Siria, el conflicto sin fin

marzo 10, 2025

Por Adalberto Agozino.

El conflicto en Siria, que comenzó hace más de una década, sigue devastando al país. La situación actual es una combinación de violencia sectaria, inestabilidad política y una nueva y alarmante crisis humanitaria que incrementan las cada vez más frecuentes violaciones a los derechos humanos.

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Los combates y la violencia sectaria

Mientras que la atención mundial se centra en los conflictos de Ucrania y Gaza, desde diciembre de 2024, Siria se ha convertido en el epicentro de intensos enfrentamientos armados entre las nuevas autoridades lideradas por Ahmed Al-Sharaa y las fuerzas leales al derrocado Bashar al-Assad. La costa siria y las regiones de Latakia y Tartús han sido particularmente afectadas por una ola de represión contra la minoría alauita, resultando en la ejecución de más de 745 civiles de la minoría alauita a manos de las fuerzas de seguridad y combatientes progubernamentales.

En un país de 185.000 kilómetros cuadrados, sus veinticuatro millones de habitantes están distribuidos en varias comunidades -los suníesson la mayoría, pero también están presentes los kurdos, cristinos, drusos, etc.-. Los alauitas, componen el 9% de la población, pero estuvieron fuertemente representados en el aparato militar y de seguridad del clan Al-Assad, que durante más de medio siglo, primero con Hafez y luego con Bashar, gobernó el país en forma dictatorial bajo un régimen policial.

Los ataques de venganza han dejado un saldo de más de 1.018 muertos, incluyendo 273 combatientes leales al exdictador Bashar Al-Assad y miembros de las fuerzas de seguridad del nuevo gobierno. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha calificado estos eventos como “masacres sectarias” y ha denunciado la existencia de ejecuciones sumarias, saqueos y torturas a civiles alauitas.

En paralelo, el Ejército sirio ha llevado a cabo operativos militares para sofocar los levantamientos insurgentes en la costa, cerrando rutas y arrestando a presuntos responsables de los enfrentamientos. Sin embargo, la seguridad en estas regiones sigue siendo precaria.

Grupos en lucha: Una guerra fragmentada

Siria sigue dividida entre múltiples facciones armadas, cada una con diferentes alianzas e intereses:

  • Gobierno de Ahmed Al-Sharaa: Instalado en diciembre de 2024 tras derrocar a Bashar al-Assad, su administración está respaldada por grupos islamistas como Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Sin embargo, enfrenta resistencia de los sectores alauitas y otras minorías.
  • Fuerzas leales a Bashar Al-Assad: Aunque el exdictador fue depuesto, grupos armados leales a su régimen continúan operando en la costa siria y en algunas regiones montañosas, llevando a cabo ataques contra las nuevas autoridades.
  • Milicias kurdas: las fuerzas de la minoría kurda en Siria controlan el noreste del país y mantienen una relación tensa con el gobierno de Damasco y las fuerzas turcas.
  • ISIS y otros grupos extremistas: A pesar de su debilitamiento, las milicias yihadistas del Estado Islámico (ISIS o Daesh) siguen activas en ciertas regiones, operando como una insurgencia clandestina.

Siria al borde del colapso

El conflicto desatado con la Primavera Árabe de 2011 ha dejado un impacto devastador en la población, 618.000 personas murieron y otras 113.000 figuran como desaparecidas. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) señala que Siria ha retrocedido cuatro décadas en términos de progreso económico y social. A este ritmo, la recuperación total podría demandar hasta 55 años. Es decir, que solo alcanzará el nivel de PBI previo al estallido del conflicto en 2080.

  • Pobreza extrema: desde el comienzo de la violencia la pobreza pasó del 33% al 90% de los y la pobreza extrema de 11 al 66% en pobreza extrema.
  • Desplazamiento masivo: Un total de 4,8 millones de ciudadanos sirios han huido del país, especialmente a países limítrofes, mientras que otros viven en condiciones precarias dentro de Siria. Una cuarta parte de la población se encuentra desempleada, es decir, que la desocupación se triplicó a causa del conflicto. Tres de cada cuatro personas dependen de ayuda humanitaria y necesitan de asistencia para satisfacer sus necesidades básicas en materia de salud, alimentación, acceso al agua potable, energía y vivienda.
  • Infraestructura destruida: Según algunas estimaciones, los daños ocasionados por el conflicto ascienden a 800.000 millones de dólares. La guerra ha dañado gravemente la red de salud, educación y energía. La producción eléctrica ha caído un 80% y la mitad de la población no tiene acceso a agua potable. Casi un tercio de las viviendas fueron destruidas o gravemente dañadas. Las carencias de vivienda afectan a 5,7 millones de sirios.
  • Educación en crisis: Entre el 40% y 50% de los niños no asisten a la escuela.

Respuesta internacional y desafíos futuros

Las violaciones a los derechos humanos se han convertido en algo frecuente en Siria desde el comienzo de la Primavera Árabe, en 2011, pero se han incrementado desde la toma del poder por las fuerzas islamistas de Ahmed Al-Sharaa, que en pocos meses han acumulado 9.000 presos políticos, muchos de ellos con paradero desconocido.

La comunidad internacional ha condenado las violaciones de derechos humanos en Siria, pero las acciones concretas siguen siendo limitadas. Naciones Unidas ha instado a todas las partes a respetar el derecho internacional y a permitir el acceso humanitario, mientras que la Comisión de Investigación de la ONU para Siria ha pedido investigaciones sobre las recientes masacres.

A nivel diplomático, Rusia sigue apoyando al régimen de Damasco, mientras que Turquía respalda a los insurgentes en el norte. Irán ha desplegado milicias para ayudar a estabilizar el gobierno de Al-Sharaa, mientras que Estados Unidos mantiene una presencia limitada en apoyo a las fuerzas kurdas.

El conflicto sirio sigue sin una solución clara. Con un país fragmentado, una población empobrecida y la presencia de múltiples actores armados, la estabilidad parece lejana. Mientras tanto, los sirios continúan sufriendo las consecuencias de una guerra que parece no tener fin, ante la indiferencia de la comunidad internacional.

Fuente: alternativepressagency.com, 09/03/25


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Lula da Silva ante el dilema de su reelección

febrero 6, 2025

Por Adalberto Agozino.

El anciano presidente del Brasil, que enfrenta los problemas del deterioro de su liderazgo político y una salud deteriorada por los años de dura militancia  política, debe decidir si está en condiciones de competir por un cuarto periodo presidencial que culminaría a los 84 años.

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¿Un nuevo período?

A medida que Brasil se acerca a las elecciones presidenciales de 2026, la figura de Luiz Inácio Lula da Silva vuelve a estar en el centro del debate político. Con una trayectoria marcada por la resiliencia y el liderazgo, Lula se posiciona nuevamente como el principal candidato de la izquierda. Sin embargo, su avanzada edad y su precario estado de salud plantea dudas sobre su capacidad para enfrentar una nueva campaña y, eventualmente, un cuarto mandato presidencial.

Un liderazgo consolidado, pero con desafíos

Desde que asumió su tercer mandato en 2023, Lula ha buscado reposicionar a Brasil en el escenario internacional, reforzar el Mercosur y recuperar la confianza de sectores estratégicos de la economía. Su agenda ha estado marcada por la diplomacia climática, la lucha contra la pobreza y la reactivación de proyectos de infraestructura. A pesar de las dificultades económicas y la fragmentación política en el Congreso, Lula mantiene un respaldo significativo entre los votantes de izquierda y sectores moderados.

No obstante, el avance de figuras de derecha como Tarcisio de Freitas y Eduardo Bolsonaro ha cambiado el panorama electoral. Aunque las encuestas indican que Lula sigue siendo el favorito, su margen de ventaja se ha reducido en los últimos meses, y su índice de aprobación ha caído por debajo del 50%.

La salud de Lula: una variable clave en la contienda

Uno de los factores que más incertidumbre genera en torno a la candidatura de Lula es su estado de salud. A sus 79 años, el mandatario arrastra un largo historial de problemas de salud. En 2011 fue diagnosticado con un cáncer de laringe que superó con un tratamiento de radiación y quimioterapia. En septiembre de 2022 padeció una cirugía invasiva para colocarle una prótesis de cadera. El 19 de octubre sufrió una caída en la bañera mientras tomaba una ducha que obligo a que se le practicaran varias intervenciones para eliminar una hemorragia intracraneal. El accidente reavivó el debate sobre su capacidad para afrontar los próximos años de gobierno y, en particular, una exigente campaña electoral. Además, Lula padeció 580 días de cárcel antes de poder retornar a la actividad pública.

Si bien los médicos han asegurado que Lula no sufrió secuelas neurológicas, el episodio, en ese momento alimentó comparaciones con líderes de edad avanzada, como Joe Biden, cuyo estado físico era un tema recurrente en la política estadounidense. En Brasil, sectores de la oposición han comenzado a cuestionar si el mandatario podrá completar su mandato con plenitud y si será el mejor candidato del Partido de los Trabajadores (PT) para 2026.

