7 de noviembre de 1796) quedó constituida la Compañía de Seguros Marítimos La Confianza, primera aseguradora de capitales netamente criollos (Recuérdese que, hasta allí, en estas tierras sólo operaba –desde 1784- una agencia de “La Real Compañía de Seguros Terrestres y Marítimos de Madrid”).

Como ha quedado expuesto, resulta indudable la acción pionera y clarividente de don Manuel Belgrano en el ámbito asegurador. Es del caso entonces señalar que lo de

Rivadavia fue, simplemente, la decisión de retomar -a quince años vista- un proyecto sobre materias que no había profundizado, por lo cual la iniciativa terminó cómo era previsible: arrumbada en el plano meramente burocrático, porque no aportaba nuevos elementos a lo pergeñado por Belgrano y porque los tiempos políticos no ofrecían marco adecuado para hacer viable la inquietud.

El conocimiento del seguro por parte de Belgrano

¿Por qué esa visión tan certera de Belgrano sobre nuestra actividad? Básicamente porque en la Universidad de Salamanca, donde se matriculó como abogado en 1792, demostró una especial inquietud por la economía política, llegando a ser miembro de la importante

 “Sociedad de Economía Política”, participando activamente en la escuela de Campomanes (el economista más relevante en esa época) y -fundamentalmente- abrevando en materia aseguradora de la mano de don Gaspar Melchor de Jovellanos, un asturiano especializado en estudios de economía política en la Universidad de Salamanca, donde llegó a ser miembro titular de la Academia de esa especialidad.

Al respecto dice Pedemonte en la obra antes citada: “(…) en los escritos de Jovellanos se halla un Discurso para el establecimiento de una Compañía Nacional de Seguros, que tuvo en España una extraordinaria resonancia y fue pronunciado por su autor en Madrid el 20 de septiembre de 1789, año en que Belgrano hallábase precisamente en la madre patria.”

A mayor abundamiento señalemos que Belgrano, en la aludida Memoria del 15 de junio de 1796, indica: “Si a estos medios se agrega el establecimiento de un fondo con destino a socorrer al labrador en el tiempo de las siembras y de la recolección, ¿quién podrá negar que es uno de los principales fomentos que se pueden proporcionar a la agricultura y podrá alguno dudar de las ventajas que resultarían de él, sin más que el labrador beneficiado devuelva en grano al corriente de la plaza la cantidad que se le franquee…?”

En definitiva, el proyecto del prócer no llegó a concretarse cabalmente (más allá de la creación de La Confianza), porque -como lo explica en su autobiografía- “ni ésta ni otras propuestas a la Corte, con el objeto de fomentar los tres importantes ramos de agricultura, industria y comercio, de que estaba encargado por la corporación consular, merecieron la aprobación: no se quería más que el dinero que produjese el ramo destinado a ella; se decía que todos estos establecimientos eran de lujo (entre ellos hasta las escuelas) y que Buenos Aires no se hallaba todavía en condiciones de sostenerlas”. Y concluía: “Otros varios objetos de utilidad y necesidad promoví que poco más o menos tuvieron el mismo resultado, y tocará al que escriba la historia consular dar una razón de ellos; diré yo, por lo que hace a mi propósito, que desde el principio de 1794 hasta julio de 1806 pasé mi tiempo en igual destino, haciendo esfuerzos impotentes a favor del bien público; pues todos o escollaban en el gobierno de Buenos Aires o en la Corte o entre los mismos comerciantes, individuos que componían este cuerpo, para quienes no había más razón, ni más justa, ni más utilidad, ni más necesidad que su interés mercantil; cualquier cosa que chocase con él, encontraba un veto sin que hubiese recurso para atacarlo.”

El resaltado y subrayado es del autor de esta nota, porque obvia mayores comentarios y plasma en palabras, conductas que la historia posterior también demostró muchas veces en nuestro ámbito y en otros relativos al desarrollo general del país.

¿Los méritos, para quién?

Pese a hurgar e indagar muchas veces en este aspecto de nuestra historia, confieso no tener una respuesta única ante la pregunta del título.

¿Quién es el verdadero precursor del desarrollo del seguro en nuestro país: el Marqués de Loreto, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Bernardino Rivadavia, o algún o algunos otros que el autor de esta líneas no ha identificado? Pareciera que los datos objetivos privilegian, muy diferenciadamente, la figura de Belgrano.

Pero, en un último análisis: si halláramos una respuesta unívoca ¿qué importancia tendría o en que cambiaría el curso y la actualidad del mercado? Tengo para mí que la respuesta es clara: absolutamente en nada fundamental, pero sí en el establecimiento de un equilibrio que nunca deberíamos perder.