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La incertidumbre en el PT

A pesar de la determinación del oficialismo en mantener a Lula como su candidato principal, dentro del PT han surgido debates sobre una posible alternativa en caso de que su salud no le permita competir. Entre los nombres que han cobrado fuerza están el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, y el gobernador de Bahía, Jerônimo Rodríguez, aunque ninguno cuenta con el carisma ni la popularidad de Lula.

Haddad, antiguo alcalde e São Paulo, reciclado como ministro de Hacienda de Brasil, es el funcionario con mayor índice de deseaprobación, debido al mal desempeño de la economía brasileña (pese a que Lula hizo campaña prometiendo picaña para todos, el real perdió un 25% de valor frente al dólar en 2024).

El pobre desempeño del Partido de los Trabajadores en las elecciones municipales de 2024 agrega otro factor de preocupación para la izquierda, que sin Lula carece de un sucesor natural.

El propio presidente ha insinuado que consideraría hacerse a un lado si fuera necesario, pero hasta el momento su discurso sigue enfocado en la continuidad de su proyecto. “Si mi candidatura es la única opción para evitar el retorno de la extrema derecha, estaré listo para la batalla”, ha afirmado en recientes declaraciones.

Un electorado polarizado y un escenario abierto

Las encuestas más recientes muestran que, a pesar de su desgaste, Lula sigue siendo el candidato con mayor intención de voto. En un eventual enfrentamiento con cualquier candidato de la derecha, el líder del PT obtendría entre un 43% y 45% de apoyo, frente a un rango del 26% al 35% de sus posibles rivales.

Sin embargo, la caída en su popularidad y la incertidumbre sobre su estado físico podrían influir en los próximos meses. La oposición, por su parte, aún no ha logrado consolidar un candidato fuerte que pueda unificar al espectro conservador. Jair Bolsonaro, es el único político que podría tener posibilidades frente a Lula, aunque actualmente está inhabilitado para competir, recordemos que también Lula estuvo inhabilitado hasta poco antes de convertirse en candidato nuevamente.

Hacia 2026

La candidatura de Lula da Silva en 2026 es, hasta el momento, el escenario más probable para el Partido de los Trabajadores. Sin embargo, su salud será un factor determinante en su viabilidad política. Con un electorado dividido y una derecha en proceso de reorganización, las elecciones de 2026 se perfilan como una de las más inciertas de la historia reciente de Brasil.

El futuro político del país dependerá no solo de la capacidad de Lula para mantenerse en la contienda, sino también de la habilidad de la oposición para presentar una alternativa convincente. Mientras tanto, la salud del mandatario sigue siendo un tema de debate que podría redefinir el panorama electoral en los próximos meses. Si por su avanzada edad o por problemas de salud Lula da Silva no se postulase, la derecha tendría una buena oportunidad de volver al poder.

También la posibilidad de que se levante la inhabilitación de Jair Bolsonaro es otro tema de especulaciones en este complejo panorama electoral.

Fuente: alternativepressagency.com, 04/02/25

El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro y el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.

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Bolivia enfrenta un complejo panorama electoral para las elecciones presidenciales de este año

enero 31, 2025

Por Adalberto Agozino.

Bolivia enfrenta un confuso panorama político de cara a los próximos comicios presidenciales de este año en virtud del enfrentamiento entre el presidente Luis Arce y el expresidente y líder cocalero Evo Morales.

La República Plurinacional de Bolivia se encuentra en la antesala de unas elecciones presidenciales que prometen ser las más disputadas de los últimos años. Programadas para el 17 de agosto de 2025, estas elecciones determinarán al presidente, vicepresidente y los nuevos miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional para el período 2025 – 2030.

El escenario político se encuentra marcado por la división dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), la emergencia de nuevos bloques opositores y un contexto de crisis económica y política que añade incertidumbre al proceso.

La disputa política entre el presidente de Bolivia, Luis Arce, y el exmandatario, Evo Morales, provoca una crisis entre los poderes del Estado.

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La fractura en el MAS y la pugna Arce – Morales

El partido oficial, el izquierdista Movimiento al Socialismo (MAS), se encuentra dividido en dos facciones irreconciliables: la liderada por el actual presidente Luis Arce y la encabezada por el expresidente Evo Morales. La disputa no es producto de diferencias ideológicas o políticas sino que tiene su origen en la intención de Morales de volver a postularse, a pesar de que el Tribunal Constitucional Plurinacional ha ratificado su inhabilitación por haber cumplido tres mandatos.

Las aspiraciones del líder cocalero chocan con la intención del actual presidente Luis Arce de ir por la reelección. Recordemos que Arce, antiguo ministro de Economía de los gobiernos de Evo Morales, llegó a la presidencia gracias al apoyo de su actual rival.

Morales, sin embargo, ha buscado otras alternativas para asegurar su participación en la contienda. Sus seguidores han anunciado que se encuentran en búsqueda de una sigla partidaria alternativa para postularlo, mientras el MAS, bajo el control de Arce, prevé definir su binomio presidencial en un congreso programado para finales de marzo.

Mientras tanto, Evo Morales enfrenta un proceso judicial por presunto Abuso a una menor y Tráfico de personas, con una orden de detención en su contra. A pesar de estos obstáculos legales, sus seguidores lo han proclamado como “único candidato legítimo” de la izquierda, lo que genera un ambiente de tensión y posibles desafíos legales en los próximos meses.

La oposición y el intento de unidad

Por el lado de la oposición, tras el fracaso en 2020 para articular un frente común contra el MAS, varios partidos y líderes locales han decidido formar alianzas para evitar la dispersión del voto. En diciembre de 2024, se consolidó el “Bloque Unido de Oposición”, conformado por figuras como el expresidente Carlos Mesa, el empresario Samuel Doria Medina, el exmandatario Jorge “Tuto” Quiroga y el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho.

A este bloque se sumaron agrupaciones menores como Cambio 25, liderado por Vicente Cuellar, y el Frente Revolucionario de Izquierda. No obstante, persisten diferencias entre los líderes opositores, lo que podría poner en riesgo la viabilidad de una candidatura única para enfrentar al MAS.

Entre los otros postulantes se encuentran Manfred Reyes Villa, actual alcalde de Cochabamba; Branko Marinković, exministro de Economía y Finanzas; y Chi Hyun Chung, un pastor evangélico y médico que ha ganado notoriedad en elecciones pasadas con un discurso conservador.

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Un contexto económico y social complejo

El panorama electoral boliviano está marcado por una crisis económica agravada por la escasez de dólares, el aumento del endeudamiento y la caída de reservas internacionales. Esto ha generado un descontento creciente en la población, que podría influir en la orientación del voto.

Además, el polémico intento de golpe de Estado de junio de 2024, liderado por el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga, ha dejado secuelas en la estabilidad institucional del país.

En el plano social, las protestas de sectores afines a Morales y la creciente polarización entre oficialismo y oposición podrían derivar en episodios de conflicto durante la campaña electoral. Las denuncias de persecución política y la injerencia del gobierno en el poder judicial son otras variables que podrían afectar el desarrollo del proceso electoral.

El panorama 2025

Las elecciones de 2025 en Bolivia se perfilan como una contienda clave para el futuro del país. Con el partido oficial, el MAS, dividido, la oposición de centroderecha tiene una posibilidad única para derrotar al oficialismo pero para ello deberá consensuar una candidatura común que evite la dispersión del voto antiMAS. Una tarea nada sencilla.  Todo ello deberá realizarse en un contexto económico complejo e incierto. El panorama político boliviano se presenta, por lo tanto, altamente competitivo y cargado de incertidumbre. Habrá que estar atentos a la definición de candidaturas en los próximos meses porque será un momento determinante para conocer el rumbo que tomará país del altiplano en los próximos cinco años.

Fuente: alternativepressagency.com, 31/01/25


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Erdogan construye una esfera de influencia en África

enero 28, 2025

Por Adalberto Agozino.

En las últimas dos décadas, Turquía ha intensificado significativamente su presencia en África, consolidándose como un actor clave en la esfera geopolítica del continente. Esta estrategia abarca no solo el comercio y la inversión, sino también la cooperación militar, cultural y humanitaria, lo que evidencia el interés de Ankara por diversificar sus relaciones internacionales y ampliar su influencia global.

Entre los muchos países africanos en los que Turquía está aumentando su influencia, Etiopía, Libia y Somalia son los más cruciales desde el punto de vista estratégico. 

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Un Auge Económico Sin Precedentes

Desde 2003, el comercio bilateral entre Turquía y los países africanos ha experimentado un crecimiento vertiginoso. Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, el volumen comercial pasó de 5.400 millones de dólares, en 2003, a cerca de 45.000 millones en 2023. Este incremento refleja una estrategia económica que no solo busca nuevos mercados para las exportaciones turcas, sino también asegurar el acceso a recursos energéticos y materias primas clave para su industria.

Entre los principales socios comerciales de Turquía en África destacan Argelia, Egipto, Sudáfrica, Nigeria y Etiopía. La participación de empresas turcas en proyectos de infraestructura también es significativa, con inversiones en aeropuertos, carreteras y desarrollos urbanos. Además, Turkish Airlines ha ampliado sus rutas en África, conectando más de sesenta ciudades africanas con el resto del mundo, lo que no solo impulsa el turismo y el comercio, sino también fortalece los lazos culturales.

La Dimensión Militar: Un Pilar Estratégico

La política africana de Turquía también incluye una creciente cooperación en defensa y seguridad. La base militar turca en Mogadiscio, Somalia, es la mayor de Turquía fuera de su territorio, “Camp Turksom”, de 400 hectáreaas. Simboliza la creciente importancia de Turquía y su compromiso con la estabilidad en el Cuerno de África. Precisamente, en 2024, el presidente Recep Tayyip Erdogan tuvo una decisiva intervención para evitar el estallido de un conflicto armado entre Etiopía y Somalia.

La base de turca en Mogadiscio permite a Ankara proyectar su poder naval sobre zonas claves del mar Rojo y el océano Índico. En esa base, Turquía adiestra a soldados somalíes y brinda apoyo logístico en la lucha contra grupos extremistas. Somalia es el principal socio estratégico de Ankara en el continente africano.

Además, Ankara ha firmado acuerdos militares con más de veinticinco países africanos, incluidos Marruecos, Nigeria, Mali y Senegal. Estos pactos incluyen la venta de drones Bayraktar TB2, reconocidos por su efectividad en conflictos como los de Libia, Siria, Nagorno-Karabaj y Ucrania, y el adiestramiento de fuerzas armadas locales. Los drones turcos son más económicos y fáciles de operar que los similares estadounidenses e israelíes. Entre los países africanos que cuentan con este equipamiento en sus arsenales se cuentan Somalia, Togo, Níger, Nigeria y Etiopía.

Entre 2020 y 2021, las exportaciones de armas turcas a África aumentaron de 83 millones de dólares a 460 millones, consolidando a Turquía como un nuevo proveedor militar del continente, aunque, por el momento, la cuota turca en el mercado de armas africanos es tan solo del 0,5%.

Turquía ofrece ayuda y cooperación sin poner condiciones relacionadas con la legalidad de los gobiernos o su respeto por los derechos humanos, una estrategia que encuentra terreno fértil entre los gobiernos de facto africanos usualmente bajo sanciones económicas o en aislamiento diplomático.

Turquía ha adoptado cada vez más discursos anticolonialistas (y, en particular, antifranceses), presentándose como un socio diferente que comparte tanto intereses como vínculos religiosos, culturales e históricos con los países de mayoría musulmana de África.

En Libia, Erdogan mantiene mercenarios kurdos y sirios apoyando al Gobierno del Acuerdo Nacional de Trípoli en su lucha contra el general Jalifa Haftar apoyado por Egipto y Emiratos Árabes Unidos.

Ankara ha puesto el foco en los países del Sahel, especialmente en Mali, Níger y Burkina Faso, incrementando notablemente los flujos comerciales, logrando además crear la imagen de socio comercial fiable y sin condicionantes políticos a través de generosas donaciones de ayuda humanitaria, proyectos sanitarios y otorgamiento de becas.

Por un acuerdo con Niamey, Ankara apoya a las fuerzas nigerianas en su lucha contra Boko Haram y otros grupos terroristas, además de asegurar las fronteras del país con los vecinos Mali y Burkina Faso.

Uno de los acuerdos mas controvertidos es al tratado secreto firmado con el gobierno de facto de Níger, en 2020, que contiene cláusulas para la adquisición de armamentos turcos como para el adiestramiento de unidades militares. La agencia de inteligencia turca (MIT) ha instalado en Níger su centro regional de operaciones. En julio de 2024 visitó Níger una delegación de la MIT encabezada por el jefe del organismo Ibrahim Kalin, en dicha oportunidad se firmaron acuerdos de cooperación en ese campo.

Además de contrarrestar las actividades de las organizaciones yihadistas que operan en el Sahel, la inteligencia turca se ocupa de apoyar a las empresas de su país para obtener acuerdos beneficiosos que permitan adquirir recursos naturales como madera, oro, uranio y petróleo y fomentar la venta de productos de defensa.

En Burkina Faso, las exportaciones de material bélico han pasado en los últimos tres años de doscientos mil dólares a siete millones.

El Poder Blando como herramienta diplomática

El “poder blando” también juega un papel crucial en la estrategia de Turquía en África. A través de la Agencia Turca de Cooperación y Coordinación (TIKA), con 22 oficinas en el continente, el gobierno turco ha financiado proyectos de salud, educación y abastecimiento de agua en varios países africanos. Además, la Fundación Maarif administra más de 140 instituciones educativas en el continente, con el objetivo de formar nuevas generaciones que vean a Turquía como un aliado estratégico. Miles de graduados africanos estudiaron en el país del Bósforo en el marco del programa de becas Türkiye.

Por otra parte, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha aprovechado los lazos religiosos y culturales compartidos con los países de mayoría musulmana en África. Este enfoque ha permitido a Turquía construir relaciones cercanas con gobiernos y comunidades locales, consolidando su imagen de socio confiable y respetuoso de las particularidades africanas.

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Rivalidades Globales

La creciente influencia de Turquía en África no ha pasado desapercibida para otras potencias globales como China, Rusia, Francia y Estados Unidos. La activa presencia de Ankara ha encontrado receptividad en un continente donde muchos gobiernos buscan diversificar sus alianzas para reducir la dependencia de las potencias tradicionales.

No obstante, este ascenso también plantea desafíos. La participación de Turquía en conflictos como el de Sudán y su apoyo a gobiernos cuestionados por la comunidad internacional han generado críticas. Además, la venta de drones a países involucrados en conflictos internos, como Etiopía, ha suscitado preocupaciones sobre el impacto de estas armas en la población civil.

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Una asociación estratégica

A pesar de las controversias, la relación entre Turquía y África parece encaminada a fortalecerse. Con 44 embajadas turcas en un continente que alberga a 54 países, y más de 36 embajadas africanas en Ankara. Turquía, además, ha enviado agregados militares a 19 países africanos, incluidos Marruecos, Nigeria, Etiopía, Ghana, Mali, Argelia, Yibuti, Senegal, Kenia y Sudáfrica. Como puede apreciarse la diplomacia bilateral turca está en su punto más alto. Además, las frecuentes visitas de Estado de Erdogan a África, quien ha estado en 31 países del continente, subrayan la importancia estratégica que Turquía otorga a estas relaciones.

En un mundo cada vez más multipolar, Turquía se posiciona como un nuevo actor clave en África, ofreciendo un modelo alternativo de cooperación basado en el respeto mutuo y los beneficios compartidos. Si bien enfrenta retos significativos, su éxito en el continente podría redefinir su papel en la arena internacional, consolidándose como un puente entre Europa, Asia y África.

Con esta estrategia, el presidente Erdogan aspira a crear una esfera de influencia turca en África para cumplir con su aspiración de convertir al siglo XXI en “El siglo de Turquía”, colocando a su país en la lista de las diez naciones con mayor desarrollo económico y presencia global.

Fuente: alternativepressagency.com, 24/01/25

Tropas libias y somalíes reciben entrenamiento antiterrorista en Turquía. 

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Aborto: El Genocidio silencioso

diciembre 30, 2024

«El genocidio silencioso»: un documental imprescindible para la causa provida

Hazte Oír y Terra Ignota se han unido para explicar a través de testimonios de madres, doctores y voluntarios la tarea de los refugios provida frente a los abortorios

El documental «El genocidio silencioso», producido por Terra Ignota y Hazte Oír, llega como un grito de esperanza y reflexión en medio de una sociedad cada vez más anestesiada frente a la tragedia del aborto. A través de impactantes testimonios de madres, doctores y voluntarios, esta producción defiende con valentía la vida frente a la cultura de la muerte. Es, sin duda, un documental que no deja indiferente y que merece ser visto y difundido.

Historias que tocan el corazón

El relato de Karla es el primero que nos sumerge en esta realidad. En 2023, se encontraba en una situación económica precaria y había decidido abortar. Sin embargo, un encuentro fortuito con el Refugio Provida cambió su destino: «Algo en mi interior me hizo acercarme a pedir información«. Gracias al apoyo recibido, Karla decidió continuar con su embarazo y hoy celebra la vida de su hija.

Por otro lado, el testimonio de Julia, quien se sometió a un aborto en 2024, refleja el lado más oscuro de esta práctica: «Va a ser rápido, eficaz y ni te vas a acordar«, le dijeron en la clínica abortiva. Hoy, Julia lanza un mensaje de reflexión: «Que lo piensen bien. Una semana, tres días, lo que sea«.

Estas historias, junto a otras igualmente conmovedoras, construyen la narrativa del documental, que califica al aborto como «el mayor genocidio de la historia».

Impactantes cifras y la lucha de los profesionales objetores

El documental también expone cifras alarmantes. Solo en España, en 2023 se registraron 103.097 abortos, mientras que a nivel mundial la cifra alcanzó los 73 millones en 2021. Estas frías estadísticas adquieren una dimensión humana gracias a los testimonios de profesionales como la ginecóloga Sonsoles Alonso y la psicóloga Pilar Gutiérrez.

Sonsoles, con más de 20 años de experiencia, denuncia cómo el aborto se ha convertido en un «nuevo método anticonceptivo», mientras que Pilar, especialista en el tratamiento del síndrome postaborto, lanza un mensaje contundente: «Tras un aborto el niño se ha ido, pero la muerte se queda». Ambas critican la creación de listas negras de objetores de conciencia promovidas por la ministra de Sanidad, Mónica García, como un ataque directo a su libertad profesional y personal.