¿Por qué entonces la razón de este trabajo de indagación histórica? Simplemente por el convencimiento de que las instituciones (¡y vaya si el seguro lo es!) no resultan sólidas si son “construidas” con bases fundacionales incompletas o tendenciosas.

Aprehender (con “h” en el medio) nuestras raíces, sin prejuicios ni dogmatismos, forma parte de la necesaria consolidación de nuestra identidad y del futuro desarrollo de nuestra actividad.

Tanto el ocultamiento de cualquier idea como la censura a cualquier persona, son reprochables y -a veces- hasta perversas.

En esa línea de pensamiento se inscribe este trabajo.

Tengo en claro que el seguro argentino no puede ser ajeno a los claroscuros, privilegios y maniqueísmos que frecuentemente jalonan nuestra “historia oficial”. Es el caso, por ejemplo, de lo expuesto en este trabajo, basado en datos ciertos y comprobables. Ojalá sirva a alguien, como simple disparador para estudios de mayor vuelo y profundidad.

Colofón y un merecido reconocimiento

El estudio que antecede, recopila lo expuesto por mí desde la década del ’80, en distintos cursos, paneles especializados, conferencias y -especialmente- el 27 de octubre del 2004 en el sitio web de la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros-AAPAS (actualmente desactivado en cuanto al material del período 2002/2010).

Por ello me complace resaltar que, posteriormente a dichos trabajos, el Comité Asegurador Argentino formuló un reconocimiento a la actuación de Dn. Manuel Belgrano, cuando el 20 de octubre del 2011, en el marco de una nueva celebración del Día del Seguro, el licenciado Francisco Astelarra -en representación de dicha institución-, formuló un anuncio merecedor de las más cálidas felicitaciones:

“Finalmente no podemos dejar de mencionar que nuestro sector cumplió ya los 200 años de operaciones continuas en la Argentina. Por esta razón nos pareció oportuno celebrar tan importante aniversario, nombrando como PATRONO DE LA ACTIVIDAD ASEGURADORA a quien fuera el principal hombre que incentivó el desarrollo del seguro argentino desde 1796 en su cargo de Secretario del Real Consulado de Buenos Aires y en los años posteriores, proponiendo la creación de la primera compañía de seguros para apoyar la industria y el comercio. Nos referimos a Don Manuel Belgrano, cuya preocupación por el progreso y el desarrollo de nuestro país lo convierte en una de las mayores figuras nacionales. De esta forma contribuimos a rendir un justo homenaje a su memoria.”

Téngase en cuenta que el Comité Asegurador está constituido por cuatro de las siete Cámaras empresarias sectoriales: la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, Aseguradores del Interior, Aseguradores de Vida y Retiro, y la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, generadoras de la mayoría del primaje nacional.

Recordemos, por otra parte, que Nuestra Señora del Perpetuo Socorro ha sido instituida como Patrona del Seguro.

Vaya finalmente un dato adicional no menor: desde la gestión del doctor Julio Valle como Superintendente de Seguros de la Nación (1946…), es tradición que el Organismo de Control – invitando a todos las Asociaciones sectoriales-, realice un homenaje al prócer en la iglesia de Santo Domingo de la ciudad de Buenos Aires, donde se halla su mausoleo. Queda pendiente para otra oportunidad, comentar el origen de esta decisión, pero es del caso exponerla como llamativo dato de la realidad.

Conclusión: en consecuencia y ante lo inamovible del Día del Seguro, quizás uno deba dejar temporalmente de lado la mirada retrospectiva y dar rienda suelta a su imaginación, ilusionándose con que “algún día” la Superintendencia de Seguros de la Nación, la Asociación Argentina de Cooperativas y Mutualidades, la Asociación de Aseguradores Argentinos, CAARA (Cámara Argentina de Aseguradoras de Riesgo Ambiental), la Asociación Argentina de Productores Asesores de Seguros y la Federación de Asociaciones de Productores Asesores de Seguros, adherirán a esa nominación de don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano como PATRONO DE LA ACTIVIDAD ASEGURADORA.

Unanimidad que, sin dudas, el insigne prócer merece y que me permito proponer, por aquello tan cierto y comprobado: “soñar no cuesta nada”…

Raúl Jorge Carreira

 

Notas:

(1): El doctor Gotardo César Pedemonte (1896/1975), abogado, fue el primer y gran historiador del seguro argentino. Publicó numerosos libros sobre esta materia y, a nuestro entender, su obra no ha tenido aún la difusión y reconocimiento que merece.

(2): Decreto nº 24.203 del 8 de setiembre de 1944, firmado por el presidente Edelmiro J. Farrel y el ministro César Ameghino. Difundido a la plaza mediante Circular nº 88 de la SSN, fechada el 19/9/44 (Ver en http://www.historiasdelseguro.com.ar/Documento%202.pdf)

(3): “Historia del Seguro Argentino”. Y si el lector desea ratificar la profundidad de los estudios del prócer sobre el seguro, sugerimos consultar un valiosísimo dato aportado por Pedemonte en esta obra: la nota “De los seguros” que Belgrano desarrolló en “El Correo del Comercio”, nº 42, edición del 15 de diciembre de 1810. Desde la definición jurídica del seguro, hasta su función social y económica, pasando por su historia, desde la antigüedad.