Frente a esta realidad, queda claro que la sociedad necesita un cambio de paradigma, uno que priorice la vida y el apoyo a las madres.

El papel del Refugio Provida

El Refugio Provida, liderado por Ana Ruiz, representa una luz en la oscuridad. Esta red de asociaciones, fundaciones y voluntarios ofrece información y acompañamiento a mujeres en situaciones difíciles, proporcionando alternativas al aborto que muchas veces no se consideran en los centros especializados.

Los voluntarios del Refugio ayudan a las madres a tomar decisiones informadas, mostrando ecografías y permitiendo que escuchen el latido del corazón de sus hijos antes de tomar una decisión definitiva. Este acto simple pero poderoso ha salvado innumerables vidas.

Un documental que todos debemos ver

Hazte Oír y Terra Ignota han logrado crear una obra que no solo informa, sino que también conmueve y moviliza. «El genocidio silencioso» es mucho más que un documental; es un llamado a la acción, una invitación a reflexionar y a tomar partido por la vida.

No basta con verlo; también debemos compartirlo y promoverlo para que su mensaje llegue lo más lejos posible. Porque cada vida cuenta, y porque este genocidio silencioso debe terminar.

Fuente: https://adelanteespana.com, 30/12/24


La primera sorpresa es saber que ha sido dirigido y producido por una joven de 18 años. La segunda, que no es su primer film, sino el tercero. La tercera y principal, el talento de Hannah Victoria para llevarnos de la mano de su historia hasta una profunda reflexión más necesaria que nunca.

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NSSM 200/74: El informe Kissinger

25 de marzo – Día del Niño por nacer

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¿Qué propone George Soros?

Reflexiones sobre el Aborto

El Aborto: Un crimen políticamente correcto

Planned Parenthood: Tráfico de Fetos humanos abortados


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Impacto geopolítico de la crisis en Afganistán y Medio Oriente y sus efectos en América Latina

diciembre 1, 2021

Simposio Internacional 09/09/21

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💥 🌎  La crisis en Afganistán y Medio Oriente y sus efectos en la economía. Gustavo Ibáñez Padilla

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Agenda

PRIMER BLOQUE

  • Presentación del Simposio. Dra. María Amelia Britos Bogado
  • Crisis en el Medio Oriente y su impacto en la seguridad latinoamericana. Dr. Nahem Reyes
  • Antes de tomar Kabul, los Talibanes se adueñaron de las redes. Mg. Julio Cirino
  • La mujer en escenarios adversos a la democracia. Mg. Alessandra Martin
  • Preguntas y conclusiones. Moderador : Prof. Alejandro cassaglia

SEGUNDO BLOQUE

  • Impacto de la crisis en la economía global. Ing. Gustavo Ibáñez Padilla.
  • Repercusiones políticas de la crisis de Medio Oriente. Dr. Luis Somoza
  • Experiencias de Misiones Militares en Medio Oriente. Lic. Rodrigo Duarte
  • Preguntas y conclusiones. Moderador : Prof. Jorge Domínguez

Organiza: Itaju Comunicaciones


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Antes de tomar Kabul los Talibanes se adueñaron de las redes

Por Julio A. Cirino, especial para The Post Argentina

INTRODUCCION

Lo sucedido con la caída de Kabul sorprendió a muchos, no solamente porque se suponía que la fuerza militar del gobierno de Kabul, entrenada y equipada por los Estados Unidos sería una defensa sólida frente a los ataques del Talibán, sino también por la capacidad tecnológica mostrada por los Talibanes.

De alguna forma, la imagen del Talibán se asociaba con “guerreros” armados a lo sumo con armas automáticas, pero no se les atribuía, fuera de algunos círculos especializados, la capacidad de montar verdaderas “ofensivas electrónicas” como la que hemos visto en las últimas semanas y que además venía desarrollándose silenciosamente desde meses atrás.

Esto lleva una vez más a releer lo que P.W. Singer plantea en su obra:” Like War” donde nos explica muy detalladamente como hemos superado el concepto clásico de “guerra electrónica” para meternos de lleno en el uso de las “redes” como un arma más del arsenal de los estados (y de los privados también…). [1]

La otra consideración, que solo mencionaremos y que no vamos a desarrollar en estas líneas se refiere a cómo estos verdaderos “arsenales” electrónicos están al alcance no ya tan solo de los estados sino también de quien pueda pagarlos…..

Recordemos que la historia del Talibán con los medios fue bastante accidentada, de hecho, la primera vez que llegaron a controlar Afganistán (septiembre 1996) prohibieron completamente internet y hoy utilizan miles de cuentas de Twitter (algunas abiertamente otras de modo anónimo). Hoy las torres para la comunicación celular están por todo el país, y los teléfonos móviles ya en 2019 (último dato disponible) superaban los 22 millones, se estima que hoy el 70% de la población tiene acceso a telefonía celular. Después de los ataques del 9/11 y de la invasión a Afganistán (2001) comienza la lenta reconstrucción de los talibanes aprovechando las facilidades que tácitamente les brindó Pakistán al tiempo que organizaron una estructura en red insurgente que no dejaría de operar con mayor o menor intensidad de acuerdo con las circunstancias y a la geografía.

Para el año 2002 se puede decir que el Talibán tiene funcionando una red de publicaciones, de DVD y audios cuyo contenido se centraba en marcar la corrupción del régimen de Kabul, la intromisión extranjera y la corrupción del gobierno entre otras cosas. Para el año 2005 ya existe una especie de sitio “oficial” del Talibán (Al Emarah) que llegó a publicar en cinco idiomas. Sin embargo, aún en 2006 la relación con los medios era hostil, ya que les acusaba de dar al Talibán un trato injusto. Simultáneamente reinaba la confusión ya que otros grupos utilizaban el rótulo de talibán generando confusiones en el aparato de propaganda.

Será recién en 2008 cuando el grupo pueda hablar de un “sistema” para publicitar sus acciones y un año después presentarán un sitio web en idioma inglés donde acusarán a occidente de una campaña de desinformación en su contra. Un año después estarán operando en YouTube y para 2011 tendrán una actividad sistemática en Facebook y Twitter. Dos años después aparecen en Telegram y Whatsapp. Con lo que no solamente llegaban a más gente, sino que ponían sus comunicaciones en plataformas ENCRIPTADAS.

Facebook, YouTube y Twitter sólo de tanto en tanto borraban el contenido del Talibán.

El deterioro del gobierno de Kabul ya es visible para el año 2017 y se nota en el aumento de la censura y la disminución de la información disponible, de hecho, a finales de ese año el gobierno de Kabul procura cerrar las operaciones de WhatsApp y Telegram, lo que repercutió muy negativamente en su relación con la prensa.

2021 EL TALIBAN 2.0 Y LOS FUTUROS POSIBLES

Con Kabul en sus manos y controlando, al menos por ahora, la casi totalidad del territorio hay  preguntas que se hacen inevitables: El tema que parece más difícil de resolver se basa en  que el grueso de la población, en particular las mujeres, llevaban viviendo en una sociedad, si bien “islámica” bastante adaptada al S.XXI, la pregunta obvia es si el Talibán intentará cambiar esto, como lo hizo en el pasado o si por el contrario adoptará una postura mas conciliadora, y en todo caso como repercutirá esto en toda la población.

Por otro lado, no pocos de los líderes del Talibán estaban en puestos de responsabilidad cuando se hicieron con el poder (1996-2001) pero además varios de ellos aparecen vinculados, más o menos cercanamente con al-Qaeda. Entre los estudiosos del tema parece, al menos por el momento existir un consenso en cuanto a que no es intención del liderazgo talibán desarrollar un país “moderno”.

Por lo pronto se anunció formalmente la creación del EMIRATO ISLAMICO DE AFGANISTAN, y la sharía será la ley que regirá el país.

Mientras el presidente de los Estados Unidos procuraba en su ultimo discurso ponerle “al mal tiempo buena cara” no sólo en Estados Unidos sino en el resto del mundo se repite la pregunta: qué va a significar esta derrota para la política exterior de USA, sus aliados y sus adversarios. Por de prontose suceden días de celebraciones en Siria, Somalia, Pakistán, Indonesia, Malasia, Tailandia y las Filipinas, por mencionar algunos ejemplos. Nuevamente estos hechos apuntan a señalar que estamos en presencia de  las mencionadas “operaciones en red”, que podrán interconectarse en forma más o menos coordinadas dependiendo de cada caso. Es por ello que si estas celebraciones serán algo mas que eso, es algo que veremos en las próximas semanas y que, por otro lado no debe hacernos olvidar de las fuertes divisiones que agitan al mundo islámico.

Recordemos que estos acontecimientos no sucedían desde que la entonces Unión Soviética se retiró en derrota durante 1989 con lo que esta sería la segunda vez que una “superpotencia” se debe retirar de Afganistán sin cumplir ninguno de los objetivos que pretendía alcanzar.