 (4): Y acota Pedemonte “Llamamos la atención sobre la importancia que Belgrano atribuía al conocimiento del Seguro, puesto que en su proyecto de fundar una Escuela de Comercio, lo menciona especialmente entre las materias que allí deben enseñarse. En efecto, dice en el párrafo pertinente: ‘La ciencia del comercio no se reduce a comprar por diez y vender por veinte: sus principios son más dignos, y la teoría que comprenden es mucho más elevada de lo que puede parecer a aquellos que sin conocimientos han emprendido sus negociaciones, cuyos productos habiéndolos deslumbrado les han persuadido que están inteligenciados de ellos’ “

 (5): Ciudadano español, “negociante” (según el Almanaque político y de comercio) y “registrero” inscripto en el padrón de los autorizados por la Corona Española para el comercio exterior.

 

Fuente: El Seguro en Acción, 18/10/12.

¿La acumulación capitalista está en caída?

octubre 14, 2012

¿La acumulación capitalista está en caída?

Por Jorge Castro

 

El FMI ha disminuido por segunda vez en el año su pronóstico de crecimiento de la economía mundial en 2013 y lo ha reducido de 3,9% a 3,6%.

En EE.UU. ha llevado la reducción a 2,2% este año y sería menor en 2013; en China, la redujo a 7,8% en 2012 y 8,2% en 2013. En la Zona Euro, mantiene la previsión de contracción económica que experimenta la región en 2012, a una situación similar el próximo año (+ 0,5%).

Detrás de esta reducción generalizada hay un factor de orden demográfico: la disminución del crecimiento de la fuerza de trabajo.

La fuerza laboral norteamericana creció 1,5% por año entre 1950 y 2011, y ahora aumenta 0,5% anual, la tercera parte.

Lo mismo sucede en los otros países avanzados. La fuerza de trabajo dejó de crecer en Alemania en 2000 y en Japón se redujo en los últimos 10 años. Es parte de la disminución absoluta de su población, que era de 128 millones en 2010 y sería de 87 millones al concluir el siglo.

En EE.UU., disminuye el auge del producto per cápita después de 2006; crece en relación directa al aumento de la productividad . Entre 1950 y 1972, la productividad aumentó 3,1% anual y ahora crece 1/3 menos que entonces.

Cada onda de crecimiento del PBI per cápita está unida en la historia del capitalismo a una revolución tecnológica. Esto implica que se estaría ante el agotamiento de la era del procesamiento de la información , que comenzó hace 50 años y se desplegó a través de las fases del computador, la microelectrónica e Internet. Si esta situación se mantiene, se frenaría el proceso de convergencia (incremento de la productividad + aumento del PBI per cápita) de los países emergentes hacia los avanzados, núcleo estructural de la integración mundial del capitalismo.

En el capitalismo sólo se puede pronosticar lo que ya existe; lo posible es en él necesariamente una dimensión del presente. La revolución tecnológica posterior a Internet ya ha aparecido. Es la “nube” o “cloud computing”, plataforma global de computación extraordinariamente poderosa en su capacidad de procesamiento de la información. La estructura básica no es en ella la computadora personal (PC’s), como ocurría en Internet, sino decenas de miles de grandes concentraciones de súper computadoras , de acceso fácil e indistinto, con costos que se orientan a cero.

Facebook y las redes sociales son una creación de la “cloud computing”, no de Internet. La rentabilidad en ellas es todavía una incógnita y no ha sido identificada aún su contribución efectiva al incremento de la productividad. Facebook tiene 1.000 millones de usuarios (eran 500 millones en julio de 2010) y su edad promedio es 22 años. Pero factura sólo U$S 4.000 millones y 4/5 partes provienen de la publicidad. El sistema en sí todavía no es rentable. En la cloud computing han comenzado ahora a surgir iniciativas industriales, comerciales, científicas y médicas, previsiblemente de alta rentabilidad. Este año, el negocio de servicios de acceso a la “nube” asciende a U$S 3.000 millones, que serían U$S 20.000 millones en 2015 y se multiplicaría por 3 o por 4 en 2020. La “nueva revolución industrial” es la segunda innovación propia de la “nube”. Está constituida por nichos altamente especializados, integrados y digitalizados, destinados a la producción de bienes.