El interrogante que se escucha hoy en casi todas las capitales es si el Talibán va a permitir (como lo hizo en el pasado) que el país se convierta en base para la “yihad”. En tal sentido recordemos que el acuerdo negociado con Estados Unidos en 2020 incluía la promesa del Talibán que al-Qaeda y sus apoyos no podrían instalarse de ninguna forma en el país nuevamente.

Existen pocas dudas respecto que tanto la salida de los Estados Unidos, como el modo de su ejecución van a ser visto como una oportunidad para la yihad.

Las preguntas obvias, que no tienen respuesta por el momento, son hasta que punto tomará nuevo impulso la yihad y que tanto podrá extenderse geográficamente, ya no sólo en Medio Oriente sino en Europa, Estados Unidos y el resto del hemisferio, sobre todo si se toma en consideración que esto ya ha sucedido. Pero además que otros “jugadores” podrán entrar en la partida; China ya lo está haciendo y en forma muy visible pero posiblemente no sea el único.


[1] Singer,P.W. LIKE WAR.

Fuente: thepostarg.com, 03/09/21

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Un mundo que cambia. César Vidal

julio 1, 2021

Un Mundo Que Cambia: El Patriotismo Frente a una Agenda Globalista

El 26 de diciembre 1991, tuvo lugar un hecho de extraordinaria importancia en la Historia universal.

Se trató de la disolución de la Unión Soviética, un acontecimiento de enormes repercusiones que pocos habían previsto. A decir verdad, sólo el historiador Andrei Amalrík y el premio Nobel Alexander Solzhenitsyn, disidentes rusos, habían tenido el valor y la visión para anunciar que semejante seísmo tendría lugar.

Aunque es indiscutible que la Guerra fría concluyó, no son pocos los que pretenden seguir analizando la situación actual del globo desde la perspectiva de un período histórico que terminó hace cuatro décadas.

Pretender comprender el presente con paradigmas de la Guerra fría – incluso con los de izquierdas y derechas – constituye una equivocación de consecuencias perjudiciales.

La Historia ha seguido avanzando y al igual que habría constituido una necedad pretender comprender la Europa de finales del siglo XIX sobre lo que fue la vida de Napoleón, destronado definitivamente en 1815, es absurdo, e incluso ridículo, entender nuestro mundo sobre la base de la Guerra fría.

Nuestro mundo ha seguido cambiando desde 1991 y lo que resulta aún más relevante es que ese conjunto de cambios es constante e implica desafíos colosales con los que nunca antes ha tenido que enfrentarse el género humano.

Lejos de ser la democracia y la libertad realidades que se imponen de manera casi natural, lo cierto es que se encuentran más amenazadas que nunca y que esa amenaza no sólo es externa sino, en buena medida, también interna. Un mundo que cambia es un intento de explicar que es verdaderamente la democracia y su fragilidad, y que es la agenda globalista, la cual amenaza a el patriotismo y la continuidad de la misma democracia.

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«Un mundo que cambia»: César Vidal alerta sobre el futuro de la democracia

Miami, 30 jun (EFE) — La Agenda globalista, con el papa Francisco y el inversionista George Soros como iconos, es una gran amenaza para la democracia que puede transformar a la mayoría de las naciones en protectorados, advierte el historiador, escritor y periodista hispano-estadounidense César Vidal en Un mundo que cambia.
El nuevo libro del prolífico y premiado autor, que, según dice en una entrevista con EFE, ya ha perdido la cuenta de sus obras, que son más de 180, saldrá al mercado el 1 de julio en español e inglés.
Publicado por The Agustin Agency, Un mundo que cambia expone cómo ha cambiado el mundo a partir del colapso de la Unión Soviética y la importancia de comprender qué es en realidad la democracia, su origen y su evolución hasta lo que se conoce hoy con ese término.
Vidal lo terminó estando confinado por el COVID-19 en su casa de Miami, donde vive desde que en 2013 decidió no volver a España tras ser advertido de que se planeaba un atentado contra él, según dice en una entrevista con EFE por videoconferencia.
El autor de libros de no ficción como La guerra que ganó Franco y de novelas como El último tren a Zurich, afirma no poder dar detalles por razones de seguridad y cuándo se le pregunta si el peligro aún existe responde: «no tengo la sensación de que la cosa haya cambiado.»
En EE.UU., país del que ya es ciudadano y cuya democracia admira -en el libro explica detalladamente el porqué- se siente «más libre» que en su país natal y por eso no piensa en volver a España.


LA DEMOCRACIA NO ES IRREVERSIBLE
En el libro plantea que «la democracia no es algo irreversible» como la Historia demuestra y está rodeada de amenazas que hacen que su continuidad nunca esté garantizada.
Las mismas causas internas que acabaron con la democracia primigenia, entre las que menciona la demagogia, el clientelismo, el gasto público exagerado para satisfacer a las clientelas y el intervencionismo estatal, son las que minan el sistema en la actualidad, pero además ahora existe «la agenda globalista».
La antítesis es el Patriotismo, la resistencia a que los países pierdan su soberanía y acaben siendo dominados por entidades supranacionales, algo que, a juicio de Vidal, encarnan Donald Trump en EE.UU., Jair Bolsonaro en Brasil o Víktor Orbán en Hungría.
A cada uno de ellos les dedica un capítulo en el libro. Si se le pregunta si «adora» a Trump, dice que «no», pero que desde luego le gusta más que lo que el presidente «tiene enfrente», que son los «globalistas» del Partido Demócrata.


LOS DOGMAS DEL GLOBALISMO
Los dogmas del globalismo son para César Vidal el calentamiento global, la ideología de género, la necesidad de reducir la población mundial y la defensa de la inmigración ilegal, entre otros.
Las principales caras de esta a su juicio «colosal amenaza» son el «omnipresente» Soros y el papa Francisco, pero también y paradójicamente un icono del capitalismo como David Rockfeller, según dice en la entrevista.
Cuando se le pregunta si se puede ser globalista y de derechas, subraya que el éxito en imponer esta agenda ha sido tal que conservadores como la canciller alemana Angela Merkel la apoyan, como también lo hizo el fallecido senador republicano estadounidense John McCain.
«En estos momentos en España casi todo el Partido Popular (conservador) apoya esa agenda (…) Derecha e izquierda cada vez se parecen más», subraya Vidal, quien cree que en el mundo se ha llegado a una situación parecida al final de Rebelión en la granja, de George Orwell.


Es cuando los animales que han logrado echar a los capataces humanos y reemplazarlos por animales como ellos se dan cuenta de que es lo mismo con unos o con otros, dice este autor que no ha dejado el periodismo pues emite a diario un programa radiofónico por internet, La voz, que se escucha en todo el mundo hispanohablante.

Del húngaro Soros, que, según el libro, reconoció en su día que había colaborado en su natal Hungría con los nazis siendo judío, señala que está en todas partes y que tiene una lista de parlamentarios europeos «confiables», en la que está el 30 % de la cámara de Estrasburgo, españoles incluidos.
A Hispanoamérica, como elige llamarla, le dedica un espacio importante para tratar desde la influencia masónica en las revoluciones libertadoras hasta las raíces de sus constantes crisis económicas y gubernamentales, con especial atención a Venezuela, Chile y Colombia.
De Chile señala que «bastaron 48 horas» para acabar con el «oasis» de la región, en referencia a las protestas sociales para exigir cambios de 2019.
Según dice a Efe, los países latinoamericanos están condenados a ser «protectorados» si la «agenda globalista» logra su propósito, para el cual hay una fecha: el año 2030 que es cuando entrarán en vigor los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Vidal, creyente y autor de Más que un rabino: La vida y enseñanzas de Jesús el judío, el libro al que más cariño tiene, cree no obstante que no todo está decidido y «todavía existen razones para la esperanza».
Ana Mengotti.

Fuente: infobae.com, 30/06/20

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¿Qué es la Geopolítica?

mayo 18, 2021

La Geopolítica es el estudio de los efectos de la Geografía sobre la Política y las Relaciones internacionales. La geopolítica es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas.​

Curso: «Geopolítica como herramienta para el Análisis e investigación social», FES Acatlán, UNAM, 2017. Por Rocío Arroyo. Son 6 videos.

Video 01

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Video 02

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Video 03

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Video 04

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Video 05

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Video 06. Uso de la Geopolítica en la investigación: https://youtu.be/SnA_DYM1bxc


Ejemplo: Caso de investigación:
América Latina desde un enfoque del sistema-mundo.

Fuente: Rocío Arroyo

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Más información:

Geoplítica y Religión

Geopolítica en los Negocios

La Geopolítica del Libre comercio

Geopolítica e Inteligencia de Negocios

Ciberespionaje, influencia política y desinformación

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Globalistas versus Patriotas

agosto 4, 2020

Entrevista de Miklos Lukacs a César Vidal, sobre su nuevo libro «Un mundo que cambia».

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Más información:

Un mundo que cambia. César Vidal

Manipulación mediática

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China representa un desafío para Estados Unidos

mayo 11, 2020

El desafío chino

Estados Unidos nunca se ha enfrentado a semejante adversario

Por David P. Goldman.

La psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross describió cinco etapas de duelo: negación, enojo, negociación, depresión y aceptación. Durante la última década, Estados Unidos ha negado la aparición de China como potencia global. No podíamos creer que un país que durante generaciones fuera sinónimo de pobreza pudiera competir con nosotros. Con la elección de Donald Trump en 2016, hemos pasado a la ira. Tal como están las cosas, estaremos negociando en poco tiempo.

Durante miles de años, las debilidades internas de China (desastres naturales, hambruna, peste, disturbios civiles e invasión extranjera) mantuvieron su atención interna. Ahora estamos en el mayor punto de inflexión en la historia de China desde su unificación en el siglo III a. C. China se está volviendo hacia afuera, pero no quiere gobernarlo. Al igual que los Borg en Star Trek , quiere asimilarte.

El presidente Trump tiene razón al insistir en que el status quo de Estados Unidos con China no puede continuar. Hizo campaña contra su robo sistémico de la propiedad intelectual de los EE. UU. Y la migración de nuestra fabricación a China. Revertió 20 años de negligencia benigna hacia el desafío de China a nuestro dominio estratégico y tomó medidas enérgicas para controlar la expansión de China. Pero no ha tenido éxito. Hasta ahora ha abordado los síntomas en lugar de las causas. Nuestra guerra comercial con China se instaló en una tregua incómoda a fines de 2019, con daños moderados a ambas economías pero sin un claro ganador.

Revolución industrial

El año pasado fue un hito. Tal como están las cosas, Estados Unidos será superado por China en los próximos años. China está desarrollando su propia propiedad intelectual en áreas clave. Algunos de ellos son mejores que los nuestros: en inteligencia artificial, telecomunicaciones, criptografía y guerra electrónica. En otros campos clave como la computación cuántica, posiblemente el santo grial de la tecnología del siglo XXI, es difícil saber quién está ganando, pero China nos está gastando mucho por un amplio margen.

La primera gran compañía multinacional de China, Huawei, está lanzando banda ancha móvil de quinta generación (5G) en toda Eurasia, desde Vladivostok, Rusia hasta Bristol, Inglaterra, a pesar de la presión de toda la corte por parte de la Administración Trump para detenerlo. En enero de 2020, Gran Bretaña, el aliado más cercano de Estados Unidos, rechazó la intervención personal de Trump y permitió que Huawei construyera parte de la red 5G de Gran Bretaña. La Comunidad Europea anunció que no tomaría medidas para excluir al gigante chino. Washington trató de estrangular a Huawei al aplicar controles de exportación a los componentes de EE. UU. Para equipos 5G y teléfonos inteligentes, solo para ver que Huawei continúa expandiéndose utilizando componentes asiáticos mientras logra la autosuficiencia en la producción de chips.

El ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich deploró esto como «el mayor desastre estratégico en la historia de los Estados Unidos». Están en juego no solo los nervios de la nueva era industrial, sino también decenas de aplicaciones derivadas que transformarán la manufactura, la minería, la atención médica, las finanzas, el transporte y el comercio minorista, prácticamente la totalidad de la vida económica, en lo que China llama la Cuarta Revolución Industrial .

China tiene sus propios desafíos, sin duda. Una variante mortal del coronavirus ha matado a más de 2.000 chinos y ha enfermado a decenas de miles de personas, en una severa prueba de gobernanza para el régimen de Beijing. La epidemia viral revela la vulnerabilidad de China, pero también el poder y la crueldad del estado chino. Los científicos chinos secuenciaron el genoma del virus dentro de las dos semanas posteriores al brote y lo publicaron para permitir que los laboratorios farmacéuticos del mundo trabajen en una vacuna. China construyó dos nuevos hospitales de mil camas en Wuhan en apenas más de diez días. El estado chino utilizó su poder absoluto para poner en cuarentena ciudades tan grandes como algunos países europeos, interceptar el transporte y controlar el movimiento de cientos de millones de personas. Analizó datos de ubicación de casi mil millones de teléfonos inteligentes para identificar posibles grupos de infección,

Las autoridades estadounidenses advierten que los sistemas 5G de Huawei permitirán a China espiar las comunicaciones del mundo y robar los datos del mundo. Eso es un riesgo, el grupo de «cinco ojos» de países de habla inglesa ha monitoreado el tráfico de señales del mundo durante décadas, pero otros riesgos son mayores. El cifrado de extremo a extremo de las llamadas de voz ya está aquí, y los avances en criptografía liderados por China pronto harán imposible que cualquiera pueda robar grandes cantidades de datos. Pero Huawei no cree que deba robar los datos del mundo. Se espera que el mundo lo entregue de forma gratuita.

Plan no tan secreto

Desde la publicación del popular The Coming Collapse of China de Gordon G. Chang en 2001, el Producto Interno Bruto per cápita de China se ha multiplicado por cinco. Las ciudades chinas que eran barrios marginales del Tercer Mundo se han convertido en gigantes de acero y vidrio que parecen escenarios de películas de ciencia ficción, no solo Shanghai, Shenzhen y Guangzhou, sino ciudades del interior como Chengdu y Chongqing, cada una con 30 millones de habitantes. . El crecimiento de China se ha desacelerado al 6% anual, aproximadamente tres veces la tasa de Estados Unidos. La carga de la deuda de China es un poco más de tres veces su PIB, casi lo mismo que la de Estados Unidos.

El profesor Graham Allison advirtió en Destined for War (2017) que la guerra es el resultado típico cuando un poder creciente desafía a uno establecido. Hay muchas cosas que están mal con la tesis de Allison, como dije en el número de otoño de 2017 del CRB («¿Debemos luchar?»). Lo más obvio es práctico: China ha invertido masivamente en cohetería, misiles de deslizamiento de hipervelocidad, submarinos y otras tecnologías militares que niegan el acceso a la costa de China y sus alrededores. Un estudio de la Universidad de Sydney de 2019 advirtió que la fuerza de misiles de China podría neutralizar la mayoría de los activos estadounidenses del Pacífico occidental en cuestión de horas después del estallido de la guerra. Incluso si quisiéramos buscar una opción militar contra China, nos han bloqueado.

El director del Centro de Estrategia China del Instituto Hudson, Michael Pillsbury, cree que China tiene un plan secreto para desplazar a Estados Unidos como la superpotencia líder mundial, pero no hay nada secreto sobre su acumulación militar de alta tecnología. China ha demostrado su capacidad de hundir barcos estadounidenses y cegar satélites estadounidenses. La combinación de cohetes chinos, submarinos, contramedidas electrónicas y defensa aérea hace que nuestros activos militares del Pacífico occidental se sientan como patos. Perdimos el Mar del Sur de China hace años. Como era de esperar, Filipinas en febrero de 2020 se retiró unilateralmente de su acuerdo de defensa conjunta con los Estados Unidos. Cuando nuestro aliado más antiguo en Asia va al otro lado, debemos preguntarnos: ¿por qué?

Tampoco hay nada secreto sobre las ambiciones globales de China. Su objetivo es integrar Eurasia en una esfera económica china bajo la Iniciativa de la Franja y la Ruta multimillonaria, y utilizar su dominio de banda ancha 5G para liderar una Cuarta Revolución Industrial. El sitio web de Huawei ha anunciado el plan de China para la supremacía económica mundial desde 2011; China lo ha proclamado con gran fanfarria, y un gasto considerable, en cada conferencia de telecomunicaciones durante los últimos diez años. La ambición militar de China es importante, pero está subordinada a una visión económica y tecnológica tan vasta que los analistas estadounidenses carecen del ancho de banda intelectual para percibirla.

Los estrategas estadounidenses parecen pensar que estamos tratando con la Unión Soviética de los años ochenta. ¡Si solo fuera así de facil! El comunismo es una ideología en bancarrota, un fracaso miserable en la organización social y económica. China es algo completamente diferente. Los comunistas soviéticos les dijeron a sus científicos más talentosos: «Inventa algo nuevo, y te daremos una medalla, y tal vez una casa de campo». China dice: «inventa algo nuevo, lanza una oferta pública inicial y conviértete en multimillonario». A fines de 2019 había 285 multimillonarios en China, incluido Jack Ma de Alibaba, quien, como muchos de sus compañeros multimillonarios, es miembro del Partido Comunista. Hay más marxistas en Cambridge, Massachusetts, que en toda China. Conocí a un marxista profeso durante una cena en Beijing hace un par de años, un tipo agradable que enseñaba doctrina marxista-leninista en la escuela de cuadros del Partido Comunista. Su hija acababa de graduarse de una universidad estadounidense de primer nivel; Me preguntó si podía ayudarla a conseguir un trabajo en Wall Street.

No nos enfrentamos a burócratas soviéticos corruptos y borrachos, sino a una élite mandarín elegida entre los graduados universitarios más brillantes del país más grande del mundo. Estados Unidos se enfrenta a algo mucho más desalentador que el marxismo devorado por las polillas: un imperio de 5.000 años que es pragmático, curioso, adaptativo, despiadado y hambriento. El régimen actual de China es cruel, pero no más cruel que la dinastía Qin que enterró a un millón de trabajadores reclutados en la Gran Muralla. China fue y sigue siendo completamente despiadada.

Huawei proporciona la plantilla para el nuevo imperio chino. La compañía quebró a su competencia y contrató a su talento. Domina la I + D en banda ancha móvil porque sus 50,000 empleados extranjeros realizan la mayor parte de la investigación básica. Por primera vez en su larga historia, China ha logrado asimilar una masa crítica de la élite científica y de ingeniería de Occidente y aprovecharlos para sus ambiciones globales.