La pregunta fundamental es si la acumulación capitalista ha entrado en una fase de descenso histórico, con tendencia al estancamiento, o si por el contrario, ha ingresado en una etapa de ascenso histórico-estructural , de alcance planetario. Si lo primero es lo que está ocurriendo, el capitalismo habría agotado su capacidad de expansión y no podría desarrollar las fuerzas productivas. Habría perdido toda legitimidad como fuerza histórica de progreso. Si lo que sucede es la segunda posibilidad, el futuro le pertenece. En la era de la instantaneidad, los juicios históricos no se hacen esperar.
Fuente: Clarín, 14/10/12.

El desarrollo no sólo requiere instituciones

octubre 14, 2012

El desarrollo no sólo requiere instituciones

Por Juan Carlos de Pablo

 

El ruso Simon Smith Kuznets dice que además son determinantes la ideología y la tecnología

 

Por qué fracasan algunas naciones es el título de una obra muy leída últimamente, escrita por Kamer Daron Acemoglu y James Robinson. El primero de los autores es un economista turco, nacido en 1967, quien en 2005 obtuvo la medalla John Bates Clark, otorgada anualmente por la Asociación Americana de Economía a un economista menor de 40 años que contribuyó de manera significativa al pensamiento económico. Lo que dicen en el libro: ¿es cierto? y si lo es ¿lo descubrieron ellos o ya se sabía?

Al respecto entrevisté al ruso Simon Smith Kuznets (1901-1985), quien dedicó su vida a la estimación e interpretación de las cuentas nacionales (producto, ingreso y gastos nacionales), complementando el enfoque teórico encarado simultáneamente por John Maynard Keynes en La teoría general (Keynes cita las primeras estimaciones realizadas por Kuznets). Por tal esfuerzo, merecidamente, en 1971 obtuvo el premio Nobel.

-En sus clases de Harvard, usted planteaba una clasificación de los países erróneamente atribuida a Paul Anthony Samuelson.

Dividía los países en cuatro «clases»: los desarrollados, los subdesarrollados, Japón y la Argentina. Para enfatizar la atipicidad de ambos casos, y que en la explicación del desarrollo económico no había que sobreestimar la importancia de los recursos naturales. Japón, que no tenía ninguno, había avanzado mucho más que la Argentina, que tenía muchos.

-En su conferencia Nobel, usted sintetizó las principales características de los procesos de desarrollo.

-El crecimiento económico moderno presenta seis características: 1) altas tasas de crecimiento del PBI por habitante; 2) alta tasa de aumento de la productividad; 3) alta tasa de transformación estructural (de la agricultura a la industria, y a servicios); 4) alto cambio en la estructura de la sociedad y en la ideología (urbanización, secularización, etcétera); 5) mayor poder de la tecnología, particularmente en transporte y las comunicaciones, y 6) la performance económica de países cuya población conjunta es 3/4 de la humanidad están todavía por debajo de los mínimos compatibles con el potencial de la tecnología moderna. Estas características están interrelacionadas, y su interrelación es muy significativa.

-Por lo que veo, para usted, las instituciones no son importantes.

-¿A usted le parece que habiendo nacido en Rusia puedo pensar eso? El crecimiento se basa en cambios tecnológicos, institucionales e ideológicos. El vapor, la energía eléctrica y las economías de escala no son compatibles con la empresa familiar, el analfabetismo y la esclavitud, así como la tecnología moderna es incompatible con el modo rural de vida, las familias numerosas y la veneración de la naturaleza silvestre.

-¿Usted está diciendo que quienes, en la explicación del desarrollo económico, enfatizan los aspectos institucionales están subrayando cuestiones que los otros análisis no ignoraban?

-Sí, aunque hacen bien en ponerlos sobre el tapete. Le doy un ejemplo concreto. Los inventos que posibilitaron transformar la producción de bienes, del modo artesanal al fabril, estaban a disposición de muchos países, pero ¿se imagina instalar una fábrica en Francia, en las décadas de 1780 o de 1790, con la crisis política existente que desembocó en la Revolución Francesa de 1789? Lo que digo es que no hay que exagerar; el desarrollo requiere instituciones, pero no sólo instituciones.

-¿Piensa que leer Por qué fracasan algunas naciones es una pérdida de tiempo?

-De ninguna manera, pero téngase en claro que es básicamente una obra que divulga lo que se sabía y, por consiguiente, está más cerca de la arenga o el panfleto que de un tratamiento riguroso. En la misma línea, con un estilo parecido y publicados con anterioridad, merecen citarse Poder y prosperidad, de Mancur Olson, y El misterio del capital, de Hernando de Soto. En la obra de Acemoglu y Robinson recomiendo, particularmente, el capítulo dedicado a la Gloriosa Revolución Inglesa de 1688, en la que sin que nadie perdiera la vida el poder decisorio paso del rey al Parlamento.

-Don Simon, muchas gracias.
Fuente: La Nación, 14/10/12.

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