La banda ancha móvil es solo el comienzo. El objetivo de China es ser dueño de los «puntos de control» en todas las esferas de la vida económica. Piense en robots industriales que se comunican entre sí a través de redes 5G y emplean inteligencia artificial para diseñar técnicas de producción sin intervención humana; diagnósticos médicos basados ​​en signos vitales continuamente actualizados e historias genéticas de mil millones de personas; robots mineros dirigidos por técnicos de bata blanca con visores de realidad virtual; y una docena de otras tecnologías disruptivas posibles gracias al matrimonio de banda ancha y IA

China ha rogado, prestado y robado la tecnología que hizo que su economía fuera tan grande como la de Estados Unidos. Paga $ 36 mil millones al año en regalías por propiedad intelectual, pero su factura debería ser mucho mayor. Los robos directos incluyen los planes para el avión de transporte militar C-17 de Boeing, robado por piratas informáticos chinos y utilizado para construir una imitación, el transporte Y-20. Los ingenieros chinos empleados en Occidente levantan otros planes que aprenden la tecnología de sus empleadores y salen por la puerta con las habilidades para duplicarla. Las compañías occidentales simplemente entregan aún más planes ansiosos por acceder al mercado chino y felices de regalar las joyas de la familia por el privilegio. Eso es malo para su competitividad a largo plazo, pero bueno para las opciones sobre acciones del CEO en un horizonte de cinco años.

Lo más importante que China se apropió de Estados Unidos es la gran idea que convirtió a Estados Unidos en la única superpotencia del mundo después del colapso de la Unión Soviética. Esa idea es impulsar la I + D fundamental a través de la búsqueda agresiva de sistemas de armas superiores, y dejar que las escisiones lleguen a la economía civil. China es como un cohete de dos etapas. La economía laboral barata y orientada a la exportación que lo convirtió de un país rural empobrecido en un próspero gigante urbanizado después de las reformas de Deng Xiaoping fue el impulso. China comenzó a descartar ese refuerzo hace diez años. La siguiente etapa es la Cuarta Revolución Industrial de Huawei, impulsada por inteligencia artificial, robótica, Internet y aplicaciones masivas de big data para la gestión de la cadena de suministro, transporte, atención médica y otros campos.

Vuelo del abejorro

La respuesta de Estados Unidos a las ambiciones globales de China ha fallado. Hay dos grandes razones para este fracaso. Primero, subestimamos crónicamente las capacidades y ambiciones de China. En segundo lugar, no hemos podido abordar nuestros propios problemas. China visualiza un imperio virtual en el que la tecnología revolucionaria domina la producción, las compras, las finanzas y el transporte. Pone recursos masivos en investigación básica, educación científica e infraestructura. El compromiso de Estados Unidos con la investigación básica y la educación científica, por el contrario, se ha reducido a aproximadamente la mitad de su tamaño durante la Administración Reagan.

La economía de China es como el abejorro que no debería poder volar, pero lo hace. Los comentaristas estadounidenses tienen problemas para explicar el éxito de China, por lo que fingen que no está allí o, si lo hay, no lo estará por mucho tiempo. Trump, por ejemplo, tuiteó el 30 de julio de 2019 que “a China le está yendo muy mal, el peor año en 27…. Nuestra economía se ha vuelto MUCHO más grande que la economía china en los últimos 3 años «.

Cuya economía es más grande depende de su medida. En términos de dólares estadounidenses, el de Estados Unidos es mucho más grande. Pero si incluye el costo relativo de bienes y servicios, la economía de China es aproximadamente $ 4 billones más grande que la de Estados Unidos, según la medida de paridad del poder adquisitivo del Banco Mundial. Eso explica el hecho de que los precios domésticos chinos son mucho más bajos que los precios estadounidenses. Un viaje de media hora en taxi desde el aeropuerto de Chengdu en agosto de 2019 me costó unos cinco dólares estadounidenses. En cualquier ciudad estadounidense hubiera costado entre $ 50 y $ 70 dólares. En dólares estadounidenses actuales, el PIB de China en 2018 fue de aproximadamente $ 13 billones frente a más de $ 20 billones para los EE. UU. Pero la paridad del poder adquisitivo es una medida más informativa.

Un chino de 30 años consume casi diez veces más que su padre o madre en su nacimiento. Los chinos que crecieron en hogares con pisos de tierra y dependencias ahora viven en apartamentos con calefacción central y plomería interior. Los chinos que escatimaron para comprar bicicletas ahora pueden pagar autos. ¿Se falsifican los datos del gobierno chino para que las cosas se vean mejor? No cuentes con eso. Los indicadores básicos de la actividad económica, como la producción de electricidad, el tráfico de mercancías y la producción de artículos industriales clave, son verificables y siguen de cerca el crecimiento del PIB reportado. China ha construido el sistema de carreteras más largo del mundo (alrededor de 90,000 millas), la red ferroviaria de alta velocidad más grande del mundo (alrededor de 18,000 millas hoy, creciendo a 24,000 millas para 2025), y suficientes viviendas para trasladar a casi 600 millones de personas del campo a las ciudades. . Nada de esto estaba allí hace 30 años. La infraestructura de China es la maravilla del mundo moderno. En comparación con los aeropuertos, carreteras y líneas de ferrocarril de China, la mayoría de los Estados Unidos parece un país del Tercer Mundo.

China ahora gradúa más científicos e ingenieros que los Estados Unidos, Europa, Japón, Taiwán y Corea del Sur combinados, y seis veces más que los Estados Unidos solos. Durante los últimos diez años, la calidad de la educación científica china ha alcanzado los estándares mundiales. La Revolución Cultural de Mao Zedong de la década de 1960 casi destruyó el sistema universitario de China. Gracias a las escuelas de posgrado estadounidenses, las universidades chinas han reunido una facultad científica y de ingeniería de clase mundial. Cuatro de cada cinco doctorados en ciencias de la computación e ingeniería eléctrica en Estados Unidos se otorgan a estudiantes extranjeros, de los cuales los chinos son el mayor contingente. Solo el 5% de los estudiantes universitarios estadounidenses se especializan en ingeniería, lo que significa que no hay muchos puestos docentes disponibles para los doctorados recientes.

Es difícil medir la calidad relativa de la educación STEM en China frente al resto del mundo. El Suplemento de Educación Superior Times (Londres) incluye cinco universidades chinas en su ranking de las 50 mejores escuelas de ingeniería y tecnología del mundo. Los ejecutivos de las empresas tecnológicas chinas me han dicho que prefieren no contratar graduados chinos con una licenciatura de una universidad estadounidense. Los programas chinos son más rigurosos, argumentan, y los estudiantes chinos que van al extranjero probablemente son hijos de familias acomodadas que no obtuvieron buenos resultados en el examen de ingreso a la universidad de China.

China ya no necesita robar o copiar tecnología occidental. En los últimos cinco años, China ha producido el mejor equipo 5G del mundo, algunas de las supercomputadoras más rápidas del mundo, misiles estratégicos de hipervelocidad, chips de computadora que rivalizan con los mejores diseños de Estados Unidos y una tecnología de ciberseguridad inquebrantable, criptografía cuántica. Una nave espacial robótica china realizó el primer aterrizaje suave en el lado oscuro de la luna en 2019. Eso es solo el comienzo.

Investigación y deuda

China ahora gasta alrededor del 2.2% del PIB en investigación y desarrollo, en comparación con el 2.8% en los Estados Unidos, pero, dados los tamaños relativos de nuestras economías, su gasto en I + D en términos absolutos es casi el mismo que el nuestro. Una gran diferencia está en la composición del gasto. La mayoría de la I + D estadounidense busca mejoras incrementales en los productos existentes: un detergente de lavandería mejorado o una lata de sopa menos salada. La I + D de China, como explicó el Pentágono en su evaluación de 2019 de las capacidades militares de China, se concentra en tecnologías de doble uso, civiles y militares. En áreas críticas, China gasta mucho más que nosotros. El analista del Hudson Institute, Arthur Herman, escribió en el Wall Street Journal en 2019:

Beijing es el principal rival de computación cuántica de Estados Unidos. Gasta al menos $ 2.5 mil millones al año en investigación, más de 10 veces lo que gasta Washington, y tiene un centro cuántico masivo en la provincia de Hefei. China aspira a desarrollar la “aplicación asesina” para descifrar códigos, lo que significa que proteger los datos y las redes estadounidenses de la intrusión cuántica es un interés vital de seguridad.

Huawei, el líder mundial de la industria en banda ancha móvil, gasta más en I + D que sus principales rivales, Nokia y Ericsson, combinados.

El apoyo del gobierno chino a la inteligencia artificial “enana” el esfuerzo estadounidense, según el profesor de Babson College Thomas Davenport:

En 2017, el gobierno nacional [de China] anunció que quería que el país y sus industrias fueran líderes mundiales en tecnologías de inteligencia artificial para 2030. Se espera que el último fondo de capital de riesgo del gobierno invierta más de $ 30 mil millones en inteligencia artificial y tecnologías relacionadas dentro de empresas estatales , y ese fondo se une a fondos de capital de riesgo aún más grandes financiados por el estado. Solo un estado chino ha dicho que dedicará $ 5 mil millones al desarrollo de tecnologías y negocios de inteligencia artificial. La ciudad de Beijing ha comprometido $ 2 mil millones para desarrollar un parque industrial centrado en la inteligencia artificial. Un puerto importante, Tianjin, planea invertir $ 16 mil millones en su industria local de IA …

Los planes de inversión de Estados Unidos, principalmente en la industria de defensa, se ven eclipsados ​​por el esfuerzo chino. DARPA, el brazo de investigación del Departamento de Defensa, ha patrocinado investigaciones y concursos de IA durante muchos años, y tiene un fondo de $ 2 mil millones llamado «AI Next» para ayudar a desarrollar la próxima ola de tecnologías de IA en universidades y empresas. Todavía no está claro cuánto progreso real han logrado sus esfuerzos.

Algunos analistas afirman que la economía de China sufrirá una crisis de deuda debilitante. Pero los números no respaldan esta opinión. Según el Banco de Pagos Internacionales, China y América tienen aproximadamente la misma carga de deuda. El crédito total al gobierno, los hogares y las corporaciones no financieras representa el 261% del PIB en China y el 249% del PIB en los Estados Unidos. La gran diferencia radica en quién debe la deuda. La deuda del gobierno central es aproximadamente la mitad del PIB en China, pero aproximadamente el 100% del PIB en los Estados Unidos. Por el contrario, la deuda de las empresas privadas es solo del 75% del PIB en los Estados Unidos en comparación con aproximadamente el 150% del PIB en China.

El sistema financiero de China tiene muchos problemas, sin duda. Depende demasiado de los bancos estatales gigantes que están acostumbrados a entregar préstamos a empresas estatales sin hacer preguntas. Esto fomenta la ineficiencia y la corrupción. Las autoridades chinas permiten que las empresas privadas quiebren en lugar de alentar a los bancos a tapar sus problemas. Diecisiete mil millones de dólares de bonos corporativos chinos incumplieron durante los primeros 11 meses de 2019, una pequeña cantidad en comparación con el mercado general de bonos corporativos en tierra de $ 4.4 trillones.

Sin embargo, la mayoría de la deuda corporativa china financiaba infraestructura que, en su mayor parte, puede soportar la carga de la deuda. La forma en que China financia el gasto en infraestructura explica la mayor parte de la diferencia en la concentración de la deuda. En los Estados Unidos, los gobiernos federales, estatales y locales financian el gasto en infraestructura con ingresos fiscales o préstamos; En China, las empresas estatales piden prestado a los bancos estatales para financiar la infraestructura.

En un estudio de 2017 para Asia Times calculé que solo 22 empresas debían dos tercios de la deuda neta adeudada por compañías no financieras en el índice de capital de referencia de China, el Shenzhen 300. Casi todos están involucrados en infraestructura básica (energía, infraestructura de comunicaciones, transporte marítimo, aerolíneas o metales). Este endeudamiento corporativo chino debe ser visto como una inversión en «obras públicas» por parte del soberano chino.

Después de pedir prestado aproximadamente la misma cantidad en relación con el tamaño de sus respectivas economías, ¿qué obtuvieron a cambio China y Estados Unidos? La deuda nacional de los Estados Unidos aumentó por encima de los $ 20 billones, sin contar un estimado de $ 46 billones más en pasivos no financiados del Seguro Social y Medicare. Gastamos la mayor parte de este dinero en pagos de transferencia. China utilizó su deuda para trasladar a 550 millones de personas del campo a la ciudad y construir la infraestructura más nueva y más grande del mundo.

Sin solución rápida

Usamos la palabra «imperio» para describir a China, evocando recuerdos de la conquista militar y la ocupación colonial. Pero China es una entidad completamente diferente: su objetivo es la asimilación y el control indirecto en lugar del dominio imperial. Evita la extralimitación imperial de los compromisos militares extranjeros y busca bloquear su influencia mediante el dominio del comercio y la tecnología.

No hay una manera fácil para que Estados Unidos responda a China, sin solución rápida, sin atajo. El mundo no ha visto nada como la ruptura global de China. Transformará la vida de todos los habitantes de este planeta, incluidos los estadounidenses. El revolucionario ruso Leon Trotsky dijo (apócrifamente) que puede que no te interese la guerra, pero la guerra te interesa a ti. Lo mismo es cierto de China.

Después de la Segunda Guerra Mundial, a los estadounidenses se les pagaba simplemente por ser estadounidenses. El mundo entero tuvo que venir a nosotros. Teníamos los únicos mercados de capital profundos, los únicos capitalistas de riesgo, el único establecimiento de defensa nacional capaz de poner recursos masivos detrás de la I + D básica y la única fuerza laboral capacitada lista para convertir las innovaciones en productos. Inventamos todos los componentes de la era digital: semiconductores, pantallas, sensores, láseres, redes e Internet en sí. Las empresas estadounidenses disfrutaron de monopolios naturales en docenas de campos. Nuestros bienes y servicios se venden a un precio superior. El dólar estadounidense era el rey. Cuando vivía en Alemania durante la primera administración Reagan, los soldados estadounidenses en bases alemanas compraron BMW con sueldo del ejército.

En 1960, Estados Unidos producía el 40% del PIB mundial. Ahora produce 24%. Aún más importante es la disminución de la participación de Estados Unidos en la producción industrial de alta tecnología: según el Banco Mundial, cayó del 18% en 1999 a solo el 7% en 2014, mientras que China aumentó del 3% al 26%. El compromiso de Estados Unidos con la fabricación de alta tecnología se derrumbó con la burbuja tecnológica de 2000, para nunca recuperarse. Por coincidencia, los ingresos de los hogares estadounidenses apenas crecieron durante los próximos 20 años.

El desafío de China es formidable. Estamos compitiendo con 1.400 millones de personas inteligentes y laboriosas. Los escolares chinos se presentan a las 7:30 a.m. y se van a las 5:00 p.m. Diez millones de adolescentes chinos toman los exámenes de ingreso a la universidad cada año y se preparan 12 horas al día durante dos años para obtener la aceptación en una buena universidad. La ética laboral asiática explica por qué el 28% de los estudiantes de las universidades de la Ivy League de Estados Unidos son asiáticos, aunque los asiáticos representan solo el 5.6% de la población de los Estados Unidos. Hemos educado a una facultad de ingeniería de clase mundial para universidades chinas, las mejores de las cuales están a la par con las mejores universidades estadounidenses.

Pero ya hemos pasado el punto en el que una comparación individual de la capacidad técnica de China y Estados Unidos puede explicar el equilibrio estratégico. China ha reclutado a miles de los mejores científicos y técnicos occidentales. Huawei ha creado un modelo de negocio único en la historia de China, con 50,000 empleados extranjeros y centros de investigación en dos docenas de países occidentales. No es una empresa china sino imperial , una especie de horda tecnológicamente impulsada que produce un efecto de bola de nieve. A medida que crece, aplasta a la competencia y absorbe su talento.

La caída de Bagdad ante los mongoles en 1258 ofrece una lección objetiva. La ciudad de un millón de personas refugiadas detrás de muros de 18 pies, y el califa abasí Al-Mustasim rechazó las demandas mongolas de tributo. Los mongoles eran jinetes ligeramente armados, razonaron los abasíes; ¿Qué podrían hacer contra los muros de 18 pies de grosor de Bagdad? Pero el jefe mongol Hulagu Khan trajo consigo a 1.000 expertos en artillería chinos, y les tomó solo tres semanas romper las paredes, después de lo cual los mongoles hicieron una pirámide gigante de las cabezas de los habitantes de Bagdad. Los chinos de hoy no son los mongoles, sin duda, pero la analogía se mantiene: los chinos han adquirido los medios técnicos de Occidente para arruinarnos. Los críticos de China se quejan de que ha robado la tecnología occidental. Mucho más peligroso es el hecho de que China ha aprendido a asimilar el mejor talento de Occidente.

¿Puede Estados Unidos seguir siendo el país más poderoso, productivo e innovador del mundo? Hemos enfrentado este desafío antes: durante la Segunda Guerra Mundial, cuando el Arsenal de la Democracia superó al Eje; durante la carrera espacial, cuando vencimos una ventaja rusa temprana para aterrizar hombres en la luna; y durante la Administración Reagan, cuando la revolución digital superó las ilusorias ventajas de Rusia en tecnología militar. Requerimos un esfuerzo nacional en la escala de Moonshot de John F. Kennedy y la Iniciativa de Defensa Estratégica de Reagan para restaurar la ventaja decisiva de Estados Unidos en la fabricación de alta tecnología y aplicaciones militares. Si no lo hacemos, si China supera a los Estados Unidos, nos desvaneceremos en un estado de segunda clase, al igual que Gran Bretaña en el siglo XX. Seremos más pobres, más débiles y menos seguros. La elección es nuestra, al menos por un tiempo.

David P. Goldman es presidente de Macrostrategy LLC, una firma de consultoría financiera. Escribe la columna «Spengler» para Asia Times Online y el blog «Spengler» en PJ Media.

Fuente: claremontreviewofbooks.com, 2020.


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